Puerto Rico necesita moverse Por José Orlando Delgado

 

Desde siempre se ha dicho que el sistema tributario actual es injusto

porque castiga al trabajador y no premia la producción de los puertorriqueños. De igual manera, siempre se ha argumentado que dicho sistema permite la evasión y pilla al que cumple con su responsabilidad ciudadana. Esto ahora resulta ser un hecho irónico respecto a la Transformación del Sistema Contributivo presentada por el gobernador Alejandro García Padilla. Ahora algunos prefieren mantenerse en el sistema que castiga, oprime y promueve la evasión. Ahora prefieren no moverse hacia un sistema justo y probado en más de 160 países del mundo, porque optan por responder únicamente a sus intereses políticos sin presentar una alternativa real a la situación. Reformar el sistema contributivo actual es necesario para que Puerto Rico pueda insertarse en una economía estable y en donde la misma premie al trabajador y vaya tras el evasor. Transformar el sistema contributivo también es importante para que Puerto Rico pueda pagar sus deudas con el pasado y las que ya tiene con el futuro. La evasión, el consumismo, la falta de fiscalización y la reducida tasa de captación han sido el peor enemigo de los contribuyentes por décadas. Hoy la carga contributiva en Puerto Rico es de un 72 por ciento sobre el ingreso y de un 28 por ciento sobre el consumo. Es injusto que se castigue al

ciudadano por trabajar y que cada mes, autoritariamente, se le retire de su salario una cantidad que vaya directamente al Estado. Las reducciones contributivas propuestas son también parte esencial de esta transformación. Poco se ha hablado de quienes ya no tendrían que rendir planilla, de quiénes no tendrían que cobrar el Impuesto sobre Ventas y Uso (IVU) y de los que ya no tendrán que pagar la nefasta patente nacional. Puerto Rico tiene que alcanzar un sistema contributivo ágil, sencillo y fácil de fiscalizar. El Impuesto de Valor Añadido (IVA) y las reducciones contributivas serán, sin duda, un paso agigantado en las búsqueda de un trato justo para los puertorriqueños. Si 160 países lo han logrado, ¿por qué Puerto Rico no puede? Tenemos que dejar atrás el partidismo e individualismo que no nos deja mirar más allá. Es el momento de unir voluntades y pasar de un sistema de opresión, a un sistema justo para todos.