21 de febrero de 2011 • AÑO Xv • No. 569
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AÑO Xv No. 569 $5.00 M.N.
SUPLEMENTO
DE ANIVERSARIO
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21 de febrero DE 2011
UN BREVE
RECUENTO
DISEÑO: EDUARDO DÍAZ LUGO
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Tribuna de Querétaro
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Tribuna de Querétaro: Tres lustros haciendo historia dentro del periodismo Alfredo Rodríguez
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Los universitarios tenemos algo que decir, tenemos ideas y propuestas que no pueden quedarse en los cubículos o en las bibliotecas. Es tarea nuestra, como universitarios, incidir en la opinión pública. Es tarea nuestra contribuir -desde la investigación académica, el análisis político y la crítica social- a que la Universidad cumpla con una tarea que le encomendaron sus fundadores: ser agente de cambio.” Esas fueron las palabras que el entonces rector, Alfredo Zepeda Garrido, escribió dando la bienvenida al nuevo quincenario denominado Tribuna Universitaria, el cual publicaría su primer número el 24 de febrero de 1997, bajo la batuta del director de la Facultad de Sociología, Carlos Dorantes González, y justo en el 46 aniversario de la fundación de la Universidad Autónoma de Querétaro. De acuerdo con las palabras del propio rector, con el nombre del nuevo quincenario se proponía “recuperar la memoria de un célebre periódico queretano que se distinguió por su tenacidad y su libertad”. La finalidad primordial sería contribuir a la formación de un clima de convivencia plural, tolerante y libre, así como la ampliación de los espacios de expresión y formación de estudiantes, docentes e investigadores de las Ciencias Sociales. “Es Tribuna Universitaria, en fin, un espacio abierto al pensamiento y a la palabra”. Al respecto, el sociólogo Efraín Mendoza Zaragoza, quien fue una de las personas implicadas en la estructuración del quincenario, recordó que el nombre de Tribuna Universitaria fue una iniciativa de Carlos Dorantes González, con la intención de recordar una publicación que existió a mediados del siglo XX en Querétaro, la cual fue una prensa disidente muy notable y con una duración muy prolongada. El primer grupo de trabajo del semanario fue conformado principalmente por alumnos y egresados de la carrera de Sociología, de la carrera técnica en Periodismo, y de la primera generación de la licenciatura en Periodismo. Además se conformó un Consejo Editorial que estaba conformado por Alfredo Zepeda Garrido, Jorge Lara Ovando, Juan Trejo Guerrero y Efraín Mendoza Zaragoza. Entre los nombres que destacaron por su constante publicación en el primer año del periódico estuvieron los reporteros Elvia Gómez Hernández, Guadalupe Hurtado Aguirre, Estrella Álvarez Cortés, Iván Hernández, Germán Espino, Genaro Macías Tapia y Javier Reyes Vázquez. En fotografía sobresalió el trabajo de Luis Arias Chalico y en la sección de opinión participaron varios académicos como Martha Gloria Morales Garza, Augusto Peón Solís,
Manuel Basaldúa Hernández y Dolores Cabrera Muñoz. Efraín Mendoza apuntó que de esa etapa se debe destacar a Juan Trejo Guerrero, quien en ese tiempo estaba a cargo de la Unidad de Crónica y Archivo de la Universidad. “Es un hombre que tiene una larga trayectoria como periodista, conoce la prensa local desde sus entrañas y se comprometió con este proyecto haciendo el trabajo de guía de los jóvenes que se involucraron”, apuntó el sociólogo. Durante el segundo año de vida, el 7 de abril de 1998, Tribuna Universitaria vivió su primer cambio interno. Carlos Dorantes continuaba al frente como director del quincenario, pero además nombró a Juan Trejo Guerrero como jefe de Información, a Germán Espino Sánchez como jefe de Redacción, y a Iván Hernández como editor. De esta segunda etapa resaltó el trabajo de reporteros como Claudia Lea Otero Rosas, Brenda Cárdenas, Susana Briseño Quintanar, Marcia Trejo, Andrés Vázquez Hinojosa, Caín Mendoza Jiménez, Estrella Álvarez y Mary González Hernández. En la sección de opinión se agregaron textos de académicos como Luis