Sikus bipolares y dualismo andino; ¿dos caras de la misma moneda? # Juan Esteban de Jager * Resumen Este trabajo es el preludio de una investigación en curso, que aborda las clasificaciones y categorías duales desde la antropología de la música. Indaga en el principio organizativo bipolar y complementario de las flautas de Pan de la región andina. Se ponderarará la incidencia que tiene sobre el fenómeno una formulación generalmente aceptada, que entiende a la organización bipolar y complementaria de los sikus como una expresión de la cosmovisión dualista del mundo andino. Se tratará de determinar qué factores convergen en dicho principio organizativo, y la naturaleza de los mismos. Para ello se investigará la presencia de flautas de Pan y otros instrumentos musicales bipolares en sociedades dentro y fuera del ámbito andino, para dilucidar otras variables intervinientes en la conformación de este principio organizativo. El propósito ulterior de la investigación será analizar la organización bipolar y complementaria en general, a fin de buscar patrones emergentes. Palabras clave: flautas de Pan, instrumentos bipolares, dualismo andino, clasificaciones duales.

Abstract: This work is the prelude to an ongoing investigation, which addresses dual classifications and categories from an ethnomusicological perspective. It explores the complementary and bipolar organizing principle of the panpipes of the Andes. It intends to weight the incidence of a generally accepted formulation on the phenomenon, which sustains that the bipolar and complementary organization of the sikus is an expression of the dualistic cosmology of the Andean world. It will try to determine what

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Las primeras incursiones en la bibliografía –y más adelante en el campo-, fueron en el contexto de una investigación que aún estamos llevando a cabo con el profesor Lucas Sgrecia y el Grupo Antropocaos, bajo la dirección del profesor Carlos Reynoso en el proyecto UBACyT F-155 Programación Científica 2008-2010. El área que investigamos dentro del proyecto trata las trayectorias de cambio en la música sikuri de la Quebrada de Humahuaca, en la provincia argentina de Jujuy, durante las últimas décadas. Este trabajo, si bien surge de dicha investigación, tomó un camino independiente y no forma parte de ella.

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[email protected] Estudiante, en proceso de tesis de licenciatura. Departamento de Antropología, Facultad de Filosofía y Letras, UBA Miembro del Grupo Antropocaos

factors converge in the organizing principle, and the nature thereof. In order to pursue this aim, it will review the presence of panpipes and other bipolar instruments in societies within and outside the Andean region, to elucidate other variables involved in the formation of this organizing principle. The ultimate goal of the research will be to analyze the complementary and bipolar organization in general, in order to find emerging patterns. Keywords: panpipes, bipolar instruments, Andean dualism, dual classifications.

Introducción Antes que nada, una breve nota explicativa sobre la organización “complementaria y bipolar” de las flautas de Pan andinas (Valencia Chacón, 1982b, 1982c, 1983a, 1989a). Los sikus o zampoñas andinas, son instrumentos de viento compuestos de varios tubos de diferentes longitudes ordenados escalonadamente, que producen las distintas notas de una escala, unidos entre sí a modo de balsa. La particularidad que muchos autores destacan de la organización estructural de estos instrumentos, es que la escala musical que forman –sea en el modo y la tonalidad que fuere-, está repartida entre dos instrumentos físicamente escindidos. Estos son interpretados por al menos dos músicos, que deben alternarse en turnos, intercalando las notas de una mitad con las de la mitad opuesta, para poder completar entre las dos mitades una melodía. Ninguna de las mitades por sí sola alcanza para completar melodías culturalmente viables. Es por estos motivos que se los llama “complementarios y bipolares”. Esta alternancia de notas y turnos, tiene una similitud con ciertos arreglos corales medievales llamados hoquetus, que en latín significa “hipo”, por lo cual algunos autores se refieren a esta técnica como hoquetus o hocketing en inglés. También se la conoce como “diálogo musical”. Este trabajo apunta en líneas generales a desentrañar el porqué de este principio organizativo. El contexto en el que esta investigación se encuadra puede sugerir a primera vista una continuidad con la abundante bibliografía (Bauman, 1996 (editor), 1996; Howard y Stobart, 2002 (editores); Olsen y Sheehy, 2007:43ss; Sánchez Canedo, 1996; Stobart, 1996, 2002, 2006; Turino, 1987:20 (en Olsen y Sheehy op. cit.: 44); Turino, 1989; Valencia Chacón op. cit.) acerca de los sikus y el simbolismo dualista en la cosmovisión y organización social del mundo andino. Si bien esta tradición merece una referencia obligatoria y es prácticamente el punto de partida de este trabajo, el itinerario y la meta del mismo están orientados hacia otros fines y tradiciones académicas. La meta principal de la investigación procura hacer un aporte a cierta área de la antropología de la música en particular, a la vez que tratará algunos aspectos cognitivos más

