SOLITARIO Acto I Escena 1 Solitario está en un jardín de grandes frutas. Es un gigante enorme, muy gordo. Pasea por el jardín y agarra muchas frutas. Se las hecha todas juntas a la boca. Narrador Esta es la historia de un gran glotón. Le llaman Solitario, porque no quiere compartir con nadie, aunque el nombre más apropiado para él sería egoísta, pues lo único que le importa es saciar su inmensa hambre. Solitario Creo que cada día estoy más flaquito. (Muestra la guata) ¿No están de acuerdo ustedes? Hoy solo comí dos kilos de manzana, tres de plátano, nueve de naranja (pero como juguito) y una ternera bien asada. Es poco para un joven en edad del crecimiento como yo. Solitario sale de escena. Narrador El problema es que aquel jardín solía pertenecer a los habitantes de las Montañas, que ese invierno pasaban mucha hambre. Dos niños entran en escena, son chicos muy mal alimentados. Uno mira al otro al jardín. Niño 1
y luego
Que lindas se ven las manzanas. Niño 2 A mi me gustan las peras. Niño 1 Yo no sé que sabor tiene una pera. Niño 2 Es como una manzana, pero más mojada. El Gigante sale gritando y asusta a los niños. Solitario ¡No vengan a meterse a mi jardín niños de la montaña! ¡O me los como a ustedes! Narrador La verdad es que, contrario a lo que se piensa, los gigantes rara veza comen niños. Y cuando lo hacen, los prefieren con salsa de ajo. El gigante se sienta en una roca y mira el atardecer. Narrador Los gigantes no siempre fueron así, pero ahora, Solitario, último de su especie, vive momentos amargos ya que simplemente odia a la humanidad Los niños lejos.
lo
miran
de
Se escucha la voz de una mujer a lo lejos. “Niños, ¿dónde están?”
Escena 2 Amaro e Irina caminan por el sendero montañoso que llevaban en su aventura anterior. Narrador Amaro e Irina, campeones de la luz, son jóvenes héroes que viajan hacia las montañas a reunirse con el Consejo de Fuego. Sin embargo escuchan voces que los llaman. Niño 1 ¡Oiga patroncito! Niño 2 ¡Jefe! Amaro se sobresalta al ver a los niños. Irina toma una varita mágica. Irina Si dan un pazo en falso los transformaremos en patos. Niño 2 A mi no porfa, pero a mi hermano sí, quedaría más lindo. El niño 1 coscorrón.
le
Niño 1 Ustedes son Amaro e Irina, hemos escuchado su leyenda. Niño 2 Y queremos que maten a un gigante. Amaro (Molesto)
da
un
¿Qué matemos a un gigante? ¿Qué leyenda es esa que escucharon? Irina La luz que brilla en todas las cosas nos guía y no hemos venido a matar a nadie. Niño 1 Es que se come nuestra comida. Niño 2 Se comió a todos los pavos de mi abuela. Niño 1 Se tomó toda la leche del tío Alexander. Niño 3 Y se tragó a los treinta cerdos de la señora Paullette. Amaro se toca la pera, está pensando. Amaro Quizás tenía hambre. Irina Genial. (suspira) Niños los ayudaremos, pero no usaremos la violencia. Tengo un plan. Amaro Ella siempre dice eso…
Salen de escena.
Escena 3 Amaro y los niños colocando un cartel.
están
Narrador Bueno, le plan se echó a andar. Irina, que tiene la mejor letra, escribió: “Se dará un banquete en honor de las criatura voluptuosas, tendremos ciento sesenta vacas, doscientos corderos, quinientas veinte tortas, y miles de tecitos, sin azúcar, para no engordar”. Firma: Los Ogros. El Gigante sale a ver que pasa. Solitario ¿Qué pasa? ¡Oh los ogros siempre creen que pueden comer más que yo! Les demostraré que no es así. Sale de escena muy apurado. Amaro (saliendo del escondite) ¡Vamos Niños. Irina! Todos salen de su escondite y corren al huerto del gigante. Narrador Así nuestros héroes recuperan parte de la riqueza del jardín y la devuelven a la gente de la montaña. Todos estaban felices, claro que el gigante Solitario, no. Como era de esperarse. Gigante llora.
cae
de
rodillas
y
Solitario Era una mentira, los ogros no me dieron mantequilla. Y ahora se robaron mis tesoros.
ni
un
pan
con
Amaro (tras el gigante) Solitario, tú le quistaste a la gente su comida. Solitario Es que tengo mucha hambre en invierno. Ahora me moriré de hambre y frío. Irina No, no lo permitiremos. La gente del pueblo te manda esta comida. Los niños llegan con carretillas de comida.
dos
Narrador Así Solitario aprendió que las cosas compartidas son más ricas, esta fue una lección muy importante, porque desde entonces fue el guardián de la gente de la montaña. Irina ¡Ya no existe Solitario el cruel, que comience la historia de Solitario el Protector! Todos saltan alegría. 16225539-‐8 23240544
y
gritan
de