Zero Escape: 9 Hours, 9 Persons, 9 Doors (Spanish Translation/Localization) (Intro Sequence)
● https://www.youtube.com/embed/QUYdEyhbaR8?start=21&end=422 Este juego no está basado en hechos reales. Todos los nombres, personajes y situaciones representados en esta producción, son ficticios. Un fuerte ruido despertó bruscamente a Junpei. Al mismo tiempo que adecuaba sus ojos a la luz, se percató que sus alrededores eran desconocidos. Junpei: ¡Ouch! Haciendo “crack”, la cabeza de Junpei chocó con algo metálico. Rodó hacia un lado, estirando la mano en busca de algo con que sujetarse, pero solo encontró el vacío. Perdiendo el balance y aún confundido por entender que sucedía, Junpei cayó hacia el frío y gris piso. Junpei: ¡Aaaaargh! ¡Maldición! ¡Bah! ¿!Qué demonios!? Junpei miró el resto del cuarto, todavía tratando de determinar dónde había despertado. El golpe lo desamodorró por completo, y finalmente observó desde dónde había caído. Una litera. Una litera de tres niveles, para ser precisos. Junpei había caído desde la cama más alta. Le dolía el hombro, la rodilla, la cadera… el cuerpo completo. Sentía un chichón formándose en la frente, donde previamente se había impactado con el techo , que era muy bajo. Se preguntaba si era la razón por la cual tenía la visión algo borrosa, pero era improbable. Al principio pensó que el temblor que sentía a través de sus piernas era simplemente otro efecto del súbito despabilo, pero conforme observaba a su alrededor, se dió cuenta de la realidad… el cuarto entero estaba temblando.
Se preguntaba si era un terremoto. No parecía. Las oscilaciones eran muy rápidas para serlo. Trataba de convencerse de que era importante. Junpei frotó el chichón en su cabeza, y cautelosamente se puso de pie. Recuperando el equilibrio, finalmente echó por primera vez un buen vistazo del cuarto... … y murmuró para sí mismo… Junpei: ¿ Dónde… Junpei: … estoy? Habiendo olvidado momentáneamente el dolor ante las circunstancias desconcertantes, Junpei miró detenidamente un vez más el cuarto. Varios minutos pasaron mientras Junpei seguía tratando de ubicarse. Los temblores cesaron tan repentinamente como habían comenzado. Cayó un silencio espectral en el cuarto. A lo lejos, Junpei pudo escuchar un chirrido metálico. Sintió su estómago tensarse. De las miles de posibilidades que pudieron haber causado el sonido, pensó que ninguna podría ser buena. En un intento por distraerse de lo ocurrido, Junpei echó otro vistazo al cuarto. Había una estufa que parecía más vieja que funcional. La litera de 3 niveles tenían colchones tan delgados que apenas podían ser diferenciados de una cobija. Del otro lado del cuarto había una cama idéntica, e, incrustada en la pared, entre las camas, una puerta de hierro levemente sucia. La primera cosa que Junpei notó sobre la puerta, fue el número que vagamente la engalanaba. Sobre la superficie, alguien había escrito con pintura roja… ---5--Junpei: ¿ 5? Junpei: ¿ Qué significa este 5? Con sospecha y completa duda, Junpei se acercó lentamente a la puerta. Estando por fin frente a ella, Junpei tomó la manija con forma de “L”. Empujarla no la hizo mover. Tampoco jalarla.
