Un Dios desconcertante: Redescubriendo la originalidad de la Revelación divina
“El encuentro de Dios en la inmensidad del universo no es tan desconcertante como su encuentro en el pesebre de Belén y en la Eucaristía” (Juan Pablo II)
¿Por qué un Dios “desconcertante”? • Los Padres y el Magisterio de la Iglesia, bajo la inspiración del Espíritu Santo, han ahondado con delicadeza y sabiduría en el misterio de la Revelación divina.
Riesgo del creyente actual: • Pavimentar y poner reflectores y señales de tránsito en estos senderos abiertos para conocer nuestra fe… • Querer contemplar a Dios con una racionalidad cerrada. • Recurrir a la seguridad de una fe rutinaria y sin desafíos.
Una Revelación desconcertante • “Después de oír a Jesús, muchos de sus discípulos decían: ‘¡Es duro este lenguaje! ¿Quién puede escucharlo?’…” (Jn 6, 60). • “Nosotros predicamos un Cristo crucificado, escándalo para los judíos, locura para los paganos” (1 Cor 1, 23). • “…ustedes podrán conocer el amor de Cristo, que supera todo conocimiento, para ser colmados por la plenitud de Dios” (Ef 3,19). • “Jesucristo también puede romper los esquemas aburridos en los cuales pretendemos encerrarlo y nos sorprende con su constante creatividad divina” (Papa Francisco, Exhortación Apostólica “Evangelii Gaudium” n. 11)
La originalidad de nuestra fe debe desinstalarnos de nuestras ideas rutinarias: • Dios no necesitaba nuestra compañía, pues es en Sí Mismo Familia plena… pero nos crea. • Dios, siendo Omnipotente, nos cede un espacio para nuestra libertad y se arriesga a nuestro rechazo. • Dios crea los interminables ciclos de la naturaleza, pero trae esperanza y novedad instaurando una Historia de la Salvación. • Dios no eligió revelarse al hombre de modo “divino” sino humano… • Dios, en el Monte Sinaí, adoptó a un pueblo nómade, sin derechos de filiación sobre Él… • Dios no eligió a los sabios ni a los fuertes para que fuesen sus testigos, sino a hombres frágiles y dubitativos… • Dios Hijo, Eterno y Todopoderoso, se encarnó en un niño desvalido, en un rincón olvidado del Imperio Romano. • Jesús puso en crisis la idea de justicia de sus compatriotas, con una misericordia “excesiva”. • Ante la expectativa de un Mesías glorioso, Jesús asumió la figura del Siervo Sufriente. • Siendo plenamente dichoso en el seno de la Trinidad, el Hijo eligió libremente el sufrimiento y la muerte en la Cruz. • Dios asume el pecado más grave de la historia, para transformarlo en triunfo en la Pascua. • Luego de la Pascua, sigue su sorprendente acción en Pentecostés, en la Asunción de la Virgen María, en su presencia en la Iglesia y los sacramentos, en la promesa de la Parusía…
4 Encuentros: 1. La Creación: Un Dios que, siendo Plena Comunión, nos participa la existencia, y que, siendo Omnipotente, nos cede un espacio para nuestra libertad. 2. Inicios de la Historia de la Salvación: Un Dios que irrumpe en una historia sin esperanza, llama al pueblo de Israel hacia un horizonte nuevo, y lo adopta para Sí en el Sinaí. 3. La preparación y el acontecimiento de la Encarnación: Un Dios que, siendo Perfecto, eligió manifestarse en la debilidad humana a través de los profetas, hasta terminar asumiendo Él mismo la fragilidad humana al encarnarse. 4. El Dios-con-nosotros y su Pascua: Un Dios que, en Jesús, cuestiona nuestra idea de justicia con su misericordia “desmedida”, hasta el punto de renunciar a su gozo junto al Padre para sufrir por nosotros su Pasión y Pascua.
I. La Creación: Un Dios que, siendo Plena Comunión, nos participa la existencia, y que, siendo Omnipotente, nos cede un espacio para nuestra libertad.
La creación del hombre: un gesto de gratuidad sin parangón.
• Creación hombre en Gn 2, 7:
Dios moldea al hombre de arcilla y le insufla su aliento. → ¿Puede esta imagen usarse para la creatividad humana? El artista que esculpe una estatua, se regocija cuando ve a su obra cobrar forma. Experimenta un gozo espiritual que redunda en su perfección. El ser humano se realiza en la medida que sale de sí, expresando su interioridad o donándose al otro.
