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7 Secretos Escolares
Éxito Académico para Estudiantes de Siete Años en Adelante
Resumen de la Historieta 7 Secretos Escolares comienza cuando Oscar, el dueño de la tienda del barrio, abre las puertas de su negocio. Observamos, mientras le da la bienvenida a sus primeros clientes matutinos. No toma mucho tiempo para darse cuenta uno mismo que Oscar es más que el dueño de una tienda. El conoce su comunidad bastante bien y añade recomendaciones y una buena dosis de consejos junto con las cosas que va sumando en la caja registradora. En la mañana en que comienza nuestra historieta, el viejo señor Carrasco entra tambaleándose pidiendo una taza de café y un pastel. Mientras Oscar lo atiende y lo sienta en una mesa junto a la ventana, Laura y Carlos, dos de los jóvenes del barrio, pasan caminando rumbo a la escuela. “¿No son ellos los hijos de Hernández y García?” pregunta el viejito. “Como han crecido y se ven tan bien.” Y así la escena está lista para el cuento de los siete secretos para el éxito escolar y cómo Oscar ayudó a transformar las vidas de Carlos y Laura. “Ah sí, pero ¿recuerdas todos los problemas que tenían?” Preguntó Oscar. Al parecer Carlos había tenido muchos problemas de comportamiento en la escuela y Laura había sufrido de depresión y tenía muy pocos amigos. Además de todo, a ninguno de los dos le iba bien en la escuela. Siendo la mayor de la familia, Laura tenía muchísimos deberes en la casa, y esto afectaba su trabajo en la escuela. El papá de Carlos estaba muy enojado por los problemas escolares que tenía y porque no hacía sus tareas. “¿Dime qué pasó con estos muchachos que les hizo cambiar?” Interrumpió impacientemente el Sr. Carrasco. “Por supuesto, eso es lo que te voy a contar. Déjame hacerlo.” Un día cuando los dos jóvenes llegaron a la tiendita tristes y desilusionados, Oscar adivinó que estaban teniendo otra vez problemas en la escuela y les dijo que necesitaban hacer más ejercicio. “¿Ejercicio? Dijeron. Y fue allí cuando Oscar les dijo que necesitaban un tipo especial de ejercicio: ejercicio mental. Les aseguró que sus ídolos—los astronautas de Carlos y los cantantes de Laura—no llegaron a ser lo que son sin mucho esfuerzo mental. También necesitaron ayuda y apoyo de sus padres, añadió. “Mi papá no me va a querer ayudar. El está muy enojado conmigo,” respondió Carlos. “Yo no creo que mi mamá tenga tiempo para ayudarme,” dijo Laura. Y así es como Oscar decidió hablar con los padres y con la consejera de la escuela para ver qué se podía hacer al respecto. Al principio los padres de Carlos y Laura no estaban muy dispuestos a participar con el plan que tenía Oscar. Ernesto, el papá de Carlos, pensaba que era mejor castigar que apoyar. Y María, la mamá de Laura, pensaba que, como ella no entendía cómo hacer la tarea que traía
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7 Secretos Escolares
Éxito Académico para Estudiantes de Siete Años en Adelante
Laura de la escuela, que ella no podía ayudarle. Finalmente sin embargo, lograron ser convencidos y acordaron ir a visitar a la consejera de la escuela. Cuando conocieron a la Sra. Morales, la consejera de la escuela, y aprendieron acerca de los siete secretos para el éxito escolar, se convencieron aún más. Podían ver que era un plan simpe y efectivo. Esa noche, en las familias Hernandez y García, los padres se sentaron con sus hijos. Repasaron el plan y empezaron a planear de acuerdo a las ideas sugeridas por los siete secretos. Poco tiempo después, ambos Laura y Carlos tenían un buen lugar para estudiar (secreto #1). Empezaron a utilizar un cuaderno especial (secreto #2) para organizar sus tareas. También tenían un horario regular para estudiar (secreto #3). Las cosas avanzaban bien. Los padres estaban supervisando las horas de estudio (secreto #4) porque ya habían visitado la escuela (secreto #5). Sus padres también se aseguraban de darles dulces y premios (secreto #6) y apoyo (secreto #7). Lo mejor de todo es que lentamente sus calificaciones empezaron a mejorar y empezaron a disfrutar un poco más de la escuela y de hacerse de más amigos entre sus compañeros de clase. Para ese entonces en la historieta, hasta el dudoso Sr. Carrasco estaba convencido. “¡Qué maravilloso programa de estudio!” dijo, pidiendo que Oscar repase los siete secretos. Al terminar la historieta, el Sr. Carrasco sale tambaleándose, tal como entró, pero entonces sus pasos eran un poco más ligeros. Tan ligeros, que sus huesos viejos no podían resistir celebrar lo que acababa de aprender con un pequeño bailecito.
