Sobre un paraíso

BARCELONA (Especial).–. La Verbena de San Juan, la noche más corta del año, empieza pasadas las. 22, mucho después de que toneladas de petardos ...
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Miércoles 29 de junio de 2011

MICROCLIMA

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ARCELONA (Especial).– La Verbena de San Juan, la noche más corta del año, empieza pasadas las 22, mucho después de que toneladas de petardos empezaran a retumbar por la ciudad lanzados por chicos de todas las edades. Es casi como un año nuevo y casi tropical: fiesta, playa, fuegos artificiales y gente dando la bienvenida al verano, que en Barcelona es una entidad pagana a la que todos deben culto. En medio de esa guerra trabada contra los oídos es difícil sentarse a escribir sobre escritura, sobre concentración, sobre Ommwriter. Sí, ommmmm... Y writer (claro, escritor en inglés). Ommwriter es un software que ayuda a concentrarse en el momento de escribir. Ya. Sólo hay que dejarse envolver por una pantalla rosa con sonidos relajantes de cuencos metálicos, por ejemplo. Después de algunos minutos es probable que uno se enamore de la idea, algo francamente sencillo incluso para los corazones brutos, pero que expone una fractura desconcertante: la incapacidad muy posmoderna de mantener la atención en cualquier cosa por más de un minuto. Tal vez por 30 segundos. O menos... Y entonces así están las cosas: desasosiego. También se puede cambiar a la pantalla de fondo nevado, con sonidos de úte-

Sobre un paraíso

eficiente Para escribir concentrado, inmerso en paisajes lejanos, protegido contra la tentación de la multitarea, nada como el Ommwriter

ro materno. Funciona, tranquiliza, permite seguir.

Contra el mono salvaje “Nuestra mente es como un mono salvaje”, explica Marzban Cooper. Trotamundos que nació en la India, vivió en Nigeria, Gran Bretaña, Alemania y lleva 18 años en Barcelona. Desde 2009 es el director general de Herraiz Soto & Co, la agencia de publicidad más rock’n’roll de España, y la que lidera la apertura de nuevos caminos (entiéndanse, digitales) en un sector donde la comunicación tradicional se ve cada vez más moribunda. Herraiz Soto es madre y padre del ommsoftware. “Vamos de

árbol en árbol y éste es el ejemplo perfecto de lo que nos pasa a todos cuando estamos delante de la computadora. Nuestra mente está en el presente, después va al pasado, después al futuro... Está como un mono salvaje.” Ommwriter no es un instrumento para hippificar o budificar a nadie, aclara Cooper, un (probablemente) disciplinado practicante de vipassana, la meditación budista por naturaleza tan estricta que cualquiera que consiga vivir en el estrés de una gran ciudad y practicarla con éxito debería recibir un iPad2 del más allá. De hecho, Ommwriter nació del egoísmo: los creadores

pretendían mejorar las condiciones de trabajo en la propia agencia. Después vino la compasión y la idea hoy está extendida en 300.000 licencias: 26.000 bajadas gratuitamente, y el resto con precios puestos por los mismos usuarios, desde 4,11 dólares para PC o Mac hasta 4,99 dólares para la versión iPad. Es la economía de la generosidad que Herraiz Soto intenta difundir en sus campañas, muchas premiadas en certámenes de publicidad de

Video. Demostración de Ommwriter. videos.lanacion.com.ar/video62374-1

la talla de Cannes, Londres, Nueva York o San Sebastián. De hecho, en la sala de reuniones de la agencia, una gran nave industrial de 1300 metros cuadrados que alberga a 30 personas hay 48 trofeos. Y falta uno, acaparado hace unos días en el concurso de la asociación británica D&AD, dedicada a diseño y dirección de arte.

Al no poder ir a Brasil... Para seguir escribiendo se puede optar por un fondo morado que sutilmente va cambiando de tono (“para calmar la mente, según la cromoterapia”, afirma Cooper). Recuerda la sensación de relax que transmite Rafa Soto, fundador de la agencia y director creativo. Fue él quien tuvo la visión en una playa paradisíaca de Brasil, y seis meses después lo convirtió en un producto que encariñó incluso al célebre actor británico Stephen Fry. La pantalla morada combina bien con un fondo musical de David Uommo (el responsable de la banda sonora) capaz de hacer flotar en noches de brisa suave. Todo cierra: Rafa Soto se fue de vacaciones a una playa de Brasil y con el tratamiento de choque (placentero) entre el ajetreo de Barcelona y la tranquilidad de la playa desierta, pensó en instalar allí una sucursal de Herraiz Soto, o al menos organizar un workshop de brainstorming. Los empleados ya ha-

cían las maletas en su imaginación cuando fueron conducidos de vuelta a la realidad por el otro socio, Marcel.li Zuazua. Como no podían ir al paraíso real para crear, inventaron un paraíso artificial, eficiente y cool. Y por menos de 5 dólares. “La experiencia del Ommwriter es tan envolvente que hacer olvidar de que hay otra cosa, que se está en un entorno multitarea, que es como las computadoras trabajan, pero no nosotros. Creemos que somos multitarea, pero lo que hacemos es fragmentar cada vez más nuestros períodos de concentración –comenta Soto–. Con esto conseguimos aislarnos y crear una cápsula dentro de la computadora que protege de la tentación de la multitarea. Es lo que pasa en una playa, no se tiene la tentación de ir a otro sitio porque allí se está muy bien ya.” Inevitablemente, la idea del software lleva a relacionarlo con las filosofías orientales, aunque los directivos rechacen cualquier intencionalidad religiosa: lo importante es el camino. Y en el Ommwriter el camino lleva a un lugar muy propio, muy personal y de conexión emocional. “A mí, el Ommwriter me lleva a un lugar de solitud, que me ayuda a estar conmigo, con mis pensamientos y poca cosa más”, ratifica Cooper.

Patu Antunes

Un fondo de pantalla del software. Puede acompañarse con música de cuencos tibetanos, por ejemplo

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