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PORTAFOLIO

B10. El comercio

viernes 13 de marzo del 2015

David Biller

Corresponsal en Brasil

La creciente pérdida de empleos en Brasil le mueve el piso a Dilma Rousseff El desempleo pasó de 4,3% en diciembre a 5,3%en enero, su nivel más alto desde el 2013.

L

uciano Neri, un ex trabajador de astilleros sin empleo que votó a favor de un segundo mandato para la presidenta Dilma Rousseff, ahora duda de su elección. Y, como el mes pasado perdió su trabajo, ahora está haciendo un curso de chofer de ómnibus. “Metió la pata”, dijo Neri, de 37 años, mientras sorbía una cerveza en una tranquila plaza de Maragogipe, en el estado de Bahía. “Me pregunto –continuó– si cuando entregue el Gobierno, este va a estar endeudado y no habrá empleo en Brasil”. El malestar de Neri augura problemas para Rousseff, sobre todo porque durante su campaña por la reelección esgrimió el desempleo en un mínimo récord como prueba del éxito de sus políticas económicas, aún cuando el crecimiento estaba estancado y la inflación se aceleraba. Ahora, el des-

empleo finalmente está en aumento, y también el descontento, incluso en el noreste, que siempre fue el baluarte del Partido de los Trabajadores. Para Alberto Ramos, economista jefe de América Latina de Goldman Sachs Co., desde el punto de vista político “nada es más perjudicial para la popularidad del Gobierno y de Dilma que el aumento del desempleo, incluso mucho más que la inflación y la recesión. Y eso suele ocasionar el mayor costo político para el Gobierno en Brasil, con la tendencia a un mayor deterioro”. Durante la campaña, Rousseff advirtió a los votantes que una victoria de la oposición significaría volver al pasado. Es decir, más desempleo, más inflación y tasas de interés más altas. Después de ganar por 3,3 puntos porcentuales, el margen más estrecho desde –por lo menos– 1945, cambió de rumbo con el nombramiento del

ap

deterioro laboral. En enero se perdieron 82.000 puestos de trabajo en Brasil.

ministro de Hacienda Joaquim Levy. Reducción de costos La tarea del funcionario es impopular. El hombre, apodado “Manos de Tijera” por su inclinación a re-

ducir costos, debe apuntalar las cuentas fiscales para recuperar la confianza de los inversores y evitar una rebaja de la calificación crediticia de Brasil a basura. Por lo pronto, su equipo ya aumentó algunos

impuestos, recortó gastos y propuso un endurecimiento de las normas que rigen el seguro de desempleo y las pensiones. El Banco Central de Brasil (BCB), por su parte, elevó la tasa de refe-

rencia al nivel más alto en seis años para frenar una inflación que es la más veloz en casi una década. La economía, según los economistas encuestados por el BCB, va camino a contraerse 0,66% este año, después de prácticamente estancarse el año pasado. El incremento de los costos de endeudamiento está afectando el mercado de trabajo, según Jankiel Santos, economista jefe del banco de inversión BESI Brasil de Sao Paulo. El desempleo saltó de 4,3% en diciembre a 5,3% en enero, el nivel más alto desde el 2013. Ese mes, el país perdió 82.000 puestos de trabajo, casi el cuádruple de la mediana de estimaciones de los economistas encuestados por Bloomberg. La industria automotriz, puntal de la economía, eliminó 11.800 empleos en el último año, y 1.900 solo en febrero, según la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles (Anfavea). “Yo soñaba con que iba a haber otros medios, que nuestros hijos iban a poder estudiar y tener un trabajo más digno con este emprendimiento”, dijo Fernando, hermano de Luciano Neri, miembro del concejo municipal, con referencia al astillero. “Pero todo se terminó de la noche a la mañana y acabamos enterrando nuestros sueños otra vez. Es lamentable”, concluyó.