Tecnicatura Superior en Artes Visuales

LA FIGURA HUMANA EN EL ARTE. El canon natural y artístico del hombre. Los cánones del artista tienen ante todo un valor histórico, porque son la expresión de la figura ideal a la que han llegado determinado artista o determinada época artística, merced a su experiencia técnica. Quételet fue el primero que intentó hacerlo sobre una base científica. Su canon medio tiene una altura de 165 cm, que no contiene siete veces y media la cabeza. Langer y Richer también obtienen un canon de 7 ½ cabezas. La altura varía entre las razas y en la blanca oscila entre 7 y 8 cabezas. Los tres canones más conocidos son: 

Canon de 7 ½ altura de cabeza. Tipo rechoncho. 170 cm de estatura media. Tipo medio de Richer. Canon de Langer

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Canon de 7 ¾ altura de cabeza. Corpulencia mediana. 175 cm. Tipo normal. Canon de Fritsch.

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Canon de 8 alturas de cabeza. Tipo alto esbelto. 180 cm. Figura ideal. Tipo heroico de Richer. Canon de Geyer.

Comparados estos tres canones entre sí, resulta como diferencia esencial la longitud corriente de la pierna, y en consecuencia con esto el centro del cuerpo (KM) cae cada vez más abajo en el tronco. Las diferencias sexuales también deben tenerse en cuenta al trabajar con los cánones. El ancho de las caderas en la mujer (articulación coxofemoral) es mayor debido a su función biológica. La cadera es más ancha y corta, posee una inclinación diferente al hombre. En cambio debido a la articulación escápulo humeral y acromio clavicular que es menor, posee un torso más pequeño. Su estatura también será menor, aun manteniendo las proporciones de 7 u 8 cabezas.

Profesora: Miryan V. Romero

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Los cánones científicos

se remontan a la época de los egipcios. En las

figuras 1 y 2, un ídolo de madera y un fetiche de África presentan proporciones extrañas. El antepasado cuya memoria perpetúa el ídolo de madera, tiene la cabeza de un niño de dos años; y en el fetiche femenino no vemos ni una de las proporciones del recién nacido de cuatro alturas de cabeza. El arte egipcio utilizó un canon de 19 longitudes de dedo (estatua egipcia de piedra caliza y otra de madera denominada la esclava) las dos miden 7 cabezas pero las piernas (siguiendo el canon de Fritsch) resultan largas y antinaturales.

Para algunos historiadores los griegos aceptaron el canon egipcio. Las obras más antiguas como el mancebo de Atenas mide 7 ½ altura de cabeza. Policleto (Sicione, 480 a C.) aplicó reglas geométricas que contienen la proporción de 7 ½ cabezas de altura en el Dorífero y el Diadumeno. Lisipo (Sicione 390 a C.) utiliza el canon de 8 cabezas, pero su Apoxyomenos mide más de 8 cabezas.

En el Renacimiento rigió el canon de 8 alturas de cabezas. Pero el San Sebastián de Botticelli mide 9 alturas de cabeza. A Miguel Angel se le atribuye un canon que se conserva en una reproducción, el grabado de Juan Fabbri y corresponde a 8 alturas de cabeza. Pero Miguel Ängel no ha dejado estudios al respecto. En cambio Leonardo en su Tratado de la Pintura, presenta una figura modelo y dice haberla calculado sobre 8 alturas de cabeza.

Entre los últimos estudios sobre las proporciones es muy importante el trabajo de Le Corbusier que ha extraído del hombre y de la sección áurea un nuevo módulo: el “Modulor”, para relacionar al hombre actual con su hábitat; su casa, su entorno y los elementos y utensilios de uso cotidiano.

Profesora: Miryan V. Romero

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