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REFLEXIÓN BÍBLICA-TEOLÓGICA SOBRE EL TRATADO DE LIBRE COMERCIO Por Mario Rodrigo Mejía Usado con permiso INTRODUCCIÓN El presente tema aborda el tema de la globalización bajo el entorno del TLC entre Guatemala, otros países de la zona, y EE.UU. Aquí se describe de manera general cómo se ha introducido en el país dicho tratado, y el punto de vista de la opinión pública. Es obvio que el tema tiene un impacto en la sociedad y en la iglesia. Para ello, se describe lo más relevante. Basado en lo anterior, el que escribe propone una reflexión bíblica-teológica. Esta no critica el sistema, ni gobiernos; asume un papel positivo. En otras palabras, la globalización vista a través del TLC puede beneficiar a muchos cristianos, sin embargo, no se trata sólo de los beneficios, sino cómo el creyente debe participar en este mundo ya globalizado. ANTECEDENTES Y OPINIÓN PÚBLICA EN GUATEMALA Para los conocedores del fenómeno de la globalización, es bien sabido que la internacionalización de los productos de consumo ha dado lugar a lo que se conoce como «libre comercio», el cual trae nuevos productos a los estantes de las tiendas. Además, ha dado lugar a la formación de bloques económicos y alianzas estratégicas entre los países. Esto ha provocado la unión de mercados en el ámbito mundial a través de «tratados de libre comercio», «integraciones económicas», «uniones económicas», «tratados bilaterales» y «tratados de cooperación».1 La integración de los países del área es promovida mediante tratados comerciales impulsados por: GATT, NAFTA, Mercosur, Comunidad Europea, la Organización Mundial de Comercio, y el TLC (Tratado de Libre Comercio).2 De estos, Estados Unidos es el mayor interesado e impulsor de la integración económica en Latinoamérica. Desde los 90’s, el gobierno norteamericano ha impulsado el llamado «Pacto de las Américas», el cual busca hacer un solo bloque comercial.3 Con un tono «anti norteamericano», Lilia Solano amplía: El primer paso hacia la Iniciativa [sic] de las Américas fue la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), que es paradigmático de la globalización neoliberal. El TLC presupone que los países socios están en igualdad de condiciones para competir sin mayores consideraciones a las particularidades de cada quien. Sin embargo, no tiene en cuenta el grado de desarrollo tan desigual de México y Estados Unidos. Como resultado, el TLC beneficia a quien ya tenía la fuerza y el poder, pues una es la definición que se hace de la globalización desde los centros de poder y otra la que han hecho los países que han resultado aun más empobrecidos en esta carrera hacia el futuro impuesta por quienes tienen todas las posibilidades de salir enriquecidos globalmente.4 Ante lo expuesto, Guatemala no ha sido la excepción. Durante los últimos meses, el gobierno de 1 Rolando Eliseo Ortiz, El Proceso de la Globalización: Una visión periférica (Guatemala: Editorial Universitaria, 1997): 14. 2 Manuel Ossa, “Seminario Enfrentando la Globalización”, Pastoral Popular (1997): 23. 3 Lilia Solano, “Las Utopías socioeconómicas, políticas y religiosas y sus desafíos a la fe evangélica”, Cuarto Congreso Latinoamericano de Evangelización (CLADE IV), (Quito, Ecuador: Fraternidad Teológica Latinoamericana, 2-9 de septiembre de 2000). 4 Lilia Solano, “Globalización económica y los movimientos de solidaridad mundial”, 24/7/2006, http://www.kairos.org.ar/articuloderevistaiym.php?ID=991. Según Solano, «La III Cumbre de las Américas, que reunió a los jefes de estado del hemisferio con la exclusión de Cuba, se dio cita en la ciudad canadiense de Québec, en abril del 2001».

