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SUBSIDIO AL PRECIO DEL GAS LICUADO DE PETRÓLEO EN BOLIVIA. Sergio Mauricio Medinaceli Monrroy. Page 2. ii. Resumen. El presente documento ...
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SUBSIDIO AL PRECIO DEL GAS LICUADO DE PETRÓLEO EN BOLIVIA

Sergio Mauricio Medinaceli Monrroy

Resumen El presente documento analiza las consecuencias redistributivas de una posible eliminación del subsidio al precio del Gas Licuado de Petróleo (GLP) en Bolivia. A través de un procedimiento de microsimulación se estudió el cambio de comportamiento que tendrían las familias, según sea su nivel de ingreso y pobreza, ante un incremento en el precio del GLP. Para alcanzar este objetivo se tomó como base de información la encuesta de hogares realizada en Bolivia a finales del año 2000. Los resultados más importantes son: a) El consumo de GLP es característica de los hogares en el área urbana sean éstos pobres o no; b) el impacto redistributivo que tendría la eliminación del subsidio depende de la capacidad que tengan estas familias para sustituir este energético, por tanto, a mayor sustitución menor regresividad de la medida y; c) los energéticos que presentan una mayor probabilidad de ser sustitutos del GLP son la leña y el kerosén. Otro impacto del incremento en el precio del GLP sería la recomposición de la matriz energética, privilegiando el consumo de estos dos últimos productos.

Palabras Clave: Comportamiento de los hogares, impuestos y subsidios. Clasificación JEL: D1, H2.

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ÍNDICE

1. Introducción

01

2. Algunos Aspectos Teóricos

03

2.1 Subsidio

03

2. 2 Eliminación del subsidio

05

2.3 Evaluación de Políticas Económicas

07

3. Oferta y subsidio del GLP en Bolivia

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3.1 Oferta

12

3.2 Subsidio al Gas Licuado de Petróleo (GLP)

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4. Precios y Subsidio

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5. Impacto del subsidio

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5.1 Modelo

25

5.2 Encuesta de Hogares Utilizada

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5.3 Escenario 1

31

5.4 Escenario 2

33

5.5 Sensibilidades

40

6. Conclusiones

43

Referencias Bibliográficas

47

Anexo 1

50

Anexo 2

52

Anexo 3

53

Anexo 4

55

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1.

Introducción

Luego del proceso de privatización del sector petrolero en Bolivia iniciado a principios de la década de los noventa, surgen importantes preguntas y cuestionamientos a nivel de política energética, mismos que antes de este proceso no eran claros y/o resultaban difíciles de cuantificar. Uno de ellos es la evaluación del subsidio que actualmente tiene el precio del Gas Licuado de Petróleo (GLP) para el consumo domiciliario. Si bien previo a este proceso privatizador el precio del GLP era subsidiado su instrumentación era distinta a la actual. El mecanismo empleado, no sólo en el GLP sino también en otros productos como el kerosén y gas oil, era a través de subsidios cruzados dentro la empresa estatal petrolera. De esta forma existían subsidios tanto de la parte extractiva a la de refinación como entre productos ya refinados. A partir del proceso de privatización el subsidio es entregado de forma directa a la empresa estatal y empresas privadas. Esta distinción de mecanismos permite ahora analizar con más detalle la metodología para la entrega de subsidios y el impacto que podría tener el mismo en el ingreso de las familias. En este contexto el objetivo del presente documento es estudiar dicho impacto, sobre todo interesa identificar y cuantificar la distribución del ingreso resultante de una posible eliminación de este subsidio. Durante el pasado siglo la evaluación de las políticas económicas implementadas ha tenido un desarrollo amplio e interesante, debido al hincapié que se tuvo en el análisis causal de las mismas. En este sentido la evaluación de un cambio en la política económica o social parte de la formulación de dos etapas. En la primera se elige el criterio de valoración de las distintas alternativas sociales que puedan presentarse debido a la aplicación de una determinada política. En la segunda se elige el mecanismo o instrumento que permitirá evaluar la misma, en esta parte interesa la validez estadística y/o econométrica del mismo. En esta línea, en la primera parte del documento además de presentar la definición de subsidio que será utilizada se analizan algunos criterios de valoración social. Por otra parte como se eligió la técnica de microsimulación como

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el instrumento que servirá para evaluar la eliminación del subsidio al precio del GLP, ésta será discutida a la luz de las ventajas y desventajas que posee. En la actualidad la producción de GLP en Bolivia está a cargo de empresas privadas, resultado de los contratos de riesgo compartido, capitalización y privatización implementados durante la década de los noventa. Estas empresas extraen el GLP como un derivado de la explotación principal en cada uno de sus campos, es decir, del gas natural, gasolina y condensado o extraen el mismo de los procesos de refinación. Por otra parte, el engarrafado y distribución de GLP está compuesto por empresas privadas y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), empresa estatal de petróleo que aún tiene bajo su administración 24 plantas de engarrafado. La competencia entre empresas privadas y la estatal es evidente, más aún, la capacidad de las empresas privadas para acaparar mercado es tan fuerte, que en los últimos años se advierte un desplazamiento de la comercialización estatal a la privada, sobre todo en las principales ciudades de Bolivia, dejando a YPFB el abastecimiento en zonas alejadas. En este contexto privado y público el Gobierno entrega un subsidio al precio del GLP en la etapa de engarrafado para alcanzar dos objetivos simultáneamente: a) impedir que el precio de venta de GLP al consumidor final se incremente y; b) fomentar la participación privada en este mercado. Como quiera que la cuantificación de este subsidio es complicada debido a la dificultad para hallar el costo marginal de producción y comercialización, la metodología para la entrega del subsidio es como se explica a continuación. A cada empresa engarrafadora se le entrega un monto de dinero por cada unidad comercializada, el tamaño de esta entrega es igual al margen de refinería negativo (especificado en la normativa legal) vigente a la fecha de comercialización del producto. Por tanto y para fines del presente documento, la magnitud del subsidio del cual se benefician las familias será igual a dicho margen. El análisis de microsimulación realizado en este documento tiene como base los resultados de la Encuesta Continua de Hogares (MECOVI) realizada a finales del año 2000. Para evaluar el

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posible comportamiento de los consumidores ante la eliminación del subsidio, se dividió la muestra en familias del sector urbano y rural. Luego se analizó la distribución del ingreso en ambos grupos con el precio subsidiado y sin el mismo. Primero asumiendo que no existe sustitución con otros energéticos y luego verificando la posibilidad de que el kerosén y la leña sean posibles sustitutos, dado el precio relativo de ambos. El resultado más importante encontrado es que la dimensión de la regresividad resultante de una política de eliminación del subsidio al precio del GLP, dependerá de la sustitución que realicen las familias por otros energéticos, por tanto se observa que a mayor sustitución menor regresividad del cambio de política. El documento está ordenado como sigue, en la segunda parte se presentan algunos conceptos teóricos y definiciones acerca de los subsidios desde una perspectiva económica y las técnicas para evaluar el cambio de una determinada política. En la tercera se realiza un breve estudio de la oferta de GLP en Bolivia y la formación del subsidio en el precio del GLP desde 1997. Luego se estudian algunos posibles escenarios que podrían presentarse con la eliminación del subsidio. Finalmente se presentan las conclusiones encontradas en el estudio. 2. Algunos Aspectos Teóricos 2.1 Subsidio Definición, la definición de un subsidio encontrada en la literatura depende del grado de alcance del estudio que se quiera hacer y la disponibilidad de datos presente. Clements et al. (1998) utilizan la definición empleada por el Sistema de Cuentas Nacionales de los Estados Unidos de Norteamérica, donde un subsidio es el conjunto de pagos no requeridos hechos del gobierno a las empresas, sobre la base del total de su producción o de su valor de ventas. La EIA (Energy Information Administration) de los EEUU define subsidio como una transferencia de un recurso económico del Gobierno al comprador o vendedor de un bien o servicio que tiene el efecto de reducir el precio pagado, incrementar el precio recibido o reducir el costo de producción de un

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bien o servicio. El efecto neto de este subsidio es estimular la producción o consumo de un bien o servicio que de otro caso no se consumirían en ese nivel. Para Riedy (2001) los subsidios comprenden todas las medidas que mantienen el precio para los consumidores debajo del nivel de mercado o para los productores, por encima de él; o que reducen el costo para los consumidores o productores otorgándoles un soporte indirecto. Para Bruce (1990) la definición de un subsidio depende del tratamiento que se quiera tener de él dado que puede ser definido en una forma amplia o muy restringida. En la forma restringida deberían utilizarse todas las clasificaciones que se pueden hacer (directo, efectivo, etc.), la forma amplia incluye todas las formas de subsidios. Básicamente para este autor un subsidio se presenta cuando el precio de venta final de un factor o bien se vende por debajo de su costo marginal de producción, definición adoptada en este documento. Clasificación de Subsidios, al igual que la definición de un subsidio, la clasificación del mismo resulta ad-hoc al estudio que se realice, sin embargo los distintos criterios de clasificación pueden agruparse en tres grupos: a) directos; b) indirectos y; c) otros. Subsidios directos, se presentan cuando los consumidores o las firmas reciben una cantidad de dinero por cada unidad consumida o producida, o cuando existen disminuciones en la carga impositiva de algún agente económico, que generalmente vienen en la forma de disminuciones en la tasa impositiva gravada. Subsidios indirectos, son otras formas de subsidio que afectan el costo de adquisición o el de producción de un bien o servicio, en el caso de la energía cuando disminuyen el costo de uso de un tipo de energía versus otra alternativa. Otros subsidios, cuando el gobierno realiza labores de investigación y/o desarrollo implícitamente disminuye los costos de producción de un bien, dentro esta categoría también podría introducirse a la educación prestada por el gobierno, cuando se provee infraestructura, capital a bajas tasas de interés, etc.

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2. 2 Eliminación del subsidio Hope y Balbir (1995) utilizan el siguiente modelo para evaluar el impacto sobre el bienestar ante un incremento en el precio de la energía utilizada por los hogares, que podría deberse a una disminución del subsidio. La función de demanda por el bien x se expresa en la ecuación 1, donde px es el precio del bien x, pi es el precio de otros bienes e y es el ingreso del consumidor individual. x = f ( p x , p1 , p 2 ,..., y )

(1)

Cuando el precio del bien x se incrementa el efecto sobre la demanda del bien puede representarse a través de la ecuación de Slutsky (ecuación 2). Donde η xp es la elasticidad precio de demanda, η xps es la elasticidad sustitución respecto a otros bienes, v x = x / y es la participación en el ingreso del gasto en el bien x y finalmente η xy es la elasticidad ingreso del bien x. Se observa que el cambio en la cantidad demandada del bien x dependerá del valor que tomen las elasticidad sustitución respecto a otros bienes y respecto al ingreso. El análisis usual sobre bienes normales, inferiores y superiores (según estos autores) también puede aplicarse al consumo de bienes energéticos.

η xp = η xps − v x n xy

(2)

5

El cambio en el excedente del consumidor ( ∆EC ) ante variaciones en el precio del bien x puede expresarse como la integral de la demanda entre el precio inicial p0 y el final p1, tal como se expresa en la ecuación 3. Por tanto la variación en dicho excedente está relacionada con la elasticidad precio de la demanda presente en este tipo de bienes. Si la función de demanda D(p) es del tipo lineal la variación en el excedente del consumidor puede aproximarse a través de la ecuación 4, donde x1 es la cantidad final demandada y x0 es la inicial. p1

∆EC = ∫ D( p)dp

(3)

1   ∆EC = −  x1 ⋅ ( p1 − p0 ) + ⋅ ( x0 − x1 ) ⋅ ( p1 − po ) 2  

(4)

p0

Dentro este análisis de equilibrio parcial una posible modificación al problema de los subsidios es la analizada por Hirshleifer y Glazer (1994). Estos autores plantean que los subsidios tienen un efecto sustitución e ingreso cuando las preferencias de los individuos se comportan normalmente, sin embargo si se presenta perfecta sustitución entre los bienes de consumo la eliminación u otorgamiento del subsidio podría no arrojar los resultados esperados. La razón es como sigue, la presencia de bienes perfectamente sustitutos hace que la solución óptima del consumidor sea de “esquina”. Cualquier movimiento de los precios a través de un subsidio podría no tener el cambio de consumo deseado, dado que las preferencias o el precio relativo de los bienes en cuestión, podría no verse afectada manteniendo la solución de esquina en el punto inicial. Por ejemplo, si el bien x1 es subsidiado y sólo éste es consumido por el agente representativo, la eliminación de dicho subsidio no necesariamente ocasionará que el individuo consuma otro bien o diminuya el consumo de x1 . En este caso la disminución en el excedente del consumidor es mucho más severa puesto que el consumidor no desea evitar el consumo de este bien.1

1

Por ejemplo, cuando la demanda es lineal, el excedente perdido en el caso de una solución de esquina es mayor al registrado en una situación normal:

