Un cierre a tono con la historia

14 abr. 2014 - artística. excelente. programa:sonatas Claro de luna,. Waldstein, Pastoral y Apassio- natta, de Ludwig van Beethoven. En Amijai.
3MB Größe 13 Downloads 106 vistas
4

|

espectáculos

| Lunes 14 de abriL de 2014

Un cierre a tono con la historia

clásicA

Recursos pianísticos y riqueza intelectual

lady gaga. Con una serie de siete recitales, la cantante neoyorquina despidió formalmente a una

institución de la ciudad como el Roseland Ballroom; el club será demolido para construir una torre Rafael Mathus Ruiz PARA LA NACIoN

NUEVA YoRK.– Lady Gaga logró un nuevo hito en su joven carrera: ser la última artista en tocar en vivo en el Roseland Ballroom, un ícono de la historia musical de Nueva York que pronto será demolido y reemplazado por una torre residencial de 59 pisos. Gaga, que nunca antes había tocado allí, dio una serie de siete recitales cortos, en los que cantó apenas doce canciones y ofreció un vistazo de su próxima gira, en la cual presentará Artpop, su último disco y el menos exitoso de todos. Los recitales de Lady Gaga le dieron un cierre más que digno al Roseland Ballroom, que clausuró así una rica historia con una artista nacida y criada en Nueva York. Por allí habían pasado ya Madonna, los Rolling Stones, Nirvana –Kurt Cobain se recuperó milagrosamente allí de una sobredosis y salió a tocar su concierto, en 1993–, Fiona Apple y Beyoncé, entre otros artistas que le dieron brillo y mística al lugar. En su concierto, Gaga evitó los sentimentalismos y se enfocó en su espectáculo, una suerte de versión miniatura de los conciertos que una artista de su envergadura está acostumbrada a dar. En un escenario decorado como un gigantesco rosal y con un vestuario burlesco, Gaga mostró lo mejor de su repertorio no cuando forzó su físico acompañada de bailarines –la danza, claramente, no es lo suyo–, sino cuando se sentó al piano y sacudió la sala con su voz. “I was born this way”, la canción con la cual abrió la noche, o “Dope”, un tema de su último álbum, que tocó a un costado del salón, en un rincón donde se había montado un pequeño escenario con un vagón de tren subterráneo de decoración, y una versión acústica de “Poker Face” dieron una muestra de lo mejor de su voz. “Cuando llegué a este negocio no estaba absolutamente limpia, y cuando lo deje no pienso estarlo

r ec ita l de l pi a n ista bruno gelber en homenaje a su trayectoria artística. ★★★★★ excelente. programa: sonatas Claro de luna,

Waldstein, Pastoral y Apassionatta, de Ludwig van Beethoven. En Amijai.

E

Gaga llega al club musical neoyorquino: desde el taxi decorado con rosas hasta su vestuario, una entrada marca registrada tampoco”, bromeó, en plan rebelde, al cantar “Dope”, un tema dedicado al amor y el abuso de drogas. Algunas de las transiciones con cambio de vestuario incluido no resultaron del todo ágiles o limpias, pero Gaga logró prender a un público devoto y diverso –había gente de todos las edades– que se quedó con ganas de un poco más: el concierto duró apenas poco más de una hora, y no hubo chance siquiera de intentar un bis. Más allá del recital, la noche estuvo cargada de simbolismos.

