UNIVERSIDAD DE SAN PABLO-T
INSTITUTO DE DESARROLLO E INNOVACION TECONOLOGICA PARA LA COMPETITIVIDAD AGROINDUSTRIAL Y REGIONAL
LICENCIATURA EN GESTIÓN DE EMPRESAS AGROINDUSTRIALES
SOCIOLOGÍA AGRARIA Y EXTENSIÓN
LA AGROECOLOGÍA: CIENCIA, ENFOQUE Y PLATAFORMA PARA UN DESARROLLO RURAL SOSTENIBLE Y HUMANO
LA AGROECOLOGÍA: CIENCIA, ENFOQUE Y PLATAFORMA PARA UN DESARROLLO RURAL SOSTENIBLE Y HUMANO Roberto García Trujillo
El término Agroecología, surge en la década de los años 70, posiblemente como síntesis del conocimiento acumulado durante el presente siglo sobre el funcionamiento de los agroecosistemas, las consecuencias derivadas de la aplicación de la llamada agricultura intensiva, con alto uso de insumos químicos y energía fósil, sobre el medio ambiente, la salud humana y la sociedad, y las experiencias acumuladas por agricultores que desarrollaron sistemas agrícolas en armonía con el medio ambiente. Sin embargo el rasgo distintivo de la Agroecología es la vinculación del proceso agrícola a la organización social así como su interdependencia y coevolución, lo cual conlleva al reconocimiento de la legitimidad del conocimiento campesino y de las comunidades autóctonas, así como los servicios que han prestado y prestan al desarrollo agrícola. Entonces, la Agroecología como conceptualización actual la enmarcamos en la década de los años 70, como hecho, posiblemente se pierda en el tiempo, pues hoy día se conocen numerosas experiencias de civilizaciones anteriores que realizaron una agricultura en armonía con el medio ambiente y desarrollaron sistemas complejos y que entrañaban un gran conocimiento tanto del funcionamiento de la naturaleza como de los cultivos y los animales. Como antecedentes de la Agroecología, podemos señalar el inicio del siglo donde científicos como Klages ( 1928) determinaban la influencia de factores fisiológicos y agronómicos en la distribución de las plantas, Papadakis (1938) recomendaba que el manejo del cultivo debía basarse en la adaptación de este al medio ambiente o Howard (1938), él cual establecía que la fertilidad del suelo era determinante de la productividad de los cultivos, considerado hoy como el padre de la Agricultura Orgánica. A pesar de los avances obtenidos, la Agroecología es un área del conocimiento nueva que está en expansión, construcción y en evolución e inclusive no hay un conocimiento extendido de su alcance y proyección, es por eso que al tratar de explicar qué es la Agroecología siempre hacemos las siguientes preguntas: Es la Agroecología una Ciencia? Un Enfoque para el Desarrollo Rural? Un Desafío Normativo al Enfoque Convencional de la Agricultura? La totalidad de los participantes en las charlas sobre Agroecología, coincide en que abarca las tres áreas antes mencionadas, sin embargo en unas conferencias impartidas en Quetzaltenango, Guatemala recuerdo que un joven, ingeniero agrónomo, perteneciente a una comunidad indígena y muy orgulloso de su procedencia, me respondió, que para él la Agroecología era un mito. Tratando de entender a aquel joven, busque en una enciclopedia el significado de la palabra mito, la cual tenia dos páginas de explicación del significado de esta palabra y de los diferentes mitos, pero para mi asombro me encontré con una definición muy corta, pero que despejó mis dudas sobre la visión de aquel joven. Decía el diccionario, "mito es aquello, que estando en el presente, nos permite mirar el pasado y construir el futuro". Para aquel joven, que había estudiado una carrera universitaria y que mucho de lo aprendido lo había puesto en contradicción con su cultura, encontró en la Agroecología una ciencia o un enfoque del desarrollo que valorizaba su cultura y que le permitía a partir de ella y de los conocimientos modernos, trabajar por el futuro de su comunidad sin