amplios. Se propone retomar algunos de los abordajes surgidos de la tradición materialista de Alan Lomax y el proyecto cantométrico, en tanto comparte con estos la idea de indagar de manera comparativa, transcultural y sistemática en la relación entre los procesos expresivos y comunicativos por un lado, y la estructura social y los patrones culturales por el otro (Lomax et al., 1968). Este trabajo comparte asimismo con la propuesta de Lomax el carácter principalmente inductivo –en algunas instancias abductivo-, que intenta discernir un patrón común, una regla general a partir de manifestaciones particulares. No bastará sin embargo para este estudio con señalar la mera correlación estadística entre organizaciones performativas/ organológicas por un lado y organización social/ patrón cultural por el otro sino que, en caso de postularse una generalidad, habrá luego que analizar la relación en sí misma, podría decirse la pauta batesoniana, que conecta distintos niveles de abstracción o tipos lógicos, que es lo que lleva a la meta suplementaria –de orden cognitivo- del presente trabajo. Volveré sobre esto más adelante. Antes de apresurarme a extraer conclusiones de una investigación que está todavía en sus comienzos, intentaré esbozar a continuación la “ontogenia” de mis hipótesis, tal como fueron surgiendo y madurando en el curso de la investigación. Por ontogenia me refiero alegóricamente al camino propio y particular de esta investigación, por lo que la “filogenia” quedaría reservada para el estado de la cuestión y el marco teórico donde se enclavará la discusión. A medida que sea necesario, iré intercalando notas sobre la filogenia de estas ideas, para redondear así el estado de la cuestión propiamente dicho, junto con los antecedentes y los casos de referencia. Para finalizar propondré los posibles cursos a seguir y las perspectivas futuras. Sepan disculpar la heterodoxia.

Ontogenia de las hipótesis En algunas reuniones que mantuvimos con el profesor Reynoso y mis compañeros de investigación aludidos en la primera nota al pie de este trabajo, Reynoso señaló oportunamente que la organología y el simbolismo dualista, entre otros estudios posibles, ya habían sido tratados de manera exhaustiva para el caso del mundo andino, por lo que, para producir un aporte original, decidimos buscar otros ángulos menos explorados para abordar nuestro caso de estudio. Sin embargo, a medida acopiaba bibliografía sobre el tema, no pude evitar remitirme a un estado de la cuestión más amplio, ya que el enfoque particular que habíamos escogido, de tan novedoso, carecía prácticamente de antecedentes para el ámbito andino. En ese acto pude

corroborar que Reynoso estaba en lo cierto al señalar que los estudios sobre el dualismo y la organología existen en abundancia. Fue sucediendo que, a medida que me compenetraba en la bibliografía, me encontraba a menudo con una premisa que subyace en los trabajos varios autores. En algunos casos se hacía más manifiesta y rotunda que en otros, sin embargo estaba siempre latente. Esta premisa puede resumirse, aunque sin hacer justicia a la complejidad del terreno y a la dedicación erudita de estos investigadores, de la siguiente manera: la organización complementaria y bipolar de las flautas de Pan andinas es un reflejo del dualismo andino en sentido amplio, o en todo caso un fenómeno emergente, un producto, un derivado o una consecuencia del mismo. (Bauman, 1996; -Olsen y Sheehy, (2007: 44) plantean que se trata de una metáfora de la

