Rubén Quintana,el defensor de los humedales, un recurso ...

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enfoques

| Domingo 20 De octubre De 2013

MI Mundo dIgItaL

Alejandrina D’Elia

Gerenta de las áreas de arte y tecnología y de educación y tecnología de la Fundación Telefónica de Argentina, D’Elia confiesa: “Estoy conectada todo el tiempo que estoy despierta”. Cuenta que el smartphone le cambió la vida: “Es casi un híbrido entre celular y tableta. Tengo acceso a todo en mi pantalla de inicio”. Para no perderse en el exceso de información, realiza “una curaduría de los contenidos, poniendo el foco en los temas que más me interesan”.

recursos dIgItaLes

YouTube “Estoy suscripta a varios canales de YouTube. Me interesan los temas de actualidad y en especial los referidos a innovación social, educación y tecnología. El de la BBC tiene una serie de producciones en torno al futuro de la ciencia y la tecnología, la medicina del futuro, el mundo de la robótica y la relación humanomáquina.” • • • •

Facebook “Es el lugar donde me actualizo de las últimas noticias del medio de la mano de mis amigos y gente cercana.” LinkedIn “Más que un lugar para ver los nuevos lugares de trabajo de los colegas y allegados, se ha transformado en una fuente de información donde se suben noticias y artículos de actualidad de temas muy especializados a los que uno se suscribe.”

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rankIng de tuIteros 1 @EducaRedAR “Educared de Argentina actualiza los temas más importantes del debate en educación en el país.” 2 @sandopen “Cada día lo dedica a un personaje destacado, histórico o contemporáneo.” 3 @cristobalcobo “Autor del libro Aprendizaje invisible; plantea un nuevo paradigma en el cruce entre educación formal e informal.”

protagonistas

Rubén Quintana, el defensor de los humedales, un recurso estratégico y muy poco conocido Biólogo especializado en ecología, impulsa un inventario de estos reservorios de agua, iniciativa que ya cuenta con un proyecto de ley Lorena Oliva LA NACiON

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Rubén Quintana no le importó que en el imaginario popular los humedales fueran considerados tierras de segunda. O tal vez sí: su tesis doctoral estuvo íntegramente dedicada al carpincho, una especie típica de humedal. Pero lo que podía ser considerado hace un par de décadas un exceso de detalle, o incluso una excentricidad dentro del mundo de la ecología –esto es, profundizar el conocimiento sobre los humedales–, se ha vuelto una necesidad estratégica. Hoy se sabe que estos ecosistemas con suelos saturados por agua o, incluso, inundados durante períodos relativamente prolongados son, justamente, reservorios de agua dulce. Y su proporción en el país no es nada despreciable. Mientras que la superficie ocupada por humedales en el planeta oscila entre el tres y el ocho por ciento, en nuestro país representa el 23 por ciento. Dónde se encuentran ha dejado de ser un enigma gracias al trabajo de un equipo de científicos, entre los que se encuentra el doctor Quintana, que está concluyendo la primera regionalización de humedales en la Argentina. De acuerdo con este trabajo científico, nuestro país cuenta con diez regiones diferenciadas de humedales, a su vez fragmentadas en 25 subregiones. Se trata de un primer paso decisivo tanto para profundizar y ampliar el conocimiento del que disponemos como para poder avanzar en materia de conservación y uso sostenible. “Para proteger cualquier recurso natural, como los bosques, los glaciares o los humedales, es necesario saber qué tenemos, en dónde está y en qué condiciones se encuentra. En el caso de los humedales, no conocíamos lo suficiente. Y venimos de una historia en la que la riqueza y el potencial de este recurso siempre fueron subestimados. Entonces, en muchos casos, se los terminaba dragando o canalizando”, se lamenta Quintana, en diálogo con Enfoques.