destruirla. Sin tratar de agotar este tema, que bien puede servir para finalizar este trabajo, pasaremos a ver algunas de las definiciones dadas sobre que es la Agroecología. Según Susanna Hecht (1997), "la Agroecología es un enfoque de la agricultura ligada al medio ambiente, sensible socialmente, centrada no solo en la producción, sino también en la sostenibilidad ecológica del sistema de producción y la cual implica un número de características sobre la sociedad y la producción que van mucho más allá del predio agrícola". De acuerdo con Miguel Altieri (1997) en el prefacio de su libro "Agroecología; bases científicas para una agricultura sustentable", "la Agroecología es una disciplina que provee los principios ecológicos básicos, para estudiar, diseñar y manejar agroecosistemas que sean productivos y conservadores del recurso natural, y que también sean culturalmente sensibles, socialmente justos y económicamente viables". Prosigue Altiri, diciendo que" la Agroecología va más allá de una mirada unidimensional de los agroecosistemas, ella abarca el entendimiento de los niveles ecológicos y sociales de la coevolución, la estructura y funcionamiento de los sistemas". Finalmente insiste en que "la salud ecológica no es la única meta de la Agroecología", que " la sustentabilidad no es posible sin preservar la diversidad cultural que
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nutre las agriculturas locales" y que" una producción estable solo se puede llevar a cabo dentro del contexto de una organización social que proteja la integridad de los recursos naturales y que asegure la interacción armónica de los seres humanos, el agroecosistema y el medio ambiente." La Agroecología no es una disciplina cerrada, todo lo contrario ella ha crecido por los aportes de otras disciplinas, interacciona con ellas y evoluciona, incorporando todo lo positivo que sea necesario para contribuir al Desarrollo Rural Sostenible. La Agroecología tiene sus bases en las ciencias Agrícolas y la Ecología y han influido en su concepción, la Sociología y los Estudios Campesinos, las investigaciones sobre Desarrollo Rural, el Ambientalismo, la Economía Ecológica y más recientemente la Ecología Política. Además de los investigadores antes mencionados, son muchos los trabajos en la ciencia agronómica que han contribuido al desarrollo de la Agroecología, especialmente debemos mencionar a los del agrónomo italiano Azzi (1956) por su enfoque ecosistémico de la agricultura, lo cual prosiguió con los trabajos de Wilsie (1962), Tischeler (1965), Chang (1968) y Lucks (1977) y a los trabajos de control biológico de plagas (Huffaker y Messenger 1976), que ha conducido al desarrollo del manejo ecológico de las plagas. La visión ecológica, fue básica para el desarrollo de la Agroecología. El enfoque Ecológico permitió analizar el campo de cultivo como un ecosistema (agroecosistema) donde ocurren procesos ecológicos al igual que en la naturaleza, como ciclos de nutrientes, interacciones depredador-presa, competencia, comensalismos, cambios sucesionales, etc. (Altieri 1987). El Ambientalismo infundió al discurso agroecológico una actitud crítica ante la agronomía enfocada únicamente a la producción e hicieron crecer la sensibilidad hacia un gran número de asuntos relacionados con los recursos. Es básico señalar aquí el libro de Rachel Carson (1964) " Primavera Silenciosa, que describe el impacto secundario de los pesticidas sobre el medio ambiente, los trabajos de Pimentel (1979) donde analiza el alto costo energético de la agricultura de estados Unidos, así como el impacto negativo de la transferencia de tecnología de los países desarrollados de zonas templadas a países en vías de desarrollo, descrita por Milton y Farvan (1968) en su libro "La tecnología descuidada".
