Introducción Hola, bienvenida. Mi nombre es José Luis López Velarde, ya me conoces. En esta ocasión estás aquí porque te voy a enseñar cómo recuperar a tu ex. Quiero explicarte que, así como ya viste en la Carta de Venta, en los Videos de Lanzamiento o en los correos que te estuve mandando, lo más importante aquí no es recuperar a tu ex. Aunque te suene paradójico; lo más importante es recuperarte a ti misma, que vuelvas a tener confianza, seguridad, estabilidad y que aprendas cuáles fueron todos los errores o las oportunidades que hubo en tu relación pasada, para que la próxima relación que tengas sea nueva y sea mejor, sin importar si la tienes con quien quieres recuperar ahora o con cualquier otro hombre. Esto tiene que quedarte sumamente claro. Porque se trata de que te sientas bien contigo misma, de que crezcas, de que saques la mejor versión de ti para que, como resultado, tengas una bonita relación. Como te das cuenta, el Curso tiene 3 Grandes Módulos: -
Separarte de él.
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Sanar las Enfermedades del Amor.
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Reconquistarlo.
Te voy a hablar de cada uno de ellos, conforme vayamos avanzando. No te brinques los pasos, tienes que verlos uno por uno, tienen su razón de ser. Los creamos así después de 2 años de haber estado intentando con un sistema diferente de Recuperar a Tu Ex y lo hemos reconstruido desde cero. Así es que, por favor, no te brinques los pasos, todos tienen su razón de ser. También quiero explicarte que si llegas a necesitar más ayuda, puedes acceder a la opción Otras Herramientas, donde encontrarás diferentes cosas que te van a ayudar en el proceso de recuperar a tu ex, desde conseguir una sesión 1 a 1 con alguno de nuestros expertos, hasta poder hablar conmigo o mandar un mensaje de voz de Whats App de emergencia, para que alguien de nosotros pueda contestarte en tiempo real. Agregamos esta opción para que, si en algún momento de estos 30, 35, 45 días que te tomará recuperar a tu ex, pasa cualquier cosa que está fuera de tu umbral de conocimiento actual y te saca de control, que tú sepas que alguno de nosotros va a estar ahí para cuidarte. Nada más tienes que agregar el número celular de Cómo Conquistar Un Hombre, mandar tu mensaje de voz y en menos de 60 minutos (en horario de oficina) habrá alguien de nuestro equipo de trabajo que te contestará y te dirá cómo puedes seguir avanzando. Recuerda también que tenemos el Círculo Interno. Mi punto aquí es que tú crezcas como mujer y logres recuperar a tu ex. Si necesitas ayuda, estamos aquí para ti. Así es que te doy la bienvenida y no me queda más que pasar al siguiente capítulo. Por favor, toma tus notas, haz tus ejercicios; este curso te va a cambiar en la medida en que tú se lo permitas. Los audios te van a ayudar un montón y lo que más te va a ayudar es tu Cuadernillo de Ejercicios; descárgalo, imprímelo y haz todo lo que viene ahí, eso es lo que de verdad te va a cambiar.
José Luis López Velarde González, eStratos Mercadotecnia Digital S. DE R.L. DE C.V. 2015 Todos los derechos reservados.
Algunos principios básicos Vamos a iniciar por algunas cosas que necesitas saber para tener una buena relación contigo y con tu ex cuando lo recuperemos. No vamos a abundar en la materia profunda del producto. Como tú sabes, en nuestro Sitio Web tenemos productos para todo: desde cómo mejorar la relación que ya existe, cómo conseguir una relación que todavía no existe, cómo recuperar a un ex, cómo olvidarlo, etcétera. Es imposible que yo te dé todo el material de todos los cursos en uno solo, se repetiría todo 6, 7, 8 veces. Lo que te voy a dar en esta sección son pequeñas gotitas de información que te van a servir y, si tú quieres ampliar algún conocimiento, te voy a dar las referencias. Sobre estos Principios Básicos, que es más que nada cómo tener una bonita relación de pareja, viene muchísimo en el libro Cómo Conquistar Un Hombre; también viene mucho en el curso Técnicas de Atracción (aunque ese ya es un poquito más avanzado). No te desesperes, no te me estreses, no sientas que es demasiado; velo como pequeños principios básicos que te van a ayudar a que todo lo demás tenga un buen cimiento. ¿Te parece bien? Son 5 Principios Básicos:
1.- Tú eres lo más importante.
Este curso se trata de ti. Es más importante que te recuperes a ti misma, que tengas autoestima, amor propio, seguridad y estabilidad emocional, a que recuperes a tu ex. Sonará contradictorio que te lo diga en el inicio del curso para Recuperar a Tu Ex, pero lo hago porque así es: tú eres primero. Si al final del curso logras recuperar a tu ex, padrísimo, te va a gustar mucho más el curso, podrán tener una bonita relación y todo lo demás. Pero si no lo recuperas y tú te sientes bien contigo misma y puedes empezar una nueva relación, sin miedo a que te pase lo mismo que en la última, yo me doy por bien servido y estoy seguro de que tú también te darás por bien servida. Porque serás una nueva versión de ti y tendrás más cosas, más herramientas y nuevas formas de mostrarle al mundo lo hermosa y lo bella que eres. Eso es lo más importante, aún más que recuperar a tu ex.
2.- Debes estar dispuesta a perder a tu ex, para poder recuperarlo.
Necesitas hacerte a la idea de que, a pesar de todo lo que hagas, él puede decidir no regresar, puede decidir empezar una relación con otra mujer o quedarse simplemente con una amistad contigo; o tal vez tú terminas todo el proceso que implica este curso y llegamos a ese último paso, en el que tendrás que acercarte e intentar recuperarlo y él te dice no quiero salir más contigo; o cuando trates de entregarle la Carta de Corte ni siquiera te la recibe o lo que sea, desde ahorita, tienes que hacerte a la idea de que estás lista para enfrentar ese rechazo y que no va a pasar nada, que aun así estarás bien. Porque del desprendimiento emocional que se genera a partir de decir puedo vivir sin él, es que se va a generar la confianza, la seguridad, la autoestima que necesitamos para que tu lenguaje corporal pueda decir soy atractiva, tú quieres estar conmigo, porque tengo algo que te prende, que te ilusiona, te emociona. Si estás con ansiedad y miedo a que te diga que no, aunque no lo digas y creas que estás llevando el curso al pie de la letra, tu mismo lenguaje corporal te va a delatar y, contra eso, no hay curso que pueda. Así es que, el Punto Número 2 es que tienes que estar lista para perderlo y sólo así podremos ayudarte a recuperarlo.
3.- Tener consciencia de las Enfermedades de la Relación NO te dará la cura de las mismas.
Una cosa es que sepas de qué se enfermó tu relación y cómo se murió y otra, muy diferente, que utilices las herramientas indicadas para sanar las Enfermedades y convertirlas en algo positivo para construir una relación. Hay un espacio amplio entre una cosa y otra; necesitas empezar a trabajarlo y es un proceso que te va a tomar mucho más de 30 días, más de 60 días, tal vez más de 6 meses, no lo sé. Lo que vamos a hacer aquí con las Enfermedades y con las Curas, es que él vea voluntad de cambio y que tú ya tengas resultados cuantificables, suficientes para pensar que vale la pena volver a entrar en una relación. No quiere decir que vas a estar 100% curada, eso es imposible, no vendemos recetas mágicas y tú sabes que el desarrollo personal es algo que toma tiempo. Si tienes 20, 30, 50 años comportándote de una forma, no es posible pensar que en 30, 40 días vas a darle la vuelta y todo va a ser rosa. Sí le vas a dar la vuelta, pero tal vez no vas a llegar al rosa fabuloso que estás pensando; empezarás por cambiar ese negro y, conforme pasen los meses, te irás acercando al tono que buscas y mereces. Entonces ve esto como los primeros pasos que das para convertirte en esa mujer y tener esa relación que estás soñando. Ve las Enfermedades, identifícalas y anota en los apéndices las fuentes que tenemos para que sigas trabajando esos puntos, porque de ahí se abre una ventana a un nuevo mundo de desarrollo personal.
4.- Cómo se desarrolla una relación estable.
Si todavía no has leído mi libro Cómo Conquistar Un Hombre, ¡ve y léelo!, porque ahí tienes un montón de cosas que te van a ayudar, no nada más esto, esto es apenas la punta del iceberg; si yo tuviera que resumirte (que de hecho lo estoy haciendo) todo mi libro y decirte esto es lo que necesitas, serían los 3 Tipos y Niveles de Contacto. Tengo en mi libro un pequeño cuadro, con el que te explico que existen 3 Tipos de Conexión que puedes hacer con un hombre, cada uno con 3 Niveles de Intensidad. La importancia de este asunto radica en que el cuadro te ilustra, ni más ni menos, cómo se construye una relación estable. Los 3 Tipos de Conexión son Físico, Emocional e Intelectual y cada uno de ellos tiene 3 Niveles de Intensidad. Digamos que en el Contacto Físico, el primer Nivel de Intensidad es tomarse de las manos, se besen en las mejillas, se den un abrazo, en fin, lo que podrías tener con un amigo; en el tercer Nivel de Intensidad tienen sexo, en el intermedio tienen contacto con zonas erógenas. Lo mismo ocurre con el Tipo Emocional y con el Intelectual, que la Intensidad del contacto se incrementa progresivamente. La lógica aquí es que tú no puedes tener una relación de pareja bonita, estable y duradera, si te brincas Niveles. Si te vas a fondo en el Tipo Físico, tendrás una relación de amigos con derechos, donde sólo habrá sexo; si te vas a fondo en el Tipo Emocional, te convertirás en la mejor amiga y tampoco vas a tener una relación de pareja; si te vas a fondo en el Tipo Intelectual, serás una socia o alguien con quien le gusta trabajar. Necesitas ubicarte en el Nivel 1 con los 3 Tipos y que juntos se muevan al Nivel 2 y juntos avancen al Nivel 3. Cuando lo haces de esta manera es que construyes una relación que puede ser muy estable, que te llene desde adentro, lo mismo que a él. Por supuesto, 9 de cada 10 veces, el hombre va a intentar irse derecho al sexo, porque nos mueve muchísimo. Sin embargo, como mujer tienes que ser muy inteligente y saber ponerle el premio y el camino para que llegue a este. Es decir, sí, sí habrá sexo, me encantas, te me antojas, quiero estar contigo y cómo ves si primero vamos al cine. Hay aquí un apéndice con más recursos para enseñarte cómo se hace esto y un PDF con el cuadro completo, en donde te enseño cuáles son las etapas a través de un fragmento del libro. Yo lo que te recomiendo es que si esto te hace sentido, vayas al libro, ahí te lo explico mucho más a fondo y te doy más ejemplos. Aunque ciertamente no es lo mismo conquistar que reconquistar, considera que, una vez que lo recuperes, tendrán un nuevo inicio y que será una nueva oportunidad para hacer las cosas correctamente desde el comienzo.
5.- Rapport Físico y Rapport Emocional.
Esencialmente, Rapport significa familiar, percibido como familiar. Muy probablemente tú tienes el mismo tono de voz que tu papá o que tu mamá, los ademanes de tu hermano, los gestos de tu abuelita, la manera de gritar de tu papá, la manera de ser cariñosa de tu mamá, cómo mueves las manos, cómo sonríes, cómo abres los ojos, los cierras, los gestos que haces con tu cara, con tu cuerpo, vienen de tu familia. De hecho, si platicaras con mi hermano Guillermo te darías cuenta de que somos muy similares. Este tipo de gestos físicos te hacen sentir en confianza y se hacen de manera inconsciente. Cuando estás enfrente de alguna persona, vamos a decir, frente a tu pareja (frente a tu pretendiente, porque ahorita no es tu pareja), si al hablar hace ciertos ademanes y al escuchar te mira fijamente, lo que debes hacer es imitar esos ademanes mientras hablas y mirarlo fijamente al escucharlo, exactamente lo mismo. Si él está sentado frente a ti y tiene la pierna derecha cruzada, vas a cruzar tu pierna derecha; si está jugando con una pluma con su mano izquierda, vas a juguetear con algo con tu mano izquierda; en realidad, el reflejo puede hacerse derecha con derecha o como en espejo, es decir, su derecha es tu izquierda y viceversa. Hay personas que tienen muchas muletillas, se aprovechan de ellas para hacer momentos de silencio o para procesar mejor sus ideas. Identifica cuáles son esas palabras clave que él tiene y utilízalas tú también; si él dice muchos adjetivos visuales, por ejemplo, úsalos tú también; si él usa adjetivos auditivos, hazlo tú también, si quinestésicos, quinestésicos, digitales, digitales… es un tema muy extenso, que abordo ampliamente en mi curso Técnicas de Atracción. Eso, en la parte física; también se hace en la parte emocional. Insisto, el tema es amplio y complejo, pero te doy un ejemplo que te ayude a entender el concepto en general: si él te habla de un viaje a la playa, no quiere decir que lo hagas tú también, sino que trates de identificar qué es lo importante del viaje para él: ¿es importante porque tuvo vacaciones y quería sentirse libre?; ¿porque era un viaje con sus amigos y le encanta el contacto social?; ¿o porque fue un objetivo que se puso hace 6 meses, ahorró el dinero y lo pudo realizar?, ¿qué del viaje es lo que le importa a él? Si fuera la libertad que implica estar en la playa, haces rapport contándole una anécdota de tu vida alrededor de la libertad; tal vez no se trate de un viaje, tal vez sea sobre un fin de semana en que te encerraste en tu casa para que nadie te molestara y cómo disfrutaste de ejercer esa libertad. Lo importante es que hagas un esfuerzo consciente porque él te perciba como familiar, en la parte física y en el lenguaje. Palabras clave que identifiques que él repite mucho, tú también dilas, cosas que detectes que para él son importantes, repítelas más. Esto te permitirá entrar más fácilmente en la relación con él y, nuevamente, la clave aquí es que te perciba como familiar. Básicamente es esto, hacer rapport físico, rapport emocional, cuidar los Tipos y Niveles de Contacto y que sepas que la relación que estás por recuperar será a mediano-largo plazo y, aunque no lo fuera, tú te convertirás en una mejor persona, lo que te ayudará a conectar con cualquier otro humano allá afuera.
8 reglas inquebrantables para reconquistarte a ti misma y a tu ex Estas 8 reglas vienen también en un PDF y te voy a pedir que las imprimas y tengas la hoja en algún lugar, donde puedas verlas y repetírtelas todo el tiempo, ya que son los nuevos paradigmas que tenemos que instalar en tu inconsciente para que, durante este proceso de reconquista, poco a poco te vayas convirtiendo en una nueva versión de ti. La idea es que las leas todas las mañanas en cuanto despiertes y que antes de acostarte las leas nuevamente. Cada vez que voy a repetir un concepto, una parte de mí dice ya lo mencionaste, bríncalo, vamos a lo que sigue; y otra parte de mí recuerda a Tony Robbins, que en sus cursos suele repetir las cosas 87 veces y, siempre que le preguntan, explica que it’s all about repetition, todo es repetición. Porque la repetición genera recordación, que te facilita interiorizar y a partir de ahí es que puedes hacer los cambios. Las Reglas son:
1.- Tu bienestar es primero.
Como ya te expliqué en los principios básicos, y así como te voy a repetir hasta que me canse o hasta que te canses tú de escucharme (lo que ocurra primero), lo más importante aquí eres tú. No importa si no lo recuperas, lo que importa es que aprendas por qué no funcionó la relación, qué debes mejorar de ti, cómo mejorar tu autoestima, cómo cambiar tu manera de ver el mundo y estar lista para lo que siga. Si lo que sigue es él, ¡genial!, yo aquí te voy a decir cómo; si lo que sigue no es él, ¡también genial!, en algún otro lugar te voy a decir cómo. Pero lo importante aquí es que tú estés bien.
2.- Nunca, nunca, nunca debes poner en riesgo la Regla Número 1.
Si además de tomar este curso te inscribiste al Círculo Interno, cada vez que quieras poner en riesgo tu integridad o tu imagen, tu autoestima, por querer recuperar al otro, el terapeuta que te acompañe te va a preguntar, por obligación, ¿cuál es la Regla Número 1 para recuperarte a ti misma y a tu relación? Y tendrás que responder Mi bienestar es primero. A partir de que ese bienestar está estable, el resto del sistema adquiere sentido. Entonces, por favor no olvides las dos primeras reglas; con ellas hay mucho que podemos hacer; sin ellas, nada.
3.- No debes tener contacto con él durante al menos 35 días.
Si te estoy hablando de reglas es que no se vale romperlas. Necesitas entender que romper alguna de ellas pone en riesgo el proceso; tal vez no tanto el proceso de recuperarte a ti misma, porque ese puede tomar mucho más de los 35 días (y, tratándose de un trabajo interno, es factible corregir), pero sí el proceso de recuperar a tu ex. Lo que haces al eliminar el contacto con él es generarle un vacío, una ausencia, que él va a rellenar con su inconsciente y con sus miedos. Durante toda la relación creyó que te tenía segura, todo el tiempo; cuando te vas, piensa ay, en cualquier momento le hablo y regresa y si te habla y regresas, aunque sea para contestarle la llamada o el in box o lo que sea, bajas su nivel de ansiedad; con su nivel de ansiedad bajo es muy difícil que lo puedas recuperar, porque él siente que puede salir a coquetear o a hacer lo que sea que le está ayudando a superar la ruptura y no importa, si lo necesita, cuando te busque ahí estarás. Por eso, no puedes tener contacto con él. Nada de WhatsApp, nada de Skype, nada de correos, si te busca en tu casa, no sales, si te busca en tu trabajo, llevas prisa, no puedes hablar con él en 35 días. Esa es la regla y es inquebrantable, porque recuerda que te vas a despedir, si respondes cuando te busque, ya no te va a creer que te apartas y el efecto que buscamos se perderá para siempre.
4.- Cada vez que te sientas confundida, busca con quién hablar, no te quedes sola.
Ese es un problema grande: algunas mujeres creen que si le cuentas a alguien tus conflictos mentales y emocionales, ese alguien te va a juzgar y va a pensar que tienes muchos, muchos, muchos problemas y tenderá a verte a ti y a tu relación como algo malo. Esto solamente es cierto cuando se lo cuentas a personas que no son muy cercanas o a personas que no están desarrolladas en su nivel de consciencia, solamente te juzgará así alguien que se podría juzgar a sí mismo en esas circunstancias. Entonces, no se trata de que te quedes callada, se trata de que busques alguien con quien sí puedas hablar. Cuando los hombres estamos perturbados necesitamos silencio, que nadie nos hable, que nadie nos moleste, quedarnos solos encerrados en un cuarto o yendo a hacer algo que nos desconecte. Habrá mujeres que puedan hacer lo anterior, pero en general, no pueden: si te quedas sola, en silencio, empiezas a pensar más y más y más y más y se hace un lío como con las avalanchas, que empiezan con una piedrita y terminan con un montón enorme de nieve; empiezas con el pensamiento de que no te ha llamado y terminas llorando en un rincón porque él no te quiere y no eres especial y nunca encontrarás alguien para ti… se vuelve un gran drama, porque tu cabeza te lleva a magnificarlo todo. Si en lugar de encerrarte y dejar que tu cabeza te ponga estas trampas, te vas con tus amigas, amigas de confianza o, si no las tienes, con tu terapeuta y lo platicas, tu emoción baja de nivel y al hacerlo tienes más consciencia para seguir con este proceso.
5.- Nunca rechaces una invitación a salir ni de amigos ni de otros pretendientes.
Es normal que si ha pasado poco tiempo desde que perdiste tu relación, lo manifiestes en alguna de estas 2 formas: o te quedas encerrada en tu casa a llorar o, al contrario, que te digas no me importa y ahora voy a salir y a hacer todo lo que me dé mi gana y te cambias el tono del cabello y te compras ropa, vas a que te pongan guapísima en el salón y empiezas a salir por todos lados. Es mejor esta segunda alternativa que la primera, porque mantenerte activa física y emocionalmente te da una fuga para todo lo que traes dentro, que tiene que estar tranquilo para que puedas aguantar los 35 días. Entonces, si estás en casa y alguien te busca para salir, está prohibido decir que no, no importa si te invitan a comer vegetariano y a ti te encanta la carne, no importa si quiere ir a las carreras y a ti te aburren… es irrelevante, el punto es que aceptes, salgas y convivas. Necesitas de estas redes sociales.
6.- Tu ex no es tu amigo y todavía no es tu novio, trátalo como pretendiente.
Es otro de los problemas básicos (¡o era!, porque ya no lo será para ti): en nuestro curso anterior, al pasar los 30 días sin contacto las chicas pensaban que al retomar la comunicación, al rencontrarse con él podían abrazarlo, besarlo, si las invitaba a su departamento a tener relaciones, aceptar y verlo como algo positivo, porque significaba que quería regresar con ellas y empezaban a darle el mismo trato de antes del rompimiento. Estoy aquí para decirte que no es así, que se trata de un gran, gran error. Si lo tratas como lo hacías cuando eran pareja, no tiene ningún motivo para volverse a meter en una relación con compromiso. ¿Por qué habría de comprometerse si ya tiene los mismos beneficios, pero sin restricciones ni demandas? Los hombres somos más de lógica, más de sentido común y se estará preguntando ¿para qué?, lo único que voy a ganar es que se vuelva a sentir con el derecho de hacerme los problemas por los que terminamos antes. Entonces, no debes tratarlo de nuevo como novio, pero tampoco como a un amigo, porque si lo tratas así no sentirá que tiene la puerta abierta para regresar contigo, no puedes hacerlo a un lado y llegar a contarle que sales con otro hombre, se sentirá dolido y se va a ir. Debes tenerlo en este punto medio de pretendiente, donde puedes tomarlo de la mano, del brazo cuando caminan juntos, que lo abraces de saludo o despedida, pero hay una gran línea entre estos contactos y acostarte con él.
7.- Diviértete y grítalo a los 4 vientos.
Sal con todo el mundo, mientras más puedas salir, mejor, tómate muchas fotos y publícalas en la red social que esté en movimiento ahora, puede ser Twitter, puede ser Instagram, puede ser Facebook, si esas ya no existen y hay otra, utiliza la que esté, el principio es el mismo: que él te vea pasándola bien, necesitas que él sepa que tu vida es una fiesta, que está despierta, que está viva y está en movimiento. Si ya viste la serie de 4 videos sobre las posibilidades que tienes de regresar con tu ex, recordarás uno donde te digo que más sabe el diablo por Facebook que por diablo, donde te explico por qué no debes eliminarlo de tus redes sociales, es por esta regla, porque él tiene que enterarse de que te la estás pasando muy bien y porque a través de esto vamos a sembrar la semilla del recontacto en el tercer paso.
8.- Una persona sana es una persona atractiva.
Hablamos de salud física, intelectual y emocional. Si eres una mujer que se ha abandonado a sí misma y tienes sobrepeso y este sobrepeso te está afectando emocional, intelectual y físicamente, vas a ser mucho más atractiva si empiezas a recuperarte y a perder peso, no porque haya un asunto de que vales más dependiendo de cuánto pesas, no va por ahí, sino que definitivamente te sentirás mejor sabiendo que te estás cuidando, que te estás atendiendo. Ese quererte, cuidarte y atenderte, se va a reflejar en tu postura corporal, lo que te hará más sana y, consecuentemente, una mujer más atractiva. Si el peso no fuera tu problema, pero ya no te arreglas, porque te sientes un poquito deprimida, porque sientes que no vale la pena, ¿ya para qué?, y empiezas a dejarlo, no es que te arregles para él o para un tercero, arréglate para ti, ponte bonita para ti. Ese ritual de pintarte la cara, de ponerte algo en el cabello, de combinar tus zapatos con la bolsa, de elegir un par de aretes, todo eso, es una sensación más que para el mundo para ti, de decirte soy valiosa, soy importante, y eso reestabiliza tu salud emocional, lo cual necesitamos para recuperarte a ti y para recuperar a tu ex.
Diferencia entre reconquista y recuperación No voy a hablarte ya de lo que califica como una relación y lo que no, al menos en términos de este curso, porque eso ya lo vimos en los videos de lanzamiento; sólo insisto en que amigos con derecho no cuentan. Vamos a asumir que se trata de una relación formalizada, en la que públicamente se habían reconocido como pareja, que eran exclusivos y con alguna permanencia en esta situación. Habrás visto también en estos 4 videos que te regalo que hay 3 factores para determinar las posibilidades de recuperar a tu ex: -
¿Quién terminó a quién?
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¿Hace cuánto tiempo (menos de 30 días, de 1 a 6 meses o más de 6 meses).
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¿Él ya tiene otra pareja?
De la combinación de las respuestas a lo anterior se desprenden 12 perfiles, uno de los cuales corresponde a ti. Gracias a esto, puedo ofrecerte un contenido sobre Psicología del Rompimiento y Cómo Recuperar a Tu Ex para tu caso específico, porque no es lo mismo si tú lo cortaste hace 30 días y él tiene a otra, que si él terminó contigo hace 1 año y está soltero; son casos totalmente distintos. Ahora que nos propusimos ir más profundo en este tema, tuvimos que poner una línea: ¿hasta dónde hablamos de recuperar y desde cuándo de reconquistar? Aunque no deja de ser un promedio, decidimos que esa línea fuera hasta 40 días desde la ruptura porque, sin importar quién terminó a quién, ambos están viviendo un duelo, que es un proceso que ha sido muy estudiado por muchos expertos, por lo que sabemos que cuenta con etapas y tiempos concretos, así como las características de estos. Este conocimiento explica en buena medida por qué funciona nuestro programa: los pasos que debes dar y el momento en que tienes que hacerlo están alineados con lo que él está viviendo durante este duelo y, lógico, pierden efectividad conforme él va superando el duelo. Tal vez 50 días no son nada para un matrimonio de 5 años y 40 días sean una eternidad para una relación de 2 semanas, también tenemos que emplear el criterio aquí. Si el tiempo transcurrido desde la ruptura es considerable en referencia al tiempo que duró la relación, tampoco sería pertinente hablar de recuperar, sino de reconquistar. Es importante establecer esta diferencia, porque al hablar de reconquista necesitas considerar que vas a empezar casi desde cero. Voy a abrirme contigo (ya que estamos en confianza) y a contarte el caso de mi mamá, que tuvo un novio durante la preparatoria y, junto con esta, se terminó la relación. Más tarde conoció a mi papá, se enamoraron, se casaron, nos tuvieron a mi hermano Guillermo y a mí, tuvieron un buen matrimonio durante muchos años, hasta que decidieron separarse. 30 años después se reencuentra con aquél novio de la juventud, se reconquistan y actualmente siguen juntos. Esto no es recuperar a un ex, no puedes llegar y decirme ayúdame a recuperar a mi novio de hace 30 años, no cuenta como recuperarlo, cuenta como reconquistarlo.
