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POLÍTICA
| Sábado 4 de octubre de 2014
Sanz se presentó con una estética renovada del radicalismo
maximiliano amena
Sanz llamó a “construir una nueva mayoría”
acto. Lanzó su candidatura presidencial en un colmado Luna
Park; sugirió posibles alianzas, pero criticó a Massa y a Macri
Lucrecia Bullrich la NaCioN
Cuando falta poco más de un año para las elecciones, decidido a dar pelea pese a las encuestas, Ernesto Sanz lanzó ayer su candidatura a presidente con un acto en el que combinó críticas al Gobierno y a sus rivales Mauricio Macri y Sergio Massa, con guiños a esos mismos adversarios, a quienes llamó a “construir una nueva mayoría”. “Estamos construyendo día a día una nueva mayoría. No empezamos hoy. Ya hemos dado grandes pasos que no vamos a desandar. Pero tampoco podemos declarar terminada la construcción de esa mayoría, ni
debemos cerrarla con un candado para que nadie más pueda entrar en ella. Sabemos que nos queda mucho por sumar”, fue una de las frases más fuertes del discurso de casi una hora que dio ante un luna Park colmado por militantes, legisladores y dirigentes de la UCR. Enseguida, sin embargo, sin dar nombres, matizó la apertura de cara a posibles acuerdos. “Para construir una mayoría política, lo principal es el para qué. luego vendrá con quién”, exclamó. Y cerró haciendo equilibrio. ¿Debemos hablar con más gente para llegar a ser alternativa de gobierno? Sí. Pero no con la calculadora en la mano, sino con ideas y con propuestas para el país.”
Minutos antes había arremetido contra “los ismos” (“el sciolismo, el macrismo, el massismo”, dijo) y “contra los que construyen espacios a medida de sus aspiraciones personales”, en evidente alusión a Massa, Macri y Scioli. Fue particularmente duro con el tigrense. “No se puede confiar en los que se presentan como renovadores pero hasta ayer nomás estaban felices en el barco que abandonaron”, le dedicó. El mensaje de Sanz, que recitó de memoria, con los brazos siempre en alto, la voz ronca e inflexiones por momentos muy parecidas a las de Raúl alfonsín, mezcló el diagnóstico con las críticas y la propuesta. Habló de la inflación, de la inse-
guridad y del narcotráfico como los principales “desafíos”. “Si soy presidente”, repitió una decena de veces antes de explicar las medidas que tomaría. acusó al Gobierno de haber “usurpado el progresismo” y de ser “profundamente conservador”. “Recibieron un país que empezaba a salir de una crisis y nos entregarán un país en plena crisis y en peligro de hundirse”, remató. Enseguida contrapuso su perfil. “Soy demócrata, soy liberal en lo político, soy progresista y soy solidario”, se autodefinió. El discurso fue el cierre de un acto cuidadosamente pensado y organizado con una estética joven y moderna, alejada (en la intención al menos) de las boinas blancas y el recuerdo del pasado glorioso de la UCR. Pero sobre todo, como la escenificación del principal capital de Sanz en su camino hacia la presidencia, tanto respecto de sus adversarios en el Frente amplio UNEN como hacia afuera: el control de la amplia estructura territorial del radicalismo que ayer se hizo sentir en el luna Park. lucir un estadio casi lleno, hubo unas 8000 personas, fue posible por la movilización de militantes de todo el país, sobre todo de las provincias en las que la UCR aspira a ser gobierno en 2015, como Jujuy, Tucumán, Chaco y Mendoza, la tierra de Sanz. Esa “presencia federal”, que Sanz exhibió como “un orgullo” también se vio en las primeras filas del auditorio. Estaban los senadores y candidatos a gobernador Gerardo Morales (Jujuy), Juan Carlos Marino (la Pampa), luis Naidenoff (Formosa); los diputados José Cano (Tucumán), Eduardo Costa (Santa Cruz), Eduardo Brizuela del Moral (Catamarca) y la intendenta de Resistencia, aída ayala, entre otros. También en primera fila se sentaron Martín lousteau, a quien Sanz señaló como “el próximo jefe de gobierno porteño”, y el médico Facundo Manes, a quien le dijo “amigo” cuando hablaba de educación. a Elisa Carrió, la única presidenciable del FaU presente, le dedicó un “querida lilita” y le agradeció por acompañarlo. Pantallas gigantes, invitación a publicar fotos con carteles con la leyenda “#Yo voy con Sanz” (al mejor estilo 678) en Twitter, hits musicales, luces “de boliche” y un artista que dibujaba con arena formaron parte de una previa plagada de guiños a la juventud y un empeño evidente por mostrar “adaptación a los tiempos que corren”.ß
Gesto de concordia de Scioli, Domínguez, De Vido y La Cámpora
mira electoral. Compartieron un acto con intendentes y gremialistas; el rol de Mussi Jesica Bossi la NaCioN
