Una Revisieon Metodoleogica Creıtica de Estudios de Terapia ...

*Departamento de Educacieon de la Infancia Temprana, Universidad de Tesalia, Volos Grecia. La correspondencia relacionada con este arteıculo debe ...
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n Metodolo gica Crıtica de Estudios de Una Revisio lisis de Discurso y Terapia Familiar que Utilizan Ana lisis de la Conversacio n Ana ELEFTHERIA TSELIOU*

Dadas sus premisas epistemol ogicas comunes y su potencial para un estudio in situ del di alogo terapeutico, se ha sugerido recientemente que el an alisis de discurso (AD) y el an alisis de la conversaci on (AC), dos metodos cualitativos de investigacion, serıan promisorios para el estudio de la terapia familiar. Sin embargo, no existe a la fecha ninguna revision metodologica sistem atica de los escasos estudios sobre terapia familiar que han utilizado AD y AC. Esta investigaci on pretende abordar dicha carencia revisando crıticamente desde el punto de vista metodol ogico estudios publicados de terapia familiar que usan AD y AC. Se revisan 28 artıculos en total en relaci on a ciertos ejes metodol ogicos identificados en la literatura pertinente. Estos incluyen elecci on del metodo, planteamiento de las preguntas de investigacion, seleccion de la muestra, tipo de an alisis, perspectiva epistemol ogica, contenido y tipo de los hallazgos y  ltimo, cumplimiento de est conclusiones, y por u andares de calidad de las pr acticas. Se plantea que los estudios revisados muestran “atisbos” del potencial de estos metodos para la investigaci on en terapia familiar, a pesar de que se identifican ciertas “deficiencias” en cuanto a su rigor metodol ogico. Estas incluyen poca claridad en la formulacion de las preguntas de investigacion y predominio del dise~ no de estudio de caso. Tambien se observan inconsistencias entre eleccion del metodo, orientaciones epistemol ogicas y conclusiones explıcitas o implıcitas, y un cumplimiento limitado de los est andares de calidad en las pr acticas. En conclusi on, se plantea que el AD y el AC pueden sumarse a los metodos cuantitativos y cualitativos existentes para la investigac nicos para el estudio detallado i on en terapia familiar. Ambos pueden ofrecer procedimientos u del di alogo terapeutico real, siempre que en los intentos futuros se realice un esfuerzo por desarrollar una pr actica metodol ogicamente rigurosa y se evite utilizar los metodos sin juicio crıtico. Palabras clave: Metodologıa; Revisi on; An alisis de Discurso; An alisis de la Conversacion; Investigaci on Cualitativa; Terapia Familiar Fam Proc 52:1–23, 2013

 INTRODUCCION “…todas las metodologıas, hasta las m as obvias, tienen sus lımites.” (Feyerabend, 1993, p ag. 23)

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 ltimas d urante las u ecadas, un n umero reducido pero creciente de estudios ha utilizado el an alisis de discurso (AD) y el an alisis de la conversacion (AC) en la investigac-

*Departamento de Educacion de la Infancia Temprana, Universidad de Tesalia, Volos Grecia.

La correspondencia relacionada con este artıculo debe dirigirse a: Eleftheria Tseliou, Departamento de Educacion de la Infancia Temprana, Universidad de Tesalia, Argonafton & Filellinon, Volos 38 221, Grecia. E-mail: [email protected] Me gustarıa agradecer a Georgios Abakoumkin, Dave Harper y Maria Diorinou por sus reflexivos comentarios y sugerencias con respecto a las versiones previas de este trabajo. Asimismo, muchas gracias a los revisores anonimos y especialmente al revisor(a) cuyos detallados comentarios me proporcionaron una ayuda valiosa para mejorar este manuscrito. Finalmente, muchas gracias a Noel Slesinger por su colaboracion en la edicion del manuscrito. 1

Family Process, Vol. 52, No. 4, 2013 © FPI, Inc. doi: 10.1111/famp.12043

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i on en terapia familiar. M as a un, se ha se~ nalado que el AD y el AC ofrecen grandes posibilidades para el estudio de la psicoterapia y la terapia familiar sistemica, y que coinciden  ltimas (Avdi & Georgaca, 2007; Strong, Busch, & Couepistemol ogicamente con estas u ture, 2008; Sutherland & Couture, 2007). Ambos metodos tienen raıces en la tradicion de investigaci on cualitativa hermen eutica y fueron desarrollados originalmente hace decadas (Wooffitt, 2005; ofrece un recuento hist orico). Sin embargo, han sido poco utilizados para la investigaci on en psicoterapia (por ej., Perakyla, Antaki, Vehvilainen, & Leudar, 2008). Por mucho tiempo se han buscado m etodos apropiados para el estudio de las complejidades del di alogo terap eutico en las sesiones de terapia familiar (por ej., Gurman, 1983; Schwartzman, 1984). Desafortunadamente, esto se ha vinculado con debates polarizados acerca de qu e metodologıa serıa epistemol ogicamente adecuada (por ej., Sprenkle, 1991, 1994), lo que a menudo ha conducido a la existencia paralela de lenguajes que compiten entre sı (Eisler, 2003, 2004). Hasta hoy no se ha llevado a cabo una evaluacion sistem atica para determinar si el AD y el AC son apropiados para hacer investigacion en terapia familiar. Existe una revisi on de estudios que utilizan AD en psicoterapia, incluyendo la terapia familiar (Avdi & Georgaca, 2007); un estudio teorico que destaca la afinidad epistemol ogica entre la investigaci on construccionista y las terapias construccionistas (De Haene, 2010), y una revisi on metodol ogica en la cual se identifican solo tres estudios AD/AC (Gehart, Ratliff, & Lyle, 2001). Sin embargo, no existe una revision que eval ue desde el punto de vista metodol ogico los estudios existentes que han utilizado AC y AD. Esta carencia hace a un m as difıcil extraer conclusiones acerca del potencial de dichos metodos. Y se ve incrementada por una escasez generalizada de estudios metodologicos en las publicaciones lıderes en el tema, a pesar de las sugerencias en contrario (Snyder & Kazak, 2005). Mi prop osito en este estudio fue abordar esta carencia presentando una revision metodol ogica crıtica de los estudios de terapia familiar que utilizan AD y AC realizados hasta la fecha. Voy a plantear que los estudios revisados ofrecen “atisbos” del potencial de estos m etodos para la investigaci on en terapia familiar, si bien existe el peligro de sacar conclusiones prematuras debido al limitado n umero de estudios revisados y ciertas “deficiencias metodol ogicas” identificadas. Sin embargo, planteare que el AD y el AC constituyen una metodologıa en vıas de desarrollo para la investigacion en terapia familiar, que pueden sumarse a las metodologıas cuantitativas y cualitativas que ya est an disponibles. Junto a otros autores (por ej., Strong et al., 2008) sostengo que ellas pueden ofrecer  nicos para un detallado estudio in situ del di m etodos u alogo terapeutico.