En este caso, en el de una reconquista, te digo que sí hay muchos principios de este curso que te van a ayudar, muchos principios, pero no todos. Uno de los principios básicos para el sistema es la Carta de Corte: tú mandas esta carta (de la que nos ocuparemos más adelante en el curso) para indicar que aquí se termina la relación y me voy, para que a él le genere ansiedad y quiera buscarte y, cuando tú regreses, que él te reciba y vuelvan a estar juntos. Entonces, cuando hablamos de reconquistar, la carta no aplica; imagínate que hubiera llegado este hombre con mi mamá, después de 30 años, entregándole una carta donde le dice muchas gracias, pero ya no te quiero volver a ver. ¿Qué cara hubiera puesto mi mamá? Necesitas usar tu criterio para distinguir si vas a recuperarlo o a reconquistarlo. Las 2 cosas se pueden, y te digo que se pueden independientemente del tiempo. Te voy a compartir otra anécdota familiar, que me viene a la mente siempre que alguna mujer me dice que ya está muy vieja o muy grande para encontrar el amor: mi abuela se casó por segunda vez a sus 75 años; hizo una boda típica muy bonita aquí en Oaxaca, México, y duraron casados un tiempo y ella estuvo muy feliz mientras estuvo con este hombre, a sus 75 años. Si yo vi que mi abuela pudo volver a enamorarse y casare a los 75, ya no hay forma de que me convenzan de que la edad es un obstáculo. Y respecto a tener segundas oportunidades cuando han transcurrido muchos años, pues está la historia de mi mamá. Este curso es nuevo, en la versión anterior algunas mujeres querían emplear la carta cuando tenían 1 año de no ver al ex; o tuvieron una relación a distancia, el hombre llevaba 6 meses sin dar señales de vida y la chica quería enviar la carta. Simplemente no funciona. ¿Qué puedes hacer en casos como estos, cuando digamos que estás en un punto intermedio entre los 40 días y los 6 meses? Acercarte a él, empezar la reconquista, salir unas cuantas veces para poder plantearle que quieres de nuevo una relación con él. Si su respuesta es no, entonces podrás mandar la carta. El espacio que yo te diría es el siguiente: -
Entre 0 y 40 días, te puedo hablar de recuperarlo, que es el proceso que compraste y del que vamos a hablar aquí.
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Entre 41 días y 6 meses lo contactas, sales con él, se la pasan súper bien y le dices quiero tener una relación contigo de nuevo; si él te dice que no, mandas la carta y sigues con el proceso; si él te dice que sí, pues ya ganaste.
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Después de 6 meses y en adelante, no aplica ni siquiera la segunda opción, lo que tienes que hacer es empezar una reconquista que, como te he explicado, es algo muy diferente. Yo te recomendaría que esto lo abordes con el Capítulo 2 de este curso, Enfermedades de la Relación, con el bono de las Curas a esas enfermedades y con el curso A Seis Pasos del Amor.
Si este último es tu caso, tendrás a tu favor el haber sanado las enfermedades que mataron la relación (no es negociable, tienes que sanarlas porque, de otro modo, regresarás con él sólo para volver a perderlo al poco tiempo), que ya sabes qué es lo que él quiere de una pareja para sentirse apoyado y querido y todas las herramientas de conquista que te enseño en A Seis Pasos del Amor.
Si tú lo cortaste a él Antes de entrar de lleno al curso como tal, si fuiste tú quien terminó la relación y no han pasado más de 45 días, detente ahora mismo, porque tal vez el proceso no va a hacer mucho sen>do. Verás: ¿qué tal que lo terminaste, por el mo>vo que sea, y ya cambiaste de opinión, pero como estabas tan convencida de tus razones, no has ido a hablar con él? Entonces, vienes por el curso, para pretender que con esta herramienta él se acerque por su cuenta y sea quien te pida volver. Eso no va a pasar; ok, no es imposible que pase, pero sí muy remoto: tu mejor oportunidad para recuperarlo, si tú lo terminaste y estás en el rango de >empo que mencioné, es que vayas y hables con él. Tan fácil como eso. Necesitas acercarte y decirle por qué cambiaste de opinión. Si eso implica que bajes un poquito tu postura de orgullosa o de que siempre >enes la razón o de que quieres que se disculpe porque, aunque hayas cambiado de opinión, fue él quien empezó, tendrás que hacerlo, porque de otro modo no podrás recuperarlo, aunque le mandes la Carta y aunque termines este curso. Porque él siente que tú lo abandonaste, que tú cancelaste las cosas. Si no te acercas a decirle me equivoqué, le faltará auten>cidad al resto del proceso. Siendo tú quien lo cortó, lo que te recomiendo es que vayas, le pidas una cita, siéntense en un café y dile reconozco que me equivoqué, quiero estar con2go, eres una persona muy importante para mí y quiero que le demos a esto una nueva oportunidad; acepto mis errores: esto, esto y esto (>enes que decir cosas concretas) y, una vez que digas cuáles son las cosas en las que tú te equivocaste, no lo presiones para que él diga las suyas, di las tuyas y se acabó, pídele regresar y ya. Si acepta (que es lo más probable porque tú lo terminaste y estás asumiendo la responsabilidad), pues felicidades y adelante. Si por cualquier mo>vo te dijera que no, entonces ya aplica el proceso completo, ya le puedes mandar la Carta y sigues con el curso para traerlo de vuelta. Pero no puedo dejar de darte esta herramienta porque, tal vez, nos ahorramos todo. Aun así (Rjate: a pesar de que pudiéramos ayudarte a recuperarlo así de rápido), te recomiendo que hagas el curso de todas formas, porque si tu relación estuvo enferma al punto de casi perderse, es casi seguro que va a recaer y en unos meses puede morir. Evitemos ese problema desde ahorita: ve, habla con él, si logras recuperarlo, bien, y si no, también; ya >enes el proceso para que lo recuperes, vívelo, recupérate a > misma y verás que te irá muy bien. Hasta aquí la sección de Introducción; a par>r de ahora te veo en los pasos concretos del curso Cómo Recuperar a Tu Ex.
LA DESAPARICIÓN Fundamentos Bienvenida. Estamos en la Primera Sección de este curso para recuperar a tu ex: La Desaparición. Esta es, si no la más importante, sí la pieza sobre la que todo lo demás se viene a construir. Si esta primera etapa no está bien puesta, el resto de lo que hagas no tendrá mucho sentido, al menos en cuanto a tu propósito de recuperarlo a él y a su relación; tendrá sentido en cuanto a recuperarte a ti misma, que tengas autoestima, sepas en qué te equivocaste para que no te vuelva a ocurrir, etcétera. Pero propiamente para recuperarlo a él, no. Para que puedas traerlo de vuelta a tu lado, este paso debe estar hecho a la perfección o muy, muy, muy cerca de la misma, ya que cada uno de los elementos que la componen tienen su razón de ser. Aquí te voy a explicar cuáles son los principios generales por los que tienes que desaparecerte, te voy a hablar de la Carta de Corte, cómo debes escribirla, cómo debes entregarla y voy a explicarte por qué debes eliminar el contacto y cómo hacerlo.
Principios básicos 1.- DEBES RETIRARTE CON ELEGANCIA.
Si el último contacto entre ustedes fue una pelea explosiva, donde se aventaron platos, se dijeron de todo, azotaron puertas y corriste tú para un lado y él corrió para el otro, no funciona de la misma manera que si hubieran tenido un diálogo civilizado con el que se despidieron cariñosamente. Por lo tanto, si la ruptura fue súper emotiva, fuerte y merecedora de cualquier palabra para describirla, menos elegante, es importante que lo recontactes antes de correr el proceso, que te acerques, platiques con él, le pidas una disculpa por la parte que te corresponde de ese último pleito y decirle que quieres volver con él. Si te dice que sí quiere regresar, pues ya ganamos; si te dice que no, ese se convierte en el último contacto y es él quien te está rechazando o está rompiendo con la relación, al negarse a una nueva oportunidad. Eso es lo que queremos, porque así el último contacto es elegante, es bonito, es una buena cara de ti, queremos que se quede con una buena impresión. Si él se queda pensando en esta enorme pelea, en estas lágrimas, enojo, reclamos, etcétera, será más difícil que él se vea motivado a regresar contigo cuando vayamos a la Tercera Parte de este proceso.
Está de más señalarte que, para cambiar la última impresión, necesitas acercarte desde la serenidad, mentalizada en el objetivo de este recontacto; no vayas a caer de nuevo en la emotividad y contribuyas a que se ensanche la distancia que hoy tienen.
2.- CONTACTO CERO.
Una vez que te has retirado y ya mandaste la Carta de Corte (más adelante te voy a explicar todo lo referente a esta), no puedes mandar WhatsApp, no puedes hablarle por teléfono, no puedes dejarle mensajes de video en Skype, no puedes hacer NADA que implique entrar en comunicación con él. La Carta tiene que escribirse a mano y se la debes entregar tú a él; lo más que te puedo permitir, si acaso, es que vayas a su casa o su trabajo y dejarla con alguien más para que se la entregue, pero no puedes escribirla por WhatsApp, darle send y estar esperando a ver a qué horas aparecen las 2 palomitas o mandársela por correo electrónico, tampoco aplica. Si tu caso es una relación a distancia y dices ay, no me voy a ir desde México a Colombia a llevarle la mentada Carta; pues no propiamente, pero para este asunto de recuperar en la distancia tenemos un video especial, donde hablamos de las particularidades. Aquí, para términos generales, el sistema funciona cuando le entregas la Carta en propia mano o se la entregas a alguien que se la dará en propia mano. Y tiene que estar escrita de tu puño y letra.
3.- NO LO ELIMINES DE REDES SOCIALES.
Solamente desactiva las notificaciones. Si tú lo bloqueas de Facebook, de WhatsApp, de Skype y de todos lados, rompes el principio de retirarte con elegancia, ya que parece que te estás retirando con dolor, como si estuvieras ardida, enojada, molesta o como si quisieras mandar todo al diablo. Esa no es la impresión que buscamos, tienes que hacerle sentir que te es indiferente lo que pase, como si tú hubieras intentado regresar, te dijo que no y te da igual, oíste su rechazo como quien escucha llover. No lo vas a bloquear de ningún lado; lo que sí harás es bloquear las notificaciones, porque si estás al pendiente de lo que pase con él, tus emociones se estarán moviendo y no podrás pensar claramente para curar las Enfermedades de la Relación. Desactiva las notificaciones de las redes sociales en donde estés conectada con él, no lo borres y ocúpate de postear cosas frecuentemente para que él sepa que te está yendo bien. Esto lo abordo en Principios Básicos y creo que también lo mencionamos en alguna de las Enfermedades. Igual te dejo la recomendación.
4.- MANTÉN CONTACTO CORDIAL CON AMIGOS EN COMÚN.
Al decir cordial no me refiero a que sean súper amigos y se vayan al cine todavía juntos o a divertirse, no tanto así, sino a que sigas tomando llamadas de aquellos con quienes te llevabas muy bien y a que si hay invitaciones aceptes algunas, no todas. Cada vez que tengas oportunidad de estar con ellos y surja tu ex en la conversación, haz comentarios positivos de la relación que tuviste con él y cambia de tema. No pueden darse cuenta de que estás ardida o molesta o que le echas tierra, porque si son amigos en común es probable que vayan a hablarle de que te vieron y de lo que andas diciendo; por lo tanto, cualquier cosa que digas debes hacerlo pensando que él te escucha. Enfócate en hablar de cosas positivas.
5.- SI HABLAS EN PÚBLICO DE ÉL, PROCURA DECIR COSAS BUENAS DE ÉL.
Si te fijas, este punto va de la mano con el anterior. De lo que se trata es de que el círculo social actúe como tu mensajero para que él vea, uno, que estás feliz, que puedes salir adelante, que sigues construyéndote como persona y, a la vez, que no estás ardida por cómo terminó la relación. Esta línea entre indiferencia y cariño es lo que va a generar en él la curiosidad de querer verte de nuevo, cuando lleguemos a la Tercera Parte de este curso.
Carta de Corte Esta es LA Carta de Corte, de ella depende que tú puedas generar esta angustia, esta ansiedad, este vacío emocional en el otro, para que quiera volver, tenga curiosidad y que, al reaparecer en el tercer acto, se sienta con ganas de descubrir qué hay del otro lado contigo. Si esta carta no está bien hecha no dará el resultado que estamos buscando, así es que tómate el tiempo de escribirla. De hecho, en esta nueva versión del curso, ya no nos quedamos en que te explico cómo funciona la Carta, sino que te incluimos algunos ejemplos en el Cuadernillo de Ejercicios. Recopilamos las mejores de entre las mujeres que han pasado por este proceso con nosotros a lo largo de estos años, junto con ejemplos escritos por Miguel Nicacio y otros de los terapeutas de Cómo Conquistar Un Hombre, para que tengas una base de qué decir, lo que no, y cómo se estructura. Voy a explicarte cuáles son los puntos básicos para que la Carta tenga sentido: Primero que nada, el saludo. El saludo tiene que ser cariñoso, pero no romántico; tampoco frío. Si él se llama José Luis (como yo), no le vas a decir Luisito, mi amor y tampoco le vas a decir Señor José Luis López Velarde, porque es demasiado frío. Tienes que darle un toque de cierto cariño, sin que lo trates igual que cuando le hablabas antes de que terminara la relación; digamos una entrada “medio cariñosa”. Inmediatamente después sigue Aceptar tu responsabilidad. ¿A qué nos referimos con esto? A que reconozcas cuáles son las partes que te corresponden, lo que pudiste haber cambiado y que la relación se murió también porque no fuiste capaz de hacer esos cambios. Vas a mencionar: me acuerdo de ese último momento en el que me dijiste tal cosa y reaccioné con enojo y te dije que ya no quería saber nada de ti; o que estábamos en el coche y me perdí en mí misma, te grité, me bajé y azoté la puerta… Que reconozcas todos los puntos en que creas haberte equivocado dentro de la relación y, particularmente, ese último momento en donde terminaron. No le vas a reclamar nada. Aquí sabemos que los problemas de dos nunca son culpa de uno, son responsabilidad de los dos (eliminando la palabra culpa); sin embargo, si en este momento te pones a señalarle cuál es su responsabilidad, es muy probable que asuma una posición defensiva y no queremos eso. Se trata de que aceptes tu responsabilidad, digas en qué te equivocaste y, después, pidas disculpas, digas que lo sientes o pidas perdón; te voy a explicar la diferencia de estos 3 conceptos, porque no son lo mismo: -
Disculpas: La culpa es eso que sientes cuando haces algo en contra de tus propios principios. Tú tienes el principio de que no se debe robar; entras a una tienda con tu amiga y, justo antes de salir, te dice guárdame esto, te mete unos dulces en la bolsa, te jala y te saca de la tienda. Tú te quedas sin saber qué hacer, te guardas los dulces y sales. Te sientes culpable porque robaste, hiciste algo en contra de tus principios. Lo que sientes, es culpa.
Cuando dices discúlpame, es como pedirle al otro que te quite la culpa que sientes contigo misma porque tú hiciste algo en contra de tus principios: dis, quita, culpa-me, quiero que tú me quites a mí esto que siento por mis acciones. Es una actitud un poco irresponsable, porque el otro no te puede quitar el problema por haber hecho algo contra tus propios valores, ese es un asunto totalmente tuyo.
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Expresar que lo sientes: En dado caso podrías decir lo siento, porque con eso le comunicas al otro que te sientes mal por haberle hecho daño. Ya no le pides que te quite la culpa, esa es tuya y tú tienes que trabajar al respecto, pero sí le estás diciendo que te causa un conflicto emocional haberlo perjudicado.
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Pedir perdón: Cuando dices perdóname te refieres a que eres consciente de que le hiciste daño a la otra persona y quieres enmendar lo que ocurrió; eso es pedir perdón: que lo vas a enmendar y que no volverás a hacerlo. Es distinto, al pedir perdón reconoces que hiciste daño, con ello queda de manifiesto que eres consciente y asumes tu responsabilidad y te comprometes a no repetirlo.
Si te fijas, pedir disculpas y decir lo siento es algo tuyo, mientras el perdón ya involucra al otro a través del compromiso que haces de no repetir lo sucedido. Por eso se dice que cuando perdonas a alguien tienes que tratarlo como si nunca hubiera ocurrido aquello que le estás perdonando. Esta frase de yo perdono, pero nunca olvido… ¡son tonterías!, porque el hecho de que no olvides no es una justificación para que lo trates como si no te hubiera pedido perdón. Cuando alguien te dice te robé, perdóname y tú lo perdonas, tendrías que tratarlo como si nunca hubiera pasado, si no, es que no hubo un perdón auténtico, es que no le crees que no volverá a hacerlo. Básicamente, el acto de pedir perdón es decir ya no lo vuelvo hacer y es diferente de pedir disculpas y de decir lo siento. Al escribir tu Carta, cuando te refieras a tu responsabilidad en la ruptura, vas a elegir uno de los 3 para comunicarle qué fue lo que pasó contigo cuando te equivocaste en la relación, ya sea que le pidas perdón o que le digas que lo sientes (no te recomiendo que te disculpes). Lo que logramos con esta parte es disminuir su molestia, el enojo que aún pudiera tener contigo por la última peleo o por lo que pasó entre ustedes y va a generar un poco de ansiedad, porque en cuanto termine de leer todas estas cosas, él estará esperando que pidas una segunda oportunidad, pero no lo vas a hacer, vas a dejar abierto ese espacio y ese espacio lo hará sentirse en crisis, porque no va a entender entonces ¿para qué es la carta, si no estás pidiéndome que regresemos? Luego, vas a hacer contacto con las emociones, a partir de recordar momentos buenos. Esta parte también es súper, súper importante. Te explico: como seres humanos traducimos nuestra realidad a través de los sentidos, del tacto, el gusto, el olfato, etc.; todos estos elementos se recodifican en nuestro cerebro y nos hacen interpretar la realidad. Si te faltan elementos, la realidad cambia; mientras más elementos tienes la realidad se hace más rica, más intensa.
En esta segunda parte de la Carta tienes que escoger 1 o 2 eventos que hayan vivido durante la relación; lógicamente, incluye la experiencia más bonita y explica cómo te hizo darte cuenta de que puedes convertirte en una mejor mujer a partir del contacto con él; básicamente, que él te cambia para bien, que él te completa, que él te ayuda a ser mejor persona. Procura usar la mayor cantidad de referencias sensoriales en tu relato. Tienes que decirle recuerdo ese momento cuando salimos al parque y tuvimos un picnic a las 12 del día; me acuerdo que hacía muchísimo calor, que estábamos los dos ya muy cansados y que nos dolían los pies porque estuvimos caminando más de 1 hora. ¿Te acuerdas de ese momento en que casi me caigo y me recargué sobre tu brazo?, el sólo sentir tu piel contra la mía, acercarme y percibir tu perfume, ese perfume que me hacía sentir mariposas en el estómago… y sigues contando la historia. Esos detalles de sentir tu piel contra la mía, oler el perfume, los pies cansados, el calor del día, van directamente a sus sentidos y así, conforme los vaya leyendo, su cerebro irá reconstruyendo la experiencia, es decir, revivirá las emociones positivas que tuvieron en esa ocasión. ¿Qué estamos haciendo? Primero, te quitamos el elemento negativo al reconocer tu responsabilidad y, luego, traemos elementos positivos que van a dejarle un nuevo sabor de boca al pensar en la experiencia de haber estado a tu lado. Cuando terminaron se quedaron con una pelea como último recuerdo. Con la primera parte de la Carta conviertes ese recuerdo negativo en algo neutro y, con la segunda fracción, ese neutro se empieza a hacer dulce, porque él se acuerda de esos eventos positivos; y cierras esta parte de evocar los recuerdos diciendo en ese momento yo me di cuenta que era una mejor mujer por estar a tu lado; esa frase que me dijiste reconociendo que soy capaz de conseguir esa beca, me hizo sentir más inteligente; o ese momento en el que públicamente me diste el crédito por el trabajo que hicimos juntos me hizo sentir valorada en tu mundo y gracias a eso yo soy más segura de mí misma. ¿Por qué son importantes esas frases? Porque para nosotros como hombres, una de los aspectos más relevantes en la relación es saber que contribuimos a la vida de la otra persona, que somos necesarios. Al poner ese apunte donde reconoces que tú cambiaste, creciste, gracias a él, le va a sacar una sonrisa y más con todos los referentes sensoriales de la primera sección de la Carta. Una vez que haces esto cubres los tres objetivos más importantes, que son: -
Quitar el problema que hubo,
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Generar una emoción positiva y de melancolía respecto a ti y
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Cortar la posibilidad de regresar, lo que haces al aceptar la ruptura: justo después de decirle todo lo bonito, lo hermoso y que lo quieres y bla, bla, bla, le dices y por eso (no digas pero), y por eso, porque tú eres una gran persona y me ayudaste a convertirme en una mejor mujer, respeto tu decisión de que termináramos. Quiero desearte lo mejor… y ya, se acabó.
Esas últimas frases, donde tú le dices respeto la decisión que tomaste, quiero desearte lo mejor, punto y tu nombre, son fundamentales, porque con ellas inviertes la posición que han mantenido desde que terminaron: él dejándote y tú rogando y desesperada, lo que le da todo el control a él. De esta forma tú tomas el control. No vas a decir quiero desearte lo mejor, te quiero mucho, borrar el te quiero mucho; te amo, borrar el te amo; ojalá que en algún momento del futuro nos podamos encontrar, borrar esa parte también. Tienes que dejar una despedida en donde le digas que aceptas que hayan terminado y
no estás ni dándole entrada a que él piense que quieres regresar ni dándole entrada a pensar que jamás se te acerque; o sea, no le estás diciendo ya no quiero que nunca me busques, bye, no dices eso; pero tampoco dices ojalá que en el futuro podamos ser amigos. Simplemente dices respeto tu decisión, muchas gracias por todo lo que vivimos. Y ya. Además de eso, pones tu nombre, no tu preciosa lunita de chocolate, tu nombre tal cual y la firmas. De preferencia, esta Carta tendría que ser escrita a mano. Esta última sección, en donde aceptas la ruptura, le va a dar mucha curiosidad y le va a generar sentimientos encontrados: por un lado, él va a estar pensando bueno, si ella acepta la ruptura y ya no le interesa nada, ¿por qué no me ha borrado de las redes sociales? o ¿por qué me dijo todas esas cosas tan lindas?, no entiendo; y, por otro lado, si ella sí quiere regresar conmigo, ¿por qué no me dijo nada al final de la carta?, tampoco entiendo. Estás generando un poco de ambivalencia, como te lo recomiendo en el libro Cómo Conquistar Un Hombre, para cuando apenas inicias a salir con alguien. No le dejas claro que no quieres algo con él, pero tampoco que sí; él debe tener esta duda en su cabeza, entre quiere que seamos amigos o si quiere ser mi novia o quiere algo casual o… ¡no sé qué quiere!, y como no sé qué quiere, la sigo buscando. Aquí es igual: este espacio en donde tú lo dejas vacío, lo va a mover como no tienes una idea. Porque para él va a ser ahora sí, ya no puedo acercarme; si no es la primera vez que cortan, si cortaban y regresaban, cortaban y regresaban, cortaban y regresaban, él se hace a la idea de que en cualquier momento puede regresar y tú ahí vas a estar, que si te lleva unas flores o te lleva equis cosa o hace eso que a ti te mueve, tu estarás ahí para él. La idea es que después de esta Carta, pase lo que pase, no vuelvas a tener contacto con él por otros 30 días; pase lo que pase no puedes volver a entrar en contacto con él, acuérdate de las Reglas Inquebrantables para recuperar a tu ex. Este vacío y esta ansiedad lo van a mover a buscarte y probablemente haga cosas que antes nunca hubiera hecho. Si jamás te hablaba, ahora te llamará; si jamás iba a tu casa a buscarte, es probable que ahora vaya a buscarte; si él no era de los hombres que regalan cosas, tal vez (sólo tal vez) ahora quiera regalarte algo. Es ahí cuando necesitas muchísima voluntad para no romper los 30 días y quedarte al margen. El único momento en el que puedes romper estos 30 días es si él hace algo de valor del doble o del triple de lo que hacía comúnmente contigo. ¿Cómo cuantificas eso? Si él antes siempre te llevaba flores, ahora no funciona que te lleve flores ni que te lleve DOS ramos de flores para que sea del doble del valor, no va por ahí; tendría que hacer algo que sea mucho más significativo para ti. No sé cómo sea en tu país, aquí en México llevar serenata (sobre todo con mariachi) es algo muy especial; algo así puede considerarse con doble valor que llevarte flores y, con ese detalle, tienes que recibirlo, porque si se esfuerza a ese nivel por volver a acercarse y tú lo rechazas por querer respetar los 30 días de silencio, cuando quieras regresar con él en la etapa de reconquista es probable que esté muy dolido y no vaya a funcionar, porque ya lo rechazaste cuando se salió de su zona de confort. Ahora, si no se sale de su zona de confort y te lleva flores como siempre, entonces no le hagas caso, no has motivado un cambio. Aquí no importa que lo rechaces, cuando pasemos a la parte de reconquista va a funcionar de todos modos, sólo es importante que tengas esto en cuenta: mientras él no haga algo del doble de lo que hacía habitualmente, no vas a tener contacto con él, te vas a alejar, no contestas in box, no contestas WhatsApp, no contestas llamadas por Skype; si te busca en tu casa no estás y si estás, no abres; si te manda recaditos con personas del trabajo los recibes, pero no envías ninguna respuesta, en fin, ignóralo al 100%.
Si tienes preguntas de casos especiales, puedes ir a la sección con ese título, pero como principio general, cero contacto después de mandar la Carta.