Hoy en día, en cambio, gracias al avance de la ciencia, así como al trabajo de organizaciones locales, internacionales e, incluso, a la existencia de una convención mundial que los protege –la Convención Ramsar, a la que nuestro país está suscripto desde 1992– puede saberse que los humedales prestan servicios de enorme importancia para la humanidad: sirven de reserva y purificación de agua, de amortiguación de inundaciones y hasta de mitigación de los efectos del cambio climático, entre otras ventajas. Pero aunque esté cambiando la percepción acerca del rol que cumplen en el medio ambiente, el Estado los sigue tratando como si fueran tierras de segunda. Hasta el momento no existe ningún tipo de política que garantice la protección de los humedales. Aunque eso podría cambiar en un futuro no muy lejano. Actualmente, hay dos proyectos de ley para proteger los humedales en el Senado. Uno es de la senadora Elsa Ruiz Díaz (Frente para la Victoria) y el otro pertenece al socialista Rubén Giustiniani. Quintana oficia de asesor técnico en el proyecto de la senadora Ruiz Díaz, que promueve también la elaboración de un inventario nacional de humedales, así como un sistema diferenciado de protección, tomando parámetros como el de la ubicación o el nivel de degradación de cada humedal. Debido a que entre ambos proyectos son más las similitudes que las diferencias, el miércoles último, durante una reunión que tuvo lugar en la Comisión de Ambiente y Desarrollo Sustentable, los legisladores acordaron tratar de avanzar con un proyecto conjunto. Escasa conciencia mundial A nivel mundial existen más de 1700 humedales de importancia internacional, protegidos por la Convención Ramsar, que cubren, en conjunto, más de 161 millones de hectáreas. Pero el grado de conciencia con respecto a su importancia estratégica ha sido variable. “En los países centrales, la pro-

Quintana, un adalid de las riquezas naturales que aclara: “Somos ecólogos, pero no ecologistas” porción de humedales degradados o destruidos puede alcanzar el 50 por ciento del total. En Grecia, se calcula que un 66 por ciento del total ha sufrido serios deterioros. Y revertir los efectos de esa degradación es costosísimo. Entonces, ¿por qué mejor no protegerlos y evitar llegar a esas instancias?”, se pregunta Quintana, también presidente de la Fundación Humedales, una ONG con perfil netamente técnico. “Somos ecólogos, pero no ecologistas –se apresura a aclarar–. Nuestra visión es científica, para nada ilusa. Sabemos que el desarrollo de nuestro país necesita de un territorio productivo, pero creemos que esto es factible dentro de ciertos límites. Y hay ejemplos e iniciativas en la Argentina que demuestran que el equilibrio entre desarrollo productivo y sustentabilidad es posible.” De todas formas, los casos ejemplares a nivel local son, más bien, la excepción. Hay demasiados ejemplos de humedales degradados o afectados por todo tipo de presiones. Es que, como Quintana explica, la enorme proporción de humedales que ocupan nuestro territorio no está distribuida de manera equitativa. Mientras

quién es b Nombre y apellido Rubén Darío Quintana b Edad 53 años b Trayectoria académica Doctor en ciencias biológicas con orientación en ecología, es investigador independiente del Conicet y profesor asociado de la UBA. b Saber para proteger Actualmente es presidente de la Fundación Humedales, que promueve la protección de estos espacios a través de la generación y divulgación de conocimiento.

marcelo gómez

que dos tercios de nuestra superficie está compuesta por regiones áridas y semiáridas, la mayor parte de los humedales está ubicada en el tercio restante, el más húmedo. “En las regiones áridas, en donde los humedales representan una porción del territorio no muy significativa, es donde deberían estar más protegidos. Sin embargo, allí suelen estar afectados por todo tipo de presiones. No sólo de tipo climático, sino también como consecuencia de algunas actividades productivas que requieren de mucha agua”, explica. Pero en las zonas más húmedas, la histórica subestimación que estos ecosistemas han padecido todavía hace sentir sus efectos. Quintana aporta un ejemplo: hay zonas del Delta del Paraná que se han convertido en los últimos tiempos en territorios ganaderos de alta carga, lo que ha provocado todo tipo de alteraciones en los ecosistemas. “Para los humedales costeros, la principal amenaza es la urbanización. Pero también se ha vuelto un peligro preocupante el uso excesivo de agua para algunos emprendimientos como la agricultura bajo riego o la minería”, amplía.

Twitter @looliva

“No puedo creer que haya jóvenes militando con Macri, la verdad…”. El diálogo siguió con una invitación para pasarse a las filas de La Cámpora (a La Cámpora Diversia, aclaró, que es el espacio camporista de la diversidad sexual). “El Cuervo” argumentó que su agrupación es el “único” espacio en el que “los jóvenes pueden militar”. Una frase casual que, sin embargo, esconde toda una ideología y desnuda un sistema de creencias. Un modo faccioso de ver la política. La voracidad imperiosa del kirchnerismo por copar todo el escenario. El desprecio por los partidos políticos y el poco interés por construir una sociedad civil separada del Estado. Porque, ¿qué otra cosa supone el pase a La Cámpora si no la invitación

a integrar el Estado, en tanto que la juventud kirchnerista no existe si no es desde el poder K? Pero, para ser justos, Larroque no fue el único en querer robarle a Pro su mediático joven. Desde la juventud sindical, Facundo Moyano, con quien el joven Pro también está conectado, lo está tentando para ser candidato a diputado en la provincia de Buenos Aires, en 2015. Curiosa conducta en jóvenes que se enorgullecen de haber legitimado, ante la sociedad, el matrimonio igualitario y la diversidad sexual. Aplicando la misa lógica de Larroque, es como si Piter Robledo hubiera querido convencer a “el Cuervo” para “militar” en el territorio gay, con el argumento de que es el “único espacio” para ejercer la sexualidad.ß

