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plomo, cromo y níquel, ni que el avión de Pan American, que usaba contami- nantes pilas tamaño A, tenía un arma- zón de hojalata recubierto por partícu-.
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Página 8/Sección 4/LA NACION

Mil palabras: Por Esteban Peicovich

Metahumorfosis

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Franqueo a pagar Cuenta Nº 2 Tarifa Reducida Concesión Nº 2

Martes 2 de octubre de 2007

Tutelandia

Por Sergio Ibáñez

Por Tute

e ser de su interés, a esta imagen una mosca la “leería de un tirón”. No necesitaría detenerse en cada título. Switchearía, reconocería y guardaría lo que a la cultura del mosquerío le importase. Si no se ven moscas comprando revistas o leyéndolas “de ojitos” (sic), es porque están en otra cosa. Mejor o peor, no se sabe (hasta que no lleguemos a conocer más biología, esta respuesta quedará en suspenso). Lo cierto es que no dedican su fantástico sistema visual (muy superior al nuestro) a informarse de lo que está pasando en el mundo. Nosotros, sí. Despierte uno y tome el diario. Desayune y encienda la radio. Salga a la calle y mire. Donde esté, irá uno a buscar una noticia y habrá una noticia queriendo comunicarse con uno. La ansiedad por saber qué sucede en lo cerca y en lo lejos es tanta y la red de información tan profusa que al fin de la jornada la conciencia queda convertida en un rallador. No hay aparato humano capaz de aguantar tal cúmulo de datos y salir indemne. O nos zambullimos a meditar nuestros 20 minutos budistas o el estupor nos aplasta. Pasa que desde que somos globales nos están criando como a pollos posmos: corriendo más ligero de lo que dan las piernas y alimentados por más noticias de las que el buche del cerebro y el corazón pueden recibir. De no ser mosca y sí un campesino alemán de finales del siglo XVII, el verse enfrentado de modo súbito a esta imagen de portadas de revistas del mundo le ocasionaría un delirio y correría a la taberna para borrarlo de un trago. Es natural. En su tiempo, cada biografía concluía “conociendo” no más de 30 noticias “internacionales” (la Revolución Francesa, la peste

ESTEBAN PEICOVICH

El ojo de la mosca D

negra, la inundación del Rhin, dos o tres hambrunas, etcétera). Hoy, cualquiera va a la cama con no menos de 3500 datos recibidos desde la mañana a la noche. Amasijo de información local y mundial. Desde que al sultán de Brunei se le partió el palo de polo hasta que Bush tosió 355 veces, que Pitt y Jolie se requieren y otras mil naderías más. Nunca más divulgado el mundo que como lo está hoy. Pero a su vez, nunca tanta información vana como la que abunda hoy en los medios. Tanto, que en la bolsa atónita del inconsciente colectivo parece haber sonado una alarma. Y así como ante el fracaso de cierta educación se invita a desaprender y empezar de nuevo, también hay voces que avisan del peligro de seguir expuestos a esta “explosión de noticias” y de la necesidad de retornar a las fuentes clásicas de la comunicación. No hay que ser un experto para advertir que cada día nos llegan noticias de más. Uno las soslaya leyén-

dolas de apuro. Confía en la vista y las pierde de vista. Pero están. En estos truchos días de plástico que trajo la posmodernidad viene bien la práctica de vigilar cada “témpano” informativo que “flote” así. Ser lector en ejercicio preserva la tranquilidad, mantiene distancia higiénica de lo banal y evita ser atosigado por cataratas de información vieja, irrelevante, ajena, muerta. Hacerlo lo mejora a uno, al periódico que lea y a la misma sociedad. Son los lectores quienes deben mantener despiertos a los periodistas. Esto es, listos para servir el plato de lo cierto y asombroso que haya sucedido. Este ejercicio cotidiano mejora el ánimo y lleva a ser “un gran lector”, que nos es poco. Y si se suman otros, puede que en una generación el país alcance a tener una opinión pública “como la gente”. Y ésta sí que sería una noticia. ■