ANTECEDENTES El AD y el AC tienen una relaci on cercana con el “giro discursivo” que introdujeron las perspectivas epistemol ogicas construccionistas, que sit uan el conocimiento y la b usqueda  ltimo, vease Burr, 1995; Gerdel mismo en las pr acticas dial ogicas de la gente (para esto u gen, 1999; en relaci on a una perspectiva construccionista social sobre la investigacion vease tambi en McNamee & Hosking, 2012). Sacks, Schegloff y Jefferson desarrollaron originalmente el AC a comienzos de los a~ nos ‘60 (1974; Atkinson & Heritage, 1984; Levinson, 1983). El AC tambien tiene raıces en la tradici on de la etnometodologıa. Algunos de sus principios fundamentales tienen un parecido asombroso con los postulados de la teorıa sistemica pragm atica de la comunicacion (Watzlawick, Beavin-Bavelas, & Jackson, 1967).  ltima, el AC toma el habla en interaccion como el principal terreno Al igual que en esta u de estudio. Asimismo, hace especial  enfasis en el patron y el contexto para la comprension de los intercambios comunicativos. El AC se aproxima al lenguaje como una forma de accion social en el sentido de que es constitutivo de la interaccion social. Se considera que todas las interacciones conversacionales exhiben una estructura que se logra intersubjewww.FamilyProcess.org

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tivamente —es decir, “entre” y “no dentro” de los sujetos— en base a turnos sucesivos (por ej., v ease Wooffitt, 2005). Cada hablante contribuye a la estructura conversacional durante su turno. Esta contribuci on depende de lo que se ha expresado previamente. Tambien indica la forma en que  el o ella ha interpretado el turno precedente de su interlocutor. De manera circular, su turno constituye luego el contexto para lo que ha de venir, mientras que un conjunto de turnos puede generar un patron (Sacks, Schegloff, & Jefferson, 1974). La investigaci on con AC ha estudiado extensamente las estructuras conversacionales. Tambi en ha arrojado luz sobre varios fen omenos psicologicos y las formas en que se construyen intersubjetivamente en el transcurso de los di alogos, como por ejemplo las acusaciones (Drew, 1978) y las quejas (Drew & Holt, 1988). Antaki (2008) utilizo el AC para estudiar el uso de formulaciones por parte de los terapeutas. Las formulaciones son frases en las cuales un hablante resume lo que el otro ha dicho previamente, mientras introduce al mismo tiempo un cambio en su contenido (en relacion a formulaciones, vease Heritage & Watson, 1979). Antaki se~ nala que las formulaciones del terapeuta parecen ser poderosas construcciones ret oricas que pueden funcionar como un medio para ofrecer una interpretaci on. Tambi en facilitan la conducci on de la interaccion (por ej., como una forma de terminar la conversaci on sobre un tema). Finalmente, constituyen un medio a traves del cual el terapeuta puede dar forma a la conversacion acerca de los sıntomas del cliente. Especıficamente, cuando  el o ella explora el pasado del cliente, la conversacion se va moldeando de tal manera que posteriormente puede facilitar la entrega de una interpretaci on. AD es un t ermino ampliamente utilizado, que con frecuencia se usa para denotar enfoques tanto te oricos como epistemol ogicos del discurso, al igual que diversos metodos para su an alisis. La psicologıa discursiva (PsD) es una tendencia del AD muy cercana a la tradici on del AC, con la teorıa del acto del habla de Austin y el enfoque filosofico de Wittgenstein (Willig, 2008). Al igual que el AC, la PsD enfatiza el aspecto performativo del lenguaje, la importancia del contexto y la construccion intersubjetiva de cualquier fen omeno. Para la PsD no hay fen omenos psicologicos fuera del discurso. El lenguaje no es un medio para expresar actitudes o sentimientos. Por el contrario, el lenguaje es en sı mismo el territorio donde estos conceptos se construyen mientras la gente participa en las transacciones discursivas cotidianas (Edwards & Potter, 1992). El habla est a dise~ nada ret oricamente para fortalecer nuestros argumentos. Simult aneamente, este “dise~ no” facilita tambi en el manejo de los temas de responsabilidad personal relacionados con nuestros puntos de vista. Consecuentemente, incluso el relato de la misma persona puede variar seg un el contexto (Billig, 1996; Edwards & Potter, 1992). Por ejemplo, la investigacion de la PsD ha identificado varios dispositivos ret oricos tales como la “descripcion vıvida”. Estos se utilizan cuando el hablante quiere construir su relato como un hecho, es decir, como algo que existe independientemente de su punto de vista personal. Ası, esta construccion funciona como una forma de socavar eventuales acusaciones que sugieran que el relato del hablante estarıa motivado por sus propios intereses (para una referencia m as extensa sobre dichos dispositivos, v ease Edwards & Potter, 1992). La PsD tambien hace enfasis en el rol de formas sistem aticas m as amplias de hablar sobre los fenomenos. Se considera que ellas est an enraizadas en pr acticas culturales, ideologicas y sociales (Billig et al., 1988; Potter & Wetherell, 1987). En la terminologıa del AD, se les conoce como repertorios interpretativos (Potter & Wetherell, 1987) o discursos. Por ejemplo, Potter y Wetherell (1995, citado en Willig, 2008, p ag. 101) identificaron los repertorios de “Cultura como Herencia” y “Cultura como Terapia” en su estudio sobre c omo hablan de la cultura maorı los habitantes de Nueva Zelanda. La investigaci on en PsD se ha centrado en diversos fenomenos psicologicos tales como la memoria (Edwards & Middleton, 1986), la cognicion y las atribuciones (Edwards & Potter, 1992). Edwards (1995) estudi o sesiones de terapia de pareja y se centro en como Fam. Proc., Vol. 52, December, 2013

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operan las descripciones de los eventos mientras los miembros de la pareja hablan de sus problemas. Edwards identific o varios dispositivos ling€ uısticos, por ejemplo el uso de verbos modales1 (“ella solıa…”) y de estructuras “si… entonces”. Aparentemente los miembros de la pareja los usaban para construir lo que  el llama “formulaciones guion”. Estas son formas de describir los eventos que los construyen como acontecimientos habituales o excepcionales. Tales “formulaciones guion” parecıan ayudar a los miembros de las parejas a hablar sobre los temas de sus responsabilidades individuales cuando surgıan en su conversacion sobre los problemas. La PsD y el AC contrastan en su aproximaci on teorica y metodologica con el enfoque “de arriba hacia abajo” del AD (Wetherell, 2001; Willig, 2008). El AD de este tipo es m as afın a la tradici on ling€ uıstica francesa que a la brit anica, como por ejemplo, el pensamiento postestructuralista de Foucault. M as a un, es afın al pensamiento psicoanalıtico (Willig, 2008). Tambi en se le asocia en gran medida al trabajo de Parker y Burman (por ej., Burman & Parker, 1993; Parker, 1992). El AC y la PsD subrayan las formas en que la gente usa el discurso para lograr el cumplimiento de sus objetivos interaccionales y manejar sus interacciones cotidianas. Por el contrario, el AD post-estructuralista enfatiza los aspectos opresivos, restrictivos y constitutivos del discurso en relacion con nuestras subjetividades y nuestras vidas cotidianas. Su objetivo es hacer emerger la interrelacion entre el poder y el conocimiento, como en el caso de los desarrollos postmodernos en el campo de la terapia familiar (por ej., White & Epston, 1990). Su interes fundamental radica en el estudio de los modos en que las condiciones materiales modelan nuestras “realidades” por medio del lenguaje (Willig, 2008). Por lo tanto, intenta aclarar las maneras en que los discursos dan forma a nuestro hablar y restringen nuestras opciones mientras participamos en interacciones. En ese sentido, determinan que ciertas posiciones del sujeto esten disponibles mientras otras quedan excluidas y simult aneamente modelan tanto las pr acticas cotidianas como las institucionales. Se considera que algunos discursos apoyan y legitiman determinadas pr acticas institucionales y relaciones de poder, y vice versa. Por ejemplo, Hollway (1989) explor o el habla sobre sexo heterosexual e identifico discursos como por ejemplo el del “impulso sexual masculino”. Su an alisis destaco las diferentes posiciones del sujeto construidas para hombres y mujeres en este contexto, que tambien se relacionan con diferencias de poder en las pr acticas cotidianas. En el contexto del discurso del “impulso sexual masculino” la sexualidad masculina se vincula con necesidades sexuales naturales e imperiosas. Se posiciona a los hombres como “acosadores” de mujeres, las que a su vez son objetos cuya sexualidad se considera ausente o motivada por la necesidad de reproduccion (Hollway, 1989). El AC, la PsD y el AD parecen especialmente apropiados para abocarse a preguntas de investigaci on de inter es para los terapeutas familiares. Entre otras, el estudio de la estructura de las conversaciones psicoterap euticas o la construccion de ciertos fenomenos, herramientas y/o t ecnicas psicoterap euticas en la conversacion. Abarcan tambien el estudio de la construcci on discursiva de las subjetividades y el examen crıtico de las pr acticas psicoterap euticas institucionales. Las sesiones de terapia familiar grabadas en audio o video pueden constituir datos valiosos. Este tipo de datos se ajustan a la preferencia tanto del AC como de la PsD por conversaciones que ocurren en forma natural, pero tambien a la eleccion de cualquier texto como dato por parte del AD. El AC y la PsD ofrecen la posibilidad de un micro an alisis detallado que se lleva a cabo en base a turnos sucesivos. Adicionalmente la PsD presta atenci on a c omo operan los temas ideologicos. En este sentido, se 1 Los verbos modales anteceden a otro verbo principal indicando capacidad, posibilidad, necesidad, etc. del verbo al que acompa~ nan (por ej., podrıa, deberıa, etc.). El verbo mencionado en el texto es “would”, que en este contexto indica que la acci on del verbo principal se realizaba con frecuencia en el pasado (por ej., solıa decir…). (N. de la T.)