2 Guatemala ha estado negociando con Estados Unidos el TLC.5 Esta iniciativa a través de ambas embajadas y organismos ministeriales ha sido remitida por parte del Ejecutivo al Congreso para que se aprueben varias iniciativas de ley. Según la periodista Jennyffer (sic) Paredes, el Congreso aprobó el TLC el 11 de marzo del presente año: Con entusiasmo, entre carcajadas y aplausos, 126 legisladores levantaron ayer la mano para aprobar, de urgencia nacional, el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Estados Unidos y los países centroamericanos y República Dominicana. Todos extendieron su brazo derecho hasta lo más alto para asegurarse de que no hubiera ninguna duda de la decisión que habían tomado. La aprobación de urgencia nacional fue gracias al voto y a solicitud de los diputados de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), quienes hasta el miércoles habían mantenido su postura en contra, pero cambiaron de parecer a última hora.6 (Cursivas de la autora). Ante tal convenio, el gobierno de los Estados Unidos ve con beneplácito dicho pacto bilateral: Crecimiento económico, promoción de la libertad y la democracia en Centroamérica, así como mayor seguridad en sus fronteras, son algunos de los beneficios que confía EE.UU. traerá el Tratado de Libre Comercio (TLC) con la región, y que está vigente en Guatemala desde el 1 de julio. A través de un comunicado, la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos (USTR) hace un balance positivo de los acuerdos liberalizadores del comercio vigentes desde hace un tiempo con algunos países y otros que están empezando a funcionar, como el TLC con Centroamérica. En el 2005, EE.UU. exportó a los países con los que tiene tratados comerciales más de US$42.3 mil millones e importó de esos mercados US$30.4 mil millones. “El TLC con Centroamérica y República Dominicana apoyará la libertad, la democracia y las reformas económicas en nuestro vecindario”, apunta el comunicado.7

No sólo el gobierno norteamericano ve «con buenos ojos» dicho convenio, el gobierno de Guatemala, representado por los diputados que aprobaron dicha ley, señala los beneficios para el país: Contribuirá al desarrollo armónico y a la expansión del país en el comercio mundial. Fortalecerá la competitividad de las empresas en los mercados globales. Creará nuevas oportunidades de desarrollo en la región. Protegerá y fortalecerá los derechos fundamentales de los trabajadores. Creará nuevas oportunidades de empleo. Contribuirá a la integración hemisférica. Protegerá y conservará el ambiente, y promoverá el desarrollo sostenible.8 Además de «empleo», Guatemala «se beneficiará con la liberación de las regulaciones y prohibiciones de EEUU [sic], creando oportunidades en los servicios profesionales, telecomunicaciones, servicios financieros, comercio electrónico e inversión».9 Complementario a lo anterior, el TLC traerá al país 5

El periódico Prensa Libre editó en su edición normal un suplemento especial acerca del TLC. De allí se extrae el contenido de lo pactado: “El TLC contiene la legislación que durante años regirá las relaciones comerciales de Centroam rica y los EEUU. (sic) El acuerdo contiene 13 capítulos: Acceso a mercados [...] Reglas de origen [...] Medidas sanitarias [...] Obstáculos al comercio [...] Defensa nacional [...] Contratación pública [...] Servicios e inversión [...] Comercio transfronterizo [...] Servicios financiero ( sic) [...] Telecomunicaciones y comercio electrónico [...] Propiedad intelectual [...] Laboral y ambiental”. “El conteni do pactado”, Prensa Libre (Guatemala) 5 de julio de 2006: 2. 6 Jennyffer Paredes, “Diputados aprueban de urgencia nacional el TLC”, Prensa Libre (Guatemala), 11 de marzo de 2006, http://www.prensalibre.com/pl/2005/marzo/11/109623.html. 7 Eduardo Smith, “EE.UU., optimista por vigor de TLC”, Prensa Libre (Guatemala), 22 de julio de 2006, http://www.prensalibre.com/pl/2006/julio/22/147489.html. 8 Paredes, “Diputados...”. 9 Eduardo Smith, “Más empleos y mejores productos”, Prensa Libre (Guatemala), 5 de julio de 2006: 2.

