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Unión Postal de las Américas, España y Portugal

100 AÑOS

1911 - 2011

100 años procurando el desarrollo del Sector Postal

"Un servicio postal eficaz contribuye, indudablemente dablemente más que cualquier otro factor, a moldear dear la unidad nacional de un país y a dar a cada segmento de la nación el sentimiento de ser parte integrante de un todo original" Benjamín Franklin

Mensaje de la Secretaria General

En ocasión del primer centenario de la creación de la Unión Postal de las Américas, España y Portugal, corresponde reflexionar sobre la importancia de estos primeros 100 años. La Unión fue creada para cubrir la necesidad que tenían los Países Miembros de la región de unirse, de trabajar en conjunto para promover el desarrollo postal. La Unión fue creciendo a través de los años, y cada vez más los países se fueron sumando a esta Unión. Los grandes logros conseguidos en este período, han posicionado a la UPAEP como un organismo técnico de primer nivel dentro de la región. Se puede afirmar hoy, a 100 años de su creación, que la fortaleza de esta organización ha sido la de mantener muy vivos los principios de solidaridad, integración, objetivo común, y sobre todo la necesidad de mantener abierto un canal de comunicación permanente entre todos los Países Miembros. En esta era de globalización, pero también de exclusión, se hace cada vez más necesario mantener a nuestra organización unida por intereses comunes, demostrando que mediante la comunicación de los países se pueden logran grandes desafíos. En este momento de festejo y de alegría por los 100 años cumplidos, no puedo dejar de redoblar esfuerzos para que esta querida organización siga adelante, con la misma humildad de siempre, pero con la certeza de que el servicio postal seguirá siendo un derecho a la comunicación de todos los ciudadanos, y una herramienta para el desarrollo social y económico de los habitantes de esta región. Los invito a que sigamos trabajando para seguir manteniendo bien en alto los principios de integración, democracia, igualdad de oportunidades, que llevaron a la UPAEP a estar en un nivel de excelencia.

Índice

Historia de los Servicios Postales El Correo en la Antigüedad La Reforma Postal de Rowland Hill El Correo en el Siglo XIX El Correo en América La Unión Postal de las Américas, España y Portugal

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Antecedentes

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Congresos de la UPAEP

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Cooperación Técnica

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Historia de los Servicios Postales

El Correo en la Antigüedad

El correo en la antigüedad No existe fecha exacta en la que se implementaron los primeros correos, la historia de las comunicaciones postales es amplia y la bibliografía existente no indica fecha precisa de implementación del servicio postal, mas todos los historiadores coinciden, que surgieron de la necesidad del hombre de comunicarse con sus semejantes superando las distancias. La sistematización del transporte del mensaje escrito, dio origen a la palabra correo (de correo). La primera forma utilizada para comunicarse a distancia fue el fuego, y de esa manera se transmitieron por medio de hogueras mensajes sobre hechos famosos de la antigüedad, como la toma de Troya por los griegos; y por medio de fanales en otras ocasiones por los persas. Ya en el siglo VI antes de Cristo existió en Egipto un servicio de relevo, utilizándose también para transportar mensajes, palomas mensajeras, siendo estas últimas tan eficientes que durante siglos se mantuvieron diez servicios reguladores. El primer servicio fluvial de que se tiene noticia fue también en Egipto y los manuscritos en papiros eran transportados por el Nilo, en un tipo especial de embarcaciones estrechadas donde en que llevaba la responsabilidad del transporte, iba acostado sobre la espalda y remaba con los pies. Entre los jeroglíficos de la 19º dinastía (1.200 A.C.) se encuentra menciones de Correos del Faraón, así como en las tabillas de los asirios, en Babilonia y otros pueblos del cercano Oriente se utilizaron para los mensajes, tabletas de barro en forma de ladrillos, y de la misma época se han encontrado en Egipto tablillas

de barro cocido similares con extraños signos jeroglíficos que representan el mensaje. Más delante de sustituyó la arcilla por el papiro, que provenía de la corteza de un árbol denominado “papyrus”, oriundo del Oriente, y que se procesaba con un material aglutinante, el que fue ampliamente empleado, estimándose que el último papiro para documentos lo utilizó la Secretaría de Estado del Vaticano en el año 1057. Posteriormente surgió el pergamino, que se fabricaba con la piel de animales,preferentemente ovejas, y cuyo nombre se debe a la ciudad de Pérgamo en el Asia menor, donde se utilizó por primera vez en el siglo IV D.C., pero que nunca llegó a sustituir totalmente al papiro por ser mucho más costosa su fabricación, utilizándose finalmente para sustituirlo por griegos y romanos, tablillas de madera o marfil, las que se cubrían con una capa de cera y utilizando unos punzones denominados “estilo”, escribían en ellas el mensaje, con la ventaja que después podían borrarse y ser utilizadas de nuevo. En la Biblia, Libro de Ester 3.13, se puede leer que “fueron enviadas cartas por medio de correos por todas las provincias”. Marco Polo escribe, por su parte, que los chinos disponían de un servicio de correspondencia todavía más antiguo, uno 4.000 años antes de nuestra era. China ha sido sin duda la nación que

ha contribuido más al desarrollo del correo en la antigüedad, pues fue la primera en establecer dos cosas principales: el primer servicio postal organizado y la invención del papel. Entre cinco mil y dos mil años antes de nuestra era, se crearon los correos en Egipto, precisándose que, en el primer año, gobernaba en aquel país el rey Teosostros, monarca de la tercera dinastía y, en el segundo, un rey de la XII dinastía llamado Sehetepibra-Amenemhat. La constitución política de Egipto en la época de los Faraones, con gobiernos regulares y multitud de provincias y Estados conquistados, exigía una comunicación frecuente desde unos lugares a otros, habiéndose encontrado tablillas en escritura cuneiforme (forma más temprana de expresión escrita) construidas, en su mayor parte, por los archivos diplomáticos que hizo transportar el rey Amenophis IV (1364 A.C.) desde Tebas a El Amarna, su nueva capital, y también correspondencia cambiada entre los dos Amenophis, III y IV los soberanos de Babilonia, Chipre y Sicilia.

numerosos caminos, entre los que se encuentra la famosa Vía Apia, que fue una de las más importantes calzadas de la antigua Roma, que unía Roma con Brindisi, el más importante puerto comercial con el Mediterráneo Oriental y Oriente Medio. Estacio describió su importancia (Sylvae, 2.2) al describirla por su nombre común: ”APPIA LONGARUM TERITUR REGINA VIARUM”

Para el despacho de su correspondencia, los Faraones disponían de Secretarios y de mensajeros que poseían los idiomas de los países por donde habían de transitar, y se tienen noticias de esa época, del funcionamiento de un correo rápido para el servicio oficial de las altas personalidades y otro lento usado por los funcionarios locales en el interior del país, llevado a pié primeramente y después a caballo, estando el pueblo en la obligación de facilitar los caballos y víveres a los conductores del correo. También se utilizaron en Egipto correos de palomas mensajeras y mediante un sistema de torres denominadas “Berid” que en árabe significa “Posta”, se establecía un correo de relevo a través de todo el país. Persia y Grecia también contaron con correos en la antigüedad y un sistema de funcionamiento fue igual poco más o menos que el de Egipto, y los pocos particulares que cursaban mensajes lo había en cada caso por medio de esclavos. En el Imperio Romano se destacó un sistema de correos más amplio. En el siglo III A.C. se sentía su poderío en todo el mundo, para que circularan esos correos se construyeron

”la vía Apia es conocida comúnmente como la reina de las grandes calzadas romanas”

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Los romanos se dieron cuenta de la nobleza inherente del camino imbuido por las circunstancias y el método de su construcción, y su utilidad a la república romana. La vía Apia era el paradigma de todos los caminos romanos subsecuentes. Se convirtió en el mismo símbolo de la república, trayendo consigo estabilidad, paz y libertad a la gente de Italia, por lo menos en sus ideales. Se construyó bajo el gobierno de Appius Claudio, Censor en el año 312 A.C. Para poder hacerse una idea del tránsito de esas rutas, es necesario saber que por aquellas grandes vías romanas circulaban 48 rutas de Italia, 31 de España, 15 de Bretaña, 30 de Asia, sin contar 9 rutas sicilianas, 6 de Cerdeña, las de Córcega y las colonia africanas, cuyo número no puede precisarse, pero se estima cubrían más de 15.000 kilómetros. Las grandes distancias recorridas por estas vías necesitan de un sofisticado medio de comunicación. Augusto, el primer Emperador romano, valiéndose de estas vías estableció el servicio de correos denominado “cursus publicus” que funcionó exclusivamente para dar servicio al gobierno, y tenía dos clasificaciones: el “tardo” para mercancías y el “celere” para la correspondencia y eventualmente pasajeros. A pesar de ser ese servicio para uno exclusivo del Estado, el pueblo era el que cargaba con la obligación de cuidar las líneas de transporte, facilitando bueyes y caballos para los correos, así como alimentos a los conductores, todo gratuitamente. En China, existía un servicio rápido por medio de mensajeros, corredores y jinetes el que comenzó a funcionar entre los años 222 y 122 A.C., bajo el mando de un Comisario Postal. El correo es esa época obtuvo una extensión tal que se dispuso de cerca de 10.000 relevos de postas, con unos 200.000 caballos, llevando los correos, como identificación, de día una banderola amarilla atada al cuello, y de noche campanillas que anunciabas su proximidad. Para esa clase de trabajo se empleaban hombres seleccionados, los cuales, durante el desempeño de su función disfrutaban de privilegios tales, como el sustento para ellos en determinadas hosterías, y el suministro de forraje para sus caballos. Conjuntamente con el correo del Estado,

llamado también “servicio postal Imperial”, el que se limitaba al país, funcionó el “correo general”, que se extendía a todo el Imperio y a los Estados vasallos, servicio más acelerado, igualmente oficial y para el cual se empleaban correos a pie y a caballo, si se trataba de comunicaciones urgentes; en tanto que para las ordinarias se usaban carruajes con bueyes. Los servicios de correos ordinarios fueron tan exactos y bien reglamentados que en cada posta se anotaba la correspondencia de entrada y de salida, llevando los documentos oficiales una indicación en su cubierta, para conocer el tiempo que tardaba en transportarse. El correo privado comenzó a funcionar en China hacia el siglo XV D.C., y se mantuvo durante cuatro siglos con resultados eficientes, hasta su incorporación a fines del siglo XIX a los correos del Estado. En cada localidad existía una asociación postal con leyes y reglamentos especiales, que garantizaban el servicio y la buena conducta de los empleados, y mediante el cobro de una tasa módica se transportaban no sólo cartas, sino también paquetes, dinero y joyas. En todos los casos el sistema de postas fue muy común a los pueblos de la antigüedad desde los sumerios hasta los indios del altiplano de América. En los comienzos fue ejecutad por hombres que corrían de uno a otro relevo, función para la que eran adiestrados desde la niñez. Feidípides, soldado ateniense que luego de vencer la batalla de Maratón, corrió cuarenta y dos kilómetros para llevar la noticia. “¡Alegraos, el triunfo fue nuestro!”, alcanzó a decir a sus conciudadanos. Y fueron sus últimas palabras antes de caer muerto por el esfuerzo realizado. Más adelante los corredores fueron reemplazados por jinetes. Se encuentran antecedentes de sistemas regulares de correos en Japón, Chine, Egipto y el Imperio Persa. Confucio (551 A.C – 479 A.C.) habla de la posta real, y a su vez, Herodoto (484 A.C. – 425 A.C.) elogia el sistema de correo de los persas y señala que Ciro el Grande (600 A.C. – 530 A.C.) utilizaba postas y “estaciones para la remuda de caballos”. En 1276 los caballeros teutónicos desarrollaron