Alberto Fernández García, Francisco Ríos Agreda, José Luis Álvarez Hidalgo, Enrique Nieto Piña, Edmundo Ramos Gutiérrez y José Lara Ovando. Una nueva etapa: Tribuna de Querétaro Justamente un poco antes de iniciar el cuarto año de su existencia, el 23 de febrero del año 2000, Tribuna Universitaria vivió una reestructuración total y anunció el inició de una nueva época al convertirse en semanario y cambiar su denominación por Tribuna de Querétaro, un medio que “volvía a nacer” para responder al nuevo y exigente público del naciente siglo XXI, según se justificaba en la editorial. “Para satisfacer las expectativas del público queretano reforzamos el proyecto editorial ampliando la cobertura y la profundidad de la información, incorporando como columnistas a estudiosos e investigadores en distintos campos de la realidad; abrimos, un espacio dedicado, con empeños renovados, a la información y el debate cultural”, se exponía. El miércoles 23 de febrero, a las once de la mañana, la directora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), Martha Gloria Morales Garza, presentó el nuevo proyecto editorial. Los festejos continuaron con la develación de una placa y el estreno de la biblioteca que llevaría el nombre del sociólogo Carlos Dorantes González. Además el periodista potosino Julio Hernández López dictó la conferencia “Universidad Pública, Ciencias Sociales y Medios de Comunicación”. El semanario también cambió su estructura y sería dirigido por un Consejo Editorial
conformado por Dolores Cabrera Muñoz, Martha Gloria Morales Garza, Carlos Dorantes González, Efraín Mendoza Zaragoza, Germán Espino Sánchez, Augusto Peón Solís, Arturo Rodríguez Guillemaud, Manual Basaldúa Hernández, Luis Alberto Fernández García, Juan José Lara Ovando e Iván Hernández Gómez. Además se creó un suplemento de ciencia y tecnología de periodicidad mensual, denominado Científica, el cual sería coordinado por el académico de la FCPyS, Manuel Basaldúa Hernández. Sobre esta etapa del semanario, y justo al publicarse la edición número 100 de Tribuna de Querétaro (12 de junio del 2000), el miembro del Consejo Editorial, Iván Hernández, escribió: “Querétaro no es tierra de lectores, y a la diversificación de su sociedad sobrevive la tradición del diarismo inocuo que entretiene e informa a medias. Así ha sido casi siempre. Tres años hace -y algunos meses- que nació Tribuna Universitaria con la pretensión de romper otra tradición, la de practicar periodismo universitario desde y solamente para el público universitario”. “No es la voz de la universidad en los asuntos del dominio público (…) Es un proyecto periodístico hecho desde ella, un laboratorio de y para nuevos periodistas que se forman desde las aulas y llevan sus conocimientos teóricos a la práctica, en la cotidianidad, que pretende ser una forma de hacer periodismo y desechar la idea decrépita de que los periodistas se forman exclusivamente en una sala de redacción.” “Tribuna ha vivido dos etapas, la de ser quincenario por casi tres años y desde hace varios meses semanario (…) Tribuna tiene ya su lugar reservado en la historia de las publicaciones periódicas queretanas. Un digno lugar, en su calidad de híbrido. Todos, todos los que lo formamos, podemos aspirar a tener un mejor lugar todavía. Tribuna tiene una buena infraestructura, tiene reporteros, vive en la Universidad y esta debe ser su casa y nunca su prisión”, remató el periodista. De esta “segunda etapa” destacó la incorporación de reporteros como Mariana Chávez, Ana Cecilia Figueroa Vázquez, Carolina Almanza, Agustín Escobar Ledesma, Oscar Salas, Andrés Vázquez Hinojosa, Demian Chávez, Tere Ortiz y Yoheme R. Pomares. En opinión participaron Dulce María Arredondo Vega, José Sosa Padilla, Vanesa Muriel, José Félix Zavala, Gonzalo Guajardo Hernández, Rafael Jaramillo Villalobos y Ezequiel Rincón Frías. Hay que jugar a la guerra de guerrillas. Durante el quinto año de vida Tribuna de Querétaro vuelve a reestructurarse. El 2 de junio del 2001 se incorpora como director del semanario el investigador Germán Espino Sánchez y en el Consejo Editorial se agregan nombres de “prestigiadas figuras de
