Siete fundamentos para líderes Artículo escrito por: Charles R. Swindoll No puedo pensar en un mejor modelo de liderazgo que Nehemías. Una vez me senté y miré por encima del hombro de Nehemías por un par de horas. Hice una revisión de las cosas que este líder judío antiguo escribió mientras se reconstruyo el muro alrededor de Jerusalén. Mientras leía, me di cuenta de que su diario es un almacén de pensamientos claves para líderes. Los primeros seis capítulos de Nehemías deberían ser de lectura obligatoria cada año para todos los líderes, así como aquellos que desean serlo. En su libro, encontré siete habilidades esenciales que los líderes cristianos de hoy pueden usar como piedras sobre la que construir su propia estrategia para el liderazgo. La primera piedra es una pasión para el proyecto. Pasión incluye la visión, entusiasmo, empuje, determinación, los sueños creativos e ideas innovadoras. Los líderes con pasión pueden captar el panorama general sin llegar a estar atrapados o preocupados con todos los detalles. Nehemías no pudo dormir, como él mismo imaginaba lograr el objetivo de Dios. Su pasión era la de la carta. El segundo componente es la capacidad de motivar a otros. Llevarse bien con otros es una parte crucial del liderazgo. Esto incluye habilidades tales como verbalizar ideas, sueños y preocupaciones, la habilidad de articular metas de manera sucinta y sencilla, y el poder demostrar fortaleza organizativa con mucha energía. Los líderes deben motivar e inspirar a otros a hacer lo mejor. Afirman rápidamente a los demás, y siempre buscan la oportunidad de reconocer las labores y logros de otras personas. Nehemías fue fuerte en todos los puntos. La tercera piedra es una confianza plena en Dios. El libro de Nehemías está lleno de oraciones, algunas cortas, otras muy específicas. Nehemías nunca dejó de recordar a la gente para ponerla en la presencia del Señor y pedir su protección. Los líderes que son auténticamente cristianos siempre guían a los demás a la fuente de fortaleza, al Único que puede lograr lo imposible, el Proveedor admirable. La confianza en Él no vacila. Su fe es contagiosa. Aunque en ocasiones estos líderes pueden dudar de su propia capacidad, nunca dudan de la voluntad perfecta de Dios a Su obra. Resiliencia y paciencia cuando enfrentamos oposición es el cuarto elemento. Nehemías soportó todo: el sarcasmo, la sospecha, chismes, burlas, amenazas, notas anónimas, cartas abiertas, falsas acusaciones, y mucho más. Nada de eso lo conmovió. Ningún líder puede sobrevivir si él o ella no pueden permanecer pacientes y flexibles a través de la crítica. Es importante ser firme en nuestros propósitos sin llegar a ser irritable, vengativo, o de mal espíritu. La ira expresada por la razón correcta y en el momento adecuado es apropiada y saludable, pero guardar rencor no es correcto, ni saludable. El quinto fundamento es un entendimiento práctico y equilibrado de la realidad. Mientras el buen líder puede tener sueños e ideas grandes, él o ella no vive en un mundo de sueños. Los hechos de la realidad siempre están presentes en su mente con un enfoque claro. Como Nehemías comenzó su discurso de apertura, era evidente para todos que no era un soñador viviendo en otro mundo: "¡Ustedes vean la mala situación en que estamos" (Nehemías 2:17). Les dijo a los trabajadores a permanecer en sus
puestos de trabajo, pero sabiamente puso otras personas en forma estratégica para proteger la pared contra un ataque. El era inteligente, sabía cómo discernir la realidad, y era muy fuerte. Actuó en forma correcta sin reaccionar en forma exagerada. Mantuvo una actitud de gracia pero a la vez de firmeza. Los buenos líderes mantienen ese equilibrio necesario entre ser positivo y a la vez ser consciente de lo negativo. El número seis es una voluntad de trabajar duro y dejar de ser egoísta. Todos los líderes cristianos deben de tener al menos una cosa en común: diligencia. A la vez saben el valor de descansar regularmente (diligencia y adicción al trabajo no son sinónimos). Debido a su duro trabajo, Nehemías fue "nombrado para ser gobernador en la tierra de Judá" (Nehemías 5:14) antes de que se terminara la construcción de la pared. Él aceptó su nombramiento con humildad, rechazando un tratamiento especial y haciendo sacrificio voluntario por el bien del pueblo. Así Nehemías dirigió un taller en el liderazgo de servicio. Por último, los líderes deben tener la disciplina para terminar el trabajo. Los buenos líderes son finalistas. Ellos saben cómo concentrarse en lo esencial sin permitir detalles perfeccionistas bloquear el camino. Estoy seguro de que algunas de las piedras de Nehemías eran un poco torcidas y unas cuantas quedaron flojas en la pared. Tal vez unas puertas no estaban perfectamente niveladas y tal vez una bisagra o dos chirriaban. . . pero el si llegó a la meta. Misión cumplida. El final. Hecho! Y cuando la tarea ha sido terminada, los buenos líderes saben la importancia de celebrar. . . se divierten! En el caso de Nehemías, hicieron fiesta sobre la pared, marchando y bailando, gritando y cantando-incluso invitó a dos coros, cuyas "canciones de alabanza e himnos de acción de gracias a Dios" (Nehemías 12:46) se oía desde muy lejos. ¡Qué gran fiesta! Necesitamos más líderes cristianos con estas actitudes bíblicas. Ezequiel registró motivo de Dios para los líderes que se "pusieran en la brecha delante de mí," pero, trágicamente, Dios "no encontró a nadie" (Ezequiel 22:30). Su búsqueda continúa hoy. Vamos a decidir ser hombres y mujeres para los que Dios está buscando para cerrar la brecha. Vamos a ser los Nehemías de esta generación-líderes que logran hacer cosas para la gloria de Dios. Se hace cuando basamos nuestros ministerios en estos siete fundamentos bíblicos del liderazgo. ObreroFiel.com- Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.