3 «una mayor gama de productos disponibles para el consumidor final...».10 Esto representa, según el economista guatemalteco y analista internacional Isaac Cohen, un impacto en la economía familiar: «[Los consumidores]... tendrán acceso a productos más baratos y de mejor calidad. Se beneficiarán, porque las empresas locales se verán sometidas a mayor competencia».11 En cambio, como era de esperarse, el TLC presenta varias opiniones contrarias a lo dicho arriba. Aunque el gobierno de Guatemala augura un porvenir exitoso como se indicó antes, debe afrontar ciertos retos. Cohen enumera algunos de ellos: El principal reto de la política económica guatemalteca es la pobreza, y para combatirla hay que generar empleos, y la apertura comercial en balance permite un mayor crecimiento. [...] El mejoramiento del clima de seguridad es esencial, que se respete el régimen de legalidad y se mejore la administración de justicia. El tratado demanda reformas en propiedad intelectual, en requerimientos sanitarios y fitosanitarios, y en las normas ambientales y laborales.12 Los diputados que se opusieron a la aprobación de la ley señalan los problemas que enfrentará el país: El país no está preparado para enfrentar un acuerdo comercial de esa magnitud. En materia educativa, de salud e infraestructura no existen las condiciones para aprovechar ese proceso. Antes de aprobar el TLC se debió legislar y trabajar para poner al país al día en temas de desarrollo. Sectores como el agrícola están desprotegidos frente a los productores estadounidenses. El TLC perjudicará a empresas pequeñas y provocará desempleo. Este acuerdo sólo beneficiará a las grandes empresas que tienen capacidad para competir.13 (Cursivas añadidas). Tanto el sector agrícola, como el sector textil, industrial y comercial tendrán ciertos retos que afrontar. Así lo señala el periodista Eduardo Smith: «El éxito del Tratado de Libre Comercio (TLC) con EEUU [sic] no podrá ser una realidad sin la preparación de los sectores productivos del país. La capacitación empresarial y la mejora en la calidad del recurso humano son retos todavía por superar».14 Lo anterior implica capacitación, no sólo dentro de las empresas, sino fuera de ellas en lo técnico, profesional, y la mano de obra. Como pudo observarse, la opinión pública está dividida en cuanto el tema en cuestión. El TLC es un hecho. El tratado entró en vigor a partir del 1 de julio, sin embargo, vale la pena señalar el impacto de la globalización y, como consecuencia, el TLC en lo socio-cultural, en lo individual, y en lo eclesial. IMPACTO Arriba se ha introducido el «contexto» que vive actualmente la sociedad guatemalteca a grandes rasgos, y la opinión del sector público y privado acerca del TLC. Sin embargo, hay que reconocer que la globalización ya ha influenciado el país. Indudablemente, también se aplica a la iglesia evangélica en general. De modo que el impacto del TLC en los meses siguientes tendrá consecuencias mayores de la situación actual. Es difícil diagnosticar cual será la situación a un cercano plazo. Sí se puede evaluar la influencia de la globalización en la actualidad, pero bajo el entendido de que lo venidero será sin precedentes. La siguiente evaluación en lo socio-cultural, individual y eclesial consistirá en un preámbulo para definir bíblica y teológicamente la postura del que escribe.

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Ibid. Rosa María Bolaños, “¿A favor o en contra?”, Prensa Libre (Guatemala), 5 de julio de 2006: 13. 12 Ibid. 13 Paredes, “Diputados...”. 14 Eduardo Smith, “Los dos polos del tratado con EEUU”, Prensa Libre (Guatemala), 5 de julio de 2006: 4. 11

4 En lo socio-cultural No es ningún fenómeno nuevo observar en cualquier hogar guatemalteco una variedad de productos de diversos países. Hay una variedad de formas, colores, materiales, como también una variedad de productos procedentes de otras culturas. Así lo ilustra la editorial del periódico Prensa Libre: Lo étnico se ha puesto de moda, y cada vez con más fuerza crea tendencia. Productos de Indonesia, Malasia, India, Centroamérica, etc, [sic] inundan las tiendas de regalos y mobiliarios más glamorosas de las grandes capitales europeas. Tanto el mobiliario como los múltiples complementos son muy apreciados y demandados por los amantes de objetos de arte, porque son piezas que, aunque muy sencillas, casi todas están confeccionadas a mano, con materiales naturales y diseños exclusivos.15 El idioma no es la excepción. Si en los centros turísticos del país el inglés, francés o alemán son requeridos para hablar hasta cierto nivel con los turistas, mayor será su uso para aquellos que se les requiera por negocios, capacitación, entre otros. En Guatemala hay alrededor de 23 lenguas indígenas. Quién escribe ha colaborado con SEPAL16 por diez años en el área mam, keckchí y chuj. Por lo constatado, el Ministerio de Educación ha introducido el idioma materno en las escuelas como parte de los acuerdos de paz. Por el contrario, ante el fenómeno de la globalización y, en este caso el TLC, el pueblo indígena necesitará la oportunidad de comunicarse y ser competitivo en lo académico y tecnológico. El idioma inglés o español será requerido con mayor nivel en empresas transnacionales o el negocio con inversionistas. Esto augura mayor apertura económica, no obstante pronostica perdida de identidad, y cultura. De identidad, porque «ha quedado marcada por su identidad católica».17 De cultura, porque la cultura norteamericana, en especial, se ha introducido en cada país. Como señala Jesús Camargo López: «Las influencias anglosajonas han contribuido a un nuevo mestizaje en la economía regional».18 Al reunir estos elementos, se puede decir que la globalización es «acultural», ya que adopta los valores de la cultura occidental dominada por el «individualismo», el «hedonismo», el «materialismo» y el «consumismo».19 Por otra parte, otro de los problemas que enfrenta el país es el «consumismo». Hay diversas características que describen una «sociedad de consumo». En primer lugar, no hay «un patrón de equidad» entre ricos y pobres.20 En segundo lugar, la globalización se centra en la economía y no en el individuo.21 En tercer lugar, esto ha provocado más pobreza. Alrededor de 15OO millones de pobres viven en la pobreza, con menos de US$1 diario. Según el Programa de las Naciones Unidad para el desarrollo (PNUD), «Entre el 7% y el 17% de la población de los países industrializados es pobre».22 En cuarto lugar, «El incremento del consumo conduce a un proceso serio de deterioro del medio ambiente—emisiones y contaminación—y de la tierra, destruyendo el ecosistema».23 En quinto lugar, los mayores consumidores viven con mejores condiciones económicas y sociales.24 Por ultimo, «El gasto competitivo y el consumo conspicuo transforman la afluencia de algunos en la exclusión de

