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Se reaviva la controversia sobre la detección del cáncer

23 mar. 2009 - Federación Argentina de Urología y ex titular de la Sociedad Argentina de Urología (SAU). En ambas investigaciones, se dividió.
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CIENCIA / SALUD

I

UROLOGIA Y DOS ESTUDIOS CON RESULTADOS CONTRADICTORIOS

Lunes 23 de marzo de 2009

Y RESUELVEN UN ENIGMA CENTENARIO

Se reaviva la controversia sobre la detección del cáncer de próstata Ambas investigaciones se ocupan de la efectividad del análisis del antígeno prostático FABIOLA CZUBAJ LA NACION Dos estudios publicados en la última edición de la revista New England Journal of Medicine reactivaron uno de los debates más encendidos, asociados con la salud masculina: cómo diagnosticar a tiempo el cáncer de próstata sin anticiparse innecesariamente en la identificación y el tratamiento de una enfermedad que puede evolucionar según cada paciente. Las dos investigaciones realizadas durante una década en los Estados Unidos y en Europa incluyeron a poco más de 250.000 hombres sanos mayores de 50 años y evaluaron por separado si el análisis del antígeno prostático específico, más conocido como PSA por sus siglas en inglés, sirve o no como herramienta epidemiológica para reducir la mortalidad por cáncer de próstata. Mientras el estudio sobre 77.000 pacientes de diez hospitales estadounidenses concluye que el análisis de PSA salva proporcionalmente pocas vidas y abre camino a que una gran cantidad de pacientes reciba tratamientos oncológicos innecesarios, el estudio sobre 182.000 hombres en siete países europeos sostiene que la PSA ayuda a reducir hasta un 20% la mortalidad por el cáncer de próstata, pero advierte sobre el riesgo de sobrediagnosticarlo. El análisis de PSA mide una proteína que producen las células de la próstata. “Es una proteína que segrega la próstata, cuya función es mantener líquido el semen –explicó a LA NACION el doctor Edgardo Becher, jefe de la Sección Disfunciones Sexuales del Hospital de Clínicas–. Pero cualquier lesión maligna o benigna puede hacer elevar sus niveles e n sangre. Por otra parte, también es un tema controvertido cuál es el nivel normal.” Según el Consenso Nacional Intersociedades para el Diagnóstico y Tratamiento del Cáncer de Próstata de 2008, ese nivel es de 4 ng/ml o menos con un tacto rectal normal para continuar con los controles anuales a partir de los 50 años (cuando no hay antecedentes familiares de cáncer) o de los 40, cuando existen antecedentes

Cómo se diagnostica en la Argentina A todo paciente mayor de 50 años que concurra a la consulta se le realizará: TACTO PROSTATICO (RECTAL)

Normal Sospechoso Análisis de PSA* Análisis de PSA* Menor de 4 ng/ml

Mayor de 10 ng/ml

4-10 ng/ml

Cualquier valor Se obtiene el índice de PSA **

Control anual

Menor 18%

Igual - mayor 18%

Biopsia transrectal ecodirigida Negativa

Control cada 6 meses

Positiva

* Valores de antígeno prostático específico **

PSA libre PSA total

Fuente: FAU

familiares (ver infografía). En un hombre sano, el nivel del PSA puede aumentar hasta 0,75 ng/ml por año. “Mantuvimos los 4 ng/ml para evitar detectar cánceres no significativos y, justamente, evitar el sobrediagnóstico y el sobretratamiento de los pacientes. Por debajo de ese nivel también se podrían detectar cánceres, pero que quizá nunca se manifestarán. En esos casos, un tratamiento nos haría caer en un exceso terapéutico con sus efectos adversos”, explicó el doctor Hugo Signori, integrante del

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Se establece el estadío del tumor

LA NACION

Comité de Consensos Urológicos de la Academia Nacional de Medicina, presidente del Comité de Etica de la Federación Argentina de Urología y ex titular de la Sociedad Argentina de Urología (SAU). En ambas investigaciones, se dividió a los participantes en dos grupos y, al azar, se les hicieron los controles diagnósticos de rutina mediante tacto rectal con y sin análisis de PSA. El equipo de los Institutos Nacional del Cáncer de los Estados Unidos halló que la tasa de mortalidad no