Por eso es que el experto, doctor en ciencias biológicas con orientación en ecología, hace mucho hincapié en la necesidad de avanzar hacia un inventario nacional de humedales. De lo contrario, no podría cuidarse adecuadamente lo que no se conoce. “El inventario permitiría conocer en detalle cada humedal”, explica. Para llevar a cabo la regionalización –que estuvo dirigida por la doctora Patricia Kandus–, colaboraron especialistas de diferentes provincias, como Santa Fe, Corrientes, Entre Ríos, Mendoza, Tucumán y Buenos Aires, entre otras. Es que, como él mismo explica, la preocupación por los humedales fue abrazada en el ámbito académico desde hace varios años. Ahora comienza a formar parte de la agenda pública, según reconoce: “Hoy es más frecuente oír el término en boca de políticos, o en los medios de comunicación”. Por eso se muestra optimista con la posibilidad de que se avance en materia legislativa. Tal vez entonces los humedales dejen de ser vistos como tierras de segunda. O como el costo a pagar en pos del desarrollo.ß

opInIón

La Cámpora, el deseo de coparlo todo Laura Di Marco

—PARA LA NACiON—

c

uando el personaje que encarna Chazz Palminteri en Una luz en el infierno le enseña al hijo de Robert De Niro, su rival en el film, que para evaluar a una chica debe determinar si ella es capaz de destrabarle el seguro del auto desde adentro, como un gesto simbólico de solidaridad hacia su muchacho, le está transmitiendo que las personas se revelan en los detalles. Es por eso que esa escena de aquella película noventista quedó grabada en el imaginario colectivo como una metáfora de que la verdad suele esconderse en los actos pequeños. Como en aquella escena de la vida

cotidiana que en su momento pasó desapercibida y que tuvo de actores principales a Andrés “el Cuervo” Larroque y a Pedro Robledo, joven militante de Pro e integrante de la Fundación Pensar. La historia comenzó en abril pasado, en el despacho de la Presidenta, cuando recibió a Piter (lo llaman así, con “i”) y a su pareja, luego de la agresión que había sufrido el joven Pro en una fiesta privada por su condición de gay. A la Presidenta le impactó tanto la historia –que entonces conmocionó al país– que lo primero que atinó a pensar fue que Piter era kirchnerista (¿qué otra cosa podía ser un chico gay, agredido por su condición de tal, con ese discurso de inclusión, amor y diversidad?). Por eso, cuando se

enteró de que, en realidad, pertenecía a Pro –nada menos–, no lo podía creer. “Te voy a conectar con «el Cuervo» Larroque –le dijo durante la reunión–. La Cámpora está haciendo un gran trabajo de militancia y quiero que ustedes lo conozcan.” A partir de aquel contacto presidencial, “el Cuervo” y Piter empezaron a trabajar en conjunto. Primero, compartieron un almuerzo en el Congreso, en el que Larroque le regaló a Pedro una de sus biblias, el Manual de conducción política, de Juan Perón (subrayado en las partes que debía leer). En el despacho de Larroque hay ejemplares, en árabe, de La razón de mi vida. Más tarde, después de la inundación en La Plata, compartieron viajes a las zonas más

afectadas de La Plata, Villa Elvira y Tolosa. Y luego de múltiples cruces telefónicos, previos y posteriores, surgió la idea de trabajar en conjunto dos leyes, la modificación de la ley antidiscriminación y la de acoso escolar (bullying). Si hay dos seres opuestos en este mundo, ésos son Piter y Larroque. Uno es alto; el otro, bajo. Uno es peronista; el otro, macrista. Uno viene del mundo piquetero; el otro, de la universidad. Uno es gay; el otro, heterosexual. Es por eso que estos encuentros encerraban la promesa de una convivencia en la diversidad y, en última instancia, una lección de democracia. Sin embargo, un día, durante un almuerzo en su despacho, Larroque blanqueó su intención verdadera: