¿Se puede superar la discriminación? Lectura bíblica: Mateo15:21-28 I.
Introducción La discriminación es tan antigua como lo es la humanidad, las causas siempre han sido las mismas: Raza, color de piel, religión, nacionalidad, sexo, posición económica o social, situación de salud y otras. Ahora se ha llegado a la conclusión que el estigma es la causa de la discriminación y esta conduce a la violación de los derechos humanos, lo que a su vez legitima al estigma, tal como se puede apreciar en el siguiente esquema:
Estigma
Violación a los derechos humanos
Discriminación
De acuerdo al texto bíblico, los judíos se consideraban superiores a los gentiles y llegaron a considerarlos igual que perros.
II.
Algunos datos sobre la ciudad de Tiro Esta era una ciudad localizada en Fenicia, parte de Siria. Se hallaba en la zona costera al norte de Galilea. Era una ciudad de gran influencia por su industria de vidrio, púrpura y principalmente por su comercio. Era una región habitada por gentiles y judíos.
III.
El diálogo de Jesús con la mujer sirofenicia La mujer era griega y sirofenicia de nacimiento, el conocimiento de la lengua griega le da el perfil de una señora de la clase alta. Al presentarse a Jesús, desafía los valores del honor y la vergüenza, las barreras impuestas por la religión y el género. a) ¿Cuál era su petición? Según el evangelio de Mateo la mujer le dijo a Jesús: “¡Señor hijo de David, ten misericordia de mi! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio”. b) La respuesta de Jesús “Deja primero que se sacien los hijos, porque no está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos”. La respuesta de Jesús es fuerte, tajante y hasta radical. Los judíos se consideraban superiores en todo sentido a los gentiles. La palabra “perro” aquí se refiere a los perros vagabundos y callejeros. La mujer le solicita sanidad para su hija, en cambio Jesús habla de pan. Se dice que los ricos de Tiro dejaban sin pan a los judíos del campo. c) La mujer justifica su necesidad La mujer le dice que ella y su hija no se pueden sentar en la mesa de los hijos, sino que están según la metáfora de Jesús, debajo de la mesa como perritas. Si Jesús habla desde una sociedad con limitación de bienes, la respuesta de la mujer parte de la abundancia de una mesa que desborda de alimentos para todos. Aquí está el secreto de la fe de la mujer. Sin duda que es una mujer atrevida, audaz, con una buena autoestima y con mucha intuición. d) La sanidad ocurrió Lo que sana a la niña no son gestos, toques, ni palabras de Jesús. Más bien fueron las palabras de la mujer.
“Por causa de esta palabra” le dice Jesús el demonio ha salido de tu hija”. IV.
Conclusiones Esta historia nos enseña varias lecciones:
1. 2. 3. 4.
Jesús no hace acepción de personas y tampoco actúa en base a las reglas que rigen a la sociedad. Jesús no discriminó a la mujer aunque esa haya sido una práctica cultural de su tiempo. Lo que hace activar el poder de Dios es el grado de fe con que le presentamos nuestras peticiones. Nuestras palabras tienen una gran influencia en la vida que viviremos, debemos aprender a desarrollar un vocabulario que concuerde con la Escritura. 5. Recuerde que la fe es una habilidad sobrenatural que hace posible que creamos lo imposible y nos mantengamos firmes hasta el final. 6. Muchas personas son discriminadas por ser VIH positivas, trabajadoras/es del sexo, por ser alcohólicos, aún dentro de nuestras iglesias. Esto ha llevado a muchas personas estigmatizadas o discriminadas a sufrir en silencio.
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Autor: Isaú Chávez Coordinador regional de Canales de Esperanza Para América Latina y El Caribe
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