San Lorenzo hizo un gol y le dejó a Racing una herida

de efecto: Estévez quiso, Navia no pudo. Y la Academia, la desgastada Academia, otra vez se quedó sin presente y sin fu- turo. San Lorenzo le hizo un gol y lo ...
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Sábado 8 de marzo de 2008

FUTBOL

El torneo Clausura

San Lorenzo hizo un gol y le dejó a Racing una herida que no cicatriza La Academia mejoró, pero no pudo y justo Bergessio, un ex hombre del club, marcó el tanto; hubo apoyo al equipo y críticas al gerenciamiento Por Ariel Ruya Los titulares le pidieron jugar a Ramón Díaz Ramón Díaz, el DT de San Lorenzo, lo decidió luego del éxito contra Estudiantes: los suplentes jugarían ante Racing, ya que la prioridad es la Libertadores. Sin embargo, varios titulares le pidieron actuar a Díaz. Y el DT, luego de un intercambio de opiniones, aceptó. Salió bien: San Lorenzo volvió a estar en carrera en el Clausura.

Un símbolo, pero con sangre joven: Chávez, un debutante de San Lorenzo, consuela a Mercado, el defensor de Racing // G. HO ROV I T Z

De la Redacción de LA NACION

R

acing va. Corre, mete, lucha, se esfuerza, deja el alma, la vida deja la desgastada Academia. San Lorenzo se frena. Espera, regula, recapacita, mide el estímulo, casi despreocupado se desvaloriza el Ciclón. Racing va, pero pierde: sigue sin ganar, sigue a centímetros de la Promoción, se desploma a cada paso. San Lorenzo se frena, pero gana: suma dos triunfos seguidos, luego de aquellos tres tropiezos consecutivos y se aproxima casi sin proponérselo. Apoyado por una multitud –sí, esta vez fue respaldado por muchos, de principio a fin, mientras la pelota rodó– fervorosa por una camiseta que alguna vez supo ser más grande que la que se derrite en tiempos recientes. Apoyado por una multitud que no se contrapone con el grupo de 80 hinchas que grita contra el gerenciamiento minutos después del juego, porque los aplausos a los jugadores son genuinos, son entusiastas, a pesar de que esas mismas manos hacen cuentas de divisiones y restas que comprometen a su amado club. Noche entre gritos e insultos en Avellaneda. Esas decenas de fanáticos no parecen surgir de un movimiento político, sino de una bronca que ya no puede contenerse. Bronca por el estado del club, bronca por el plantel sin riqueza, bronca por el futuro sin esperanza. Es, apenas, una postal. La otra, la de la multitud, no se contrapone con ésta. Una, la mayoritaria, decidió respaldar con emoción –partida, vacía– al equipo; la otra, la minoritaria, decidió criticar con violencia verbal tanto desatino. Señalada Blanquiceleste SA, aunque bien se nutre la voz contra los últimos aciagos años dirigenciales. Racing no puede. San Lorenzo se aprovecha. El martirio propio tiene una amarga moraleja con un ex hombre de la Academia: Gonzalo Bergessio; el delantero del Ciclón fue el autor del gol del clásico triunfo. Hizo el tanto y pidió perdón, como si fuera una postal. Los hinchas lo entendieron: lo aplaudieron. Y San Lorenzo, desmemoriado en el Clausura, con el cuerpo y el alma en la Libertadores, subió un escalón en la compleja escalera del ahora no tan lejano Clausura. Contra las cuerdas, casi sin espacio para más contratiempos, Racing mostró su mejor versión en 2008. Atacó, buscó, mereció. Aun con un jugador menos, por la expulsión de Avalos –exagerada la primera amarilla, acertada la segunda, en la pobre tarea de Juan Pablo Pompei–, en casi todo el desarrollo, la Academia se desesperó por salir de su letargo habitual. Justo el reemplazante de Facundo Sava, el goleador suspendido, vio la salida a los 14 minutos. Atrapado en ese estado, fue hacia al frente, literalmente. Sin una cabeza en el área, hubo centros, jugadas elaboradas con es-

fuerzo, pelotazos directos al área. No fue un derroche de juego asociado, pulido, pero tuvo la premisa de salir, de escapar de la oscuridad sin victorias. Un mano a mano resuelto de Orion a Bonet, un envío de Manicero que el arquero desvió al córner, marcaron los tiempos de Racing, que fue mejor once contra once y once contra diez, también. En el ida y vuelta, San Lorenzo se animó algo más. Con tres delanteros definidos –ingresó Chávez por Bilos–, Ramón arriesgó. Navarro surgió en algún momento, hasta que el cabezazo de Bergessio, luego de un centro de Aureliano Torres, repitió la fórmula reciente de Racing: ya nada alcanza. San Lorenzo se afirmó. Y hasta casi grita el segundo, tras un cabezazo directo al travesaño de Romeo. Los cambios tardíos de Micó quisieron dar un golpe de efecto: Estévez quiso, Navia no pudo. Y la Academia, la desgastada Academia, otra vez se quedó sin presente y sin futuro. San Lorenzo le hizo un gol y lo dejó herido. Tan abatido, que las cuentas hace rato que no le cierran.

LOS NUMEROS ROJOS Hace 348 minutos que Racing no convierte un gol. Ayer sufrió la ausencia de Facundo Sava, que marcó los únicos dos tantos en el Clausura: uno en el empate 1-1 contra Olimpo y otro en la derrota por 3-1 con Banfield. Y la Academia no anotó en los últimos tres partidos. Regular

0 1

Racing Hilario Navarro Marcos Cáceres Franco Sosa Gabriel Mercado Roberto Bonet Adrían Bastía Claudio Yacob Claudio Fileppi Maximiliano Moralez Diego Manicero Erwin Avalos DT: Miguel Micó

San Lorenzo

6 5 4 4 6 8 6 4 5 5 4

A

A F

A R

Con la desventaja demoró los cambios ofensivos. Cambios: ST: 23m, Maximiliano Estévez por Manicero; 27m, Reinaldo Navia por Yacob, y 32m, Gabriel Méndez por Fileppi. Suplentes: Martínez Gullotta, M. Martínez, M. Sánchez y Chatruc. Expulsado: 14m, Avalos, por doble amonestación.

Agustín Orion Adrián González Sebastián Méndez Gastón Aguirre Aureliano Torres Diego Rivero Juan Manuel Torres Santiago Hirsig Daniel Bilos Gonzalo Bergessio Bernardo Romeo DT: Ramón Díaz

A A A A

8 5 6 6 5 4 6 4 5 5 6

Tras la apatía, arriesgó con tres delanteros y le dio resultado. Cambios: PT: 10m, Cristian Tula (6) por Méndez. ST: 7m, Cristian Chávez (6) por Bilos, y 23m, Walter Acevedo A por Rivero. Suplentes: Nereo Champagne, Pablo Alvarado, Diego Placente y Emiliano Díaz.

GOL

ST: 26m, G. Bergessio (SL). ARBITRO

ESTADIO

Juan Pablo Pompei (mal, 3)

Racing