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sus lectores y lectoras y primará la publicación de íneas a máquina. Es imprescindible que vayan firmaconstar la dirección y el teléfono, así como la
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El Opus Dei entre pobres y enfermos uchas personas, al ver el
Ayuntamiento de Jaén) en bancarrota, a continuas promesas incumplidas y lo peor de todo: a una “indefensión casi absoluta”, ya que ven como pasan los meses mientras que el dinero que al organismo les llega de nuestros bolsillos (del bolsillo de muchos padres sacrificados para hacer frente a este gasto) no les llega a los trabajadores, puesto que el Excelentísimo Ayuntamiento de Jaén no es capaz de gestionarlo correctamente y en lugar de pagar a sus empleados lo gastan en otros asuntos ajenos al bienestar de nuestros pequeños. ¿Cómo pueden cobrar ustedes su mensualidad y dejar a compañeros sin cobrar? ¿Es eso humano? No lo entiendo. MARÍA SELENE CARRILLO/ JAÉN
Mdinamismo apostólico
actual del Opus Dei se preguntan por los orígenes, sienten curiosidad. El fundador era un sacerdote muy joven de 26 años sin experiencia, ni medios económicos, en un país que conocería, al cabo de muy pocos años una terrible y fratricida guerra civil. Aquellas carencias no le asustaron ni le inmovilizaron. Si el Opus Dei era un edificio de fines espirituales el fundador pensó que debía poner como cimientos unos materiales que dieran solidez; y esa solidez, en una institución espiritual, es siempre la oración y la penitencia. Fui a buscar fortaleza —explicaba San Josemaría— a los barrios más pobres de Madrid. Horas y horas por todos los lados, todos los
lloros. Prefiero los de papel.
días, a pie de una parte a otra, entre pobres vergonzantes y pobres miserables, que no tenían nada de nada; entre niños con los mocos en la boca, sucios, pero niños, que quiere decir almas agradables a Dios. Atendía a centenares de enfermos en las famosas corralas madrileñas, casas de vecinos céntricas, donde se hermanaban promiscuamente la suciedad y el hacinamiento con la más triste de las miserias. San Josemaría consumió los mejores años de su juventud en aquellos callejones entre: el barro, el polvo y la lluvia. RAFAEL GUTIÉRREZ AMARO / LINARES
Soñadores en acción os perdemos, a diario, en
Nmedio de un sinfín de pala-
bras, de críticas de lamentos. Nos erigimos, muchas veces, en profe-
nes empezamos a no ser tan jóvenes. M
Verbenas y fiestas col
ace muchos años que termino para
Hcolegio, los madrugones, la larga jo
las aulas y sus grandes patios donde ju te. Pero cada año por estas fechas me a semana de fiestas en honor a San Marc el colegio Maristas. Quizás se trata de u otra cualquiera, pero para mí era espec era la mejor semana del año. Las clases das por colores, y cualquier actividad c nizaba el centro, iba contando puntos p un color ganador que pudiese desfilar p “pastelada” que tantos años se lleva ha recuerdos que inundan mi memoria co tos llenos de sentimiento marista. Aunq cambiando. Ya no existen los equipos d des en representación a Andalucía, aho morado. Parecerá una tontería, pero el fiestas para mí no es lo mismo con este aunque de lo que estoy seguro es de qu seguirán viviendo con las mismas gana que se lleva haciendo todos estos años. días, toda la organización del colegio, c guos alumnos seguiremos, siempre hac hueco de oración para San Marcelino C
MANOLO SÁ