Notas
Viernes 10 de agosto de 2007
LA NACION/Página 23
El lector en su día
Abogados de medio pelo
Deseos para niños Por Mex Urtizberea Para LA NACION
Por Horacio M. Lynch Para LA NACION
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ue sean niños los niños. Que sean niños, y no clientes de las compañías de celulares, o vendedores de rosas en los bares, o estrellas descartables de la televisión. Niños, no limpiavidrios en los semáforos, o botín de padres enfrentados o repartidores de estampitas en los subtes. Que no sean niños soldados, los niños. Que sean niños los niños, simplemente. Que no sean foto de un portal pornográfico. Que no sean los habitantes de un reformatorio. Que no sean costureros en talleres ilegales de ningún lugar del mundo. Que sean niños los niños, y no un target. Que no sean los que pagan las culpas. Los que reciben los golpes. Los bombardeados por publicidad. Que sean niños los niños. Todo lo aniñados que quieran. Todo lo infantiles que quieran. Todo lo ingenuos que quieran. Que hagan libremente sus niñerías. Que se dediquen a ser niños y no a otra cosa. Que no sean los que no juegan, los acosados por las preocupaciones, los tapados de actividades. Que sean niños los niños y se los deje preguntar sin levantar la mano, formar filas torcidas, llevar alguna vez la Bandera no por ser mejor alumno, sino por ser buen compañero. Que sean niños los niños y no los incentivados con desmesura a consumir todo lo que saca el mercado. Que sean niños, y no los que aspiran pegamento en una esquina o fuman paco en la otra, tan de nadie, tan desprotegidos. Niños, no nombres que tienen que rogar por recibir el apellido paterno o la cuota de alimentos. Que sean niños los niños. Y que los niños sean lo intocable, que sea la gran coincidencia en cualquier discusión ideológica; que por ellos se desvelen los economistas de todas las corrientes, los dirigentes de todos los partidos, los periodistas de todos los medios, los vecinos de todas las cuadras, los asistentes sociales de todas las municipalidades, los maestros de todas las escuelas. Que sean niños los niños, y no el juguete de los abusadores. Que sean niños, no “el repetidor” o “el conflictivo” o “el que nunca trae los deberes”. Niños, y no los que empujan el carro con cartones. Que sean niños los niños, simplemente. Que ejerzan en paz el oficio de recién llegados. Que se los llame a trabajar con la imaginación o con lápices de colores. Que se los deje ser niños, todo lo niños que quieran. Y que los niños sean lo importante, que por ellos lleguen a un acuerdo los que nunca se ponen de acuerdo; que por ellos se dirijan la palabra los que no se hablan, que por ellos hagan algo los que nunca hicieron nada. Que sean niños los niños y que no dejen de joder con la pelota. Que sean niños en su día. Que lo sean todos los días del año. Que sean felices los niños, por ser niños. Inocentes de todo lo heredado. © LA NACION
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Vida y martirio del ratón Farfur E
cie el islam con el terrorismo y señalan que N un episodio típico de una serie televisiPor Carlos Escudé va de Hamas, la apenas púber anfitriona diversas encuestas (como las del conocido Para LA NACION Saara se dirige a otra jovencita con la Pew Research Center) muestran que aproxique habla por teléfono: “Sanabel, ¿qué harías madamente un 65 por ciento de los musultú por la causa de la mezquita Al-Aqsa?” Una la abeja Nahul, una creación original, sin manes de Francia y un 75 por ciento de los tímida vocecilla contesta desde el otro lado contaminación foránea. Dijo en falsete a la de España jamás condonarían la violencia de la línea: “Yo dispararía”. aniñada y deslumbrada animadora: “Quiero contra blancos civiles occidentales. Entonces, engalanado con moño y traje de estar en cada episodio contigo, como Farfur. Quienes así razonan no se percatan de etiqueta, tercia con voz aflautada