Tres Preguntas Red Sudamericana de Danza Este proyecto es una iniciativa de intercambio entre trabajadores de la danza y la cultura pertenecientes a cinco países de América del Sur (Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay), con proyección a otros países del continente. Consiste en el mantenimiento de una página web que sirve de manera permanente como banco de datos y plataforma de contacto; la realización de encuentros regionales donde se confrontan no sólo nuevas formas, sino también nuevas funciones del arte en el contexto social; la participación en eventos o programas para el desarrollo de la danza en asociación con otras instituciones u organizaciones culturales. Esta iniciativa está creando un espacio común de información y vínculo de proyectos entre coreógrafos, educadores, bailarines, trabajadores sociales, gestores culturales y productores de danza; un espacio que posibilita la creación y la colaboración mas allá de las diferencias sociales, económicas y culturales, profundizando la convivencia y desarrollando nuevas estrategias de crecimiento artístico.
Metodología de trabajo El trabajo en red implica determinada demanda organizativa y logística que asegure un buen funcionamiento en marcos que pueden llegar a ser diversos y dentro de circunstancias en constante cambio. La RSD trabaja sobre la base de una comunicación constante con los responsables del desarrollo de la danza y la cultura en diferentes ciudades del continente, sean personas, organizaciones, empresas u organismos oficiales.
La RSD se ha apoyado y adaptado para su funcionamiento diversos aportes teóricos de metodologías de trabajo en red como el programa de Planificación Participativa y Gestión Asociada , desarrollada por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales de Buenos Aires.
Sobre la Conferencia Internacional de Danza Hablar de cooperación es de suma importancia tratándose de la danza. Si bien a nivel artístico (creaciones, obras, seminarios, investigaciones) las cooperaciones y los intercambios son más frecuentes, en otras áreas como producción, distribución y circulación de estos bienes, los caminos recorridos son muy incipientes (y aún más si se trata de intercambios sur-sur). Saber desde donde y con quiénes se deben llevar adelante estos debates sobre cooperación internacional es fundamental para poder avanzar y entender a fondo las asociaciones posibles y las más complejas. Crear nuevas vías para concretar las cooperaciones que quedan fuera de una agenda política (prioritariamente regida por otros intereses que los culturales) también es importante, porque si existe la necesidad de concretarlas existe sin duda el material fundamental para esta búsqueda. El trabajo en red puede ser una herramienta importante para desarrollar estos espacios porque no jerarquiza el acceso a la información y ésta es clave a la hora de conocer, entender y accionar desde nuevos lugares. Redes que tienen como términos de referencia la capacitación de sus miembros y la solidaridad de sus gestiones son espacios en las cuales es posible difundir a un
segmento del campo cultural que no ha llegado a visualizarse como debería, ni a crear un contexto que necesite de su producción. Sin estos dos elementos es muy difícil, por consecuencia, captar el interés de una agenda política, que responde casi siempre a una relación de beneficio-aporte sin grandes fisuras y a una necesidad de inmediatez en sus planificaciones. Que ambas dos ideas (trabajo en red y cooperación) se discutan en un marco internacional es necesario, porque ninguna de ellas se mueve en un marco de meras naciones y ninguna de ellas puede evolucionar en un contexto aislado de los intereses globales. Tocar estos temas puede aparentemente ser un asunto delicado a asumir porque nos implica tomar posiciones, asumir responsabilidades y enfrentar críticas que aparentemente escapan a nuestra gestión, pero creemos profundamente que la única manera de fortalecer algún camino diferente y coherente de acción es justamente dialogando, ejercitando la comprensión del espacio del “otro”, las necesidades, compromisos y valores del “otro”. Sólo así llegaremos a madurar la cooperación y el trabajo conjunto en un marco donde las diferencias respondan a una construcción cultural y nazcan de un deseo de vínculo, que es la materia prima del arte y la creación. Debemos poder ver desde otra perspectiva nuestros proyectos (junto con sus contextos, actividades, evaluaciones, actores que lo componen) y asi con el proyecto del otro, porque no se trata de confirmar nuestros espacios sino de crear otro, que es siempre posible. Este punto es muy importante de tener en cuenta, porque es la llave necesaria para trabajar en red y cooperar: quiere decir que no hago un cambio de servicios, en el cual obtengo algo nuevo desde el mismo lugar, sino que voy a otro lugar, nuevo, del cual obtengo algo.
Algunas preguntas desde la experiencia de nuestra red que pueden ser disparadores en las reflexiones de la conferencia: - una red para el desarrollo de la danza debería, bajo el principio de una planificación participativa y gestión asociada, abarcar diversos actores en sus acciones... en el mejor de los casos todos aquellos que están involucrados con el desarrollo de la danza...la RSD observa que el interés de los productores de danza, ya sea para llevar adelante una gestión interna que mantenga su estructura de comunicación (sitio web y encuentros) o para una gestión entre los miembros de la red, es aún muy escasa..... Cómo se ha resuelto esto en otras redes? Cuales son los principales factores que dificultan esta asociación? Cuales deberían ser los roles de las figuras productor-gestor cultural de gobierno / productorgestor cultural independiente, dentro de una gestión de redes no gubernamentales y que desean atender intereses amplios del sector? Qué acciones concretas se deberían plantear para comenzar a trabajar en esta asociación? - cómo lograr continuidad en las acciones cuando se trabaja en un marco de políticas culturales inestables? - de que manera podemos establecer intercambios de mutuo aporte con redes del norte cuando el sur no cuenta con fondos para desarrollarlos? qué intereses nos mueven para el diseño de dichos intercambios? en qué planos de gestión es importante una igualdad y en que otros la diversidad? nuestra preocupación aquí está dirigida sobre todo al campo de las condiciones de producción y uso de ITC
Los grandes eventos globales como el Foro Cultural Mundial, Foro Social Mundial, etc, están ofreciendo espacios a nuestras inquietudes? y en cuanto a la metodología de trabajo, cómo hacer para capitalizar en un ámbito global colectivo, los pequeños, concretos y muy efectivos cruces que se dan a escalas más humanas?
Podríamos decir que la danza, además de generar su obra, genera aportes en la creación de contextos que necesiten de esa obra...estamos considerando entonces los puentes con redes que se desarrollan fuera de campo artístico? cuáles son? en que medida han aportado o pueden aportar a nuestro sector? Quizás podamos trabajar entonces sobre una hipótesis que vincule dos variables de relación improbable: nueva ideas en la danza y los nuevos modelos de gestión social.
Natacha Melo Bailarina y docente de tango y danza contemporánea. Coordina la Red Sudamericana de Danza, proyecto que con el apoyo de diversas organizaciones ha venido desarrollando en forma sostenida estrategias, actividades y grupos de trabajo para el crecimiento de la danza en la región. La RSD ha realizado hasta la fecha tres Encuentros Sudamericanos de Danza (Chile 2001/Uruguay 2002/Araraquara 2004) y ha generado grupos de trabajo y puentes de intercambio con diversas ciudades en América del Sur.
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