Daniel Scioli a los abrazos con Julio De Vido y Julián Domínguez, dos de las figuras K que más lo combaten en público, rodeados por intendentes del conurbano, jóvenes de la Cámpora y sindicalistas, incluido antonio Caló, como telón de fondo. la gran “foto de familia” del oficialismo ayer, en un acto en Berazategui, reavivó el deseo de un sector del peronismo y, sobre todo, del propio gobernador bonaerense de apostar a un acuerdo de unidad para 2015. la postal la consiguió Patricio Mussi, el jefe comunal anfitrión, que cuenta con el aval de la agrupación juvenil creada por Máximo Kirchner y suma gestos de la Presidenta para su candidatura en la provincia de Buenos aires. De hecho, Cristina aceptó inaugurar vía teleconferencia el Congreso de infraestructura para la Producción que cerró ayer, lo sumó en su último viaje al Vaticano y varias veces lo mencionó en sus discursos. “Es momento de que los intendentes lleguemos a la gobernación para opinar, discutir, hablar, proponer”, se envalentonó Mussi, heredero en el territorio de su padre Juan José, ex secretario de ambiente y hoy diputado provincial. El trono para suceder a Scioli es disputado por varios referentes dentro del Frente para la Victoria. Entre ellos, el mandamás de la Matanza y presidente del PJ bonaerense, Fernando Espinoza; el vicegobernador Gabriel Mariotto (ambos presentes), el director de la anses, Diego Bossio, y Santiago Montoya, por la ola naranja. Y aún sin partido definido, merodea Martín insaurralde. En un clima de euforia, el ministro de Planificación hizo una larga enumeración de obras realizadas, Scioli pidió “acompañar” a la Presidenta en la batalla contra los fondos buitres, Domínguez –otro con ambición presidencial arriba del escenario– habló de la “patria” y Eduardo “Wado” De Pedro, uno de los dirigentes más influyentes de la Cámpora, le entregó
a Mussi una carta bendecida por el papa Francisco para el municipio. “Nunca vi a Cristina más firme y decidida que ahora para consolidar el modelo con una visión de veinte años más”, arengó De Vido, en un giro para llevar algo de certeza ante la incertidumbre que generó la renuncia de Juan Carlos Fábrega en el Banco Central, especialmente en gobernadores y dirigentes del PJ. los que vaticinan un pacto de convivencia entre el cristinismo y Scioli vieron en las palabras de Mussi, muchas veces crítico al gobernador, una pista. “Pone el cuerpo todos los días. Hace un enorme esfuerzo para ser el intendente N° 136”, dijo el alcalde. El anhelo del gobernador es que, ante la falta de otra alternativa, sea ungido como postulante en una lista de consenso en la que estaría dispuesto a ceder casilleros a olivos. En ese caso, la disputa quedará limitada a la puja por los espacios a resignar, pero Scioli habría cumplido el propósito de enrolar en su cruzada a la estructura del PJ y el kirchnerismo, una alquimia que hasta ahora sólo funcionó bajo la jefatura de un Kirchner.ß
Alicia postula a Máximo ^b^b^ La ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, afirmó ayer que Máximo Kirchner “tiene todas las condiciones para ser candidato” y remarcó que integra “la generación que está abriendo camino para continuar con el proyecto nacional y popular”. La funcionaria señaló que Máximo “es un gran dirigente desde hace mucho tiempo”, y destacó el “muy buen discurso” que dio el hijo de la Presidenta hace tres semanas en un acto de La Cámpora.
Insaurralde almorzó en secreto con intendentes del sciolismo
operativo retorno. El encuentro buscó limar asperezas con el ex
intendente de Lomas de Zamora tras sus coqueteos con Massa Un salón de Estilo Campo, rodeado de enormes toneles de madera y decoración bien rústica, fue testigo del encuentro reservado. En ese restó de Puerto Madero, Martín insaurralde almorzó anteayer con funcionarios sciolistas y un grupo de intendentes del oficialismo, en medio de su juego ambivalente con Sergio Massa. la comida, cuyo carácter fue pactado como secreto, comenzó con un capítulo de catarsis. El ex intendente de lomas de Zamora explicó, casi como excusa de su coqueteo con romper, que debió sufrir amargamente el “maltrato” del kirchnerismo. El rosario de quejas incluyó la incómoda decisión de haberlo hecho jurar con Francisco De Narváez en la Cámara de Diputados, después de una campaña durísima en la que fue cabeza de la lista K, negarle en el PJ provincial la butaca a la que aspiraba en el
Congreso partidario y un vínculo distante con la Casa Rosada. lo escuchaban, entre los escuderos de Daniel Scioli, la ministra de Gobierno, Cristina Álvarez Rodríguez; el secretario general de la gobernación, Martín Ferré, y Franco la Porta, al frente de Servicios Públicos. El ex motonauta promovió a insaurralde como su sucesor hasta que se malquistó con el bamboleo entre dos orillas del lomense y optó por alentar otras opciones electorales. “Yo estoy en el peronismo de la provincia de Buenos aires”, insistió insaurralde, según confiaron varios testigos a la nacion. “No tengo que demostrar nada”, completó. aunque siguió sin dejar en claro su futuro político. Estuvieron jefes comunales del interior, muchos en buena sintonía con el sciolismo, como Ricardo Casi (Colón), ismael
Passaglia (San Nicolás), aldo Carosi (Baradero), Cristian Popovich (General Madariaga), José Echeverría (Balcarce), Néstor Álvarez (Guaminí), Juan Carlos Pellita (General lamadrid), Hugo Corvatta (Saavedra), Gastón arias (Brandsen) y alberto Gelené (las Flores). la cita la armó Juan Pablo de Jesús (Partido de la Costa), que pidió “sumar a Martín” para retomar el vínculo. Si bien insaurralde siempre mantuvo diálogo con funcionarios sciolistas, había dejado de concurrir a reuniones del espacio. “Si vuelve, como decimos los peronistas, a la cola”, sentenció un sciolista. En el kirchnerismo duro, en cambio, hay poco margen para apoyarlo a su ex delfín. De hecho, el nuevo “niño mimado” es Patricio Mussi, intendente de Berazategui. Su única herramienta de negociación son las encuestas.ß