− [x 1 ⋅ ( p 1 − p o

)] >

1   −  x 1 ⋅ ( p 1 − p o ) + ⋅ (x 0 − x 1 ) ⋅ ( p 1 − p 0 ) si p 1 > p 0 > 0, x 0 > x 1 > 0 2  

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Desde una perspectiva de equilibrio general la aplicación de subsidios o impuestos indirectos ha sido sujeto de amplio debate teórico. En general la discusión está concentrada en los efectos distorsionarios que provoca la aplicación de tales instrumentos. Dependiendo de los supuestos que se utilicen sobre la calidad de información de los agentes y el nivel de sustitución de los bienes la aplicación de un subsidio podría o no generar equilibrios subóptimos (Saez 2002). En el caso que sí lo hagan, sólo la aplicación de impuestos/subsidios directos sobre el ingreso podría solucionar el problema de inequidad que pueda presentarse. Si el Gobierno no puede diferencia el tipo de trabajador que será sujeto del impuesto/subsidio, la aplicación de impuestos indirectos, tarifas o subsidios, podría lograr resultados satisfactorios en términos de redistribución del ingreso. La discusión sobre este tema dista de llegar a su fin, sin embargo queda claro que al momento de evaluar la aplicación de un impuesto indirecto es necesario considerar los potenciales problemas de información que pudieran presentarse. 2.3 Evaluación de Políticas Económicas

La evaluación de cualquier política económica puede dividirse en dos grupos o etapas, en la primera se elige el criterio de valoración de las alternativas sociales que puedan presentarse según sea la política empleada. En esta línea la literatura dedicada al estudio de la economía del bienestar analiza la forma como las preferencias individuales se traducen en preferencias sociales. La segunda etapa responde al instrumento utilizado en la evaluación cualquiera sea el cambio en la política económica. Esta discusión se enfoca en la rigurosidad estadística y econométrica empleada para dicha evaluación, la consistencia con el comportamiento de la economía y la transparencia de dicho instrumento. A continuación se expondrán algunos criterios para evaluar distintas alternativas sociales resultantes de un cambio en la política económica y luego se presentarán los instrumentos usuales para este análisis, en particular se estudiará el mecanismo de evaluación empleado en el presente documento.

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Uno de los objetivos de la economía del bienestar es proveer métodos de evaluación de cambios en determinadas políticas sociales y económicas para responder una pregunta básica: ¿Es el cambio de política socialmente deseable? Coate (1999) resume estos métodos en dos grupos. El primero utiliza una función de bienestar social y el segundo es el criterio de compensación. El mismo autor señala que existen otros criterios adicionales o complementarios que pueden emplearse: la aproximación de eficiencia, la normativa moderna de la economía del sector público y el análisis de costo beneficio. El enfoque utilitarista evalúa el cambio de política comparando la asignación de utilidad de todos los agentes de una economía en una situación de status quo y aquélla obtenida con el cambio de política, se indica que el cambio es recomendable si la utilidad social es mayor a una situación previa. El criterio de compensación tiene al menos dos variantes: el criterio de Hicks y el del Kaldor. El primero evalúa el cambio de política comparando la asignación de utilidad obtenida con dicho cambio y aquella que se hubiera alcanzado con una adecuada redistribución lump sum en una situación de status quo. Por tanto el cambio de política será deseable si no es posible realizar una distribución de los potenciales ganadores a los perdedores, de tal forma que deje a todas las partes mejor de lo que estarían bajo el cambio de política. El criterio de Kaldor evalúa el cambio de política comparando la asignación de utilidad del status quo, con aquella obtenida en a través de una redistribución lump sum en la nueva situación. Como se observa ambos criterios son similares sólo que la aplicación de la redistribución es distinta. La aproximación de eficiencia no mide si las ganancias, evaluadas en una función de bienestar social, son mayores a las pérdidas, dado un cambio de política, en su lugar compara el cambio de política con otras alternativas. Se decidirá hacer el cambio si luego de ser comparado con otros posibles cambios resulta que la asignación de utilidades es Pareto superior a cualquier otra alternativa. Lo contrario también es válido, no será recomendable un cambio de política si existe al menos una política alternativa que produce un resultado Pareto superior.

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El enfoque de la normativa moderna del sector público considera la existencia de una función de bienestar social y un conjunto de políticas económicas disponibles. Se busca aquella política que maximice dicha función de bienestar social, donde no debería extrañar que muchas veces se alcancen soluciones de segundo óptimo. Recientemente en lugar de funciones de utilidad social se utiliza el criterio de eficiencia en el sentido Pareto. Una política es eficiente si no existe una política alternativa que produce una asignación de utilidades dominante en el sentido Pareto. Finalmente el enfoque costo/beneficio calcula la variación compensatoria de cada individuo con el cambio de política y ésta es recomendable sí y sólo si la suma de todas es positiva. Como se observa la evaluación de un cambio de política económica depende de la valoración asignada a los distintos miembros de la sociedad y el grado de información de parte del “hacedor” de la misma. Si bien el criterio de eficiencia, ya sea a través del criterio de compensación o del enfoque eficientista, parece el más adecuado, dado que la dominancia en el sentido Pareto es un concepto de amplia aceptación, el nivel de información e instrumentos necesarios es elevado. Por esta razón el presente documento se enfoca en el criterio utilitarista, evaluado a través del ingreso de las personas, para analizar el cambio en el subsidio del GLP. En particular sólo se analiza si con la eliminación del subsidio el ingreso de las personas más pobres empeora en mayor proporción al de las personas no pobres. La segunda etapa de evaluación contempla el uso y justificación de algún procedimiento estadístico econométrico para valorar el cambio de política. La evaluación desde un punto de vista macroeconómico ha utilizado distintas técnicas, desde modelos de equilibrio parcial, estructurales estáticos, dinámicos de equilibrio general y recientemente modelos de calibración.2 Por otra parte la evaluación microeconómica comenzó a separarse de la macroeconomía a partir de la década de los sesenta con el uso de datos de panel. En los últimos años se ha extendido el uso de modelos paramétricos y no paramétricos3 y las técnicas de microsimulación. Dado que el 2 3

Heckman (1999). Ichimura y Taber (2000).

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presente documento utilizará esta última técnica para evaluar la eliminación al subsidio del GLP a continuación se la desarrollará con mayor detalle. De forma general la microsimulación utiliza datos microeconómicos de familias u hogares y simula el efecto de un cambio en cualquier política económica sobre los coeficientes de un modelo o en las características individuales4, para luego agregar los resultados en cualquier nivel de interés. En principio el cambio en una política puede ser aislado comparando observaciones previas o posteriores a la misma o, comparando dos grupos de individuos o familias que se consideran idénticos cuya única diferencia es que uno de ellos fue expuesto a esta política. Las técnicas de microsimulación permiten lograr este objetivo anticipando el cambio de comportamiento de cada una de estas unidades y agregando los resultados de la forma que se vea conveniente, sin la necesidad de agregar el comportamiento individual dentro el concepto del agente agregado5. En general las técnicas de microsimulación se interesan en la distribución completa de la variable objetivo. Tradicionalmente las técnicas de microsimulación se dividen en dos grandes tipos: estáticos y dinámicos. Los modelos estáticos utilizan una combinación de re-ponderación de las unidades micro y una indexación de los montos de dinero utilizados en un determinado punto del tiempo. Otros modelos no realizan este cálculo y sólo trabajan con las unidades contemporáneas a la fecha en que fueron obtenidas las observaciones micro. Los modelos dinámicos generalmente tratan con el cambio en la edad de las unidades sujetas de análisis. En cada período se compara la variable sujeta de estudio, donde los resultados encontrados son sensibles a los supuestos que se tengan sobre la evolución de las variables macroeconómicas. Por tanto es posible simular el cambio de una política determinada bajo distintos supuestos de desempeño de dichas variables. La simulación estática generalmente se utiliza cuando sólo es necesaria información de un punto en el tiempo para analizar el cambio de política. Los modelos dinámicos se utilizan cuando es 4 5

Robilliard et. al (2001); Mitton et al., (2000). Klevmarken (2001).

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necesaria información de varios períodos en el tiempo, por ejemplo Bonnet y Mahieu (2000) utilizan esta técnica para evaluar los efectos de un cambio en el sistema de pensiones. Las técnicas de microsimulación analizan dos tipos de efectos, de primer y segundo orden. El primero se utiliza en modelos de análisis sobre impuestos, donde simplemente se verifica cuál es la presión tributaria de un determinado sistema impositivo sobre el grupo de personas/familias que se analicen. Basta con agregar la carga tributaria de todos los impuestos considerados y presentar los resultados en el orden que se vea conveniente. Si bien esta metodología tiene la virtud de ser sencilla y fácil de entender, no anticipa el cambio en el comportamiento de los agentes cuando el sistema impositivo es modificado. En este caso es deseable incorporar los efectos de segundo orden, donde se analizan el cambio en el comportamiento de las unidades que sean sujetas de análisis. La forma cómo se estima el cambio en el comportamiento claramente es un supuesto importante para el análisis. El principal problema con la aplicación de modelos de comportamiento en datos de cross section es la imposibilidad de observar el comportamiento dinámico de la variable de estudio ante un cambio en la política económica. La disponibilidad de datos de panel soluciona este problema, pues permite analizar la dinámica del modelo y calcular de mejor manera la probabilidad de transición que se utilizarán en la dimensión de la edad de las unidades sujetas de análisis. La introducción de un componente de comportamiento introduce un elemento adicional de incertidumbre generado por los parámetros estimados. Por esta razón los resultados de microsimulación están sujetos a un grado de error debido a los elementos de agregación y aproximación utilizados. La posibilidad de no considerar otras alternativas de comportamiento o errores en la muestra tomada podría conllevar errores importantes de sesgo, en este sentido es deseable realizar análisis de sensibilidad para minimizar los mismos. Muchos de los modelos de microsimulación se diseñan para analizar problemas distributivos, en particular del ingreso. En este sentido es necesario discutir la validez estadística de los mismos.

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En general este tipo de modelos maneja adecuadamente las relaciones no lineales que puedan presentarse al momento de analizar un determinado cambio de política, debido a las distintas características de los individuos. El tamaño y la complejidad de algunos modelos podría originar que el entendimiento y causalidad de los mismos sea difícil de identificar, en especial cuando la ciencia económica no proporciona los instrumentos adecuados para analizar grandes muestras de agentes.6 El presente documento utiliza un modelo de microsimulación estático y verifica el cambio en el ingreso, y por tanto la distribución del mismo, cuando el subsidio al precio del GLP es eliminado. Los escenarios se construyen anticipando el cambio de comportamiento de las familias de tal manera es posible verificar la existencia o no de posibles sustitutos para el consumo de GLP. 3. Oferta y subsidio del GLP en Bolivia

Para entender cómo funciona el mecanismo de entrega del subsidio al GLP es necesario conocer la estructura productiva del sector. Debido al número de agentes y empresas involucradas en la producción, transporte, engarrafado y distribución del producto, a continuación se hará un breve repaso de la oferta de GLP en Bolivia, su evolución y actores importantes. Luego se explicará el cálculo y entrega del subsidio al precio del GLP. Finalmente se presentará el impacto de dicho subsidio sobre el precio final y las recaudaciones fiscales, en particular se analizará la evolución del precio de no aplicarse el mismo.

3.1 Oferta

La producción, transporte y comercialización de GLP durante la década de los ochenta y parte de los noventa estuvo a cargo de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). Empresa estatal que tenía como objetivo principal lograr el abastecimiento de productos derivados del

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Klevmarken (2001).

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petróleo en el mercado interno. De esta manera tenía el monopolio en casi todas las actividades del upstream y downstream. Luego de promulgada la última Ley de Hidrocarburos (N° 1689) en abril de 1996, las actividades de comercialización y distribución son libres y pueden ser realizadas por cualquier persona natural o jurídica, siempre que cumpla con los requisitos básicos exigidos en dicha Ley y su respectiva reglamentación. A esta reforma es necesario añadirle tres aspectos importantes (dentro este proceso de traspaso de las actividades petroleras al sector privado) y relevantes para el estudio de la oferta del GLP: a) La capitalización de aquella participación estatal en las actividades del upstream; b) la privatización de las refinerías y; c) la promulgación de la Ley 1600, que crea el Sistema de Regulación Sectorial (SIRESE). Resultado de los procesos de capitalización y privatización se conformaron empresas privadas que adquieren la participación completa en la producción de GLP. Como consecuencia de la creación del marco regulatorio, a través del SIRESE es posible regular el precio de venta final del GLP y la entrada de nuevos competidores al mercado. Producción, ésta proviene de dos fuentes, el producido en las refinerías de Santa Cruz y

Cochabamba a través de la Empresa Boliviana de Refinación S.A. (EBR) y el producido por plantas de separación de contenidos líquidos de gas natural (llamado gas de plantas) pertenecientes a empresas productoras. La Tabla 1 presenta la evolución de la producción de GLP durante el período 1998-2001, se observa que las tasas de crecimiento globales son positivas y crecientes debido al crecimiento en la producción de GLP de plantas, por el contrario la producción de las refinerías presenta una tasa de –7.9% anual. Este incremento en la producción de plantas está asociado a la mayor producción de gas natural resultante del contrato de exportación con el Brasil.