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7 Secretos Escolares
An Academic Success Program for Students Ages Seven and Older
Storyline Synopsis 7 Secrets of School Success begins as Oscar, the neighborhood shopkeeper, opens the doors to his shop. We watch as he welcomes and helps his first early-morning customers. It doesn’t take long to realize Oscar is more than just a shopkeeper. He knows his community well and hands out recommendations and a good dose of free advice with the items he rings up at the cash register. On the morning our story begins, crotchety old Mr. Carrasco hobbles in for a morning coffee and pastry. As Oscar settles him in at the window-side table, Laura and Carlos, two neighborhood teenagers, walk by on their way to school. “Aren’t those the Hernandez and Garcia kids,” asks the old man? They’ve really grown up and they’re looking so well.” And thus the stage is set for the tale of the seven secrets of school success and how Oscar helped turn around Laura’s and Carlos’ lives. “Oh yes, but do you remember all the problems they had?” asked Oscar. It seems Carlos had been a trouble-maker at school and Laura was depressed and had few friends. And to make matters worse, neither one was doing well in school. Being the oldest in the family, Laura had so many responsibilities at home it affected her schoolwork. And Carlos’ father was angry that his son was getting into trouble and avoiding his homework. “Tell me what happened to these kids to make them change?” interrupted old Mr. Carrasco impatiently. “Of course, that’s what I’m going to tell you. Give me a chance.” One day when the two children came into the store looking sad and discouraged, Oscar took a guess that they were having problems at school again, and told them they needed more exercise. “Exercise?” they said. And that’s when Oscar told them they needed a special kind of exercise: brain exercise. He assured them their heroes—Carlo’s astronauts and Laura’s singers—didn’t get where they were without lots of mental effort. They also needed help and encouragement from their parents, he continued. “My dad isn’t going to want to help me. He’s really angry at me,” replied Carlos. “I don’t think my mom has time to help me,” said Laura. And that’s how Oscar decided to talk with the kids’ parents and call the school counselor to see what could be done. At first Laura’s and Carlos’ parents were reluctant to get involved in Oscar’s plan. Carlos’
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7 Secretos Escolares
An Academic Success Program for Students Ages Seven and Older
father, Ernesto, thought punishment was better than encouragement. And Laura’s mother, Maria, thought that since she didn’t understand Laura’s school work, she couldn’t help. Finally though, they were convinced and agreed to visit the school counselor. When they met Mrs. Morales, the school counselor, and learned about the seven secrets of school success, they were even more convinced. They could see that it was a simple and effective plan. That night, in the Hernandez and Garcia families, the parents each sat down with their children. They went over the plan and began to set up the idea suggested in the seven secrets. Soon, both Laura and Carlos had a good place to study (secret #1). They began using a special notebook (secret # 2) to keep their homework organized. They also had a regular study schedule (secret #3). Things were going well. Their parents were supervising study time (secret #4) because they had already visited the school (secret #5). Their parents were also making sure Carlos and Laura got special treats and rewards (secret #6) and encouragement (secret #7). And best of all, slowly, their grades began to improve and they started enjoying school and making friends with more of their classmates. By this time in the tale, even skeptical old Mr. Carrasco was convinced. “What a wonderful study program,” he said,” asking Oscar to review the seven steps. As the story ends, Mr. Carrasco hobbles out, just as he hobbled in, but now his step is a little lighter. So light in fact, his old bones can’t resist celebrating what he has learned with a little jig.
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