tema 13.- el pueblo de dios - Obispado de Cádiz y Ceuta

TEMA 13.- EL PUEBLO DE DIOS. DOCUMENTO DE APOYO. La Iglesia es el Pueblo de Dios porque Él quiso santificar y salvar a los hombres no aisladamente.
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TEMA 13.- EL PUEBLO DE DIOS DOCUMENTO DE APOYO

La Iglesia es el Pueblo de Dios porque Él quiso santificar y salvar a los hombres no aisladamente. Sino constituyéndolos en un sólo pueblo, reunido en la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Todos los que han recibido la gracia de creer en Cristo y están bautizados, forman parte del nuevo Pueblo de Dios en el que todos tienen la misma dignidad y participan de idéntica libertad de hijos de Dios, el amor se vive como ley suprema, la misión evangelizadora es realizada como tarea común y todos reciben la llamada a la santidad, es decir, a vivir en unión con Dios.

¿Quiénes son los fieles? Los fieles son aquellos que, incorporados a Cristo mediante el Bautismo, han sido constituidos miembros del Pueblo de Dios; han sido hecho partícipes, cada uno según su propia condición, de la función sacerdotal, profética y real de Cristo, y son llamados a llevar a cabo la misión confiada por Dios a la Iglesia. Entre ellos hay una verdadera igualdad en su dignidad de hijos de Dios. (Compendio nº 177)

¿Cómo está formado el Pueblo de Dios?

En la Iglesia, por institución divina, hay ministros sagrados, que han recibido el sacramento del Orden y forman la jerarquía de la Iglesia. A los demás fieles se les llama laicos. De unos y otros provienen fieles que se consagran de modo especial a Dios por la profesión de los consejos evangélicos: castidad en el celibato, pobreza y obediencia. (Compendio nº 178) 1

Principales ideas a resaltar: *Por el Bautismo se da entre los fieles una verdadera igualdad en cuanto a la dignidad y acción. *Hay diversidad de ministerios que sirven a la unidad de la misión. “A los Apóstoles y sus sucesores les confirió Cristo la función de enseñar, santificar y gobernar en su propio nombre y autoridad. Pero también los laicos, partícipes de la función sacerdotal, profética y real de Cristo, cumplen en la Iglesia y en el mundo la parte que les corresponde en la misión de todo el Pueblo de Dios”. *En estos dos grupos (jerarquía y laicos) hay fieles que por la profesión de los consejos evangélicos se consagran a Dios y contribuyen a la misión salvífica de la Iglesia según la manera particular que les es propia: La Constitución jerárquica de la Iglesia Los fieles cristianos laicos La vida consagrada

¿Por qué Cristo instituyó la jerarquía eclesiástica? El término Jerarquía de la Iglesia Católica se usa para referirse a los miembros de la Iglesia Católica que desempeñan la función de gobernar en la fe y guiar en las cuestiones morales y de vida cristiana a los fieles católicos. La Iglesia Católica tiene una estructura jerarquizada porque Cristo la instituyó para "alimentar al pueblo de Dios en su nombre, y para eso le dio 1 autoridad". La Iglesia está formada por laicos y por el clero, que está constituido por "ministros sagrados que recibieron el sacramento del orden", pudiendo estos dos grupos tener como miembros personas consagradas.

Cristo instituyó la jerarquía eclesiástica con la misión de apacentar al Pueblo de Dios en suPrincipales nombre, yideas paraaello le dio autoridad. La jerarquía está formada por los ministros resaltar: sagrados: obispos, presbíteros y diáconos. Gracias al sacramento del Orden, los obispos y *El Puebloactúan, de Diosen es el uno y único de y ha extenderse todo ely mundo a travésde deCristo los presbíteros ejercicio sude ministerio, enpor nombre en la persona siglos los paradiáconos que se cumpla el designio deDios Dios.en la diaconía (servicio) de la palabra, de la cabeza; sirven al Pueblo de liturgia y de la caridad. (Compendio nº 179) 2

PRINCIPALES IDEAS A RESALTAR: *En este pueblo único, todos sus miembros tienen la misma dignidad *Ahora bien, dentro de esta igualdad fundamental, el Espíritu Santo, que santifica y dirige al Pueblo de Dios, reparte una diversidad de dones que capacitan para diversos ministerios, servicios, y actividades. Unos han recibido la gracia y la misión de ser maestros, administradores de los misterios y pastores de los demás en el nombre y la autoridad de Cristo: son los Obispos y presbíteros -Los diáconos ejercen su misión a través de un ministerio, que en comunión con el obispo y los presbíteros a los que presta su ayuda, sirve al pueblo de Dios en las celebraciones y en las obras de caridad. Otros, los laicos, han sido llamados a ejercer la misión de Pueblo de Dios inmersos en el mundo para transformarlo desde dentro. Otros han recibido la vocación de consagrar toda su vida al Reino de Dios mediante la profesión de los consejos evangélicos De igual modo es propio de la naturaleza sacramental del ministerio eclesial tener un carácter colegial. En efecto, desde el comienzo de su ministerio, el Señor Jesús instituyó a los Doce, "semilla del Nuevo Israel, a la vez que el origen de la jerarquía sagrada" (AG 5). Elegidos juntos, también fueron enviados juntos, y su unidad fraterna estará al servicio de la comunión fraterna de todos los fieles; será como un reflejo y un testimonio de la comunión de las Personas divinas (cf. Jn 17, 21-23). Por eso, todo obispo ejerce su ministerio en el seno del colegio episcopal, en comunión con el obispo de Roma, sucesor de san Pedro y cabeza del colegio; los presbíteros ejercen su ministerio en el seno del presbiterio de la diócesis, bajo la dirección de su obispo.

¿En qué consiste la dimensión colegial del ministerio de la Iglesia? A ejemplo de los doce Apóstoles, elegidos y enviados juntos por Cristo, la unión de los miembros de la jerarquía eclesiástica está al servicio de la comunión de todos los fieles. Cada obispo ejerce su ministerio como miembro del colegio episcopal, en ¿Por qué el con ministerio eclesial tiene también un con carácter comunión el Papa, haciéndose partícipe él depersonal? la solicitud por la Iglesia universal. Los sacerdotes ejercen su ministerio en el presbiterio de la Iglesia particular, en comunión con su propio obispo y bajo su guía. (Compendio nº 180)

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¿Por qué el ministerio eclesial tiene también un carácter personal? El ministerio eclesial tiene también un carácter personal, en cuanto que, en virtud del sacramento del Orden, cada uno es responsable ante Cristo, que lo ha llamado personalmente, confiriéndole la misión (Compendio nº 181)

Principales ideas a resaltar: * Es propio también de la naturaleza sacramental del ministerio eclesial tener carácter personal. Cuando los ministros de Cristo actúan en comunión, actúan siempre también de manera personal. Cada uno ha sido llamado personalmente ("Tú sígueme", Jn 21,22) para ser, en la misión común, testigo personal, que es personalmente portador de la responsabilidad ante Aquel que da la misión, que actúa "in persona Christi" y en favor de personas: "Yo te bautizo en el nombre del Padre ..."; "Yo te perdono...". * El ministerio sacramental en la Iglesia es, pues, un servicio colegial y personal a la vez, ejercido en nombre de Cristo. Esto se verifica en los vínculos entre el colegio episcopal y su jefe, el sucesor de San Pedro, y en la relación entre la responsabilidad pastoral del obispo en su Iglesia particular y la común solicitud del colegio episcopal hacia la Iglesia universal.

MISIÓN DEL PAPA El Papa es la más alta autoridad de la Iglesia, como vicario de Cristo. Tiene esta potestad por ser sucesor de san Pedro, a quien Jesucristo confirió la primacía sobre los apóstoles (Mt 16,13-19). “La Iglesia ya desde los inicios y cada vez con mayor claridad ha comprendido que el ministerio de la unidad, encomendado a Pedro, pertenece a la estructura perenne de la Iglesia de Cristo”. Es por eso que la fe católica sostiene que este primado no es una institución humana, a diferencia de las formas de organización eclesiástica creadas en distintas épocas (patriarcados, conferencias episcopales, etc.), sino que el Papa tiene una verdadera potestad, no sólo una simple autoridad moral. El Romano Pontífice posee, como supremo pastor y doctor de la Iglesia, la potestad de jurisdicción suprema, plena y universal, ordinaria e inmediata, sobre todos y cada uno de los pastores y fieles. Así lo

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declaró el Concilio Vaticano I en 1870, repitiendo el magisterio anterior, en particular el Concilio de Florencia (s. XV). Lo mismo reiteró luego el Concilio Vaticano II en la constitución "Lumen gentium" (n. 22). El Papa no es "el primero entre iguales", como ocurre con el Arzobispo de Canterbury entre los anglicanos, que no tiene jurisdicción fuera de su diócesis; ni tampoco se limita a un primado de honor, como el del Patriarca de Constantinopla entre las iglesias autónomas ortodoxas. Por tanto, la suprema autoridad del Papa es propia; no deriva de ninguna otra fuera de la de Cristo; no es por delegación de nadie. A pesar de lo dicho, la potestad del Papa no es un poder absoluto, o sea, que el Papa no puede hacer lo que quiere, entre otras cosas porque esa no es su misión.

El Papa, Obispo de Roma y sucesor de san Pedro, es el perpetuo y visible principio y fundamento de la unidad de la Iglesia. Es el Vicario de Cristo, cabeza del colegio de los obispos y pastor de toda la Iglesia, sobre la que tiene, por institución divina, la potestad plena, suprema, inmediata y universal. (Compendio nº 182)

¿Cuáles son las funciones del Papa? La misión del Papa es la confiada a Pedro, según los Evangelios: Jesucristo le dio las "llaves del Reino de los Cielos", con el poder de 1) "atar y desatar" (cfr. Mt 16, 19), 2) para "confirmar a los hermanos en la fe" (cfr. Lc 22, 32) 3) y "apacentar su rebaño" (cfr. Jn 21, 15-17). O sea, es un servicio a la unidad de la Iglesia en la fe y en la comunión. Se resume en dos aspectos: enseñanza y gobierno. Enseñanza El Primado del Obispo de Roma, por su carácter episcopal, se ejerce, en primer lugar, en la transmisión de la Palabra de Dios; por eso, incluye una responsabilidad específica y particular en la misión evangelizadora (Congregación para la Doctrina de la Fe, "El primado del sucesor de Pedro en el misterio de la Iglesia"). Esta misión es eminentemente positiva; reducir el magisterio papal sólo a la condena de los errores contra la fe sería limitarlo demasiado; más aún, sería una concepción equivocada de su función y significaría no haber entendido nada de la Iglesia. El Papa realiza esta misión de enseñanza de tres modos principales "Ante todo, con la palabra"; en segundo lugar, mediante escritos, propios o publicados con su autorización por la Curia Romana; tercero, mediante iniciativas institucionales para

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impulsar el estudio y la difusión de la fe, como en el caso de distintos consejos pontificios. Gobierno Además de la función magisterial del Primado, la misión del Sucesor de Pedro sobre toda la Iglesia conlleva la facultad de realizar los actos de gobierno eclesiástico necesarios o convenientes para promover y defender la unidad de fe y de comunión; entre éstos hay que considerar, por ejemplo: dar el mandato para la ordenación de nuevos Obispos, exigir de ellos la profesión de fe católica, y ayudar a todos a mantenerse en la fe profesada. (Cfr. Congregación para la Doctrina de la Fe, "El primado del sucesor de Pedro en el misterio de la Iglesia"). El ejercicio de esta función de gobierno no significa que no significa que el Papa tenga un poder absoluto. Es más, el Papa gobierna sobre todo escuchando la voz de las Iglesias; es una característica propia del ministerio de la unidad y también una consecuencia de la unidad del Cuerpo episcopal y del «sensus fidei» de todo el pueblo de Dios.

Colegio de los obispos Jesús instituyó la Iglesia para que la obra de la redención pudiera continuar a lo largo de todos los siglos venideros, hasta la consumación de los tiempos. Si bien Él permanece en su Iglesia y la asiste constantemente a través del Espíritu Santo, ha querido desde el inicio asociar a varios hombres en esta obra de la redención. Cristo llamó a doce hombres. Quiso asociarlos a su misión y así vivió con ellos, comió con ellos, pasó las mismas penalidades, sufrimientos y alegrías que ellos pasaron. Estos doce hombres fueron llamados apóstoles. Cristo, al instituir a los Doce, “formó una especia de Colegio o grupo estable y eligiendo de entre ellos Pedro lo puso al frente de él.” (Lumen Gentium 19) De esta manera, por disposición de Jesucristo San Pedro y los demás apóstoles forman un grupo, grupo que se llama “Colegio Apostólico”. Los sucesores de los apóstoles, de este colegio apostólico son los obispos. ¿Cuál es la función del colegio de los obispos? El colegio de los obispos, en comunión con el Papa y nunca sin él, ejerce también él la potestad suprema y plena sobre la Iglesia (Compendio nº 183)