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intenta sustentar toda conclusi on del an alisis en que los participantes tratan cada expresion previa de otro participante como algo evidente (“prueba del turno siguiente”) (Sutherg. 213). Esto contrasta con la preferencia del AD por una land & Couture, 2007, p; a perspectiva macro analıtica y el sustento de la interpretacion en el marco teorico preexistente del investigador(a). M as a un, el AD y el AC pueden ajustarse a un amplio rango de perspectivas epistemol ogicas. La tarea de decidir acerca de la orientacion de cada metodo no es simple. Las afinidades del AC van desde una orientacion realista a una relativista (Rapley, 2012). La PsD es m as cercana a una perspectiva construccionista social, mientras que se ha sugerido que el AD adhiere a una perspectiva crıtica realista (Willig, 2008). Finalmente, se ha discutido c omo aseguran el AD, la PsD y el AC pr acticas adecuadas de calidad de la investigaci on. La discusi on ha tenido lugar en el contexto de intensos debates (Billig, 1999; Schegloff, 1997) acerca de lo que constituirıa un an alisis riguroso. Por ejemplo, los partidarios de la tradici on AC/PsD han acusado a quienes suscriben la tendencia post-estructuralista del AD de falta de solidez metodologica y de tratar los discursos de manera solidificada (Potter, Wetherell, Gill, & Edwards, 1990; Wooffitt, 2005). Por otra parte, se ha se~ nalado que serıa preferible un enfoque del tipo “esto y lo otro” (por ej., Wetherell, 1998). Estos debates reflejan temas m as amplios relacionados con el establecimiento de est andares o criterios para la investigacion cualitativa (por ej., vease Elliott, Fischer, & Rennie, 1999). Estos se relacionan con intentos de alejarse de la fidelidad positivista a criterios estrictamente definidos y acercarse a una orientacion m as postmod ltima incluye argumentos a favor del desarrollo de est erna. Esta u andares que se ajusten a una epistemologıa construccionista. Tambi en incluye argumentos que apoyan la idea de que no se necesita est andar alguno (Willig, 2008). Algunos de los criterios sugeridos incluyen la b usqueda de la ya mencionada “prueba del turno siguiente”, apoyada principalmente por los enfoques de AC y PsD (Wooffitt, 2005). Otros criterios son el uso de ejemplos representativos, es decir, la inclusi on de extractos de discurso transcritos y de casos que contradicen lo observado (an alisis de casos desviados) (Willig, 2008). Finalmente, un criterio sugerido con frecuencia es la reflexividad, es decir, la evaluacion reflexiva de los modos en que el investigador ha conducido el proceso completo (vease, Finlay & Gough, 2003). Hasta el momento, la utilizaci on del AC y el AD para el estudio de la terapia familiar sigue siendo un emprendimiento relativamente marginal. Esto tal vez deberıa sorprendernos, si consideramos la investigaci on pionera de Bateson y su solido pasado en etnografıa (Krause, 2003), la bienvenida generalizada a las metodologıas cualitativas de investigaci on (Burck, 2005; Gilgun, 2005, 2012; Singh, 2011) y la existencia de intentos “hıbridos” de realizar an alisis de discurso del material de sesiones de terapia familiar (Troemel-Ploetz, 1977; Watzlawick et al., 1967). Por otro lado, los datos que utilizan la mayorıa de los estudios existentes en psicoterapia que usan AD y AC son transcripciones de sesiones de terapia familiar (Avdi & Georgaca, 2007). Sin embargo, carecemos de una evaluaci on de estos estudios en t erminos de las formas en que han utilizado metodologicamente el AD y el AC. Avdi y Georgaca (2007) han revisado solo estudios de psicoterapia que usan AD y no los que usan AC, y efectivamente presentan un bosquejo muy informativo de los primeros. Discuten crıticamente dichos estudios, centr andose en sus intereses de investigaci on y la relaci on que  estos presentan con la postura general que adoptan hacia la psicoterapia. Esta diferencia en el foco posiblemente explica el examen limitado y poco sistem atico de los estudios en cuanto a aspectos metodologicos pertinentes a la pr actica de la conducci on de estudios con AD. Por otra parte, Gehart et al. (2001) han llevado a cabo una revisi on metodol ogica sistem atica y crıtica de estudios cualitativos de terapia familiar. Los autores presentan un resumen de estudios y los discuten en relacion a ejes metodol ogicos tales como el tipo de preguntas de investigacion utilizadas, procedimientos de selecci on de la muestra, epistemologıa, metodo, etc. Sin embargo, su revisi on ofrece una visi on muy limitada del panorama debido a que el foco de su Fam. Proc., Vol. 52, December, 2013

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investigaci on era m as amplio, y al reducido n umero de estudios de AD y AC que identificaron en su momento (n = 3). Por consiguiente, en esta revisi on intentar e examinar crıticamente y desde un punto de vista metodol ogico los estudios de terapia familiar que utilizan AC y AD a la luz de la literatura acerca de dichos m etodos. Por lo tanto, intentare revisar los estudios en relacion a aspectos metodol ogicos y decisiones vinculadas a la conduccion de la investigacion con AC y AD.

 METODO  n de la Muestra Seleccio Para identificar los estudios de terapia familiar con AD y AC, utilice un procedimiento de screening gradual. Comenc e con una b usqueda inicial en la base de datos PsycInfo para identificar artıculos indexados con las palabras clave “discurso”, “an alisis del discurso”, “an alisis de la conversaci on”, “terapia familiar sistemica” y “terapia familiar”. En paralelo llev e a cabo una b usqueda desde 1970 en adelante con las mismas palabras clave en tres de las publicaciones m as importantes en el tema (Family Process, Journal of Family Therapy y Journal of Marital and Family Therapy). Al revisar los res umenes de los estudios identificados, encontr e tanto contribuciones te oricas como estudios empıricos. Lleve a cabo un nuevo proceso de selecci on de acuerdo a dos criterios: la existencia de una orientacion empırica (es decir, an alisis de extractos transcritos de sesiones reales de terapia, ya sea sistemica, familiar, sist emico-familiar u orientada a la solucion/narrativa/construccionista) y la declaraci on de utilizar ya sea AC o AD como metodo o como enfoque (seg un lo se~ nalado por el propio autor(es)). Realic e una nueva b usqueda a traves de los listados de referencias de estos artıculos para identificar nuevos trabajos que cumplieran con los criterios. Finalmente se seleccionaron 28 estudios. Por consiguiente, el proceso completo condujo a excluir estudios que reportaban intentos recientes de desarrollar metodologıas innovadoras para el estudio del discurso en psicoterapia (Olson, Laitila, Rober, & Seikkula, 2012; Seikkula, Laitila, & Rober, 2012) u otros tipos de an alisis ling€ uıstico (Muntigl, 2004). Por otra parte, excluı los estudios que utilizaban la nocion de discurso o di alogo como una noci on heurıstica y argumentaban a favor de un enfoque discursivo hacia los temas vinculados a la pr actica clınica, en el contexto de discusiones teoricas para estimular la reflexi on (por ej., De Haene, Rober, Adriaenssens, & Verschueren, 2012; Foreman & Dallos, 1992; Sinclair & Taylor, 2004; Weingarten, 1991). Finalmente, tambien se excluyeron los estudios en los cuales el autor(es) utiliz o AC o AD pero no lo se~ nalo explıcitamente (Buttny, 1996; Guilfoyle, 2003).