un ratón de Quiero continuar en su camino: el del islam, que si un 65 por ciento de los islámicos felpa hecho a imagen y semejanza de Mickey: el del heroísmo, el del martirio y el de los mu- franceses está en contra del terrorismo en “Sanabel, ¿qué debemos hacer si queremos li- jaidines. […] Nos vengaremos de los enemigos toda circunstancia, hay un 35 por ciento berar?” La voz en off interrumpe: “Queremos de Alá, asesinos de los profetas y de los niños que lo justifica en ocasiones especiales. En combatir”. Pero el ratón insiste: “Sabemos inocentes, hasta que Al-Aqsa sea liberada efecto, en el caso de la encuesta discutida en eso. ¿Qué más?” Sentada a una pequeña mesa, de esa roña”. Regocijada, Saara contestó Madrid durante el simposio de la fundación Safe Democracy, al que asistí en marzo de la animadora apunta desde el tubo telefóni- dulcemente: “Bienvenida, Nahul”. Con ésta y otras técnicas, Hamas forma a este año, un 16 por ciento de los musulmaco: “Queremos…” Entonces, la titubeante Sanabel da con la respuesta y afirma con futuros terroristas en los territorios palesti- nes franceses lo avala “a veces” y otro 19 por firmeza: “Aniquilaremos a los judíos”. Pero nos. Como se sabe, esta organización, fundada ciento, “raramente”. Saara la incita a llegar más lejos: “Estamos en 1987, se arraigó popularmente gracias al Por ventura, ¿qué pensarían esos nobles defendiendo Al-Aqsa con nuestras almas y establecimiento de hospitales, escuelas y corazones si fuera al revés y apenas un 65 nuestra sangre, ¿no, Sanabel?”. Y con este otros servicios sociales, financiados con por ciento de los no musulmanes de Europa acicate, la niña del teléfono llega a su deter- dinero saudita e iraní. En las zonas en que condenara toda violencia partisana contra está activa, la alfabetización ha aumentado. civiles islámicos europeos? Pero semejante minación final: “Yo cometeré martirio”. Después de un corte, el roedor anuncia: Como contrapartida de la educación gratuita monstruosidad no pasa por la cabeza de “Mis queridos jovencitos, estamos de regre- que imparte, Hamas exige que los padres le nadie. Como el terrorismo mismo, la toso en el programa semanal Los pioneros del juren lealtad. lerancia hacia el terrorismo corre en una mañana, donde juntos asentamos los cimienEl adoctrinamiento escolar se complemen- sola dirección. tos de un mundo gobernado por islámicos ta con transmisiones de radio y televisión En verdad, bien interpretados, los resulta[…]. Y recuerden que para convertirnos en que emiten populares engendros, como el de dos de la encuesta son aterradores. En Francia amos debemos, ante todo, estar contentos con Farfur y Nahul. Recientemente, la televisión hay unos 6 millones de musulmanes, casi el nuestro idioma árabe, que una vez gobernó de Hamas mostró a niños que egresaban de 10 por ciento de la población. En el Reino este mundo”. Sigue entonces una sesión de un jardín de infantes de Gaza. Los párvu- Unido, cerca de dos millones. Y en España, burla a la lengua inglesa y de un millón. Es decir que en glorificación del papel históriFrancia, el caso más extremo, co del islam en la civilización hay más de dos millones de “Quiero continuar en su camino: el del islam, el del heroísmo, mundial. islámicos entre los cuales los el del martirio y el de los mujaidines. Nos vengaremos de los Este es apenas un extracto terroristas pueden cobijarse: enemigos de Alá”, anunció a los pequeños televidentes la de uno de los capítulos de un no perpetran atentados, pero programa emitido por la telea veces pueden comprender abeja Nahul, después de la muerte del simpático roedor a quienes lo hacen. visión palestina para adoctrinar a los niños en la jihad, el Pero la corrección política odio a los judíos y el terrorismo por vía del los marcharon en formación militar con exige que apuntemos al creciente prejuicio suicidio místico asesino. Se puede acceder a ametralladoras