sociedad andina,- Sánchez Canedo, 1996; Stobart, 1996, 2002, 2006; Turino, 1987; Turino, 1989; Valencia Chacón op. cit.) 1 . Este principio está fundamentalmente representado por la división de los sikus en mitades complementarias ira/arka, un dúo semántico de origen aymara, cuyas acepciones remiten a varias parejas de opuestos: macho/hembra, guía/guiado, primero/segundo, etc. (Sánchez Canedo, op. cit., Valencia Chacón, op. cit.) Por supuesto que hay diferencias importantes entre los trabajos de todos estos autores, pero a pesar de las diferencias, capturó mi atención que todos dieran en mayor o en menor medida por sentado que dualismo andino y flautas de Pan bipolares son, para no desentonar con los tropos dualistas, dos caras de la misma moneda. Esta premisa sería en principio viable, sin embargo creo que debe ser antes contrastada con una casuística más extendida, puesto que el fenómeno del diálogo musical o hoquetus interpretado por instrumentos complementarios y bipolares, se encuentra extendido más allá del mundo andino, cubriendo aún vastas áreas del globo muy distantes entre sí. Por lo cual, a menos que las viejas teorías difusionistas estén en lo cierto, debe suponerse que las flautas de Pan y otros instrumentos complementarios y bipolares tienen al menos varios orígenes independientes, o por lo pronto desconectados entre sí (Valencia Chacón, 1989a). Repasando el estado de la cuestión trazado por Valencia Chacón (Ibíd.) y recordando algunas viejas lecturas, pensé en inventariar la existencia de instrumentos –flautas de Pan para empezar- con organizaciones bipolares y complementarias en distintas sociedades fuera del ámbito andino. Si la premisa cosmología dualista => instrumentos complementarios aplicada al caso andino fuera cierta, ¿se aplicaría también a otros casos? ¿sería también válida en 1

Hay que reconocer que Valencia Chacón es de entre estos autores el que más se ocupó de buscar explicaciones alternativas o complementarias del fenómeno, como por ejemplo cuando propone que la complementariedad surge por una “ley del mínimo esfuerzo”, para evitar la fatiga de los músicos marchantes (1982c: 40).

sentido inverso? ¿Cuán dualistas deberían ser las cosmologías de estos otros pueblos para compartir el principio organizativo bipolar con el mundo andino? De no ser esta la situación ¿qué otras variables entrarían en juego para confluir en una organización tan particular y a la vez difundida? Además: ¿cuál sería la naturaleza de estas variables? ¿En qué medida responderían a factores sociológicos, qué tanto a fenómenos cognitivos y cuánto a las características organológicas de los instrumentos mismos? Encontrar el factor común, la pauta que conecta a distintas sociedades con el mismo principio organizativo, es adonde se pretende llegar como meta final de esta investigación.

Casuística y antecedentes Algunos de los casos de referencia a los que habíamos recurrido para el proyecto en Quebrada de Humahuaca, se prestaban para ser explorados. Muchos de estos ejemplos son también referidos por Américo Valencia Chacón (Ibíd.), por su organización bipolar y complementaria. Paso revista a continuación a algunos de los casos más relevantes que encontré. No enumeraré aquí a los instrumentos bipolares y complementarios del mundo andino, que existen en abundancia y pueden ser consultados detalladamente en la obras referidas. Para comenzar con los ejemplos americanos, más cercanos al ámbito andino, está el caso de la música de flautas de Pan de los kuna en Panamá -el repertorio de flautas guli y gammu burui en particular- (Olsen y Sheehy, 2007: 253ss; Smith, 1984:156–59, 167–72; Titon, 2008: 429 [1996]). Todavía dentro del continente americano hay varios registros de instrumentos y fenómenos musicales complementarios. Reichel Dolmatoff (1971: 115-116) señaló el caso del dualismo musical y simbólico entre los tukano de Colombia, donde los instrumentos y sus timbres se agrupan en categorías macho/hembra. Así los timbres limpios y agudos [whistle tone] corresponderían simbólicamente con la invitación sexual, mientras que los timbres más graves y reverberantes [buzz] estrían asociados con la agresividad masculina. Al combinarse el principio femenino y el masculino, la música cobraría sentido y generaría poder a partir de la unión de los géneros. En el “Garland Handbook of Latin American Music”, Olsen y Sheehy (2007: 44) declaran que: “la distribución de instrumentos musicales simbólicamente agrupados en macho y hembra, coincide con culturas que conciben el poder como la unión de opuestos. En ningún lugar es este principio tan fuerte como en los Andes de Sudamérica” [la traducción es mía]. Lamentablemente, tamaña declaración no está acompañada de ejemplos ilustrativos de