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Tabla 1 Producción de GLP – 2000 (MCD) ORIGEN Total Plantas Andina S.A. Maxus S.A. Pérez Companc Chaco S.A. Vintage BG Petrobras EBR S.A. Total Tasa de Crecimiento

1998 1999 2000 1,225 1,330 1,511 435 388 390 14 252 282 104 77 134 589 523 518 0 38 106 83 52 81 0 0 0 294 259 229 1,519 1,589 1,740 4.6% 9.5%

2001 1,756 515 304 164 509 74 102 88 230 1,986 14.1%

MCD = Metros cúbicos / día Fuente: Superintendencia de Hidrocarburos Elaboración: Propia

Ventas, una vez que el GLP se produce, ya sea a partir del proceso de refinación o separación, el

mismo es engarrafado generalmente en garrafas de 10 kilos. Hasta el año 1998 YPFB era la única empresa que realizaba este proceso, a partir de 1999 nuevos operadores privados obtienen su licencia e ingresan al mercado. El año 2001 existían 26 plantas de engarrafado pertenecientes a YPFB, tres de Samo, una de Flamagas y una de Bernel, siendo las últimas empresas privadas. Para el año 2000 la capacidad de engarrafado de YPFB era de 305,800 toneladas/año, por su parte las tres empresas privadas mencionadas tenían una capacidad de 117,560 toneladas/año. La capacidad utilizada por YPFB era de 74%, mientras que el sector privado trabaja casi al 100% de la misma. Por otra parte sólo YPFB compra el GLP de las refinerías, siendo las empresas del upstream abastecedoras del resto de engarrafadoras privadas y de YPFB también. Existe la conjetura acerca de procesos de integración vertical entre empresas abastecedoras y engarrafadoras privadas, dado que en mayo de 2001 la Superintendencia de Hidrocarburos identificó prácticas anticompetitivas por parte de una de las empresas productoras. Luego de ser engarrafado el GLP debe ser distribuido al consumidor final a través de pequeñas empresas distribuidoras, que pueden o no (de acuerdo a la Ley de Hidrocarburos) estar integradas verticalmente con las empresas engarrafadoras. Durante el año 2000 la distribución minorista

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estuvo compuesta por 128 plantas distribuidoras de GLP cuya distribución nacional se presenta en la Tabla 2. Puede notarse que la composición porcentual urbana/rural es bastante parecida en todos los departamentos, sin embargo los niveles de consumo son mayores en el área urbana, es posible conjeturar entonces la existencia de oligopolios en la distribución de ciudades capitales Tabla 2 Distribución de las Plantas Distribuidoras de GLP en garrafas Departamento La Paz Cochabamba Santa Cruz Chuquisaca Oruro Potosí Tarija Beni Pando Número total de plantas Total

Urbana 24,6% 21,1% 15,8% 7,0% 8,8% 7,0% 8,8% 5,3% 1,8% 57 100%

Provincial 16,9% 25,4% 22,5% 0,0% 5,6% 15,5% 5,6% 8,5% 0,0% 71 100%

Total 20,3% 23,4% 19,5% 3,1% 7,0% 11,7% 7,0% 7,0% 0,8% 128 100%

Fuente: Superintendencia de Hidrocarburos Elaboración: Propia

Respecto a las ventas del área de comercialización la Ilustración 1 presenta su evolución durante el período 1990-2001. Claramente se observa la presencia de una tendencia creciente durante 1990-1997, con una tasa de crecimiento promedio anual de 6.0% y estable desde 1997 con una tasa de crecimiento promedio de 0.7%. Surgen algunas posibles explicaciones de este proceso: 1) A partir de 1997 se privatiza la empresa estatal del petróleo, por tanto el incentivo del sector privado a crear nuevos mercados pudiera haber disminuido; 2) el precio del GLP disminuye (en términos reales) durante el segundo período, lo que de alguna manera desincentivaría la venta de GLP en el mercado interno y; 3) Bolivia experimenta una caída en el PIB per cápita a partir de 1998, situación que limitaría la demanda por GLP. Otras dos observaciones son hechas con la Ilustración 1, la primera es la creciente participación de las empresas engarrafadoras privadas a partir de 1999, llegando el año 2001 al 56% de las ventas totales (concentrada sobre todo en ciudades capitales). La segunda, es el marcado

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contraste entre la producción y ventas de GLP, mientras la primera variable experimenta un fuerte incremento (Tabla 1) la segunda se mantiene estable (Ilustración 1) en el mismo período, en este sentido el sector privado podría preferir la exportación de GLP antes que su venta en el mercado interno. Ilustración 1 Ventas GLP - Mercado interno 30,000,000

25,000,000

Garrafas

20,000,000

15,000,000

10,000,000

5,000,000

0 1990

1991

1992

1993

YPFB

1994

SAMO

1995

1996

Flamagas

1997

Bernel

1998

1999

2000

2001

Pecagas

3.2 Subsidio al Gas Licuado de Petróleo (GLP)

Cuando el abastecimiento de GLP estaba completamente a cargo de YPFB, la identificación de posibles subsidios cruzados era confusa y difícil de cuantificar. La estructura de ingresos y gastos de la empresa estatal petrolera era manejada de forma integrada para cada una de las operaciones principales, producción, refinación, transporte y comercialización, por tanto establecer qué parte de los costos correspondía a cada etapa o producto era una tarea ciertamente complicada.

16

A partir de la nueva metodología de fijación de precios de los productos regulados (1997), el precio del GLP en el mercado interno es calculado (por la Superintendencia de Hidrocarburos) con las siguientes consideraciones: 1) Uno de los componentes del mismo es el precio internacional Mont Belvieu publicado por el Platt´s. 2) Está compuesto también por márgenes de refinación, transporte y comercialización. 3) Todos los márgenes y el precio internacional están indexados al dólar estadounidense. Con esta nueva metodología se determinó que el GLP debía ser subsidiado a través de márgenes de refinación negativos, manteniendo exógenos el precio vigente en el mercado interno y la estructura de costos de transporte y comercialización establecida en la nueva estructura de precios. En este sentido YPFB absorbía el subsidio tanto del GLP producido en las refinerías como del comprado a las empresas productoras, debe recordarse que hasta ese momento sólo las engarrafadoras de YPFB estaban en operación. La forma cómo el margen de refinería contiene el subsidio se explica a continuación. Existen tres precios establecidos por la Superintendencia de Hidrocarburos: a) el Precio Ex – Refinería, b) Precio Pre Terminal y c) Precio Final. Los dos primeros son precios fijos de venta de las refinerías a los comercializadores mayoristas y el tercero es un precio de venta “tope” de los comercializadores al consumidor final. De acuerdo a la ecuación 5 el Precio Ex – Refinería ( PERt ) incluye el precio de referencia ( PRt ) y el margen de refinería ( MR ). El primer componente relaciona el precio interno con el precio internacional Mont Belvieu y el segundo componente representa aquella parte del precio asignada a cubrir los costos de refinación. PERt es el precio de venta de GLP de las Refinerías a los distribuidores mayoristas, es decir es el precio de venta de la refinería a las plantas engarrafadoras de YPFB. A través de esta relación, cuando el MR es negativo se observa que

17

PERt < PRt por tanto dicho margen disminuye artificialmente el precio de referencia aplicado al GLP. PERt = PRt + MRt

(5)

El Precio Pre Terminal ( PPTt ) fija el precio al cual las refinerías deben vender el resto de productos (gasolina especial, diesel oil, etc.) a los distribuidores mayoristas, que a partir del año 2001 son empresas privadas con obligación de abastecimiento en el mercado nacional. Debe notarse que este precio incorpora los gastos de transporte por poliductos ( Tp ), otros transportes ( Td ) y el Impuesto Especial a los Hidrocarburos y sus Derivados (IEHD), tasa específica en Bs/litro gravada sobre volúmenes comercializados, que para el caso del GLP es cero (ecuación 6).

PPTt = PERt + Td + Tp + IEHDt + IVAt

(6)

Finalmente el Precio de venta al consumidor final ( PFt ) resulta de agregarle al precio pre terminal ( PPTt ) los márgenes de mayoreo (Mmay), almacenaje o engarrafado (Malm), minoreo o de las estaciones de servicio (Meess) y el Impuesto al Valor Agregado ( IVAt ).

PFt = [PPTt + Mmay + Malm + Meess + IVAt ] *

T .d .C. 158,98

(7)

Fue práctica común durante 1998 y 1999 ajustar el margen de refinería del precio final del GLP para impedir que el mismo varíe. Durante el año 1998 la constante caída en el precio de referencia internacional hizo que el margen de refinería del GLP sea cada vez “menos negativo”, siendo percibida esta situación como una disminución del subsidio. Este proceso se revierte durante 1999 cuando el precio de referencia se incrementa notablemente, ocasionando que el precio del GLP en el mercado interno se modifique en la misma dirección. A partir de agosto de 1999 se toma la decisión de esterilizar todos los movimientos en el precio de referencia a través de variaciones en el margen de refinería.

18

Hasta agosto de 1999 las actividades de refinación y engarrafado estaban bajo el control de YPFB. Cualquier decremento en el margen de refinería (valores negativos mayores) afectaba negativamente a la empresa, la razón es que por un lado el precio de compra del GLP de las empresas del upstream se incrementaba y por otro el precio de venta en el mercado interno era constante. A partir de este mes comenzaron las operaciones de empresas engarrafadoras privadas, por tanto a estas empresas sólo engarrafadoras la política de esterilización adoptada por el Gobierno Central les afectaba negativamente. La razón es similar al caso de YPFB, el insumo principal (GLP) se encarecía y el precio en el mercado interno permanecía estable, en este sentido, en enero de 2000 el gobierno establece un mecanismo de subvención a estas empresas a través de YPFB. El mecanismo operaba (y opera) con la entrega de notas de crédito fiscal a las empresas engarrafadoras (a través de YPFB) por un valor igual a la diferencia entre el margen de refinería vigente en el período de subvención y aquel margen vigente cuando las empresas privadas comenzaron su operación. Bajo la idea que dichas empresas ya aceptaron subsidiar este monto cuando decidieron “entrar” al negocio, de ahora en adelante este monto es el “subsidio aceptado por las empresas privadas”. La ecuación 8 esquematiza esta situación, el monto del subsidio total (st) es igual a la diferencia del margen de refinería contemporáneo (MRt) y aquel vigente cuando estas empresas comenzaron su operación (MR0), por supuesto ajustada por el volumen comercializado en dicho período (Volt). Debe notarse que los márgenes de refinación están expresados en $US/barril, por tanto el subsidio otorgado está indexado al dólar estadounidense.

st = ( MRt − MR0 ) * Volt

(8)

En diciembre de 1999 se privatizan las dos refinerías de YPFB, entregando su administración al consorcio conformado por Petrobras y Perez Companc cuyo nombre es Empresa Boliviana de Refinación S.A. (EBR). Dentro los términos de referencia acordados al momento de la

19

privatización se estableció que el subsidio (definido como el valor negativo del margen de refinería) debía disminuir en un plazo de 18 meses a partir del momento de dicha privatización, de manera tal que la EBR no deba asumir este costo por la venta de GLP. Por esta razón el precio del GLP debía incrementarse continua y sistemáticamente hasta que el margen de refinería sea cero, lo que implicaba la eliminación completa del subsidio. A este nivel debe notarse que el subsidio absorbido por los privados (refinadores y engarrafadores) es distinto. Mientras que las empresas engarrafadoras sólo deben absorber el monto MR0 el subsidio de la EBR era igual a MRt. Durante el año 2000 el precio de referencia internacional del GLP continuó incrementándose, ocasionando un importante descontento social debido al incremento en el precio interno de dicho producto. Surge entonces un nuevo problema, el margen de refinería ya no podía ser sujeto de modificaciones debido a la privatización de la refinería. Razón por la que el gobierno central decide disminuir el margen de engarrafado para poder esterilizar el incremento en los precios de referencia. Esta situación no afectó a la EBR y sí lo hizo a las empresas engarrafadoras, tanto privadas como las pertenecientes a YPFB. Por este motivo el subsidio a las engarrafadoras privadas debía elevarse en un monto igual a la disminución del margen de engarrafado, siempre con YPFB como intermediario para la entrega del mismo. Este mecanismo se aplicó hasta que el margen de engarrafado alcanzó el valor de cero, quedando pocas variables de ajuste para continuar con la política de esterilización adoptada hasta ese momento. En este sentido para efectos de esterilización del precio interno del GLP la variable de ajuste es el margen de refinería. Para las plantas engarrafadoras privadas la situación no varió, dado que se mantiene la devolución del subsidio anterior. Para el caso de la EBR se adoptaron dos medidas: 1) El margen de refinería efectivo que recibe por la comercialización de GLP es igual a cero.

