PUERTAS DE OPORTUNIDAD PARA LAS MISIONES TRANSCULTURALES Por el Dr. Abel Morales Usado con permiso América Latina sigue recibiendo bendiciones del Señor en una manera muy especial. Una de ellas es poder participar activamente a través de iglesias e instituciones en el envío de misioneros a todo el mundo desde este continente. El Señor ha abierto la posibilidad de que hermanos nuestros, de nuestras iglesias sean ahora partícipes activos en la Gran Comisión. Puertas que se abren en muchos lugares ahora, son puertas de oportunidad para nosotros. Meditando en esto y al analizar una situación muy especial en la vida del Apóstol Pablo que se nos relata en 1ª Corintios 16:5-9, inferimos que puertas para predicar el Evangelio han sido abiertas por el Señor en todo tiempo y circunstancia. Este pasaje pone en evidencia el cansancio de Pablo. Él ha pasado más de 8 años en sus dos primeros viajes misioneros trabajando incansablemente: predicando, empezando iglesias, enfrentando oposición. Ahora escribe a la iglesia de Corinto diciéndoles que va a pasar un tiempo con ellos. Parece que él necesitaba unas vacaciones, pero en el v. 9 Pablo dice que vio una puerta abierta; así que deja a un lado su merecido descanso y aprovecha está puerta de oportunidad. El apóstol no sabía, cuando escribió estas palabras, que Dios le estaba abriendo una gran puerta en Efeso, donde pasaría tres años. Este fue el lugar donde pasó más tiempo. (Hechos Caps. 19 y 20). De esta manera el apóstol inició una gran iglesia en Efeso, pero mientras estaba allí, también fundó otras alrededor. Esa ciudad llegó a ser un centro de donde el Evangelio se esparció en todas las provincias cercanas. El pasaje nos lleva a concluir que este misionero por excelencia tenía una gran visión de las circunstancias y situaciones difíciles, que lejos de desanimarle le animaban a seguir su ministerio pionero y de enseñanza. Él miraba puertas abiertas de oportunidad en cada circunstancia. Pablo entonces vio una gran puerta abierta para él. Sabía que esta gran puerta era de oportunidad, pero también visualizaba puertas de obligación y de oposición. Una Puerta de Oportunidad Cuando llegó a Efeso, Pablo vio las oportunidades. Había mucha gente que necesitaba oír de Jesús y Pablo estaba determinado a compartir el Evangelio con ellos. Miles de personas que necesitaban oír de las Buenas Nuevas, pero veía también una tarea más que difícil de emprender. Alguien dijo que la diferencia entre un pesimista y un optimista es que el pesimista mira un problema en cada oportunidad, pero un optimista ve una oportunidad en cada problema. Pablo vio las oportunidades. Había tanta gente que necesitaba oír de Jesús y Pablo estaba determinado a compartir el Evangelio. El Centro Mundial de Misiones reporta que en el año 30 d.C., cuando la Iglesia empezaba, había 200 millones de gente en el mundo y como 5,000 cristianos. Este era de una relación de 1/40,000. Por el año 1,900 había 1,000 millones de gente en el mundo y 10 millones de cristianos. La relación es de 1/100. Hoy en día hay una población de 5 mil millones, de los cuales hay 500 millones de cristianos comprometidos. La relación entonces es de 1/10. En otras palabras, el Evangelio ha crecido mucho a través de XX siglos de historia, pero todavía queda mucho por hacer. Estas estadísticas también nos están diciendo que si los cristianos toman en serio la responsabilidad acerca de compartir su fe, el mundo puede ser alcanzado para Jesús.
Muchas puertas están siendo abiertas alrededor del mundo. Para la Iglesia en América Latina, es el tiempo de aprovechar las oportunidades de ir a lugares difíciles, de predicar y alcanzar. Una Puerta de Obligación Pablo decía “la puerta es abierta a mí”. No estaba diciendo que estaba abierta para otros, sino para él. Esto nos hace pensar que ante el Señor yo no puedo hacer el trabajo por otros, y otros no tienen que hacer el trabajo por mí. Dios está abriendo puertas, pero es mí obligación y su obligación pasar por esas puertas. No todos podremos ir al campo misionero, pero nuestra responsabilidad y obligación es apoyar a los que sí van a ir. La participación en la obra misionera mundial ya no es una opción, sino una obligación para todo cristiano que quiere ser obediente a la Gran Comisión. Una Puerta de Oposición Pablo decía que había muchos que se le oponían y esto es cierto también en nuestros días. En Efeso era Demetrio el que hacía ídolos de plata y que perdió su negocio; entonces se volvió en un oponente del Evangelio. Debemos estar conscientes que habrá oposición satánica para aquellos enviados nuestros. Es inevitable. Sin embargo, el Señor prometió que iba a estar con nosotros, allí cerca, hasta el fin del mundo. En esa promesa confiamos y nos sustentamos. Hay que considerar también que a veces los peores oponentes para el avance del Evangelio no son sus enemigos, sino los que no quieren obedecer lo que dice el Evangelio, los que no quieren obedecer la Gran Comisión, los que nos mantenemos pasivos ante este gran llamado. Conclusión: Puertas, muchas clases de puertas están siendo abiertas en el mundo hoy. Países lejanos, en todos los continentes, desconocidos para nosotros, con nombres aún difíciles de pronunciar están siendo ahora alcanzados por misioneros latinos. Que gran privilegio tenemos ahora de poder cruzar por esas puertas de oportunidad que el Señor abre. Una clase de puertas giratorias, y seguramente habrá oponentes, pero no debemos estar viendo los problemas sino aprovechando las oportunidades. ¡Que así sea! ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.