Otra cosa: la Carta tienes que llevarla en persona, tienes que ir y dársela; si no puedes dársela, bueno, déjala por debajo de la puerta de su casa o déjala en su escritorio en el trabajo o dásela a alguien que tú sepas que se la dará en la mano. Tampoco cuenta que mandes correos ni, mucho menos, que mandes WhatsApp. Una vez más te lo confirmo: no lo borres de redes sociales, pero sí borra las fotos que tengas con él cuando eran pareja; ok, no las borres, pero ponlas en privacidad para que no puedan verlas ni él ni los amigos en común, de manera que entienda que sí te estás deshaciendo de la relación. Si las dejas ahí para que crea que todavía hay una oportunidad, no le estás generando la ansiedad que necesitamos para que él quiera regresar contigo. Entonces, pon en privacidad todas las fotos, ya después vemos cómo las agregamos de nuevo, pero mientras las tienes que quitar.
ENFERMEDADES DE LA RELACIÓN JL: Hola, soy José Luis López Velarde y te doy la bienvenida a esta sección donde abordaremos las 12 Enfermedades de la Relación, del curso Cómo Recuperar a Tu Ex. Me acompaña Miguel Nicacio, a quien quise invitar porque, además de ser psicólogo y terapeuta, como yo, tiene muchísima, muchísima experiencia en casos 1 a 1, porque él es el responsable del Círculo Interno. ´ Por el Círculo Interno han pasado arriba de 600 mujeres que han mejorado su manera de llevarse consigo mismas y en sus relaciones de pareja; un porcentaje elevado de esas mujeres, cerca del 40%, están buscando recuperar a su ex. ¡Es altísimo! Todos esos casos de correos electrónicos, de sesiones grupales, de webinarios, de sesiones 1 a 1, son responsabilidad de Miguel, ya sea atendiéndolos directamente o supervisando a quienes lo hacen. Tiene toda la práctica, la experiencia, el conocimiento y la autoridad para ayudarnos con este tema, por eso decidimos invitarlo. Sé que sus aportaciones resultarán sumamente enriquecedoras, porque lo avalan los comentarios de las mismas chicas del Círculo. MN: Gracias por invitarme, José Luis; esperemos que las aportaciones que pueda hacer sirvan para clarificar cuál o cuáles de estas 12 Enfermedades de la Relación intervinieron para que hoy estés aquí. Asimismo, hablaremos de las posibles soluciones para cada una de ellas. JL: También tenemos que decirte algunos puntos básicos: estas Enfermedades no son exclusivas de ti ni exclusivas de él ni exclusivas de la relación que tuvieron juntos. Podrían estar presentes en los 3 casos, podrían tenerla sólo cuando están juntos y no cuando está cada quien por su lado o podrían tenerla cada uno por separado. Nosotros nos vamos a referir a cómo es que puedes curarlas tú, porque eres tú quien está con nosotros, dándose un espacio para mejorarse a sí misma; fuiste tú quien invirtió en este curso. En alguna otra parte del Taller tenemos videos para trabajar en pareja o para que trabaje él solo, sí los incluimos. Sin embargo, en la parte central del producto (que es esta) te vamos a hablar a ti; no asumas por esto que creemos que todos los problemas los tiene la mujer y que es ella la que tiene que arreglar todo, no va por ahí. Te hablamos a ti porque tú compraste, esto es para ti, pero mucho de esto (tampoco todo, la relación es de dos) también es de él y, si no lo trabaja, la relación no va a fluir tan bien como debería, tiene que ser un trabajo en equipo. Para ello te damos consciencia, te damos las herramientas y ya te encargarás tú de motivarlo para que también quiera sanar estas Enfermedades. Además de esto, también te explico que en los videos hablaremos de una Enfermedad a la vez y que, si no te queda totalmente claro qué Enfermedades te afectaron, te vayas al Test que tenemos en el Curso. Está formulado con preguntas de SÍ o NO y te ponemos casos muy específicos del día a día, así podrás identificar fácilmente las áreas donde necesitas trabajar; hecho esto, podrás regresar a los videos y todo el contenido tendrá sentido para ti. En otras palabras, todo el material que preparamos para ti está diseñado de manera integral, no hay algo que sea más importante o que esté de adorno, tenlo en cuenta. Otra herramienta fundamental (en la que, por cierto, Miguel fue muy insistente) es el Cuadernillo de Ejercicios, es ahí donde tendrás el cambio más profundo, porque bajar todo a papel y tener la posibilidad de releerte al final de tu proceso, dentro de 30 o 45 días, te dará los insights que muchas veces los videos no pueden por sí mismos.
Enfermedad 1: No establecer acuerdo ni límites JL: En cada una de estas Enfermedades te vamos a poner ejemplos para que te sea más sencillo asimilar la información. El que se me ocurre para este caso es esta mujer que en su intención de tener a alguien a su lado, es capaz de permitirle al otro que haga lo que quiera con ella y dice bueno, si me ve cada 3 meses, no importa, somos pareja; si me ve nada más para tener sexo, no importa, porque al menos así lo puedo ver a los ojos un ratito; si siempre llega tarde, si no le importa lo que le platico, si me descalifica cuando hablamos, si ha llegado a jalonearme cuando peleamos, no importa. Es tanta la necesidad de recibir aunque sea un poquito de cariño que le permite al hombre cruzar todos los límites o ni siquiera se ocupó de establecerlos. MN: Muchas veces sucede que no nos atrevemos a poner esos límites, no nos atrevemos a hablar de lo que nos molesta, porque tenemos una baja autoestima y creemos que si nos costó tanto conseguir a ese hombre, si le empiezo a decir lo que no me gusta lo voy a perder; entonces empezamos a tolerar no sólo cosas que nos disgustan, sino incluso que atentan contra nuestra integridad. En otras ocasiones la autoestima está bien, pero tenemos un exceso de miedo, miedo a perder la relación, no tanto porque no me quiera a mí misma, sino porque tal vez vengo de una historia infantil donde me abandonó papá o me abandonó mamá o tuve una relación en la que mi pareja se fue y ahora tengo este miedo tan grande a que nuevamente mi pareja se vaya. ¿Qué provoca este temor excesivo? Que nos abstengamos de poner cualquier tipo de límites, permitimos que la pareja nos hable cuando tenga tiempo o cosas más graves y eso no sólo causa que la relación tenga esta Enfermedad, sino también (y más importante) hace que se pierda la admiración por ti. No sé si lo sepas, pero sin admiración del uno por el otro no hay relación posible. Yo necesito como hombre admirar algo en ti, pero si te busco cuando me sobra tiempo y tú no dices nada, te veo como alguien sin identidad y voy perdiendo la admiración que me inspirabas al inicio de la relación. Porque por algo me gustaste, yo vi algo que se fue perdiendo hasta que, sin darme cuenta también, el amor se diluyó. JL: Pasando al siguiente punto: no hay acuerdos. Un ejemplo para esta situación (un clásico, yo diría) es la mujer que entra a una relación de amigos con derechos diciendo pues yo, ahorita, casual… Quiero tener relaciones con él porque me gusta, pero no estoy pensando en nada serio. Lo piensa, pero no lo dice, al menos no a él. Comienzan a tener relaciones y luego de unos meses ella cambia de opinión y se dice ay, siempre sí quiero; además, como que me ve bonito, siento que cuando estamos en ese momento sus ojos me dicen cosas, no sé cómo explicarte, pero es que si tú estuvieras ahí… He escuchado tantas veces esta fantasía de que el otro te transmite cosas que tú (no sé cómo) recibes y traduces y decodificas y entiendes todo lo que él no está diciendo y asumes que la relación va a cambiar.
¿Cuál es el problema aquí, cuál es la Enfermedad? Que nunca hubo un acuerdo. Cuando entraste en la relación de amigos con derechos no le dijiste oye, esto es casual y nada más quiero que nos veamos para tener sexo, no quiero que me estés hablando a la casa, no quiero que me estés enviando mensajes, no quiero… no se dice, simplemente empiezan a tener sexo y ya. Como nunca se establecieron las reglas del juego, no hay un espacio para poder modificarlas. Ahora quieres una relación formal con él y crees, porque “te ve de cierto modo en ese momento”, que él también lo desea, pero no hay esa conversación, no se hace el acuerdo para cambiar las cosas, te quedas en la fantasía y si te invita a una fiesta con sus amigos lo traduces a otra señal de que te ve como pareja, aunque sólo te presente por tu nombre y no como su algo. Esto es parte de la Enfermedad, no hacer acuerdos. MN: Otro ejemplo de la falta de acuerdos, José Luis, es que de pronto te das cuenta de que se está mensajeando con alguna expareja y te molestas, porque te parece obvio que si todavía tiene contacto con una pareja anterior tú te tienes que molestar. Pero resulta que no es obvio, aunque tú estés rodeada de personas que lo ven así y jamás en tu vida conocieras a nadie que opine lo contrario, somos individuos y tenemos ideas propias. Si algo como esto es importante para ti, debes sentarte y hacer un acuerdo al respecto, no puedes dejarlo a la “obviedad”, no des por hecho que tus valores son los mismos del otro, recuerda que no nacemos con valores, los adquirimos de la familia y el entorno social y los vamos filtrando con nuestra experiencia de vida. Pon atención para identificar si tienes esta Enfermedad, porque la falta de acuerdos y de límites es una fábrica de problemas con tu pareja, un continuo desgaste para su relación. Si no hablan de lo que les molesta, si no establecen acuerdos ni límites, la relación se configura así y crece a partir de eso. Entonces, tienes 5 años de convivencia y su forma de resolver los problemas es callando, cada quien por su lado, súper indignados. Esto acaba con cualquier relación. JL: Para que te quede claro, la Enfermedad no es que te molestes por ciertas cosas y reacciones con enojo y reclamos, eso es normal (dentro de ciertos límites), sucede en la inmensa mayoría de las relaciones; se convierte en un conflicto, en una enfermedad, cuando se tranquilizan después de una pelea, se piden perdón, se prometen no volver a hacer lo que hayan hecho, se llenan de besos y abrazos y terminan haciendo el amor y pretendiendo vivir felices para siempre jamás. Si hubo un conflicto se debe hablar y llegar a acuerdos que eviten que se recicle. De hecho, una de las cosas para las que debería servirte este momento en que no estás dentro de la relación, es para poner por escrito estos límites y acuerdos que necesitas para poder compartir tu vida con alguien; es mejor que lo hagas ahora, porque si esperas a estar de nuevo con él tendrás la tendencia a adaptarlos a él y así no funciona, fue así que terminó pasando por límites y cosas que te molestan y que antes te parecían infranqueables, desgastando la relación.
Enfermedad 2: Asumir que el otro es igual que tú JL: El ejemplo que me viene a la mente con esto, es este perfil de mujer exitosa en el área académica o profesional, que se ha acostumbrado durante muchos años de su vida a siempre tener la razón o tiene muchas fuentes bibliográficas que la respaldan o títulos académicos o puestos, para sentirse frente a los demás como dueña de la razón o más importante o más inteligente. Entonces, va por la vida diciéndole a los demás lo que tienen que hacer y le funciona, tanto es así que cada vez tiene más títulos o tiene más dinero o más reconocimiento en la empresa donde trabaja. Pero cuando quiere mover estas habilidades al área de pareja, no pasa lo mismo. ¿Por qué? Porque va por ahí descalificando a los hombres y poniéndose como más importante y después enojándose con ellos porque no están a su altura. Así, comienza un diálogo, como regañándolos, de por qué no haces las cosas como yo las hago; por qué no dices esto como yo lo hubiera hecho; qué tal que mejor te vas por aquí; qué tal que mejor te vas por allá; no, mejor ponte la otra camisa; te voy a acompañar a escoger ropa. Todos esos detalles donde tú le dices al otro lo que tiene que hacer dentro de la relación o en los que criticas sus decisiones (aunque no lo digas, aunque “sólo” lo critiques internamente), habla de que prácticamente quieres tomar el rol de mamá. Y si tú asumes el rol de mamá a él no le queda otra que asumir el de hijo y andar con tu hijo se vuelve muy aburrido a largo plazo, son relaciones que duran muy poco tiempo. Si tienes este perfil, esta Enfermedad (o conoces a alguien que la tiene), te darás cuenta de que tienen muchas relaciones muy cortas o que, al tener la frustración de no llevarse bien con el otro, prefieren refugiarse en su trabajo y decir que “no tienen tiempo para relaciones”. Y cuando tienen una son súper mandonas y se la pasan criticando al otro porque no es como ellas. MN: ¿Por qué duran poco estas relaciones? Porque es muy probable que bajo estas circunstancias el hombre se sienta permanentemente descalificado, que sus comentarios siempre son minimizados y, en una palabra, que se sienta inútil. Es incluso más profundo, porque esta situación anula el rol del hombre, que necesita sentirse protector y a tu lado resulta prácticamente imposible ejercerlo. Ahora, asumir que el otro tiene que ser como yo también propicia que demandemos en lugar de pedir, que son cosas muy diferentes. Por ejemplo, esos clásicos reproches de tanto que yo he hecho por ti y tú, ni un mensaje me mandas. A ver: ¿significa que si tú le llamas 10 veces él tiene que llamarte 10 veces? Porque eso equivale a decirle sé como yo, conviértete en mí, siente como yo, resuelve los problemas como yo, sé igual que yo. Eso es sumamente incómodo para los hombres. JL: Sí y, de hecho, esta exigencia es súper común. Me pongo a pensar en las sesiones 1 a 1 o en los correos que llegan, es que, José Luis, me la paso enviándole mensajes, en su cumpleaños le di un regalo súper bonito, me la paso haciendo cosas por él y ni siquiera me contesta los mensajes, los ve y no los contesta. Estás asumiendo que él tiene que responder de la misma manera, pero tal vez él tiene una actitud cariñosa cuando está frente a ti o te mira a los ojos y te dice cosas diferentes y tiene gestos que no le nacen cuando están a la distancia.
¿Qué tal que siempre te contesta los mensajes pero sólo te ve cada 6 meses? Tienes que aprender a calibrar eso. El punto importante está en que él no es tú, no son lo mismo. Hay muchas teorías de personalidad; una de las que menciono a menudo (que no es tanto de personalidad sino de estilos de comunicación) son los 5 lenguajes del amor, busca el libro, es de Gary Chapman, te habla de 5 maneras diferentes en las que comunicas el amor, probablemente tú tienes una y el otra, necesitas darte cuenta de cuáles son. Revisa los estilos de motivación, están en un libro que se llama Patrones de Personalidad (People Pattern Power), de Wyatt Woodsmall; también puedes revisar el eneagrama, hay muchísima información sobre el eneagrama; los estilos de comunicación (visual, auditivo, kinestésico y digital), en fin, hay muchas formas en las que puedes darte cuenta de que el otro no es como tú. Cuando te haces consciente de las 9 formas u 8 o 4 o 5 formas en que alguien puede ser, es más fácil para ti aceptar las diferencias del otro y tener una bonita relación con él, respetando como es. MN: Si no haces esto, si no revisas cuál es la forma de amar de tu pareja y te das cuenta de que tú tienes una diferente, lo que sucederá es que la relación se seguirá desgastando, porque cuando él tenga algún detalle contigo, como no es lo que estás esperando, es muy probable que lo descalifiques, con las consecuencias que ya hemos señalado. O que sientas que no te ama, cuando simplemente lo hace de una manera distinta a la de tus expectativas y no por eso menos valiosa. JL: Para cerrar este tema, algo que menciona mucho Miguel: es preferible que se pierda la magia a que se pierda la relación. Nos ha tocado mucho escuchar a mujeres que comentan es que a mí me encantaría que me llevara flores los viernes por la noche. ¿Y ya se lo dijiste? No, si se lo digo y me las trae no tiene chiste, me las trajo porque se lo pedí y yo quiero que le nazca. No sé en otros países, pero aquí en México esa frasecita “yo quiero que le nazca” es súper común. Es la idea de yo quiero que sea como yo, quiero que sienta como yo y sé dé cuenta de lo que quiero sin que tenga que decírselo. Y aplica en ambos sentidos, porque entonces se vuelve “obvio” lo que no debería hacer. Hace rato que ponías el ejemplo de la ex, es que ¿cómo se le ocurre contestarle a la ex enfrente de mí, qué no es obvio que me voy a enojar?, es obvio, José Luis; es obvio, Miguel. Pues no es obvio. Para ti lo es, porque asumes que los demás piensan como tú, pero no es así. Esta idea de no comunicarte porque se va a perder la magia, tienes que renunciar a ella porque lo que perderás es la relación. MN: Entonces, si tú sigues interpretando que tu pareja “como que no te ama” por hacerlo a su manera, se desgasta la relación; si tú no le pides a tu pareja lo que necesitas y das por hecho que debe adivinarte el pensamiento, se desgasta la relación; y en el resultado será que en el largo plazo te perciba como una carga y no como una compañera, un apoyo.
Enfermedad 3: La vida te estresa JL: Básicamente permites que cosas que están fuera de tu relación de pareja te muevan emocionalmente, a tal grado, que terminan generando problemas entre ustedes. Digamos, es que tengo un examen muy importante y estoy muy estresada y eso te mantiene estresada en la relación; o tengo un proyecto muy importante en el trabajo; o una pelea con mi mamá; o mi socio me hizo tal cosa; mi papá no me dirige la palabra; mi entrenador de natación me exige demasiado, etcétera. Todas esas cosas ajenas a tu relación y que, sin embargo, llevas a la misma de una manera que daña tu día a día con la pareja, esa es la Enfermedad. MN: Los problemas son neutros, somos nosotros quienes le damos la cualidad de positivo o negativo, justo o injusto o cualquier otro calificativo. ¿Qué pasa cuando tengo una vida que me estresa? Si, por ejemplo, vienes de una relación en la que tu pareja te fue infiel, esa experiencia hace que estés hipersensible y desde ese filtro evalúes todo lo que te sucede. Puedes imaginarte que, desde esa perspectiva, cualquier problema se ve magnificado, cada diferencia con tu pareja escala a pleito y, en general, la vida para ti es conflictiva, incluida tu relación. José Luis nos comentaba que a veces es el trabajo, a veces es la infancia que viví, otras una relación amorosa anterior, a veces tu propio carácter: si haces una lista de tus características positivas, tal vez incluyas cosas como soy agradable, atenta, amorosa, detallista; pero si repites el ejercicio con tus características negativas, tal vez tengas que escribir soy muy explosiva, soy enojona, tiendo a controlar a mi pareja. Todo esto viene en tu equipaje y es ajeno a tu relación, no obstante influye y, muchas veces, determina cómo reaccionas frente a los problemas de la vida, mejor dicho, frente a las dificultades de la vida; porque una dificultad no necesariamente es un problema, tú lo conviertes en tal a través del filtro con que percibes la realidad. Si estás en el caso de tener esta Enfermedad, primeramente reconoce las áreas que se ven afectadas por tu manera de percibir los conflictos, para que puedas hacer consciencia y, a partir de ellas, iniciar un cambio. JL: Y que renuncies conscientemente al estatus de víctima y a echarle la culpa de lo que sale mal en tu presente a eso que ocurrió en el pasado. No eres culpable de lo que te haya pasado antes, eres responsable de lo que haces o dejas de hacer hoy al respecto, así como de buscar nuevas herramientas y nuevas alternativas para cambiar la manera en que reaccionas. Me ha pasado en algunas ocasiones que al preguntar dime, ¿en qué te puedo ayudar?, la respuesta es pues fíjate que cuando era chiquita, mi mamá… y viene toda la historia del kínder, primaria, secundaria, preparatoria, universidad, trabajo, primer novio, segundo novio y así hasta los 40 años. Sí, sí estamos de acuerdo en que una cosa lleva a la otra y que viene desde muy atrás. La actitud que tienes en el presente de utilizar tu pasado para justificar lo que te está pasando hoy, es lo que hay que quitar; esa actitud de decir yo tengo permiso de portarme así porque ah, es que no sabes cómo me trataba mi papá, déjame te cuento; porque si a ti te hubiera tratado tu papá como me trató el mío, tú tendrías el mismo problema que yo tengo.
No digo que no sea por eso que te portas así, probablemente sí, pero la actitud de justificar tu presente por tu pasado te desarma, te quita la posibilidad de cambio, porque tu pasado no va a cambiar. Al tomar de allá atrás la razón de tu presente, es como decirte pues lo de atrás no va a cambiar, me voy a quedar como estoy, lo único que necesito es que los demás entiendan que yo soy así y así me voy a quedar para siempre. Estás buscando que te justifiquen, que te validen, y no necesariamente un cambio. MN: Y justo esta característica de la víctima afecta muchísimo la relación en 2 puntos: por una parte, quien asume el rol de víctima no toma responsabilidad y, por la otra, culpa de sus problemas a la situación o a otra persona, léase preferentemente a la pareja. JL: Probablemente has escuchado sobre el efecto mariposa, esto de que el aleteo de una mariposa en algún lugar del mundo genera un ciclón en el otro extremo. A lo que se refiere es que las cosas son consecuencia de una cadena de eventos; el aleteo original mueve el aire que mueve a lo de al lado, que mueve a lo de al lado y se va magnificando, de tal forma que después de mucho tiempo y muchos espacios se genera algo gigantesco. O como aventar una piedra en el lago y ves cómo las olas se expanden y siguen y siguen y siguen y siguen más allá de donde puedes verlas. A veces pasa lo mismo con tus emociones: estás en una plática con él y avienta la piedra sin darse cuenta, de verdad sin darse cuenta; a media plática voltea a ver el celular y con tus ojos de águila ves un nombre de mujer, él termina y cuando quiere continuar la charla se encuentra con que ya sucedió el aleteo, que en unos segundos se convierte en ciclón, porque ya estás en que seguro por eso no me estás poniendo atención, seguramente por eso llegaste tarde y con quién estás hablando y te vas, te vas, te vas y el asunto degenera en pelea. Y es probable que la pelea no se restrinja a lo del mensaje, que termines reclamándole que el otro día en casa de tus papás se paró bruscamente de la mesa y tu mamá se sintió agredida porque ya ni siquiera se comió el postre… o sea, nada que ver, parece que nada que ver, como el aleteo de un lado y la tormenta del otro, pero dejas que escale, escale, escale. Debe haber puntos en que reconoces ya, tengo que detenerme, pero no puedes hacerlo, porque te verás ridícula si te detienes. Estoy seguro de que ya metida en el problema, en este mal manejo de tus emociones, tienes momentos de consciencia en que piensas sí es cierto, estoy exagerando, pero no puedo darle la razón y te agarras de otra cosa. Esa es la Enfermedad, que permites que una cosa chiquita, que cae en el lago, te desborde la presa. MN: Hay otros 2 puntos que quiero mencionarte en esta tercera Enfermedad de la Relación, uno tiene que ver con las adicciones y el otro con la codependencia. La codependencia es una conducta que genera mucho sufrimiento en la relación y tiene que ver con que tu estabilidad emocional dependa de la otra persona. Si tu pareja está bien, tú estás bien; si él está mal, tú te pones mal; vuelve a estar bien y tú también, etcétera. El problema es que cuando tu pareja está mal necesita que tú estés fuerte y bien parada para que pueda apoyarse en ti y, en cambio, a los conflictos que lo pusieron así tiene que sumarle el que su mujer está mal, lo pones a elegir entre atender lo suyo o cobijarte. No me dirás que si tienes un problema no quisieras encontrar contención y apoyo en tu pareja, ¿cierto? Pues lo mismo pasa con él. Pero resulta que tiene un problema en el trabajo que, entre otras cosas, le impide mandarte mensajes durante el día; de regreso a casa espera encontrar en ti paz, cariño, solidaridad y lo que recibe es tu enojo porque no te contestó los mensajes. ¿Qué pasa con esto? Que después de un tiempo no será a casa a donde vaya cuando necesita esa paz y acompañamiento.
JL: Este asunto de que estén platicando y, aunque quiere decirte algo, se contiene, mejor ni le muevo, porque si se me ocurre decir cualquier cosa sé que se viene un problema gigantesco. Si te has percatado de que está a punto de decirte algo y se arrepiente, es probable que algunas veces, sobre todo bajo el contexto de conflicto, se deba a que ya te percibe como un lago en el que cualquier piedrita provoca maremotos. Hablemos ahora de las adicciones, ¿por qué las incluimos en este capítulo? Porque las adicciones son resultado de un mal manejo emocional, son resultado de que la vida te estrese. Para empezar, ¿qué es el estrés? Es la preparación inconsciente que tiene tu cuerpo ante la inminencia de un evento que te pone en riesgo. Hay un libro titulado ¿Por qué las cebras no tienen úlcera?, en donde te explican que las cebras están felices y quitadas de la pena, pastando en la sabana, hasta que de pronto aparece el león y cómo se estresan, en el momento en que lo ven, no antes, sino hasta que ven al león, lo que implica que su ritmo cardiaco aumente muchísimo, se dilaten las pupilas y sus músculos se tensen para poder salir disparadas. Todas esas respuestas físicas les permiten correr mucho, mucho, muchísimo más rápido de lo normal, porque está su vida en juego, pero en cuanto pasa el evento porque ya se comieron a la de atrás, todo vuelve a la normalidad y las ves de nuevo pastando, igual de tranquilas y quitadas de la pena que antes de la irrupción del león. La cebra no está pensando en cualquier momento sale un león y me come, no, por eso las cebras no tienen úlceras, porque no viven estresadas pensando que en cualquier momento tienen que salir corriendo. Eso es lo que está pasando aquí, el problema no es el estrés por sí mismo, el estrés es bueno, útil; el problema es que no sepas manejarlo, si no sabes cómo sacar esa energía y correr cuando es necesario, lo vas a sacar a través de adicciones; por mencionar algunas el alcohol, el cigarro, la marihuana, la pornografía, la actitud de víctima (también es una adicción esto de tirarte al piso para que te levanten, también sacas estrés así), de ponerte a llorar y patalear y aventar cosas, son actitudes que se dan porque tu cuerpo necesita liberar energía por algún lugar. Es necesario que aprendas a sublimar este estrés de maneras más sanas y que tengas mucha consciencia de que arreglar la adicción no implica arreglar el problema; si le quitas el cigarro a un fumador y no le ayudas a arreglar su problema de ansiedad, se irá al alcoholismo o hacia alguna otra forma de liberar el estrés. Si tienes alguna adicción considera que necesitas un trabajo más profundo, porque se retroalimentan a sí mismas y se hacen cada vez más grandes.