la vida pública como Hugo Gutiérrez Vega, Francisco Ríos Agreda, Gonzalo Guajardo y Edmundo González Llaca”. En este año se incorporaron los reporteros Nefi Hernández Sánchez, Ricardo Gerardo Colín, Olga Lidia Reyes García, Ulises Santamaría Álvarez, Roberto Ramírez Chávez, Saúl Ugalde González, Cupertino Ramírez, Benjamín Camacho, Alejandra Cueto López y Mónica Rodríguez Rubio. En la sección de opinión destacaron Ramón Martínez Velazco, María del Carmen Abraham Ruiz, Juan José Arreola de Dios, Elizabeth González, Tonatiuh Salinas Muñoz y Luis Gabriel Osejo Domínguez. El 24 de febrero del 2002, Tribuna de Querétaro cumple seis años, e imprime una editorial donde reflexiona sobre los primeros años del periódico, el cual, consideraron, ya se había posicionado como una opción independiente en el mercado periodístico local, además de haber desarrollado la capacidad para influir en la agenda periodística, desencadenando información que ocupó espacios en diarios de circulación nacional. También se resaltó que el semanario también se estaba constituyendo como un importante foro para conflictos de grupos sociales con la autoridad y para discutir la tensión entre diversos organismos autónomos como la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), el Instituto Electoral de Querétaro (IEQ), la UAQ, y el Poder Ejecutivo. “Actualmente Tribuna está en su etapa de mayor demanda; no obstante, la crisis económica de la UAQ nos obligó a reducir el tiraje de tres mil 500 a dos mil 500 ejemplares. Esta última cifra no alcanza a cubrir a todos sus lectores y regularmente muchas personas hablan directamente a las oficinas del semanario para solicitar más ejemplares, los cuales, a menudo están agotados”, señalaba el texto. En otro artículo editorial publicado en el mismo número de aniversario, se recordaba que la estrategia de Tribuna de Querétaro, como un periodismo alternativo, sin recursos financieros para enfrentarse con los medios establecidos que a menudo se alían con el poder, era la de jugar a la guerra de guerrillas, es decir, utilizar una estrategia imaginativa, novedosa, original, con un sentido crítico de la realidad, siempre buscando revelar cuáles son las preocupaciones, intereses y necesidades de la población, en especial de los sectores marginales, los que no aparecen en los medios tradicionales. En ese mismo año 2003, el 12 de septiembre, Germán Espino Sánchez deja el puesto de director a Juan José Arreola de Dios, quien nombra como editor en jefe a Vicente Fentanes, como coordinadora Administrativa a Julieta Espinosa, y como jefe de Redacción a Alejandra Cueto López. Como coordinador de Fotografía se mantiene Jorge Luis Her-
Tribuna de Querétaro nández y como editor gráfico, José Ramón Montijo. Juan José Arreola fue director del semanario hasta el 8 de enero del 2005. En esa fecha dejó el cargo, quedando como encargado el editor en jefe nombrado recientemente, Darwin Franco. De esta etapa destacan los reporteros Edith Parra, Carlos Rodríguez, Alberto Lugo, Magda Rodríguez, Daniel Martínez, el propio Darwin Franco y Jacobo Pichardo. Dos meses después, el 5 de marzo del 2005, Carlos Dorantes González, fundador de la Facultad de Sociología y de Tribuna Universitaria (de Querétaro) tomó por segunda ocasión la dirección, en la que permanecería hasta diciembre de 2007. Como editor en jefe se mantuvo Darwin Franco y se nombró como jefa de Redacción a Carolina Domínguez Mariscal. De esta etapa destacaron reporteros como Verónica Robles, Carolina Ibarra, Oscar Abraham Reyes, Nelly Azucena Hernández
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Ruiz, Aimée Pacheco, Mariana Perusquía Mendoza, Carlo Daniel Aguilar González, Fernando Segura Ledesma, Héctor Hernández y Minerva Irasema Contreras Hidalgo. En opinión escribieron personajes como Bernardo Romero, Ricardo Rivón Lazcano, Fernando Corzantes, Braulio Guerra Urbiola y Cesar García. 10 años de Tribuna, objetivos logrados con creces El 24 de febrero del 2006, en el inicio de los 10 años del periódico, se realizó un suplemento especial en el que se incluyeron varias apreciaciones sobre el semanario. Augusto Peón Solís, entonces director de la FCPyS, expresó que Tribuna de Querétaro se había convertido en un órgano muy importante por expresar opiniones libres y críticas sobre la sociedad y la política queretana, además de realizar una contribución sustantiva en lo que es la formación de los estudiantes interesados en el área del periodismo.