un servicio de cartas para toda la Rusia occidental. En la misma época en Siena se estableció la scarsella, como prototipo de correo organizado y accesible a todos, para el intercambio postal entre los distintos estados y señorías. En los siglos XIII y XIV encontramos un servicio público y abierto al rey como al más humilde ciudadano, siempre que éste estuviera en condiciones de recibir correspondencia, gasto por entonces elevado. Y fue la familia de los Tassis, oriunda de un valle de Bérgamo, la que instaló una organización de excepcional envergadura extendida a los cuatro puntos del territorio europeo y que retuvo por varios siglos un verdadero monopolio de los servicios postales. La mayor parte de la organización que tuvo el correo en la edad antigua, sufrió un estancamiento casi total, o regresó a formas aún más primitivas durante la edad feudal. Los señores feudales y el clero, entonces clases dominantes, solamente mantuvieron correos de tipo particular, sin establecer líneas regulares, y enviándose los mismos, en los casos específicos en que necesitaran transmitir alguna nota, por mensajeros propios y si a esto añadimos las continuas guerras entre los estados existentes, se comprenderá que el funcionamiento de los correos llegó a su ínfima importancia en esta época. Solamente al derrumbarse el sistema feudal, y aparecer lentamente como clase dominante los mercaderes, verdaderos padres del capitalismo, fue cuando aparecieron nuevos sistemas de comunicaciones para servicio del correo. Un hecho de tipo cultural merece destacarse también, ya que tuvo un íntimo nexo con el desarrollo del correo en el mundo y fue el abandono de la tutela religiosa por el elemento estudios de Nuestra Señora de Paris en Francia. Con motivo de este hecho se crearon las “universitas”, vocablo con que se denominaba en la Edad Media a cualquier comunidad o corporación considerada en su aspecto colectivo, las que gozaban de privilegios particulares, y ante la necesidad urgente de establecer una red de comunicaciones entre ellas y las familias de los alumnos, se creó un servicio de mensajeros que más tarde se transformó en una

organización que posteriormente llegó allende las fronteras de Francia. La primera noticia que se tiene de autorización oficial para el correo de servicio público, se localiza bajo el gobierno del Emperador Carlomagno (768 – 814), el cual además de haber mejorado y aumentado el servicio del Estado, llegó a conceder algunas autorizaciones para que correo privados pudieran realizar el transporte de correspondencia de elementos particulares. Desde la caída de la dinastía Carlovingia hasta el advenimiento de los Capetos (987), el correo yace en el olvido y los caminos por donde debía circular la correspondencia, fueron completamente abandonados, con el consiguiente perjuicio para los correos. Las cruzadas impulsaron los viajes y el comercio, y como consecuencia lógica fue preciso organizar servicios especiales de mensajeros que en un principio fueron solamente locales para que más tarde, acordes con las necesidades, se extendieran a otros territorios. Por ejemplo, en Alemania al amparo del comercio en el giro de carnicería se desarrolló una organización de compradores que iban a través de todo el país en busca de mercancía para sus operaciones comerciales, los que al mismo tiempo se hacían cargo de transportar la correspondencia que a ellos se les confiaba, y llegó a ser tan grande el volumen de este servicio que se les denominaba vulgarmente “Carniceros estafetas” (carniceros del correo), ya que al visitar ferias y lugares de reunión comprando animales, entregaban y recogían la correspondencia. Frecuentemente las Administraciones Municipales y los grandes comerciantes hacían contratos postales con ellos, y a fin de llamar la atención de su llegada y para que los vecinos conocieran el arribo de la correspondencia, hacían sonar un cuerno en las ciudades y villas, cuyo uso del cuerno después se pasó a los postillones y carteros, siendo sustituidos más adelante por cornetas, silbatos, etc. El cuerno es característico del Logo de la UPAEP, el cual estudiaremos más adelante. A fines del siglo XI, pero siempre todavía al servicios de los gobernantes, ya existían los “enviados interurbanos” nombre con que se 9

conocía a los que reuniendo las funciones de conductores de correos y carteros transportaban correspondencia entre las distintas villas de un reino, estando provistos de uniformes donde se destacaba el escudo de armas por cuenta de quien prestaban el servicio, y provistos de lanzas, unas veces a pie y otras a caballo, según las distancias. Volviendo al tema de las universitas, las universidades desean prestar el servicio de correspondencia para profesores y alumnos: la Sorbona de París y la de Salamanca, en España, disponen de mensajeros que practican el intercambio con el público. Los reyes de Francia, así Felipe II Augusto, San Luis, Felipe IV y sus sucesores, favorecen a los mensajeros de la universidad parisina, otorgándoles la representación del rey en las provincias, concediéndoles la exención de derechos de peaje, y fijándoles ciertas prestaciones personales, como ayuda del Estado hacia la institución. El edicto de Luís XI, en sí, no conforma el primer rasgo gubernamental de fomento del correo. El pueblo en general comienza a comprender la inmensa ventaja que representan los correos universitarios: las cartas y encargos de los estudiantes y sus familiares aumentan considerablemente. La organización privada funciona independientemente de los despachos del rey y el transporte documental de la Corona. Más bien el edicto de Luis XI restringe o pretende restringir el campo de acción de la mensajería universitaria, disminuyendo sus privilegios. Al bosquejarse el monopolio postal Carlos IX por edicto de 1565 obliga al envío de los sacos de procesos por escrito, las encuestas y otros informaciones, mediante los mensajeros reales. Enrique III confirma más la idea en edicto dado en 1576, concediendo a los mensajeros reales el goce de los privilegios sustentados por la mensajería universitaria. Avance notorio el que allí cuenta: el señalamiento de días fijos para la salida o llegada de los mensajeros, “a fin de que todos se encuentren listos para recibirlos”. La mensajería real “debe llevar los sacos de procesos… también las cartas, misivas y otros documentos, mercancías, oro, plata y todo género de objetos que les hayan sido entregados por otras personas”. Puede decirse que hacia este entonces están

instaladas las raíces del servicio de correos: el correo del rey a las órdenes del soberano, para atender los asuntos de gobierno; el conjunto de mensajeros reales dependientes de la Corona, destinados al trasporte documental, y contacto exiguo con el público; y los mensajeros universitarios, de carácter privado. El poder real no tarda en entender la ventaja significativa para el reino de la institución del correo como dependencia netamente oficial, gracias a la eliminación de los elementos ajenos, particulares por así llamarlos. La Universidad de Paris defiende sus intereses, pero la imposición real establece con todo rigor el monopolio postal. Las remesas, en un principio se envían en efectivo; hasta mucho después surge la adopción del sistema de libramientos. Tiempo más tarde hacia 1760, M. Chamousset obtiene la concesión del servicio urbano en Paris, llamado Petite Poste, en contraposición a la Grande Poste circulante entre ciudad y ciudad o provincia y provincia. El éxito del correo entonces resulta rotundo.

La Reforma Postal de Rowland Hill

qué durante largo tiempo los productos de la Administración de Correos habían permanecido totalmente estacionarios, y la necesidad de una nueva organización.

La Reforma Postal de Rowland Hill: En el siglo XVIII ya es cada vez mayor el uso del Correo por parte de la población. Los mensajes se hacen mucho más frecuentes. Crece la demanda y simultáneamente la eficiencia del Correo que, sin embargo, tiene diversos problemas, especialmente aquellos derivados de la percepción de sus ingresos. La invención de la imprenta, que ha revolucionado la transmisión de los mensajes escritos, primero, y los avances en el campo de la técnica industrial, permitirán un gran cambio administrativo. El período que va desde la Revolución Francesa hasta la finalización de las guerras napoleónicas, prepara el desarrollo del imperio británico, cuya posterior preeminencia marítima, militar y comercial, será el marco para la tan necesaria reforma del correo. Rowland Hill, maestro de profesión, hombre de ideas y realizaciones, concibe la adopción de un sistema que permitirá al Correo cobrar en forma previa, por la realización de sus servicios. La situación del Correo en Inglaterra generaba que el envío de correspondencia fuera muy caro. Las observaciones relativas a la necesidad del empleo de procedimientos para sustraerse al pago del porte de cartas y a otros puntos, hicieron comprender a Hill la razón de por

A pesar de nunca ocupar un puesto en el Correo en 1835 Hill se enmarcó en el camino hacia la búsqueda de una reforma postal en Inglaterra. Después de hacer muchas estadísticas y de estudiar las cuentas de las rentas de Correos, se convenció de que el gasto principal en este ramo era el de recepción y distribución de las cartas, y que el coste de transportarlas difería muy poco, aun cuando las distancias variasen considerablemente, por cuya razón adoptó en su proyecto un precio uniforme en los portes por creer esto lo más ventajoso para el desarrollo del correo. En 1837 publicó, su proyecto de reforma en un folleto titulado Post office reforms. Luego de muchas reuniones con el gobierno, este comprendió y el porte uniforme de un penique fue introducido, entrando en vigor el 10 de Enero de 1840. Nace así, el 6 de mayo de 1840, el primer sello postal del mundo, emitido en Gran Bretaña, que será conocido como el “penny postage” o correo del penique. Hasta este momento el Correo ofrecía este panorama: •

La tarifa podría ser abonada tanto por el remitente como por el destinatario 11

de la correspondencia. •

La tarifa comprendía: las medidas, el peso, la clase y especialmente, la distancia a la que debía ser trasportada la pieza.



El control de la recaudación era sumamente difícil y la falta de pago de los envíos, alarmante.



Los envíos a otros países sumaban, a las dificultades propias de la distancia y los medios empleados, aquellas derivadas del cobro de cada pieza transportada.

La “Reforma Postal” de Rowland Hill, se basó en las siguientes medidas: •

Pago previo del porte de correspondencia según tarifas.



Emisión de sellos postales adhesivos para abonar las tarifas de acuerdo con su proyecto que proponía el uso de “un pequeño trozo de papel del tamaño suficiente para imprimir el sello y recubierto al dorso de un baño de goma”.



Tarifas uniformes dentro del país, teniendo en cuenta el peso, sin considerar las distancias con el fin de lograr tasas económicas y accesibles a las más modestas posibilidades.



Rebaja efectiva de las tarifas a un penique por cada media onza de peso (14 gramos).

la

El éxito del sistema creado por Hill fue inmediato y total, llegando a agolparse el público en la central de Correos de Londres como nunca antes había ocurrido. El uso del sello postal obligó a imprimir enormes cantidades de la primera emisión (más de 60.000.000 de ejemplares). El principio fundamental de que “la tasa total corresponde a la Administración de origen del envío” y la adopción de la reforma postal por los demás países europeos primero y luego del resto del mundo, abolió de hecho las fronteras por medio de la comunicación postal.

El Correo en el Siglo XIX

Siglo XIX y el Correo En el siglo XIX, siglo de oro de las comunicaciones postales, ocurrieron dos grandes acontecimientos que contribuyeron poderosamente al desarrollo y organización que el correo tiene hoy universalmente: la reforma postal de Hill y la creación de la Unión Postal Universal. La UPU fue fundada en 1874, y hasta entonces cada país tenía sus reglamentaciones postales interiores o domésticas, pero habiéndose aceptado como generalidades los tres principios básicos para el intercambio de la correspondencia, es decir, monopolio del Correo por el Estado, el franqueo previo y el empleo de sellos para cubrirlo, fueron reglamentándose las relaciones de unos países con otros mediante convenios bilaterales para el intercambio de su correspondencia, convenios que fueron ampliándose hasta formar Convenciones de Correos.

se reunieron en Berna los representantes de 22 naciones y allí, discutiendo todos los principios que figuraban en dicha Memoria, constituyeron la Unión General de Correos, redactándose una legislación, que fue firmada el 9 de octubre de 1874, y donde se plasman las reglas para el canje de la correspondencia internacional. Desde aquel primer Congreso, y siempre que causa mayor no lo ha impedido, cada cinco años se celebra un Congreso, el segundo de los cuales se celebró en París en 1879. A partir del Congreso de Bucarest en 2004 se decidió que el mismo sea cada 4 años.