“Soy arquitecto, y siempre me da pena cuando un edificio clásico de Nueva York es demolido para construir un nuevo rascacielos”, dijo Robert, quien fue al recital con una amiga. “Pero es la mejor forma de despedirse. No hay mejor despedida que Lady Gaga”, cerró. Los siete recitales que ofreció Gaga se agotaron con rapidez. De hecho, la serie original sólo iba a ser de seis recitales, pero al final se sumó una función más, que fue la última de la historia del Roseland. Cada recital fue presen-

ciado por unas tres mil personas. Uno de los asistentes a todos los recitales fue Stan, uno de los cuidadores de una de las entradas al área VIP que el Roseland tiene en el segundo piso. Serio y cortante, no evitó su fastidio cuando se le preguntó por el fin del teatro. “No estoy feliz”, dijo, sentado en un banco de brazos cruzados, mientras revisaba que cada persona que cruzaba delante suyo tuviera el brazalete de rigor. Se le pidió que recordara los dos recitales más memorables. “Los Stones... Madonna”, respondió.

afp

El Roseland fue levantado sobre una pista de patinaje y en los años 70 y 80 fue una de las salas de baile que dominaron la vida nocturna de la zona de los teatros. Llegó a ser llamado “el mejor salón de baile del mundo”. Gaga cerró la noche con una seguidilla de dos temas de su última creación, “Applause” y “G.U.Y.”, en medio de una lluvia de papelitos de colores. De todas las canciones que hicieron vibrar las paredes del Roseland, esas dos fueron las últimas que se escucharon allí.ß

Franco Bagnato, cinco doctores y la gente televisión. Comienza un talk show sobre

temas de salud, por la pantalla de Telefé

Con la conducción de Franco Bagnato, al que muchos recordarán como el conductor de Gente que busca gente y que vuelve a ponerse al frente de un programa de televisión en nuestro país después de 14 años de ausencia, desde hoy, Telefé pondrá al aire Doctores, de lunes a viernes, a las 16. Se trata de una suerte de talk show sobre temas médicos del que participan profesionales de la salud y gente común. “Pretendemos que el programa sea algo divertido, pero además nos gustaría que al verlo los televidentes puedan aprender algo, que vayamos encontrado el costado que tiene un programa de servicios. Contamos con la posibilidad de tener cinco médicos reales, que en su vida cotidiana trabajan en hospitales y en sus consultorios. Ahora estarán una hora en televisión tratando de establecer empatía con el público para intentar transmitirle conocimientos con un lenguaje alejado del técnico, con el que pueden comunicarles cosas a sus colegas en una conferencia pero sin pretender establecer el vínculo médico-paciente, que es una experiencia intransferible que se da entre el profesional y la persona a la que atiende”, explica Bagnato. En el ciclo se brindarán informaciones específicas sobre cuestiones

vinculadas con la salud, consejos médicos, se mostrarán casos extraordinarios, e historias de vida, algunas de ellas inspiradoras. El equipo de médicos que acompañará al conductor estará formado por el doctor Diego Fidel Martínez, neurocirujano que se desempeña como médico de planta del servicio de neurocirugía del hospital Santa Lucía; el doctor Edgardo Daniel Rolla, ginecólogo, especialista en fertilidad; la doctora Florencia Carolina Salort, ginecóloga, especialista en ginecología infanto-juvenil y en sexología; Gabriela Estela Pahissa, médica clínica, especialista en geriatría y emergentología que actualmente se desempeña como jefa de clínica médica en la guardia del Sanatorio Güemes y el doctor Sebastián Sticotti, pediatra, especialista en neonatología que trabaja en el Hospital de Niños Pedro Elizalde y en el Instituto Fleni. “Ver este programa puede, entre otras cosas, ayudarnos a ser mejores pacientes, porque podemos encontrar mejores herramientas para explicar al médico lo que nos pasa y que éste pueda llegar a hacer más fácilmente un diagnóstico”, sostiene Bagnato sobre este formato importado que consiguió excelentes resultados de audiencia en países tan diferentes como los EE.UU, México, Portugal, Vietnam o Canada, entre otros. Una apuesta que pretenden arroje similares resultados aquí.ß

mañana

los birabent

Julia Moro en Clásica

La palabra de padre e hijo

La cantante Julia Moro presenta el espectáculo Hilandera del viento y más, en el que interpreta candombes, canciones cubanas, tangos y rumbas, en un repertorio que incluya a autores como Bola de Nieve, Carlos Aguirre y Piazzolla entre otros. La acompañarán Rafael Varela en guitarra, Nacho Abad en piano, Andrés García Strauss en acordeón, Gonzalo Rugelman en percusión y Mariano Massolo en armónica. Mañana y el martes 29, a las 21, en Clásica y Moderna, Callao 892.ß