que dejaron caer al suelo occidental contra los musulmanes, en vez varios segmentos desde el sitio de Internet para luego arrastrarse sobre sus estómagos de dirigir nuestra atención al hecho de de Memri, una prestigiosa ONG dedicada a y llegar a la meta, y jurar convertirse en que los terroristas no están solos, como lo los medios del Cercano Oriente. Hasta hace jihadistas cuando sean grandes. estaría un asesino serial. Gozan por lo meEsta socialización no es sólo producto de nos de la tolerancia de grandes multitudes pocas semanas, su principal protagonista era el heroico e infame ratón Farfur (a veces, la perversión de una organización terrorista islámicas que no son terroristas. Con la transliterado como “Farfour”). que gobierna parte de los territorios pales- circulación de personajes como Farfur en Recientemente, debido a una lluvia de tinos y arrasó en las elecciones de marzo de algunos de sus sistemas de socialización, críticas internas, se eliminó al roedor. Los 2006. Se sostiene con un fuerte apoyo prove- no es extraño. objetores adujeron que no se debe recurrir niente de países importantes. En algunos Y no es ésta la única asimetría. Las célebres a un personaje del occidental Walt Disney otros Estados hay fenómenos similares. Y caricaturas de Mahoma publicadas en diarios para una causa tan loable como la de pre- es gracias a adoctrinamientos de este tipo occidentales incitaban a los adultos a reír. En dicar la guerra santa entre los niños. En que pudieron perpetrarse los grandes aten- cambio, la prédica de Farfur y Nahul incita el episodio final, el simpático y valiente tados lanzados en años recientes en Estados a los niños a matar y morir. Pero mientras Farfur fue asesinado a golpes por un vil Unidos y Europa. el humor occidental desencadenó grandes funcionario israelí. Este exigía la entrega El peligro, que está lejos de limitarse desmanes por parte de musulmanes que en de las escrituras de propiedades en Tel al- al conflicto árabe-israelí, se agiganta con su mayoría no son terroristas, la vida y marRabi, o sea, Tel Aviv, legadas al ratón por los años, pero los europeos no parecen tirio del perverso roedor mereció apenas tres su abuelo. El Mickey palestino defendió dispuestos a reconocerlo en toda su dimen- breves menciones en el New York Times, con los títulos de su heredad con orgullosa sión. Reaccionan cual avestruces frente a motivo de su aparición, deceso y reemplazo vehemencia, acusando de terrorista a su los datos más alarmantes. Acosados por por la abeja sucesora. victimario. Ahora, Farfur ha muerto. Se ha una indescifrable conciencia culposa, los El de Occidente es un síndrome de inmunoconvertido en venerable mártir y ejemplo biempensantes condenan los prejuicios y la deficiencia cultural adquirido. © LA NACION discriminación de los occidentales frente a para los niños. Pero su ausencia de las pantallas no llegó los musulmanes, a la vez que pasan por alto a sentirse, ya que en el episodio siguiente la prédica de personajes como Farfur. El autor es director del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad del CEMA. Ellos sostienen que es injusto que se asose presentó ante Saara una prima del ratón,
os abogados reciben en nuestro país la mitad de la formación que en los desarrollados. La educación académica, aunque despareja, no es tan preocupante como que no reciben formación práctica, que en aquellos países demanda dos o tres años en instituciones especiales. Aquí la práctica se aprende de otros más experimentados, en pocos casos muy bien. En otros no tanto, y muchos nunca la aprenden, aunque igual ejercen privadamente o en la Justicia, con graves costos sociales y económicos. Al ser una profesión que, como la medicina, combina una ciencia con un arte, no basta con saber derecho para ser abogado, como no se es médico sabiendo sólo teoría, y parece necesario revisar aquel paradigma. La situación de