otros casos donde “el poder” se conciba como “la unión de opuestos”, ni de referencia teórica alguna. Las demás alusiones que hacen a fenómenos comparables, tampoco están suficientemente desarrolladas como para respaldar la afirmación rotunda que proponen pocas líneas más atrás. Esto es llamativo, ya que los casos que mencionan están trabajados en bloque, categorizados bajo el subtítulo “Concepts of physical duality” [conceptos de dualidad física] (Ibíd.). Aunque apresurada, es una hipótesis para ser tenida en cuenta. En su conocida obra de referencia (op. cit., 45), los autores citan estos otros ejemplos de instrumentos macho/hembra fuera del ámbito andino: los yekuana de la selva tropical al sur de Venezuela tocan un aerófono llamado tekeya, que siempre es interpretado a dúo entre un instrumento “macho” y uno “hembra”. En la costa del Pacífico en Colombia, en la región de Chocó, los afrocolombianos tocan un par de membranófonos complementarios, el cununo mayor y el cununo menor, macho y hembra respectivamente. Como se seguirá viendo, esta escisión macho/ hembra es recurrente, no sólo en el ámbito americano. Esto sugiere la necesidad de investigar más profundamente la dimensión cognitiva del fenómeno, antes que la dimensión sociológica o cosmológica donde se concentran las propuestas como la de Olsen y Sheehy. Menezes Bastos (1978: 116-117) también distingue un uso simbólico particular del registro grave y el agudo por los kamayurá, en la región del Alto Xingú, para las flautas uru’a y awirare, que son dos tipos distintos de flautas de cuatro tubos, que se reparten entre dos intérpretes –a cargo de dos tubos cada uno- que las hacen sonar intercaladamente a modo de hoquetus o diálogo musical. Para futuros desarrollos de esta investigación, Menezes Bastos puede aportar criterios interesantes desde el punto de vista cognitivo. Por mencionar otros ejemplos de aerófonos complementarios sudamericanos, existen también las gaitas colombianas, aunque no se trata de flautas de Pan, ni de gaitas en sentido propio, sino de flautas de boquilla. Las gaitas están divididas también en instrumentos macho y hembra, con roles diferenciados en la interpretación de la pieza. La gaita hembra tiende a llevar la melodía, mientras que la gaita macho tiende a llevar el compás, aunque puede también participar de la melodía (Abadía Morales, 1980). Un caso geográficamente más lejano, en Oceanía, es el de la música para flautas de Pan `au paina y `au tahana interpretada los `are `are de las islas Salomón. Son asimismo un ejemplo de este principio organizativo (Zemp, 1978, 1979). Hugo Zemp denomina “adyacentes” [adjacent] a los dos instrumentos de cada par que, siguiendo la nomenclatura de Valencia Chacón, (1982b, 1982c, 1983a, 1989a) he llamado hasta aquí “complementarios o bipolares”.

Una nota interesante acerca del relevamiento de Zemp (1979: 5ss) es que, al igual que varios estudiosos de los casos andinos, (Bauman op. cit., Sánchez Canedo op. cit, Valencia Chacón op.cit., entre otros) éste analiza la semántica del léxico musicológico nativo: menciona por un lado las flautas grandes [paina], que guían, y distingue por el otro las flautas chicas [masika] que “siguen” [suri], aunque todas toquen en realidad al unísono, es decir que ninguna “sigue” musicalmente a la otra. Las flautas que lideran suenan una octava más abajo que las que “siguen”. Creo que los paralelismos con los casos americanos saltan a la vista, pero antes de tratar esto con la atención que merece, quiero dejar en claro otras cuestiones. No faltará ocasión para analizar transculturalmente la relación entre las dicotomías macho/hembra, grave/agudo, ira/arka, guía/guiado, etc. Todavía no he dado con un marco teórico, fuera del estructuralismo lévi-straussiano y sus derivados, que resulte satisfactorio para trabajar estas dicotomías y oposiciones binarias. Sospecho que será sumamente difícil dilucidar un factor común, presente en dicotomías arraigadas en contextos simbólicos y performativos tan disímiles. Sospecho a la vez que se trataría en todo caso de un fenómeno cognitivo, propio de la condición humana en general, en lugar de un desarrollo particular de la cosmología de ciertas culturas. Los contextos locales dentro de cada marco cultural le concederían a este principio general sus rasgos particulares, que no es poco decir, dada la riqueza de las diversas expresiones. Se articularía en concordancia con otras dimensiones socioculturales; míticas, rituales, performativas, económicas, etc. Si se tratara de la manifestación de un principio cognitivo general, ¿por qué entonces no aparece representados en todas las sociedades humanas? es algo que por el momento no puedo responder. Si acaso los ejemplos de flautas de Pan no fueran suficientes para demostrar que la organización complementaria y bipolar no es patrimonio exclusivo del mundo andino, hay todavía muchos otros instrumentos, aerófonos, membranófonos e idiófonos –además del uso del hoquetus en la propia voz humana- que comparten este principio organizativo. Varios se encuentran enumerados en la obra de referencia de Titon (2008: 428ss [1996]). Estos se hallan también extendidos alrededor de todo el globo, y menciona en particular varios casos africanos. No serán enumerados aquí, no obstante quiero señalar que los que he explorado hasta el momento, tienen en común con las flautas de Pan complementarias la división de los instrumentos y sus roles en categorías macho/hembra.