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La misión de los obispos es: enseñar, santificar y gobernar o sea pastorear y guiar a su pueblo. Los obispos, en comunión con el Papa, tienen el deber de anunciar a todos el Evangelio, fielmente y con autoridad, como testigos auténticos de la fe apostólica, revestidos de la autoridad de Cristo. Mediante el sentido sobrenatural de la fe, el Pueblo de Dios se adhiere indefectiblemente a la fe, bajo la guía del Magisterio vivo de la Iglesia (Compendio nº 184)

Principales ideas a resaltar: *Los obispos, en comunión con el Papa, tienen el deber de anunciar a todos el Evangelio, fielmente y con autoridad, como testigos auténticos de la fe apostólica, revestidos de la autoridad de Cristo. Mediante el sentido sobrenatural de la fe, el Pueblo de Dios se adhiere indefectiblemente a la fe, bajo la guía del Magisterio vivo de la Iglesia. * El oficio del obispo, en materia de enseñanza no es sólo el de la predicación, el de dar a conocer la palabra de Dios. Debe también vigilar para que esta palabra de Dios no sufra desviaciones y fallos para que de este modo quede garantizada a todos los fieles la posibilidad objetiva de profesar sin error la fe auténtica. ¿Cuándo se ejerce la infalibilidad del Magisterio? La infalibilidad del Magisterio se ejerce cuando el Romano Pontífice, en virtud de su autoridad de Supremo Pastor de la Iglesia, o el colegio de los obispos en comunión con el Papa, sobre todo reunido en un Concilio Ecuménico, proclaman con acto definitivo una doctrina referente a la fe o a la moral; y también cuando el Papa y los obispos, en su Magisterio ordinario, concuerdan en proponer una doctrina como definitiva. Todo fiel debe adherirse a tales enseñanzas con el obsequio de la fe. (Compendio nº 185)

PRINCIPALES IDEAS A RESALTAR: * El Papa: "El Romano Pontífice, Cabeza del Colegio Episcopal, goza de esta infalibilidad en virtud de su ministerio cuando, como Pastor y Maestro supremo de todos los fieles que confirma en la fe a sus hermanos, proclama por un acto definitivo la doctrina en cuestiones de fe y moral... Catecismo 891 * El Cuerpo episcopal:"La infalibilidad prometida a la Iglesia reside también en el Cuerpo episcopal cuando ejerce el magisterio supremo con el sucesor de Pedro, sobre todo en un concilio ecuménico. Cuando la Iglesia propone por medio de su 7

Magisterio supremo que algo se debe aceptar "como revelado por Dios para ser creído" y como enseñanza de Cristo, "hay que aceptar sus definiciones con la obediencia de la fe". Esta infalibilidad abarca todo el depósito de la Revelación divina." Catecismo 891 * Condición esencial para la Infalibilidad Episcopal. Para que las enseñanzas de los obispos sean infalibles se requiere que estén en unión con el Obispo de Roma (el Papa) y que la enseñanza esté sujeta a la autoridad del Papa. El ámbito de esta infalibilidad, como la del Papa, incluye no solo las verdades reveladas sino también cualquier enseñanza vinculada a la revelación * ¿Hasta dónde se extiende la infalibilidad? Esta se extiende a todo el depósito de la revelación divina; se extiende también a todos los elementos de doctrina, comprendida la moral, sin los cuales las verdades salvíficas de la fe no pueden ser salvaguardadas, expuestas u observadas. -Cat. 2035

¿Cómo ejercen los obispos la misión de santificar? Los obispos ejercen su función de santificar a la Iglesia cuando dispensan la gracia de Cristo, mediante el ministerio de la palabra y de los sacramentos, en particular de la Eucaristía; y también con su oración, su ejemplo y su trabajo. (Compendio nº El obispo "es el administrador de la gracia del sumo sacerdocio" (LG 26), en particular en la Eucaristía que él mismo ofrece, o cuya oblación asegura por medio de los presbíteros, sus colaboradores. Porque la Eucaristía es el centro de la vida de la Iglesia particular. El obispo y los presbíteros santifican la Iglesia con su oración y su trabajo, por medio del ministerio de la palabra y de los sacramentos. La santifican con su ejemplo, "no tiranizando a los que os ha tocado cuidar, sino siendo modelos de la grey" (1 P 5, 3). Así es como llegan "a la vida eterna junto con el rebaño que les fue confiado"(LG 26). (CIC 893) ¿Cómo ejercen los obispos la misión de gobernar? Cada obispo, en cuanto miembro del colegio episcopal, ejerce colegialmente la solicitud por todas las Iglesias particulares y por toda la Iglesia, junto con los demás obispos unidos al Papa. El obispo, a quien se ha confiado una Iglesia particular, la gobierna con la autoridad de su sagrada potestad propia, ordinaria e inmediata, ejercida en nombre de Cristo, Buen Pastor, en comunión con toda la Iglesia y bajo la guía del sucesor de Pedro.(Compendio nº 187)