 todo de Ana  lisis Me Mi m etodo de an alisis incluy o los siguientes procesos. En primer lugar, seleccione los principales ejes metodol ogicos que son relevantes para cualquier tipo de estudio empırico (por ej., Robson, 2011) y que servirıan como mi foco analıtico. Estos incluyeron la eleccion del metodo, el contenido y/o tipo de pregunta(s) de investigacion, la seleccion de la muestra, el tipo de an alisis, la perspectiva te orica epistemologica, el contenido y/o tipo de conclusiones, y el cumplimiento con est andares de buena calidad de las pr acticas de investigaci on. Luego “examin e” mis “datos”, es decir, los estudios seleccionados, a la luz de la literatura sobre conducci on de AD y AC con el fin de desarrollar codigos en relacion a cada eje. Los c odigos construidos delineaban las decisiones metodologicas de los estudios en relaci on a cada eje metodol ogico. En los casos en que el contenido de un estudio no se ajustaba a los c odigos ya existentes, construı nuevos codigos en un esfuerzo por incluir lo m as posible la variabilidad existente. Por ejemplo, incluı el codigo “metodologico” para el www.FamilyProcess.org

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TABLA 1 Resumen de Ejes Metodol ogicos y C odigos para el An alisis

Eje Metodo

Tipo/contenido de la pregunta(s) de investigaci on

Tipo de an alisis

Perspectiva teorica epistemologica

Contenido y tipo de hallazgos y conclusiones

Cumplimiento de est andares de calidad

C odigo AC: An alisis de la conversaci on (16) AD: An alisis de discurso (tipo Foucault) (13) PsD: Psicologıa discursiva (12) TF: Teorıa Fundamentada (3) Poco claro (ausencia de una pregunta claramente rea de inter definida y/o amplia a es de la investigaci on) (8) Construcci on conversacional del fen omeno (b usqueda de la construcci on en el contexto local) (9) Construcci on conversacional del concepto te orico (1) Construcci on discursiva del fen omeno (b usqueda de la construcci on en relaci on a discursos m as amplios) (4) Construcci on conversacional de estrategia o herramienta terap eutica (3) Metodol ogico (exploraci on del potencial de un m etodo) (2) Te orico (b usqueda de apoyo a un argumento te orico preexistente) (3) Tipo AC/PsD (15) Tipo AD (5) Tipo AC/PsD mixto (enfasis en m etodos de AC/PsD) (3) Tipo AD mixto ( enfasis en m etodos de AD) (5) No explicitada (14) Explicitada indirectamente (4) Constructivista (1) Construccionista social (7) Post-positivista (1) Post-estructuralista (Foucaultiana) (1) Contenido: analıtico (explicaci on de formas de construcci on de los fen omenos) (21)/metodol ogico (conclusiones en relaci on al potencial del m etodo) (18) Tipo: tautol ogico (argumentos circulares, no hay aporte de conocimiento nuevo) (5), Realista (15)/Relativista (9), Tentativo (reconocimiento de limitaciones y conocimiento de tipo “local”) (9)/Generalizaciones (13) Ninguno (10) Reflexividad (8) Uso de ejemplos representativos (8) An alisis de casos desviados (3) “Prueba del turno siguiente” (2) Discusiones reflexivas con “la audiencia”/”los lectores” (4) Otro (1)

Los n umeros entre par entesis indican el n umero de artıculos asignados a cada categorıa.

caso en que la pregunta(s) o inter es(es) de investigacion apuntaba a la exploracion del potencial de los m etodos (v ease el resumen en la Tabla 1).

RESULTADOS La Tabla 2 presenta un resumen de cada estudio en relacion a los principales ejes metodol ogicos. Se incluyen tambi en las p aginas del estudio que indican la seccion a la cual cada c odigo se refiere.2 La utilizaci on de los m etodos de AD y AC para el estudio de terapia familiar parece ser un emprendimiento relativamente reciente. La gran mayorıa de los estudios revisados se 2 En el caso de artıculos antiguos archivados, los n umeros de p agina corresponden a los documentos descargados y no a los n umeros de p agina del artıculo original.

Fam. Proc., Vol. 52, December, 2013

AC y PsD

AC y PsD

5. Couture (2007)

6. Couture y Strong (2004)

Poco claro (conversaci on acerca del resultado de la terapia) (p ag. 27) Construcci on conversacional del fen omeno (impasse) (pp. 64–65) Poco claro (proceso/ resultado) (conversaci on entre m ultiples partes/ impasse) (p ag. 287) Construcci on conversacional del fen omeno (impasse)/ Metodol ogico (p ag. 91)

AC y AD

AC y PsD

Poco claro (proceso) (nuevos significados: control) (p ag. 255)

AD y TF

2. Burck, Frosh, StricklandClark, y Morgan (1998) 3. Charles (2012)

4. Couture (2006)

Poco claro (proceso/ resultado/ diagn ostico) (p ag. 497)

AD

M etodo

1. Avdi (2005)

Referencia

Tipo/Contenido de Pregunta(s) de Investigaci on

Tipo AC/ PsD

Tipo AC/ PsD

Una sesi on de terapia familiar de K. Tomm

No. total de sesiones poco claro (p ag. 93) Una sesi on de terapia familiar de K. Tomm

No explicitada

No explicitada

No explicitada

Tipo AD

2 sesiones de un caso de terapia familiar (6, notas) Una sesi on de terapia familiar de K. Tomm Tipo AC/ PsD

No explicitada

Tipo AD

Un caso de terapia familiar (30 sesiones)

Perspectiva Te orica Epistemol ogica Explicitada indirectamente (construccionismo social, postestructuralismo) No explicitada

Tipo de An alisis Mixto/tipo AD

Un caso de terapia familiar (12 sesiones)

Muestreo/ Datos

TABLA 2 Resumen de los Estudios en Relaci on a los Ejes Metodol ogicos

Metodol ogico, realista, generalizaciones (p ag. 98)

Metodol ogico, analıtico, realista, generalizaciones (p ag. 78)

Analıtico, realista, generalizaciones (p ag. 300)

Metodol ogico, relativista (pp. 40–41)

Metodol ogico, analıtico, realista, tentativo (pp. 266–267)

Metodol ogico, analıtico, relativista, generalizaciones (pp. 507–508)

Contenido y Tipo de Hallazgos y Conclusiones

Ninguno

Discusion reflexiva con los lectores (p ag. 66)

Ninguno

Reflexividad (p ag. 40)

Ninguno

Reflexividad (pp. 507–508)

Cumplimiento de Est andares de Calidad

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AC y AD

AC y TF

AD y TF

AC

8. Friedlander et al. (2000)

9. Frosh et al. (1996)

10. Gale y Newfield (1992)

M etodo

7. Couture y Sutherland (2006)

Referencia

Fam. Proc., Vol. 52, December, 2013

Poco claro (proceso) (logro de resultado terap eutico) (p.153)

Construcci on conversacional de estrategia terap eutica (ofrecimiento de consejo) (p ag. 331) Construcci on conversacional de estrategia terap eutica (respuesta ante la culpa) (p ag. 135) Poco claro (proceso) (actitud ante el cambio) (p ag. 143)

Tipo/Contenido de Pregunta(s) de Investigaci on

Constructivismo (p ag. 163)