Los estudios de Sociología, Campesinado y la Etnología han puesto al descubierto la racionalidad de los sistemas campesinos, la importancia que tiene la organización social y las relaciones de producción en el proceso productivo, las que deben considerarse con similar importancia que el medio ambiente y los cultivos (Conklin 1956, Brokenshaw et al. 1979, Watts 1983) y las causas del fracaso de los sistemas de transferencia de tecnologías, la cual fue atribuida a la ignorancia, indolencia o falta de recurso de los campesinos y no a lo inadecuado de las tecnologías transferidas. Todos estos estudios han desvelado una gran riqueza de métodos agrícolas desarrolladas por las comunidades indígenas y campesinos , los cuales han proporcionado materia prima a la Agroecología para el desarrollo de hipótesis y sistemas de producción alternativos( Altieri 1992). La s transformaciones que están ocurriendo como consecuencia de la integración de las áreas rurales a las economías globales y el impacto que la revolución verde ha tenido en la transformación drástica de la vida de millones de personas, sobre todo en los países en vías de desarrollo ( Perelman 1977, Pearse 1980, Sen 1981), han sido aportes importantes de los estudios de Desarrollo Rural. La Economía Ecológica, más recientemente, está haciendo aportes muy importante al desarrollo de la Agroecología, al introducir nuevos criterios en la formación de precios, en la evaluación multicriterio de los sistemas agrícolas, donde se incluyen categorías como: valor de existencia futuro, la función tiempo, incertidumbre, asignación intergeneracional y equilibrio, contrario a la economía convencional que atiende a criterios monetarios como costo / beneficio. La Economía Ecológica nos ha permitido también contabilizar el impacto sobre los recursos naturales de la agricultura convencional. (Martínez Alier y Schlupmann 1991) La Ecología Política y los trabajos de Desarrollo Rural, dan pautas para las transformaciones necesarias, las vías de concertación y los resortes de la sociedad que son necesarios activar para lograr un desarrollo sostenible, humano y ecológico (Yurjevic 1998, Garrido Peña 1998). Ha sido especialmente importante el concepto de coevolución desarrollado por la Agroecología (Norgaard y Sikor 1995), como principio básico de interpretación de la evolución y desarrollo de los sistemas biológicos y sociales, o sea la evolución se interpreta como un proceso coevolutivo entre el sistema social y el sistema ambiental. Según Norgaard y Sikord la teoría coevolucionista pone de relieve:
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- Que los sistemas agrícolas se deben considerar como un sistema integral y parte de sistemas mayores. - Que los sistemas agrícolas tradicionales no son estáticos - Que las personas y sus formas de pensar se encuentran dentro del proceso - La legitimidad del conocimiento cultural y experimental de los agricultores La teoría coevolucionista nos entrega: las bases filosóficas para la investigación participativa y la participación del agricultor en el proceso de investigación, así como la comprensión de las consecuencias que la acción del hombre, grupos sociales y/o sociedad pueden ejercer sobre los cambios coevolutivos, al ser parte del proceso de cambio. Esto significa que" al estar alerta respecto el proceso de cambio, podemos intervenir más efectivamente en él, facilitando cambios coevolucionistas que favorezcan a la gente y a la sostenibilidad ambiental", apuntas los autores. Se señala que los patrones de coevolución pueden cambiar significativamente a través de: un cambio exógeno en el ecosistema, un nuevo conocimiento de como actuar sobre el ecosistema, un subsidio exterior al ecosistema o una redistribución de poder en el sistema social. Conforme con los autores antes señalados, la Agroecología introduce la teoría coevolucionista en tres aspectos básicos del desarrollo agrícola: - Conceptualizando la agricultura como un proceso que sigue principios ecológicos - En el sistema social, la distribución del poder se da a través de instituciones descentralizadas y con la participación popular. - La equidad social es básica para la sostenibilidad del sistema Como podemos apreciar hasta aquí, la Agroecología trata de abarcar los objetivos múltiples necesarios para la consecución del Desarrollo de una Agricultura Sustentable y más que esto, para un Desarrollo Rural Sustentable y Humano. Estos objetivos múltiples abarcan las esferas ambiental, económica y social, destacándose dentro de ellos los siguientes: Ambiental
Económico
Social
Estabilidad Funciones Ecosistémicas Biodiversidad Rendimiento Sostenible Dependencia de Recursos Locales Viabilidad Económica Equidad Autosuficiencia Alimentaria Independencia y Autonomía Desarrollo Endógeno y Local