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PRINCIPALES IDEAS A RESALTAR: * "Los obispos, como vicarios y legados de Cristo, gobiernan las Iglesias particulares que se les han confiado, no sólo con sus proyectos, con sus consejos y con ejemplos, sino también con su autoridad y potestad sagrada "(LG 27), que deben, no obstante, ejercer para edificar con espíritu de servicio que es el de su Maestro (cf. Lc 22, 26-27). * "Esta potestad, que desempeñan personalmente en nombre de Cristo, es propia, ordinaria e inmediata. Su ejercicio, sin embargo, está regulado en último término por la suprema autoridad de la Iglesia "(LG 27). Pero no se debe considerar a los obispos como vicarios del Papa, cuya autoridad ordinaria e inmediata sobre toda la Iglesia no anula la de ellos, sino que, al contrario, la confirma y tutela. Esta autoridad debe ejercerse en comunión con toda la Iglesia bajo la guía del Papa. * El Buen Pastor será el modelo y la "forma" de la misión pastoral del obispo. Consciente de sus propias debilidades, el obispo "puede disculpar a los ignorantes y extraviados. No debe negarse nunca a escuchar a sus súbditos, a los que cuida como verdaderos hijos ... Los fieles, por su parte, deben estar unidos a su obispo como la Iglesia a Cristo y como Jesucristo al Padre" (LG 27)

LOS FIELES LAICOS "Por laicos se entiende aquí a todos los cristianos, excepto los miembros del orden sagrado y del estado religioso reconocido en la Iglesia. Son, pues, los cristianos que están incorporados a Cristo por el bautismo, que forman el Pueblo de Dios y que participan de las funciones de Cristo. Sacerdote, Profeta y Rey. Ellos realizan, según su condición, la misión de todo el pueblo cristiano en la Iglesia y en el mundo" (LG 31).

Los fieles laicos tienen como vocación propia la de buscar el Reino de Dios, iluminando y ordenando las realidades temporales según Dios. Responden así a la llamada a la santidad y al apostolado, que se dirige a todos los bautizados. (Compendio nº 188)

Los fieles laicos participan de la misión sacerdotal, profética y real de Cristo. ¿Cómo participan los fieles laicos de la misión sacerdotal de Cristo?

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Los laicos participan en la misión sacerdotal de Cristo cuando ofrecen como sacrificio espiritual «agradable a Dios por mediación de Jesucristo» (1 P 2, 5), sobre todo en la Eucaristía, la propia vida con todas las obras, oraciones e iniciativas apostólicas, la vida familiar y el trabajo diario, las molestias de la vida sobrellevadas con paciencia, así como los descansos físicos y consuelos espirituales. De esta manera, también los laicos, dedicados a Cristo y consagrados por el Espíritu Santo, ofrecen a Dios el mundo mismo (Compendio nº 183)

PRINCIPALES IDEAS A RESALTAR: * El Concilio describe la condición secular de los fieles laicos como el lugar en que les es dirigida la llamada de Dios: "Allí. son llamados por Dios". Se trata de un "lugar" que viene presentado en términos dinámicos: los fieles laicos "viven en el mundo, esto es, implicados en todas y cada una de las ocupaciones y trabajos del mundo y en las condiciones ordinarias de la vida familiar y social, de la que su existencia se encuentra como entretejida"[34]. Ellos son personas que viven la vida normal en el mundo, estudian, trabajan, entablan relaciones de amistad, sociales, profesionales, culturales. * No han sido llamados a abandonar el lugar que ocupan en el mundo. El Bautismo no los quita del mundo, tal como lo señala el apóstol Pablo: "Hermanos, permanezca cada cual ante Dios en la condición en que se encontraba cuando fue llamado" (1 Co. 7, 24); sino que les confía una vocación que afecta precisamente a su situación intramundana. En efecto, los fieles laicos, "son llamados por Dios para contribuir, desde dentro a modo de fermento, a la santificación del mundo mediante el ejercicio de sus propias tareas, guiados por el espíritu evangélico, y a. manifiestar a Cristo ante los demás, principalmente con el testimonio de su vida y con el fulgor de su fe, esperanza y caridad"[37].

