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San Juan El Bautista - Fundacite Aragua

En Chuao, el culto a San Juan el Bautista, ha seguido los lineamientos normales de la veneración que se le viene tributando, desde hace casi dos milenios en ...
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San Juan El Bautista

Francisco Plánchez Noviembre, 1998

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SAN JUAN EL BAUTISTA Francisco Plánchez1 En Chuao, el culto a San Juan el Bautista, ha seguido los lineamientos normales de la veneración que se le viene tributando, desde hace casi dos milenios en muchos países del mundo. Se le danza desde la víspera (23 de junio en la noche); se le tiene confianza suficiente como para increparlo y hacerle ver si se ha portado bien o ha sido duro durante el año, con el pueblo o con individualidades; en suma, es amigo, hermano, hijo, protector; es el santo más allegado al corazón de los chuaeños, se le cuentan las penas, se le reclaman amores, salud, suerte y todo aquello que cause pena o alegría en el humano corazón; hasta palabras subidas de tono, con un candor de inocencia única, no vista en ninguna otra veneración en santo alguno; quizás por el mismo hecho de representarlo como un niño inocente, es que concurren todas estas características, algo extrañas, que aún hoy levantan pequeñas ampollas en la cristiandad. La Cofradía de San Juan es gobernada por mujeres, como ha sido en otros lugares, en este y otros siglos; se le cantan versos, sirenas; se le danza y se le hace "velorio". Los únicos cambios notorios con algunas otras comunidades son: no se le baña, ni se le rocía ningún tipo de líquido; el agua lustral, de origen pagano, llevada al cristianismo por el Bautismo, no arraigó en Chuao, o fue eliminada hace siglos por la misma Iglesia Católica; también pudo haber influido que la imagen de San Juan que se venera en Chuao, no es privada, o sea, no pertenece a ninguna familia o Cofradía, San Juan Bautista es de la Iglesia y de toda la comunidad. Tampoco se practican actos adivinatorios, ni nada que signifique sortilegios ni esoterismo. En la danza y desplazamiento por las calles del pueblo, se usan banderas multicolores (sustituyen a las ramas floridas de otros tiempos), que tremolan los danzantes rodeando la imagen del santo, que es conducida sobre la cabeza de un hombre que llaman "el burro de San Juan" (en España lo denominan "Caballito de San Juan"); esta danza se conoce con el nombre de "sangueo", que según los estudiosos, proviene de un vocablo congo: "sanga", cuyo significado es "baile", "salto alegre". No es costumbre actual, la misa en su día, por lo regular, la misa en su honor se celebra durante las Fiestas Patronales del 8 de Diciembre, en honor a la Inmaculada Concepción de María. Caso curioso es que el día de San Pedro (29 de junio), el que sale a la calle es la imagen de San Juan y los socios y el pueblo, lo llaman "Pedro- Juan"; los ritos son los mismos que se le tributan a San Juan; esto quizá se deba a que en Chuao no hay estatuaria de San Pedro. Lo mismo sucede en la celebración 1

Cronista de la Parroquia Chuao. Municipio Santiago Mariño noviembre 1998

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de la Virgen del Carmen, 15 y 16 de julio, San Juan recorre por dos días el pueblo con los mismos ritos de su festividad. El instrumento musical que se emplea es la "caja", tambor bibráfono de cuerpo más profundo que el redoblante; es de confección casera, se tensa por medio de mecatillo con nudos corredizos denominados "candados", se acompaña con maracas. Esta es una sucinta explicación de lo que es actualmente la festividad de San Juan Bautista, en la comunidad de Chuao. Hablemos mucho más breve aún como se desarrolla la festividad de San Juan en el mundo entero, ya que puede decirse que San Juan es el Santo más universal de la Iglesia Cristiana, que durante más de 1800 años ha sido conmemorado su nacimiento en las más disímiles partes del mundo, sin distingo de razas ni nacionalidades. Comencemos en el año 578 antes de nacer Cristo; en Roma, con el 6° Rey, historiado como plebeyo, hijo de esclava que se llamó Servio Tulio, que sucedió a Tarquino, el Viejo. Por ser de extracción plebeya y esclava comienza grandes reformas sociales en Roma y arremete contra la clase aristocrática patricia. Desde siglos anteriores se celebraban desde el 23 en la noche, hasta el 24 de junio, unos ritos paganos en honor a la diosa Fortuna, tenía más de un aspecto en su representación, la diosa Fortuna Muliebris, que festejaban las mujeres, la representaban como una mujer opulenta, que amamantaba uno o dos niños, con representaciones del disco solar, cornucopias con frutos y ramas en pleno retoño, que dan la idea de un "Culto Solar Agrario", que era de muy vieja data. Esta fecha daba principio oficial a las cosechas y era el comienzo del Solsticio de Verano, que es el día del año en el cual el sol brilla por más tiempo en el firmamento. Esta festividad era muy popular entre las mujeres, sobre todo de la plebe, de sabor licencioso, se invocaba, se pedía suerte, fortuna, cosechas, adivinaciones, amores y todo tipo de sortilegios. Servio Tulio le dio más fuerza de la que tenía y fundó templos en su honor en la Vía Fortuna, que corría a lo largo del río Tíber en Roma, dicha Vía se colmaba en esa festividad de gran muchedumbre plebeya y esclava. En esa misma fecha y desde siglos antes, los campesinos de toda Europa, se volcaban a los campos con antorchas encendidas, se hacían hogueras alrededor de las cuales se danzaba y en solitario, o acompañado en parejas se saltaba sobre ellas, buscando lustraciones. Esta era la festividad de "Las Lampas", de origen griego (Lampadeforías) en honor o la diosa Minerva, Prometeo y Vulcano. Se practicaba el baño ritual; las plantas recogidas en esos momentos se les atribuían poderes mágicos; era común esa noche del 23 de junio practicar las adivinaciones, sortilegios, embriaguez, baños en ríos y en costas de mar, para purificarse.