Tratados de esa clase se concertaron en 11 naciones de Europa, y por la Convención Postal de 1848 en América, entre Bolivia, Chile, Ecuador, Colombia y Perú; y finalmente la llamada Unión Postal Alemana en 1850, que surgió de una reunión celebrada en Dresden, Alemania, con la concurrencia de los representantes de diecisiete Administraciones Postales Autónomas, independientemente de las cuales, el entonces Consejero de Correos Heinrich vos Stephan concertó 24 tratados con países extranjeros preparando así el camino para la realización de la Unión Postal Universal. Después de varias ponencias y reuniones, el mencionado von Stephan, verdadero padre de la UPU y ya entonces Director General de Correos de Alemania, presentó a su gobierno una “Memoria concerniente al Congreso Postal General”, la que fue suscrita en 1869 y cristalizó en realidad cuando el 15 de septiembre de 1874 13

El Correo en América

El Correo en América Correo: América precolombina En la historia del Correo en América encontrar una fecha exacta de determinación del sistema postal es imposible, debido esencialmente a que el mismo existe desde hace muchos años antes del descubrimiento. Es el caso de los Incas en Perú, largo tiempo antes de la conquista del país por los españoles, tenia correos en posta tan diligentes que en casos repentinos hacían pasar las noticias, por medio de fuegos, de 500 a 600 leguas en tres o cuatro horas. Los indígenas, tenían un servicio postal debidamente organizado. El Inca Garcilaso trae a la larga el uso de estos correos, llamados chasquis, de la palabra chasqui, que significa en lengua peruana pura dar y tomar o trocar. El recaudo o mensaje que los chasquis llevaban era de palabra, porque los indios del Perú no supieron escribir, y otros recaudos llevaban, no de palabra sino por nudos, dados en diferentes hilos de diversos colores, que iban puestos por su orden, mas no siempre de una misma orden, sino unas veces antepuesto un color al otro, y otras veces trocados al revés. Esta manera de recaudos eran cifras, por las cuales se entendía el Inca y sus Gobernadores para lo que debían hacer; y los nudos y los colores de los hilos significaban el número de gentes, armas, vestidos o bastimentos o cualquier otra cosa que se hubiere de hacer, enviar o aprestar. A estos hilos anudados llamaban los Incas quipu. La forma con que se remudaban estos correos o chasquis era muy parecida a las postas en Europa. Llamaban chasqui a los correos que

habían puestos en los caminos para llevar con bbrevedad los mandatos y traer las nuevas noticias y avisos que por sus reinos y provincias, lejos o cerca, hubiese de importancia, para lo cual tenían a cada cuarto de legua, cuatro o seis indios mozos y ligeros, los cuales estaban en dos chozas para repararse de las inclemencias del cielo. Llevaban los recaudos por su vez, ya los de una choza o los de la otra. Unos miraban una parte del camino y otros la otra, para tratar de leer el mensaje antes de que llegasen. Es por esto que las chozas siempre estaban en alto, y también las ponían de manera que se viesen una con otra. Estaban a cuarto de legua, porque decían que aquello era lo que un indio podía correr con ligereza y aliento sin cansarse. Los chasquis eran elegidos por su educación especial, su resistencia y su fidelidad, y vestían un traje particular que indicaba su profesión. En algunas provincias llevaban un cuerno o caracol que hacían sonar desde lejos para que en los pueblos se supiese su aproximación. La civilización incaica elevó en el Perú un servicio postal a la altura de una institución pública, organizada, reglamentada y vigilada por el Gobierno, y a cuyo sostenimiento contribuía toda la Nación. En los tiempos de la Colonia iban los chasquis, como todos los indios, sin ningún distintivo especial, recorriendo a pie largas distancias, marchando rápidamente por ásperos caminos. Corrían durante el día y la noche, atravesando a nado los ríos y arroyos, cuando no había puentes, pues entre las costas del mar del Sur y los Andes existían rápidas comunicaciones establecidas por medio de los ríos.

La correspondencia se despachaba mensualmente, y el paquete de cartas iba envuelto en un pañuelo llamado guayuco, que se ataban a la cabeza de forma de turbante. Llevaban también un gran cuchillo o machete de que el indio se servía, más que para su defensa, para abrirse camino en la selva.

El Correo de España a América Desde el año 1260, en el Código de las Siete Partidas del rey Alfonso el Sabio, se encuentran las primeras disposiciones sobre “correus” de a pie y sobre los que iban a caballo.

Era muy raro que la correspondencia se mojara o perdiese durante la travesía, el indio postal tenia gran cuidado.

Hacia 1350 se establecieron los gremios de mandaderos particulares que se reunieron en asociaciones como la de san Marcús de Barcelona, cuya capilla, dedicada a la virgen de la Guía, aún existe en esa ciudad.

Los chasquis no se limitaban a realizar puramente el servicio de comunicaciones oficiales y a llevar mandatos a los Gobernantes y traer avisos de ellos a la Corte, sino que traían también encargos, caza, pescado, frutas y diversos productos que se servían frescos en la ciudad de los reyes o que el Inca quería con gran brevedad.

Los correos se reunían en posadas y hosterías, cuyos dueños fueron los primeros empresarios, llamándose cursorum hospites. Estos hostes de correos fueron reconocidos por los reyes en 1445 y de allí tuvieron su origen los Correos Mayores.

La civilización indígena primitiva tuvo una institución de correos en el nivel que exigían las necesidades y cultura de su tiempo, y por todo extremo curiosa, puesto que reunía en su rusticidad primitiva los principios fundamentales del Correo moderno: rapidez en el transporte, seguridad en la transmisión, inviolabilidad de la correspondencia y economía, puesto que se distribuían los gastos entre las diversas provincias. Hasta los preliminares del paquete postal. En México también era costumbre tener en los caminos agentes encargados de recibir y transmitir noticias.Especialmente se adiestraban hombres con ese objeto, acostumbrándolos a correr con gran celeridad. Corrían sin descanso hasta el paradero próximo; comunicaban su mensaje a uno de sus sucesores, que estaba siempre listo, y partía inmediatamente a otra estación, y así es como, de posta en posta, volaba la noticia sin que fuese interrumpida un solo momento hasta llegar a su destino. Los correos se llamaban paguani que significa el que corre con ligereza, porque de esta manera cumplían los deberes de su cargo. También se denominaban yciuhca titlantli, que quiere decir mensajero que va de prisa. Las estaciones se conocían con el nombre de techialoyán.

Mayor de Hostes Durante el reinado de Felipe I el Hermoso y Juana I de Castilla y Aragón, fue creado con el objetivos de centralizar todos los servicios postales en unas solas manos, el oficio de Maestro Mayor de Hostes, Postas y Correos en 1500, y se nombro a Francisco de Tassis para establecer las comunicaciones postales entre España y Flandes, Francia, Alemania e Italia. Al fallecer éste en 1517, continuaron sus sobrinos Juan Bautista, Mateo y Simón de Tassis, en los dominios del emperador Carlos V. El primero en la Corte de Flandes, Mateo en España y Simón en Italia. Como el cargo y el oficio eran hereditarios, continuaron sus sucesores, creando una dinastía de los Tassis que se extendió hasta fines del siglo XVII. En España los Tassis fueron extendiendo sus servicios a los reinos y señoríos, nombrando tenientes en todas las ciudades. Con el advenimiento de los Borbones en España se inició una nueva era política, en la que el Estado reivindicó los derechos sobre todos los servicios públicos. Fue así como en 1706 el príncipe de Tassis cedió finalmente a la Corona sus derechos a perpetuidad del Oficio de Correo Mayor General de España en la suma de 870.000 reales de plata. Desde ese momento el Estado veló celosamente por el monopolio postal, al crear la Real Renta de Correos, Postas y Caminos, y nombró un juez superintendente y un administrador general de 15

estafetas, aprobando en 1719 los reglamentos de servicios y tarifas postales. En 1747 el primer ministro de Estado se hizo cargo de la Superintendencia y estableció el Fuero de Correos: en 1760 se nombraron dos directores general y un asesor general de la Renta, de los cuales dependerían luego todas las administraciones en España y en las Indias Occidentales. Al año siguiente Pedro Rodríguezde Campomanes publicó su Itinerario General de las carreras de Postales de dentro y fuera del Reino, y en 1762 se expidió la primera Real ordenanza de Correos. Correos Mayores de las Indias En tiempos de Carlos III y su activo ministro, el marqués de Grimaldi, se crearon los Correos Marítimos como empresa naviera del Estado, para la que se nombraron administradores a todos los puertos de sus colonias ultramarinas. Estos correos sirvieron para establecer y ampliar el comercio entre España y América. Desde 1765 unieron La Coruña con La Habana y desde 1768 alcanzaron el Río de la Plata. A la par de la dinastía de los Tassis está aferrada al puesto de correo mayor de España, la familia Carvajal explota el oficio de correo Mayor de las Indias, Islas y Tierra firme del Mar Océano, descubiertas y por descubrir. Vinculado a la Casa de Contratación de Sevilla, como autoridad que conoce de todos los asuntos de América y Filipinas, este importante cargo representa una merced y una donación, pura y perfecta, para toda una descendencia a partir del célebre jurisconsulto e historiador doctor Lorenzo Galíndez de Carbajal, miembro del Consejo de Castilla y de las indias. Debido a la conquista del Nuevo Mundo, fue necesario entonces organizar los servicios de comunicaciones marítimas y terrestres entre la corte y los gobiernos coloniales. Por Real Cédula fechada en Madrid el 14 de mayo de 1514 la reina Juana I de castilla y Aragón nombre “Correo Mayor de las Indias descubiertas y por descubrir” al antes mencionado Carbajal. En 1570, Juan de Carvajal y Vargas dividió el oficio de Correo Mayor de Indias en dos partes: una en Sevilla, correspondiente a España, y la otra con residencia en Lima, Perú. La primera se transformó en un oficio vendible y renunciable,

pero se podía adquirir por una o dos vidas, padre e hijo, y la segunda continuó siendo una merced de perpetuidad. El despacho de la correspondencia desde Sevilla fue reglamentado por una Real Ordenanza, en 1580, cuyas disposiciones fueron incorporadas a las Leyes de Indias. Los pliegos eran entregados acondicionados en cajones, momentos antes de zarpar, a los capitanes de los navíos de aviso quienes, en caso de ser sorprendidos por piratas, debían arrojar el material al mar, “cuidando que llegara bien al fondo”. Los capitanes de esos barcos estaban inscriptos en los registros de la Casa de Contratación, pero les era terminantemente prohibido el transporte de mercadería alguna, frutos y tanto menos oro y plata. De este modo las naves postales no se convertían en presas atractivas de los piratas que pululaban por entonces en los mares de acceso a América. Los navíos de aviso formaban convoy con los galeones de transporte o armados hasta los puertos de desembarque, fueran La Habana, Vera Cruz, Puerto Bello o Cartagena; desde allí volvían a la metrópoli dando aviso de la travesía y llevando la correspondencia de las Indias. Las comunicaciones destinadas a Lima Llegaban a Puerto Bello y desde ahí vía chasqui hasta el Pacífico donde se volvían a embarcar en navíos de aviso, siguiendo a los puertos de Túmbez o Piura y desde allí nuevamente por tierra hasta Lima, y a su vez más al sur hacia Tucumán, Paraguay y el Río de la Plata. Las destinadas a Nueva Granada eran conducidas al puerto de Cartagena de Indias y desde esa ciudad enviadas por tierra hasta Bogotá, Quito o Venezuela. En cuando a la correspondencia para México, ésta se desembarcaba en Vera Cruz. La dinastía de los Carvajal ostentó el cargo de Correo Mayor de las Indias desde el año 1514 hasta 1764. A causa del mal servicio que se prestaba y por acuerdo del Cabildo de Lima del 4 de junio de 1561, se creó un correo mayor en el Perú, siendo nombrado en ese cargo Don Marcos Correoso, vecino de dicha ciudad y al llegar allí el mencionado Vargas de Carvajal provisto de un nombramiento

de Comisario Real de Hacienda dado por el Rey, comenzó a litigar contra el nuevo correo Mayor, y como el referido Correoso había logrado consolidarse en ese cargo por Real Provisión de 20 de agosto de 1560, en la que se le nombró Correo Mayor del Perú, Vargas de Carvajal, lo amenazó de muerte obligándole no solamente a no establecer reclamación alguna, sino a servir bajo sus órdenes, encargándole del servicio en las provincias de Nueva Castilla y Nueva Toledo, como su subalterno, mientras él se ocupaba de los correos y mensajeros para Tierra Firma y España.

y Luna.