Mañana, de 15 a 19, en el predio de Tecnópolis (General Paz entre Constituyentes y Ricardo Balbín) los músicos Moris y Antonio Birabent ofrecerán una charla pública y gratuita, en el marco del Encuentro Federal de la Palabra. Padre e hijo, que en 2011 grabaron juntos el álbum Familia canción, cantarán luego algunos temas. Días atrás, Moris también participó del Bafici, donde homenajeó a su amigo Pajarito Zaguri, en la proyección de El rey del rocanrol (la leyenda de Pajarito Zaguri). ß

Ricardo Marín LA NACIoN

Leiva prepara su ciclo de entrevistas para mayo

fabián marelli

Aprender con maestros de lujo protagonistas de la radio. Julio Leiva comenzó como productor

de Lalo Mir y, luego de trabajar con Zaiat, es conductor en Vorterix Alicia Petti

PARA LA NACIoN

Es joven, entusiasta, talentoso y abrazó la producción y periodismo por verdadera vocación. Julio Leiva tiene 36 años y ya ha trabajado con Lalo Mir, como productor, investigador, guionista y luego columnista. Actualmente integra el staff del programa de Alfredo Zaiat y en el de Pergolini, ambos en Vorterix, donde además conduce el segmento de la tarde junto a Gallo Bluguerman. El mes próximo iniciará un ciclo de entrevistas muy especiales, y se enorgullece del documental realizado sobre el Indio Solari (Piedra que late, sobre su show en Tandil, que “contó con la aprobación del Indio”, dice con orgullo). Y todo lo ejecuta, como diría Roberto Arlt, por prepotencia de trabajo. “Mi primer programa de radio fue en una emisora barrial, a los 18 años. Después estuve en Nacional, ad honórem, intentando aprender cosas –explica–. Mi primer trabajo fue con Lalo Mir, así que se puede decir que entré por la puerta grande. Empecé en 2001. Tenía esta cosa de trabajar con alguien que admiraba: estuve 6 años, fue como mi universidad. Aprendí muchísimo, y de verdad, le debo mucho de lo que soy. Lalo pasó a Mitre y seguí

con él. En ese programa empecé a salir al aire, porque tenía una columna. También estaba con Alfredo Zaiat, en Cheque en blanco. Debo decir que todo mi costado periodístico creció gracias a lo que aprendí con Alfredo. En Mitre estuve 10 años, trabajando en distintos programas. A partir del año pasado, cuando Cheque en blanco pasó a Vorterix, Pergolini me convocó a trabajar en su programa Tenemos malas noticias como productor y columnista. Este año, Mario decidió apostar a la gente de la radio, y me convocó para producir y coconducir con Gallo Bluguerman A.C.I.D.O. junto a Mili Goggia y “Tucu” Abusamra, el programa nuevo de la tarde, en FM 103.1 La idea es generar buenos contenidos periodísticos, humor y temas que tengan que ver con el rock. –¿De qué se trata tu programa de entrevistas? –La máquina se escribir voces irá los sábados, a las 12, desde mayo. La idea del ciclo es pensar que busco historias para escribir un libro. Convoco a un entrevistado y durante el programa construyo su biografía. Va a tener un aspecto periodístico y otro literario. Lo bueno es que se va a hacer en el teatro Vorterix y grabar ahí. La idea es que los invitados sean gente del rock, de la cultura y de otros ámbitos. Y

a su vez, también espero darle una estética diferente. Vorterix da muchas posibilidades artísticas. Sigo aprendiendo mucho con Mario, tiene una capacidad increíble. Yo soy muy esponja de la gente. Tuve la suerte de cruzarme con gente muy talentosa: fui productor de Lalo, hice historietas con Pigna, humor con Mex Urtizberea. Aprendí de Castelo, de Fernando Peña. Fue y es un aprendizaje intenso. –¿Cuáles son tus aspiraciones de acá en más? –Dar pasos cortos, como siempre. Primero quise ser productor, después hacer móviles, escribir. Casi toda mi experiencia fue en la radio, es un medio maravilloso, con esa cosa instantánea de la respuesta de la gente. Me queda poco tiempo libre, pero soy inmensamente feliz. –¿Qué tiene Vorterix, que todos la señalan como un fenómeno tecnológico? –Es una plataforma multimedia fabulosa, porque te permite ir un poco más allá de la radio. Te invita a participar de otras experiencias. Vos podés ir al teatro a ver un show, pero también lo podés ver desde tu casa, por Internet. Te permite participar de varias experiencias a la vez. En el momento en que estamos, cuando todo pasa por la computadora, Vorterix viene a ocupar un lugar que faltaba.ß

l recital ofrecido por Bruno Gelber a un público que cubrió la totalidad de las localidades del templo Amijai ratificó la envergadura de sus excepcionales condiciones artísticas. Y, al elegir el músico argentino las sonatas apodadas Claro de luna, Waldstein, Pastoral y Apassionatta de Beethoven confirmó su sabiduría para encuadrar desde el punto de vista estilístico al compositor germano, aquel que vislumbró el futuro de la estética musical y contribuyó a la evolución técnica y sonora del fortepiano, detalle que el artista argentino remarcó con nobleza y profundo respeto hacia él. Gelber puso a disposición de la música y del autor su riqueza intelectual, su ejemplar fuerza de voluntad, sus admirables recursos pianísticos, que incluyen naturalmente el de dejar escuchar un sonido inconfundible, tal como acontece con los grandes instrumentistas. La elección de las cuatro sonatas ya fue de por sí un acierto del artista; la Claro de luna destila delicadeza y sustancia melódica, ya que es un canto poético sencillo y contenido, surgiendo del teclado con liviandad y cautivante mesura, acaso imaginando los sentimientos de un joven enamorado al que se le niega el amor. La mirada interpretativa fue exquisita, dado que el pianista logró un clima poético contenido y sin abusar de contrastes ni de efectismos. Del mismo modo con la sonata Waldstein, llamada asimismo Aurora, en una versión en la que sabiamente el pianista remarcó los contrastes y las intensidades del sonido. Las vivas complejidades de esta sonata, precisamente por sus endemoniadas escalas y cambios de plano, fueron logradas con sobriedad y con un virtuosismo de cautivante transparencia. Después del intervalo, la lección del artista continuó siendo una demostración cabal de encasillamiento estilístico con la Sonata op. 28, acaso bautizada Pastoral por el burlesco Rondó gracioso de carácter campestre para una gran mayoría de oyentes germanos que han imaginado motivos característicos y un clima bucólico. Aquí conviene recordar a las corrientes educativas musicales que han pregonado que la música no tiene posibilidad alguna, sin la ayuda de las palabras, de dibujar un paisaje. Por último, se escuchó una admirable versión de la sonata Appassionata op. 57, acaso una de las obras más extenuantes para los pianistas escritas por Beethoven, y aquí Bruno Gelber derrochó capacidad técnica, resistencia física y mental y, por sobre todo, sabiduría en aplicar un criterio estético que apuntó a presentar perpetuos e impetuosos arrebatos de la mente, indudablemente los que tuvo el creador alemán a lo largo de su vida. El público, impelido por la grandeza del artista, la jerarquía del programa y el excepcional lugar que ocupa el músico nacional a nivel mundial, le tributó una larga y cálida ovación. Por su parte, el director de cultura de la Comunidad Amijai, Eugenio Scavo, le entregó al artista un presente en nombre de la Comisión de Homenaje, conformada por destacadas personalidades de la música en Buenos Aires.ß Juan carlos Montero

Bruno Gelber

archivo