Estos objetivos no trabajan aisladamente, sino que se encuentran interrelacionados, así tenemos que la biodiversidad es la base para potenciar las funciones ecosistémicas ( todos aquellos procesos endógenos del sistema que contribuyen a potenciar la productividad del sistema, su estabilidad y autorregulación) y la estabilidad del sistema. Se debe destacar que la Agroecología trabaja para optimizar el sistema agroecológico, en vez de maximizar una cosecha o componente del sistema, lo cual tiene su base, en que solo a través de la diversificación y la activación de las funciones ecosistémicas, se logra capturar las potencialidades de un agreoecosistema con el mínimo aporte exógeno. El rendimiento sostenible, por tanto, se refiere a la estabilidad del conjunto de productos y servicios que genera el sistema; la viabilidad económica, a la posibilidad de sistema de generar ingresos superiores a los gastos , mientras que dos importantes categorías son desarrolladas; la dependencia de recursos locales y la equidad. La dependencia de recursos locales tiene un sentido amplio, comprende el uso de insumos producidos en el predio, tanto producto de la acción directa del hombre o del desarrollo de las potencialidades de los procesos naturales beneficiosos y a los producidos en la localidad e incluye también a la fuerza de trabajo. Al potenciar el uso local de ambos, insumos y fuerza de trabajo, se potencia el desarrollo local y regional, la circulación de bienes y todo tipo de actividades; social, económica y cultural. Todo lo contrario ocurre cuando se potencia la sustitución de insumos locales por foráneos y la fuerza de trabajo local y disponible por insumos y tecnologías, muchas veces subvencionadas con fondos públicos y estimuladas por políticas aparentemente progresistas e inclusive por gobiernos locales. La equidad es otra de las categorías esenciales de la concepción agroecológica del desarrollo sostenible. La equidad pasa por la mejora del bienestar de la familia campesina, del derecho de acceso a los medios de producción, de la oportunidad de participación en las decisiones, el respeto a las culturas campesinas,
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la participación de la mujer en el desarrollo y el reconocimiento de sus derechos y el restablecimiento de equidad entre el campo y la ciudad. El objetivo de la autosuficiencia alimentaria, puede parecer nada importante en los países desarrollados, pero tiene un gran significado en aquellos países donde un alto porcentaje de población es rural. Debemos recordar que en Asia un 61 % de la población es rural, que en Africa alcanza el 59 %, mientras que la población rural mundial está alrededor del 50 % y además es donde se concentra las mayores desigualdades y falta de alimentos (FAO 1996 ). La autosuficiencia alimentaria hace más independiente a los campesinos de las oscilaciones del mercado, facilita reajustarse a él sin graves daños para la familia, permite negociar el excedente de fuerza de trabajo, que frecuentemente tienen, en condiciones más ventajosas y contribuye de forma importante a su autonomía e independencia. No obstante debemos de señalar que uno de los serios problemas con los cuales se enfrenta el desarrollo, es la enorme cantidad de población rural sin acceso a la tierra. Sin autonomía e independencia es difícil propiciar los procesos democráticos y de decisiones colectivas, así como participar con éxito en ellos. Es por eso que además de la autosuficiencia alimentaria, desde la Agroecología, se estimula el fortalecimiento de las culturas locales, las organizaciones que faciliten, estimulen y protejan la producción y la comercialización de sus productos, la obtención de créditos y otros servicios en condiciones justas y la negociación con otras organizaciones y fuerzas sociales. Finalmente y como se ha mencionado antes, el desarrollo se ve como un proceso coevolutivo del sistema social ( familia, comunidad, localidad) con el medio, en el cual, además del desarrollo interno que se produce al activarse los mecanismos de innovación y el enriquecimiento cultural, se asimilan elementos del exterior que potencian el desarrollo endógeno. Dicho de otra forma, la Agroecología potencia el desarrollo endógeno y local como la base del desarrollo, incluyendo en ello el desarrollo de mercados locales que garanticen la estabilidad de los sistemas productivos y reduzcan la dependencia exterior de las comunidades, regiones e inclusive países, sin que esto quiera decir que no se desarrollen las potencialidades de los mercados nacionales e internacionales, pero nunca en detrimento de los primeros. En este sentido y para fortalecer este proceso, la Agroecología trata de acercar más a los diferentes actores que participan en la generación de tecnologías y conocimiento, ha convertido a la participación de los agricultores en parte esencial de la investigación agroecológica y a la vez trata de proteger a los procesos locales de las fuerzas disociadoras, distantes, que entorpecen y en ocasiones abortan la coevolución local entre los sistemas sociales y ecológicos.