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“La globalización en el hogar : Lo tnico se ha puesto de moda, y cada vez con m s fuerza crea tendencia”, 25/7/2006, http://www.prensalibre.com/pl/2005/agosto/29/122115.html. 16 Servicio Evangelizador Para América Latina. 17 Jesús Camargo López, “Realidad económica y fe cristiana”, Boletín Teológico 65 (enero-marzo 1997): 41. 18 Ibid. 19 Ren Padilla, “Globalización y misión”, 24/7/2006, http://www.kairos.org.ar/articuloterevistaiym.php?ID=1200. 20 Sergio Membreño, “De la sociedad de consumo a la sociedad solidaria: un llamado al compromiso” en Sociedad de Consumo y Mayordomía de la Creación (Buenos Aires: Ediciones Kairós, 2002): 67. 21 Ibid. 22 Ibid. 23 Ibid. 24 Ibid. 

5 muchos».25 En lo individual La distribución de bienes y servicios como también «la depuración tecnológica de la información» impacta la vida cotidiana del individuo.26 Además, los medios de comunicación predican una religión «individualista». La superación personal y la competencia se solicitan para garantizar un «status quo». El individuo que aspire a una mejor calidad de vida, necesita estar al día en la tecnología, nivel académico. Para ello, no sólo requiere esfuerzo, sino ser «competitivo». El individuo, entonces, se vuelve presa del «consumismo». De aquí parte la siguiente pregunta planteada por la colombiana Juliana Morillo: «¿Qué motiva mi consumo?».27 Ella misma responde tal cuestionamiento, basándose en varios motivos existenciales: El egoísmo, del cual se desprenden el deseo de acaparar, la codicia, el amor al dinero, el apego a las cosas, el sentido de competencia y la ambición, sustenta el consumismo que caracteriza nuestra sociedad. [...] También los hábitos formados desde una edad temprana determinan el consumo. El derroche y el despilfarro, o la prudencia y la austeridad, se aprenden “en casa”. [...] El mayor nivel salarial y la posibilidad de crédito también amplían en gran manera los niveles de consumo globales: si el ingreso de una persona es bajo en las etapas iniciales de su vida “productiva”, pero espera que sea mayor después, la lógica es que no hay que esperar para incrementar el consumo, porque cualquier préstamo actual podrá pagarse en el futuro.28 (Énfasis de la autora). Por lo planteado, bien se acopla la ideología económica «neoliberal» que dice: «El neoliberalismo económico fundamenta su razón de ser en la competencia, la cual pone a funcionar hasta el tope las energías latentes en los individuos que conforman el todo social».29 (Cursivas añadidas). En lo eclesial Por lo visto arriba, lógicamente, la globalización influye en el cristiano evangélico, no obstante, también puede notarse en lo colectivo. La «competencia religiosa» está presente entre las iglesias evangélicas. La inquietud por «oír» un evangelio «próspero y de bienestar»,30 sumado a enseñanzas cautivantes, pero erróneas,31 más el apogeo de la «iglesia electrónica»,32 son fenómenos de la globalización religiosa evangélica en Guatemala. A esto el escritor Pablo Ortiz llama «libre comercio religioso», porque la iglesia provee lo que está a la moda.33 De este modo lo ilustra Morillo: ...la Iglesia suministra al cliente lo que éste pide: viajes a Tierra Santa o a otros destinos, la construcción de un lujoso edificio o de un club para cristianos. [...] La Iglesia ofrece también productos de la rápida obsolescencia, y estimula a consumir lo que está a la moda, ya sea el 25