• La ofrenda divina no encuentra parangón en el mundo de las experiencias humanas. Otras culturas: hombre creado por necesidad de un dios o por la lucha entre poderes opuestos. Dios es Infinito y Perfecto. Él es íntima comunión interpersonal,
no Persona solitaria. → Ya es amor compartido cuando llama a la existencia a la creatura humana.
• A la cultura actual suele resultarle extraña la idea de don, → Le cuesta asimilar la radicalidad de este acto divino. • El Utilitarismo cimenta las sociedades actuales: → Se mide una realidad por su utilidad, no por sus valores éticos. Sólo considera valioso
aquello que funciona mejor para la sociedad.
No existen valores absolutos,
sino medios provisionales para este fin. “La preocupación exclusiva por el tener suplanta la primacía del ser”, y se viven los valores “no según la lógica del don y de la gratuidad, sino según la de la posesión egoísta y de la instrumentalización del otro” (Juan Pablo II, Exhortación Pastores Dabo Vobis, n. 9). Según esta lógica anti-evangélica, la decisión divina de crearnos sería innecesaria, inexplicable y hasta desatinada... Si Dios es ya Plenitud Tripersonal ¿qué podía aportarle este cosmos imperfecto?
Si aprehendemos la hondura de este gesto de absoluta generosidad divina, recuperaremos el sentimiento de gratitud hacia Dios por existir.
El don de la libertad humana: Dios “renuncia” a su omnipotencia.
Idealismo: prioridad de mi preconcepto por sobre la realidad (G. Hegel, †1831). → En lo cotidiano: malogra vocaciones de hijos, provoca desencuentros, rompe convivencias matrimoniales, quiebra Empresas... y hasta engendra dictaduras … • Según el filósofo alemán idealista Johann Fichte (†1814) el hombre ve amenazada su integridad por lo exterior a él. Debe
avanzar conquistando y asimilando toda alteridad.
• El pensador judío lituano Emmanuel Lévinas (†1995) denunció las nefatas consecuencias de esta ideología: Si mi ego pretende abarcar y dominar todo, el otro resultará
sólo un medio útil para que me afirme a sí mismo.
→ Lévinas pide, en cambio, descubrir al otro como la manifestación de un rostro que demanda nuestro respeto y cuidado. ¿Cómo el hombre influido por la ideología egocéntrica representaría a Dios Todopoderoso? → Su Poder Absoluto se desplegaría a costa de un total avasallamiento del hombre. El hombre y Dios se excluirían mutuamente. L. Feuerbach (†1872) y J. P. Sartre (†1980) → Ateísmo militante: excluir la idea de un Dios que esclaviza al hombre con su Omnipotencia.
1er Relato de la Creación (Gen 1,1 – 2,4a): • En los 6 primeros días, Dios prepara el “escenario" para la aparición del hombre (1,3-25). • Al final del 6º día crea al hombre con una dignidad única, a su “imagen y semejanza” (1,26-27). • Mandato: ser fecundos y pastorear el mundo (1,28). • En el 7º día, Dios cesa su actividad creadora (2,2), y bendice ese día: instituye el “Sábado” (2,3). Dios concede un espacio de libertad para que el hombre asuma su misión y prospere (// poner nombre a los animales (Gn 2, 19)) En este espacio, Él “resigna” su Omnipotencia. Sin suspender su acción providente, Dios “da un paso al costado” para que el hombre crezca en santidad, caminando sobre sus pies. Libertad → Posibilidad del rechazo: El hombre introduce una cierta “nada” al pecar (= negarse a crecer en santidad). Al rechazar la amistad divina, puede frustrar el propósito divino de que él alcance la santidad.
Heredados de la ideología fichteana, juzgamos este gesto como un rasgo de debilidad. • Estimamos “inconcebible” que un Dios Todopoderoso resigne un espacio de poder, y asuma la eventualidad del rechazo… • Debemos replantear nuestra idea de Omnipotencia. → Dios ejerce su Poder Infinito como servicio hacia el hombre. • El Dios Trino, ante cuya Voluntad ninguna creatura puede oponerse, desea desplegar su Soberanía con delicadeza y respeto. • Pudiendo imponer su Presencia de modo ineludible, se limita a anunciarse con suavidad y esperar con paciencia “afuera, en la noche”. “Yo estoy junto a la puerta y llamo: si alguien oye mi voz y me abre, entraré en su casa y cenaremos juntos” (Ap 3,20).