difería significativamente entre los grupos, mientras que el llamado Estudio Europeo Randomizado de Testeo para el Cáncer de Próstata determinó que el análisis de PSA reducía un 20% la tasa de mortalidad. “Se necesitaría controlar a 1410 hombres (durante un promedio de 9 años) y tratar a 48 casos adicionales para prevenir una muerte por cáncer de próstata”, escriben los autores. Es que la PSA no es un indicador demasiado confiable como para usar solo. De ahí la necesidad de complementarlo con el tacto rectal y otras estimaciones según la edad de cada paciente y otros factores de riesgo. “Es un pésimo marcador porque varía con todas las lesiones de la próstata, pero es lo único que tenemos –sostuvo el doctor Carlos Acosta Güemes, ex presidente de la SAU y profesor adjunto de Urología de la UBA–. Se está trabajando mucho en el mundo para resolver esta situación y ya se están desarrollando hasta tests de orina muy específicos de cáncer.” Becher, por su parte, opinó: “Es un tema terriblemente controvertido, en el que no hay una postura única. Por un lado, hay mucha evidencia que indica que los pacientes que se diagnostican precozmente y están en edad de merecer el tratamiento sobreviven. Pero, por otro, también es cierto que la mayoría de los hombres se mueren con cáncer de próstata y no de cáncer de próstata”. Los tres especialistas consultados coincidieron en la importancia del control expectante de cada paciente para determinar cómo evoluciona y decidir si es conveniente iniciar un tratamiento que puede lesionar la calidad de vida. “Hay que tranquilizar a la población en cuanto al resultado del test de PSA –dijo Acosta Güemes–. Un paciente que tiene entre 4 y 10 ng/ml tiene un 20% de probabilidad de tener cáncer; además, una de cada cinco biopsias da resultado positivo por varios motivos. Por eso, los urólogos no sólo tenemos en cuenta el test de PSA, sino también si el tacto rectal detecta una dureza, qué velocidad de crecimiento ha tenido la PSA y cuánto pesa la próstata, entre otros factores.”

SCIENCE

Reconstrucción artística de la Hurdia victoria

Descubrieron otro superpredador Ocupaba la cima de la cadena alimentaria en los mares hace 500 millones de años Investigadores de la Universidad de Uppsala, Suecia, lograron resolver un enigma centenario: en un trabajo que acaba de publicar Science, describen un extraño “monstruo” de los mares que vivió hace alrededor de 500 millones de años. Tan extraño era el aspecto de la Hurdia victoria –una suerte de langostino gigante apodado “el tiranosaurio de los mares cámbricos”– que los paleontólogos necesitaron casi un siglo para poner las piezas del rompecabezas en su lugar y dar con la imagen real de un animal que hoy aporta datos sobre los primeros artrópodos. Su historia comienza en 1912, cuando el hallazgo de fragmentos fósiles de varios especímenes de 500 millones de años de antigüedad en una cantera de la Columbia británica canadiense dieron lugar a su descripción como una suerte de crustáceo primitivo.

Piezas de un rompecabezas Décadas más tarde, otras partes de su anatomía fueron descriptas como especies separadas de medusas, pepinos de mar o artrópodos. En los años 70, nuevos análisis de los restos fósiles llevaron a clasificarlo como un artrópodo (un animal invertebrado con esqueleto externo y apéndices articulados, como los crustáceos, los insectos y las arañas), y luego, en los 80, tan sólo como un espécimen inusual de otra especie de artrópodo marino. Ahora, gracias al hallazgo y estudio de restos fósiles del espécimen mejor preservado, que perma-

necieron guardados en el Museo Smithsoniano de Historia Natural en Washington, Estados Unidos, los paleontólogos han resuelto este rompecabezas centenario. ¿Cómo era la Hurdia victoria? Con medio metro de largo, un cuerpo segmentado parecido al de un camarón, una boca circular con varias hileras de dientes y un par de pinzas espinosas debajo de la cabeza, este artrópodo primitivo se encontraba en la cima de la cadena alimentaria de los mares cámbricos, 250 millones de años antes de la aparición de los dinosaurios.

El misterio continúa Como muchos animales que poblaron esos mares, la Hurdia victoria tenía características físicas que jamás volvieron a verse en ningún otro ser vivo. En este caso, un gran caparazón triangular que se proyectaba por delante de su cabeza. “Esta estructura es diferente de cualquiera que haya sido vista en otro fósil o en un artrópodo viviente”, comentó Allison Daley, principal autora de la descripción de este organismo. “En muchos animales, el caparazón es utilizado para proteger las partes blandas del cuerpo, como en los cangrejos o langostas, pero esta estructura en la Hurdia está vacía y no cubre ni protege el resto del cuerpo –agregó–. El uso de este largo caparazón es un misterio.”

Sebastián A. Ríos