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Este ritual de "Lampas", para celebrar el Solsticio de Verano, no chocaba con el de la diosa Fortuna y este antiquísimo "culto agrario solar" se fundió con el de la diosa. Casi 600 años después de la gran reafirmación de la diosa Fortuna como culto de Roma, por el rey plebeyo Servio Tulio y más de dos milenios de los "cultos solares agrarios", comienza la era Cristiana, que hoy nos sirve de calendario, con el nacimiento de Jesús. Unos cuatro meses antes había nacido San Juan, hijo de Zacarías, sacerdote del templo judío, por tanto Juan era descendiente de Aaron; Aaron fue el hermano mayor de Moisés, y fue el primer sumo sacerdote o Pontífice del pueblo de Israel, 1200 años antes del nacimiento de Cristo, durante el "Éxodo". También fue el primero, en una religión precristiana, que usó el agua lustral, con una serie de requisitos impuestos por el mismo Yahvé (El que Es), para limpiar de impurezas a los seres y a las cosas que estuvieran inmundas. De esta casta desciende Juan, hijo de Zacarías e Isabel. Desde muy joven se retiró a vivir en el desierto de Judea, región inhóspita en la vertiente oriental de Jerusalén a Hebrón, hasta la llanura de Jericó y el Mar Muerto, este sitio era el hábitat de varias sectas judías, cuyos integrantes vivían en la más completa austeridad y en constante penitencia; esto revela sin duda un desacuerdo con su parentela, que representaba lo más granado de los "escribas" del templo. Y contra éstos, Juan descargó toda su sabiduría, fortaleza y represión crítica, al extremo de impartir el agua lustral del Bautismo, en forma distinta a la predicada por la clase sacerdotal; no es descabellado decir que Juan el Bautista es uno de los revolucionarios más grandes que ha conocido el mundo. Jesús (Dios), hizo el elogio más extraordinario que halla recibido hombre alguno, cuando dijo de él, en lengua Aramea: "En verdad les digo que no ha salido a la luz entre los hijos de mujeres, hombre mayor que Juan el Bautista"; estas palabras son inscripción obligada en toda estatuaria de San Juan el Bautista, de adulto, en latín vulgata. Las representaciones de Juan el Bautista, en pinturas, esculturas o descriptivas, da la sensación de un hombre fuerte, magro, vestido con piel de camello y cinturón fuerte de cuero. Ese es San Juan, el Bautista; el Precursor, el Regenerador; el hombre que reverenció a Cristo antes de nacer, ambos se saludaron estando Juan en el vientre de Isabel y Jesús en el vientre de María; el hombre que se resistía a Bautizar a Cristo por la poca cosa que él era ente el Salvador y Redentor, sólo cedió a ello por el razonamiento de Jesús, que le hizo comprender que debía ser así para cumplir la profecía y sumergidos ambos: Dios y hombre en las aguas del Jordán, el hombre derramó agua sobre la cabeza de Dios y cumplióse así el ritual del Agua Lustral del Bautismo. Según el evangelio del Nuevo Testamento, Juan el Bautista mantenía una prédica feroz contra el tetrarca Herodes Antipas. Herodes lo respetaba y le temía y sentía admiración por él; Salomé hermosísima princesa judía, era objeto del deseo de Herodes, quien era su tío, ya que era hija de su hermano Herodes Filipo en Herodías; esta Herodías había abandonado a su esposo Filipo y vivía en adulterio con Herodes Antipas y sufría los ataques públicos de San Juan; se dio la ocasión de una fiesta dada por Herodes Antipas, donde