Ibid. Lilia Solano, “La globalización y sus oportunidades”, 25/7/2006, http://www.kairos.org.ar/articuloderevistaiym.php?ID=967. 27 Juliana Morillo, “Una aproximación al consumismo desde la óptica de la fe” en Sociedad de Consumo y Mayordomía de la Creación (Buenos Aires: Ediciones Kairós, 2002): 51. 28 Ibid., 51-52. 29 Guillermo Jim nez, “Globalización: conciencia y posibilidad”, 25/7/2006, http://www.kairos.org.ar/articuloderevistaiym.php?ID=990. 30 Padilla, “Globalización y mi sión”. 31 Morillo, “Una aproximación al consumismo...” en Sociedad de Consumo: 48. 32 Dennis A. Smith, “Televisión religiosa en Guatemala: La experiencia neopentecostal”, Kairós 38 (enero-junio 2006): 123. En este artículo publicado recientemente por la revista Kairós, Smith presenta a los telepredicadores m s importantes de Guatemala, y cómo ellos han influido en la sociedad con un mensaje atrayente a las masas. 33 Pablo Ortiz, “La globalización del evangelio”, Iglesia y Misión 59 (1997): 8. 26



6 último hit del cantante actual, las formas de celebración innovadoras, o las enseñanzas sobre temas populares que llaman la atención, pero tienden a sustituir la doctrina de los apóstoles.34 (Énfasis de la autora). REFLEXIÓN BÍBLICA TEOLÓGICA Para responder bíblica y teológicamente al fenómeno de la globalización y el TLC, el teólogo «comprometido» con su contexto eclesial y social puede optar por varias vías. Una de ellas es la «voz profética de denuncia».35 Otra sería el slogan «la opción por los pobres».36 Asimismo, la Iglesia puede participar con diversas denominaciones que trabajan en proyectos de desarrollo social en Guatemala o América Latina.37 La iglesia local tiene la opción de enseñar las implicaciones de este tema y enseñar los «valores» que exige el Reino. En fin, las alternativas son variadas y viables, pero ¿ahora qué? Falta la propuesta de quien escribe. Los principios bíblicos-teológicos que se expondrán a continuación, no son los únicos, pero sí una pequeña propuesta para abordar el tema a través de la iglesia local, y posteriormente a su entorno. Deuteronomio 8:7-20 Estos versículos señalan que Israel debe acordarse de que su prosperidad en la tierra prometida viene de Yahweh. A través de la sección, destacan dos temas vinculados entre sí desde el punto de vista de René Padilla: «la necesidad de recordar la acción de Dios en el desierto, y el peligro de olvidarse de Dios y de su pacto en la tierra prometida».38 Los versículos 7-9 afirman que Yahweh entregará a Israel la tierra prometida, lugar donde serán prosperados. El verso 10 exhorta a Israel que alabe a Yahweh por la tierra otorgada. Los siguientes versos (vv. 11-17) describen los dos temas destacados en el texto según René Padilla (infra). Según los versos 11 y 14, hay un claro inclusio: «de modo que olvides a Yahweh tu Dios» (v. 11) y «olvides a Yahweh tu Dios» (v. 14).39 Lo primero que pide el escritor bíblico al pueblo es que no se olvide de «guardar los mandamientos de Yahweh» (v. 11). En segundo plano, Israel no debe olvidar que Yahweh «los libró de la esclavitud de Egipto» (v. 14). En tercer lugar, el pueblo no debe olvidarse «del cuidado de Dios a su pueblo en el desierto» (vv. 15-16). 34