Al morir Vargas de Carvajal, surgió un nuevo pleito entre Correoso y su hijo, Juan de Carvajal y Vargas, lo que trajo por consecuencia el fallo de suspender el Oficio por Real Cédula de 17 de Mayo de 1564.

También Guatemala tuvo Correo Mayor independiente desde 1602, año en que fuera creado por la Real Audiencia de aquella Capitanía general, hasta 1767. Desde allí se establecieron los correos a la Vera Cruz, en México,así como Yucatán,Honduras,Nicaragua y Costa Rica hasta el istmo de Panamá.

Por esta Cédula se suspendió el Oficio de Correo Mayor del Perú, pero no el de Indias, los Carvajal continuaron usufructuando este último a cuyo efecto se trasladaron de nuevo a España, desde donde en 1570 dividieron el oficio en dos partes, una vendible y renunciable para la Península y otra de propiedad perpetua para América, y de acuerdo con esto vendieron la parte peninsular al correo Mayor de España, Conde de Villamediana, cuyo nombre era Juan Tassis y Peralta y que pertenecía a la famosa familia que controló durante siglos el correo en Europa. Mucho después y mediante las capitulaciones celebradas con el virrey del Perú, el 5 de abril de 1599, fueron establecidos los correos ordinarios, a partir del 1 de julio de 1600. Iban por las tres veredas o caminos pavimentados que habían trazado los incas, hacia el norte por los Valles hasta Quito y Bogotá, hacia el sur por Arequipa hasta Arica, y hacia arriba por el Cuzco hasta Potosí. Estas rutas fueron ampliadas hacia mediados del sligo XVIII, estableciendo correos entre Arica y Santiago de Chile y entre Potosí y Tucumán hasta Buenos Aires. Por Bando del 17 de junio de 1748 se establecieron los correos fijos en Buenos Aires, con recorrido hasta Chile y el Alto Perú, y fue nombrado para el cargo de teniente de Correo Mayor de las Indias Juan Vicente de Vetolaza

Hubo otros Correos Mayores que se establecieron durante el mismo período con independencia de los de Perú. Así en México, en 1580, don Martín de olivares fue Maestro y Correo Mayor de Hostes, Postas y Correos en toda la Nueva España, de oficio vendible y renunciable. Fue adquirido en 1604 por Alonso Diez de la Barrera, quien lo renunció en su hijo. Continuó independiente, a pesar de los pleitos entablados con el oficio por los Carbajal y Vargas, hasta 1765 cuando fue incorporado a la Corona.

Por último, en 1755 se nombró el Correo Mayor de la Isla de Cuba, que estableció correos ordinarios con el apoyo del Ayuntamiento de la ciudad de La Habana y Santiago de Cuba y otros pueblos de la isla. Al hacerse el balance de notó que este servicio no podía mantenerse sin gravar a la Real Hacienda. En 1769 la dirección de los servicios fue absorbida por la metrópoli y el entonces administrador del Correo Marítimo, José de Armona, se hizo cargo de toda la organización postal. Correo en Brasil El 25 de enero de 1663, con la creación del Correo-Mayor en Brasil, el Correo comenzó a funcionar como una organización calificada para recibir y expedir toda la correspondencia del Reino. El 20 de enero de 1798 se creó el primer reglamento postal de Brasil y finalmente, en 1808 fue aprobado el Reglamento Provisional de la Administración General de los Correos de la Corona y Provincia de Río de Janeiro, el primero genuinamente brasilero, en ocasión de la elevación de Brasil a la condición de Reino Unido de Portugal, la Corona Portuguesa paso a controlar directamente la administración de postas, correos y diligencias de tierra y mar. Los servicios postales daban así el primer paso para transformarse en un servicio público, al mismo tiempo que se volvía clara la percepción de su papel estratégico para el desarrollo económico 17

de ambas naciones. Apenas un año después en 1798 y con la aplicación de ciertas herramientas como bandos y resoluciones los correos marítimos entre Portugal y Brasil y los Correos Terrestres de la colonia, establecieron la sede en Río de Janeiro. Los servicios quedaron a cargo de un administrador real y pasaron a funcionar regularmente. La instalación de la Corte de Brasil, en 1808, cambió en parte esta situación, alcanzando los Correos una nueva visión. Transformados en repartición independiente de la “Junta da Fazenda” pudieron tomar decisiones administrativas más generales y comparativas. Las relaciones privilegiadas entre la Corona Portuguesa y Inglaterra, país que tenía un servicio postal mucho más organizado, y la propia transferencia del aparato administrativo portugués para Brasil colocaron al país en una posición más central en la gran geografía económica en la cual tomaría parte, ahora en posición más distante y secundaria.

Río de la Plata se hicieron regulares en la segunda mitad del siglo XVII. Con anterioridad hay tan sólo referencia a disposiciones que regían el intercambio postal. Ya en 1557 se conocían en Asunción del Paraguay Reales Provisiones de 1521 que ordenaban la inviolabilidad de la correspondencia y que “no se impida a nadie ir, enviar mensajero ó dar cuenta a S.M. de los que ocurriere en las Indias”. En 1609 se expidió otra Real Provisión al gobernador del Río de la Plata por la cual se establecían severas penas a quienes violaran la correspondencia oficial o particular. Existía ya por entonces un medio de comunicación entre el Río de la Palta y el Perú. Diego de Carvajal y Vargas, Octavo Correo Mayor, insistió varias veces en el establecimiento de un correo ordinario, por considerarlo una

En el año 1808 fue editado el primer reglamento postal de Brasil, “Regulamento Provisional para a Administraçâo do Correio da Corte e Província do Rio de Janeiro”. En 1810 se desarrollo la primera convención postal entre Inglaterra y Brasil. Antes de la independencia de Brasil, entre 1812 y 1818 se establecieron correos en las capitanias de Ceará, Pará, Pernambuco y Bahía. En 1817 se estableció un correo regular entre San Pablo y la villa de Porto Alegre, con escala en santa Catarina, en 1820 continuando con la construcción de esa red se establecieron correos en otras zonas.

necesidad para los vecinos de las Provincias del Río de la Plata, pidiendo reiteradamente al virrey Manuel de Amat que buscase algún vecino que quisiera aceptar el cargo de teniente de Correo Mayor de Buenos Aires. Pero no hubo quien aceptara, por considerarlo que no sería de utilidad.

El primer edificio destinado a Correios de Brasil marcó la importancia que la institución había conquistado en la vida del país, este edificio se ubicó en Río de Janeiro, se construyó en 1878.

En septiembre de 1715, el entonces gobernador de Buenos Aires, Baltasar García Ros, mandó publicar un Bando que constituye, la primera reglamentación que se diera al servicio de chasquis en el Río de la Plata.

Correos en el Río de la Plata

Este documento marca el primer paso hacia la organización definitiva del correo en esta región, siguiéndole desde 1715 hasta 1748 todo lo que allí se dispusiera.

Las comunicaciones postales entre el Perú y el

Desde 1748 se estableció un Teniente de Correo Mayor en el Río de la Plata, con sede en la ciudad de Buenos Aires. Correo en Norteamérica La situación de las colonias inglesas no

aventajaba en nada a la de los más prósperos y poblados reinos y provincias españolas en el Nuevo Mundo. Aún después de las reformas introducidas por Thomas Witherings, Postmaster General for Foreing Parts de Inglaterra, durante el reinado de Carlos I, en 1625, los colonos ingleses de esta parte del Atlántico seguirían por muchos años sometidos al aislamiento que imponía la irregularidad y escasez de las comunicaciones marítimas entre Europa y América. El primer camino de posta entre las colonias inglesas fue la carrera mensual de Nueva York a Boston, abierta por el gobernador de Nueva York el 1º de enero de 1673. Finalizaba ya el siglo XVII cuando, en 1691, la Corona inglesa, deseando regularizar las comunicaciones escritas entre la Gran Bretaña y sus colonias americanas, designa a un Postmaster General para sus colonias de Norteamérica, y concede patente a Thomas Neales para establecer, por su cuenta y riesgo, oficinas postales en las principales ciudades del territorio. Cuando su monopolio expiró en 1711, el Parlamento incorporó el correo colonial al sistema imperial.

Benjamín Franklin fue nombrado Deputy to the Postmaster General de las colonias, en 1737, y luego Joint Postmaster General of America, de 1753 a 1774. En 1753 el camino de postas todavía empezaba en Boston, pero llegaba por el sur hasta Charleston. Muchos

de los caminos eran de herradura a través de bosques y no había correos hacia el interior del país. Entre las muchas mejoras enérgicamente introducidas por Franklin, se cuenta el haber triplicado la frecuencia del servicio entre Nueva York y Filadelfia, ahora con tres postas semanales en el verano, y el haber rebajado el franqueo. Cuando en 1774 fue despedido de su cargo, el servicio había llegado a producir un ingreso a la Corona tres veces mayor que el de Irlanda. En 1775 el Congreso Continental resolvió nombrar a Franklin primer Postmaster General titular. Con la llegada de la independencia en el período que se inicia a fines del Siglo XVIII y comienzos del siguiente, los países americanos tomarán el control de los servicios de Correos, volcándolos en apoyo de la causa patriótica.

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La Unión Postal de las Américas, España y Portugal

UPAEP Previos Los orígenes de la Unión Postal de las Américas, España y Portugal se encuentran en el tratado postal concluido en Bogotá, Colombia, en 1838, y ratificado por Ecuador, Venezuela y Colombia, mediante el cual se funda la Unión Gran Colombiana invocando la “íntima unión y cordial amistad de los Países contratantes”. Diez años después, ese elevado ejemplo de cooperación internacional encuentra eco en la Convención de Lima, Perú de 1848, suscrita entre Bolivia, Chile Ecuador, Colombia y Perú. Posteriormente, en 1864, también en la ciudad de Lima, se firma un nuevo pacto de unión y colaboración postal entre Bolivia, Colombia, Ecuador, Guatemala, El Salvador, Perú y Venezuela con el objeto de “facilitar y perfeccionar en mayor escala las relaciones postales entre los Países contratantes. El 17 de julio de 1911 se firma en Caracas, Venezuela, el “Acuerdo Postal Bolivariano” entre Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela Creación de la UPAEP El 23 de junio de 1909, Francisco García y Santos Director General de Correos y Telégrafos de la República Oriental del Uruguay, en procura de estrechar las relaciones postales con los países sudamericanos y para dar mayores facilidades al público en todos los servicios que de ella dependen, le presenta al Dr. José Espalter, Ministro del Interior del Uruguay, una solicitud de autorización para convocar a

los Correos del Continente Sudamericano a un Congreso Postal Continental, en Montevideo a principios de 1910. García y Santos tenía en claro que la realización de un Congreso de esta índole proporcionaría ventajas para el intercambio postal, dando mayor amplitud a los servicios que ya existían y estableciendo otros nuevos, que favorecerían grandemente a las relaciones comerciales y epistolares con los países del Continente, favoreciendo también a los de ultramar. Los intercambios de giros y encomiendas postales en ese entonces se realizaban con dos o tres países de la región sudamericana, y a su vez con una gran dificultad. García y Santos veía en el Congreso una oportunidad para desarrollar estos servicios así como otros más. El Gobierno de la República Oriental del Uruguay considerando que la celebración de el referido Congreso Postal Continental, aparte de contribuir a estrechar las relaciones con los países americanos en sus medios de comunicaciones, reportaría fines de positiva utilidad, como el de ampliar el intercambio de giros y encomiendas postales, decide autorizar a la Dirección General de Correos y Telégrafos para invitar a concurrir con sus delegados al Congreso Postal Continental a celebrarse en Montevideo el 19 de abril de 1910 a los Correos de la República Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú y Venezuela. Así y con el aval del Gobierno, el 15 de Julio de 1909 la Dirección General de Correos y Telégrafos de Uruguay extiende una invitación a las administraciones postales sudamericanas antes mencionadas. La invitación expedida 21

por García y Santos pretende eliminar las dificultades que obligan a mantener las relaciones sostenidas entre sí por Correos sudamericanos en un grado de inferioridad, expresando aún más que se mantienen mejores relaciones con Correos de ultramar.