Enfermedad 4: Problemas de la vida sexual en pareja JL: Hablamos de todo cuanto ocurre antes de, durante el evento y después de, no es únicamente el encuentro sexual en sí, sino de todo lo que está alrededor. Más adelante hablaremos de las disfunciones, lo que podría hacer que la relación se enferme hasta terminar matándola. Tenemos que empezar en algún lugar. Algo que me llama la atención es que se use la sexualidad como herramienta de manipulación, como moneda de cambio para obtener otras cosas que quieres de tu pareja. MN: Por otra parte, es importante que si sientes que no estás disfrutando de la sexualidad en tu relación, estés consciente de qué está pasando contigo, porque los hombres tenemos la tendencia a ver disminuida nuestra hombría si nuestra pareja no disfruta con nosotros. Si lo dejas pasar, es muy probable que tu pareja se empiece a distanciar, sentir que no soy suficiente para ayudarte a tener orgasmos se puede convertir en una confrontación brutal, que muchos hombres prefieren evitar huyendo. Lo que conviene en esta situación es que busques orientarte sobre las posibles causas y soluciones y que no te quedes a la espera de que se resuelva solo o, peor, que asumas que es su culpa y que él lo tiene que arreglar, que con tenerle paciencia ya haces bastante. JL: Otro de los problemas que enferman la relación, es cuando esta sexualidad se convierte en rutina, cuando siempre es igual. Es decir, tal vez ustedes empezaron con un tipo de relación muy cariñosa, muy de contacto visual, de poner musiquita, de hacer una cena, de hacerlo despacio, bonito (por ponerle algún adjetivo) y se acostumbraron a que las cosas sean así. Como él jamás se ha quejado, asumes que así está muy bien, porque nunca se ha dicho otra cosa. Te digo que para los hombres también es importante la variedad y el juego de polaridades en el tema sexual; muy importante. Así como para ti puede ser importante tener esta variedad en la comida, tal vez, o en el color de los zapatos que utilizas o en la ropa que te pones, en el tipo de viajes que te gusta hacer, necesitas variedad en muchas cosas, para los hombres la variedad en el ámbito sexual tiende a ser importante, no para todos, pero sí para la mayoría. Si cada vez que tienen relaciones sexuales son del mismo tipo, él tenderá a fantasear un tipo diferente a lo que siempre tiene, una actitud distinta. Si tu actitud es siempre sumamente cariñosa y tranquila, a lo mejor empieza a desear algo más agresivo, más fuerte. Para ti, como mujer, es muy fácil moverte en muchos colores o en muchos ámbitos en este aspecto, porque naturalmente ya eres así; tú te puedes levantar por las mañanas con una enorme sonrisa y una hora después estar llorando y 5 horas después estar súper emocionada y seguir en este subibaja a lo largo del día. No es una creencia popular, es real que tú como mujer tienes un movimiento emocional más amplio. Aprovecha esta característica para que tus relaciones sexuales también tengan mucha variedad, mucha, mucha variedad. Tal vez él no diga nada, pero si no lo haces corres el riesgo de que empiece a fantasear y, en algunos casos, que haga más que fantasear. MN: Por otra parte, si tú no hablas de cómo te gusta que sea la relación sexual, pones al hombre en situación de adivinar cómo puedes disfrutar más.
Muchas veces no tenemos esa comunicación en la sexualidad y he escuchado algunos argumentos que pudieran ser válidos, pero poco funcionales; por ejemplo, qué tal que le digo cómo me gusta y piensa que soy una cualquiera, que con cuántos habré estado para decirle eso o que dónde lo aprendí. Este tipo de temores suelen inhibir a las mujeres a comunicarle a la pareja sus necesidades y deseos y le dejan la responsabilidad al azar. JL: Otro problema es cuando, en algún momento de enojo, incluso en otras circunstancias, por otros temas, utilizas críticas y/o burlas hacia el área sexual. Si en alguna pelea se te ocurre hacer un comentario tipo pues de todas maneras contigo ni puedo tener orgasmos, aunque no lo dijeras en serio, se te salió porque estabas muy enojada y no supiste de qué otra forma agredirlo, pues ya se fastidiaron, porque ese comentario estará sonando en su cabeza por mucho, mucho tiempo, sobre todo al tener sexo, cuando tengas un orgasmo muy probablemente piense está fingiendo. Se trata de algo que le hace muchísimo daño a los 2, porque afecta, claro, su autoestima, pero también su desempeño y en ese terreno también lo pagas tú. Procura entonces ser muy cuidadosa con este tipo de comentarios y críticas. No significa que te abstengas de decirle lo que te gusta y lo que no; es muy diferente que le digas contigo no puedo tener orgasmos a que le digas oye, si lo hacemos en esta posición tengo orgasmos más intensos. MN: Otro ejemplo de esto que comenta José Luis es que si tienes una pareja que no puede controlar su orgasmo y termina demasiado pronto y dices una frase como ¿fue todo?, aumentas esa sensación de ser poco hombre para ti. Es cuando los hombres nos empezamos a alejar, porque tenemos tanto miedo de que nos vuelva a pasar, que preferimos evitar los encuentros sexuales y una de las partes que más sostienen una relación es precisamente la atracción sexual; cuando esta se pierde se va debilitando la estructura de la relación. Algo más que quiero mencionar es que si hay poco reconocimiento de tu parte hacia tu pareja, también se debilitan el deseo y la sensación de cercanía. Si nunca le dices me encanta cómo lo haces, me gusta que me besas mientras hacemos el amor; o que nunca tomes la iniciativa, que de vez en cuando lo llames y le digas algo como ya quiero que llegues para hacerte esto y esto y esto otro, esos detalles fortalecen su confianza y su hombría. JL: Aquí te hablamos de algunas de las disfunciones que podría tener tu relación. Recuerda que todos los extremos son malos y si tu relación se basa exclusivamente en el sexo es un extremo, o sea, el tener muy buen sexo, por sí solo, no te dará una relación completa. Si crees que puedes resolver todos tus problemas a base de encuentros desenfrenados, que ante cualquier pelea simplemente lo seduzcas y terminen en la cama y que, como a ti te encanta y a él le encanta, todo está perfecto, también ten mucho cuidado con esto, porque los problemas que estés ignorando, al no resolverse, van a pasar a un segundo, tercer plano y él llenará esos vacíos de otra forma; tal vez no engañándote con otra mujer, pero platicando con otra, tal vez sí. Entonces, no porque el sexo sea magnífico dejes de lado todo el ritual que va antes y después de, es un espacio de intimidad muy profunda. Estar desnudos en la cama (o en cualquier otra parte) después de un encuentro te da un espacio para tener mucha intimidad con él, emocional, intelectual, de todo tipo, aprovecha este espacio. Si no los aprovechan y después del sexo es cada quien para su esquina y hasta el segundo round, si no, ni te veo, es parte de este problema; o que después de tener tu orgasmo decidas levantarte para ir al baño o lo que sea, es como para no conectar contigo, porque es justo cuando se libera la oxitocina, cuando hay un apego emocional a lo que tienes enfrente y tu cuerpo dice no, no me quiero apegar, mejor me paro y me voy al baño. Aunque tengas muy buen sexo con él, procura que no sea lo único y que puedas unir esta intimidad que va antes y que va después.
Enfermedad 5: Necesidad del otro e inseguridad en ti misma JL: Vamos por partes: es común que cuando tienes inseguridad en ti misma le demandes al otro que te haga sentir como quisieras sentirte. Imagínate que estás en una situación social con tu pareja, están platicando todos y tú no te atreves a levantar la voz y a intervenir, porque tienes miedo de verte tonta, tienes miedo de que tu opinión no sea tan buena como la de tu pareja o la del tipo de enfrente y este miedo te orilla a permanecer callada. Más tarde, ya en casa, le reclamas: ¿por qué no me involucras en la conversación? y el otro ¿cómo?, pues estábamos conversando todos, ¿por qué no dijiste nada? No, es que tú debiste cambiar el tema, si sabes que yo no sé nada de biología por qué no cambias el tema, yo me sentí muy mal y es tu culpa, debiste darme un espacio. Cuando reclamas algo como lo anterior, después de que tú misma decidiste cerrarte a esa plática por miedo a quedar mal con los demás, estamos hablando de que tu seguridad está lastimada y eso va a llevar a que la relación se enferme. MN: Hay una frase que es muy común: eres mi media naranja. Muchas veces la malinterpretamos porque, en realidad, cuando no tenemos un sentido de vida completo en nosotros mismos, buscamos una pareja para llenar esos vacíos de vida que no hemos podido satisfacer. ¿Qué pasa? Que cuando yo me vuelvo necesitada del otro, dirijo toda mi atención hacia la relación de pareja y, si no recibo lo que estoy pidiendo, siento que todo se tambalea; y lo hace, porque no tengo otras cosas que sostengan la relación, no tengo una vida donde me divierta de manera individual, no tengo amigos, no hago un trabajo que me apasione, dejé el gimnasio, mis hobbies y toda mi estabilidad emocional depende de mi pareja. Es demasiada responsabilidad para el otro y lógicamente afecta mucho a la relación, porque es una necesidad compulsiva que no puedes detener. No somos mitades de naranja que se completan, somos un ser completo, estable, con un sentido de vida, que se relaciona con otro ser completo, estable, que tiene también un sentido de vida. Ambos tenemos vidas completas, que disfrutamos y que nos satisfacen en lo individual y juntos tomamos la decisión de estar en pareja. JL: Y de compartir. Ese es el punto aquí, compartir en pareja. Hablando también de necesidad, si has venido escuchando la explicación de las Enfermedades, te podrás dar cuenta de que esta se caracteriza por ser polar respecto de la de ser totalmente independiente, cuando dices yo no necesito de nada, no necesito de nadie, puedo hacer todo perfecto por mí misma, ni pases por mí para ir al cine, ni te preocupes, yo puedo pagar mi parte, es más, si quieres puedo pagar la tuya. La necesidad del otro es el lado B de este disco, cuando lo que dices es yo necesito que hagas todo por mí y necesito que vengas a recogerme porque si no, no soy capaz de salir, necesito que me lleves a mi casa siempre, porque qué me va a pasar si no me llevas, ya pasan de las 9 de la noche, me van a asaltar… o sea, sentir que sin él se te acaba el mundo. Estamos hablando del otro polo, totalmente.
Es bueno que él tenga un papel importante en tu vida y que reconozcas que necesitas de ese rol para tener una vida muy feliz y plena. Lo que no es bueno es sentir que dependes para tener esa vida. Una cosa es que digas lo necesito, lo quiero, me complementa y lo tengo, y otra dependo de él para tener estabilidad y ser feliz. Que tú reconozcas el valor en tu vida de que pase por ti, de que te ponga el reflector cuando están en público, que te acompañe, que te invite, es muy diferente a que sientas que sin todo eso ya no vales. No es lo mismo necesitar que depender, así como no es lo mismo querer que necesitar. No todo lo que quieres te lo dará una relación de pareja, empieza a comunicar lo que necesitas de la relación, porque lo que quieres suena más a caprichos, a cosas que “estaría bien” tener. Necesidades son las que te hacen falta para mantenerte a flote, para sentirte completa. Esas necesidades, eso que te hace falta, no se trata de que lo llene el otro sino de que lo hagas tú. Y una vez que lo llenas (por eso este tema está súper vinculado con el de la seguridad en ti misma) es que puedes compartir con tu pareja y cuando él te da, además de lo que te das tú misma, se siente más bonito. Si tienes una carencia porque tu papá no estuvo y no tenías con quién platicar o a quién presumirle tus logros, tal vez fuiste una chica que siempre sacaba calificaciones perfectas para tratar de impresionar al papá ausente, cuando liberas esa necesidad de hacer para que alguien más te reconozca y tú misma te reconoces por ser muy inteligente y, además, tu pareja también te lo reconoce, es una emoción mucho, mucho, mucho más bonita a que tengas un vacío al que él echará cosas como a un pozo sin fondo, al que le avientas y le avientas y le avientas y jamás se llena. MN: Si tienes este problema de necesitar excesivamente al otro, muy posiblemente te suceda que cuando tu pareja te diga hoy no podré verte, quiero ver a mis amigos, tú no se lo puedas permitir o que te pongas muy sensible porque te diga eso. ¿Por qué? Porque precisamente esta necesidad de él es un síntoma de la falta de sentido en tu vida; si lo tuvieras, si tuvieras un buen trabajo, hicieras tus hobbies, salieras con amigas, hicieras cosas que te apasionan, llevaras una buena relación con tu familia, todo eso hace que te sientas bien y que no te afecte que tu pareja tenga intereses además de ti. Cuando no tienes esta parte cubierta para respaldarte, es que te pones tan sensible por cosas como la del ejemplo y empiezas a decirle pero ¿por qué no nos vamos a ver?, es que ya no me quieres como antes, y la pareja te percibe como una carga, nuevamente, por algo que se puede evitar. Es importante que empieces por reconocer que tienes el problema, en donde has querido llenar este hueco de vida con una pareja, que en realidad no es la solución, porque tarde o temprano él se va a dar cuenta. JL: Hablamos aquí de todas estas situaciones en las que entras en crisis al no recibir de la otra persona: que no te contesta los mensajes y entras en crisis; que te dice que no puede salir y entras en crisis; que no te contesta la llamada y lo mismo y, en general, que asumas que tiene que estar ahí para ti porque si no las cosas no tienen sentido. Lo que te recomienda Miguel es buenísimo, este asunto de buscarle un sentido a tu vida para que no tengas este problema. La seguridad se trabaja a través del poder; tú te haces segura de ti misma cuando puedes hacer cosas y te haces insegura cuando crees que no puedes hacerlas. Requieres tener la suficiente seguridad en ti misma para saber que puedes aprender cosas nuevas y la suficiente humildad para reconocer que necesitas aprender cosas nuevas.
Si estás en alguno de los polos de estas dos cualidades, llegas a una de las Enfermedades que hemos visto aquí: cuando crees que no puedes aprenderlo, no vas a avanzar; cuando crees que no necesitas aprenderlo, tampoco. Tienes que estar en ese pequeño espacio intermedio donde sabes que puedes y sabes que necesitas y eso te ayuda a seguir avanzando. Para cerrar, esos momentos en que crees que sin el otro no eres, son la señal de que estás enferma de necesidad: sin el otro no soy, sin el otro me falta, no puedo vivir sin el otro. Tal vez las películas o las novelas o alguna cosa allá afuera te hizo pensar que el amor es tan bonito que sin el otro no eres nada. ¡Error! Esa es la señal, es uno de los síntomas de que tu relación tenía esta Enfermedad. MN: Y es un ciclo que se repite. Tú tienes cosas buenas y cosas malas dentro de la relación; las malas te hacen sentir inseguridad y, para evitar sentirla, buscas confirmarte que tienes al hombre ahí, que está contigo, que no lo estás perdiendo. Las cosas buenas te hacen sentir segura por sí mismas y esa ansiedad disminuye, pero al menor asomo de problemas recaes en la inseguridad y de nuevo necesitas confirmar que no se ha ido, que no está con otra o planeando dejarte. ¿Qué hay en el fondo, qué sostiene esa inseguridad? Hay algo detrás que la sostiene, tus sospechas, pensar que se mensajea con otra, no, es que si no me vio este fin de semana, es que seguro algo está pasando y me quiere dejar, qué casualidad que cuando va al baño siempre se lleva su teléfono, algo trae, y empiezas a contarte historias con las que confirmas tus miedos y fortaleces tu inseguridad. JL: Hay un autor que me gusta mucho, Tony Robbins, que en Time of your life (El tiempo de tu vida) explica todo este proceso cíclico del que hablaba Miguel, cómo te retroalimentas con lo que buscas: tienes una idea, esa idea filtra la realidad y encuentras solamente lo que confirma la idea, esa actitud genera que tengas ciertas acciones que confirman lo anterior, lo cual te da los mismos resultados, lo que te da la misma manera de ver el mundo. Así se forma el ciclo. ¿Qué lo detona? Las preguntas que te haces a ti misma, eso detona el ciclo. Si, por ejemplo, te preguntas ¿qué hay de malo en mí?, tu mente, al ser tan basta y maravillosa, te va a contestar dame un segundo, ahorita te respondo, tengo una larga lista de cosas que hay mal en ti. Si te preguntas ¿qué hay de bueno en mí?, también te va a contestar. Tal vez no con la misma facilidad con que te contesta sobre lo malo, porque ya has entrenado a tu mente a tener esas respuestas a la mano. Si piensas en tu mente como un gran archivero, es como tener sobre el escritorio los expedientes de Lo malo que hay en mí, los encuentras inmediatamente. En cambio, los expedientes de Lo bueno que hay en mí, qué me motiva, qué me inspira, qué me hace sacar mi mejor versión, están guardados en una carpeta que está metida 5 niveles allá adentro. En cuanto empieces a buscar en esa carpeta, a hacerte las preguntas correctas y dejarla en el escritorio (en lugar de la otra), vas a acceder a ella más rápido. Pon mucha atención en qué tipo de preguntas te haces a ti misma. La pregunta básica para la depresión es ¿qué hay de malo en mí?, si te preguntas eso todos los días yo te garantizo que en 1 mes y medio estarás súper hundida, porque tu cerebro siempre sabrá qué contestarte.
Enfermedad 6: Disfunción de la comunicación JL: Empecemos por definir comunicación: que el mensaje que emitas sea el mismo que recibe tu des>natario. Tú eres responsable por el mensaje que recibe la otra persona. Luego hay gente que dice yo digo mi opinión y si se ofenden, pues es su culpa; yo estoy diciendo lo que pienso y es cosa de ellos cómo lo toman. Es una manera de verlo y también puedes darte cuenta de que la manera en que el otro recibe tu comunicación depende mucho de cómo estructuras tu lenguaje. Si te vieras en la necesidad de comunicarte con un alemán y ni él ni tú hablan más que su idioma materno, ¿qué puedes hacer? Por un lado, puedes decir pues que aprenda español, lo cual te deja desarmada, porque al ser responsabilidad de él tú no puedes hacer nada al respecto, te quedas como víc>ma y pierdes tu poder. O puedes decir voy a hacer un esfuerzo por aprender alemán para poder comunicarme con el otro, de esa manera >enes herramientas y >enes voluntad de hacer algo, la situación puede mejorar porque sí está de tu lado. Cuando te comunicas con tu pareja (o intentas hacerlo) no consideras el mensaje que está recibiendo y te ocupas, únicamente, de lo que quieres decir, sin importarte lo que él en>enda; empiezas a hablar y hablar y hablar y hablar y te agarras de la conversación de ayer y de la de an>er y de la de antean>er y te pones a viajar por muchas conversaciones, sin dejar claro cuál es el verdadero mo>vo de tu plá>ca. A lo mejor el verdadero problema era que no te sientes escuchada o que no te sientes querida o sientes que no te pone atención, pero como no te atreves a decirlo, esperas que él en>enda eso explicándole todas las situaciones de la relación en las que te sientes así y empiezas a dar ejemplos: como el otro día, que tu hermano hizo un comentario feo de mí y no me defendiste. La raíz sigue siendo la misma, que no te sientes querida, pero no te atreves a decirlo; entonces pones otro ejemplo y otro y otro y la relación se va desgastando en discusiones que duran horas y se reeditan por días y semanas y, como nunca dijiste el punto central, el otro jamás lo recibió y sólo se estuvo defendiendo. Haz de cuenta que estás aventándole cosas y él nomás se está quitando para esquivarlas, pero no hay realmente un contacto en la comunicación. MN: Todo comunica, si hablas algo, comunica, si te quedas callada, también comunicas; si le sonríes comunica y si te quedas seria, también; si al despedirse lo besas en la mejilla y te quitas rápido, estás comunicando algo, algo diferente a si lo besas en la boca, le acaricias el pelo y lo abrazas. Es importante que hagas consciencia de que en este problema de la comunicación cuenta tanto lo que dices como lo que callas, lo que haces como lo que dejas de hacer. JL: ¡Qué bueno que mencionaste esto!: estos vacíos en tu comunicación (que realmente no lo son porque se llenan, como nos explicaba Miguel) >enden a ocuparse con los miedos y los paradigmas y creencias de la otra persona. Tal vez tú te quedaste callada, en lugar de sonreír, porque te gusta mucho y te pones nerviosa, pero él puede interpretar ese silencio como que no quieres nada entre ustedes, porque él lo va a llenar con lo que trae; al no haber nada en medio, él rellena ese espacio con su propia experiencia de vida. Cuando llenas los vacíos con información, con más cosas explícitas, evitas que haya estos malentendidos, que la otra persona lo empiece a interpretar desde su perspec>va par>cular. No creas que el otro va a asumir lo que tú quieres o necesitas; algo va a asumir, sí, pero tal vez no lo que tú pretendes.
MN: Hay muchos casos en que la persona dice es que mi pareja no se comunica. Necesitas pensar ¿qué hice yo para que él dejara de comunicarse?, porque si piensas nada más que el otro no se comunica porque así es, el problema se va a quedar sin solución. Plantearte la pregunta, asumir tu parte de responsabilidad (porque la comunicación es de dos), te permi>rá iden>ficar el error y corregirlo. Te voy a poner un ejemplo: me dice una chica del Círculo Interno Hjate, Miguel, que todos los hombres que he tenido en mi vida (5 o 6) son men2rosos y me ocultan cosas, yo no sé por qué atraigo a este 2po de hombres. Cuando empezamos a indagar, resulta que desde su primer novio ha tenido ac>tudes como esta: el hombre le pla>ca Hjate que mi ex me mandó un mensaje porque quiere recuperar unos arKculos personales que todavía tengo y me pidió que se los devolviera, es decir, tuvo la confianza de compar>rle el asunto; ella, en respuesta, explotó y a gritos le dijo ¡es que tú, ¿por qué todavía 2enes contacto con ella?, seguro tú la buscaste!... entonces el hombre piensa, bueno, pues mejor no le vuelvo a contar nada. JL: ¡Imagínate! MN: Si así me recibió con esto que tuve la confianza de pla2carle… ¿Qué pasa? Que si ese hombre, más adelante, se encuentra con la ex o está pla>cando con alguna mujer, ya no le va a contar nada, porque ya sabe que su pareja va a hacer todo un escándalo y prefiere evitarlo. ¿Cómo? Ocultándolo. Y la chica, que en realidad es insegura, pues a lo mejor le checa el teléfono de vez en cuando, le checa el WhatsApp, le checa el Facebook y cuando encuentra algo confirma ese miedo que tanto tenía: ¡mira, todos me ocultan cosas, otra vez me min2eron! Hay que tener cuidado, porque a veces la pareja nos comenta algo y si nosotros descalificamos esa confianza haciendo un escándalo, la pareja se empieza a cerrar poco a poco, hasta que llega a un punto en el que ya no hay comunicación. JL: Estoy totalmente de acuerdo con eso. Cuando estés teniendo estás plá>cas o discusiones, ten cuidado con cómo u>lizas ciertas palabras. Por ejemplo, cuando dices todo el 2empo o es que tú nunca o tú siempre, estas pequeñas palabras que determinan una temporalidad infinita, por así llamarlo; no le das la oportunidad a que exista algo dis>nto. Lo que hacemos en terapia cuando escuchamos este >po de expresiones es preguntar de inmediato: ¿siempre te deja plantada? Sí, siempre me deja plantada. ¿Ha habido alguna vez en la relación en que no te dejara plantada? No, siempre me ha dejado plantada. ¿En algún momento en tu vida has conocido a alguien que no… Te >enes que ir al punto en el que diga bueno, no siempre, porque de esa forma permites el cambio. Revisa tu lenguaje, porque a veces descalificas la conducta del otro al asumir que en >empo infinito, por el pasado y por el futuro, las cosas son de esa manera. MN: También sucede que hay temas que no se pueden hablar porque uno de los dos se molesta. Hay disfunción de las dos partes, ya lo subrayamos, pero te puedes hacer la pregunta ¿realmente podemos hablar como pareja de cualquier tema sin que nos molestemos? Muchas veces nos damos cuenta de que no, que hay temas que evitamos todo el >empo. JL: ¿Cuáles son los temas que estás evitando? ¿Cuáles son los temas que te has dado cuenta que él evita? En tus interacciones con él, revisa los momentos en donde pierdes la paciencia o los momentos donde prefieres cambiar de conversación, porque hay algo ahí que te mueve.
MN: Y otra frase, José Luis: ay, no empieces, no empieces... ¿Qué pasa con frases como esta? Que el otro se siente descalificado ¡antes de empezar a comunicarse!; entonces comienza a callar y mientras más se calla más se agranda el problema de comunicación. JL: Otro síntoma que te puede indicar que >enes esta Enfermedad es ¿qué tantas cosas se han confiado el uno al otro? Al iniciar una amistad deben cubrirse ciertos pasos o niveles, uno de los principales es que le permitas al otro verte vulnerable, que le cuentes algo que no le dirías a la mayoría de las personas con quienes te relacionas. Cuando haces esto y el otro te responde en reciprocidad, se hace un vínculo que va fortaleciendo la amistad. ¿Hace cuánto >empo que no >enes un momento de estos con tu pareja? Porque es tu pareja y también debiera ser tu amigo; ¿hace cuánto >empo que no se acerca a contarte algo que lo ponga un poquito vulnerable ante >? Donde él diga oye, me siento mal por esto…, para que lo apapaches, para que lo protejas. ¿Hace cuánto >empo no ha ocurrido? Porque en otro momento debieron tener escenas como esta, de no ser así diRcilmente habrían tenido una relación como la que intentas recuperar ahora. Ponte a pensar, ¿tendrá unas semanas, unos meses? Porque hoy lo está pla>cando con alguien y es ahí donde a veces entra la mejor amiga a la que sí le pla>ca todo eso (y de la que tal vez estás celosa). Revisa, esos momentos de in>midad en los que él se abre a la comunicación y se pone vulnerable, ¿estaban vigentes entre ustedes cuando rompieron o ya no? A lo mejor tocaba temas que ni siquiera >enen que ver con>go ni con la relación, a lo mejor se trataba de asuntos con su papá, con su mamá, con su trabajo, pero se abría espontáneamente con>go porque se senfa en confianza. Si ya ni siquiera se abría con>go sobre esas cosas ajenas a la relación, era una señal de alerta. MN: José Luis y también: ¿hace cuánto que no le preguntabas cómo te sientes?; ¿quieres que sigamos yendo al cine o prefieres que hagamos otra cosa?; ¿cómo te va en el trabajo? Porque hay veces en que damos por hecho que si pasa algo la pareja vendrá a contarnos, pero cuando el hombre >ene un problema >ende a encerrarse (como te hemos explicado en diferentes ocasiones) y si tú no te acercas mi amor, te siento distante, ¿pasa algo?, ¿te puedo ayudar en algo?, bueno, si ahorita no quieres hablar quiero que sepas que cuentas conmigo, yo te puedo escuchar. Es bueno que a veces tengas esta inicia>va, para que nosotros salgamos de ese escondite en que estamos y poder expresar lo que nos sucede. JL: Súper bueno, súper bueno que lo mencionas. Y yo creo que aquí también, este asunto de la comunicación, podría extenderlo un poco más al decir: nosotros como hombres tendemos a encerrarnos en nosotros mismos para recuperar el balance; si como mujer quieres hacer lo mismo, es probable que te resulte al revés, porque todas estas ideas dando vueltas en tu cabeza van a provocar lo que pla>camos en otra Enfermedad, que el aleteo de la mariposa haga que las cosas sean más grandes de lo que son. Cuando nosotros nos quedamos solos pensamos en nada, o sea, son momentos de abstracción. Por eso a los hombres nos gustan los deportes, la televisión, la música, cosas que nos conecten con un espacio vacío. Como mujer no experimentas ese vacío y si te quedas sola, sin hablarlo, te va a crecer el problema; tú lo que necesitas es hablarlo con otras mujeres o con tu terapeuta o hablar con alguien. Luego existe este mito (ya abundaremos sobre esto en otra de las Enfermedades) de que tu relación es tuya y de tu pareja y de nadie más. Comunicación sí es con tu pareja, también es con>go misma y también es con el círculo social con el que estás. Date cuenta también de esto.