No explicitada

Tipo AD

Una primera sesi on de un caso de terapia familiar (8 sesiones) Una sesi on de terapia centrada en la soluci on (O’Hanlon) Tipo AC/ PsD

Construccionismo (p ag. 138)

No explicitada

Perspectiva Te orica Epistemol ogica

Tipo mixto AC con TF

Tipo AC/ PsD

Tipo de An alisis

7 sesiones de diferentes terapeutas constructivistas expertos

Una sesi on de terapia familiar de K. Tomm

Muestreo/ Datos

TABLA 2 Continued

Metodol ogico, analıtico, relativista, tentativo (pp. 162– 163)

Analıtico, relativista, tentativo (p ag. 143)

Analıtico, realista, tentativo (pp. 142– 144)

Metodol ogico, analıtico, realista, generalizaciones (pp. 339–340)

Contenido y Tipo de Hallazgos y Conclusiones

An alisis de caso desviado, metodo de comparacion constante, uso de ejemplos representativos, discusion reflexiva con los lectores (p ag. 157)

Ninguno

Otro

An alisis de caso desviado (p ag. 338)

Cumplimiento de Est andares de Calidad

TSELIOU

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AC, AD, PsD

AC, AD, PsD

13. Kogan (1998)

14. Kogan y Gale (1997)

PsD y AC, Narratologıa

AD

12. Karatza y Avdi (2011)

15. Kurri y Wahlstrom (2005)

AD y PsD

M etodo

11. Guilfoyle (2002)

Referencia

on Construcci conversacional del fen omeno (estrategias del terapeuta para restringir el poder del significado) (p ag. 230) Poco claro (pr acticas conversacionales postmodernas de los terapeutas) (p ag. 1) Construcci on conversacional del fen omeno (razonamiento moral en conversaci on sobre el problema) (p ag. 353)

Construcci on discursiva del fen omeno (proceso/ resultado) (cambios en subjetividad en caso de psicosis) (p ag. 218)

Te orico (promoci on de individuo autocontenido) (p ag. 304)

Tipo/Contenido de Pregunta(s) de Investigaci on

Una sesi on de terapia narrativa (M. White) Una (de siete) sesi on de terapia de pareja

Primeras dos sesiones de terapia familiar construccionista conducida por el autor 7 sesiones (del inicio, parte media y t ermino de dos terapias con formato de equipo reflexivo) Una sesi on (centrada en la soluci on)

Muestreo/ Datos

Mixto/Tipos AC/PsD

Mixto/Tipos AC/PsD

Mixto/Tipos AC/PsD

Mixto/Tipo AD

Mixto/Tipo AD

Tipo de An alisis

TABLA 2 Continued

Construccionismo social (p ag. 353)

Post-positivista (p ag. 15)

Post-estructural (p ag. 251)

Construccionismo social (teorıa de posicionamiento) (p ag. 217)

No explicitada

Perspectiva Te orica Epistemol ogica

Analıtico, relativista (pp. 362–365)

Analıtico, realista, generalizaciones (pp. 14–15)

Analıtico, relativista, generalizaciones (pp. 246–248)

Metodol ogico, analıtico, relativista, generalizaciones (p ag. 226)

Metodol ogico, tautol ogico, realista, generalizaciones (pp. 313–314)

Contenido y Tipo de Hallazgos y Conclusiones

Reflexividad, uso de ejemplos representativos (p ag. 5) Uso de ejemplos representativos (p ag. 354)

Uso de ejemplos representativos (p ag. 233), reflexividad (pp. 250–251)

Ninguno

Ninguno

Cumplimiento de Est andares de Calidad

10 / FAMILY PROCESS

www.FamilyProcess.org

PsD

PsD

AD

AD

AD

AD

17. O’Reilly (2007)

18. RoyChowdhury (2003)

19. RoyChowdhury (2006)

20. RoyChowdhury (2010)

21. Singh (2009)

M etodo

16. O’Reilly (2005)

Referencia

Fam. Proc., Vol. 52, December, 2013

Construcci on discursiva del fen omeno (familia en sesiones interculturales) (p. 362)

Construcci on discursiva del fen omeno (relaci on terap eutica) (p.154) Te orico (subjetividadconstruccionismo social) (p ag. 344)

Construcci on conversacional del fen omeno (etiqueta de “mala conducta”) (p ag. 234) Construcci on discursiva del fen omeno (poder y cultura)

Construcci on conversacional del fen omeno (quejas) (p ag. 373)

Tipo/Contenido de Pregunta(s) de Investigaci on

Poco claro, un extracto (RoyChowdhury, 2003) 4 familias (3 terapeutas diferentes) 11 sesiones (7 familias brit anicas y sud-asi aticas/5 terapeutas)

Poco claro, un caso (entre 4 de terapia familiar) (3 terapeutas diferentes) Poco claro, sesiones de terapia

Sesiones (3 casos: 22 horas) (dos terapeutas diferentes) Una sesi on (3 casos: 22 horas) (dos terapeutas diferentes)

Muestreo/ Datos

Explicitada indirectamente (realismo crıtico, postestructuralismo) Construccionismo social (p ag. 363)

Tipo AD

Tipo AD

No explicitada

Analıtico, realista, tentativo (pp. 378– 380)

Realista, tautol ogico, generalizaciones (pp. 354–356)

Analıtico, realista, generalizaciones (pp. 167–172)

Metodol ogico, tautol ogico (pp. 80– 81)

Explicitada indirectamente (realismo crıtico)

Mixto/Tipo AD

Mixto/Tipo AD

Metodol ogico, analıtico, realista (pp. 241–242)

Analıtico, relativista, tentativo (pp. 388– 389)

Contenido y Tipo de Hallazgos y Conclusiones

Construccionismo social, relativismo (p ag. 236)

No explicitada

Perspectiva Te orica Epistemol ogica

Tipo AC/ PsD

Tipo AC/ PsD

Tipo de An alisis

TABLA 2 Continued

Reflexividad (p ag. 368)

Uso de ejemplos representativos (p ag. 345)

Ninguno

Reflexividad (p ag. 65)

Ninguno

Reflexividad (p ag. 389)

Cumplimiento de Est andares de Calidad

TSELIOU

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AC

PsD

PsD y AC

AC y PsD

23. Stancombe y White (1997)

24. Stancombe y White (2005)

25. Strong et al. (2008)

M etodo

22. Stamp (1991)

Referencia

Construcci on conversacional de concepto te orico (patr on interaccional) (p ag. 4) Construcci on conversacional del fen omeno (culpabilizaciones) An alisis secundario (an alisis ret orico de Frosh et al.; datos de 1996) Construcci on conversacional de estrategia terap eutica (neutralidad) (p ag. 333) Te orico, metodol ogico (evaluaci on de resultado) (p ag. 388)

Tipo/Contenido de Pregunta(s) de Investigaci on

Una sesi on de terapia familiar de K. Tomm

N umero poco claro, sesiones de terapia y discusiones de equipo

Primera sesi on de un caso de terapia familiar (Frosh et al., 1996)

Un minuto y 8 segundos de una sesi on de terapia familiar

Muestreo/ Datos

Tipo AC/ PsD

Tipo AC/ PsD

Tipo AC/ PsD

Tipo AC/ PsD

Tipo de An alisis

TABLA 2 Continued

Construccionismo social (p ag. 400)

No explicitada

No explicitada

Explicitada indirectamente (pragm atico) (p ag. 1)

Perspectiva Te orica Epistemol ogica

Metodol ogico, tautol ogico (p ag. 400)

Metodol ogico, analıtico, realista, generalizaciones (pp. 348–349)

Metodol ogico, analıtico, realista, tentativo (pp. 387–390)

Metodol ogico, analıtico, relativista (pp. 13–14)

Contenido y Tipo de Hallazgos y Conclusiones

Discusiones reflexivas con los lectores, uso de ejemplos representativos (p ag. 404)