los que se matriculan preocupa a la Federación Argentina de Colegios de Abogados, FACA, aunque quizá no tanto por déficit de formación práctica como por títulos irregulares. El Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires impulsa un comité para colaborar con FACA. Se analiza establecer un control para revisar la solvencia del candidato. Pero más grave que algunos títulos irregulares es la inexperiencia, pues, salvo excepciones, todos carecen de práctica para ejercer sin control. Hay quienes cuestionan la supervisión de un título universitario habilitante. Pero esta propuesta tiene antecedentes: de 1815 a 1872, la Academia de Jurisprudencia enseñaba la práctica a los licenciados de las universidades, que luego rendían examen ante las Cámaras de Justicia. En 1854, un decreto permitió la matriculación sólo acreditando experiencia. En los EE.UU., hasta el siglo XX los abogados se formaban en el trabajo, y pocos concurrían a la universidad. El gran presidente Abraham Lincoln fue un eximio abogado, surgido de la práctica. Hoy, en la Argentina, ocurre exactamente lo contrario. España ha dictado en 2006 la ley de acceso, que impone a los licenciados en Derecho una etapa obligatoria de formación práctica, para que no queden fuera de la Comunidad Europea. El mundo marcha en esa dirección, y es necesario que nuestros abogados no sean discriminados. Como dato positivo, registramos una experiencia pionera en el mundo, desde que en 1980, el Foro de Estudios sobre la Administración de Justicia, Fores, lanzó su programa de entrenamiento para abogados. Suma 27 años de experiencia en un programa que, en siete intensivos meses, concreta la difícil tarea de convertir a un egresado en un abogado cabal. Ha formado un equipo de investigación (Grupo Lincoln) para recopilar información internacional sobre la formación profesional. Sus resultados apoyan el esfuerzo de la FACA y del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires. Allí se analizará el examen de admisión (y, quizá, de sus reválidas periódicas) en cuanto a sus modalidades y a quién correspondería tomarlo, pues además de los colegios profesionales están interesadas las universidades, las academias, la Coneau y, particularmente, la Corte Suprema de Justicia. En los EE.UU., el examen para matricularse dura tres días, el último de los cuales se concentra en la ética, aspecto que aquí casi no se enseña. La preparación de los futuros magistrados y abogados es tema central de la Justicia, pues su buen funcionamiento depende de la calidad de sus mujeres y hombres. Y ello debe interesar a la Corte Suprema. © LA NACION
Bush y Napoleón NUEVA YORK UIZAS haya una sola cosa en común entre George W. Bush y Napoleón Bonaparte: ambos lanzaron ataques espectaculares contra países árabes. Al comienzo, obtuvieron victorias pasmosas y después se empantanaron en ocupaciones militares desesperanzadas. Si Bush tiene la sensatez de hacer lo que hizo Napoleón, aún podría ser recordado como un líder de estatura histórica. Simplemente, debe cortar por lo sano y largarse. En marzo de 1798, Napoleón invadió Egipto con una ambición grandiosa: conquistar las provincias árabes del Imperio Otomano, aliarse con Persia (actual Irán) y marchar sobre India. Lo que más temía Gran Bretaña era perder el acceso a ese pivote de su poderío imperial y proveedor del dinero con que financiaba su oposición a la Francia revolucionaria. En la batalla de las Pirámides, la infantería napoleónica, con un poder de fuego devastador, destrozó al ejército egipcio de
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los mamelucos. Pero cuando entró en Siria, Napoleón se topó con una resistencia más firme y una epidemia de peste bubónica. Entretanto, la marina británica aniquiló su flota. Arruinado su plan original, a Napoleón, como a Bush, todavía le quedaba un seudoargumento a favor de la guerra. Durante su travesía del Mediterráneo,