20

2) Por la diferencia entre dicho margen de refinería y el utilizado por la Superintendencia de Hidrocarburos para calcular el precio final, esta empresa recibe del Estado el subsidio correspondiente a través de YPFB. Figura 1 Estructura del subsidio al precio del GLP - 2000 Venta de empresas productoras a precio negociado

Andina

Maxus

SAMO

st1 TGN

Perez Companc

Venta de la EBR a Precio ExRefinería Producción de GLP Chaco

Flamagas

EBR S.A.

YPFB

st3

Engarrafado de GLP

st2 YPFB

Entrega del Subsidio

La entrega del subsidio se esquematiza en la Figura 1, existen dos fuentes primarias de GLP el proveniente de las plantas de separación (empresas productoras) y el que resulta de la refinación (EBR S.A.). Las engarrafadoras privadas por su parte compran el total de su producción de las empresas productoras, mientras que YPFB compra no sólo de éstas sino también de la EBR. El subsidio necesariamente es “canalizado” a través de YPFB y esta empresa distribuye el mismo a las plantas engarrafadoras privadas ( S t1 y S t2 ) y la EBR S.A. ( S t3 ). Por otra parte el precio de compra de GLP de YPFB a la EBR S.A. es fijo e igual a PERt , no obstante las empresas productoras pueden negociar el precio de venta del mismo a las engarrafadoras privadas.

21

4. Precios y Subsidio

Luego de repasar la compleja historia del subsidio al precio del GLP en Bolivia, a continuación se estudiará la evolución del precio final observado por los consumidores, el que hubiera estado presente si no se aplicara un subsidio y el costo del mismo, tanto fiscal como privado. Es decir el monto S t que entrega el Estado a las plantas engarrafadoras, MRt que entrega a las Refinerías y el costo absorbido por el sector privado igual a MR0 de la ecuación 8. Se distinguen dos períodos, el primero abarca desde diciembre de 1997 hasta finales de 1999 y el segundo desde el año 2000 hasta el presente. No sólo es el cambio de la metodología de fijación de precios la característica distintiva de ambos períodos, sino también la evolución del precio de venta final del GLP, que en el último período es altamente estable. Ilustración 2 Primer Período

Ilustración 3 Segundo Período

Precio Real

Precio Observado

Margen de Refinería

Jul-02

May-02

Ene-02

5.00

(16.00) Mar-02

(14.00)

Nov-01

Dic-99

Oct-99

Sep-99

Nov-99

Jul-99

Jun-99

Ago-99

Abr-99

Mar-99

May-99

Dic-98

Feb-99

Oct-98

Ene-99

Margen de Refinería

10.00

Ene-00

Precio Observado

Nov-98

Jul-98

Sep-98

Jun-98

Ago-98

May-98

Feb-98

Abr-98

Mar-98

Dic-97

Ene-98

(9.00)

15.00

(12.00)

Jul-01

(8.00)

(10.00)

Sep-01

5.00

20.00

May-01

(7.00)

25.00

(8.00)

Ene-01

10.00

(6.00)

Mar-01

(6.00)

30.00

Nov-00

(5.00)

35.00

(4.00)

Jul-00

15.00

(2.00)

Sep-00

(4.00)

Márgenes de Refinería y Engarrafado

Margen de Refinería ($us/Barril)

20.00

40.00 Precio del GLP x Garrafa de 10 kilos (Bs/Garrafa)

(3.00)

Precio GLP x Garrafa 10 kilos (Bs/Garrafa)

25.00 (2.00)

-

May-00

30.00

Mar-00

(1.00)

Precio Real

De acuerdo a la Ilustración 2 se observa que durante el año 1998 tanto el precio observado (con subsidio) como el real (sin subsidio7) experimentan disminuciones, dando lugar a incrementos en el margen de refinería. En particular resalta que el precio observado se mantuvo constante bastante tiempo, y dado que el precio real caía severamente, el margen de refinería podía incrementarse (o hacerse menos negativo) cada vez. Pese a esta tendencia decreciente en los 7

Se define como una situación sin subsidio cuando el margen de refinería es igual a cero y el margen de engarrafado es igual al establecido en el D.S. 25530.

22

precios, el precio real se mantuvo (siempre) por encima del observado, en promedio la diferencia fue de Bs/garrafa 3.9 con una desviación estándar de 0.75. Durante el segundo período se advierte un prolongado “congelamiento” del precio del GLP en Bs./garrafa 21. De forma paralela el precio real presenta una varianza elevada, alcanzando su punto más alto en marzo del año 2001 (Ilustración 3), cuando los precios internacionales del petróleo se elevaron bastante. Como es lógico suponer el margen de refinería también presenta una alta varianza, sin embargo durante este período también se utilizó como variable de ajuste (no graficada) el margen de engarrafado, que retorna a su valor inicial en agosto del 2001. A continuación se presentan los resultados estimados acerca del comportamiento del subsidio desde 1997, su composición (público/privada) y la magnitud anual del mismo. Si bien son estimados, dado que los volúmenes diarios no son de disponibilidad pública, los datos dimensionan el costo social que involucra subsidiar el precio del GLP en Bolivia tanto desde la óptica privada como la estatal. La Ilustración 4 presenta la evolución del subsidio diario desde diciembre de 1997, como puede observarse al principio el mismo era sólo financiado por la empresa estatal. Sin embargo a medida que nuevas plantas engarrafadoras comienzan a operar, la participación de YPFB comienza a decaer dependiendo del precio de referencia internacional (Ilustración 5). Por otra parte a medida que el precio internacional de referencia se incrementa también lo hace el subsidio pero en gran parte es absorbido por el Estado.

23

Ilustración 4 Evolución del subsidio 97/02 (MM $US) 160,000

100 90 80

120,000

70

100,000

60 50

80,000

40

60,000

Precio Propano

Subsidio Diario ($us)

140,000

30

40,000

20

20,000

10

Privados

Ago-02

Dic-01

Abr-02

Ago-01

Dic-00

Abr-01

Abr-00

Ago-00

Dic-99

Abr-99

Estado

Ago-99

Dic-98

Abr-98

Ago-98

0 Dic-97

-

Precio Propano (Ctvs.$us/galón)

Ilustración 5 Composición del subsidio al precio del GLP 100%

Subsidio Diario (%)

80%

60%

40%

20%

Estado

Jun-02

Mar-02

Dic-01

Jun-01

Sep-01

Dic-00

Mar-01

Sep-00

Jun-00

Mar-00

Dic-99

Sep-99

Jun-99

Mar-99

Dic-98

Sep-98

Jun-98

Mar-98

Dic-97

0%

Privados

La Tabla 3 presenta los resultados agregados con relación al subsidio del GLP. Como ya se mencionó la cuantificación del subsidio se hace evidente a partir de la implementación de la nueva metodología de precios a partir de diciembre de 1997. Los bajos precios registrados en 1998 y durante el primer semestre del año 1999 hicieron que el subsidio otorgado sea pequeño, a pesar de que durante los dos últimos años el mismo crece en 28% y 46%. Por otra parte la participación del sector privado se incrementa del 4% en el año 1999 al 39% en el 2001. Comparando con los ingresos que recibe el gobierno general del sector hidrocarburos, el subsidio total al GLP asciende del 3.8% para el año 1999 a 4.9% y 7.5% para el 2000 y 2001

24

respectivamente, comparando sólo el subsidio que entrega el Estado para los tres años mencionados los datos son: 3.7%, 2.7% y 4.6%. Tabla 3 Subsidio total al consumo de GLP doméstico (MM $US) Sector (**)

Estado Privados Total

1997 (*) 1.75 1.75

1998 18.84 18.84

1999 15.83 0.69 16.52

2000 11.68 9.42 21.10

2001 18.98 11.93 30.91

(*) Sólo se contabiliza diciembre de 1997 (**) Incluye el subsidio realizado el año 2001 por la EBR S.A. Fuente: Superintendencia de Hidrocarburos, YPFB, BCB e INE. Elaboración: Propia

Durante todo este punto se desarrollaron las principales características de la oferta de GLP en Bolivia y la entrega del subsidio al mismo. Dos conclusiones quedan del análisis: a) La participación del sector privado en la producción – comercialización de GLP es cada vez mayor y está concentrada en las ciudades capitales de los departamentos con mayor mercado y; b) dada la elevada carga fiscal del subsidio que otorga el Estado al GLP éste debe evaluarse a la luz de la progresividad o no del mismo. 5. Impacto del subsidio

A continuación se presentará el modelo que sirve como base para evaluar la eliminación del subsidio al GLP, luego se resumirán los principales resultados de los procesos de simulación, en particular se comparan las distribuciones del ingreso resultantes de cada uno de ellos. 5.1 Modelo

El modelo es del tipo estático y parcial, siguiendo el modelo desarrollado por Choe y Moose (1998) quienes analizan la demanda de petróleo en países en desarrollo a partir de una función de producción del tipo lineal y costos de ajuste no lineales respecto al uso de los energéticos, se asume la siguiente función de utilidad para el individuo i:

25

3

u i = ∑ a i , j ⋅ x i , j + vi ( y i ) j =1

ai , j ≥ 0

yi > 0

(9)

Donde: xi ,1 = es el consumo del individuo por leña; xi , 2 = es el consumo del individuo por kerosén; xi ,3 = es el consumo del individuo por GLP; ai , j = es la valoración del individuo i respecto al consumo del bien j ; vi ( yi ) es la valoración del individuo i por el consumo de

yi ; yi es aquélla parte del ingreso que se destina al consumo de otros bienes. Se asume además −

que el individuo tiene un requerimiento estándar y uniforma de energía igual a x i , por tanto la función de utilidad queda: −

3

u i = x i ∑ ai , j + v i ( y i ) j =1

ai , j ≥ 0

yi > 0

(9)

De la forma de la función de utilidad se observa que los bienes considerados son perfectos sustitutos, sin embargo existe un costo de ajuste por utilizar un bien en lugar del otro, el mismo se asume fijo e igual a k j ,h , donde j es el bien que reemplaza el consumo de h, por tanto la función de gastos del individuo es: g i = ∑ ( p j + k j , h )⋅ xi , j + y i 3

j ≠ h, h = 1,2,3

(10)

j =1

Donde: p1 = es el precio de la leña; p 2 = es el precio del kerosén; p3 = es el precio del GLP.

Por otra parte se asume que: a) El precio del GLP está subsidiado p3s = p3 − s ; b) el costo de −



ajuste es distinto según sea el combustible utilizado: k1, 2 = k 1 ; k 2,1 = 0 ; k1,3 = k 2 ; k 3,1 = 0 ;

26





k 2,3 = k 3 ; k 3, 2 = k 4 ; c) este costo es incurrido sólo si el individuo realiza el cambio, en la

situación inicial no existe costo y; d) el ingreso del individuo es constante e igual a mi . En este sentido el individuo desea maximizar su función de utilidad sujeta a una restricción presupuestaria: 3



Max

ui = x i ∑ ai , j + vi ( yi )

s.a

mi = ∑ ( p j + k j ,h ) ⋅ xi , j + yi

j =1

3

j ≠ h, h = 1,2,3

j =1

En este tipo de problemas la demanda por cada uno de los bienes dependerá del energético que se utilice, los consumidores de leña, kerosén y GLP tendrán las siguientes funciones de demanda respectivamente: xid,1 =

mi − yi p1

xid, 2 =

mi − yi p2

xid,3 =

mi − yi p3 − s

si −

ai ,1 ai , 2

si −

>−

p1 −

y−

p 2 + k1

ai ,1 ai , 3

>−

p1 −

p3 − s + k 2

ai , 2 a p p2 > − 2 y − i,2 > − − ai ,1 p1 ai ,3 p3 − s + k3

si −

ai , 3 ai ,1

>−

(11)

a p −s p3 − s y − i ,3 > − 3 − ai , 2 p1 p2 + k 4

(12)

(13)

Utilizando la notación hasta aquí desarrollada es posible describir los escenarios de simulación que se desarrollarán posteriormente. El primero supone que la valoración del consumo de GLP y otros energéticos es tal que los individuos presentan “soluciones de esquina”, aquellas familias que inicialmente consumían GLP continuarán haciéndolo cuando este producto deja de ser subsidiado. Por tanto el único efecto que tendrán las mismas será una disminución del ingreso disponible para el consumo de otros bienes, siendo el nuevo ingreso igual a:

27

 p  yi2 = mi −  3  ⋅ mi − yi1  p3 − s 

[

]

(14)