Brasil,



Chile,



Ecuador,



Paraguay,

García y Santos propone en esa invitación llegar a un acorde de propósitos, a una armonía de procedimientos, a una comunidad de nuevos servicios, a la eliminación de deficiencias puestas de relieve por la experiencia constantes, a la posibilidad de plantear la organización de servicios de giros, encomiendas, valores declarados, etc.



Perú,



Uruguay, y



Venezuela.

Este momento se podría considerar como el inició de la UPAEP, mas el Congreso por motivos propios de los Correos invitados no se pudo desarrollar en 1910, y la invitación fue re expedida por parte del Cancillería de Uruguay a los Correos, teniendo si una respuesta favorable para ser realizado en 1911. El 17 de Enero de 1910 el Poder Ejecutivo de Uruguay resuelve mediante el Ministerio del Interior, señalar el día 6 de Enero de 1911 para la celebración en Montevideo del Congreso Postal Continental. Con más éxito que la anterior invitación, todos los países invitados responden positivamente a esta invitación y al pedido realizado por García y Santos a que envíen proposiciones para formular durante el Congreso. Entre las proposiciones se destacan el Convenio de Giros y el de Encomienda. Primer

Congreso Postal Sudamericano

Continental

El 8 de Enero de 1911 fue inaugurado el Primer Congreso Postal Sudamericano en el Salón de Actos Públicos del Ateneo de Montevideo por el Sr. Benjamín Fernández y Medina, encargado del Ministerio del Interior, en presencia de los miembros del Cuerpo Diplomático y Altas Autoridades Gubernamentales. Contó con la presencia de delegados de los siguientes países: •

Argentina,



Bolivia,

Durante el Congreso se denotó el interés que existe en América y más en Sudamérica por crear una red de Correos con facilidades para todos los ciudadanos. Este interés no podía estar en pugna con el interés de la Unión Postal Universal, es por ello que se decide buscar el mejoramiento de los servicios, la supresión de trabas y gravámenes y en consecuencia se tiende a facilitar y ampliar las relaciones del mismo orden con el resto del mundo. Se redactó el Primer Reglamento referido al Congreso, donde García y Santos ejerció como el Presidente del Congreso. Para el estudio de las proposiciones se dividió a los delegados en distintas comisiones, repartiendo los asuntos. Se dividieron los asuntos en cuatro comisiones, las cuales realizaron sus respectivos informes. La Primera Comisión, trató el tema de la Convención Principal; la Segunda Comisión se dedicó al Convenio de Giros Postales, Cajas de Ahorro y Valores Declarados; la Tercera Comisión trató sobre Encomiendas Postales; la Cuarta Comisión se refirió a la Oficina Internacional, y la Quinta Comisión sobre Asuntos generales. Se designó una Comisión Especial encargada respecto de la forma en que deberían suscribirse las resoluciones del Congreso, decidió que las resoluciones deberían repartirse en tres Convenios: 1. Convención Principal 2. Convención relativa a Giros Postales 3. Convención relativa a Encomiendas Postales Sesiones plenarias Siete sesiones plenarias más la sesión de clausura

se desarrollaron durante el Congreso Postal. La sesión de clausura se realizó el día 2 de Febrero de 1911, aprobándose las resoluciones adoptadas durante el correr del mismo. Convención Principal Se presentó el texto de la Convención Principal celebrada entre las Repúblicas de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela. Adoptando que la Unión de los Correos Sudamericanos de acuerdo con la declaración que se realizó constituyen una unión íntima para facilitar y mejorar la ejecución de todos los servicios de Correos. En la Convención Principal se presentó un Reglamento de Ejecución de la Convención Principal, así como también el Convenio Relativo al Servicio de Giros Postales y el Convenio Relativo al Servicio de Encomiendas Postales. Convenio Relativo al Servicio de Giros Postales: Con la aplicación de este Convenio se establece un servicio de giros postales con carácter general entre las Administraciones de Correos Sudamericanos. El Convenio determina, costos, forma de ejecución, tipo de conversión, etc, demostrando un gran avance en materia postal en la región, y más aún en el sentido de transferencia de fondos. Convenio Relativo al Servicio de Encomiendas Postales

que funciona en Montevideo bajo la alta vigilancia del Gobierno de la República Oriental del Uruguay y cuyos gastos serían sufragados por todas las Administraciones de los países contratantes. Así la Oficina quedó encargada de entre otras cosas: de reunir, coordinar, publicar y distribuir los datos de toda clase que interesen especialmente al servicio postal internacional sudamericano; de la formación de una guía postal sudamericana; de la confección de un mapa postal de América del Sur; en general, de proceder a los estudios y trabajos que se le pidan en interés de los países miembros. La Oficina Internacional quedó establecida una vez que se ratificó la Convención. Conclusiones del Primer Congreso El Primer Congreso Postal Continental Sudamericano de Montevideo en 1911 plasmó una amplia idea que se venía desarrollando desde mitades del siglo XIX, los Correos de la región sudamericana comenzaron a observar que la unión de Operadores Postales era necesaria para concretar el proceso evolutivo postal. En la visión de García y Santos se forjó esta idea y gracias a todos los delegados plenipotenciarios de los países firmantes del Primer Convenio Postal Sudamericano se pudo concretar una Unión basada en la cooperación entre Correos para mejorar los servicios existentes y aplicar nuevos. Aquí comenzó el proceso de la hoy denominada Unión Postal de las Américas, España y Portugal.

Este Convenio por su parte establece el servicio de Encomiendas entre los países firmantes. El Convenio especifica el peso máximo de las encomiendas (10kg), retribuciones de transporte, precio, tasa de encomiendas, y forma de ejecución de los envíos. Oficina Internacional La Oficina Internacional de los Correos Sudamericanos se creó a partir del Congreso. La misma se crea en base a la necesidad de la existencia de la misma, sus facultades y funciones se detallaron en 15 artículos. Quedó constituida con el nombre de Oficina Internacional de los Correos Sudamericanos una Oficina Central 23

Congresos de la UPAEP

La Unión se estructura con 3 órganos, a saber: el Congreso; el Consejo Consultivo y Ejecutivo y su Comité de Gestión; y la Secretaría General. El Congreso es el Órgano supremo de la Unión, está compuesto por los representantes plenipotenciarios de los países o territorios miembros.

1911 Primer Congreso Postal Continental Sudamericano. El Primer Congreso fue realizado en Montevideo durante los meses de enero y febrero de 1911, allí con la participación de representantes de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay, y Venezuela. Este Congreso crea la Oficina Internacional de la Unión, con sede en Montevideo, elige al primer Secretario General, el Sr. Francisco García y Santos. Por otro lado la Convención Principal aprobó el primer Convenio Relativo al Servicio de Giros Postales y el primer Convenio Relativo al Servicio de Encomiendas Postales. Un hito importantísimo para el desarrollo postal internacional y el perfeccionamiento del concepto del territorio postal único en la región.

1921 Primer Congreso Postal Panamericano 1921 Primer Congreso Postal Panamericano El Primer Congreso Postal Panamericano se celebró en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, del 25 de agosto al 15 de septiembre de 1921. En este Congreso la Unión de los Correos Sudamericanos amplía sus límites geográficos transformándose en “Unión Postal Panamericana”, con la incorporación de los Países de América Central, de América del Norte y del Caribe. En este Congreso participan 19 países (10 más que en el anterior):

Convención Principal



Argentina



Bolivia



Colombia



Costa Rica



Cuba



Chile



Ecuador

El Congreso constituye la primer Convención Principal de la Unión Postal Panamericana, donde inspirados en el deseo de extender y perfeccionar los servicios postales panamericanos y de establecer una solidaridad de acción que pueda representar eficazmente en los Congresos Postales Universales los intereses comunes de las Repúblicas Americanas, en lo que se refiere a las comunicaciones por correo. Dichas Repúblicas constituyen la Unión Postal Panamericana de Correos con el objeto de mejorar la ejecución de los servicios postales, formando un solo territorio postal.



El Salvador

Oficina Internacional



Estados Unidos de América



Brasil

Con la denominación de Oficinas Internacional de la Unión Postal Panamericana queda constituida en Montevideo la oficina central.



Guatemala

Congresos Postales Panamericanos



México



Nicaragua



Panamá



Paraguay



Perú

Es en este Congreso donde se decide que los Congresos se reunirán (por lo menos) cada cinco años, y también se establece que el propio Congreso será quien decida la sede del próximo Congreso, también se establece el castellano como idioma oficial para los asuntos relativos al servicio de correos y el dólar como unidad monetaria de la Unión.



Uruguay



Venezuela

El Congreso en la búsqueda de ampliar los límites geográficos y visto el fuerte relacionamiento de los países americanos con España decide invitar a

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España a adherirse a la Convención y el Reglamento de Ejecución. Ahorro Postal Otro hito importante de este Congreso, es el reconocimiento de la Institución del Ahorro Postal, por el carácter educativo que el ahorro tiene en las masas y por las derivaciones de esa virtud en la economía general de los pueblos, el Congreso recomienda a los gobiernos de los países miembros que procuren crear dicha institución.

Como hito importante del Segundo Congreso es la creación de la Oficina Internacional de Transbordos en Panamá, encargada de recibir y reexpedir a su destino, toda la correspondencia que cruce por el Istmo, originaria de cualquiera de los países miembros, cuando dé lugar a operaciones de transbordo. Se aprobó la Convención Principal Panamericana y su Reglamento de Ejecución así como también los Convenios sobre Giros Postales y Encomiendas Postales.

1931 Tercer Congreso Postal Panamericano

Convenciones El Congreso trató las Convenciones y Reglamentos de Ejecución sobre Encomiendas Postales, Giros Postales.

1926 Segundo Congreso Postal Panamericano México D.F. fue la sede del Segundo Congreso Postal Panamericano, elegida durante el Primer Congreso. El Segundo Congreso se realizó del 15 de octubre al 9 de noviembre de 1926. El Segundo Congreso Postal Panamericano contó con la incorporación de Honduras y España (en su condición de Madre Patria de los países de habla hispana de América, y aceptando la invitación de la Unión Postal Panamericana). El Segundo Congreso Postal constato que la Unión Postal Panamericana pese al corto tiempo que en ese entonces llevaba, que respondió ampliamente a las necesidad que la creación y que los deseos de los países miembros de contar con un servicio eminentemente público, de primera necesidad, no sólo para el desarrollo de las actividades humanas, sociales y comerciales, sino fundamentalmente para acercarse más entro los países de la región y darse la oportunidad de una cooperación más estrecha y eficaz. En miras de superar las barreras geográficas por medio de las comunicaciones postales se concluyó que era necesario aumentar y multiplicar los medios de transporte, facilitando el recíproco conocimiento. Desde ese momento se afirmó que los Gobiernos y los Correos, sumando esfuerzo iban a consagrar la alianza postal Hispano-Americana.