A modo de resumen y para concluir las preguntas formuladas al inicio de este trabajo y según el criterio del autor, la Agroecología la podemos definir como: Ciencia porque a través de sus métodos de investigación nos permite obtener conocimiento del funcionamiento de los agroecosistemas y los elementos que los componen por sus principios y causas, distinguiéndose por oponer al atomismo, mecanisismo, universalismo, objetivismo y monismo, premisas de la ciencia moderna, la visión holística, determinística y evolutiva, contextualizada, subjetivista y pluralista (Norgaard y Sikor 1997). En este sentido la Agroecología brinda las bases científicas para el soporte y desarrollo de diferentes sistemas alternativos de producción agrícola con principios ecológicos, especialmente trata de desarrollar los sistemas tradicionales de producción, incorporándole los elementos necesario para su potenciación y conducir los procesos de transformación o conversión de la agricultura convencional hacia formas más ecológicas, ecológicas y socialmente justas. Como ciencia, la Agroecología no es neutra, ella surge y evoluciona con el propósito de buscar soluciones técnico-sociales al desarrollo de los sectores pobres y marginados en los países subdesarrollados e inclusive en los desarrollados, pero sus principios son universales y son aplicables a cualquier tipo de explotación agraria sobre todo aquellas que sufren degradación por el uso de tecnologías inadecuadas o contaminan el medio y los alimentos. Enfoque del desarrollo agrícola, porque para lograr un verdadero desarrollo agrícola, es necesario la participación de un gran número de disciplinas, muchas de ellas relacionadas con el conocimiento y el desarrollo de tecnologías agrícola, y que estas trabajen con una visión ecológica y humana. Es especialmente importante este enfoque en las enseñanzas técnico profesionales y universitaria, en la investigación agrícola, en los sectores de asesoría y servicios a la agricultura y en las estructuras y personas dedicadas a la planificación y toma de decisiones. El enfoque agroecológico es de suma importancia para los movimientos sociales comprometidos
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con el desarrollo, pues en él, encuentran las bases tecnológicas-sociales que les permite diseñar estrategias de acción para el desarrollo. Un desafío normativo al enfoque convencional de la agricultura, porque presenta un modelo alternativo para el desarrollo agrícola, que se enfrenta al modelo desarrollado y propugnado por los países desarrollados, sus mecanismos de investigación internacionales y financieros y organismos internacionales como la FAO, denominado "Revolución Verde". Especialmente se opone la Agroecología, en lo referente a la reducción de la biodiversidad que sus pocas y uniformes variedades han provocado y las consecuencias de ello, al uso excesivo de todo tipo de insumos químicos, especialmente de agrotóxicos con la consiguiente contaminación y destrucción del medio, al excesivo e inadecuado uso de la mecanización y el riego y algo tan importante como lo anterior que son por un lado las exigencias sociales de esta tecnología que ha desplazado a millones de campesinos en todo el mundo, favoreciendo solo a las mejores tierras, los más pudientes, provocando un proceso de concentración de la tierra y por otro lado, su premisa de que el hambre en el mundo se resolvía aumentando la producción de alimentos, obviando las reales causas sociales de este fenómeno y postergando su abordaje (Moore et al. 1998). Hoy día la Agroecología conjuntamente con otros sectores ecologistas se enfrentan a los riesgos que representa para la sociedad, los campesinos y el medio ambiente, el desarrollo de la ingeniería genética dedicada a perpetuar el lucro de las transnacionales de los agrotóxicos (Altieri 1998), las patentes de las nuevas variedades (GRAIN 1998), y la reformulación de la Segunda Revolución Verde (ver FAO 1996a para el planteamiento y Moore et al. 1998 para la crítica), postergando las decisiones necesarias para enfrentar las desigualdades, el hambre, el deterioro ambiental y el crecimiento demográfico, que ya alcanza la cifra de 80 millones de nuevos seres anualmente. El Desarrollo Sostenible es una gran tarea de la humanidad y es utópico tratar de polarizarlo. Para ello es necesario que las diferentes fuerzas de la sociedad participen, sobre todo, todas aquellas que de una forma u otra están interesadas o necesitadas de un desarrollo sustentable y humano. Este desarrollo será inalcanzable si no se atienden los problemas medios ambientales, sociales y económicos de conjunto y si no se trabaja en eliminar las reales causas del hambre, la pobreza y las desigualdades. Aunque no todo es conocido y nos queda mucha investigación, capacitación e implementación de experiencias exitosas, las metas de la Agroecología son claras, tanto desde el punto de vista de los sistemas productivos, socioeconómicos y ecológicos y también hay sobrados resultados que nos permiten saber que son alcanzables. Las mayores dificultades, más bien, se encuentran en las realidades socioeconómicas y políticas presentes, así como en los intereses creados y la distribución del poder. Tratar de concertar la participación de los diferentes sectores en este trabajo es también una meta importante de todo el movimiento ecológico y agroecológico, o sea una plataforma de concertación para el Desarrollo Rural Sostenible y Humano Es importante también, que a la vez que continuemos trabajando con fuerza en los sistemas ideales, elaboremos propuestas realistas para que la transición de la agricultura convencional se realice por senderos deseados, evitando que nuestros argumentos sean utilizados para encubrir la perpetuación de los sistemas degradantes del medio ambiente y la sociedad. Bibliografía Altieri, M. A. 1983. Agroecología: Bases científica de la agricultura alternativa. Edit. CETAL Valparaíso, Chile Altieri, M. A. 1987. Agoecology. The scientific basis of
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