Gaturro

Por Nik

www.palabristas.com.ar

Infancia entre soldaditos y otros chiches

Los sobrevivientes del plomo Hombres de 50 y 60 años, sanos y salvos BOGOTA (El Tiempo /GDA).– Si el director de la fábrica china sospechosa de producir casi un millón de juguetes tóxicos para la firma Mattel hubiera vivido hace medio siglo, habría tenido que suicidarse con una escopeta de balines... de plomo. Tal vez en esa época el pobre Zhang Shuhong, que se mató hace un mes, no hubiera resistido saber que el Batimóvil, famoso juguete de la década del 60, estaba recubierto con una mezcla de pintura elaborada a base de plomo, cromo y níquel, ni que el avión de Pan American, que usaba contaminantes pilas tamaño A, tenía un armazón de hojalata recubierto por partículas de cadmio. Eso para no hablar de los estoicos soldaditos de plomo puro, verdaderas bombas atómicas para el paladar del más vacunado de esos niños. Niños que hoy tienen entre 50 y 60 años, y que al parecer sobrevivieron a la explosión nuclear de muñecos de lámina venenosa, de pilas que lloraban ácido sulfúrico, de totes navideños infectados de fósforo blanco. “En ese entonces no existía legislación sobre el contenido de sustancias tóxicas –dice la doctora Ana Victoria Hernández, ingeniera química de la Universidad Nacional, de Bogotá–, y esos juguetes contenían altos porcentajes de plomo, cromo, níquel y cadmio.” Y aunque aquellos muchachos llegaron a embutirse los balines de las escopetas en la boca para poderlos sacar rápido en las tardes de juegos, la gran mayoría hoy son saludables abuelos. Lo que sucede es que la legislación sobre el contenido de toxinas en los ju-

Auto de lujo La empresa alemana Audi pondrá en venta un carrito de pedales para chicos por más de 13.000 dólares. Se trata de una serie limitada de 999 unidades de una réplica a escala 1:2 del legendario modelo Auto Union Type C, que puede ser conducido por chicos de hasta 1,35 m. En aluminio, tiene detalles de madera de nogal y es el primer auto de pedal de gama alta. Se compone de más de 900 piezas individuales, posee un freno hidráulico de doble disco y siete cambios. Los asientos y el volante están tapizados con cuero.

guetes es relativamente nueva. Comenzó en Estados Unidos hace diez años, y en Colombia hace apenas dos, merced a la revolución verde promovida por los mismos hombres que fueron niños felices de juguetes peligrosos. Gracias a esa demora, los chicos de la segunda mitad del siglo pasado, lo mismo que sus padres y los padres de sus padres, pudieron disfrutar de uno de los mejores y más divertidos inventos del amanecer de la Revolución Industrial. Aunque se sabe que en el antiguo Imperio Romano los niños se divertían con muñecas de marfil, uno de los primeros juguetes más populares fue el yoyó. Y la primera fábrica para la producción de juguetes de hojalata fue alemana: la firma Hess, inaugurada en 1826, y eje de una industria que prosperó en la Baviera alemana.

De la antigüedad A ella le siguieron factorías como Marklin (1859), Bing (1865), Gunthermann (1877), Lehman (1881) y Carette (1886). Y mientras el siglo XIX agonizaba, la manufactura de juguetes crecía gracias a ingeniosos artilugios y complejos mecanismos que hacían mover trenes eléctricos, barcos a escala y automóviles de ensueño. Las cosas de niños eran muy serias. Como también lo fueron los soldaditos de plomo, cuyas primeras figuras parece que se hicieron con estaño. Aunque no se conoce su origen, es posible que fueran usados por los militares de la antigüedad para simular futuras batallas en una mesa.Pero los primeros en ser utilizados como juguetes en serie nacieron en la ciudad alemana de Nuremberg, a mediados del siglo XVIII. Medían 25 mm y tenían sólo dos dimensiones. Fue en Francia donde aparecieron los primeros soldados tridimensionales de plomo. Los ingleses desarrollaron soldaditos huecos, cosa que permitió hacerlos más accesibles. La Edad de Oro de los juguetes floreció hasta la I Guerra Mundial. Luego, aunque Alemania era el rey de la fabricación de objetos de recreación infantil, el país empezó a competir con productores británicos y franceses como Burnett, Wells, Triang, Rossignol, Citroën y Jouets de París. Y aunque fue una dura competencia, sólo después de la Segunda Guerra Mundial otra poderosa nación se convirtió en la soberana del reino de los niños: Japón, que en los años 50 era considerado el

