32 Expansión Miércoles 5 mayo 2010

ENTORNO “La crisis ha demostrado que la UE carece de soluciones a sus problemas” ENTREVISTA THEODORE ZELDIN Asesor económico de Nicolas Sarkozy/ Sostiene que el sistema laboral actual

esclaviza a sus empleados. La solución: más comunicación e iniciativa ciudadana.

R.Fernández.Madrid

Constanza Cervino.Madrid

“Los europeos respetan a la Unión Europea (UE) pero no la aman porque no posee un valor común que les inspire”. Así de tajante se manifesta Theodore Zeldin, sociólogo, historiador y filósofo británico,paraelquelaUEcarecede un sueño como el americano: “Estados Unidos promete a los oprimidos el sueño de la libertad y de la riqueza. Es un sueño porque es casi imposible alcanzarlo, pero aún así persiste”. Para el también asesor económico de Nicolas Sarkozy, si lo que más valoran los ciudadanos europeos después de la familia son los amigos, la UE debería fomentar la comunicación hasta convertirse en un espacio que favorezca la socialización sin caer en la superficialidad. “El ser humano se enriquece personalmente al relacionarse con sus semejantes, se inspira en las ideas ajenas y se forja una visión del mundo La clave de la más completa”, crisis está en humanizar el sostiene. sistema de Si esta teoría trabajo actual. se extrapola al ámbito laboral, la comunicación se torna esencial para cambiar de raíz una estructura empresarial que impide que “los directivos conozcan a sus empleados y obtengan de ellos el máximorendimiento”. Para Zeldin, “la crisis económica ha demostrado que la UE carece de soluciones a sus problemas, porque sólo trata de reparar una vieja máquina para que vuelva a funcionar, con el peligro de que se estropee de nuevo. En realidad, la clave de la crisis reside en la comunicación. Por ello, la forma actual de proceder sólo contribuyearetroalimentarel sistema de trabajo que convierte a los empleados en esclavos”.

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Generación del paro El teórico, que ha pronunciado en Madrid un discurso sobre el Futuro Laboral, en un acto organizado por la asociación hispano-francesa Diálogo, advierte de que, incluso sin la crisis, existen muy pocos puestos de trabajo para el conjunto de la población activa mundial. Una traba que frustra a muchos jóvenes desempleados, que en España ya suman más del 40%. A su

TheodoreZeldin ha impartido en Madrid una conferencia sobre ‘Futuro Laboral’. / Constanza Cervino

juicio, la crisis ha convertido a las nuevas generaciones en una variable económica que los empresarios emplean y desemplean a su antojo para cubrir ciertas necesidades temporales. Zeldin defiende que “los jóvenes, en lugar de suplicar a las empresas que los acepten como esclavos, deberían tener la iniciativa de crearse su propio empleo. Si se adaptan alestiloinamovibledelacompañía sacrifican sus propias ideas, su creatividad, y sólo pasan a engrosar el sistema actual, cuando lo que hay que hacer es cambiarlo”, reitera el intelectual, quien insta al ciudadano a tomar las riendas de su vida en lugar de esperar que el Gobierno se haga cargo desusituación. En su opinión, las empresas diseñadas en función de sus trabajadores multiplican de forma exponencial su productividad y convierten el trabajo en una actividad más humana, al contrario de lo que sucede en las compañías pensadas sólo para la producción. “Hay que desarrollar el sistema laboral, no padecerlo. Las empresas deben pensar en las necesidades de sus empleados para que se realicen como seres humanos y no sucumban al aislamiento profe-

Trayectoria de un libre pensador Nacido en Palestina durante el mandato británico, la infancia y juventud de Theodore Zeldin transcurrió entre Egipto y Londres. Tras doctorarse en Filosofía por la Universidad Christ Church, de Oxford, ejerció durante 13 años como decano de la Universidad St Anthony’s College, de Oxford. El también sociólogo e historiador británico es autor de diversos ensayos, como ‘Historia Íntima de la Humanidad’, ‘Conversación’, ‘La Felicidad’ o‘Historia de las Pasiones Francesas’, traducidos a 24 idiomas, que le granjearon una excelente crítica además del reconocimiento internacional.Zeldin pertenece a la Comisión Millennium, que asesora al Gobierno del presidente francés Nicolas Sarkozy en temas de reformas laborales.También es miembro del Foro Económico Mundial, doctor honoris causa de la Escuela de Negocios HEC de París y profesor invitado de diversas universidades, como la de Harvard entre otras. Su actividad como libre pensador le valió la condecoración como Comendador de la Excelentísima Orden del Imperio Británico y la de Comendador de la Orden de las Artes y de las Letras de Francia. Este gurú económico creó en 2001 la fundación sin ánimo de lucro The Oxford Muse con los propósitos de mejorar las relaciones interpersonales y de promover el arte de la conversación para humanizar el sistema laboral.

“Los europeos respetan a la UE pero no la aman porque no posee un valor común”

sional y personal”, explica. A raiz de esta observación, asegura que implementar un sistema educativo demasiado especializado sólo fomentará la incomunicación porque impide que la sociedad domine el arte de conversar: “Nos estamos volviendo cada vez másestúpidos”. Esta sed de socializar se percibe en el sector turístico

Cultura y Comercio fomentarán la creatividad empresarial

“Los jóvenes no deberían suplicar a los empresarios que los acepten como esclavos temporales” que posee actualmente el mayor potencial de crecimiento económico: “La gente pierde las ganas de vivir si no viaja. Sin embargo, ya no le basta con conocer físicamente un lugar geográfico ni aislarse en un hotel para turistas, sino que busca mezclarse con los lugareños para empaparse de su cultura”, comenta. En la actualidad,lamemoriaindividual resulta insuficiente para progresar personal y socialmente: el ser humano necesita nutrirse de la memoria colectiva, “y eso sólo se consigue conociendoalosdemás”. Theodore Zeldin argumenta que si en el pasado el sueño de la Humanidad era descubrir tierras exóticas, desarrollar la ciencia, industrializar el mundo y llegar a la Luna, la nueva meta del siglo XXIesdescubrirquiénhabita el planeta. “Por eso he desarrollado un Menú de conversación, ya que la solución a todos nuestros problemas está en acabar con el silencio de estemundo”.

La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, y el presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio y de la Fundación Incyde, Javier Gómez-Navarro, firmaron ayer un convenio de colaboración con el objetivo de fomentar la formación de empresasenelámbitocultural. El acuerdo, que se suma a las medidas de apoyo a la industria cultural contempladasporelPlandeFomentode las industrias culturales 2010, permitirá desarrollar el Programa de Formación de las Empresas Culturales y Creativas, así como fomentar el espíritu emprendedor de este sector,“unaindustriacaracterizada por ser autodidacta”, tal y como la calificó ayer la ministra en la firma del convenio. “Creo que en este momento es muy claro que todo ese abanico de emprendedores de diferentes áreas de esta industria necesitan conocer estrategias”,añadió. Gómez-Navarro destacó que “la industrias culturales, como su propio nombre indica,sonindustriasy,porlotanto, tienen que constituir empresas; todas ellas tienen unos modelos de gestión comunes. La gestión económica conecta en cualquier sector”. Según el ejecutivo, “la idea es contribuir y fomentar el espíritu empresarial en el ámbito cultural para que quienes trabajen en él tengan la formación adecuada para afrontar la realidad y los retos que van a tener en el futuro como empresarios”. “Es bueno que la cultura y la creatividad hablen el lenguaje empresarial, económico y financiero”, añadió González-Sinde. Más importancia Según Gómez-Navarro, “lo lógico es que las industrias culturales tengan más importancia en un país como España, porque, aunque los países latinos son menos organizados y menos disciplinados, todo el mundo reconoce nuestracreatividad”. El coste total de las ocho acciones previstas para este año, de las que se beneficiarán 200 alumnos, asciende de 314.600 euros. De esta cantidad, la Fundación Incyde aportará 214.600 euros, mientras que el Cultura donará 81.400 euros con cargo a su presupuesto, y una aportación de 18.600 euros destinados a la adaptación del programa.