Donde yi1 e yi2 son los ingresos disponibles antes y después de aplicarse el subsidio, es posible mostrar8 que siempre que se cumpla mi > yi1 se cumple que yi1 > yi2 . Si bien este escenario no asume un cambio en el comportamiento de los consumidores, sirve como base de análisis para el considerado a continuación. En el segundo escenario se asume que las preferencias de todas las familias por cada uno de los energéticos es tal que: ai ,1 = ai , 2 = ai ,3 = a . Para estas familias es indiferente el consumo de cualquiera de los tres productos. Luego se diferencia el comportamiento de las familias consumidoras de GLP en las familias pobres - rurales, no pobres - rurales, pobres - urbanas y no pobres – urbanas. Las familias pobres – rurales ante una eliminación del subsidio al GLP, cualquiera fuera su dimensión, decidirán consumir leña. El supuesto implícito es que todas ellas se encuentran en el margen de decisión respecto al consumo de GLP. Para las familias no pobres – rurales y pobres – urbanas se asume que optarán por el consumo de kerosén siempre y cuando les resulte más barato, por tanto debe cumplirse que: −

− p 2 + k 4 < − p3

(15)

Finalmente para las familias no pobres – urbanas se asume que continuarán consumiendo GLP ante cualquier disminución del subsidio del GLP. 8

Se parte del supuesto que la familia continuará consumiendo la misma cantidad de garrafas de GLP, por tanto, la demanda de una situación con subsidio y sin ella debería ser la misma:

mi − yi1 mi − yi2 = p3 − s p3  p  yi2 = mi −  3  ⋅ mi − yi1 < yi1  p3 − s  ( p3 − s ) ⋅ mi − p3 ⋅ mi − yi1 < yi1 ⋅ ( p3 − s )

[

[

]

]

mi > yi1

28

5.2 Encuesta de Hogares Utilizada

En la presente sección se analizarán los resultados agregados de la Encuesta Continua de Hogares - Condiciones de Vida - MECOVI realizada en Bolivia durante los últimos meses del año 2000. El análisis sólo considerará aquellos valores registrados para el precio final y subsidio al GLP durante los meses de noviembre y diciembre de 2000. Los datos disponibles provienen de 20,815 encuestas realizadas en capitales de departamento y provincias de Bolivia durante el año 2000. La boleta censal está dividida en 10 secciones: 1) Información general de los miembros del hogar, 2) migración, 3) salud, 4) educación, 5) empleo y salarios, 6) ingresos no laborales, 7) ingresos del productor agropecuario independiente, 8) gastos en consumo, 9) vivienda, contingencias y préstamos del hogar y 10) activos y pasivos del hogar. Los resultados que se presentan son la tabulación agregada de acuerdo a ingreso, pobreza y lugar de vivienda, de las preguntas: ¿Qué combustible utiliza para cocinar? y ¿ cuánto gastó en el mismo? A nivel nacional el 57% de las familias utiliza GLP (Tabla 4), sin embargo la diferencia entre el sector urbano y rural es amplia. El 17% de las familias en el sector rural utiliza GLP mientras en el área urbana este indicador sube a 87%. A nivel rural el 76% de las familias utiliza leña para cocinar mientras que en área urbana sólo el 10% de ellas lo hace, no obstante en este sector resulta ser el segundo combustible más utilizado. Tabla 4 Combustible Utilizado para Cocinar (1) Número de Encuestas % Combustible utilizado % Leña % Güano % Kerosene % GLP % Gas natural % Otro % Electricidad

Total 20,815 100% 38% 2% 0% 57% 1% 0% 0%

Rural 9,092 44%

Urbano 11,723 56%

76% 5% 1% 17% 0% 0% 0%

Elaboración: Propia Fuente: Resultados de la Encuesta Continua de Hogares/Condiciones de Vida/MECOVI-2000 (1) Resultados de la pregunta: "¿Qué tipo de energía utiliza para cocinar?"

29

10% 0% 0% 87% 1% 0% 1%

La Tabla 5 presenta el consumo de energéticos en función a la distribución de ingresos en el sector urbano.9 Se observa que de las familias situadas en el decil más pobre el 81.3% utilizan GLP para cocinar, el 15.5% lo hace con leña y el resto utiliza otros energéticos. A medida que el nivel de ingresos sube, el consumo de leña disminuye y el de electricidad, gas natural y GLP se incrementa, resalta el consumo de electricidad en los últimos deciles de la población y la poca variación entre deciles respecto al porcentaje de familias que consumen GLP. Tabla 5

Consumo de Energéticos de acuerdo a la Distribución del Ingreso - Área Urbana Decil

% de Familias en cada decil 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

29.6% 17.3% 13.1% 10.6% 8.5% 6.9% 5.6% 4.3% 2.8% 1.4%

Leña 15.5% 10.0% 10.4% 8.9% 2.3% 5.1% 1.4% 3.8% 4.8% 0.0%

Porcentaje de Familias que utiliza ... para cocinar Gûano Kerosene GLP Gas Otros Electricidad No Natural Cocina 0.2% 0.1% 0.0% 0.0% 0.1% 1.1% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0%

0.7% 0.0% 0.0% 0.0% 1.2% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0%

81.3% 87.7% 87.7% 89.9% 92.1% 91.3% 91.8% 91.2% 82.4% 90.6%

0.5% 0.9% 0.5% 0.9% 2.9% 1.5% 3.4% 3.6% 4.5% 4.4%

0.3% 0.3% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0%

0.1% 0.3% 0.3% 0.3% 0.7% 0.2% 3.5% 1.0% 7.6% 5.0%

1.4% 0.6% 1.2% 0.0% 0.7% 0.7% 0.0% 0.4% 0.6% 0.0%

Fuente: MECOVI 2000 Elaboración: Propia

9

El ingreso que se tomó en cuenta no es la variable ingreso nominal de la familia, sino es el gasto total mensual (de la familia) en bienes duraderos y no duraderos, debido a que resulta una mejor aproximación al ingreso permanente ( ver Decoster y Van Camp (2000); Kaplanoglou (2000))

30

Tabla 6 Consumo de Energéticos de acuerdo a la Distribución del Ingreso - Área Rural Decil

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

% de Porcentaje de Familias que utiliza ... para cocinar Familias en Leña Gûano Kerosene GLP Gas Otros Electricidad No cada decil Natural Cocina 31.5% 87.3% 7.6% 0.5% 3.0% 0.0% 1.4% 0.0% 0.2% 15.5% 75.2% 8.4% 1.8% 14.2% 0.0% 0.0% 0.0% 0.4% 11.6% 74.6% 5.0% 0.0% 19.4% 0.6% 0.2% 0.1% 0.2% 9.6% 74.0% 4.3% 0.6% 20.6% 0.5% 0.0% 0.0% 0.1% 8.1% 69.1% 4.8% 2.0% 22.6% 1.1% 0.0% 0.1% 0.3% 7.0% 69.0% 2.5% 0.0% 28.5% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0% 6.0% 76.7% 0.9% 0.0% 21.4% 0.0% 0.7% 0.0% 0.2% 4.9% 62.1% 1.1% 0.0% 36.2% 0.7% 0.0% 0.0% 0.0% 3.9% 49.3% 0.0% 0.0% 50.7% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0% 1.9% 39.1% 0.0% 0.0% 60.9% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0%

Fuente: MECOVI 2000 Elaboración: Propia

La Tabla 6 presenta los mismos resultados sólo que aplicados al sector rural. En este caso la composición de la matriz energética es distinta, claramente el consumo de GLP en los hogares más pobres es menor al observado en el área urbana. Siendo la leña, el güano y kerosene, además del GLP, los combustibles más utilizados por este sector de la población. Resalta el hecho que inclusive en el decil más alto, el 39.1% de las familias aún utiliza leña para cocinar. 5.3 Escenario 1

La Tabla 7 presenta los resultados observados en el área urbana bajo los supuestos considerados en el escenario 1. Al eliminarse el subsidio el número de familias en los dos deciles más pobres se incrementa, sobre todo en el primero (0.5%). El ingreso promedio de los deciles más bajos disminuye entre -0.5% y –1%, mientras que el de los deciles más altos se incrementa debido a una “expulsión” de familias hacia deciles más bajos, de forma global el ingreso promedio disminuye en –0.6%. Finalmente el coeficiente de Ginni se incrementa en 0.4%, por tanto la nueva distribución del ingreso es “peor” a la situación previa.

31

Tabla 7 Escenario 1 – Área Urbana Simulado Ingreso Número de Promedio Familias en cada decil

Decil

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

787 1,353 1,793 2,215 2,767 3,432 4,215 5,535 8,401 17,310

Ginni

3,491 2,030 1,533 1,241 993 801 652 496 327 159 0.427

Ingreso Promedio

Real Número de Familias en cada decil

796 1,363 1,803 2,226 2,775 3,441 4,222 5,535 8,394 17,292

Diferencia % Ingreso Número de Promedio Familias en cada decil

3,473 2,029 1,534 1,242 997 804 655 499 330 160 0.425

-1.1% -0.7% -0.5% -0.5% -0.3% -0.3% -0.2% 0.0% 0.1% 0.1%

0.5% 0.0% -0.1% -0.1% -0.4% -0.4% -0.5% -0.6% -0.9% -0.6% 0.4%

Fuente: MECOVI 2000 Elaboración: Propia

La Tabla 8 presenta los resultados obtenidos en el área rural. En este caso el impacto en términos redistributivos no es tan claro (respecto al área urbana), dados los incrementos/decrementos en el número de familias al interior de cada decil y el pequeño decremento en el coeficiente de Ginni. Sin embargo en todos los deciles se presenta una caída del ingreso promedio que oscila entre – 0.2% y –0.6%, de forma global el ingreso promedio disminuye en –0.4%. Tabla 8 Escenario 1 - Área Rural Simulado Ingreso Número de Promedio Familias en cada decil

Decil

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Ginni

240 486 649 789 937 1,086 1,259 1,531 1,955 3,950

Ingreso Promedio

2,863 1,414 1,058 871 733 633 545 449 352 174 0.4031

Real Número de Familias en cada decil

241 488 652 792 940 1,091 1,263 1,537 1,964 3,972

Fuente: MECOVI 2000 Elaboración: Propia

32

2,866 1,413 1,058 870 734 632 546 448 351 174 0.4035

Diferencia % Ingreso Número de Promedio Familias en cada decil -0.2% -0.4% -0.4% -0.4% -0.4% -0.5% -0.3% -0.4% -0.5% -0.6%

-0.1% 0.1% 0.0% 0.1% -0.1% 0.2% -0.2% 0.2% 0.3% 0.0% -0.1%

Los distintos efectos redistributivos observados en el área urbana y rural responden a la composición de la matriz energética y su relación con el nivel de ingresos de las familias. Mientras que en sector urbano el consumo de GLP es amplio en todo nivel de ingreso (Tabla 5), en el área rural este consumo se incrementa a medida que el nivel de ingresos sube (Tabla 6). La eliminación del subsidio tendrá impactos negativos sobre la distribución del ingreso más acentuados en el área urbana. Otra causa de las características anteriormente mencionadas es que la disminución del ingreso promedio es más uniforme en el área rural que urbana. 5.4 Escenario 2

Considerar que el comportamiento de las familias permanecerá inalterado debido a un cambio en el precio del GLP resulta un supuesto muy débil, 10 tal como se vio en secciones previas, cuando el precio de un bien varía se presenta un efecto sustitución y un efecto ingreso. El segundo escenario supone que aquellas familias optarán por utilizar un combustible más barato a excepción de las no pobres del área urbana. De todos los energéticos los que mayor probabilidad tienen de ser sustitutos al GLP son el kerosén y la leña. El uso de gas natural y la electricidad no se consideran una alternativa porque los niveles de cobertura nacional no son adecuados. De los dos energéticos sustitutos mencionados el kerosén merece un análisis previo. Existe la cs ) es menor al precio del kerosén ( p k ) razón hipótesis de que el precio del GLP subsidiado ( pGLP

por la que muchas familias deciden consumir GLP. Una vez que se elimina el subsidio debería ss cumplirse que el nuevo precio del GLP pGLP sea mayor al precio del kerosén, caso contrario el

otorgar el subsidio al GLP sería una política poco adecuada en términos de incentivo al consumo del mismo. Para verificar esta conjetura se realizará el siguiente ejercicio: 1) Se obtiene el consumo promedio de garrafas por familia del sector urbano y rural; 2) Se encuentra la equivalencia energética entre el consumo de garrafas promedio y litros de kerosén11; 3) Se analiza 10 11

Kaplanoglou, (2000). Las equivalencias utilizadas son:

1 garrafa = 10 kilogramos de GLP 1 kilogramo de GLP = 46.958,00 BTU

33

el gasto en GLP con y sin subsidio comparándolo con el gasto equivalente en kerosén y; 4) se verifica cuál es la relación entre el gasto en GLP con subsidio, sin subsidio y el gasto equivalente en kerosén. El consumo promedio de garrafas en el sector urbano es 1.64/mes con una desviación estándar de 0.85, mientras que en el sector rural es de 1.51/mes y la desviación estándar es 1.59. En este sentido el análisis ha realizarse considera los siguientes niveles de consumo promedio: 0.5, 1, 1.51, 1.64, 2, 2.5 y 3 garrafas al mes, que corresponden a los valores promedio observados más/menos las desviaciones estándar asociadas. Tabla 9 Diferencia entre el gasto equivalente en GLP y en Kerosén No. Garrafas/mes Promedio A ($US/mes) Promedio B ($US/mes) Desv. Est. A ($US/mes) Desv. Est. B ($US/mes)

0.50 (0.26) 0.24 0.27 0.13

1.00 (0.53) 0.48 0.54 0.26

1.51 (0.80) 0.73 0.81 0.40

1.64 (0.87) 0.79 0.88 0.43

2.00 (1.06) 0.97 1.08 0.53

Elaboración: Propia "A" es la diferencia entre el precio del GLP sin subsidio y el precio del Kerosén "B" es la diferencia entre el precio del GLP con subsidio y el precio del Kerosén

1 litro de kerosén = 35.238,00 BTU Por tanto: 1 garrafa = 10 kilos = 46.958 x 10 BTU = 469.580 BTU 1 garrafa = 469.580/35.238 litros de kerosén 1 garrafa = 13,33 litros de kerosén

34

2.50 (1.32) 1.21 1.35 0.66

3.00 (1.59) 1.45 1.62 0.79

Ilustración 6 Evolución del gasto hipotético en GLP y Kerosén 10.00 9.00 8.00

$us/mes

7.00 6.00 5.00 4.00 3.00 2.00 1.00

Gasto en kerosén ($us)

Gasto en GLP cs ($us)

Dic-01

Sep-01

Jun-01

Mar-01

Dic-00

Sep-00

Jun-00

Mar-00

Dic-99

Sep-99

Jun-99

Mar-99

Dic-98

Sep-98

Jun-98

Mar-98

Dic-97

-

Gasto en GLP ss ($us)

Luego de realizado el ejercicio se confirma, de alguna manera, la conjetura inicial acerca de que el gasto equivalente en kerosén se situó (históricamente) entre el gasto por consumo de GLP con subsidio y sin él. Para todos los niveles de consumo de garrafas al mes la diferencia entre el gasto en GLP (sin subsidio) y el equivalente en kerosén es negativa, mientras que la diferencia con el gasto en GLP con subsidio es positiva (Tabla 9). Por ejemplo si el consumo promedio de las familias es de 2 garrafas al mes, el gasto equivalente en kerosén versus el GLP (con subsidio) es $US/mes 1.06 más elevado, sin embargo cuando el subsidio se elimina el gasto en GLP es $US/mes 0.97 más caro. La Ilustración 6 presenta la evolución del gasto en ambos energéticos para un consumo promedio de 1.64 garrafas/mes. Hasta octubre de 1999 el gasto entre GLP subsidiado y kerosén era bastante parecido, lo contrario ocurre en el segundo período donde este último es similar al gasto en GLP sin subsidio. Así el kerosén es candidato a sustituir el consumo de GLP en el caso que el subsidio a este último se elimine. Finalmente queda por considerar el costo que tendría la familia para convertir sus activos de cocina de GLP a kerosén. Generalmente este costo sólo involucra la compra de una cocina que

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funcione con dicho energético, por esta razón se asume que una familia distribuirá este costo durante un año de Bs. 1 al mes.12 La Ilustración 6 destaca un rasgo importante del precio de kerosén, el mismo puede situarse al nivel del precio del GLP subsidiado o sin subsidio, en función al precio de referencia que se utilice en su cálculo. Por supuesto si el mismo se sitúa en un nivel igual a superior (en gasto equivalente) al precio del GLP sin subsidio, una vez eliminado el mismo es razonable suponer que las familias no cambiarán su hábito de consumo. Por otra parte si el mismo se sitúa por debajo del precio del GLP sin subsidio las familias considerarán su cambio. Dado que los resultados son sensibles al nivel de precio del kerosén que las familias enfrentarán al momento de realizar el cambio (o el que ellas consideran es el precio de mediano y largo plazo) es necesario construir varios escenarios en función al posible precio del kerosén. Es así que se utilizan cuatro alternativas para el precio del kerosén: a) con el precio promedio de 1.61 Bs/litro; b) el promedio más una desviación 2.07; c) el promedio menos una desviación 1.15 y; d) el observado durante el período en el que se realizó la encuesta, 2.37 Bs/litro. Tal como se explicó en la sección anterior, la familia urbana y pobre realizará el siguiente análisis: una vez eliminado el subsidio verifica si es más barato consumir GLP (sin subsidio) o Kerosén, luego toma la decisión del cambio de energético o no. Por otra parte la familia urbana y no pobre no cambiará su consumo de GLP. La familia rural y pobre ante la eliminación del subsidio al GLP decidirá consumir sólo leña, dado que el costo monetario de dicha alternativa es cero, finalmente la familia rural y no pobre, realizará el mismo análisis que la familia urbana y pobre, es decir verificará cuál de los dos energéticos es más barato si el GLP o kerosén.

12

Se asume que las familias cambiarán de GLP a kerosén siempre que − p + k− < − p por otra parte el consumo 2 4 3 energético debe ser el mismo







x i , por tanto se asume que x i ⋅ k 4 = 1

36

Tabla 10 Principales Resultados Ejercicio 2 - Área Urbana Valor

Precio de Kerosene Ginni Ingreso Promedio Precio de Kerosene Ginni Ingreso Promedio Precio de Kerosene Ginni Ingreso Promedio Precio de Kerosene Ginni Ingreso Promedio

1.61 0.42 2,353 2.07 0.43 2,350 1.15 0.42 2,356 2.37 0.43 2,349

Variación Porcentual vs. Situación Original -0.17% -0.26% 0.02% -0.37% -0.36% -0.14% 0.14% -0.45%

Elaboración: Propia

La Tabla 10 presenta los resultados del ejercicio 2 en el área urbana y los contrasta con aquellos indicadores obtenidos en la situación inicial. Para todos los niveles de precios del kerosén el ingreso promedio de las familias disminuye. En las familias del primer decil (Anexo 1) esta disminución es menor a la observada en el ejercicio 1, por tanto cuando se permite cierto grado de sustitución entre GLP y kerosén el impacto negativo sobre el ingreso promedio es menor. Los resultados sobre la distribución del ingreso dependen del precio utilizado para el kerosén, si éste es muy bajo el coeficiente de Ginni disminuye y por tanto la distribución del ingreso mejora, sin embargo si éste es elevado sucede lo contrario. Este resultado se presenta cuando el precio de este último es bajo, varias familias (sobre todo aquellas catalogadas como pobres) deciden utilizar kerosén, mejorando así su ingreso.

37

Kerosén

GLP

Tabla 11 Composición del Consumo Energético según decil de ingreso - Ejercicio 2 - Área Urbana Normal

1.61

2.07

1.15

2.37

81% 88% 88% 89% 92% 92% 92% 92% 83% 91% Normal 1% 0% 0% 0% 1% 0% 0% 0% 0% 0%

41% 55% 61% 71% 80% 84% 88% 87% 82% 87% 1.61 41% 33% 26% 19% 13% 7% 4% 4% 0% 4%

40% 55% 61% 71% 80% 85% 87% 87% 82% 87% 2.07 42% 33% 26% 19% 13% 7% 4% 4% 0% 4%

41% 55% 61% 72% 78% 85% 87% 87% 82% 87% 1.15 41% 33% 27% 19% 14% 7% 5% 4% 0% 4%

40% 55% 62% 71% 80% 85% 87% 87% 82% 87% 2.37 42% 33% 25% 19% 13% 6% 4% 4% 0% 4%

Elaboración: Propia

Con la Tabla 11 es posible comparar el cambio en el consumo de GLP y kerosén debido a la eliminación del subsidio al GLP y la posibilidad de sustitución entre ambos productos. Claramente las familias más pobres decidirán utilizar kerosén ante distintos niveles en el precio de éste, el decil más bajo de la población diminuye el consumo de GLP en 40% aproximadamente y lo sustituye por kerosén. Eliminar el subsidio al precio del GLP podría tener un impacto importante en la matriz energética de las familias urbanas, desincentivando su uso y sustituyéndolo por otros energéticos, kerosén en este caso (Anexo 2). Respecto al área rural la Tabla 12 presenta los principales resultados del ejercicio 2 (Anexo 3). Dado que se supuso, ipso facto, que las familias pobres decidirán consumir leña en lugar de GLP, cuando se elimine el subsidio el ingreso promedio en la mayoría de los casos se incrementa y la distribución del ingreso empeora. Debido a que las familias no pobres que verificaron si

38

debían consumir GLP o kerosén mejoran su ingreso. Claramente los resultados son diferentes al área urbana, sin embargo evidencian el hecho que el cambio en la matriz energética en el sector rural es mucho más severo (Tabla 13). No sólo existe la alternativa del kerosén sino también de la leña, situación que no se presentan en el área urbana debido a las condiciones geográficas y mayor control ambiental en las mismas (Anexo 4). Tabla 12 Principales Resultados Ejercicio 2 - Área Rural Valor Precio de Kerosene Ginni Ingreso Promedio Precio de Kerosene Ginni Ingreso Promedio Precio de Kerosene Ginni Ingreso Promedio Precio de Kerosene Ginni Ingreso Promedio

1.61 0.40 761 2.07 0.40 759 1.15 0.40 763 2.37 0.40 758

Variación Porcentual 0.08% 0.32% 0.03% 0.11% 0.14% 0.53% 0.00% -0.03%

Elaboración: Propia

Los resultados de este segundo ejercicio permiten tres conclusiones: 1) Cuando se introduce la posibilidad de sustitución por otro energético, ya sea kerosén o leña, la eliminación del subsidio al precio del GLP presenta resultados menos regresivos. Dependiendo del precio del bien sustituto el ingreso de las familias podría hasta mejorar y la distribución del ingreso es menos mala que en los resultados observados del ejercicio 1. 2) Si bien la sustitución de GLP por kerosén o leña podría mejorar el nivel de ingresos de la familia no necesariamente lo hará su bienestar. Desde la década de los setenta el Estado promovió el consumo de GLP en sustitución del kerosén y la leña, debido a varias razones: combustibles más limpios, existe autosuficiencia en su abastecimiento (dadas las grandes reservas de gas natural en Bolivia), etc. Por tanto, de eliminarse el subsidio al GLP, la sensibilidad del precio es tan alta que generan sustituciones inmediatas, retrocediendo todo lo avanzado en materia de matriz energética. 3) La distorsión de precios relativos impacta fuertemente en el consumo energético de las familias, por ejemplo si se decidiera eliminar el subsidio y al mismo tiempo compensar la pérdida con una política de

39

ingresos, la distribución del ingreso podría no variar, pero la matriz energética sí lo haría dado que el consumo de bienes sustitutos sería más barato. Tabla 13 Composición del Consumo Energético según decil de ingreso - Ejercicio 2 - Área Rural

Leña

Kerosén

GLP

Normal 3% 14% 19% 21% 23% 28% 21% 36% 51% 61% 1% 2% 0% 1% 2% 0% 0% 0% 0% 0% 87% 75% 75% 74% 69% 69% 77% 62% 49% 39%

1.61

2.07

0% 0% 0% 0% 0% 0% 0% 0% 0% 0% 1% 4% 4% 3% 8% 10% 8% 14% 37% 52% 90% 87% 90% 92% 86% 87% 90% 84% 63% 48%

0% 0% 0% 0% 0% 0% 0% 0% 0% 0% 1% 4% 4% 3% 8% 10% 8% 14% 37% 52% 90% 88% 90% 92% 86% 88% 90% 84% 63% 48%

1.15 0% 0% 0% 0% 0% 0% 0% 0% 0% 0% 1% 4% 4% 4% 7% 10% 9% 14% 37% 52% 90% 87% 90% 93% 87% 87% 89% 84% 63% 48%

2.37 0% 0% 0% 0% 0% 0% 0% 0% 0% 0% 1% 4% 4% 3% 8% 10% 8% 14% 37% 52% 90% 88% 90% 92% 86% 87% 90% 84% 63% 48%

Elaboración: Propia

5.5 Sensibilidades

En este último punto se presenta la sensibilidad de los indicadores (ingreso promedio y coeficiente de Ginni) ante distintos niveles de subsidio al precio del GLP. Debido a que este

40

subsidio varía en el tiempo es deseable verificar que los resultados encontrados en el escenario 1 y 2 no cambiarán notablemente. Ilustración 8 Sector urbano - Coeficiente de Ginni Coef. de Ginn

Ingreso Promedio

Ilustración 7 Sector urbano – Ingreso Promedio 2,360 2,350 2,340 2,330 2.00

4.00

6.00

8.00

10.50

12.00

42.80% 42.70% 42.60% 42.50% 42.40% 42.30% 42.20%

14.00

2.00

Monto del Subsidio (Bs/Garrafa) Sin sustitución

4.00

6.00

8.00

10.50

12.00

14.00

Monto del Subsidio (Bs/Garrafa)

Con sustitución

Sin sustitución

Con sustitución

La Ilustración 7 muestra cómo cambia el ingreso (del sector urbano) cuando el subsidio varía en un rango de Bs./garrafa 2 a 14. Se observa que el impacto sobre el ingreso es mayor cuando no existe la posibilidad de sustitución en el consumo. Por cada boliviano de reducción en el subsidio (o incremento del precio del GLP) el ingreso promedio, sin sustitución, disminuye en Bs. 1.42; si existe la posibilidad de sustitución el ingreso disminuye en Bs. 0.53. Cuando no existe sustitución un mayor subsidio está asociado a un mayor coeficiente de Ginni (Ilustración 8), por tanto, la desigualdad de ingresos es mayor. Cuando existe la posibilidad de sustitución el coeficiente de Ginni disminuye,13 este resultado se debe a que las familias consumen (o están “obligadas” a hacerlo) un energético más barato .Por tanto tienen un mayor ingreso disponible (Ilustración 10), que no necesariamente responde a un nivel mayor de bienestar, dado que el consumo de kerosén tiene costos subjetivos asociados, por ejemplo la comida tiene un aroma distinto.