Ninguno

Reflexividad (p ag. 27, 37)

Uso de ejemplos representativos (p ag. 13)

Cumplimiento de Est andares de Calidad

12 / FAMILY PROCESS

www.FamilyProcess.org

Construcci on conversacional del fen omeno (alianza) (proceso/resultado) (p ag. 212)

Construcci on conversacional del fen omeno (colaboraci on) (p ag. 261) Poco claro (t ecnicas de entrevista directiva de terapeutas de Mil an) (p ag. 1)

AC

AC

AC

27. Sutherland y Strong (2011)

28. Viaro y Leonardi (1983)

M etodo

26. Sutherland y Couture (2007)

Referencia

Tipo/Contenido de Pregunta(s) de Investigaci on

Fam. Proc., Vol. 52, December, 2013 10 sesiones (diferentes terapeutas, equipo de Mil an)

Una sesi on de terapia familiar de K. Tomm

Una sesi on de terapia familiar de K. Tomm

Muestreo/ Datos

Tipo AC/ PsD

Tipo AC/ PsD

Tipo AC/ PsD

Tipo de An alisis

TABLA 2 Continued

No explicitada

No explicitada

Construccionismo social (p ag. 211)

Perspectiva Te orica Epistemol ogica

Metodol ogico, analıtico, realista, generalizaciones (p ag. 11)

Metodol ogico, analıtico, realista, tentativo (pp. 273– 274)

Metodol ogico, realista, tautol ogico, tentativo (p ag. 216)

Contenido y Tipo de Hallazgos y Conclusiones

Discusiones reflexivas con los lectores, uso de ejemplos representativos, an alisis de casos desviados, “prueba del turno siguiente” (p ag. 213) Uso de ejemplos representativos, “prueba del turno siguiente” (p ag. 264) Ninguno

Cumplimiento de Est andares de Calidad

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han publicado desde el a~ no 2000 en adelante (n = 20). Quince de ellos se publicaron el 2005 o en los a~ nos siguientes. M as a un, el n umero real de estudios originales parece muy limitado. En la mayorıa de los casos, dos o m as artıculos provienen del mismo autor(es) y del mismo estudio. Por ejemplo, en el caso de Couture, Strong y Sutherland los mismos datos se analizan en siete artıculos diferentes (artıculos 4, 5, 6, 7, 25, 26, 27).

 todo Utilizado y Tipo/Contenido de la(s) Pregunta(s) de Investigacio n Me La elecci on del m etodo parecıa dividirse en la eleccion de AD o AC (n = 14) versus la elecci on de un tipo mixto. En lo que respecta al planteamiento de las preguntas de la investigacion, en 11 de los 28 estudios se identificaron tres pr acticas. Ellas incluyen la eleccion rea de estudio definida ampliamente y/o en forma poco clara en lugar de una pregde un a unta de investigaci on definida; la elecci on de explorar el potencial de un metodo, y finalmente, el objetivo de ofrecer evidencia adicional a un planteamiento teorico preexistente. En cuanto al resto de los estudios, la mayor parte (n = 13) aparentemente tenıa como meta explorar c omo se construye conversacionalmente un fenomeno (por ej., la colaboracion) o una estrategia terap eutica (por ej., la neutralidad) en el contexto del discurso en terapia. Al parecer un n umero menor (n = 4) se proponıa investigar como esto puede verse limitado por discursos m as amplios. Sin embargo, a raız de la superposicion mencionada previamente entre ciertos estudios (v ease por ej., los artıculos 4, 5 y 6), hay un n umero muy reducido de trabajos dedicados a preguntas de investigacion de tipo AD/AC tal y como las propone la literatura. El estudio de Stancombe y White (2005) sobre la construccion con ltimo. versacional de la neutralidad constituye un ejemplo de esto u

 n de la Muestra Seleccio Aparentemente los estudios revisados han utilizado el AC y el AD fundamentalmente de modo experimental. El potencial de los m etodos para llevar a cabo estudios empıricos rigurosos que podrıan contribuir al avance de la teorıa parece haberse explorado solo parcialmente. Sin embargo, hay que hacer notar que la preferencia de los estudios por el dise~ no “tipo estudio de caso” y el muestreo de un rango limitado de datos textuales constituyen pr acticas frecuentes identificadas principalmente en la literatura de AD. Sin embargo, la elecci on puede variar de acuerdo a la pregunta y el dise~ no de la investigacion (Wooffitt, 2005). Los estudios revisados seguıan la literatura de AC y AD con respecto a elegir textos y/o discursos en lugar de individuos, tomando por ejemplo a los miembros de la familia o al terapeuta como muestra. Sin embargo, en la mayorıa de los casos (n = 17) los datos se derivaban de una sola sesi on de terapia (esto incluye el caso de los diferentes  nica sesi artıculos en los cuales se utiliz o una u on). M as a un, en algunos estudios (n = 4) el n umero de sesiones no se especifica con claridad, y tampoco se explican los procedimientos de selecci on de la muestra (nuevamente, tres de ellos provienen del mismo autor). Solo en tres casos los autores seleccionaron los datos a partir de 7 a 11 sesiones que formaban parte de m as de dos casos diferentes de terapia.

lisis Tipo de Ana Aparentemente la mayorıa de los estudios (n = 22) incluıa ya sea un “tipo AC/PsD” o un “tipo mixto” de an alisis, con un  enfasis ya sea en la orientacion AC/PsD o en la orientaci on AD. Esta preferencia por el AC/PsD podrıa estar relacionada con la lealtad de este campo hacia las teorıas sist emicas de la comunicacion, que se ajustan mejor al AC y la PsD. Tambi en podrıa denotar una preferencia por un enfoque menos crıtico hacia la pr actica de la terapia familiar que el de la perspectiva deconstruccionista de “tipo AD.” Finalmente, podrıa constituir un intento de alcanzar el rigor que introdujo www.FamilyProcess.org

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la orientaci on AC/PsD en la pr actica de la investigacion. Solo 5 de los 28 estudios real ltimo implicaba la identificacion de los discursos o, izaron un an alisis “tipo AD”. Esto u en t erminos amplios, las “tem aticas”, se~ nalando con ello que se preferıa hacer enfasis en el contenido del habla m as que en el proceso y la funcion. En este sentido, el an alisis se parecıa m as a un “an alisis tem atico” que a un AD. Adicionalmente, la relacion entre la perspectiva te orica utilizada, el discurso de los participantes y la interpretaci on del investigador no estaba suficientemente clara (en una perspectiva similar, vease tambi en el meta-an alisis realizado por Stancombe y White (1997) de los datos de Frosh, Burck, Strickland-Clark, & Morgan, 1996).