Intentos subsecuentes terminaron por cementar la verdad para Junpei: La puerta no abriría sin importar cuanto empujara o jalara. La manija no cedería. Al costado de la puerta, se encontraba un dispositivo extraño que le recordaba a Junpei a un lector de tarjetas. No hacía falta ser un genio para comprender que era la causa que mantenía la puerta cerrada. Junpei llamó con fuerza a la puerta Junpei: ¡ Hey! ¡Hola! ¿¡Hay alguien ahí!? Junpei: ¡ Abran la puerta! Nadie respondió. Junpei lanzó su puño izquierdo para golpear la puerta---y se detuvo Junpei: ¿Qué demonios es esto…? No estaba completamente seguro de que más decir. Sobre su muñeca izquierda, yacía un brazalete de algún tipo que jamás había visto antes En el centro, había una pantalla de LCD. No parecía muy distinto a un reloj, pero no lo era, Después de todo, solo mostraba un solo dígito. Junpei: ¿ (5)...? Junpei: E s… es el mismo número que el de la puerta Era verdad. Los números concordaban, pero no tenía idea de lo que pudiera simbolizar. Lo único que sabía es que era extraño, reciente, y que quería quitárselo. Junpei volteó su brazo boca arriba con el afán de intentar removerlo, como si de un reloj se tratase, pero… El otro lado del brazalete era completamente plano: Sin hebilla, sin broche… nada. Junpei suspiró, y giró nuevamente el dispositivo. Alrededor, en el borde de la carátula, tenía algunos pernos. Quizás… Los presionó, pero nada ocurrió. En un reloj ordinario, podrían haber funcionado para ajustar la hora o la fecha, pero en este caso, no hacían nada. Junpei estaba de frustrado. Que iba a hacer?
Desesperándose, comenzó a tratar de forzarlo, tirando de él. Sin embargo… Junpei: ¡Urrrg! Junpei: ¡Maldición! ¡Ugh! No está funcionando… ¡Está mierda no se puede quitar! La correa metálica giraba de un lado a otro, alrededor de la muñeca de Junpei. El brazalete no sería retirado por nada en el mundo. Junpei: ¿¡Qué demonios pasa con esta cosa!? Junpei, víctima de una mezcla de frustración y desesperación, comenzó a vislumbrar la realidad de la situación. Estaba pasando por tantas cosas, y ninguna tenía sentido. Junpei sentía que iba a explotar. Junpei: Junpei: Junpei: Junpei:
¿¡Dónde estoy!? ¿¡Y por qué demonios estoy aquí!? ¿¡Por qué!? ¿¡Por qué!? ¿¡Qué demonios me sucedió?
Fue e n ese momento cuando se percató de l a ventana. Era redonda, con el borde remachado en latón. Tenía el estilo de un ojo de buey de los barcos de principios del siglo 20. Junpei: ¿Pero que…? Espera… ¿estoy… acaso en un barco? Junpei se aproximó lentamente hacía la ventana. Era imposible ver algo del otro lado excepto una impenetrable y densa oscuridad. Junpei entre cerró los ojos, tratando de ver algo… cualquier cosa… Fue en ese momento… Junpei: ¿ ¡Pero qué… !? ¡Tiene que ser una broma! Junpei: ¿ ¡Qu-Qué demonios está pasando aquí!? El cristal de la ventana comenzó a agrietarse, y por un momento, Junpei lo observó fijamente. Acto seguido, reventó, y un torrente infinito de agua comenzó a invadir el cuarto.
Junpei: ¡QUÉ DEMONIOS! ¡MALDICIÓN! Junpei gritó y giró sobre su eje, desesperado Corrió hacía la puerta, casi resbalando a comenzaba a empaparse.
causa
del
piso
que
Junpei: ¡ Hey! ¡Quien sea! ¿ ¡Hay alguien ahí!? Junpei: ¡ Vamos! ¡Si estás a hí, di algo! No hubo respuesta. Conforme Junpei gritaba y golpeaba fuertemente la puerta, el nivel del agua seguía subiendo. Había alcanzado la altura de sus tobillos, y continuaba rápidamente incrementando hasta las rodillas. Las cosas no iban bien para Junpei. Nada bien. Necesitaba encontrar una salida, y pronto! Junpei pasó la mano sobre su frente, secando el sudor de sus ojos, y comenzó a explorar el cuarto.