A modo de cierre Pienso que los trabajos sobre el mundo andino deben servir no sólo de disparador para esta investigación, sino también como casos de referencia para un estudio más amplio de este

fenómeno que, por ser tan particular y a la vez reiterado en varios pueblos, debe sumariar características muy peculiares de la relación entre factores sociológicos y cognitivos por un lado y procesos musicales -expresivo/comunicativos- por el otro. Es en este sentido que retomo la propuesta de Lomax, ya que la considero entre las más operativas y programáticas hasta la fecha, a la hora de realizar estudios comparativos. Seguramente habrá que tomar en cuenta algunas revisiones y aportes posteriores 2 . Debo reconocer sin embargo, que esta investigación se separa en un punto esencial de la cantométrica de Lomax, en tanto no tiene por objeto el análisis musical de las piezas, sino el análisis organológico de la complementariedad y bipolaridad. Estimo que una posible instancia donde el análisis propiamente musical puede aportar algo de perspectiva a este asunto, es en la asignación de roles macho/hembra. Habrá que analizar las dimensiones sonoras que se ponen en juego en relación a la división sexual de los instrumentos. Por lo pronto emergen unas cuantas coincidencias entre oposiciones duales que sugieren más bien categorías cognitivas universales, antes que categorías cosmológicas particulares para cada cultura. Muchas de las categorías de pares de opuestos que tratan los estudiosos para el caso dualismo andino, como grave/agudo, sol/luna, macho/hembra, fuerte/débil, por mencionar algunas, tienen en realidad una cobertura mucho mayor. Reitero: no está en mi agenda recurrir a ningún tipo de análisis estructuralista. Los demás casos de estudio serán analizados con más profundidad, con arreglo a cómo y por dónde comiencen a surgir las primeras hipótesis específicas. Quiero aclarar algo que respecto a la naturaleza de esta investigación. En la introducción, cuando traté sobre la “filogenia” y la “ontogenia” de las ideas a desarrollar, recurrí a esa metáfora con el fin de no compartimentar tajantemente al texto en lo que hace a su organización. Quiero de esa manera reflejar en el trabajo escrito aunque sea un poco del constante ir y venir que implica la investigación; entre el estado de la cuestión, el marco teórico, la metodología, las hipótesis, etc., no como compartimientos estancos ni etapas sucesivas. Creo además que, en un estudio comparativo que se propone contrastar varios casos cruzados, se hace un tanto artificioso anticipar desde temprano cuál será el mejor camino a recorrer. La heurística que propongo es por lo tanto más recursiva que lineal. A medida que indague más en los casos, podré refinar las hipótesis. Esto a su vez me llevará a consultar más bibliografía 2

Si bien en el resumen de este trabajo hablo de analizar la “relación contextual particular “ de cada caso, no se trata de retomar el enfoque contextualista en antropología de la música, ya que en líneas generales no aporta una propuesta sistemática, (Reynoso 2006: 151ss) sino de explorar cada contexto, buscando la emergencia de factores cognitivos o sociológicos en común. Queda claro que para tal fin deberé remitirme a las etnografías existentes, ya que la dispersión geográfica del terreno estudiado hace casi imposible el trabajo de campo para obtener datos contextuales de primera mano.

y a revisar los casos desde nuevos puntos de vista y tal vez muñido de nuevas herramientas. Por el momento, surgen varios posibles recorridos a tener en cuenta, que apenas mencioné hasta aquí. Un camino posible discurriría, por ejemplo, ya no por una instancia inductiva, como lo es la búsqueda de casos ilustrativos de instrumentos musicales complementarios. Consistiría más bien de una etapa abductiva, en la que un posible razonamiento exploratorio sería el siguiente: si la cosmología del mundo andino es eminentemente dualista y muestra en concordancia instrumentos bipolares; puede que otras sociedades que presenten este tipo de instrumentos, ostenten a su vez en sus cosmologías elementos particularmente dualistas. También se podría recorrer el camino inverso: revisar si entre sociedades “dualistas”, se encuentra una división complementaria de los instrumentos o algún fenómeno comparable. Por ahora no son más que ejercicios mentales y conjeturas. En definitiva, las posibilidades son muy numerosas, por lo que la incursión en estos caminos tentativos será en un principio exploratoria, hasta tanto se vislumbre de manera más clara la naturaleza de la organización bipolar y complementaria.

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