Por su parte, la politóloga Martha Gloria Morales Garza recordó que cuando se creó Tribuna, en 1997, se pensaba básicamente en dos objetivos logrados con creces: por un lado, crear un espacio donde los estudiantes de comunicación se foguearan y esto le permitiera incorporarse de mejor manera y con más habilidades en el campo laboral, y en segundo lugar crear un órgano de información que diera la voz discordante, porque en ese momento la prensa era “muy monolítica”. José Luis Álvarez Hidalgo, en ese momento coordinador de la licenciatura de Periodismo, comentó que desde sus orígenes Tribuna es un proyecto prometedor que intenta consolidarse con un grupo de lectores cada vez mayor y que se ha vuelto punto de referencia obligada de la clase política estatal de consulta. “Yo creo que estos nueve años son de logros, son de luchar contra viento y marea, contra el control político que es cada vez más férreo”, expresó. También el columnista de La Jornada, Julio
Hernández López, envió una misiva para felicitar al semanario: “no es fácil que un medio permanezca vigente y el gusto de la gente por mucho tiempo máxime si se trata de una coyuntura sociopolítica como la que vivimos en nuestro país en donde el periodismo se ha convertido en una “amenaza” para los gobiernos en turno llámese el color que sea”. “Pareciera una especia de orgía informativa por ver quién es el que, con halagas baratos y mordazas infantiles logra permanecer en el gusto de los políticos. Empero, este no es el caso del semanario Tribuna de Querétaro. Tengo la dicha de conocer a su director CARLOS DORANTES GARCIA, y sé que el medio que atinadamente dirige es un órgano serio que trabaja profesionalmente por mantenerse con esa alternativa real que necesitamos en nuestros medios de comunicación.” “Tribuna de Querétaro ha logrado librar uno de los obstáculos más grandes que tienen todos los medios de comunicación: el permanecer vigente y como un medio de forzosa referencia para percibir los temas de interés de la actualidad aderezados con ese canon característico de los universitarios, ser críticos, propositivos y vanguardistas.” Después de casi tres años al frente del semanario, en su segunda etapa, Carlos Dorantes García se retiró por cuestiones de salud y en su lugar fue nombrado Víctor López Jaramillo, quien colocó a Mariana Chávez como jefe de Información, a Carlo Daniel Aguilar González, como coordinador de Redacción y a Gabriela Lorena Roldán como coordinadora de Fotografía y Diseño Gráfico. De esta etapa y a la fecha han destacado reporteros como Luis Enrique Fuentes Ramírez, Víctor Hugo Vázquez Romero, Carolina Sánchez Velasco, Rubén Cantor Pérez, Carlos Campos, Ana Luisa Tapia, Arlene Patiño Flores, Roxana González, Fidelina Palacios y Janett Juvera Ávalos. La salud de los pueblos se refleja en su prensa El sociólogo y miembro del primer Consejo Editorial del semanario apuntó que poco a poco el semanario a lo largo de tres lustros se ha ido ganando el respeto y el reconocimiento de importantes medios de comunicación, además de que ha servido como un canal formativo. “Es notorio que muchos compañeros que están trabajando en los medios de comunicación comerciales tuvieron una etapa formativa en Tribuna, y eso es visible. Además, ha hecho aportaciones significativas al periodismo de investigación, ha hecho uso de los nuevos márgenes que da la Ley para conocer la información pública gubernamental”. “El periódico se ha alejado de los niveles de calumniador y ha procurado aportarle al lector evidencias de lo que sostiene, argumentación científica e histórica. Ese ha sido su aporte y me parece que el gran reto que sigue teniendo la prensa en general en Querétaro es involucrase en la investigación periodística, me parece que sigue siendo una asignatura por cumplir y un reto formidable”, apuntó el académico.