13

El precio del kerosén utilizado para esta sensibilidad es de Bs./litro 1.67

41

Ilustración 9 Variación porcentual del ingreso promedio sin sustitución Sector urbano 1 0.2%

10

0.0%

2

-0.2% -0.4% -0.6% -0.8% -1.0%

9

3

-1.2% -1.4% -1.6%

8

4

7

2.00 4.00 6.00 8.00 10.50 12.00 14.00

5

6

Ilustración 10 Variación porcentual del ingreso promedio con sustitución Sector urbano 1

0.2% 0.1% 10

2

0.0% -0.1% -0.2% -0.3% -0.4%

9

3

-0.5% -0.6% -0.7% -0.8%

8

4

7

2.00 4.00 6.00 8.00 10.50 12.00 14.00

5

6

Los resultados encontrados para el área rural son distintos, cuando no existe la posibilidad de sustituir el consumo de GLP el ingreso promedio disminuye (Ilustración 11) como también el coeficiente de Ginni (Ilustración 12) debido a que en el área rural las familias de mayor ingreso son las que consumen GLP. La ilustración 14 presenta la descomposición de la variación del ingreso promedio ante la eliminación del subsidio por decil de ingreso. El decil más afectado por esta medida es el número diez, es decir el ingreso promedio de este decil disminuye en una mayor proporción. Finalmente cuando existe la posibilidad de sustitución el ingreso promedio de las familias mejora, en particular las situadas en el decil más alto (Ilustración 13) por tanto, el coeficiente de Ginni es mayor (Ilustración 12).

42

Ilustración 11 Sector rural – Ingreso promedio

Ilustración 12 Sector rural – Coeficiente de Ginni Coef. de Ginn

Ingreso Promedio

40.45% 765.0 760.0 755.0 750.0

40.40% 40.35% 40.30% 40.25% 40.20%

745.0 2.00

4.00

6.00

8.00

10.50

12.00

2.00

14.00

6.00

Con sustitución

Sin sustitución

Ilustración 13 Variación porcentual del ingreso promedio con sustitución - Sector rural 1

14.00

Con sustitución

1 0.0%

0.9% 2

0.8%

10

-0.2%

2

-0.4%

0.7%

-0.6%

0.6% 0.5%

-0.8%

0.4% 9

10.50 12.00

Ilustración 14 Variación porcentual del ingreso promedio sin existe sustitución - Sector rural

1.0% 10

8.00

Monto del Subsidio (Bs/Garrafa)

Monto del Subsidio (Bs/Garrafa) Sin sustitución

4.00

3

0.3% 0.2% 0.1% 0.0%

8

4

7

2.00 4.00 6.00 8.00 10.50 12.00 14.00

-1.0%

9

3

-1.2% -1.4% -1.6%

8

4

2.00 4.00 6.00 8.00 10.50 12.00 14.00

5

7

5

6

6

Durante toda esta parte del documento se presentó el modelo que sirve de base para el análisis de microsimulación que se hizo posteriormente. Todos los resultados encontrados pueden ser resumidos en la siguiente afirmación: la eliminación del subsidio al precio del GLP es una medida regresiva. A medida que existe la posibilidad de sustituir el consumo de este energético o cuando el subsidio al mismo es pequeño, la magnitud de esta regresividad disminuye, por tanto el ingreso de las familias pobres no disminuye en la proporción esperada situación que no implica que su bienestar se modifique en la misma dirección. 6. Conclusiones

Durante los últimos 10 años el sector energético, en particular el hidrocarburífero, en Bolivia ha cambiado de manera importante. El paulatino traspaso de las actividades de producción,

43

transporte y comercialización de la empresa estatal petrolera (YPFB) al sector privado, ha hecho que los precios internos presenten un comportamiento distinto al histórico, donde era práctica común modificar el precio por razones sociales y/o fiscales. Como resultado de esta privatización se decidió también que el precio debía reflejar el costo marginal de producción y comercialización. En este sentido, la nueva metodología para la fijación de precios implementada desde diciembre de 1997 intenta realizar esta aproximación, estableciendo márgenes de refinación, transporte y comercialización y además permitiendo que el precio interno varíe en función a un precio de referencia internacional. La política de precios establecida tiene asociado un costo social importante y no despreciable. El descontento social experimentado durante los últimos años debido sobre todo a las variaciones positivas sistemáticas del precio final del GLP, ocasionó que el gobierno tome dos acciones: 1) establecer un precio por debajo del establecido en la nueva metodología de precios, a través de márgenes de refinería negativos o de engarrafado iguales a cero y; 2) utilizar estos márgenes para esterilizar cualquier movimiento del precio de referencia y/o del tipo de cambio. De esta forma paulatinamente el gobierno comenzó a subsidiar la actividad de engarrafado para que el precio al consumidor final no varíe. El presente documento intentó aproximar el impacto redistributivo que tendría la eliminación de este subsidio. Para ello se utilizó la encuesta de hogares realizada en Bolivia a finales del año 2000 y las técnicas de microsimulación empleadas en recientes años para evaluar un cambio en cualquier política económica y/o social. Las características y alcances del estudio hacen que el modelo utilizado sea estático y con perfecta certidumbre y sólo se evalúe el cambio de política comparando la distribución de ingresos obtenida antes y después de la misma, en un intento de aproximar la utilidad obtenida por cada individuo ante este cambio. Las principales conclusiones alcanzadas son: •

Del total de familias encuestadas el 57% utiliza GLP como principal insumo para cocinar y en segundo lugar, con 38%, se encuentra la leña. Realizando la desagregación entre

44

hogares pobres y urbanos esta relación cambia, mientras que en el sector urbano el 87% consume GLP en el rural sólo lo hace el 17%, siendo para este último la leña el combustible de mayor uso (76%). •

Realizando la segmentación de la muestra por deciles de ingreso se observa que en el área urbana el uso de GLP está bastante extendido en todos los niveles de ingreso, por ejemplo el porcentaje de familias que consumen GLP en el primer decil es de 81.3% mientras que para el décimo es 90.6%. Para el área rural el consumo de GLP es característica de los hogares situados en los deciles más altos de la muestra. En el primero sólo el 3% de las familias consume GLP mientras que en el último este porcentaje se incrementa a 61%.



El primer escenario simulado asume que todas las familias consumidoras de GLP, absorberán el total del subsidio eliminado. Es decir mantendrán el nivel de consumo de GLP y sólo experimentarán una disminución en su ingreso. En el caso urbano los resultados muestran que esta eliminación tendría un impacto positivo sobre el coeficiente de Ginni igual a 0.4% y el ingreso promedio de aquellas familias situadas en los deciles más bajos disminuye entre 0.5% y 1%. Por otra parte, en el área rural el Ginni varía en – 0.1% y el ingreso de las familias en todos los deciles disminuye en el rango de –0.2% y – 0.6%. Este resultado se presenta porque el consumo de GLP en este sector está concentrado en las familias de mayor ingreso.



En el segundo escenario se considera la posibilidad de que las familias puedan sustituir el consumo de GLP por leña o kerosén. Los resultados para el área urbana son menos regresivos que en el escenario 1 e incluso progresivos, dependiendo del precio del bien sustituto. Por otra parte en el área rural donde existe la posibilidad de sustituir GLP por leña, los resultados tienden a ser más progresivos dado se asume que el precio de la leña es cero. Otro resultado importante de este escenario es la recomposición de la matriz energética de las familias. Se presenta un fuerte desplazamiento de consumo de GLP hacia el uso de leña y kerosén tanto en el área rural como urbana. Este resultado si bien

45

responde a los supuestos utilizados anticipa lo que potencialmente podría pasar si se elimina este subsidio. •

Se realizó la sensibilidad de los indicadores objetivo, Ginni e ingreso promedio, ante distintos niveles de subsidio, cuando existe la posibilidad de sustitución y sin ella. En el sector urbano cuando no existe la posibilidad de sustitución, a medida que el subsidio es mayor el ingreso promedio decrece y el coeficiente de Ginni se incrementa. Cuando la sustitución es posible la tendencia decreciente del ingreso se mantiene sólo que más atenuada y el coeficiente de Ginni disminuye. En el sector rural cuando no existe la posibilidad de sustitución, el ingreso promedio y el Ginni disminuyen a medida que el subsidio es mayor y cuando la sustitución es posible pasa lo contrario en ambos indicadores. La razón para observar esta discrepancia de resultados entre el área urbana y rural es que en esta última el consumo de GLP está concentrado en niveles altos de ingreso.



Finalmente la distorsión de precios relativos impacta fuertemente en el consumo energético de las familias . Si se decidiera eliminar el subsidio y al mismo tiempo compensar la pérdida con una política de ingresos, la distribución del ingreso podría no variar, pero la matriz energética sí lo haría dado que el consumo de bienes sustitutos sería más barato.

La aproximación realizada en este documento puede ser mejorada en varios aspectos. Un supuesto importante a lo largo del mismo fue la sustitución de GLP por leña a un precio y costo igual a cero, al ser este último energético de abastecimiento restringido, es factible modelar costos de acceso al mismo. El análisis realizado es de equilibrio parcial, por tanto los problemas de oferta que pudiesen surgir con la eliminación de este subsidio claramente deberían ser tomados en cuenta. Finalmente se asumió que el subsidio al GLP está correctamente expresado a través del margen de refinería negativo. Modelar y aproximar el verdadero costo marginal de producción y comercialización es una tarea que debe realizarse, necesariamente.

46

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49

Anexo 1 1.61 Decil

Simulado Real Diferencia % Ingreso Promedio Número de Ingreso Promedio Número de Ingreso Promedio Número de Familias en cada Familias en cada Familias en cada decil decil decil 1

797

3,460

796

3,473

0.1%

-0.4%

2

1,358

2,031

1,363

2,029

-0.3%

0.1%

3

1,795

1,536

1,803

1,534

-0.4%

0.1%

4

2,214

1,246

2,226

1,242

-0.5%

0.3%

5

2,759

1,000

2,775

997

-0.6%

0.3%

6

3,425

805

3,441

804

-0.5%

0.1%

7

4,204

656

4,222

655

-0.4%

0.2%

8

5,518

500

5,535

499

-0.3%

0.2%

9

8,378

329

8,394

330

-0.2%

-0.3%

10

17,269

160

17,292

160

-0.1%

0.0%

Ginni

0.424

0.425

-0.2%

2,353.1

2,359.2

-0.3%

Fuente: MECOVI 2000 Elaboración: Propia Ingreso Promedio 2.07 Decil

Simulado Real Diferencia % Ingreso Promedio Número de Ingreso Promedio Número de Ingreso Promedio Número de Familias en cada Familias en cada Familias en cada decil decil decil 1

794

3,470

796

3,473

-0.3%

-0.1%

2

1,357

2,030

1,363

2,029

-0.4%

0.0%

3

1,795

1,536

1,803

1,534

-0.4%

0.1%

4

2,214

1,244

2,226

1,242

-0.5%

0.2%

5

2,762

997

2,775

997

-0.5%

0.0%

6

3,426

804

3,441

804

-0.4%

0.0%

7

4,207

655

4,222

655

-0.3%

0.0%

8

5,524

499

5,535

499

-0.2%

0.0%

9

8,383

328

8,394

330

-0.1%

-0.6%

10

17,269

160

17,292

160

-0.1%

0.0%

Ginni

0.425

0.425

0.0%

2,350.4

2,359.2

-0.4%

Fuente: MECOVI 2000 Elaboración: Propia Ingreso Promedio

50

1.15 Decil

Simulado Real Diferencia % Ingreso Promedio Número de Ingreso Promedio Número de Ingreso Promedio Número de Familias en cada Familias en cada Familias en cada decil decil decil 1