Morillo, “Una aproximación al consumismo...” en Sociedad de Consumo: 48. Si se desea un di logo intereclesial al respecto, est la Conferencia de Iglesias Evangélicas de Guatemala (CIEDEG), la cual a trav s de su Secretario Ejecutivo Vitalino Similox S. edita en el periódico Prensa Libre varios artículos en contra de la globalización y la ideología económica neoliberal. Estos artículos tambi n se distribuyen en la sede de la institución. La CIEDEG se ha pronunciado ante la luz pública en ciertos asuntos que incumben a la nación. Lamentablemente, esta institución no es representativa. No hay un di logo con el conglomerado de denominaciones. Cierto sector acusa a dicha institución de tener intereses políticos y económicos. En el caso de instituciones teológicas, poco s e sabe que han hecho. SETECA, por ejemplo, se ha pronunciado por medio de algunos profesores. Por nombrar algunos, se encuentra el Dr. Núñez en su escrito “La Iglesia y la Globalización” citado en este ensayo. Ha escrito una serie de libros que abarcan diversos temas teológicos. El Dr. Carroll ha escrito varios artículos en la revista Kairós (nº. 32-35) acerca de la tica de los profetas que señalan el papel prof tico de la Iglesia en Am rica Latina. Debido al poco intercambio entre las universidades del país y SETECA, no hay un pronunciamiento en contra del tema del TLC o la globalización en este caso. Por otro lado, cualquier interesado en el tema puede consultar las ponencias de CLADE IV, cuyos exponentes, como Ren Padilla, se han pronunciado al respecto. Gran parte del contenido presentado hasta aquí proviene de la revista Iglesia y Misión en su p gina Web: http://www.kairos.org.ar. 36 Dr. Emilio A. Núñez, “La Iglesia y la Globalización” (Apuntes in ditos, Seminario Teológico Centroamericano, 2003): 9. 37 V.g. Visión Mundial es una institución que trabaja en Guatemala en proyectos de desarrollo. Ha editado varios libros que se relacionan con el tema. 38 Ren Padilla, Economía humana y economía del Reino de Dios: Con un ensayo sobre la crisis Argentina en el marco de la globalización (Argentina: Ediciones Kairós, 2002): 57. 39 Los fragmentos citados son de traducción libre. 35









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El escritor bíblico advierte el peligro del «orgullo» por la prosperidad otorgada a su pueblo en Canaán (vv. 12-14). El verso 17 señala el peligro de la «autosuficiencia». Vea el énfasis en los pronombres: «mi poder y esfuerzo de mi mano me han producido esta riqueza» (cp. R60, BDLA, «prosperidad» RVA). El versículo 18 es un nuevo recordatorio de no olvidarse de Yahweh quien hace prosperar al pueblo. Nótese la repetición de la construcción en los versículos 11, 14 y 18: «y olvides a Yahweh tu Dios». Como se ha observado, esta sección describe el actuar de Dios sobre su pueblo en la historia y cómo Él lo prosperó en la tierra prometida. No cabe duda que los principios son universales. En medio de un mundo «consumista», «egocéntrico», y «autosuficiente», el cristiano debe estar alerta, y no olvidar los imperativos y principios bíblicos que deben regir su actuar. Si aplica a un mejor trabajo o salario, entonces no debe olvidar el «actuar» de Dios en su vida, trabajo, y otros. Dios es quien provee la riqueza de la tierra y los beneficios económicos. El papel «redentor» de Cristo es un motivo que no debe olvidarse. Efesios 4:28-29 De acuerdo a Efesios 4:28, hay un contraste (de) entre el que «roba» y el que debe trabajar (afanarse) por compartir con el que tiene necesidad. Obsérvese la construcción: «trabaje, haciendo con sus [“propias”, RVA] manos lo que es bueno» (RV60, RV95, BDLA). Quizás, sea más descifrable interpretar el participio como adverbial de medios: «se afane [trabaje] por medio de trabajar...». En otros contextos, la idea de «trabajar con las manos» resulta en la conducta correcta de los creyentes (1 Co. 4:12; 1 Ts. 4:11), cuyo ejemplo es el mismo apóstol Pablo (Hch. 20:34).40 El objeto del trabajo es «bueno». Dios planificó de antemano que el creyente fuese creado para hacer «buenas obras» (Ef. 2:10).41 Hacer lo «bueno» tiene como fin (jina, Ef. 4:28) compartir con el que tiene «necesidad». En reiteradas ocasiones, el apóstol ha mostrado su interés particular por las necesidades de los demás (Ro. 12:13; 15:26-27), y los pobres en Jerusalén (2 Co. 8-9). Por tal motivo, apela a la generosidad del cristiano a favor de los santos (2 Co. 9:6-12). Las buenas obras no sólo se evidencian con hechos, sino con un lenguaje que tiene como «propósito» edificar a los cristianos (Ef. 4:29). El genitivo «la necesaria» (RV60) puede entenderse como de cualidad: «según lo necesario». Otra finalidad (jina) de la «edificación» es que se «dé gracia a los que oyen». La «gracia» no se refiere exclusivamente a compartir palabras «agradables», sino que «favorecen» o «confieren un beneficio».42 1 Timoteo 6:10-11 El verso 10 provee un principio universal aplicable al tema del «consumismo». Sin embargo, el Dr. Stanford Orth entiende el verso como «proverbial».43 Según él, «el punto es que el amor al dinero tiene muchas malas consecuencias».44 Esto deja por un lado el punto de vista inicial. Si el sustantivo raíz se interpretara por la ausencia de artículo como indefinido, entonces se traduciría: «una raíz (causa)». Cualquiera que sea la interpretación, hay que señalar que el dinero no es «malo» en sí. El problema es la «codicia», tal como se ha señalado arriba. El creyente que ostenta un buen trabajo puede ser inducido por la «avaricia». También tiene que ver con las motivaciones. De seguro habrá 40