 rica Epistemolo  gica, Contenido y/o Tipo de Conclusiones Perspectiva Teo A pesar de que se ha subrayado la importancia de explicitar la perspectiva epistemologica del investigador (por ej., Gehart et al., 2001) muy pocos de los estudios revisados abordaban este nivel de descripci on. En m as de la mitad de los casos la perspectiva epistemologica del  ltimo signiautor era “no explicitada” (n = 14) o “explicitada indirectamente” (n = 4). Esto u fica que los autores hablaban sobre el m etodo utilizado en relacion a una determinada teorıa, pero no explicitaban su preferencia epistemol ogica. En el resto de los casos la preferencia epistemol ogica declarada incluıa las perspectivas de la “tradicion hermeneutica” del “postpositivismo”; el “constructivismo”; el “construccionismo social” y el “post-estructuralismo”. Con respecto a los hallazgos y conclusiones, la mayor parte de los estudios (n = 21) presentaban hallazgos que explicaban el fen omeno estudiado. En un amplio n umero de casos (n = 18) los autores se~ nalaban que los m etodos del AD y el AC tienen potencial en relacion a una serie de cuestiones, incluyendo: el potencial de revelar lo que realmente est a pasando en el di alogo terap eutico (por ej., Guilfoyle, 2002), mejorar la reflexividad del terapeuta  ltimo, introducir metodologıas alternativas para el estudio (por ej., Kogan, 1998) y por u del proceso y/o resultado de la psicoterapia (Strong et al., 2008). Sin embargo, tales afirmaciones no estaban adecuadamente respaldadas, dado el metodo elegido y el dise~ no de investigaci on de los estudios. Es m as, el an alisis parecıa incluir un tipo de “proceso tautologico” en relaci on a la producci on de conclusiones en aquellos casos en que se buscaba generar apoyo para determinados planteamientos teoricos (n = 5). Esto significa que los “hallazgos” aparentemente no aportaban mucho a lo afirmado previamente en el contexto de la perspectiva te orica adoptada, por ejemplo, en el caso de la afirmacion de que el habla en terapia est a interconectada con el poder. En vista de la tendencia generalizada a suscribir una epistemologıa post-positivista, y las limitaciones en relaci on con la selecci on de la muestra (por ej., la eleccion de una sola sesi on), resulta al menos impresionante que en casi la mitad de los estudios (n = 13) se pueden detectar intentos de generalizaci on y en m as de la mitad (n = 17) se hacen afirm ltimo caso, el autor(es) afirmaba la existencia de ciertos aciones de tipo realista. En este u fen omenos o discursos, independientemente de su interpretacion. Esto indicaba que se los trataba como “entidades solidificadas y/o reificadas”. M as a un, esto posiblemente se vincula con tensiones m as amplias con respecto al potencial de la investigacion cualitativa para realizar generalizaciones (Willig, 2008). Refleja incluso lo que se ha identificado como un continuo realista-relativista en cuanto a preferencias epistemologicas en la investigacion cualitativa (Harper, 2012; Madill, Jordan, & Shirley, 2000).

ndares de Calidad Cumplimiento de Esta En la literatura de AD y AC es posible identificar una b usqueda de criterios que aseguren una pr actica de buena calidad (Potter & Wetherell, 1987; Willig, 2008). Sin embargo, en varios estudios (n = 10) no se mencionaba ning un intento de cumplir con tales est andares. Adem as de los criterios —tales como la b usqueda de la “prueba del turno siguiente”, Fam. Proc., Vol. 52, December, 2013

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el uso de ejemplos representativos, la inclusi on de un an alisis de los casos desviados y la reflexividad— un n umero menor de estudios (n = 4) informo de otras pr acticas como discusiones reflexivas con otros (por ej., Gale & Newfield, 1992). En un estudio (Friedlander, Heatherington, & Marrs, 2000) se reportaron tambien otras formas de mejorar la calidad, tales como el uso de jueces y sistemas de codificacion validados previamente.

CONCLUSIONES Los estudios revisados nos permiten tener algunos “atisbos” del potencial del AD y el AC para la investigaci on en terapia familiar. Por otra parte, dichos estudios presentan va rias “deficiencias metodol ogicas”. Estas incluyen la falta de preguntas de investigacion definidas sistem aticamente y un n umero reducido de estudios empıricos con dise~ nos diferentes al estudio de caso. Tambi en se observan inconsistencias entre la eleccion de metodos, las orientaciones epistemol ogicas explıcitas o implıcitas y las conclusiones, ası como una escasa atenci on a pr acticas metodol ogicas que aseguren el cumplimiento de est andares adecuados de calidad de las pr acticas de investigacion. Sin embargo, hay varias formas de dar sentido a este esbozo posiblemente decepcionante de los estudios revisados. En primer lugar, esta revisi on es en sı misma una construccion interpretativa discursiva que revela mis “prejuicios”. Mi decisi on de revisar estudios de terapia familiar que utilizan AD y AC posiblemente se relaciona con mi experiencia tanto en terapia y formacion sist emica (Tseliou, 2010) como en la aplicaci on del AD al estudio de la terapia sistemica (Diorinou & Tseliou, 2012). Por otra parte, mi orientacion epistemologica e interes acad emico en metodologıa de investigaci on posiblemente explican mi preferencia por mantener la sistematizaci on, el m etodo y la rigurosidad al llevar a cabo investigacion cualitativa. Ası mismo, esta revisi on tiene sus propias limitaciones. Cualquier proceso de categorizaci on implica inevitablemente la trampa ineludible de minimizar las diferencias y la variabilidad, como tambi en la trampa de la “parcialidad”. Ciertas decisiones —como la asignaci on de un c odigo o la elecci on de criterios para la evaluacion de los an alisis— no estuvieron exentas de problemas ni fueron f aciles de manejar. Por ejemplo, en ciertos casos (como Roy-Chowdhury, 2003; Strong et al., 2008) fue difıcil decidir sobre la asignacion de un c odigo que denotara la orientaci on epistemologica del estudio. A pesar de la existencia de literatura relevante sobre AD y AC, delinear criterios para evaluar los estudios que utilizan dichos m etodos posiblemente sea un proyecto en sı mismo. En todo caso, excede los lımites de la presente revisi on. En segundo lugar, en la literatura relevante faltan guıas claras y especıficas sobre como proceder al conducir un estudio con AD y AC. Con frecuencia se hace referencia a la necesidad de una buena dosis de improvisaci on por parte del investigador (por ej., Wood & Kroger, 2000). Habiendo teniendo la experiencia de llevar a cabo y reportar estudios con AD (Tseliou, 2003; Tseliou & Eisler, 2007), estoy perfectamente consciente de las dificultades involucradas en intentar asegurar el rigor metodologico en el sentido que sugiere la perspectiva crıtica de esta revisi on. Tambi en reconozco los obst aculos para informar sobre estudios que utilizan AD y/o AC, cuando uno se enfrenta a las limitaciones habituales de formato de los artıculos de revistas, tales como el lımite de palabras (vease tambien LaRossa, 2012). Finalmente, tal vez hay una cuesti on m as amplia que resulta relevante aquı. Creo que est a vinculada con la historia de controversias entre la investigacion y la pr actica clınica en estas tem aticas y tambi en con debates m as amplios en relacion a la pr actica de la investigaci on (cientıfica). Ambas cosas se relacionan con que es lo que consideramos conocimimbito de la pr ento en el a actica clınica y en que formas pensamos que este puede generarse. Tambi en tienen que ver con nuestra idea de si la investigacion y el metodo debieran tener o no un rol en relaci on a dicho conocimiento, y cu al serıa ese rol. En ese sentido, www.FamilyProcess.org