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Salomé bailó la danza de los velos, en una ejecución tan perfecta que Herodes, en público, le ofreció lo que ella pidiera, su madre Herodías le aconsejó a su hija Salomé que le pidiera la cabeza del Bautista sobre una bandeja; al pedimento de Salomé, Herodes Antipas tuvo que cumplir y entregó la cabeza del Bautista sobre una bandeja de plata. Inmenso fue el dolor de Jesús ante la noticia de la muerte de Juan el Bautista por decapitación; Él como Dios lo sabía, pero por ser hombre sintió el dolor lacerar su cuerpo. Fue tanto el dolor de Jesús, que cerca de tres años después, cuando su muerte era inminente y debía cumplirse la profecía, guardó absoluto silencio ante las preguntas de Herodes Antipas, matador de Juan el Bautista y juez natural en la causa de Jesús, por ser este galileo. La iglesia cristiana, desde su primer siglo de existencia, considera a San Juan el Bautista, el santo más grande de su Santoral. En él concurren muchas cosas importantes, tales como: pariente de Jesús; ambas madres: María y Santa Isabel, fueron anunciadas de su preñez por el Arcángel Gabriel; ambos padres, San José y Zacarías también fueron anunciados por el mismo Arcángel; ambas preñeces fueron milagrosas, María por no conocer varón y ser virgen antes y después del parto e Isabel por ser una anciana estéril y su esposo otro anciano. La vida de Jesús y de San Juan dependieron del mismo hombre: Herodes Antipas, sobrino de Herodes el Grande, degollador de los inocentes; a San Juan y a Jesús se les conmemoran sus nacimientos (únicos en el Santoral) y ambos son representados como niños. Desde el segundo siglo de la era Cristiana, la festividad de San Juan el Bautista ha ocasionado agrias polémicas entre las autoridades eclesiásticas. El sacerdote, teólogo y obispo Orígenes, extraordinario exegeta del cristianismo y el padre de la Iglesia griega (excomulgado), en el año 235 condena duramente la festividad, por no estar de acuerdo de que a San Juan se le conmemore y celebre su nacimiento, para él, sólo a Jesús se le podría rendir este culto, y mucho menos estaba de acuerdo con los ritos paganos que se incorporaron a la celebración. Ya la Iglesia se había acoplado a la división existente del año, en sus dos solsticios; el de Verano se lo consagró a San Juan y el de Invierno a Jesús (niño). De esa forma penetraba y sustituía poco a poco a la fiesta pagana de la diosa Fortuna y los "Agrarios Solares", traspasándolos a San Juan. Así la Iglesia hizo heredero a San Juan de ritos de milenios de antigüedad, que se celebraban en esa época en todos los rincones del mundo conocido. Por eso en los ritos a San Juan, se ven tantas cosas no comunes en la religión cristiana; San Juan absorbe poco a poco el culto de Regenerador de la Vida, con toda la carga de costumbres que se aplicaban a las antiguas divinidades, entre el 23 y 24 de junio. Fue tan dura la disputa sobre el particular que alguno que otro obispo fue excomulgado. San Agustín, obispo y natural de Hipona, que fue y es piedra angular de la explicación teológica cristiana, en su obispado que comenzó en el 396, entre el 400 y 405, en varias ocasiones, a través de sermones, cartas y homilías, defiende la festividad de San Juan, en ese día y en esa forma. De todas maneras la polémica no cesaba, pero cada día más, las festividades a San Juan se hacían incontenibles, con su carga de ritos paganos; muchísimos

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canónigos se revelaron y desafiaron las normas impartidas por obispos. Las mujeres y la plebe en general, se volcaban por millones a la festividad. Nuestra Iglesia Católica supo captar esa gran masa, a la cual no le prohibía ni eliminaba sus fiestas, sólo les dio un símbolo cristiano. En el Sínodo de Agde, presidido por el Papa Símaco, en el año 506, autoriza su visto bueno a la festividad de San Juan, remite Bulas Pontificias a sus obispos, donde ratifica fecha y forma en que se venía celebrando la festividad de San Juan el Bautista. San Juan el Bautista, dio su gran salto sobre el Atlántico, a hombros del conquistador español y llegó a América. A través de los siglos se perdió un poco el significado inicial de "renovador de la vida" de los "Solares Agrarios", etc; esto confirma la capacidad de todos aquellos; que durante siglos fueron defensores de esta festividad, desaparecieron los principios paganos, quedando sólo San Juan y quizás también poco a poco eliminarán esas cosas que supuestamente incomodan aún a una parte de la iglesia. En nuestro caso específico, Chuao, no hay baño lustral; no hay artes adivinatorios; no se utiliza el fuego, salvo en las velas; las ramas floridas fueron sustituidas por banderolas. Es fiesta de predominio de mujeres y la Jerarquía es de ellas, los hombres quedan relegados a puestos no deterninantes. A San Juan se le trata como lo más allegado al corazón. Se autofinancian con una cofradía; no es Cofradía cerrada como lo es la de los Diablo Danzantes; toda la comunidad puede participar activamente de los actos, sin necesidad de ser asociado. La explicación más lógica que tengo sobre la representación de ese San Juan niño, parrandero, es que esa imagen se ajustaba más a los ritos que se le consagraron, ya que el santo más adusto, recio, asceta y anacoreta de la Iglesia como lo es San Juan, se vería muy mal en esos menesteres, y al cual se le puede regañar, llorar, amar, pedirle todo lo que el humano corazón puede desear. Es imposible parrandear una figura tan adusta y severa como lo es San Juan el Bautista adulto.