Harold Hoehner, Ephesians, An Exegetical Commentary (Grand Rapids, Michigan: Baker Book House, 2003): 626. 41 Cp. 2 Co. 9:8: «para toda buena obra». 42 Andrew Lincoln, Ephesians, tomo 42 de Word Biblical Commentary (Waco, Texas: Word Books Publisher, 1990): 306. 43 Dr. Stanford Orth, “Ex gesis de las Epístolas Pastorales” (Apuntes in ditos, Seminario Teológico Centroamericano, 2000): 41. 44 Ibid.

8 más oportunidades de empleo o ascensos, pero hay que tener cuidado. El que escribe no está diciendo que el cristiano sea conformista. El problema es que, según el texto, puede provocar una desviación espiritual de acuerdo al contexto del pasaje.45 Por el contrario (de, v. 11), las Escrituras ordenan al cristiano que «huya de estas cosas». Además, manda que «siga» la «justicia», la «piedad», la «fe», el «amor», la «paciencia», y la «amabilidad». El tiempo presente de ambos imperativos sugiere «costumbre» como un principio universal.46 Todos los términos destacan en este verso, pero la «piedad» mucho más (4:7; 6:3, 5, 11). El Dr. Orth define así el vocablo: «Devoción a Dios que se manifiesta en cumplir los deberes con Él y con los hombres».47 En un contexto donde las «virtudes» bíblicas son la diferencia, no debe faltar el interés por los demás. 1 Timoteo 6:17-19 De acuerdo a esta sección, los versos se dirigen a cristianos que poseen riquezas materiales, de las cuales deben compartir sus recursos con generosidad. Como se ha señalado antes, aquí no se cuestiona el hecho de poseer bienes materiales en abundancia, se «critica» no compartirlos de alguna manera con los que tienen necesidad. Los creyentes «ricos» que se beneficien con el TLC deben tomar en cuenta cuál debe ser la actitud correcta relacionada con la «riqueza». Y por qué no decirlo, sin importar la condición económica, el creyente debe compartir con los demás. El énfasis del texto lo constituye el «juego de palabras» en los versos 17-18 entre «ricos» y «riquezas». En el verso 17, el apóstol exhorta a los «ricos» por medio de Timoteo dos cosas: «manda que no sean altivos ni confíen en la incertidumbre de la riqueza».48 La «altivez», aplicada al «individualismo», significa que la prosperidad económica puede producir exaltación en la manera de pensar o actuar. El cristiano no debe confiar en las riquezas porque son inciertas (Mat. 6:19-20). El texto aclara que «Dios» es el origen de las «riquezas».49 El hombre no debe sentirse orgulloso, autosuficiente y competente de lo que hace o tiene, por el contrario, debe reconocer que lo obtenido proviene de Dios. El propósito de la provisión divina es «para disfrutarlas». Lo anterior implica una correcta mayordomía. El texto no dice que hay que tener una vida desenfrenada y egoísta. El siguiente verso aclara cómo debe actuar el que tiene bienes a favor de los demás. Los infinitivos del versículo 18, como los señalados en el 17, son objetivo directo del verbo para,ggelle, “manda”. Véase: «que hagan el bien, que sean ricos en buenas obras, sean [en el original es el infinitivo einai] dadivosos, generosos». Hacer el bien debe tener como modelo a «Dios» como obrador del bien (Hch. 14:17).50 Como se ha dicho antes, Pablo hace un juego de palabras entre «ricos» y «riquezas» para enfatizar a los ricos su papel a favor de los demás. Quienes tienen abundancia de bienes deben ser «dadivosos» como lo es Dios (supra v. 17). De igual modo, deben 45