La foto más divertida Con novedades y un concurso diferente, Expoimagen 2007 se inaugurará pasado mañana en el Centro Municipal de Exposiciones. En su novena edición, esta feria de fotografía e impresión digital está destinada a comerciantes y profesionales del sector, pero también al público en general, que podrá visitarla entre el viernes y el domingo, su último día. Además de incluir lo más nuevo en equipos y tecnología, talleres interactivos y galerías fotográficas, Expoimagen invita a realizar la toma más original y divertida para ilustrar la tapa de la revista Fotomundo, su organizadora. A

El juguete más tradicional de los chicos de antes, hoy condenado por su alta toxicidad

esos fines, en el acceso a los pabellones 1 y 2 se ha montado un par de gigantografías de la portada de la edición especial dedicada a Expoimagen. A través de una ventana calada, quien lo desee podrá fotografiar a sus amigos o familiares, en la forma que quiera, y con la posibidad de sumar otros personajes y jugar con los colores y las formas. Las imágenes pueden subirse a www.fotomundo.com hasta el lunes 22, o enviarse impresas en papel no mayor de 13x18 a Maipú 671, 5°, (1006) Capital. ¿Los premios? Numerosos y variados, desde cámaras digitales hasta papeles de impresión.

Lola

Por Dickenson y Clark

Macanudo

más importante productor de juguetes de hojalata. Con plomo y todo. Entre tanto, EE. UU. no se quedaba atrás, pero su especialidad fueron las muñecas que abrían y cerraban los ojos. La Barbie nació en 1959, creada por la empresa familiar de Elliot Handler, su esposa Ruth y sus dos pequeños hijos: Barbie y Ken. Años antes, los niños ya disfrutaban de otra diversión genial, el Lego, creación del danés Ole Christiansen, que eran bloques de construcción automática apilables unos sobre otros. No contenían plomo, pero sí atractivos colores llenos de poliuretano. Esos fueron los primeros juguetes que divirtieron a nuestros abuelos. De allí en adelante, y recubiertos con pintura de plomo, níquel y cadmio, llegaron legendarias piezas que hoy son de colección: el tren eléctrico, el avión a pilas, el rifle de balines, los robots, las lanchas a pilas para navegar en la bañera y tantos otros... La lista es larga.

Evaristo Larsen

Por Liniers

Palabras cruzadas HORIZONTALES 2, dar a un color determinado matiz; 9, expresa la opinión; 11, expuso méritos para fundar en ellos una pretensión; 13, desde; 14, muy pobre; 16, abreviatura de opus; 17, pronombre demostrativo; 19, manto del beduino; 20, ave corredora de Australia; 21, conjunto de personas reunidas para cantar; 23, garantía; 24, pájaro;

25, río de España; 26, glóbulo de líquido; 29, (Clemente -) ingeniero francés (1841-1925) precursor de la aviación; 31, recé; 32, lié; 34, de esta manera; 35, símbolo del sodio; 36, paquete de cigarrillos; 38, el mago de los cuentos; 39, árbol que produce aceitunas; 41, que no ha recibido daño (fem.); 43, pertenecientes a la nariz.

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VERTICALES 1, polígonos de doce ángulos y doce lados; 2, adjetivo posesivo; 3, ave trepadora de México; 4, italiana; 5, pala del zapador; 6, cerveza ligera inglesa; 7, nota musical; 8, dan carácter popular; 10, fuerza con que la Tierra atrae a un cuerpo; 12, caucho; 15, río de Siberia; 18, loco; 20, evite; 22, alga filamentosa; 23, oficial del ejército turco; 27, verbal; 28, enfermedad de úlceras faciales; 30, adjetivo demostrativo; 32, monte sacro de Grecia; 33, concejal; 36, sufijo de los números fraccionarios (fem.); 37, baile andaluz; 40, símbolo del indio; 42, existe. La solución, mañana

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