Los laicos participan en la misión profética de Cristo cuando acogen cada vez mejor en la fe la Palabra de Cristo, y la anuncian al mundo con el testimonio de la vida y de la palabra, mediante la evangelización y la catequesis. Este apostolado «adquiere una eficacia particular porque se realiza en las condiciones generales de nuestro mundo» (Lumen Gentium 35). (Compendio nº 190)

PRINCIPALES IDEAS A RESALTAR: * La participación en el oficio profético de Cristo, "que proclamó el Reino del Padre con el testimonio de la vida y con el poder de la Palabra", habilita y compromete a los fieles

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laicos a acoger con fe el Evangelio y a anunciarlo con la palabra y con las obras, sin vacilar en denunciar el mal con valentía. *Son igualmente llamados a hacer que resplandezca la novedad y la fuerza del Evangelio en su vida cotidiana, familiar y social, como a expresar con paciencia y valentía, en medio de las contradicciones de la época presente, su esperanza en la gloria "también a través de las estructuras de la vida secular".

Los laicos participan en la misión regia de Cristo porque reciben de Él el poder de vencer el pecado en sí mismos y en el mundo, por medio de la abnegación y la santidad de la propia vida. Los laicos ejercen diversos ministerios al servicio de la comunidad, e impregnan de valores morales las actividades temporales del hombre y las instituciones de la sociedad. (Compendio nº 191)

PRINCIPALES IDEAS A RESALTAR: * Por su pertenencia a Cristo, Señor y Rey del universo, los fieles laicos participan en su oficio real y son llamados por él para servir al Reino de Dios y difundirlo en la historia. Viven la realeza cristiana, antes que nada, mediante la lucha espiritual para vencer en sí mismos el reino del pecado; y después en la propia entrega para servir, en la justicia y en la caridad, al mismo Jesús presente en todos sus hermanos, especialmente en los más pequeños.

LA VIDA RELIGIOSA La vida consagrada se caracteriza por la profesión de los consejos evangélicos, en un estado de vida estable y reconocido por la Iglesia. Los que asumen libremente este estado se comprometen a practicar la castidad en el celibato por el reino, la pobreza y la obediencia, como forma de vivir su vocación bautismal de modo íntimo y radical. A lo largo de los siglos nunca han faltado hombres y mujeres que, dóciles a la llamada del Padre y a la moción del Espíritu, han elegido este camino de especial seguimiento de Cristo, para dedicarse a El con corazón « indiviso » (cf. 1 Co 7, 34). También ellos, como los Apóstoles, han dejado todo para estar con El y ponerse, como El, al servicio de Dios y de los hermanos. De este modo han contribuido a manifestar el misterio y la 11

misión de la Iglesia con los múltiples carismas de vida espiritual y apostólica que les distribuía el Espíritu Santo, y por ello han cooperado también a renovar la sociedad. La vida consagrada es un estado de vida reconocido por la Iglesia; una respuesta libre a una llamada particular de Cristo, mediante la cual los consagrados se dedican totalmente a Dios y tienden a la perfección de la caridad, bajo la moción del Espíritu Santo. Esta consagración se caracteriza por la práctica de los consejos evangélicos. (Compendio nº 192)

La vida consagrada participa en la misión de la Iglesia mediante una plena entrega a Cristo y a los hermanos, dando testimonio de la esperanza del Reino de los Cielos. (Compendio nº 192)

PRINCIPALES IDEAS A RESALTAR: * Características de la vida consagrada: 1.

Consagración y vida fraterna

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Oración y sacrificio

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Solidaridad hacia los pobres

4.

Apostolados intelectuales

5.

Dedicación a las tareas más arduas

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Tareas misioneras incluso hasta el martirio

* “El testimonio de las personas consagradas hace realidad en medio del pueblo de Dios el espíritu de las bienaventuranzas, el valor del gran mandamiento del amor a Dios y del amor al prójimo. En suma, las personas consagradas están en el centro del misterio de la Iglesia, la esposa que responde con todo su ser al amor infinito de Cristo”. * Renuncian al mundo. Esto no significa que se desentienden del mundo, sino de los afanes materiales al que el mundo le invita.

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