Sin dejar a un lado el contexto, el problema es “doctrinal” acorde a los falsos maestros. Hay cuatro maneras de entender un imperativo presente: “(1) Comenzar y continuar, (2) costumbre, (3) continuar algo que ya hace, (4) repetir la acción vez tras vez”. Daniel Steffen, ed. La sintaxis del Nuevo Testamento. La adaptación y abreviación de Greek Grammar Beyond the Basics An Exegetical Syntax of the New Testament por Daniel B. Wallace (Grand Rapids, MI: Zondervan, 1996; Guatemala: Seminario Teológico Centroamericano, 2003): 235. 47 Orth, “Ex gesis de las Epístolas Pastorales”. 48 Los infinitivos son sustantivados, ya que son objetivo directo del verbo para,ggelle. Hay que notar que el primer infinitivo est en tiempo presente. Este tiempo m s me sugiere una prohibición. Hay dos probabilidades de interpretación: «(1) cesar una actividad en proceso; o (2) una prohibición de costumbre como un principio general». Probablemente, el contexto particular de la carta sea aplicable a la segunda opción en contra de los falsos maestros que buscaban ganancias deshonestas (cp. 6:9). Los «ricos» en este contexto son cristianos, de modo que su conducta debía ir acompa ada de buenas obras y generosidad. Indudablemente este es un principio universal. Steffen, La sintaxis del Nuevo Testamento: 235. 49 Observe la construcción: «en Dios que nos provee todas las riquezas». El participio [“nos provee” es la traducción de un participio griego] es adjetivo (2ª posición atributiva) y modifica a “Dios”.. Daniel Steffen, “Ex gesis de las Epístolas Pastorales” (Apuntes in ditos, Seminario Teológico Centroamericano, 2000). 46







50 E. Beyreuther, “agathergeo”, Diccionario Teológico del Nuevo Testamento, tomo I (Salamanca, España: Ediciones Sígueme, 1985): 191.

9 compartir sus riquezas con otros. El participio atesorando (v. 19) probablemente sea adverbial, el cual modifica al infinitivo einai del verso anterior. Tiene la idea de «propósito» o «resultado»: «con el resultado [para] de atesorar para sí mismos un buen fundamento para el porvenir». Esto tiene que ver con la motivación correcta: Ahora se ve cierto egoísmo correcto cuando Pablo los motiva no para que atesoren riquezas en este mundo, sino para que, siendo dadivosos, acumulen un tesoro espiritual de recompensa para el porvenir. Las riquezas verdaderas son obtenidas cuando uno comparte generosamente con otras personas.51 CONCLUSIÓN No cabe duda que lo planteado es insuficiente ante el fenómeno de la globalización, sin embargo, esto deja la puerta abierta a futuros diálogos como escritos. Por el momento, quien escribe deja ciertos principios extraídos del «contexto» que vive a la luz de las Escrituras: 1. El creyente que aspire a mejorar su nivel de vida debe tomar en cuenta que su suficiencia viene de Dios. Debe recordar que él suplirá sus necesidades de acuerdo a su misericordia y voluntad. 2. El «individualismo» no sólo provoca egoísmo y competitividad, provoca «autosuficiencia». Esta actitud le resta mérito al papel de Dios en su vida. 3. El que tiene bienes está llamado a compartir con el que necesita. 4. El cristiano tiene derecho a mejorar su calidad de vida, pero esta debe estar acompañada de la generosidad. 5. La «piedad» implica una disciplina cristiana, la cual debe estar acompañada de buenas obras. 6. Los ricos, en especial los cristianos, no deben confiar en la incertidumbre de las riquezas, sino en Dios quien los prospera. Deben desprenderse de la avaricia y ser dadivosos y ricos en buenas obras. 7. Ante la falta de recursos, de educación u oportunidades, el cristiano debe confiar en que Dios abrirá puertas para que estos obstáculos se superen, pero debe esforzarse por alcanzar sus metas. 8. La motivación del creyente siempre debe ser la gloria de Dios (1 Co. 10:31). 9. Este tema debe ser tratado a nivel eclesiástico, como en las instituciones teológicas del país. ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.

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Orth, “Ex gesis de las Epístolas Pastorales”.