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tal vez debi eramos reconsiderar la b usqueda mencionada frecuentemente de metodologıas de investigaci on que podrıan corresponder a nuestras premisas epistemologicas vinculadas a la pr actica clınica. En cambio, podrıa tener m as sentido reflexionar acerca de lo que pensamos que constituye conocimiento (cientıfico), independientemente de la eleccion de m etodo/metodologıa (v ease tambi en Eisler, 2002). Creo que buscar el rigor metodologico en la investigaci on construccionista puede servir m as al objetivo de la transparencia y ası facilitar una valoraci on crıtica de los propios hallazgos y conclusiones. Sin embargo, estas cuestiones y su relevante debate sobrepasan los lımites de este estudio. Hasta ahora, el  enfasis que he puesto en identificar las “deficiencias metodologicas” posiblemente hace del conjunto de estudios revisados “una empresa que da sus primeros pasos”. Sin embargo, sobre la base de esta revision me gustarıa arriesgar una respuesta afirmativa a la pregunta de si acaso vale la pena explorar el AD y el AC para la investigacion en terapia familiar. Esto conlleva posiblemente un “riesgo”, ya que pienso que para abordar tal pregunta necesitamos proyectos de investigacion comparativos dise~ nados especıficamente con el prop osito de explorar el potencial de los metodos. Al se~ nalar intentos de an alisis rigurosos (por ej., Kogan & Gale, 1997; O’Reilly, 2005; Stancombe & White, 2005), esta revisi on ha identificado estudios que muestran algunas formas en que el AC y el AD pueden aportar a la investigaci on en terapia familiar. Por ejemplo, O’Reilly (2005) analiz o 22 horas de sesiones de terapia familiar de tres casos diferentes atendidos por dos terapeutas distintos. El objetivo era explorar la construccion en la conversacion de quejas que los miembros de la familia reportan a su terapeuta familiar acerca de otros profesionales que han estado previamente involucrados en su tratamiento. La intencion de O’Reilly era explorar c omo se presentan dichas quejas en el contexto de la interaccion dialogica entre terapeuta y miembros de la familia. Su reporte incluye una discusion teorica esclarecedora del fen omeno de inter es y una pregunta de investigacion claramente definida de tipo AC/PsD. Por lo tanto, la elecci on del enfoque AC/PsD est a adecuadamente justificada y explicada. Sobre la base de un riguroso an alisis de tipo AC/PsD, documentado por medio de ejemplos representativos, O’Reilly presenta hallazgos valiosos e interesantes. Estos no solo se relacionan con la funci on de las quejas en la conversacion de los miembros de la familia, sino tambi en con las formas en que los terapeutas responden a ellas. Las quejas en el discurso de los miembros de la familia parecen facilitar el manejo de temas como quien se hace cargo de la responsabilidad en cuanto a los motivos de consulta. Las respuestas de los terapeutas parecen estructurarse como intentos de construir la idea de que la conversaci on sobre quejas es in util. Al mismo tiempo, la conversacion sobre quejas se construye como un tema en relaci on al cual los terapeutas no pueden ofrecer consejo ni ayuda. O’Reilly concluye ofreciendo una evaluaci on crıtica de los hallazgos del estudio y su importancia para la pr actica de la terapia familiar, la que tambien incluye “un poco de reflexividad” (O’Reilly, 2005, p ag. 389), es decir, una discusi on reflexiva de las decisiones metodologicas adoptadas. Pienso que ejemplos como este nos permiten ver el potencial del AC y el AD para el estumbito. Estas dio de preguntas de investigaci on que posiblemente son interesantes en este a incluyen el estudio detallado de conceptos te oricos o pr acticas terapeuticas en el contexto real del aquı y ahora de la pauta interaccional de los terapeutas y los miembros de la familia mientras mantienen un di alogo terap eutico (Sutherland & Couture, 2007). En ese sentido, el AC y el AD posiblemente sean un aporte a las formas actuales de estudiar el proceso y el resultado de la terapia familiar (Strong et al., 2008) y se sumen a las contribuciones ya existentes en relaci on a la evaluacion del tratamiento (por ej., Sexton et al., 2011). A un m as, la utilizaci on de los m etodos de AC y AD puede ofrecer formas de examinar la contribuci on dial ogica del terapeuta, lo que constituye un aporte a una evaluacion crıtica de aspectos institucionales relacionados con la pr actica de la terapia familiar. Sin embargo, tal vez lo m as importante sea que pueden contribuir a salvar la brecha entre la Fam. Proc., Vol. 52, December, 2013

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investigaci on y la pr actica clınica, debido a su potencial de aumentar la reflexividad del terapeuta (por ej., Roy-Chowdhury, 2003; Stancombe & White, 1997, 2005). Finalmente, para aquellos de nosotros que tenemos formaci on como clınicos sistemicos, tambien est a el recurso de nuestra familiaridad con los enfoques pragm aticos y construccionistas del discurso y, por lo tanto, con algunas de las principales premisas de los metodos. En conclusi on, me gustarıa argumentar a favor de una utilizacion crıtica de los metodos de AC y AD en el estudio de la terapia familiar. Por tanto, espero que esta revision no tenga un efecto desalentador. Por el contrario, espero que al promover una pr actica metodol ogica m as rigurosa, este trabajo sea recibido como una invitacion a seguir desarrollando la aplicaci on de los m etodos de AC y AD en el estudio de la terapia familiar. Creo que la pr actica futura puede mejorarse significativamente, siempre que se eviten algunas “trampas”. Al igual que cualquier m etodo de investigacion, el AC y el AD son apropiados para el  estudio de ciertas preguntas. Estas, a su vez, est an “entretejidas” con determinados “trasfondos epistemol ogicos”, y por lo tanto, ofrecen determinadas posibilidades para la selecci on de la muestra, el an alisis y la formulacion de inferencias. En consonancia con lo sugerido por Gehart et al. (2001), pienso que los ejes metodologicos delineados en esta revisi on pueden ofrecer ideas para una pr actica futura. Por ejemplo, una de estas ideas puede ser que se busque una correspondencia entre la pregunta(s) de investigacion, el m etodo, la perspectiva epistemol ogica y los hallazgos y conclusiones resultantes. Como tambi en se ha se~ nalado con anterioridad (Diorinou & Tseliou, 2012), creo que hasta ahora s olo hemos abordado mınimamente algo que percibo como un desafıo metodologico para la investigaci on en terapia familiar, y no debi eramos dejarlo pasar.3 REFERENCIAS Antaki, Ch. (2008). Formulations in psychotherapy (Formulaciones en psicoterapia). In A. Perakyla, Ch. Antaki, S. Vehvilainen & I. Leudar (Eds.), Conversation analysis and psychotherapy (An alisis de conversacion y psicoterapia) (pp. 26–42). New York: Cambridge University Press. Atkinson, M., & Heritage, J. (Eds.) (1984). Structures of social action: Studies in conversation analysis. (Estructuras de acci on social: Estudios de an alisis de la conversaci on) Cambridge: Cambridge University Press. Avdi, Ε. (2005). Negotiating a pathological identity in the clinical dialogue: Discourse analysis of a family therapy. (Negociaci on de una identidad patologica en el di alogo clınico: An alisis de discurso de una terapia familiar). Psychology and Psychotherapy: Theory, Research and Practice, 78, 493–511. doi:10.1348/147608305X52586. Avdi, E., & Georgaca, E. (2007). Discourse analysis and psychotherapy: A critical review. (An alisis de discurso y psicoterapia: Una revision crıtica). European Journal of Psychotherapy and Counselling, 9(2), 157–176. doi:10.1080/13642530701363445. Billig, M. (1996). Arguing and thinking: A rhetorical approach to social psychology (Argumentar y pensar: Un enfoque ret orico de la psicologıa social), 2nd ed.. Cambridge: Cambridge University Press. Billig, M. (1999). Whose terms? Whose ordinariness? Rhetoric and ideology in conversation analysis (¿Los terminos de qui en? ¿Lo com un y corriente de quien?). Discourse and Society, 10(4), 543–582. doi:10.1177/ 0957926599010004005. Billig, M., Condor, S., Edwards, D., Gane, M., Middleton, D., & Radley, A. (1988). Ideological dilemmas: A social psychology of everyday thinking (Dilemas ideologicos: Una psicologıa social del pensamiento cotidiano). London: Sage. Burck, C. (2005). Comparing qualitative research methodologies for systemic research: The use of grounded theory, discourse analysis and narrative analysis (Comparacion entre metodologıas cualitativas de investigacion para la investigaci on sistemica: El uso de la Teorıa Fundamentada, an alisis de discurso y an alisis narrativo). Journal of Family Therapy, 27(3), 237–262. doi:10.1111/j.1467-6427.2005.00314.x. Burck, C., Frosh, S., Strickland-Clark, L., & Morgan, K. (1998). The process of enabling change: A study of therapist interventions in family therapy (El proceso de hacer posible el cambio: Un estudio de intervenciones del terapeuta en terapia familiar). Journal of Family Therapy, 20, 253–267. doi:10.1111/1467-6427.00086. Burman, E., & Parker, I. (1993). Introduction—Discourse analysis: The turn to the text (Introduccion. An alisis de discurso: el giro hacia el texto). In E. Burman & I. Parker. (. Eds. ), Discourse analytic research: Repertoires

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