800

3,451

796

3,473

0.5%

-0.6%

2

1,360

2,031

1,363

2,029

-0.2%

0.1%

3

1,796

1,537

1,803

1,534

-0.4%

0.2%

4

2,214

1,248

2,226

1,242

-0.5%

0.5%

5

2,757

1,001

2,775

997

-0.6%

0.4%

6

3,423

807

3,441

804

-0.5%

0.4%

7

4,201

657

4,222

655

-0.5%

0.3%

8

5,513

501

5,535

499

-0.4%

0.4%

9

8,372

330

8,394

330

-0.3%

0.0%

10

17,269

160

17,292

160

-0.1%

Ginni

0.0%

0.423

0.425

-0.4%

2,355.8

2,359.2

-0.1%

Fuente: MECOVI 2000 Elaboración: Propia Ingreso Promedio 2.37 Decil

Simulado Real Diferencia % Ingreso Promedio Número de Ingreso Promedio Número de Ingreso Promedio Número de Familias en cada Familias en cada Familias en cada decil decil decil 1

792

3,476

796

3,473

-0.5%

0.1%

2

1,356

2,030

1,363

2,029

-0.5%

0.0%

3

1,794

1,535

1,803

1,534

-0.5%

0.1%

4

2,214

1,243

2,226

1,242

-0.5%

0.1%

5

2,763

996

2,775

997

-0.4%

-0.1%

6

3,428

803

3,441

804

-0.4%

-0.1%

7

4,209

654

4,222

655

-0.3%

-0.2%

8

5,525

498

5,535

499

-0.2%

-0.2%

9

8,383

328

8,394

330

-0.1%

-0.6%

10

17,269

160

17,292

160

-0.1%

0.0%

Ginni

0.426

0.425

0.1%

2,348.6

2,359.2

-0.4%

Fuente: MECOVI 2000 Elaboración: Propia Ingreso Promedio

51

Anexo 2 Resultados Ejercicio 2 - Urbano 1.61

2.07

1.15

2.37

Normal

1.61

2.07

1.15

2.37

15.4%

15.4%

15.4%

15.4%

0.5%

0.5%

0.5%

0.6%

0.5%

9.7%

9.7%

9.5%

9.6%

9.5%

0.9%

0.9%

0.9%

0.9%

0.9%

10.4%

10.9%

11.2%

10.9%

11.2%

0.5%

0.5%

0.5%

0.5%

0.5%

9.8%

8.6%

8.5%

8.9%

8.7%

0.9%

0.9%

0.9%

0.6%

0.9%

2.6%

2.8%

2.8%

2.6%

2.6%

2.9%

2.9%

2.9%

3.3%

2.9%

5.1%

5.1%

5.1%

4.7%

5.1%

1.5%

1.5%

1.5%

1.5%

1.5%

1.4%

1.4%

1.4%

1.8%

1.4%

3.4%

3.4%

3.5%

3.3%

3.7%

3.8%

3.8%

3.8%

3.8%

3.8%

3.6%

3.6%

3.4%

3.6%

3.2%

Gas Natural

15.2%

4.9%

4.9%

4.8%

4.9%

4.6%

4.6%

4.6%

4.5%

4.6%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

4.4%

4.4%

4.4%

4.4%

4.4%

0.2%

0.2%

0.2%

0.2%

0.2%

0.3%

0.3%

0.3%

0.3%

0.3%

0.1%

0.1%

0.1%

0.1%

0.1%

0.3%

0.3%

0.3%

0.3%

0.3%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.1%

0.1%

0.1%

0.1%

0.1%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

1.1%

1.1%

1.1%

1.1%

1.1%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

Otros

4.9%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.7%

41.5%

41.9%

41.3%

41.8%

0.1%

0.1%

0.1%

0.1%

0.1%

0.0%

32.9%

32.9%

32.9%

33.2%

0.3%

0.3%

0.3%

0.3%

0.3%

0.0%

26.5%

25.6%

26.7%

25.2%

0.3%

0.3%

0.3%

0.3%

0.3%

0.0%

19.0%

19.2%

18.7%

19.2%

0.3%

0.3%

0.3%

0.3%

0.3%

1.2%

13.2%

13.0%

14.2%

13.4%

0.7%

0.7%

0.7%

0.7%

0.7%

0.0%

7.1%

6.6%

6.7%

6.2%

0.2%

0.2%

0.2%

0.2%

0.2%

0.0%

4.1%

4.1%

4.6%

4.1%

3.5%

3.5%

3.5%

3.5%

3.5%

0.0%

4.2%

4.2%

4.2%

4.2%

1.0%

1.0%

1.0%

1.0%

1.0%

Electricidad

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

7.6%

7.6%

7.6%

7.6%

7.6%

0.0%

3.8%

3.8%

3.8%

3.8%

5.0%

5.0%

5.0%

0.0%

5.0%

81.2%

40.7%

40.3%

40.8%

40.4%

1.3%

1.4%

1.4%

1.4%

1.4%

87.9%

55.0%

55.3%

55.1%

55.0%

0.7%

0.7%

0.7%

0.7%

0.7%

87.8%

60.7%

61.3%

60.6%

61.7%

1.2%

1.2%

1.2%

1.2%

1.2%

89.1%

71.2%

71.1%

71.6%

70.9%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

92.1%

79.6%

79.7%

78.4%

79.6%

0.7%

0.7%

0.7%

0.7%

0.7%

91.6%

84.2%

84.7%

85.0%

85.1%

0.7%

0.7%

0.7%

0.7%

0.7%

92.2%

87.7%

87.5%

86.8%

87.3%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

91.7%

87.0%

87.2%

87.0%

87.3%

0.4%

0.4%

0.4%

0.4%

0.4%

83.2%

82.4%

82.3%

82.4%

82.3%

0.6%

0.6%

0.6%

0.6%

0.6%

91.2%

86.9%

86.9%

86.9%

86.9%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

No Cocina

GLP

Kerosén

Güano

Leña

Normal

52

Anexo 3 1.61 Decil

Simulado Real Diferencia % Ingreso Promedio Número de Ingreso Promedio Número de Ingreso Promedio Número de Familias en cada Familias en cada Familias en cada decil decil decil 1

241

2,869

241

2,866

0.2%

2

490

1,413

488

1,413

0.4%

0.1% 0.0%

3

655

1,057

652

1,058

0.4%

-0.1%

4

795

870

792

870

0.4%

0.0%

5

943

733

940

734

0.3%

-0.1%

6

1,096

632

1,091

632

0.4%

0.0%

7

1,266

546

1,263

546

0.3%

0.0%

8

1,543

448

1,537

448

0.4%

0.0%

9

1,974

351

1,964

351

0.5%

0.0%

10

4,002

173

3,972

174

0.7%

-0.6%

Ginni

0.404

0.403

0.1%

761.0

758.5

0.3%

Fuente: MECOVI 2000 Elaboración: Propia Ingreso Promedio 2.07 Decil

Simulado Real Diferencia % Ingreso Promedio Número de Ingreso Promedio Número de Ingreso Promedio Número de Familias en cada Familias en cada Familias en cada decil decil decil 1

241

2,867

241

2,866

0.1%

0.0%

2

489

1,413

488

1,413

0.1%

0.0%

3

653

1,057

652

1,058

0.1%

-0.1%

4

793

871

792

870

0.1%

0.1%

5

941

733

940

734

0.1%

-0.1%

6

1,093

632

1,091

632

0.1%

0.0%

7

1,264

546

1,263

546

0.1%

0.0%

8

1,539

449

1,537

448

0.1%

0.2%

9

1,968

350

1,964

351

0.2%

-0.3%

10

3,980

174

3,972

174

0.2%

0.0%

Ginni

0.404

0.403

0.0%

759.4

758.5

0.1%

Fuente: MECOVI 2000 Elaboración: Propia Ingreso Promedio

53

1.15 Decil

Simulado Real Diferencia % Ingreso Promedio Número de Ingreso Promedio Número de Ingreso Promedio Número de Familias en cada Familias en cada Familias en cada decil decil decil 1

241

2,872

241

2,866

0.4%

0.2%

2

491

1,412

488

1,413

0.6%

-0.1%

3

656

1,056

652

1,058

0.6%

-0.2%

4

797

870

792

870

0.6%

0.0%

5

946

733

940

734

0.6%

-0.1%

6

1,098

631

1,091

632

0.7%

-0.2%

7

1,269

547

1,263

546

0.4%

0.2%

8

1,547

448

1,537

448

0.6%

0.0%

9

1,980

350

1,964

351

0.8%

-0.3%

10

4,014

173

3,972

174

1.1%

-0.6%

Ginni

0.404

0.403

0.1%

762.6

758.5

0.5%

Fuente: MECOVI 2000 Elaboración: Propia Ingreso Promedio 2.37 Decil

Simulado Real Diferencia % Ingreso Promedio Número de Ingreso Promedio Número de Ingreso Promedio Número de Familias en cada Familias en cada Familias en cada decil decil decil 1

241

2,866

241

2,866

0.0%

0.0%

2

488

1,413

488

1,413

0.0%

0.0%

3

652

1,058

652

1,058

0.0%

0.0%

4

792

870

792

870

0.0%

0.0%

5

940

734

940

734

0.0%

0.0%

6

1,091

632

1,091

632

0.0%

0.0%

7

1,263

546

1,263

546

0.0%

0.0%

8

1,537

448

1,537

448

0.0%

0.0%

9

1,964

351

1,964

351

0.0%

0.0%

10

3,971

174

3,972

174

0.0%

0.0%

Ginni

0.403

0.403

0.0%

758.3

758.5

0.0%

Fuente: MECOVI 2000 Elaboración: Propia Ingreso Promedio

54

Anexo 4 Resultados Ejercicio 2 - Rural 1.61

2.07

1.15

2.37

Normal

1.61

2.07

1.15

2.37

90.2%

90.2%

90.2%

90.2%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

75.2%

87.5%

87.5%

87.5%

87.6%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

74.6%

90.4%

89.8%

89.7%

90.2%

0.6%

0.6%

0.6%

0.9%

0.6%

74.0%

91.8%

92.4%

92.6%

91.8%

0.5%

0.5%

0.5%

0.0%

0.5%

69.1%

85.9%

85.9%

86.9%

86.0%

1.1%

1.1%

1.1%

1.1%

1.1%

69.0%

87.3%

87.8%

87.5%

87.3%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

76.7%

90.5%

89.9%

89.0%

90.5%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

62.1%

84.2%

84.2%

84.2%

84.2%

0.7%

0.7%

0.7%

0.7%

0.7%

49.3%

63.0%

63.1%

62.9%

63.2%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

39.1%

48.0%

47.7%

48.0%

47.7%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

7.6%

7.6%

7.6%

7.6%

7.6%

1.4%

1.4%

1.4%

1.4%

1.4%

8.4%

8.5%

8.4%

8.5%

8.4%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

5.0%

4.8%

5.4%

5.3%

5.0%

0.2%

0.2%

0.2%

0.2%

0.2%

4.3%

4.3%

3.7%

3.7%

4.3%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

4.8%

4.8%

4.8%

4.8%

4.8%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

2.5%

2.5%

2.5%

2.5%

2.5%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.9%

0.9%

0.9%

0.9%

0.9%

0.7%

0.7%

0.7%

0.7%

0.7%

1.1%

1.1%

1.1%

1.1%

1.1%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.5%

0.7%

0.7%

0.7%

0.7%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

1.8%

3.6%

3.6%

3.6%

3.6%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

3.8%

3.8%

3.6%

3.8%

0.1%

0.1%

0.1%

0.1%

0.1%

0.6%

3.3%

3.3%

3.6%

3.3%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

2.0%

7.8%

7.8%

6.8%

7.8%

0.1%

0.1%

0.1%

0.1%

0.1%

0.0%

10.1%

9.7%

10.0%

10.1%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

7.7%

8.2%

9.1%

7.7%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

14.1%

14.0%

14.1%

14.1%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

Electricidad

Otros

Gas Natural

87.3%

0.0%

37.0%

36.9%

37.1%

36.8%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

52.0%

52.3%

52.0%

52.3%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

3.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.2%

0.2%

0.2%

0.2%

0.2%

14.2%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.4%

0.4%

0.4%

0.4%

0.4%

19.4%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.2%

0.2%

0.2%

0.2%

0.2%

20.6%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.1%

0.1%

0.1%

0.1%

0.1%

22.6%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.3%

0.3%

0.3%

0.3%

0.3%

28.5%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

21.4%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.2%

0.2%

0.2%

0.2%

0.2%

36.2%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

No Cocina

GLP

Kerosén

Güano

Leña

Normal

50.7%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

60.9%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

0.0%

55