El 10 de octubre de 1931 se inaugura el Tercer Congreso Postal Panamericano en Madrid, y se clausuró el 10 de noviembre del mismo año. Este fue el primer Congreso de la Unión Postal Panamericana en realizarse fuera del continente americano, en miras de extender el concepto del territorio postal único de los países de América y habla hispana. En este Congreso de incorporan Haití y Canadá y se le cambia el nombre a la Unión. En efecto, en esa oportunidad por resolución del Congreso se la llama “Unión Postal de las Américas y España” nombre que estará vigente hasta el Congreso de Buenos Aires 1990. Con el nombre de Oficina Internacional de la Unión Postal de las Américas, España y Portugal, funciona en Montevideo, la Oficina central de la UPAE. La fuerza y el alcance de los resultados del Tercer Congreso, se vieron acrecentados por consecuencia de una importante ampliación del territorio postal de la Unión, en este efecto la resolución favorable a la solicitud de ingreso de Canadá a la Unión, logró reforzar la Unión y extender el radio de acción por todo el Continente Americano. Los delegados plenipotenciarios que participaron del Congreso en todo momento buscaron trabajar por un correo seguro, rápido, eficaz para que no haya fronteras entre las naciones americanas. Una novedad altamente satisfactoria para la Unión y realmente actualizada con el nacimiento y desarrollo de la industria aeronáutica fueron las Disposiciones Relativas a Transporte de la Correspondencia por Vía Aérea emanadas del Congreso de Madrid. Manteniendo el concepto de un territorio postal único se dispuso que la totalidad de las líneas aéreas internas e internacionales que directa o indirectamente dependan de una Administración y se utilicen para el transporte de la correspondencia, serán puesta a disposición de las demás, sobre la base de tarifas y condiciones generales uniformes

para todas aquellas Administraciones que utilicen estos servicios sin participar en los gastos de explotación. El Congreso aprueba el Convenio, su Protocolo Final y el Reglamento de Ejecución del mismo, así como también el Acuerdo Relativo a Giros Postales y su Protocolo Final, y el de Encomiendas Postales.

1936 Cuarto Congreso Postal Americoespañol Este Congreso se realizó en Panamá del 1 al 22 de diciembre de 1936. El Congreso de la UPAE destacó el crecimiento del correo, siendo este el más grandioso y eficaz vehículo de la civilización, declarando que la organización postal es la más noble de todas, porque estrecha a todos los pueblos del universo sin distinción de razas ni credos políticos, para el servicio postal no existen fronteras, ni idiomas ni religión. El Cuarto Congreso consolidó el las Disposiciones relativas al transporte de la correspondencia por la Vía Aérea, mejorando las mismas, y así creando la posibilidad de desarrollar un servicio de mayor relevancia e importancia para todos los habitantes de los países miembros de la Unión, integrando nuevos conceptos postales como el de “encomiendas aeropostales. Por otro lado el Congreso emitió resoluciones respecto al Convenio, su Protocolo Final y Reglamento de Ejecución, así como también el Acuerdo relativo a Giros Postales y el de Encomiendas Postales.

1946 Quinto Congreso Postal Americoespañol El Quinto Congreso de la Unión Postal de las Américas y España fue inaugurado el día 2 de septiembre de 1946 en la ciudad de Río de Janeiro, Brasil, y fue clausurado el día 25 de septiembre del mismo año. El quinto Congreso no pudo realizarse en 1941 (5 años después de Congreso de Panamá) como estaba estipulado en las Actas, debido al período de guerras que sucumbía al mundo entero. Este Congreso de la UPAE es otro ejemplo del poder que tiene el sector postal en el mundo, en momento en que los pueblos comenzaban a salir de un período oscuro, las esperanzas de una organización justa que les garantizara un futuro de paz y de trabajo tranquilo, todo esfuerzo en el sentido de mejorar la comprensión entre las diferentes naciones era

meritorio. Nada concurre más para las buenas relaciones que el conocimiento y nada contribuye mejor para aumentar el conocimiento que las comunicaciones, y más aún las comunicaciones postales, las cuales son universales. Las conclusiones del V Congreso tuvieron grandes consecuencias en la aproximación de los pueblos, llevando a un mayor estrechamiento de las relaciones de los Correos de América y España, permitiendo el perfeccionamiento de los servicios, por la adopción de medidas técnicas de suma importancia. Las Resoluciones del Quinto Congreso fueron respecto al Convenio y su Reglamento de Ejecución, las Disposiciones Relativas al Transporte Aéreo de los Envíos Postales, y los Acuerdos Relativos a Giros y Encomiendas Postales.

1950 Sexto Congreso Postal Americoespañol El Sexto Congreso Postal Americoespañol se celebró en Madrid por segunda vez, entre el 11 de octubre al 11 de noviembre de 1950. Este Congreso denotó que la evolución que el sector postal estaba teniendo era muy buena, el Correo siendo una de las más viejas organizaciones humanas, evolucionó lentamente en los primeros tiempos, estacionaria en la época en que la humanidad se paralizó y fecunda, rápida, trascendental durante el renacimiento, y en los tiempos del VI Congreso, a mitad de siglo la transformación del Correo seguía los pasos de los progresos de la humanidad. Este Congreso ya observó el advenimiento de nuevas tecnologías y la necesidad de desarrollo de los recursos humanos de los Correos. En todos los países existía la necesidad de crear grandes Institutos encargados de la preparación de los Jefes, de sus oficiales y auxiliares, pues sin esa preparación ya se apuntaba que ningún país podría válidamente decir que maneja como es debido un servicio que cada día intervenía más en las actividades esenciales de los negocios humanos. El Congreso afirmó que la ciencia postal era aún más compleja que una máquina, un teléfono, un telégrafo o una radio, ya que en el sector postal concurren todos los derechos, desde el de gentes, hasta el civil; el administrativo y el penal; el fiscal y el comercial. El Código Postal es una colección de principios que su correcta aplicación es lo que llevará a que el curso del Correo no se detenga a través de todos los territorios. Se afirmó cada vez más el concepto de territorio postal único, y las distancia cada vez se acortaban más, declarando que por manifestación expresa del

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Convenio, el foso del Atlántico no existe, ni las fronteras separan a los países miembros. El Congreso transformó las anteriores disposiciones sobre transporte aéreo, y realizó un Acuerdo Relativo al Transporte Aéreo de los Envíos Postales, en el cual se acordó realizar el servicio de transporte aéreo de los envíos postales con libertad de tránsito y encaminamiento entre los países miembros. Las Resoluciones del VI Congreso Postal Americoespañol fueron respecto al Convenio y su Reglamento de Ejecución, sobre el Acuerdo Relativo al Transporte Aéreo de los Envíos Postales, al Acuerdo de Encomiendas y el de Giros Postales.

1955 Séptimo Congreso Postal Americoespañol En la ciudad de Bogotá, Colombia, durante el 12 de octubre al 9 de noviembre de 1955, se celebró el Séptimo Congreso Postal Americoespañol. Este Congreso mantuvo la línea del Congreso anterior de Madrid, buscando un mayor acercamiento entre los países miembros y mejorando los acuerdos. El Congreso destacó que los Congresos anteriores serían un deber imperativo, una norma forzosa, imprescindible y necesaria para la colonización de los días futuros, el desarrollo del sector estaba encaminado. Dentro de las resoluciones del VII Congreso Postal, el Acuerdo Relativo a Valores Declarados se sumó a los de encomiendas y giros. Por otro lado se aprobó el Convenio y su reglamento de ejecución. CLAUPAE Respondiendo a las Actas de la UPAEP, se crea en la ciudad de Miami, el Comité de Líneas Aéreas de la Unión Postal de las Américas y España. El estuvo en funcionamiento hasta fines de los 80. Estaba conformado por Línea Aéreas Internacionales que prestaban servicio bajo la bandera de un país miembro firmante de las Actas de la UPAEP. El CLAUPAE tenía el carácter de Organismo especializado en el trasporte de correspondenciaavión, coordinaba la acción de todos los miembros para mejorar el desarrollo y la expansión de la industria aeropostal.

1960 Octavo Congreso Postal Americoespañol El Octavo Congreso Postal Americoespañol se celebró en Buenos Aires, del 12 de septiembre al 14 de octubre de 1960. Como los anteriores Congresos, este afirmó que el Correo, como pocas instituciones, demuestra notoriamente la necesidad de interdependencia de las naciones en la vida moderna. Esa interdependencia y la coordinación técnica y administrativa se hacía cada vez más necesaria en la medida que la técnica acorta las distancias. Es por estos pensamientos que el Congreso de Buenos Aires crea la Comisión Técnica Consultiva como órgano de la Unión, y sus facultades son ampliadas por el Congreso de México de 1966 que cambia su nombre por “Comisión Técnica Consultiva y Ejecutiva”. El Congreso de Santiago de 1971 cambia su denominación por “Consejo Consultivo y Ejecutivo” (la actual). Las resoluciones del Octavo Congreso Postal Americoespañol fueron relativas al Convenio y su Reglamento de Ejecución, el Reglamento de la Oficina Internacional de la UPAE, de la Oficina Internacional de Transbordos, y los Acuerdos Relativos a Valores Declarados, Encomiendas Postales y Giros Postales.

1966 Noveno Congreso de la Unión Postal de las Américas y España El Noveno Congreso Postal Americoespañol se desarrolló en la ciudad de México, del 24 de junio al 16 de julio de 1966. El Congreso de México fue muy importante debido a la enorme trascendencia y entidad que tuvieron los temas considerados en el desarrollo del mismo.

General de la Unión Postal de las Américas y España. Las disposiciones orgánicas de la Unión figuraban anteriormente en el Convenio y su Reglamento de Ejecución. La Constitución surge con el fin de extender, facilitar y perfeccionar entre los pueblos de las Américas y España el funcionamiento de los servicios postales y contribuir al desarrollo de las actividades de esta índole. Aquí se extienden los órganos de la Unión: •

Congreso

El Congreso de México 1966 marca un nuevo e importante período en la vida de la Unión al establecer:



Conferencias



Consejo Consultivo y Ejecutivo

• Su incorporación al esfuerzo universal a favor de la cooperación técnica en el campo de la formación profesional, disponiendo la creación de escuelas regionales para la enseñanza postal; y



Oficina Internacional

• La creación del Centro de Traducción en la Oficina Internacional de la UPAE en Montevideo y la instalación del Servicio de Traducción Español en la Oficina Internacional de la UPU en Berna. Las Resoluciones del Noveno Congreso Postal Americoespañol de la UPAE en México fueron relativas al Convenio y el Reglamento de Ejecución del mismo, el Reglamento de la Oficina Internacional de la Unión, el Reglamento de la Oficina Internacional de Transbordos, y los Acuerdos Relativos a Encomiendas postales, Giros postales y Valores declarados.