Enfermedad 7: Desfase del tiempo JL: Hay momentos en los que necesitas de tu pasado, para que la experiencia te ayude a tener una mejor vida en el presente; hay otros en los que necesitas estar en el aquí y el ahora, por ejemplo, si estás haciendo el amor y te vas al pasado, ahí no te sirve, necesitas estar en el presente; hay otros momentos en donde requieres tener visión, saber a dónde quieres ir con tu vida, para que puedas llegar hasta allá. Hablamos de desfase del tiempo cuando, debiendo estar en el presente, estás en el pasado; cuando necesitas estar en el pasado, estás en el futuro; tendrías que estar en el futuro, pero estás en el presente y estás desfasando las zonas temporales, lo que te genera problemas en tu relación de pareja. Digamos que empiezan una pelea (de nuevo) por la cuchara en la barra y terminan reciclando la discusión que tuvieron con su familia la navidad pasada. ¿Cómo llegaron hasta allá? ¿Qué pasos tuvieron que dar para ir de una triste cuchara (que con lavarla o con aceptarte con todo y cuchara se acaba el problema) y terminar, 3 horas después, hablando de una situación que ocurrió hace un año? Además ya peleamos por eso unas 43 veces, ya pedí las disculpas que me tocaban, ya te comprometiste a cambiar lo que correspondía y sigue saliendo el pasado. Esa es la Enfermedad, que estés en el presente tratando de solucionar un asunto de convivencia de todos los días y termines sacando cosas de hace ene tiempo. MN: Me gustaría poner un ejemplo de lo que José Luis acaba de decir sobre el tiempo: Eckhart Tolle, en un libro que se llama El poder del ahora, dice que sí es necesario que estemos viviendo el tiempo presente, pero lo que causa sufrimiento es que, muchas veces, dedicamos un 40% de nuestro tiempo para andar en el pasado, un 40% para andar en el futuro y sólo vivimos un 20% en el presente. Esto nos impide disfrutar de esa persona o de esa situación. La propuesta es que tratemos de jugar con estos tiempos; estar un 80% de nuestro tiempo en el presente y hacer pequeños viajes al pasado para aprender de lo que ya vivimos, para prevenir alguna situación a partir de este aprendizaje y también, con el otro 10%, generar algún proyecto en el futuro, porque tampoco se trata de hoy vamos a vivir lo que tengamos que vivir y no importa el futuro, no, también es necesario, hacia dónde te diriges en tu relación, como dice José Luis. Me han llegado casos donde conoces a un hombre, te enamoras y, en lugar de que vayas viviendo las etapas de la relación pensando a dónde quieres llegar, de inmediato te entregas al hombre porque te sientes súper enamorada y quieres sentir ya esa sensación de que están conectados. Es cuando cedes en lo sexual, te entregas demasiado y no respetas las etapas de la relación. Este desfase del tiempo, en donde no piensas a futuro, echa a perder las cosas porque te habrás dado cuenta de que es muy difícil empezar una relación libre, sin compromisos, y después llevarla a esa formalidad que tú querías. Entonces, es importante que no pierdas de vista hacia dónde te diriges para que, en base a eso, puedas tomar decisiones acertadas en tu presente. JL: Otro ejemplo del desfase del tiempo, es que generes estas discusiones por algo que está en el futuro, que es incierto; un futuro que no sabes si va a existir, pero crees que sí y, ante la amenaza de un futuro incierto, creas el problema en el presente: es que cuando te vayas de viaje el mes que entra sé que vas a conocer a alguien y me vas a poner el cuerno; es muy probable (no
seguro) que el viaje ocurra, digamos que conocer a otra mujer tenga un 50-50 y la infidelidad ya depende de un montón de factores, pero el problema es totalmente real y está aquí y ahora. Es un síntoma del problema, estás desfasando las cosas. Aquí aplica perfecto lo que dice Miguel: en este caso, vive el presente, todavía no existe esta situación, disfruta que lo tienes aquí y que estás conviviendo con él hoy, porque todavía no sabes si se va a ir, a lo mejor cancela el viaje y tú estás peleando en los días que le quedan aquí. MN: Me gustaría retomar tu ejemplo de la cuchara, José Luis: ¿cómo es posible que el problema que inicio con la cuchara en la barra termine con la diferencia que tuvieron en la última navidad? Sucede que, como necesito tener la razón, busco argumentos aunque sea del pasado para no reconocer que el que está en lo correcto eres tú. Entonces empiezo a echar en cara ¿ya no te acuerdas de cuando dejabas la tapa del baño arriba y ahora quieres que no deje mi cuchara en la barra?, ¿ya se te olvidó lo de la última navidad? Tomamos estos recursos del pasado para mantenernos con la razón y, como decíamos en otra de las Enfermedades, no se trata de tener la razón, sino de que comprendas el punto de vista del otro. Si sigues echando en cara el pasado en este intento de justificarte, lo único que pasará es que sí, quizás tengas la razón, pero el otro también se sentirá justificado para acordarse de 3 años atrás, cuando le negaste algo y, cuando lo haga, volverás a sentirte justificada para hacer lo mismo y cuando te des cuenta estarás en medio de una guerra de poderes innecesaria. Si tienes esta Enfermedad, trata de no caer en esto, renuncia a tener la razón, renuncia a sentirte justificada, para que no tengas que renunciar a tu relación cuando la recuperes. JL: Ya hablamos de estos momentos en los que traer el pasado al presente no te sirve, traer el futuro al presente, tampoco (para estos casos que comentamos, no significa que no sirva nunca) y hay otros en que no hacerlo, también genera la Enfermedad. Porque aquí estamos hablando de un desfase, es decir, la actitud de vivamos el presente, no hay que pensar en el futuro, no es sana o enferma por sí misma, sino de acuerdo al contexto. De hecho, con este discurso muchas mujeres terminan enganchadas en una relación de amigos con derechos, en la que se enamoraron en el camino y se volvió más de sufrir que de gozar; por no considerar el futuro. ¿Qué ocurre cuando tú, de manera personal, no tienes un plan de vida; cuando no sabes qué es lo que quieres hacer de aquí a 1 año, de aquí a 3, 5, 10 años? Si no lo tienes claro, inconscientemente vivirás adaptándote a los planes de los demás. ¿Y tú qué quieres hacer? Me quiero ir de viaje a China. Qué bien, vámonos a China; me adapto a tu plan, llévame a China aunque sea en la maleta. Recuerda que los vacíos se llenan, si no tienes un plan cualquier cosa te sonará bonita. Así, vas a relacionarte con el primero que te lo permita y vas a engancharte, porque en el momento en que sientas que él se te va, no sólo se te va él, se te va tu plan de aquí a 10 años. Y pareciera que la relación que apenas duró 2 meses hubiera sido de años, porque te imaginaste que te ibas a adaptar a su plan de los próximos 10 años y por eso es un dolor que las personas a tu alrededor no pueden entender. MN: Entonces, ¿quieres amargarte la vida?, no hagas planes; ¿quieres amargarte la vida?, sigue echándole en cara el pasado y apoderándote de la razón; ¿quieres amargarte la vida?, quédate en tu zona de confort, sintiéndote justificada, y te garantizo que tu relación te brindará abundantes motivos de insatisfacción y amargura.
Enfermedad 8: Abandono de ti misma o abandono del otro JL: Como puedes adivinar, esta Enfermedad es polar a la de Necesidad y baja autoestima, en que necesitas que esté ahí contigo todos los días, las horas y los minutos. Hablamos ahora de que lo abandonas, te alejas constantemente, que toda tu actitud hacia él es de si vienes qué bueno, si no vienes, también; esto, en cuanto a abandono del otro. Pero hablamos también de abandonarte a ti misma, que dejes de hacer lo que te interesaba y disfrutabas antes de la relación por estar bien con él. Si los domingos hacías ejercicio, ahora no, ahora los domingos son para salir a desayunar o a convivir con él; los viernes salías con tus amigas a tomar café, ya no, porque no le gusta que andes por ahí “con esas viejas”; los miércoles comías con tu familia y ahora lo haces con él… cuando tiene tiempo y ganas. Todo este me abandono yo para quedarme sólo contigo, es parte de esta Enfermedad. MN: Que muchas veces es derivada del miedo, miedo de perderte y por eso trato de darte todo, pensando que con eso tú te vas a sentir feliz. Lo grave de esto es que le va a gustar a tu pareja tenerte a su disposición durante un tiempo, pero cuando el deseo sexual empiece a disminuir, se acostumbre a tu belleza, se acostumbre a tu plática, se quedará sin la admiración que le inspiraste al principio. Si renunciaste a tus sueños, a tus intereses, a las cosas que disfrutabas hacer, ¿de dónde se va a generar la admiración que la pareja necesita para sostener ese amor? La falta de admiración hace que él tome distancia, lo que reactiva tu miedo y provoca que estés más encima de él, entran en este ciclo en que mientras más te esfuerzas por acercarte más lo alejas, desgastando la relación. JL: Ahora, cuando lo abandonas a él: lo haces cuando das por entendido que él no necesita nada, la que necesita, tal vez, eres tú. Y si no le hablas no pasa nada, si no le mandas mensajes no pasa nada, si cuando él llega no tienes un gesto de atención con él, no lo abrazas, no le das cariño, no le sirves un chocolate caliente, no le preparas de comer, no haces algo para él, tu sientes no pasa nada, él no lo necesita y simplemente no lo voy a hacer, la que necesita aquí soy yo, es el hombre el que tiene que darme,¿ yo actos de servicio?, ¿gestos hacia el otro?, no. Yo estoy acostumbrada a que todo me lo den, pero hasta eso soy muy pareja, también dejo que hagas las cosas como creas que es mejor, si de repente te desapareces 3, 4, 5 días, no hago problema. ¿Hace cuánto tiempo que no ves a tu pareja? No sé, como una semana. ¿Y no te ha hablado ni nada? No, pero así es él, no te preocupes; de repente se desaparece y va y viene, pero no pasa nada. ¿De verdad no pasa nada, no tienes ganas de hablarle? No. ¿Y qué tal que necesita alguien que lo apoye, con quién hablar, cualquier cosa? No, él no necesita; y si necesita, pues que me busque. Y tal vez sí, habrá algunos hombres que, ante su necesidad, te busquen; pero habrá otros que dirán es que ella jamás me busca ni se acerca, nunca tiene gestos conmigo, la voy a molestar; no me ha dado la oportunidad de sentir que puedo abrirme, que puedo acercarme y voy a ser bien recibido, porque no ha sabido cobijarme. Cuando abandonas así a tu pareja, él va a empezar a recibir este cobijo de otro lado. No esperes que él aprenda a vivir con esa carencia, va a buscar ese cobijo y a recibirlo de alguna forma; ese es el peligro.
MN: Piensa que si perdiste tu relación como consecuencia de esta Enfermedad, posiblemente te abandonaste en tu cuidado físico o en procurar hacer lo que te gustaba o en algún área te abandonaste. Como dije antes, el autoabandono se traduce en la pérdida de admiración de tu pareja hacia a ti y por ahí empieza a tambalearse lo que antes estuvo firme. Lo que sigue es el abandono mutuo, por ese ciclo del que hablamos antes; dejan de hablarse, evitan la convivencia, del sexo ni se diga, porque lo resiente particularmente. El primer paso es reconocer el problema e identificar las áreas afectadas, para poder pasar a la Cura. JL: Ahora que lo mencionaste, el abandono físico. Es curioso, muy curioso, que si tu primera reacción tras la ruptura es de acuerdo, de teníamos muchos problemas, estamos mejor separados, empieces a hacer cosas como cambiarte el color de pelo, renovar tu guardarropa, salir como pavorreal, presumiendo todas tus plumas, regresas al gimnasio, en fin, te cuidas de nuevo. ¿Por qué te abandonaste durante la relación? Y dejas de tener detalles que antes cuidabas, cosas sencillas; que siempre, para salir, te ocupabas de bañarte, maquillarte, ponerte perfume, pulseras, collares, lo que sea, y salías perfecta. Y al paso del tiempo, salgo en pants, no pasa nada. Sí, es parte de estar en confianza y que aprenda a conocerte como eres, estoy de acuerdo, pero si al principio de la relación te arreglabas 3 o 4 veces por semana y al final lo hacías 1 vez al mes, te abandonaste y lo abandonaste a él también, porque esas cosas son parte de lo que lo enamoró y lo llevaron a entrar en una relación contigo. Ahora, recordemos que esta Enfermedad no necesariamente es tuya, puede ser de él. También identifica si algo de lo que te explicamos coincide con su conducta. Digamos que estás en una relación a distancia y, literalmente, te abandona 3 meses y tú crees que todo está bien “porque él así es”, ¿cómo vas a tener una relación de pareja con alguien que deja de estar contigo tanto tiempo? Recuerdo una chica cuya pareja trabajaba en plataformas petroleras, lo que implica estar aislado en alta mar durante 1 mes y descansar el siguiente, así, alternados. Incluso en esta relación, donde sabían que durante 1 mes no se verían porque él estaba en la plataforma, encontraban la forma de comunicarse y mantener el vínculo. Entonces, no justifiques que él te abandone 1 semana ni 2, 3, 5, 15 porque tiene mucho trabajo, mira que te lo decimos hombres que tenemos mucho trabajo: cuando quieres atender a tu pareja y a tu relación, te das el tiempo. MN: Cuando se inicia la relación, cada uno espera algo del otro, no están ahí por ocio. Conforme va avanzando la etapa del cortejo, si voy sintiéndome correspondido, obtengo lo que espero de ti. ¿Qué pasa? Que al formalizarse y estabilizarse la relación, empezamos a abandonarnos, ya no hago cosas que la alimenten, ya no le reconozco los detalles que tiene, porque pareciera ser que vemos la relación como si fuera producto terminado y, al verla así, creemos que solita se va a mantener. Más aún si eres bonita y/o exitosa, inconscientemente esperas que esas cualidades sean las que mantengan las cosas funcionando. Error, porque él no está contigo por tu linda cara ni por tus éxitos, él espera algo de ti como lo recibió al principio, porque los seres humanos no somos bancos en los que depositas buenas acciones y vives de los réditos, tenlo presente. JL: Básicamente este es el asunto: que en lugar de que tengan una relación de pareja, entren en un modelo donde yo vivo mi vida, tú vives la tuya y platicamos de lo que nos pasa. Eso no es estar relacionado el uno con el otro, se queda muy lejos del concepto de compartir. Si es tu caso, de eso fue que se murió tu relación.
Enfermedad 9: Malos modelos e influencia de terceros JL: Tal vez alguna buena alma del señor te haya recomendado los problemas que tengan ustedes dos, son nada más de ustedes dos; no dejen que nunca, nadie, jamás se meta. Lo que pasa en la relación, se queda dentro de la relación y toda opinión de terceros servirá sólo para conflictuarlos más y para separarlos. Entonces, lo que pase adentro, se queda adentro y punto. Yo creo que el problema no es necesariamente que terceros se metan, sino que ustedes como pareja no tengan el criterio para seleccionar lo que te pueda ser de utilidad de esos comentarios y observaciones. Si toman por cierta cada cosa que les digan, muy probablemente terminen con más problemas que antes del consejo, porque lo que funciona para otros puede o no funcionarles a ustedes y lo que es un problema para los demás puede o no serlo para tu relación. Es, entonces, una cuestión de criterio. Y también de consciencia: tenemos un webinario completo dedicado al tema de la Historia Familiar y su influencia en tu relación de pareja, que te menciono para hacerte notar que se trata de un tema amplio y muy importante; necesitas reconocer que la Historia Familiar de tu pareja es distinta a la tuya, para que no des por hecho que aquello que funcionaba en tu casa de hija va a funcionar en tu casa de pareja. Y hacerte consciente también de que van a construir (o ya construían) una nueva Historia Familiar, la que inicia con ustedes. El problema, pues, no radica en que tu mamá les dé un consejo (a lo mejor ella tiene un muy buen punto), sino que lo adoptes sin pasarlo también por el filtro de tu pareja: oye, fíjate que mi mamá recomienda que hagamos esto y a ellos les ha funcionado bien, ¿cómo ves si nosotros lo hacemos así y asado?... Esa conversación es la que genera que el comentario de mamá sea positivo, porque ya te llevó a tener un buen diálogo con tu pareja; de otra manera de dónde sacan ideas para implementar mejoras en su relación. Puedes, desde luego, leer libros, tomar cursos, pero sigue siendo tomar opinión de terceros y, si van a hacerlo, ¿por qué no de las personas más comprometidas con ustedes? Simplemente considera que falta agregar lo tuyo, lo de él y que se va a dialogar, que no va a entrar directo. MN: El criterio en este tema también aplica al elegir con quién compartes los problemas de tu relación. Si tu mejor amiga, con la que sientes mayor confianza y con quien llevas más años de amistad, siempre ha querido un novio como el tuyo y sigue sin conseguirlo, quizás no sea la mejor consejera. JL: El otro polo de este problema es que tú digas es que hablando con mis amigas ya traje 4 cosas a la mesa y sólo me generó problemas con él, mientras mis amigas todas me juzgan y piensan que yo no soy feliz con mi pareja por las cosas que les he platicado; prefiero ya no decirles nada.
Primero, ten mucho criterio para elegir con quién hablas de estos temas y, si vas a hablar de tu relación, cuenta también el lado positivo de las cosas; si compartes algún reto que tienes con tu pareja, tómate el tiempo de informarles cómo se resolvió, cómo los ayudó a crecer, en fin, lo bonito de tu relación, para que esa gente que te quiere y se preocupa por ti, se quede con la idea de que pues sí, sí se pelearon, pero lo resolvieron súper bien; yo supe que tenían un problema serio, pero un mes más tarde la vi muy contenta porque supieron salir adelante y aquel asunto hasta sirvió para motivar la relación. Te conviertes así en una mujer vulnerable que sabe pedir ayuda cuando tiene dificultades y, también, en una mujer fuerte que enfrenta sus conflictos y encuentra soluciones junto con su pareja. De paso pierdes el miedo a que tus amigas o tu familia te juzguen por lo que les compartes. Me ha pasado que algunas chicas del Círculo Interno me dicen es que nadie en mi familia quiere a mi pareja, no hay quién lo trague, mi papá le hace caras cada que lo ve y todos quieren que lo termine. Bueno, pues la única forma en que ellos se hacen una idea sobre tu pareja es a través de ti, ¿qué es lo que tú les dejas ver a ellos de él? Si sólo les cuentas cosas malas, ¿cómo esperas que lo consideren? Déjame te digo, además, que hablar mal de tu pareja es como escupir al cielo, porque tú lo escogiste. Es decirle a los demás tan poquito me quiero, que esta pareja tengo; tan poquito me quiero, que escojo una pareja que me hace esto y esto y esto. Entonces tu familia, tus amigos, que te quieren, lo ven y se enojan, con justa razón. Procura tener este balance, en que (seleccionando a quién) sí puedes hablar de algunos conflictos y retos que tengan entre ustedes, siempre y cuando te tomes la molestia de hablar también del desenlace positivo (cuando lo haya) y que conozcan también todo lo bonito que te mantiene la relación, para que no te caracterices ante ellos como la víctima. MN: El riesgo que se corre cuando compartimos nuestros problemas con familiares y amigos muy cercanos, es que esas personas te quieren y será difícil que te den un punto de vista neutral, te van a dar opiniones a tu favor. ¿Y qué pasa? Que al recibir sólo espaldarazos, vas a reafirmarte en que el otro es el malo y tú la buena; él empieza a distanciarse porque se siente doblemente descalificado y rechazado, por ti y por tu familia. Bert Hellinger recomienda que, debido a que tú traes valores que en tu familia eran válidos, y lo mismo ocurre con tu pareja, cada uno debe renunciar un poco a estos valores para que puedan crear los propios, los valores que serán válidos para la familia que se inicia con ustedes dos. Porque como decía José Luis al principio, no porque a tu mamá le funcionara quedarse como ama de casa y administrar el dinero que tu papá proveía, significa que será funcional para ti con el tipo de hombre que estás eligiendo. Por eso necesitan generar nuevos valores entre los dos, porque si alguno impone los suyos la relación se va a enfermar. JL: Hablamos hasta ahora de qué y cómo compartir con tu familia y amigos, la gente que ya tienes en tu vida. También es importante que encuentres parejas que te sirvan de modelo para alcanzar lo que buscas en tu relación. Si tú a lo que aspiras es a una relación bonita, que dure mucho tiempo, que cuando tengan retos los sepan superar, que cada vez se quieran más, que después de 10 años vayan a una fiesta y todavía tengan gestos el uno por el otro, etcétera, busca parejas que tengan ese resultado, júntate con esas personas, para que sean ellos quienes te den el consejo cuando estés en un momento de reto.
Hace poco, en una sesión 1 a 1, me platicaba la chica el otro día me peleé con mi pareja y en un arrebato lo terminé y mis amigas que tienen una relación estable, de muchos años, me decían pues espérate unos 5 o 6 días, cómprale algo bonito, llévaselo a su casa y dile que te equivocaste, que lo sientes mucho y que lo quieres; en cambio, mis amigas solteras o con relaciones que apenas empiezan, me dicen no, que vaya él y que te busque y, ya que lo haga, entonces sí le puedes decir que te equivocaste y, si no te busca, ni te preocupes, lo que sobran son hombres. Identifica cuál es el resultado que quieres tener, ubica a personas que lo hayan conseguido y acércate, a ellas platícales, porque te van a dar un buen consejo. Y aquellas amigas que no tienen un resultado como el que quieres, ahí sí resérvate, al menos mientras no estabilices esta parte de tu vida; cuando tu relación sea estable y sólida, puedes volver a abrirte con ellas, porque entonces sabrás qué hacer cuando te den creencias que no necesariamente compartes; podrás incluso ser tú quien las oriente a ellas para que también consigan una relación bonita como la tuya. MN: Entonces, si tienes esta Enfermedad y continúas contándole a tu familia tus problemas sin hablarles de tus soluciones, la mala imagen que tienen de tu pareja se va a mantener y seguirán descalificando tu relación; si buscas consejo entre personas que están solas porque tienen su propia historia de heridas y fracasos, querrán endosarte su propia escala de valores. Aclara en dónde pudiera estar el error, para que puedas dar paso a la sanación. JL: E identifica también cuando tu pareja hace cosas que vienen de su historia y sus valores familiares, para que tu primera reacción no sea descalificarlo y puedas abrirte a una actitud de “vamos viendo”, en lugar del rechazo a sus valores y la imposición de los tuyos
Enfermedad 10: Roles de poder extremos JL: Digamos que esta sería como la Enfermedad de Asumir que el otro es igual que tú, pero elevada a la octava potencia. En la primera, yo quiero que seas igual que yo y te lo digo a través de ciertos comentarios, regaños y/o críticas; en esta otra lo llevo al extremo de avasallarte, prácticamente te anulo. Es más común que el dominante sea el hombre, aunque no significa que no haya casos a la inversa. Si estás pensando en el típico macho, acertaste; que están por salir y, ya en la puerta, te dice ¿a dónde vas con esa falda? No, no, no, con esa falda no vas a ningún lado, te regresas y te cambias. Y tú, que te esmeraste en arreglarte, que te sientes súper guapa, te encantan tus piernas y quieres verte bonita porque vas a salir con él, agachas la cabeza, te regresas y te cambias. A esas actitudes me refiero, que él te tenga totalmente dominada, que te diga lo que tienes que hacer, lo que no tienes que hacer, cuándo, con quién, a qué hora y todo. Del otro lado tendríamos a esta mujer que está checando todo el tiempo al hombre, tú a la casa llegas a las 9 de la noche y si son las 9:10 y no has llegado, te hablo por teléfono para saber en dónde estás, ya sea que lo haga de manera directa para decirle ¿qué ya te fuiste con otra? o de manera sutil para decirle es que estoy preocupada, qué tal que te pasó algo, porque siempre llegas a las 9 y son las 9:10, me tienes con el alma en un hilo. Ya estoy por llegar. 9:15, no llega y ¿No te pasó nada, de verdad estás ahí? Es un control extremo, que muchas veces no conoce límites: ¿sabes qué?, para estar más tranquila de que no te vaya a pasar nada, ¿por qué no le instalamos GPS a tu teléfono?, para saber que estás bien en todo momento, así, si no tienes espacio para contestar, al menos me puedo meter a revisar que ya vienes de regreso, porque me preocupas. Es una manera pasiva de tener todo el control sobre la otra persona, a eso nos referimos con la Enfermedad de Roles de poder extremos. MN: Otro ejemplo de esta situación es cuando tu hombre es muy sexual y a veces tú no quieres. Te aferras a ese rol en el que no quieres y no cedes y el otro hace lo mismo, quiere y busca demostrar que puede. Esta determinación de aferrarte, es lo que enferma la relación. Pasa también cuando en las discusiones asumes la actitud de la que nunca se equivoca o la que se siente siempre justificada, te aferras igual a este rol y, con el tiempo, se incuba la Enfermedad. JL: ¿Qué pasa con esta situación? Porque no es nada más que uno de los dos sea el dominante extremo porque, para que pueda existir un dominante extremo, se necesita un sumiso extremo, alguien que decidió poner su propia valía, su autoestima, su opinión, ya ni siquiera en un segundo, en un tercero, en un quinto plano. Empiezas a secundar su actitud al preguntarle todo, para “evitar” el problema: si ya me pasó una vez, que me arreglé súper guapa e iba toda emocionada porque íbamos a salir, pensando en que a él le encantaba que me pusiera faldas cuando iniciábamos la relación, pero ahora que somos pareja ya no le encanta, porque ahora me ve con unos ojos con los que no quiere que otros hombres me vean, porque ahora soy de él, soy su propiedad; entonces me regresó y me hizo un escándalo, pues de ahora en adelante le pido permiso para saber lo que puedo vestir y lo que no.