FOTO: Benjamín Martínez García
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Tribuna de Querétaro
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La aportación de Tribuna a la construcción de un sistema democrático Germán Espino
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esde la Revolución Mexicana hasta la era actual, Querétaro siempre se ha mantenido como un feudo del gobernante en turno; en este sentido no hemos vivido una transición democrática. A pesar de la alternancia, el estado siempre ha elegido un gobernador sin contrapesos. El Ejecutivo domina la Legislatura y el Poder Judicial; usualmente conserva en manos de sus partidarios a los principales municipios. Los grandes medios de comunicación locales viven de la publicidad que les obsequia el gobernante. Para terminar de arruinar este cuadro, los gobernantes no suelen ser demócratas que permitan el desarrollo de poderes
autónomos sino todo lo contrario. Todos ellos han tomado el camino fácil para el ejercicio de gobierno, en vez de tolerar el desarrollo de contrapesos les ha dado por controlar todos los poderes, los espacios públicos, cooptar a los disidentes, reprimir a los opositores que no se venden… En este régimen autoritario de facto, los abusos de poder de los políticos y de la oligarquía queretana son el pan nuestro de cada día. Lo único que sí ha cambiado sustancialmente con respecto a la era del viejo autoritarismo es la evolución de la sociedad civil. Aunque la tendencia dominante en el mundo actual es la desmovilización de la ciudadanía, también se han desarrollado sectores críticos que en el viejo régimen era fácil reprimir.
En el momento actual existen organizaciones civiles, intelectuales críticos, sectores independientes… Para estos sectores de la sociedad los medios de comunicación alternativos son una salvaguarda para obstaculizar los abusos del poder de los políticos y los poderes fácticos. Y esta es la gran aportación de Tribuna a la construcción de una democracia local. Desde el periodismo alternativo, Tribuna ha testificado la desilusión de la ciudadanía con la clase política durante la supuesta transición democrática. Tan decepcionantes han sido los gobernantes panistas como los priístas. A nivel nacional y local los panistas no estuvieron a la altura de la circunstancia histórica pues en vez de usar el bono democrático para reestructurar el sistema político aprovecharon las inercias del autoritarismo mientras
aprendían a gobernar. Hoy los patronímicos Fox, Loyola, Garrido o Calderón son sinónimos de decadencia. Pero en este periodo de transición los priístas tampoco se han convertido en demócratas, sino que han aprendido los trucos que permite la democracia para manipular a quien se deje. Cuando la clase priísta y el gobernador Calzada dieron un golpe de estado al IEQ demostraron que no son demócratas sino autoritarios remozados. No deja de ser paradójico que en las últimas décadas Querétaro se haya convertido en uno de los estados más productivos en lo económico a nivel nacional. Esto parecería dar aliento al viejo proyecto del priísmo autoritario: combinar un importante crecimiento económico con una forma de gobierno autocrática. Está por verse si la sociedad civil lo permite, los medios alternativos como Tribuna testificarán la batalla que viene.
FOTO: Benjamín Martínez