Por lo tanto lo más destacable dentro de las Resoluciones del Décimo Congreso Postal Americoespañol es la adopción de la Constitución y el Reglamento General. Por otro lado las otras resoluciones fueron respecto al Convenio y Reglamento de Ejecución del mismo, el Reglamento de la Oficina internacional, el Reglamento de la Oficina de Transbordos, y los Acuerdos relativos a: •

Cartas y cajas con valor declarado



Encomiendas postales



Giros postales

1976 1971 Décimo Congreso de la Unión Postal de las Américas y España

Undécimo Congreso de la Unión Postal de las Américas y España

El viernes 5 de noviembre de 1971, en la ciudad de Santiago, Chile, fue inaugurado el Congreso, el cual concluyó el día 26 de noviembre de 1971. En el campo postal la posibilidad de aportar el avance de la tecnología moderna para hacerlo más expedito y más rápido, pero, en este campo podrá aumentar la velocidad y la expedición pero ahí permanecerá siempre el mensaje del hombre con todo su hondo contenido, este fue un mensaje claro del Congreso, el cual no solo en la región sino en el mundo, ya observaba el advenimiento de nuevas tecnologías y empezaban a aparecer en algunos países los operadores privados, los cuales aprovechando la falta de desarrollo postal en algunas regiones fueron tomado cada vez más importancia.

El Undécimo Congreso Postal Americoespañol se celebró en la ciudad de Lima, Perú, del 2 al 18 de marzo de 1976. El Congreso expresó que se debía poner de relieve con frecuencia la gran importancia de las comunicaciones postales porque la función de correos, como medio de primer plano para la transmisión de la palabra escrita, es sumamente importante en el sector de las comunicaciones nacionales e internacionales. Las razones que confieren al sistema de comunicaciones postales, una posición clave tan importante en el desarrollo económico y político, no necesitan por lo general ser explicadas, pero y fue un gran avance del Congreso, se notó que el servicio postal sirve de vínculo entre el Gobierno y el pueblo y que este es un elemento esencial en la economía así que es el principal medio de difusión en masa de la información en los países en proceso de desarrollo.

El hito más importante del congreso de Santiago, es que este, adoptó la Constitución y el Reglamento

La situación de la economía en ese entonces veía como las nuevas tecnologías y la globalización

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crecían a pasos agigantados, el sistema postal por su gran importancia debía ir de la mano de la evolución. Entre las decisiones más remarcables del Congreso de Lima de 1976, corresponde mencionar la supresión de la gratuidad de tránsito territorial y marítimo en el ámbito de la Unión, que existía en sus Actas desde 1911. El motivo en que se fundó tal decisión fue que la gratuidad de tránsito había perdido base de sustentación desde el momento en que se estableció el cobro de los gastos terminales. Este Congreso también dictó la Resolución IV que fijó el plan de actividades de enseñanza para el quinquenio 1977-1981, en el que se previó la realización de cursos de especialización superior, cursos para la formación de personal de nivel medio, y cursos de formación de instructores para el personal de cuadros medios, así como la cooperación a las Administraciones postales de los países miembros para la implantación y desarrollo de escuelas postales nacionales. De acuerdo con una resolución expresada por este Congreso se procedió a la construcción del edificio sede, cuya ubicación está en la ciudad de Montevideo, capital de Uruguay. El Congreso se Lima emitió el Primer Protocolo Adicional a la Constitución de la UPAE.

Este fue un grandísimo avance en la evolución postal de la región. Las acciones fueron estructuradas sobre la base del sistema de Cooperación Técnica entre Países en Desarrollo, con la filosofía de que los países más desarrollados ayuden a los de menor desarrollo relativo y orientando la actividad a fin de adecuarla a las exigencias de los Correos. El Segundo Protocolo Adicional a la Constitución se emitió en este Congreso.

1985 Decimotercer Congreso de la Unión Postal de las Américas y España El XII Congreso Postal Americoespañol se celebró en la ciudad de La Habana, en marzo de 1985. El Congreso de La Habana, en el año 1985, emitió la trascendental Declaración Postal de La Habana en la que marcó el nuevo rumbo del organismo, apartándolo de su quehacer reglamentario para orientar toda su capacidad técnica a los aspectos netamente operativos del correo, al mejoramiento de su calidad, de su seguridad y a la elaboración de productos de alta calidad. El Congreso de la Habana en su Documento 31, emitió el Tercer Protocolo Adicional a la Constitución de la UPAEP.

1990 1981 Duodécimo Congreso de la Unión Postal de las Américas y España El Duodécimo Congreso Postal Americoespañol se celebró en Managua, Nicaragua del 10 al 27 de agosto de 1981. El desarrollo de nuevas técnicas para la transmisión de los mensajes escritos, como consecuencia de los prodigiosos avances de las telecomunicaciones; la conveniencia de adaptar la cooperación técnica a los programas de desarrollo postal de cada Administración; y la imperiosa necesidad de adecuar las prestaciones postales tradicionales a la demanda de servicios; fueron todos temas a tratar por el Congreso de Managua. El Congreso realizó una profunda transformación en la Organización. El Congreso de Managua modificó sustancialmente la política de cooperación técnica en la UPAE, instrumentando un sistema más ágil, menos burocrático, menos oneroso con un aprovechamiento racional de los recursos humanos y materiales, permitiendo a los Operadores Designados adoptar la modalidad de cooperación técnica y capacitación profesional que mejor convenga a sus intereses.

Decimocuarto Congreso de la Unión Postal de las Américas, España y Portugal El Decimocuarto Congreso de la Unión Postal de las Américas, España y Portugal, se celebró en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, del 10 al 21 de septiembre de 1990. En el Congreso de Buenos Aires de 1990 se incorpora Portugal y se da a la Unión su denominación actual “Unión Postal de las Américas, España y Portugal”. Este Congreso trato temas muy importantes para los Correos de la región en los 90´, como la transformación de los Correos en empresas competitivas; el desarrollo y diversificación del mercado postal; el mejor conocimiento de las exigencias que éste plantea; la necesidad de practicar una gestión más comercial ligada al mejoramiento de los servicios; el intercambio de información científico-técnica y la aplicación de los medios tecnológicos. En ese entonces la transformación del Correo en Empresa había sido consagrada universalmente, el establecimiento de una acción comercial intensa, la necesidad de adaptarse a un mercado que aumentaba

permanentemente, la incorporación a los sistemas administrativos y operativos de tecnología, la necesidad de realizar una gestión eficiente y la de obtener resultados económicos satisfactorios exigían que el Correo fuera administrado con modalidad empresarial. Es por ello que el Congreso de Buenos Aires, decide recomendar y exhortar a todos los Correos miembros la transformación en empresas. La seguridad del servicio de Correos comenzaba a tener una importante atención de los países miembros, realizando el año del Congreso de Buenos Aires, el primer curso de la UPAEP destinado a la seguridad de los envíos postales. Así fue como a partir de este Congreso se resolvió designar Coordinadores de seguridad en los aeropuertos internacionales y las oficinas de cambio. El cuarto Protocolo Adicional a la Constitución de la UPAEP fue emitido en este Congreso. En la reunión del Consejo Consultivo y Ejecutivo de 1992, se incorporan a la Unión las Administraciones Postales de Antillas Neerlandesas y Aruba. Completando así la plantilla actual de países miembros,

1993 Decimoquinto Congreso de la Unión Postal de las Américas, España y Portugal De acuerdo a lo dispuesto en el Artículo 13 de la Constitución de la UPAEP (1971) y en los Artículos 104 y 114 del Reglamento General (1990), se efectuó con carácter Extraordinario, el XV Congreso de la Unión en la ciudad de Montevideo, el día 23 de Junio de 1993.

incluir la mejora de la posición competitiva de los productos postales internacionales como uno de sus objetivos. Para lograr este objetivo, la UPAEP debería servir como organización “paraguas” para el establecimiento de una nueva unidad de gestión con proyectos regionales de desarrollo y de dirección, de naturaleza operativa y comercial. Esta factibilidad de reorientar a la UPAEP, fue la que marcó el cambio en la Unión. Se efectúo un extenso Debate General sobre La Reforma, el que dio inicio a la reestructuración con el objetivo de transformar la organización.

1998 Decimoséptimo Congreso de la Unión Postal de las Américas, España y Portugal De acuerdo a lo dispuesto en el Artículo 13 de la constitución de la UPAEP (1995) y en los Artículos 104 y 114 de su Reglamento General (1995) se efectuó, con carácter Extraordinario, el XVII Congreso de la Unión en la ciudad de Montevideo, el día 19 de marzo de 1998. Este Congreso destacó la clara situación que vivían los Correos en ese entonces, con un mercado cambiante y competitivo y con unos clientes cada vez más exigentes en la medida en que aparecían cada vez más ofertas. El Congreso deliberó que los Correos se encontraban en una situación donde se debía actuar con verdadera flexibilidad y rapidez. Este Congreso modificó la Constitución de la Unión y el Reglamento General.

2000

El Congreso Extraordinario emitió el Quinto Protocolo Modificatorio de la Constitución.

Decimoctavo Congreso de la Unión Postal de las Américas, España y Portugal

1995

El XVIII Congreso de la Unión Postal de las Américas, España y Portugal se efectuó en la ciudad de Panamá, del 6 al 12 de septiembre de 2000.

Decimosexto Congreso de la Unión Postal de las Américas, España y Portugal Se desarrolló el XVI Congreso de la UPAEP durante el mes de agosto de 1995. El Congreso de México de 1995, denominado “El Congreso de la Reforma”, marcó un cambio de orientación en la unión que dio inicio a una reestructuración con el objetivo de transformar a la institución en una organización más operativa, flexible y de menor costo. Reconociendo la naturaleza global del mercado de las comunicaciones a mitad de la década del 90, el enfoque de la UPAEP debería reorientarse para

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En ese entonces se denotaba que la historia postal había llegado a un punto sin retorno, con una nueva realidad en cuanto a las exigencias y las expectativas del cliente, la figura del cliente que había comenzado a sonar fuerte en la década del 90, ya estaba bien consolidada para ese entonces, tomando más importancia, debido a las necesidades del propio cliente y a la cantidad de ofertas provenientes de los operadores privados. Las nuevas regulaciones aplicaban nuevas reglas de juego, las cuales están a favor de la libertad de dejar de concurrir al Operador Designado si no está satisfecho e ir al operador privado que por su

característica de empresa comercial que solo está en las zonas donde es rentable el servicio y con la no obligación de cumplir un servicio postal universal, proporciona un servicio mejor.

- Orientación al Cliente, Mercados, Productos y Tecnología

Este Congreso confirmó el proceso de reestructura de la Unión y orientó a objetivos y finalidades estratégicas mediante un programa de acción para el período 2001-2005.

A 10 años de la reforma estructural inspirada por el Congreso de México, se impone un nuevo impulso reformador. Los nuevos desafíos requieren nuevas respuestas, una reforma es un proceso en que hay que transitar por etapas, que permitan alcanzar un suficiente grado de convencimiento de que los cambios conducirán al objetivo de mejorar lo que se quiere reformar.

Se desarrolló la jornada denominada “La Reforma Postal y sus Fuentes de Financiamiento” que ha sido el evento más importante realizado en nuestra región en relación con este tema tan trascendente para los servicios postales. Con motivo de la Conferencia se logró reunir, en un ambiente de reflexión y debate, a los principales actores del proceso de reforma del sector. Para ello, se invitó a una serie de autoridades de gobierno de países miembros de la Unión a las que se pedía insistir en sus respectivos países sobre la necesidad de tener al sector postal como una de las prioridades en el proceso de reforma y modernización de los Estados. El objetivo fundamental de esta jornada fue examinar las posibilidades de dar impulso a los procesos de reforma postal y buscar los mecanismos de financiación para las administraciones postales de la región de la UPAEP. La Constitución de la Unión fue modificada por el sexto Protocolo Adicional de Panamá.

2005 Decimonoveno Congreso de la Unión Postal de las Américas, España y Portugal El XIX Congreso de la UPAEP se realizó en la ciudad de Río de Janeiro, del 10 al 16 de agosto de 2005. El Plan Estratégico, además de constituir una herramienta para orientar la gestión de la Secretaría General, permite a los países miembros tener una visión de conjunto de las iniciativas y proyectos que se ejecutan cada año, desagregados por áreas de incidencia estratégica. A partir del año 2002 los recursos de la UPAEP en materia de Cooperación Técnica se empezar a distribuir según una nueva definición denominada áreas temáticas prioritarias: - Reforma, Modernización y Servicio Universal - Calidad de Servicio y Mejoramiento de la Red - Capacitación y Desarrollo de los RR.HH.