Esa es la Enfermedad, que llegues a un punto en el que mejor le preguntas ¿cómo quieres que me vista? y lo disfraces diciéndole es que me encanta que me escojas la ropa porque tienes muy buen gusto. En el fondo es un miedo de ponerte algo que no le vaya a gustar y me grite y me haga un escándalo. Y no digamos cuando le quitas la culpa y te la adjudicas: es que si ya sé que se preocupa cuando no sabe dónde estoy, ¿cómo se me ocurre regresar tarde a la casa? Cuando permites que cruce límites como estos por el miedo a quedarte sola, estás en presencia de un síntoma que no debes ignorar, porque es algo que va creciendo y creciendo: te mencioné al inicio que esta Enfermedad es la versión exponencial de otra; el siguiente paso ya son palabras mayores, porque estas actitudes son antecedentes de violencia, si no es que ya los son en sí mismas. MN: Algunos otros ejemplos de estos roles extremos: hace un rato platicábamos entre nosotros que nos cuesta tanto pedir una disculpa, que a veces manipulamos la charla para descalificar al otro de tal manera que sea él quien se disculpe, aunque nos estuviera haciendo un reclamo justificado. Porque me cuesta tanto ceder, me preocupa tanto quedar como el débil, que le doy la vuelta a las cosas para “salirme con la mía”. Esta actitud, tristemente, es muy común y conviene identificar si estamos atorados ahí, para hacer algo al respecto. Uno más: algunas chicas del Círculo Interno me comentan es que yo le pedí que me diera su contraseña de Facebook; es que yo le pido que me deje revisar sus mensajes de WhatsApp; o chicas que, apenas recibe él una llamada, ¿con quién estás hablando?, ¿ese nombre de mujer, quién es? Y si el otro le contesta es una compañera del trabajo que necesita que le mande por correo unos archivos, ella sí, cómo no, ¿y por qué nunca me habías hablado de ella? Empiezas a sospechar de cada movimiento de tu pareja, en algo que también es un rol extremo; pretendes controlarlo en todo momento y en cada detalle. Te dice que saldrá con sus amigos a tomar unas cervezas y hasta le pides que te mande la selfi para comprobar que está con ellos o le estás llamando cada 2 horas para lo mismo. Esta actitud sólo hace que él se sienta invadido en su espacio y prefiera decirte me voy a mi casa porque estoy cansado y así se evita que lo pongas en vergüenza con los amigos, que no te bajan de “vieja loca” y a él de mandilón. JL: Qué bueno que lo mencionas porque va perfecto con lo que estamos describiendo: quieres tenerlo aquí, atado junto a ti y, como te digo, lo mismo en la versión de la amorosa que se preocupa porque no llega, como en la de la celadora que interroga en todo momento, pero es la misma acción y estás ejerciendo este rol extremo. Ahora, con este asunto de pedir contraseñas: es que si no tiene nada que esconder, ¿por qué no me la quiere dar?; seguramente no me la quiere dar porque está escondiendo algo, debería dármela, porque asumo que la privacidad no existe, que en el momento en que estamos en la relación tú te conviertes en una cosa que yo poseo y, como yo te poseo, tengo derecho a tener lo que tú tienes, incluyendo tu privacidad, porque ya no es tu privacidad, ahora es nuestra privacidad. Entonces, pásame tus contraseñas y déjame evaluar y juzgar si está bien con quién hablas, cuándo lo haces, por qué lo haces y a ver qué está ocurriendo ahí. Cosificar al otro, convertirlo en una cosa, es la puerta de entrada para los celos y para hacer escenas de celos que rayan en lo dramático, porque asumes que al ser el otro una cosa tuya, te pones como niña chiquita que se niega a compartir sus juguetes, es mío, ¿por qué voy a compartir mi juguete con los demás? Y lo siento: así como en las actitudes impositivas señalé que se da más entre los hombres, en esto de invadir la privacidad so pretexto de que tú y yo somos uno mismo, es una actitud más femenina.
Enfermedad 11: No crear hábitos conscientemente JL: Hábitos, los tendrá tu relación de todas, todas; si los construyeron conscientemente o no es lo que hará la diferencia. De hecho, este tema de los hábitos lo manejamos desde los primeros artículos que subí a la red y desde los primeros capítulos de mi libro Cómo Conquistar Un Hombre, donde te pongo un calendario para que vayas marcando cada vez que te manda un mensaje, cada vez que salgan, cada vez que tengan sexo, cada vez de todo durante un mes; cuando completas el mes puedes identificar los hábitos que se construyen en la relación. En este caso, el propósito es que después los alteres; se trata de una técnica para cuando buscas enamorarlo (puedes encontrar más información sobre esto en el e-book). Cuando no lo haces conscientemente, estos hábitos se instalan de tal forma que al paso del tiempo hacen que tu relación se vuelva rutinaria y aburrida, al grado de decir no sé si quiero terminar con él porque estoy aburrida o mejor dejo las cosas como están y no paso por todo el rollo de una ruptura. A veces como hombres podemos meternos en relaciones así y quedarnos estancados hasta que la mujer presione para que algo cambie y, mientras ella no lo haga, nosotros tranquilos con nuestra rutina; pero la mujer, desde el reloj biológico y su deseo de tener hijos, empieza a desesperarse y a empujar al hombre, que se despierta y entonces hay problemas. Nosotros somos más dados a caer en zona de confort y entrar en esa rutina tranquila, cómoda, y decir no pasa nada. Ese no pasa nada es lo que va a destruir la relación. MN: Otro de los hábitos que no hacemos conscientemente, es que nos enojamos y nos vamos a la cama a dormir, sin antes haber resuelto el problema… JL: ¡Sí es cierto! MN: … o no precisamente resolverlo: si ya me acerque para solucionarlo y sigues enojada, al menos decir todavía no me siento lista para hablar, mejor mañana lo tratamos. Si solamente nos vamos a dormir cada quien por su lado, y esto se hace hábito, imagínate lo que promueves de seguir la relación así, si los problemas no se hablan. Si el hábito es quedarte callada frente a las diferencias, esperando que sea el otro quien se acerque y pida disculpas, es un mal hábito, corrosivo, que irá destruyendo tu relación. JL: O el hábito de interrumpirse el uno al otro en las discusiones o debates; o, una vez que se están interrumpiendo, empiezan a escalar el volumen con que hablan: empiezan muy bien, muy tranquilos y, conforme se van arrebatando la voz, suben y suben y suben hasta que terminan a gritos y con un problema muy fuerte, tu lenguaje corporal amenazante, los argumentos cada vez descalifican más al otro; esto se hace un hábito y llega un punto en que ya no eres capaz de escucharlo 50 segundos sin atravesarte y decirle pero es que tú… Ese pero, que utilizas para descalificar todo lo que escuchaste antes y poner encima de su opinión la tuya, se siente y es agresivo. Parece una cosa menor, pero es un hábito que te impide comunicarte.
MN: Podríamos pasar horas enteras poniendo ejemplos de hábitos, pero el mecanismo es el mismo: estos hábitos no se crean de manera consciente para que estén orientados hacia la salud, hacia facilitar la comunicación, construir apertura para hablar de qué queremos, qué nos molesta, qué cosas nos pueden acercar en la relación. Entonces, trata de identificar cuáles son los hábitos de la relación cuando tienes un problema, cuando tienen relaciones sexuales, cuando quieren salir de vacaciones. Si sus hábitos son del tipo que hemos ejemplificado, trata de hacer una lista para que identifiques en dónde están atorados y así poder pasar a la solución. JL: No quiero cerrar sin hacerte notar que estos hábitos que se instalan “solos”, no siempre causan problemas en el presente, sino a futuro y eso hace que sean aún más difíciles de advertir; pueden incluso parecer virtuosos en el momento. Por ejemplo, si tenías con tu pareja el hábito de salir a comer rico una vez al mes o una vez a la quincena. Y sí, la pasaban muy bien y lo disfrutaban, pero si sólo priorizaban el placer y no la parte nutritiva, resulta que el hábito te va dejando ahora 1 kilo de más, mañana 3 y en unos meses 7 kilos de más. O irse de compras cada día de pago, podrías verlo como un rato de convivencia, de esparcimiento, pero sin la disciplina de la administración se puede convertir en un hoyo financiero a largo plazo. Insisto, este tipo de hábitos son difíciles de detectar por los 2 lados: porque se instalan inconscientemente y porque a primera vista (o en el corto plazo) parecen positivos. Tómalo también en cuenta. Tienes entre tus bonos de este curso un webinario que di, en el que te enseño cómo instalar hábitos; escúchalo, te será de gran utilidad.
Enfermedad 12: Violencia en la relación JL: Dejamos esta Enfermedad hasta el final, porque es la más peligrosa, la más fuerte y en aquella donde no está a discusión que te acerques a un profesional que los acompañe por el proceso de resolver las cosas, si es que quieres recuperar esta relación. A través de otras 2 Enfermedades puedes ver la forma en que algo así avanza; en la primera la manifestación es quiero que seas como yo y te lo exijo de manera sutil, juego a la mamá; luego evoluciona a una actitud de poder y de control exacerbada y te domino y te someto, ahí ya había señales de violencia, en algunas frases, algunos comentarios, reacciones, ya estaba presente la violencia en la Enfermedad de los Roles Extremos. En este caso ya se expresa literalmente, la sientes, la vives, ya es innegable. Hay diferentes tipos de violencia. Estamos hablando de que te insulta, de que te levanta la voz muchísimo; tal vez ya te pegó o todavía no lo ha hecho, pero te jalonea del brazo cuando en una discusión intentas alejarte; o están en una pelea y a ti no te hace nada, pero le hace algo a las cosas que están a tu alrededor, físicamente, de que está peleando contigo, se queda callado y, de repente voltea y le da un puñetazo al clóset; esa es una expresión ya de esta Enfermedad. MN: Algunos ejemplos de situaciones que pueden desatar esta violencia, es que empecemos a utilizar chantajes, burlas, descalificaciones hacia la pareja; minimizas sus necesidades y él se enoja y se siente justificado para atacarte; le criticas su forma de vestir o lo criticas por su peso, lo criticas porque se descuidó físicamente y después él se siente con toda la rabia y las ganas de devolverte esa agresión. Todas estas cosas tienen un proceso, no se dan de la noche a la mañana; si fuera algo que se manifestara desde el principio de la relación, obviamente no te habrías enganchado en algo así, sucede de manera gradual: empieza por descalificaciones, minimizas cosas importantes para él, sigue el chantaje, las burlas y aquí lo que pasa es que el otro se va sintiendo justificado para incrementar el desquite, la revancha. Bert Hellinger (que es uno de mis autores favoritos) dice que en una relación el más peligroso es el inocente. ¿Por qué? Porque se siente justificado y, desde esa justificación, pierde la medida. Por ejemplo, tu pareja hace algo que te molesta, tú te burlas de algo que sabes le duele en particular y él, que probablemente cometió la primera falta por error, sin querer, ahora se siente justificado al saber que tú si lo agrediste con intención, por revancha, y ahí es donde se pierde la medida. Obviamente, cuando él actúe en consecuencia vas a ponerte indignada, no, no, no, yo lo hice, pero porque tú me ofendiste primero y ahora serás tú la que se sienta justificada; empieza entonces una escalada, no sólo se devuelven los agravios sino que cada vez van subiendo de tono, hasta el punto de lo que menciona José Luis: pasan a lo físico. O, por ejemplo, un día le prohibiste salir con sus amigos y cuando quieres reunirte con tus amigas simplemente te lo prohíbe, quizás hasta te cierra la puerta con llave. Esto hace que la violencia empiece a incrementarse, habiendo empezado con cosas mínimas. ¿Por qué? Porque no sabemos lidiar con los problemas y, ante la frustración, explotamos y le damos paso a este juego de las revanchas.
JL: Trata de tener mucho cuidado si te das cuenta de que ya están empezando con “juegos de manos”, que de repente uno de los dos ya se quiere ir y el otro no lo deja y lo jala de regreso, eso ya es muy peligroso; o lo que platicaba Miguel, que te cierro la puerta y no te permito que hagas de tu libertad lo que tú quieras y decido que te quedes aquí. Ten mucho más cuidado si, a la par que suceden estas cosas, hubiera alguna sustancia involucrada, que es muy común, que él tome o que tú tomes y ya entrada en copas, se te haga más fácil jalonearlo o darle una cachetada. Porque también eso pasa, como que tenemos la idea de que estas actitudes son del hombre y no, al menos aquí en Aguascalientes hay más hombres que mujeres golpeados. Me acuerdo que iniciando en la universidad hice una fiesta en mi casa y una pareja estaba en el jardín discutiendo; en algún momento me dio la impresión de que él la iba a golpear y cuando me acerqué para intervenir, me di cuenta de que no, intentaba cubrirse porque era ella la que lo estaba golpeando. ¿Qué hice? Dije ah, bueno, cerré la puerta y me metí. Avanzando en la carrera y estudiando estos temas, no podía dar crédito a mi reacción de entonces, ¿cómo es posible que no me diera cuenta de que no por ser mujer tienes permiso de golpear al otro? Si cruzas esa línea pensando que el otro es hombre y tiene que aguantar estás rotundamente equivocada; ten mucho cuidado, porque es muy cierto: violencia desata violencia. También hay violencia económica. Cuando uno de los dos controla todos los recursos de la pareja o es el proveedor principal o el único y somete al otro a través del dinero, que te dejo hasta sin comer porque anoche no quisiste “darme sexo” o porque te pusiste el vestido que te dije que no me gusta que uses. La violencia física, la verbal, la psicológica, la económica, cuentan como maneras muy agresivas e insanas de llevar la relación. MN: Y lo grave de esto que nos comenta José Luis con los ejemplos, es que generan un resentimiento muy profundo en ambos. La mujer que golpea o cachetea a su pareja no está consciente de que prácticamente justifica al otro para hacer lo mismo; tal vez inició como una reacción ante algo que la molestó muchísimo, le dio la bofetada y él se quedó sin saber qué hacer, tal vez pensó en devolver el golpe y se contuvo, pero el resentimiento ya está sembrado y el límite se llevó un nivel más allá. Ella se queda con la idea de que él no le va a responder igual y, en efecto, no responde igual sino con el resentimiento acumulado y no se va a conformar con una cachetada. ¿Y ahí quedará todo? Difícilmente, ahora eres tú la justificada porque ¿cómo vamos a comparar una cachetadita con la golpiza que te dio él? Probablemente te muevas ahora hacia el sexo o al dinero para lastimarlo, porque habrás entendido que a los golpes no te conviene, cuando lo cierto es que no conviene por ningún lado, todas las expresiones de violencia que mencionó José Luis son eso, expresiones de una Enfermedad terrible, no hay cara amable en esto. La violencia desgasta la relación como ninguna otra de las Enfermedades, tanto, que en muchas ocasiones ya no es posible recuperarla. Hay veces en que forzosamente necesitan separarse, no verse durante 1 o 2 años, para que cada quien por su lado trabaje para sanar y quizás, en algún momento, puedan rencontrarse con otro nivel de consciencia, habiendo reconocido y superado sus errores y después de vaciar ese resentimiento tan arraigado.
JL: Sí, porque así como hizo falta mucho tiempo y mucha agresión para que esta Enfermedad se instalara en la relación, también se necesita de pasar por muchos niveles de consciencia para poder salir de esto, no es nada fácil. Como te dijimos desde el principio, aquí no hay de otra: si quieres sanar esta Enfermedad tienen que ir a terapia de pareja o cada uno por su cuenta y, después de un tiempo en este proceso, en el que podrían tener algún contacto sin que sea de pareja, podrían considerar reacercarse. Toma en cuenta que estos ciclos de violencia se caracterizan por una explosión de agresividad, en donde el violento es consciente de que está lastimando, pero incapaz de detenerse, y viene luego una culpa terrible porque te amo (no sé si amar quepa en este contexto), al menos creo que te amo y siento cosas por ti, me siento sumamente culpable y regreso con mariachi, rosas y montado en un caballo gigante y prometiendo que nunca jamás volverá a suceder. Y te lo crees, porque ay, mira, hace tanto tiempo que no hacía algo así, ¿cómo le voy a decir que no lo perdono?, si yo sé que le cuesta muchísimo tener estos detalles… Lo perdonas; y permites que pase; y eso que estaba más allá del límite, se vuelve el nuevo hasta aquí, inconscientemente sabe que si te vuelve a pegar la serenata, las rosas y el caballo lo componen.
Despedida Enfermedades JL: Y llegamos al final de estas 12 Enfermedades de la Relación… ¡wow!, fue muchísima información, si viste también las Curas, pues es todavía más información, sin embargo es apenas la punta del iceberg. Cada uno de estos temas que desarrollamos, que repasaste con nosotros, es una puerta de entrada a una nueva área de crecimiento, no te quedes nada más con esta información. Hay mucha bibliografía, cursos, en fin, mucha más información disponible alrededor de estos temas; acércate, continúa aprendiendo, creciendo. Toma este taller como punto de partida, ya tienes consciencia, herramientas y conocimientos que antes no tenías, eso no quiere decir que ya se curó la Enfermedad. Ahora te corresponde trabajar al lado de tu terapeuta (si es que estás en el Círculo Interno, por favor, por favor, hazlo; si estás afuera, también). Tú que estuviste en este curso te das cuenta de la calidad de terapeutas que tenemos en el Círculo Interno, Miguel es el encargado y tú lo escuchaste; es información de muchísima calidad que yo sé que te va a servir. No pierdas la oportunidad de que un profesional que sabe de esto te lleve de la mano por un proceso de sanación, de reconciliación, sí para que recuperes a tu ex, pero más que nada para recuperarte a ti misma. MN: Yo también quiero agradecerte que te hayas dado la oportunidad de comprar este curso, que estés interesada en mejorar esa relación que por alguna causa perdiste. Más allá de que la recuperes o no la recuperes, esta es información que te va a servir para ti misma y para tu relación de pareja, sea con esta pareja o con cualquier otra. Si Dios te hubiera mandado esta experiencia de perder una relación para que tú te dieras cuenta de algo, ¿qué sería ese algo? Si la recuperas, probablemente ese algo sea que tenías que pasar por la ruptura para darte cuenta de cuáles eran las Enfermedades que estaban acabando con la relación y ahora puedes identificarlas y sanarlas. Y si el algo fuera que tenías que perder la relación para moverte y crecer, bueno, también es algo positivo. Quiero finalizar diciéndote que todo aquello que no se ve, no existe. Si ya te diste el tiempo de trabajar en estas 12 Enfermedades de la Relación, ya repasaste las Curas una y otra vez, ya te enfocaste en mejorar tu parte, trata que al momento de recontactar con tu pareja, todos estos cambios hayan pasado a la acción, que no se queden en buenos pensamientos de sí, tengo toda la intención de cambiar, sino que tu pareja pueda ver estos cambios. Recuerda que él conserva la imagen de la mujer que eras anteriormente, la que contribuyó a que la relación enfermara. Entonces, trata de mostrar con actitudes, con detalles, con atenciones, con todo lo que puedas estos cambios para que obtengas los mejores resultados. Que te vaya muy bien al recuperar tu relación. JL: Que estas Enfermedades se conviertan en 12 Fortalezas, así como nos dijo Miguel. Pues muchas gracias, Miguel, por toda tu aportación, fue muy valiosa durante estos 12 videos (o 24, si también viste las Curas) y a mí sólo me resta decirte que esto no es todo, es el Capítulo 2 del curso Cómo Recuperar a Tu Ex. Te veo todavía en el Capítulo 3, donde vamos a hablar de la reconquista, casos especiales y muchas otras cosas que tenemos para ti. Te mandamos un fuerte abrazo y nos vemos en los siguientes videos.
LA RECONQUISTA Estamos llegando prácticamente al final de este curso Cómo Recuperar a Tu Ex y no puedo evitar en este momento la pregunta básica: ¿Estás segura, segura, segura, segura, de que quieres recuperarlo, de que sí quieres volver con él? Tengo que preguntártelo ahora porque, en teoría, tú ya pasaste por un proceso de 30 días, tal vez un poco más, dependiendo de cómo te hayas sentido o qué es lo que te haya dicho tu terapeuta (si es que estás en el Círculo Interno); ya trabajaste las Enfermedades, estuviste haciendo tareas, ejercicio, cambiando tu alimentación, leyendo nuevos libros, haciendo muchas cosas con tu vida. Y tal vez luego de estos 30, 35 días, la pregunta empieza a sonar distinto. Si llegaste a este curso con muchísima ansiedad en tu corazón y en tus emociones y tratando de encontrar una forma de manipularlo para que él regresara rápido y te perdonara por los problemas que tuvieron, ahora ya lo ves con distancia, con claridad, tienes tu mente más centrada y podrías incluso decir ¿sabes qué?, siempre no quiero regresar con él, lo cual es totalmente válido. Es importante que te lo diga ahora, porque estas Enfermedades que tuvieron las has trabajado tú, no las ha trabajado él. Tú vas a regresar a conseguir el Segundo Capítulo de una relación con él, bajo la premisa de que cambiando tú puedes motivarlo a que él también cambie; eso es cierto, no lo estoy negando, y también es verdad que te va a tocar más trabajo para estimularlo a seguir cambiando sobre las mismas Enfermedades. Recuerda que no será lo mismo si tenían la Enfermedad 1, No establecer acuerdos ni límites, que si tenían la 12, Violencia en la relación de pareja. No es igual, seguro recuerdas lo que vimos al tratarlas, pero sí es muy importante que vuelvas a hacerte esa pregunta. ¿De verdad quieres regresar con él?, ¿de verdad le vas a ayudar, motivar, impulsar para que él también sane esas Enfermedades y juntos puedan darle el siguiente capítulo a su relación? Si decidieras que sí y te enseño en este módulo cómo reconquistarlo y, aun así, él no quiere, ¿estás lista para dejarlo ir?; en el caso de que sí quiera y empiecen otra vez una relación y no te dé la oportunidad de demostrar cambios y termine contigo de nuevo, ¿estás lista para dejarlo ir? Sé que son preguntas muy duras, después de todo el proceso que has vivido y de la ilusión que tienes de poder recuperarlo, pero alguien tiene que hacerlas. A partir de ellas, de responderlas, te hará mucho más sentido lo que te enseñe en este módulo de reconquista. Acuérdate, ¿cuál es la regla número 1 de los Principios Inquebrantables?: tu bienestar es lo más importante, ¿vale? Yo debo hacerte aquí la pregunta porque no quiero poner eso en riesgo. Si la respuesta es sí, continuemos; y si la respuesta es no, no pasa nada, este curso ya te ha ayudado bastante para que no cometas los mismos errores en tu próxima relación y puedas encontrarte con una nueva y mejor persona. Si sigues en lo dicho, pasamos entonces a la reconquista y vas a ver cómo se convierte en un nuevo capítulo de una muy, muy bonita relación.
El Recontacto El recontacto surge después de estos 30, 35 días de silencio. ¿Cómo se da el recontacto? Tú tienes que buscarlo a él o encontrar la forma de que parezca casual que se encuentran. Lo mejor para este recontacto es que se encuentren físicamente. Con encuentro casual me refiero a que busques la forma de averiguar dónde estará y a qué hora, para que puedas jugar a que te topas con él o que vas a su trabajo y te lo encuentras a la hora en que sale o vas a su casa y se encuentran cuando va llegando o como prefieras, pero encontrártelo en la calle, platicar unos dos minutos, apenas para decirle ay, qué sorpresa verte, ¿cómo te ha ido, qué ha sido de tu vida, cómo has estado? y tener una enorme sonrisa puesta. Algo en lo que, junto con Miguel en las Enfermedades, hicimos mucho hincapié: lo que no se ve, no existe. Si parte de tu proceso incluyó recuperarte del abandono de ti misma, arreglarte más, verte más guapa, hacer ejercicio, comprar ropa nueva, a lo mejor hacerte un cambio de peinado, de maquillaje, procura que ese momento en que lo vas a ver de nuevo estés espectacular. No significa que deba verte como si fueras a una cena de gala, tampoco, pero sí tienes que estar muy atractiva, muy guapa. La idea es que utilices esos colores que a él le llaman la atención, que si le encantan tus piernas, vayas de minifalda; si te alababa la figura, pues vas con ropa entallada; si tu rostro le quitaba el sueño, te apareces con la cara lavada y una cola de caballo, para que pueda ver tus rasgos. Encuentra una forma de ponerle un acento a esas cosas físicas de ti que a él le llamaban mucho la atención. Cuando hables con él sonríe muchísimo, muchísimo, lo más que puedas; dile que te dio muchísimo gusto encontrártelo y que te encantaría poder tomar una taza de café con él para poder platicar cómo les ha ido. Una vez que digas esto y él acepte, porque hasta por educación te dirá sí, nos ponemos de acuerdo; él puede tomar dos actitudes: responderte lo anterior y ya, es decir, “en algún momento del futuro incierto” o puede decir claro que sí, ¿cuándo tienes tiempo? Si te hace la invitación directa o te pone una fecha, la aceptas o pones tú una, le dices el jueves o el viernes, el día que sea, pero que puedan quedar en una cita y te vas. Esta conversación no debe durar más de 3 minutos, porque si dura más el nivel de ansiedad que generaste en las últimas semanas empezará a disminuir y queremos exactamente lo contrario. Si no quedaron en una fecha concreta, sino en ponerse de acuerdo para llevarlo a cabo, le vas a dar 3 días, no 2 ni 4, 3; si en ese plazo no te busca, lo haces tú al tercer día. ¿Cómo? Hablándole por teléfono. Piensa en una situación donde él sea importante o se sienta con mucha autoridad y lo vas a invitar a que te ayude a resolver un problema que tienes. El ejemplo que siempre pongo es va a ser el cumpleaños de mi tío fulano de tal, le encantan las motos, yo sé que a ti te gustan las motos, por favor, acompáñame a buscar qué le compro; no sé si comprarle una chamarra o un casco o qué, pero como sé que a ti también te gustan las motos me gustaría que me acompañaras. Su cumpleaños es el viernes, ¿qué día puedes, el martes o el miércoles? Hay varios elementos aquí: para empezar, le estás diciendo cuándo es tu fecha límite; le estás diciendo el motivo por el cual quieres verlo (porque a él también le gustan las motos y tú necesitas un regalo de motos); no le estás preguntando si quiere o no quiere salir contigo, le estás preguntando qué día puede, asumes que sí quiere salir contigo, el sí lo das por hecho, y dejas que te conteste. Es muy probable que diga que sí a uno de esos 2 días, que lo escoja y puedan salir.