Tras su victoria sobre los mamelucos, el ejército napoleónico se topó con una resistencia muy firme había hecho imprimir a bordo un volante propagandístico en que proclamaba su intención de liberar a los egipcios de sus opresores, los mamelucos. “¡Oh, pueblo de Egipto! –decía el volante–. Si os dicen que sólo he venido aquí a profanar vuestra religión, eso es una mentira garrafal que no debéis creer. Decidles a quienes me acusan que sólo he venido a rescatar
Por Richard Bulliet Para LA NACION vuestros derechos de manos de los tiranos, que soy un mejor siervo de Alá (alabado y exaltado sea El) y reverencio más que ellos [los mamelucos] a Mahoma, su profeta, y al gran Corán.” Los egipcios y sirios encontraron tan absurdas las afirmaciones liberadoras de Napoleón y su pretendida estima por el islam como los iraquíes la visión de Bush. La guerra de guerrillas se intensificó. Una vez aislado de su flota, el ejército francés no tuvo esperanza alguna de imponer un dominio permanente en Egipto. Napoleón fue el primero en comprender la insensatez de su estrategia. En agosto de 1799, al cabo de quince meses de campaña, regresó a Francia. Su ejército quedó allá. En 1801, sus tristes jirones volvieron a su tierra gracias a un acuerdo con los gobiernos británico y otomano. ¡Qué ironía! Aunque Napoleón no hubiese llegado nunca a ser
emperador se elogiaría el papel que desempeñó en la historia de Medio Oriente. Todavía hoy, para la mayoría de los historiadores la historia moderna de la región comenzó en 1798. Lo que excita su imaginación es el desenlace de la caótica lucha por el poder, librada entre varios bandos tras la evacuación francesa. El vencedor, Mohamed Alí, un general albanés enviado por el sultán otomano, estableció una dinastía que habría de durar hasta 1952. Alí puso en práctica muchas técnicas de gobierno napoleónicas: la conscripción, la creación de industrias modernas, la centralización de la economía egipcia, entre otras. Al ser copiadas por otros gobernantes, estas prácticas europeas transformaron las políticas en todo Medio Oriente. La invasión de Bush ha conmocionado las premisas locales sobre el manejo de la política, la guerra y la identidad étnica y religiosa
tan profundamente como la de Napoleón. Pero la insistencia de Bush en mantener el rumbo traba cualquier resolución. Mientras Estados Unidos continúe manipulando al gobierno títere de Irak, los países vecinos, como Irán y Arabia Saudita, retendrán su aplauso y maquinarán sus estrategias para cuando el titiritero se vaya. Si acaso el pasado napoleónico
El futuro de la región será determinado por las luchas que se libren después de que los EE.UU. se vayan encierra una lección para el futuro de Bush, es ésta: sean cuales fueren los planes norteamericanos, el futuro de la región quedará determinado por las luchas que allí se libren luego del retiro de Estados Unidos. Con todo, esto no excluye la posibilidad de realizar algunos de los sueños de Bush. En realidad, sorprendería que las reacciones frente a la ines-
tabilidad subsiguiente a dicho retiro no incluyeran aperturas hacia la democracia, en algunos países, y, en otros, hacia la tolerancia étnica. A medida que sobrevengan estos cambios, el pueblo olvidará el derribo de la estatua de Saddam, las humillaciones de los prisioneros en Abu Ghraib y las reiteradas exhortaciones de Bush. Los reyes, presidentes, jefes de milicias y cerebros del terrorismo que diseñarán el nuevo Medio Oriente ya han olvidado estos incidentes fugaces. Para ellos, la era posterior al retiro de Estados Unidos ya comenzó, aunque los norteamericanos todavía no hayan hecho apresto alguno. ¿Qué le dice, finalmente, Napoleón a Bush? “Ya hiciste historia. Ahora, apártate del camino y deja que ella siga su curso.” © Richard Bulliet/Agence Global y L A N ACION Traducción Zoraida J. Valcárcel. El autor es profesor de historia en la Universidad Columbia.