Si por cualquier motivo te dice que no puede, respondes ok, luego platicamos, cierras la conversación, te vas y esperas otros 3 o 4 días más. Si de nuevo no tiene contacto contigo, vamos casi por la última: vuelves a llamarlo por teléfono y le dices que tienes muchas ganas de platicar y le recuerdas que te debe ese café en que habían quedado, del que hablaron cuando “lo encontraste” por primera vez. Entonces, sin ningún otro pretexto de por medio (porque ya lo intentaste y no funcionó) le vas a decir me gustaría que pudiéramos platicar, tiene mucho que no nos vemos y fuiste una persona muy importante en mi vida. ¿Cómo ves si vamos a un café el viernes o el sábado? Y vemos qué es lo que te dice. Si vuelve a decirte que no en este tercer intento, hay que dejar las cosas por la paz; si ya te dice 3 veces que no quiere salir contigo es suficiente señal para que guardes algo de distancia. Aquí lo que te digo es que estos 3 rechazos no significan que jamás regresará contigo, tal vez en 2 semanas, 3 semanas te busca, pero no puedes estar detrás de él para siempre y no puedes tampoco detener tu vida hasta que acepte salir contigo. Tu vida tiene que continuar y en el tercer intento en que ya tomaste la iniciativa para invitarlo a salir, te detienes. No vamos a poner en riesgo tu integridad ni tu autoestima ni tu bienestar; 3 oportunidades le vamos a dar, ¿vale? Ahora, si el asunto funciona en cualquiera de estas 3 ocasiones y quedan en día y hora para reunirse, procura que esta cita sea en algún lugar público y que tenga alguna carga de memoria para ustedes: si iban mucho a un café bonito del centro de la ciudad, vayan ahí; o tenían un bar donde tocan la música que les gusta, pues al bar; tienes que elegir un lugar donde el contexto favorezca ese renamoramiento que él pueda tener por ti. Una vez que tienes este elemento del primer lugar en el que se verán, tienes que considerar que si te arreglaste muchísimo, te pusiste súper guapa, usaste colores, perfume, para “encontrarte por casualidad” con él, en esta salida como tal necesitas poner más énfasis. El perfume es súper importante; no sé si es tu caso, pero algunas mujeres utilizan perfumes por etapas. Por ejemplo, Mariel tiene un perfume muy particular que usaba cuando apenas empezábamos y, en cuanto iniciamos la relación formal, cambió por otro. Ignoro si el cambio fue consciente o inconsciente, pero siempre que vuelve a usar el primer perfume me mueve muchísimo, porque me acuerdo de todo lo que pasamos en esa etapa. Si algo así pasó contigo, utiliza el perfume que utilizabas cuando apenas lo estabas conquistando Procura quedar de verlo en un lugar cercano al café o al bar donde tendrán la cita, de manera que puedan caminar el trayecto entre el punto de encuentro y el espacio donde estarán, para que en esa caminata tú puedas tomarlo del brazo. Al llegar, lo saludas cariñosamente, de preferencia lo tomas del hombro con una de tus manos (que haya contacto físico), lo saludas con un beso y al caminar, lo tomas del brazo de una manera cariñosa, bonita, hasta llegar al lugar. Si al ir caminando tomada de su brazo te tropiezas ligeramente o como que te vas de lado y te sostienes de él, también funciona muchísimo. ¿Por qué? Porque este contacto físico, este como que me caigo y me agarro de ti y me acerco a ti, lo va a poner en un plan de protector, donde otra vez siente tu cuerpo, te huele, estás muy cerca de él, se acuerda de todo lo bueno que vivieron, porque están en un sitio familiar, además te está viendo súper atractiva, con esos colores que le llaman la atención, con esa minifalda, esos tacones, ese collar, ese tipo de arreglo que sabes le gusta. Eso es lo que quieres, ese contacto. Estamos hablando del cómo, cuándo y por qué. El cómo, ya te expliqué cómo harás el recontacto. El cuándo, entre 5 y 10 días después de terminar tu proceso de recuperarte a ti misma. Y el por qué, por todo lo que te he explicado aquí.
Primera Cita Nos quedamos en este momento especial, en el que ya lograste que lleguen a la primera cita. ¿Por qué es importante esta primera cita? Porque él se quedó pensando en la relación que tuvieron y en que tenía muchas enfermedades, por eso terminaron. Pero cuando te vuelva a ver tan sonriente, tan viva, tan feliz (la palabra clave aquí es feliz), además de sumamente atractiva, y tenga este contacto contigo, lo va a mover muchísimo y tendrá ganas de volver contigo, definitivamente le darán ganas, porque se va a acordar de lo bueno. Y si hiciste un buen trabajo curando las Enfermedades y mandando la Carta de Corte, él ha estado estos 30 días con mucha ansiedad, preguntándose qué podría haber pasado contigo; esa ansiedad es buena y es justo la que estamos aprovechando ahora para que puedas recuperarlo. ¿Qué va a pasar en esta primera cita? Varias cosas: este caminar desde donde se ven hasta donde van a platicar; el contacto del que ya hablamos; cuando estén platicando, busca que primero te cuente él lo que ha hecho de su vida (son alrededor de 30 días, pero haz como si hubiera pasado mucho tiempo), qué ha pasado. Si recuerdas que antes de cortar estaba metido en un proyecto muy importante en su trabajo, que a lo mejor se lo daban y a lo mejor no, regresa preguntándole por ese proyecto; si tenía el objetivo de bajar de peso dile oye, te ves muy bien, bajaste de peso, ¿cómo vas con ese objetivo?, ¿cuántos kilos has bajado?, reconócele las cosas que tú sabías que eran importantes en su vida antes de que terminaran la relación. Abre así la conversación, preguntándole por estas cosas. Luego vas a utilizar una frase que he explicado en distintos momentos, que es buenísima para tener contacto profundo en conversaciones: ¿y qué de eso es lo más importante para ti? Cada vez que haces esta pregunta, ¿y qué de eso es lo más importante para ti?, te vas a un nivel más profundo de la conversación. Porque en principio él te va a hablar del 20% más importante de ese tema, pero una vez que le preguntas agregará otro 20% y otro 20 y otro 20; si logras hacer esto unos 3 o 4 niveles, te darás cuenta de que terminan hablando de cosas que nunca ha hablado con nadie, ni siquiera contigo cuando estuvieron juntos. Eso lo hará sentir sumamente conectado y son puntos positivos para la relación y para ti. Una vez que hayan abordado lo que ha hecho y apliques la técnica anterior, te vas a encargar de poner el reflector sobre ti y sobre todo el trabajo interno que has desarrollado para sanar las Enfermedades de la Relación que les afectaron. Si una de estas fue que eras demasiado celosa y te molestaba hasta que mandara un mensaje frente a ti, no digamos si volteaba a ver a otra mujer cuando caminaban juntos por el parque, ahora le vas a preguntar por sus amigas, con un tono de auténtico interés, con cero sarcasmo, sin intención de molestar. Si no hubieras trabajado con esta Enfermedad durante los últimos 30 días, por mucho que quisieras dulcificar tu voz, él dirá ahí viene otra vez con sus celos. Porque se te va a salir por los poros. Pero si trabajaste de verdad las Enfermedades y realmente lograste bajar tu inseguridad con esas mujeres, cuando le preguntes sentirá otra cosa y dirá ah, caray, ¿pues qué no le molestaban mis amigas?, ¿ya no le molestan?
Y empezará a sentir curiosidad de que ya no te moleste; y si hace alguna broma de que ay, ¿ahora sí quieres saber de ellas?, lo tomas a chiste y le dices sí, ya sé que antes era súper celosa, pero no me hagas caso, todo eso ya quedó en el pasado, he estado trabajando mucho en mí y me di cuenta de que era una actitud muy infantil. Tómalo como un chiste y dile me di cuenta de que era una actitud muy infantil, para que entonces se diga mentalmente mira, yo terminé con ella porque era súper celosa y ya me está reconociendo que es infantil ser celosa. ¡Punto!, ¡punto para ti!, eso le dará ganas de regresar contigo. Tienes que procurar meter poco a poco en la conversación todo lo relativo a las Enfermedades que les afectaron y aquí dependerá si quieres jugar súper agresiva y echar toda la carne al asador o ser más estratégica e ir despacio en este proceso de reconquista. Podrías hablar de todas las cosas que curaste y al final del encuentro replantear una relación o replantear tener algo con él (más adelante te explico cómo). O podrías, por otro lado, enfocarte en una de las Enfermedades para esta cita y no replantear el tener otra vez una relación, simplemente decirle oye, me la pasé súper bien contigo, me gustaría que siguiéramos saliendo. Y ya. En la segunda cita te enfocas en otra Enfermedad, en mostrarle que hubo otra cosa que sanaste; y en la tercera cita, otra; y en la cuarta cita, otra; y entre la cuarta y la quinta cita, si él no te dice algo, le dices tú que quieres regresar con él. Ya te explicaré esto con mayor profundidad, ahorita estamos en la primera cita: decides si vas a jugarte el todo por el todo y le hablas de una vez, una por una, de todas las Enfermedades, o si te vas tranquila y sólo le hablas de una. Yo te recomiendo que elijas esto último, pero depende de tu carácter. Una vez que le hables de cómo curaste esa Enfermedad (porque lo importante es la Cura, no la Enfermedad), en ese momento donde estén más metidos en la plática, cuando se la estén pasando mejor, que se estén riendo muchísimo, cortas la plática y le dices me tengo que ir. ¿Cómo haces esto? Cuando te acerques para despedirte, lo tomas de las manos, lo miras a los ojos y le dices te extrañé mucho, le sonríes y dices ya me tengo que ir; espero que podamos seguir saliendo, me gustó mucho estar aquí contigo. Te despides y esperas a que te invite para otra ocasión, si lo hace, vamos muy bien, si no lo hace y te dice después nos ponemos de acuerdo, no nos fue tan bien, de cualquier manera te alejas y te vas. Esperas entonces 3 días, si no tiene la iniciativa de recontactarte, no importa, al cuarto día lo haces tú. Si para conquistar a alguien te enseñé a dejar que él diera 2 pasos adelante para tú dar un paso atrás, ahora lo vamos a hacer al revés, porque estamos hablando de una reconquista: tú darás 2 pasos adelante y él 1 paso hacia atrás y así lo irás llevando poco a poco, de manera que la relación pueda reconstruirse. ¿Cuál es la regla general aquí? Tú vas a seguir saliendo con él y coqueteándole físicamente, ya sea cuando lo tocas, cómo lo ves, cómo lo acaricias, cómo le ríes y te ríes con él, cómo descubres tu cuello para que él lo vea, te vistes súper sexy y, si hay algún momento íntimo en que se puedan besar, bésalo, no tiene nada de malo que lo beses. En lo que debes tener cuidado, mucho cuidado, es en no tener sexo con él, pero de eso también te hablo más adelante. A todo lo anterior me refiero cuando te digo “coquetearle físicamente”. Lo que sí debes tener claro en esta parte es que necesitas coquetearle muchísimo para que él te pida volver. Si pasan 4 o 5 citas y él no te pide volver, no te pide nada y siguen saliendo, todo súper bien, como máximo en la quinta cita le tienes que decir me mueve mucho estar contigo, me encantas, me gustaría que nos diéramos otra oportunidad, quiero que volvamos.
No aceptes un luego vemos por respuesta, te tiene que decir que sí o que no. Si te dice que sí, pues ya ganaste y lograste recuperar a tu ex; si te dice que no, tienes que tomar distancia. Él seguirá buscándote, porque ya le demostraste que arreglaste las Enfermedades y que eres atractiva, eres sexy, que tienes estas cualidades que a él le gustan para una pareja, tan es así, que sigue saliendo contigo, pero querrá sacarte algo más; no accedas, a menos que quiera una relación contigo y si ya te dijo que no, le dices perfecto, pues a mí tampoco me interesa una amistad porque me mueves mucho, te quiero mucho y, por eso, no quiero una amistad. Después de eso te separas; si te manda mensaje, le contestas espero que sepas que a mí lo único que me interesa es una relación; si te dice cualquier cosa le contestas espero que sepas que lo único que me interesa es una relación, y así te lo vas a traer hasta que acceda a la relación. Una de dos: o accede a la relación contigo o te deja de buscar, cualquiera de las dos es la señal que estamos buscando para saber hacia dónde te tienes que mover. En el siguiente video te voy a explicar algunos principios generales, pero espero que lo visto hasta ahorita te quede claro. Recuerda, hasta la quinta cita, como máximo; si en algún momento de las 4 citas anteriores reconoces un espacio en donde valga la pena intentar decirle quiero volver contigo, hazlo, no tengas miedo, no tienes que esperarte hasta la quinta cita, si en la cita 1 ves la ventana, díselo, y que sea él quien te diga si quiere o no quiere. Si te dice que no, a partir de ese momento le informas qué es lo que a ti te interesa. Si quieres tomarte tu tiempo saliendo para que se “re-conozcan” más y se den otra oportunidad, está bien: 4, 5, 6 salidas más valen la pena, que se vaya construyendo la relación, que se vaya llenando de amor el jarrito que vaciaron, pero no permitas que las cosas avancen sexualmente hasta que estén dentro de una relación de pareja y maneja los tiempos para que él pueda ver que curaste las Enfermedades de la Relación.
Condiciones para el recontacto Aquí me voy a ir un poco más directo sobre los puntos clave:
1.- Contacto Físico: Puedes tener el contacto físico que quieras, siempre y cuando sea un paso antes de lo que solían tener dentro de la relación de pareja. ¿A qué me refiero? Si normalmente tenían relaciones sexuales, podrías tener un contacto físico intenso en zonas erógenas (el término varía casi que por país: en México, fajar; en España, magrear; en otros lugares, cachondear, etc.), siempre y cuando no lleguen al sexo, porque ustedes ya tuvieron contacto sexual. Si antes no tenían encuentros sexuales y se quedaban en el faje, pues ahora tendrías que detenerte en besos o besos apasionados como máximo; si en su relación sólo llegaron a besos apasionados, puedes darle besos de piquito, pero nada más. La lógica es la misma: puedes llegar a un nivel de contacto previo a lo que él estaba acostumbrado contigo. ¿Para qué? Para que se emocione y se entusiasme con la idea de que viene el premio después; y justo cuando está por llegar el premio, lo cortas y le dices no, yo no te puedo dar el premio hasta que estemos en una relación de pareja, porque sólo hago esto con alguien que quiero de verdad y en una relación duradera. No dirás nada más que no, vas a decir que no y que te mueres de ganas, que se te antoja muchísimo; si te quisieras ver más atrevida, puedes agregar imagínate todo lo que te voy a hacer y le dices todo lo que le quieres hacer, sé explícita sobre lo que sabes lo prende sexualmente y le quieres hacer, pero todavía no puedes porque no están en una relación de pareja, ¡qué lástima!... de manera que lo motives a entrar en esa relación. 2.- Psicología del Compromiso: Él querrá entrar en una relación de pareja por los beneficios que le traiga hacerlo, a mediano y largo plazo, de acuerdo con sus objetivos; él te dejó cuando, desde su perspectiva, en lugar de ser un medio para que pudiera ser un mejor hombre, te convertiste en una carga. Ahora necesitas hacer lo contrario: que le quede claro cómo contigo podrá conseguir esos objetivos de largo plazo mucho más fácil. Primero tienes que identificar cuáles son esos objetivos a largo plazo y, luego, tienes que decirle cómo lo vas a ayudar a alcanzarlos. Si su objetivo es ganar más dinero, pues le vas a decir cómo le ayudarás a ganar más dinero, tal vez colaborando en el trabajo con él o conectándolo con gente que tienes a tu alrededor o ayudándolo a conseguir financiamiento, lo que sea, pero que él vea que contigo puede más que estando solo. El concepto es ¿qué quiere él a largo plazo y cómo es que mi presencia en su vida hace que ese objetivo sea más fácil de conseguir?, porque es probable que él te haya cortado al sentirte como una carga. Afortunadamente ya curaste las Enfermedades de la Relación y vamos a darle la vuelta a lo que pasó antes. Cuando él sepa que puede conseguir eso que quiere y que para llegar hasta allá tiene que entrar en un compromiso, va a meterse al compromiso; si él siente que puede conseguir eso que quiere sin el compromiso, no va a elegir el compromiso. Por eso es súper importante que, aunque te motive muchísimo, no te acuestes con él, que no tengas relaciones sexuales con él y no le des la entrada como novio, mientras no lo sea.
En mi trabajo, una de las situaciones más difíciles de arreglar es cuando te metes a una relación de amigos con derecho con tu ex y desde ahí intentas volver a la relación, eso es de lo más complicado. 3.- Plazo para la Reconquista: Si te toma recuperarlo 5 citas u 8 citas es una regla que pones tú, nada más considera que no puedes estar mucho tiempo en una reconquista, porque vas a bajar la ansiedad que él vive por no tenerte y es probable que en ese espacio de más de 5 citas sienta que puede sacarte lo que quiere y mejor andar con otra en el intermedio. Puedes entonces desmotivarte, dejar de echarle ganas a tu proceso porque él no te aceptó y, con eso, ponemos en riesgo la regla número 1, que tu bienestar está por encima de todo. Mi recomendación es: 5 citas. Si en 5 citas no regresa pierdes contacto, te olvidas de él y nos movemos a lo siguiente. Si en 5 citas quiere regresar contigo, vas a estar súper bien; pero no le des más, porque pones en riesgo mucho de tu integridad emocional. Aunque también lo dejo a tu criterio: si es tu exesposo y llevan 5 citas muy buenas, no quiere decir que ya lo vas a olvidar porque yo dije 5 citas y no importa que tuvieran 10 años de casados, no. Necesitas usar tu criterio aquí, este es un principio básico, pero nunca nadie sabrá más de tu vida que tú misma. Mi otra recomendación es inscríbete al Círculo Interno, ahí siempre habrá un terapeuta a tu lado que te sabrá aconsejar conforme a tu situación particular.
7 Factores de Atracción Vamos a hablar de este tema porque es importante en el asunto de reconquistar a tu ex, aunque no te voy a enmarcar los Factores en situaciones específicas, porque de eso ya se encargan los otros videos. Voy uno por uno y te agrego breves ejemplos de cómo puedes usarlos para hacerte más atractiva y más sensual hacia esta persona que queremos recuperar. 1.- La Apariencia: Todo lo que generas en su percepción visual a partir de tu manera de presentarte. Habrá cosas que a él le llaman la atención, mientras que para otros hombres pasan inadvertidas; ya lo conoces, ya tuviste una relación con él, pon el acento en esas cosas que a él le gustan más. Si a él le gustaban mucho tus piernas, ponte una falda; si le gustaba mucho tu silueta, ponte un vestido entallado; si le gustan los colores brillantes, procura tener un collar o pulseras o detalles que cubran eso que tú sabes que para él es importante. También busca que se vea algún cambio: si antes de romper utilizabas siempre el cabello con una cola de caballo, tal vez este sea un buen momento para empezar a utilizar el cabello suelto, pero que procures que todos estos elementos visuales jueguen para atraerlo, que te veas atractiva. Si sales y más de 3 o 4 personas voltean a verte, vamos bien. 2.- Personalidad: Todas aquellas características que te hacen persona, que te dan una presencia individual en el mundo, son tu personalidad. No obstante, es posible distinguir algunos patrones, que nos permiten hablar de perfiles, coincidencias entre diferentes personas, al punto de que hay teorías de la personalidad, estilos, etcétera. Lo que nos interesa de este tema es que desarrolles la habilidad de ser receptiva con aquellas personalidades que son distintas a la tuya. Estas personas que creen que siempre tienen la razón y descalifican al otro porque no piensan como ellos, actúan así porque no reconocen otros tipos de personalidades. Tú tienes una personalidad atractiva cuando sabes de las diferencias del otro y las puedes incluir en la conversación y en la interacción en general. 3.- Carisma: Son carismáticas aquellas personas que atraen a los demás con su manera de hablar o con su porte o con su sonrisa, con su mirada. No es lo mismo carisma y personalidad, porque tú puedes tener cierto tipo de personalidad que se lleve bien con alguien más, pero no tener el carisma de atraer a los demás, de atraer a mucha gente. Entonces, tu personalidad funciona con otra, o con varias, pero tal vez no con la mayoría. Alguien carismático puede estar frente a 40 personas y conquistar a 35 de ellas. Porque te mira a los ojos mientras habla, porque sonríe constantemente, porque no tiene miedo de equivocarse, porque tiene cierto porte al caminar (y con porte me refiero a tener una buena postura). Estos detalles (que tienen su sustento en la seguridad, pero eso es otro punto) te hacen atractiva para la generalidad de las personas, lo que diferencia carisma y personalidad. 4.- Seguridad: Como te mencioné, está vinculada con el carisma. Se trata de que, pase lo que pase, tú vas a estar bien. Vas a salir con este hombre, con quien intentas recuperar la relación que tuvieron, pero si él ya no quiere tener una relación contigo, no importa, todo va a estar bien y tú sabes que estarás bien. Si, de verdad, ya te compraste esa idea, vas a transpirar por los poros la seguridad de que si quiere, bien y si no quiere, también.
Si, por otro lado, tienes ansiedad porque si te equivocas él te abandonará y vas a perder todos los 30, 35 días que llevas trabajando, eso también se siente y no van a funcionar las cosas. Acuérdate: tienes que estar lista para separarte de él para poder recuperarlo. Por eso la seguridad es tan, tan, tan atractiva; de ahí que esos hombres desapegados, desinteresados, son los que más llaman la atención, porque proyectan mucha seguridad en sí mismos. 5.- Posición Social: Cuando éramos tribales, los que comían primero eran quienes cazaron la comida, el resto tenía que esperar su turno; si no te vinculabas con personas que ocuparan la parte alta del estrato social, corrías el riesgo de morir. Esto llevado a millones de años de evolución se convierte en las personas de alto estatus, por eso las celebridades o los actores o los dueños del establecimiento o los líderes, estas posiciones, tienden a generar una atracción generalizada. Si te subes a un pódium a hablar de poesía, puede no ser el tema más popular del universo, pero el solo hecho de estar allá arriba te da un atractivo frente a aquellos interesados en la poesía. 6.- Cosas Materiales: Hablamos aquí de todo aquello que usas para comunicar, de manera inconsciente, que tú puedes hacer las cosas. El dinero no es malo, es una herramienta que utilizas para abrirte paso en el mundo. Cuando tienes menos dinero, te puedes abrir menos paso, por eso tienes más complicaciones; cuando tienes más dinero, pasa lo contrario. Estos detalles, el tipo de lentes que llevas, el tipo de blusas que te pones, los tacones que compras, los sitios que frecuentas, hablan algo de ti. Mucho por lo que la marca en cuestión quiere decir y mucho, también, porque comunicas tu personalidad a través de estos detalles. No quiere decir que deben ser cosas caras, quiere decir que son cosas significativas, que también cuenten una historia de ti. No creo que tengas problemas con esto, porque como mujer tú te fijas en todos los detalles, pero igual te lo comparto. 7.- Estilo de Vida: Se vuelve atractivo cuando te dan ganas de que te inviten a tener algo así de divertido en tu vida. Si eres una mujer que de día es dentista y por las tarde le gusta hacer velerismo o te gusta practicar algún deporte extremo, seguro eres muy atractiva, muy deseable, porque puedes tener 2 cosas que, tal vez son distales, pero que le dan mucho sabor a la conversación y a la convivencia contigo. Estos extremos generan mucho magnetismo en el otro. Ahora que te mencioné los 7 Factores de Atracción Personal, identifica tus áreas de oportunidad para proyectarlos, directa o indirectamente, mientras tienes esta primera cita del segundo capítulo con él. Y si no puedes manejar los 7 en esa cita, intenta manejar al menos 3 o 4 y, en la siguiente cita, el resto, para que después de 2 o 3 encuentros tengas balanceados estos 7 Factores.
Agradecimiento final Muchísimas gracias. Acabas de llegar al final del taller Cómo Recuperar a Tu Ex y Cómo Recuperarte a Ti Misma. Me da muchísimo gusto que podamos estar aquí, leyendo este texto, porque quiere decir que eres de las pocas mujeres que deciden invertir en sí mismas y de las muy, muy pocas que, además de invertir, terminan los cursos. Muchas mujeres hacen la compra, ven el primero, segundo video y no hacen más. Tú no, tú estás aquí leyendo esto porque trabajaste las Enfermedades, mandaste la Carta de Corte, hiciste la reconquista, llevaste el proceso completo. Quiero mandarte un fuerte abrazo a nombre mío y a nombre de todo el equipo de comoconquistarunhombre.com, porque para nosotros es súper valioso que hayas hecho esta contribución, que nos permite seguir desarrollando talleres para ti. También quiero decirte que todo esto no termina aquí, ahora se puede abrir una nueva faceta de tu vida, en la que muchas cosas buenas pueden ocurrir, dependiendo de tu caso. Si lograste recuperar a tu ex, te recomiendo el curso Técnicas de Atracción, porque en él hablamos de todas las formas en que una relación de pareja puede hacerse más fuerte y puede evitar que venga la ruptura. Te enseño desde cómo manejar las peleas, cómo hacer acuerdos, cómo poner límites, estilos de motivación, estilos de comunicación, técnicas de Programación Neuro Lingüística para evitar conflictos y cómo puedes motivarlo a él para que juegue este mismo papel contigo. Si, por otro lado, no lograste recuperarlo, ya sea porque él no quiso o porque tú ya no quisiste, lo primero que te recomiendo es que reconozcas el gran esfuerzo que hiciste al tomar este taller y todo cuanto creciste como mujer; y lo segundo es que continúes con este crecimiento, a través de nuestro curso A Seis Pasos Del Amor. En este taller te llevo desde cero hasta conseguir una buena relación de pareja, pasando por todos los principios básicos para que esta relación sea estable, sana, divertida y duradera, que es lo más importante, que sea una relación que te va a durar muchísimo tiempo. Es un taller que se lleva en 6 semanas, cada semana te doy 2 horas de contenido, en 1 de ellas te explico los temas y la otra son preguntas y respuestas con las chicas que tuvieron el evento en vivo y, así, poco a poco te voy llevando con tareas hasta que tienes tu relación de ensueño. Una vez que te he dicho esto, no me queda más que agradecerte una vez más y pedirte que si tuviste una buena experiencia con este taller para recuperar a tu ex, incluso si no la tuviste, estoy súper interesado en escuchar de ti. Si mandas un correo electrónico a
[email protected] o a
[email protected] con tu testimonio, sea positivo o negativo, si te tomas el tiempo de platicarnos qué pasó con tu vida, yo te voy a regalar el 50% en cualquiera de nuestros productos, el que sea, 50%.
Lo único que te voy a pedir es que le agregues una fotografía, porque la fotografía le da más credibilidad y tú sabes que lo que hacemos aquí es en serio, no me voy a poner a buscar por internet fotos genéricas para burlarme de la gente. Yo quiero que si a ti honestamente te sirvió esto y cambiaste tu vida, me regales una foto tuya y tu testimonio, para que otras mujeres vean que también pueden cambiar la suya. Y yo, en reciprocidad, te daré ese 50% de descuento en cualquiera de nuestros productos. Te mando un fuerte abrazo, eso es todo por mi parte; te manda otro todo el equipo que está detrás de mí y nos vemos en el siguiente. Hasta luego.
CASOS ESPECIALES Amigos con derecho Ahora son amigos con derecho, pero nunca volvieron como pareja. Este caso es de los más difíciles de resolver y, a la vez, de los más fáciles. Te lo digo porque, si no exactamente, fue muy similar a lo que llegué a vivir. El punto aquí es que ninguno de los 2 sabe poner el límite, ni tú ni él saben decir hasta dónde sí y hasta dónde no; son capaces de meterse y separarse, meterse y separarse y no importa la separación, porque saben que tarde o temprano habrá otra entrada; y puede ser una separación de 10 días, 15 días, 1 mes, mes y medio, y tampoco importa, porque saben que al rencontrarse volverán a tener sexo y estarán dentro de la relación de nuevo. Es una dinámica que se vuelve adictiva, emocionalmente súper desgastante (no me dejarás mentir) y de las más difíciles de eliminar. Lo primero que necesitas es reconocer que el error estuvo en que te acostaras con él antes de restablecer una relación de pareja formal. Y por formal me refiero a que su círculo social los haya visto juntos y tengan claro que son novios o pareja de nuevo, porque entonces el paso de volver a terminar se hace más complicado, armas mejor las condiciones para que las cosas permanezcan así. Ese fue el error que cometiste y no puedes cometerlo de nuevo. Ya que estás teniendo relaciones con él tenemos que evaluar cuánto tiempo ha pasado desde que terminaron la relación formal hasta hoy. Si tuvieron un noviazgo formal hasta hace 1 año y desde entonces sólo ha habido sexo entre ustedes, ya no podemos hablar de recuperación sino de reconquista y es un proceso diferente, del que no te puedo hablar aquí porque es muy extenso y es otro tema, totalmente. Entonces te digo no lo puedes recuperar, tal cual. Si estamos hablando de que terminaron hace 30 días y llevan 10 sólo con sexo, todavía es posible recuperarlo. Espera una noche en la que tengan muy, muy, muy buen sexo y, al final, aplícasela: así, aunque los hombres lo odiemos, suéltale el clásico ¿qué somos?; sé que te he dicho un montón de veces que eso no se hace, pero en este contexto sí se hace, porque buscamos que te rechace. No importa que te duela, será planeado y estarás bien. Le vas a preguntar qué está pasando en la relación y él te dirá vámonos con calma, no sabemos, tú déjate llevar, la luna y las estrellas… no querrá formalizar nada; al momento de despedirse le dices necesito que formalicemos algo, porque así no puedo seguir con esto y él te dirá que tranquila, que no te preocupes, que ya verán. Si te formaliza en ese momento, pues ya ganaste, recuperaste a tu ex, ocúpate de no perderlo de nuevo; si, por el contrario, te da largas y/o pretextos, al día siguiente le entregas la Carta de Corte y no te vuelves a presentar hasta dentro de 35 días. Esto tiene el mismo principio que explico para los casos en que la ruptura ha durado entre 40 días y 6 meses, en que la estrategia es acercarte para pedirle una nueva oportunidad, él te rechaza, entregas la Carta y empieza el proceso.
Será un poco complicado para ti exponerte al rechazo, sabiendo que lo más probable es que te diga que no, pero es la única posibilidad que tenemos para recuperarlo. Porque si simplemente te desapareces, sin tener ese contacto emocional íntimo después de haber tenido sexo con él, lo más probable es que lo resuelva buscando a otra con quien tener sexo y no queremos eso, queremos que él sienta este vacío por haberte perdido y solamente te puede perder si te tiene. Entonces, te vas a dar a él para que pueda sentir que te vas.
El tiene otra pareja Lo primero que quiero decirte es que hago mi mejor esfuerzo por explicarte la lógica del proceso. Sin embargo, tiene mucho que ver con los tiempos. Recuerda que no hay estrategias ni técnicas buenas o malas, sino momentos buenos y malos. Así como hacerte la difícil al principio de la relación puede ser muy bueno, hacerte la difícil con tu pareja es muy malo. Es necesario tenerlo presente antes de explicarte lo demás. Cuando él ya tiene otra pareja, el punto importante es en qué etapa de su duelo consiguió a esta otra pareja y si se trata de algo casual o de algo formal. ¿A qué me refiero con formal? A que públicamente asuma que está con ella y le da su lugar enfrente de amigos, de familiares y, básicamente, de quien sea. Si tú ves en sus redes sociales una foto dándole un beso a otra, es importante, porque todo mundo lo ve besando a otra; pero es mucho más importante que publique que tiene una relación con ella o que lo veas en una situación social presentándola como su novia. Si, por otro lado, sólo lo ves en un bar con otra mujer o lo ves en la calle tomado de la mano de otra y nada más, no le daría tanta importancia como verlo en un lugar público, social, reconociéndola como su pareja. En los videos que te regalé para que conocieras tus probabilidades de recuperar a tu ex, te expliqué cuáles son las Etapas del Duelo. La última de ellas es Aceptación, cuando él logra darse cuenta de que ya te superó y ya no quiere saber de ti; o sí podría saber de ti, porque ya no es tan relevante, ya te superó y podría incluso tener otra pareja. Después de la Aceptación será mucho más difícil que considere terminar con la relación que apenas está comenzando. Si ustedes apenas terminaron e inmediatamente él comenzó una relación con otra, él todavía está en Negación y, como parte de esta, se relaciona con otra mujer, para decir no oigo, no oigo, no oigo, no me duele, no me duele, no me duele haber terminado una relación y, como no me duele, agarro a la que tengo al lado y empiezo una relación con ella; es demasiado rápido para cerrar el ciclo, ni siquiera para pasar la primera etapa. Al estar en esta etapa de Negación, o tal vez en el inicio de la Ira, tienes todas las posibilidades del mundo de que termine con ella, porque solamente la tomó para negar que terminó una relación contigo o para demostrar su ira y su enojo hacia ti (por cualquier cosa que hayas hecho y lo tenga resentido) a través de esta nueva persona. Este enojo y esta ira pasarán y, cuando terminen, él entrará a la Negociación; en esta etapa, él va a reflexionar si valió la pena o no cambiarte por la mujer que tiene ahora a un lado, porque pasada la Negación regresarás a su mente. En este punto es altamente probable que empiece a darse cuenta de que esta nueva mujer también comete errores, que también es humana, como tú, como él; ahí hay un espacio para que
puedas entrar para la reconquista, pero solamente hasta que él ya le quitó el estatus de negación y de enojo a sus pensamientos sobre ti, tiene que haber pasado a la Negación o estar mucho después de la Aceptación para poder recibirte. Es por eso que en tu caso se vuelve mucho más crítico que hayan pasado al menos 30, 35 días desde su separación. Digamos que el día 1 es cuando terminan, para el día 10 ya está con otra y tú lo buscas en el día 12, seguirá enojado contigo y su manera de ignorar, de negar su enojo, es a través de ella y no te va a recibir para nada. Pero si llegas en el día 30, 35, ya pasó la Negación, ya pasó la Ira, está en la Negociación y es ahí cuando podrás mostrarle toda la mejoría que has tenido con las Enfermedades de la Relación. No sólo eso, inevitablemente comparará esa gran mejoría con la relación que tiene ahora y, si esta nueva relación no está cumpliendo las expectativas que él tenía, es muy probable que la termine para regresar contigo. Ahora, ¿cuáles son esas expectativas? Tú las conoces, porque ya tuviste una relación con él, ya sabes qué le gusta y que no le gusta, ya sabes qué lo prende incluso sexualmente y qué cosas no. Cuando lleguemos al módulo de reconquista procura agarrarte de esos puntos, de tu conocimiento previo. Sólo ten muy en cuenta que hay que esperar este espacio en donde él se pelee con ella o donde tenga algún conflicto interno durante la Negociación, para que puedas aparecer y entrar ahí. También tengo que hacerte una advertencia sobre todo este tema: si él ya tenía que ver con ella antes de que tú lo supieras, antes de terminar su relación contigo, lo que hemos hablado hasta ahora no va a funcionar. Si, digamos, él te cortó en junio, pero estaba saliendo con ella desde febrero, quiere decir que ella no es resultado de la Negociación y la Ira, quiere decir que tu relación se empezó a morir mucho antes de que te dieras cuenta y esa es una muy mala noticia, porque significa que no importa lo que hagas ahorita, él empezó a desapegarse de ti y a vivir su duelo, aun estando en la relación contigo y, para cuando llegó a la Aceptación, fue que te dejó ir. De ser este el caso, lo que te digo es olvídate de recuperar a tu ex, sigue con tu proceso personal y vamos a pensar en tal vez, sólo tal vez, reconquistarlo cuando rompa con ella, si es que tal cosa sucede. El riesgo aquí es que si te quedas a la expectativa de que él corte con ella y esto no ocurre, te vas a quedar anclada a tu pasado, esperando que algún día esa oportunidad llegue o saldrás con otro hombre pensando bueno, estoy con él en lo que corta fulano y no te permitirás a ti misma tener una bonita relación con ese nuevo hombre. Lo que te digo por ahora es déjalo ir, no lo podemos recuperar en este momento y, si en el futuro incierto, él vuelve a estar soltero y tú también, ya veremos una reconquista. Pero no que te vayas mirando hacia atrás a ver a qué hora te regresas. Espero que de todas formas trabajes las Enfermedades, porque te ayudará a que no te pase lo mismo con tu próxima pareja.
Relaciones a distancia Para recuperar a tu ex en una situación a distancia hicimos un video completo de más de 1 hora, donde te explicamos un sistema particular para esta circunstancia, porque todo el asunto de la Carta de Corte y del recontacto cuando no están a veces ni en el mismo país, no aplica muy bien. Empecemos por establecer los criterios para identificar cuándo hablamos de una relación a distancia: cuando tienen una relación formal, públicamente reconocida, y tienen distancia física de por medio. Te parecerá una obviedad mi definición, pero hay mujeres que tienen al galán en la misma cuadra o incluso en el piso de abajo, en la misma torre de edificios, y no se ven o se ven cada 15 días, cada 3 semanas, todo su contacto es por mensajitos de WhatsApp, de repente se topan por ahí, 3 semanas no se ven y 1 sí, ese tipo de situaciones son a distancia, esa es la distancia. Y, si mucho me apuras, más que abordarla como una circunstancia especial, habría que tratar esa relación por la Enfermedad del Abandono. Porque aquí no importa tanto el asunto de la distancia como el abandono, porque sí pueden verse, si bajas los 3 pisos lo encuentras, es sólo que no quieren hacerlo ni tú ni él o si estuvieran a dos horas de distancia él podría ir a verte al menos una vez a la semana y no quiere. Evidentemente el problema no es que se trate de una relación a distancia, sino que tu relación está enferma de abandono, ¿ok? Vamos entonces a revisar lo que pasa con una verdadera relación a distancia, en la que se llevan súper bien, se veían una vez por semana o cada 15 días, él vive en otro país o a 3, 4 horas de distancia, pero mientras estuvieron juntos hicieron el esfuerzo para verse mucho o cada 2, 3 meses viajaban juntos durante una semana, cosas así; hasta que se perdieron. En este caso, donde la relación existía, se reconocían públicamente, se veían con alguna regularidad y llegaron a convivir en viajes, es cuando sí aplica este sistema para recuperar a tu ex. Y aplica junto con el video del que te platiqué antes y que no te puedo explicar aquí, porque todo el sistema cambia, ni le puedes dar la Carta de Corte ni puedes emprender la reconquista, porque vive en otro país o a 6 horas de distancia, es exponerte demasiado viajar hasta allá y presentarte de improviso. Tal vez podamos hacerlo, pero tiene que haber una fundamentación más sólida. El presente video es sobre todo para explicarte que la distancia no implica nada más kilómetros, él puede vivir en el mismo barrio que tú y aun así estar a distancia, porque no ha decidido tener contacto contigo y ahí no necesitas poner el foco de atención en el espacio físico sino en el emocional y eso lo haces trabajando la Enfermedad del Abandono.
Tienen hijos juntos En esta situación cambia la perspectiva del tiempo, porque ustedes mantendrán contacto por al menos el tiempo que resta para que el menor de sus hijos alcance la mayoría de edad. Esto evitará que puedas tener un espacio muy prolongado de silencio, sea porque él quiera ver a sus hijos o lo quieras tú, dependiendo de quién tiene la custodia. También la reconquista puede tomar más tiempo, es decir, hay algunas cosas que serán diferentes. Por el contrario, la Carta de Corte sigue siendo la misma, sí la vas a mandar; el espacio de 35 días se mantiene, con la única variante de que si lo ves para entregarle o recibir a tus hijos, salúdalo cordialmente y no cruces una palabra más con él, no se pongan a platicar de los niños ahí mismo, no lo dejes que te platique cómo les fue, no te pongas a decirle como te va con ellos, nada, si tú lo ves a él con la sonrisa en la boca, ¡qué bueno!, con la sonrisa en la boca agarras a tu niño y te vas. ¿Por qué tan rígido y terminante? Porque eso es lo que va a generar en él la ansiedad para que quiera volver contigo. Esto es otra de las cosas que cambian. Respecto a la reconquista, tienes que hacerte a la idea de que muy probablemente te tome más tiempo que a una mujer sin esta circunstancia, porque cuando ella entrega la Carta de Corte el hombre siente ¡se me va!, ya no la voy a ver de nuevo, de verdad no me contesta, de verdad no habla conmigo y ya no va a existir en mi vida, se le hace un vacío gigante y, cuando ella reaparece, la quiere abrazar como para evitar que vuelva a irse. Cuando tienes hijos con él este vacío nunca es así, en el fondo sabe que te va a ver la próxima semana, sabe que sigues siendo la madre de sus hijos. Entonces, este vacío inconsciente que se genera en los otros casos, en el tuyo no existe. Por eso necesitas estar preparada en que no te bastarán 4 o 5 salidas, tal vez se requieran 10 o 15, será una reconquista más sutil, por así decirlo. Y también es una reconquista con mejor pronóstico porque, el hecho de tener hijos juntos, es un vínculo mucho más fuerte que el de cualquier pareja que no los tiene, es también una gran, gran ventaja. Abro un paréntesis para recomendarte que nunca hables mal de tu esposo con tus hijos, no los utilices a ellos como herramientas para manipular a tu esposo o para conseguir que regrese, eso no se hace. Cuando estaba en la universidad los maestros nos solían decir es que los papás llegaron agarrándose a niñazos, eso está súper mal, si haces algo así no sólo alejarás a tu pareja, sino que vas a lastimar a tus hijos y su potencial de tener una pareja en el futuro, porque todo esto que aprenden hoy determinará lo que quieran tener dentro de 20 años y acabará siendo disfuncional. Háblales bien de su papá, mantente a la distancia, al menos en este espacio que necesitas aprovechar para sanar las Enfermedades de tu relación, para que las trabajes y las conviertas en fortalezas; trabaja igual la parte de la reconquista, ignora la parte en que te digo que después de 5 citas te olvides de él, esa parte simplemente suprímela, como ya te expliqué. Sé paciente en cuanto a los tiempos, te reitero que tus posibilidades son considerablemente más altas, no estamos hablando de un ex cualquiera, es el padre de tus hijos; si estás leyendo esto porque lo amas y crees que pueden tener una vida felices, apuéstale a eso y ten paciencia.
Trabajas con él Será diferente si es tu jefe que si es tu subordinado o si es un proveedor o es un cliente o es alguien con quien simplemente tienes algún tipo de relación de trabajo y están en áreas totalmente distintas. Cuando es una jerarquía directa, que pueda ser tu jefe o tu subordinado, y necesites darle o recibir órdenes de él, en ese momento el trato debe ser totalmente profesional, ignorar todas las llamadas de atención personal, todos los gestos, los cumplidos, sonrisas, todo, y mantener una actitud fría, fría y distante. Al mismo tiempo que haces todo lo que te corresponde desde el punto de vista profesional. Este frío y distante no es para hacerle notar que estás molesta y sienta que estás haciendo una escenita de 30 días, no, sino para que se dé cuenta de que no vas a ceder ante un recontacto cuando él lo busque. Eso es todo. Tal vez puedes tomar esta actitud durante la primera semana y de ese momento en adelante, una vez que hayas dado la Carta de Corte (en este tema el proceso es el mismo), te portas con él tan linda como lo harías con cualquier desconocido, con quien no te interesa tener contacto a futuro. Él te habla, le contestas, le sonríes y volteas para otro lado; no continúas conversaciones, no sacas plática, no contestas comentarios “coquetos” (aunque lleguen por correo electrónico o cualquier medio electrónico), no caritas por Facebook, no nada. Una cosa es que le contestes porque tienes que trabajar con él y es tu jefe o tu subordinado y otra es que le sonrías al buenos días y le digas me encantó mi fin de semana, déjame te cuento…; eso lo vamos a eliminar totalmente. Si, por el otro lado, él es un colaborador de otra área de la empresa o un proveedor, hay que calibrar qué tanto valor comercial tiene para ti, para tu área, que tú tengas contacto con esa persona. Si es tu proveedor principal, pues sí, aplica lo mismo que te acabo de explicar para tu jefe directo; pero si es un proveedor de menor importancia para tu empresa (desde el punto de vista financiero), dale a alguien más la responsabilidad de tratar con él y tú ya no lo hagas, delégalo con algún amigo o compañero de oficina que te haga el favor de tomar a ese proveedor. Si no es necesario para tu trabajo que tengas trato con él, pero por estar en la misma empresa salen a comer a la misma hora y eso se presta al contacto, cambia tu hora de comida y listo; busca la forma de reducir a cero las situaciones de interacción y, cuando no sea posible, vete solamente por la línea de la cordialidad.
Tú ya tienes pareja Aunque ciertamente es raro, este caso es tan posible que estás leyendo este texto. Por algún motivo tú lo cortas, o él te corta, y decides andar con alguien más; ya sea porque tenías la curiosidad de conocerlo o porque te movió mucho el tapete al hacer cosas que no hacía quien era tu pareja o por lo que tú quieras, pero ya que estás ahí, ya que te metiste en esta nueva relación, cambias de parecer y quieres regresar con el anterior. El problema es que el nuevo está ahí, frente a ti, y ha resultado ser de esos novio que parecen más tu amigo, porque hacen todo bien, pero tú no sientes nada, ya te metiste y ahora no sabes cómo zafarte (porque si supieras no estarías revisando este apartado, sería tan fácil como cortarlo y hacer el curso como va, desde el principio). Tengo que decirte que aquí hay de dos: ya estás con él y ya sabemos tú y yo que quieres terminarlo para irte con tu ex, ahora la pregunta es ¿cómo lo terminas?, ¿cómo haces para terminar con él sin dejar las cosas tan mal y que puedas cómodamente regresar con quien realmente quieres estar? Primero date cuenta de que si le avientas un rollo al que hoy está contigo de que no eres tú, soy yo; necesito tiempo; quiero pensar las cosas; tengo que acomodar mi vida; estoy confundida… y todas esas cosas, probablemente lo entienda y te deje ir. Pero cuando pasen los 30 días y hayas recuperado al anterior, entonces te va a reclamar, se va a sentir engañado cuando vea que sí podías estar en una relación, sólo que no con él y no se lo dijiste, no fuiste honesta. Desde luego, su reacción depende del tipo de persona que sea, pero es probable que al quedarse con una mala vibra hacia ti quiera causarte problemas. Esto podría ser irrelevante si es alguien a quien conociste de manera aislada y no forman parte del mismo círculo social o podría ser lo contrario. En el primer caso yo diría que no le des tanta importancia, déjalo ir, dile la historia clásica y vamos a recuperar a tu ex, pero si vas a tener contacto con él en el futuro mejor sé honesta y dile lo que está pasando; si no te salen las palabras, escríbele una carta, eso se me hace lo más fácil. En esa carta reconoce todo lo bueno que ha hecho por ti, todo lo que te ha ayudado a crecer como persona y le dices que tus sentimientos están en otro lado, así, que lo sientes mucho y que tus sentimientos están en otro lado. Y así como él dijo que iba a estar contigo, que iba a ser tu pareja, que te iba a querer y te iba a respetar, tú estás siendo recíproca a esas emociones diciéndole la verdad, se la dices porque lo quieres. Una vez que le explicas todo esto en la carta, lo invitas a salir, tienes un gesto bonito con él y se la entregas para que la lea frente a ti, no seas cobarde, no se la des y huyas para que después él la lea solo, porque eso va a generar cierta fricción entre ustedes y lo seguirás viendo; dale la carta, deja que la lea frente a ti y apunta al final de la misma carta algo así como cuando termines de leer esta carta, por favor, no digas nada, simplemente abrázame y despidámonos… o algo así. Cuando cortas a alguien suele suceder que el otro quiere negociarlo, como si estuvieran comprando y vendiendo algo, no, no, no, espérate, qué tal que yo cambio esto o puedo cambiar lo otro o estoy dispuesto a ser una mejor persona o lo que tú quieras, siempre existe este proceso con quien no quiere dejar la relación. Con esa nota al cierre de la carta, justo cuando veas que terminó de leerla, toma la iniciativa y abrázalo tú para que se detone el activador y él pueda, de manera inconsciente, dejarte ir.
Procura que todo esto suceda en un lugar del que puedas retirarte fácilmente, no lo hagas en un café, donde después de la escena haya que pedir la cuenta y esperarla; uno, como hombre, si vas a cortar a alguien no lo haces en tu coche, porque la cortas y luego cómo la bajas, es muy incómodo. Como mujer, busca un lugar del que te puedas ir, el coche de él es bueno para ti: te bajas y te vas, es importante considerar eso. Y que tengas la delicadeza de agradecerle ahí, en persona, por todo lo que hizo; procura ser cordial, porque él no tiene la culpa de que no hayas sabido organizar tu corazón cuando le dijiste que sí.
Vives con él Esta es una situación complicada porque toda la dinámica que tienen de relación es súper profunda. Desde el ritual que tienen para despertarse, para irse a dormir, para comer, para no comer, hasta pequeñas formas que deben tener para molestarse uno a otro cuando están enojados, estos detalles que dejas por ahí y que a él le molestan, y viceversa; y, muy probablemente, una de las formas “favoritas” de molestarse el uno al otro sea dejar de hablarse. Seguramente al ver el curso pensaste ¿cómo le hago para no hablarle durante 30 días? o, por el contrario, ¡qué fácil es no hablarle durante 30 días! Pero el contacto ahí sigue, porque se ven las caras, duermen juntos o tal vez él se pasó a otra recámara, pero se encuentran constantemente. El sistema no funciona igual bajo estas circunstancias. En el momento en que le entregues la Carta de Corte, necesitas salirte de la casa. Sí, yo sé que te va a costar mucho trabajo, que será muy retador para ti, sería tal vez más fácil sacarlo a él, pero si fuera así no tendrías control sobre el momento para el recontacto; si lo corres de la casa y sí se va, ¿cómo le vas a hacer después para el recontacto?, tendrías que ir tú a buscarlo; si te sales tú es mucho más fácil, tan fácil como regresarte a la casa. De ser necesario, acude a un hermano, hermana, amiga muy cercana, tus padres, alguien que te pueda recibir temporalmente, porque necesitas salirte, perder el contacto; dejarle la Carta, irte de la casa e iniciar el proceso como lo estamos viendo para el resto de los casos, esa es la parte importante. Y, a la hora en que veamos el recontacto, que seas tú quien regresa a la casa, con esta nueva intención de mejorar las cosas. Ahora, no será lo mismo si viven juntos, pero en unión libre, que si viven juntos porque están casados; la situación tiende a ser diferente, porque si están en unión libre y te sales, él podría pensar pues ya se acabó la relación y ya no vamos a volver nunca, puedo empezar a hacer otra vida y la ansiedad que genera que de repente te salgas es mucho, mucho, mucho más grande. Si, por otro lado, están casados y te sales, la ansiedad que generas (porque sí la generas) es de menor intensidad, porque en el fondo ambos saben que hay muchas cosas que los unen y, así sea para cumplir con todos los trámites, tendrán que seguir viéndose para el divorcio. Por eso conviene que te hagas a un lado y empieces a trabajar en ti misma, para que los resultados te traigan el impacto que estamos buscando. Lo que definitivamente no puedes hacer es quedarte ahí; y lo que tampoco te recomiendo es que lo corras a él, porque se complicará el recontacto. Sé que puede generarte mucho conflicto salirte de tu casa, pero a situaciones extremas, medidas extremas. Si estás viendo este curso para recuperar a tu ex, tú lo consideras tu ex y vives con él, necesitas que se materialice el concepto de EX también en su mente y no nada más en la tuya y salirte de la casa es una de las cosas que hay que hacer con ese fin.