- Cooperación Técnica

El Congreso concluyó y remendó a todos los países y territorios miembros continuar con el proceso de reforma para lograr una prestación de un servicio postal universal de calidad y a precios asequibles; la realización de acciones orientadas al fortalecimiento y a las institucionalización de las entidades postales públicas en el marco del saludable desarrollo de los mercados; la necesario inclusión del sector postal en los planes nacionales de desarrollo; la introducción en el proceso postal de tecnologías que permitan a los correos insertarse eficazmente en las actividades del comercio mundial; impulsar a la diferenciación de roles de los operadores y de los reguladores, dotándoles de facultadas y recursos necesarios para el cumplimiento de sus responsabilidades; y continuar trabajando para impulsar y coordinar acciones destinadas a fortalecer la dinámica de transformación del sector postal de los países miembros de la UPAEP.

2007 Vigésimo Congreso de la Unión Postal de las Américas, España y Portugal De acuerdo a lo dispuesto en el Art. 14 de la Constitución y en los Arts. 103 y 113 del Reglamento General de la Unión Postal de las Américas, España y Portugal - Montevideo, 2007 - se efectuó, con carácter Extraordinario, el 20º Congreso de la Unión en la ciudad de Montevideo, el día 14 de junio de 2007. La realización fue decidida por el Congreso de Río de Janeiro celebrado en agosto de 2005. El Congreso de Río de Janeiro propuso la realización de un Congreso Extraordinario en el año 2007. Distintos proyectos en que la cooperación técnica ha sido vital desde el vamos, para los que seguramente seguir contando con ella permitirá alcanzar los importantes desafíos que nos hemos planteado. De cara al futuro, el objetivo de apoyar la capacitación postal, reforzando la publicación de manuales, actualizando normativa; la aplicación de productos

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de valor agregado así como la mejora de la calidad del servicio y la reforma fueron temas tratados en este Congreso.

2009 Vigésimo Primer Congreso de la Unión Postal de las Américas, España y Portugal El 21º Congreso de la Unión Postal de las Américas, España y Portugal se realizó en la ciudad de Santiago de Chile, del 17 a 21 de agosto de 2009. Durante el primer día del Congreso, luego de la ceremonia de inauguración del mismo y la sesión constitutiva de este, se realizó el Foro: La perspectiva del Sector Postal ante la crisis económica mundial. El Congreso analizó las distintas proposiciones surgidas de los Grupos de Trabajo, así como preocupaciones que tiene el sector postal regional que está inmerso en los problemas que afectan al mundo: desarrollo social y económico, acceso a la mayor parte de la población, y ofrecer servicios de valor agregado. La problemática de la región es de todos nosotros en conjunto pero también de cada uno de nosotros, de los gobiernos, reguladores, operadores designados y otros actores del sector. El sector postal regional debe acompasar los cambios que se están produciendo a nivel mundial. Son los Correos los que deben trabajar en un contexto de competencias, de liberalización, de nuevos mercados, pero es con la creatividad y, la voluntad que los Correos de la región pueden avanzar hacia un mercado que presente las tres principales redes necesarias para el correcto desarrollo del Correo en la región: red física, electrónica y financiera. - Presupuesto de la Unión El Congreso trató el tema del presupuesto de la Unión, en un contexto de crisis. El Congreso fue conservador pero firme en la idea de garantizar las actividades de la Unión para los próximos cuatro años. - PDR La implementación del Plan de Desarrollo Regional UPU-UPAEP entre la Unión Postal Universal y la Unión Postal de las Américas, España y Portugal durante el ciclo anterior, permitió valorar la importancia de desarrollar acciones coordinadas, coherentes y entrelazadas a favor de los países de la región. La primera experiencia de este ejercicio ha sido altamente positiva, por lo que en el marco del Congreso se propuso realizar mayores esfuerzos en dar seguimiento al Plan de Desarrollo Regional

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UPU/UPAEP, de esa forma se seleccionaron para el período 2009-2012 tres ejes estratégicos para trabajar: Reforma del Sector Postal, Calidad de Servicio y Mejoramiento de las Operaciones, Despliegue de los Giros Postales Electrónicos.

Cooperación Técnica Introducción Desde la creación de la Unión, su principal objetivo ha sido la coordinación y la cooperación entre sus países miembros para favorecer una prestación de servicios postales más óptima en la región. La generación de recursos provenientes del aporte de cuotas contributivas para el financiamiento de la Unión históricamente tuvo un capítulo destinado a la cooperación técnica. La cooperación técnica se orientó en favor de la capacitación de los recursos humanos, de la transferencia de experiencias exitosas entre los países a través del trabajo de consultores especializados o de la organización de pasantías de observación y, finalmente, en la provisión de equipamiento asociado a proyectos de desarrollo postal. Evolución de la Cooperación Técnica En la historia contemporánea de la Unión hasta el Congreso de Managua, 1981, hay que destacar que en un gran esfuerzo el organismo organizó, con el generoso apoyo de países que ofrecieron su sede, cursos de especialización en las escuelas postales de Buenos Aires, Argentina; de Bogotá, Colombia; de San José de Costa Rica; de Belho Horizonte, Brasilia y Porto Alegre, de Brasil. En estas escuelas se impartieron cursos de nivel medio para operadores del servicio, de nivel superior para instructores postales destinados a generar un efecto multiplicador en los recursos humanos de cada uno de sus países; así también se organizaron cursos de nivel superior para especializar en materias puntuales tales como la planificación, la evaluación y la gestión de proyectos, la filatelia. En esa misma línea de accion, funcionarios de América Latina se capacitaron en cursos de gestión y operación postales en la Escuela Postal de Brasilia, que hoy se ha transformado hoy en laUniversidad de Correos. Creación del Fondo de Alícuotas de Cooperación Técnica A partir del congreso de managua, se crea el Fondo de Alícuotas de Cooperación Técnica. Esta nueva modalidad consiste en definir en el presupuesto de la UPAE,P un fondo destinado a la cooperación técnica, a utilizar en forma igualitaria entre los países y territorios miembros. En la actualidad, el Fondo se divide entre 27 países. Este fondo es acumulable con los saldos no utilizados provenientes de gestiones anteriores. La importancia de este modelo es que cada país está en condiciones de administrar sus propios recursos de cooperación técnica según sus necesidades. Otras acciones de cooperación técnica La cooperación técnica de la Unión no solamente orientó su accionar apoyando la capacitación y el fortalecimiento de las escuelas nacionales, también orientó sus funciones en otras actividades de importancia. Se pueden citar rápidamente: La creación de un cuerpo de coordinación denominado CLAUPAE (Comité de Líneas Aéreas de la UPAE). Este Comité estaba constituido por representantes de las líneas aéreas de bandera de la región y tenía carácter de observador de derecho de la UPAEP. Su función fundamental fue la de coordinar aspectos relacionados de la prestación de servicios en la relación correo-transporte aéreo. En su seno se lograron importantes acuerdos. La evolución del orden económico en la región, con la introducción de apertura de los mercados, adopción de políticas de privatización y capitalización, la liberación del mercado y en definitiva aspectos relacionados con la globalización, determinó que el CLAUPAE perdiera su poder de interlocución y finalmente a partir del Congreso de México, en el año 1985, este cuerpo colegiado desapareció.

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Centro Regional de Desarrollo Informático Esta es otra iniciativa tomada en el marco de la cooperación técnica. La creación del Centro de Desarrollo Informático permitió dotar a los países y territorios miembros de la Unión de soluciones informáticas concretas y puntuales relacionadas con aspectos propios de la gestión y de las operaciones postales; en este orden se pueden citar la provisión, instalación y puesta en marcha de los siguientes productos: - Cuentas BIT Este fue un programa de formulación y liquidación de cuentas postales internacionales con apoyo informático. Este fue un ambicioso proyecto, complejo y delicado en su formulación. Por primera vez los países contaron con una herramienta destinada a ayudarles en la formulación y liquidación de las cuentas postales, fundamentalmente de los gastos terminales. Este programa fue actualizado hasta las disposiciones sobre gastos terminales del Congreso de Rumania.Se dejó de actualizar, para dar paso a la liquidación del sistema mediante el programa desarrollado por la Unión Postal Universal, denominado IPS. Al presente, todavía hay algunos pocos países de la región que utilizan este sistema para su liquidación. - AV BIT Este programa, también complejo para su época, se desarrolló para apoyar las tareas propias de una oficina de cambio internacional. El programa contenía módulos destinados a administrar un programa de encaminamientos, acompañaba un programa de planificación de los procesos propios de la elaboración de los despachos y ofrecía entregables conteniendo los documentos señalados en los acuerdos de ejecución de envíos de correspondencia que acompañaban a los despachos postales. Fue de gran utilidad para los operadores designados. Este sistema ha sido sustituido por la instalación del programa IPS de la UPU. - Control BIT Este programa fue creado para permitir a los operadores designados transmitir información sobre eventos relacionados con los procesos del servicio EMS a través de dos redes, la GEISCO y la red Post*Net. Todos estos sistemas han sido comprendidos en el sistema IPS. Creación del Fondo de Disponibilidad Fruto de la reestructura realizada en la UPAEP, en el año 1997 nace el Fondo de Disponibilidad, con la necesidad de aportar recursos a la provisión de proyectos estratégicos como la formulación del plan postal, la elaboración de estudios de mercado, proyectos destinados a mercadeo. Los países y territorios miembros de la Unión concursan y presentan proyectos. Aquí se puede mencionar un proyecto al que se lo consideró prioritario, que fue el proyecto de “Estadística Postal y Generación de Ingresos”. En principio se contrató la participación de un consultor, quien diseñó un sistema y lo implantó en varios países de la región. Habida cuenta de los buenos resultados obtenidos, y en base al mencionado sistema, se desarrolló en la Secretaría General un programa informático destinado a implantar dicho sistema. El programa está vigente y a disposición de los países que deseen incorporarlo.

Creación del Plan de Acción La UPAEP ya contaba en consecuencia con dos fondos de cooperación técnica y se hacía necesario sistematizar su uso. En consecuencia, en el año 1996, la Secretaría General formula su plan estratégico, y posteriormente,. El Consejo Consultivo y Ejecutivo lo examina y lo aprueba. Este documento se convierte, a partir de ese momento, en un instrumento de gestión, que permite dotar a la gestión de proyectos de la Secretaría General de un adecuado marco de transparencia y permite además a los países de la Unión efectuar su propio seguimiento de la evolución de sus proyectos. El plan estratégico de la Unión permite asimismo la sistematización de un importante capítulo que es el marco de cooperación entre la UPU y la UPAEP. Allí se generan proyectos regionales en los cuales se comparten

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recursos provenientes de ambos organismos. En principio, esta modalidad se inscribió en el marco de los denominados planes plurianuales. Reglamento y Manual de Cooperación Técnica de la UPAEP Frente a las nueveas necesidades de cooepracion y a la modificacion de su uso, El Congreso de la UPAEP creó un grupo de trabajo destinado a estudiar el Reglamento y un Manual de Cooperación Técnica. El Grupo de Trabajo desarrolló una minuciosa actividad en coordinación con la Secretaría General y presentó un completo proyecto de reglamento y manual al Congreso Extraordinario de Montevideo del año 2007, el que fue aprobado A efectos de trasmitir a todos los países miembros un conocimiento detallado sobre el Manual y el Reglamento, se organizó un taller de cooperación técnica conjuntamente con el Fondo para el Mejoramiento de la Calidad de Servicio de la UPU con resultados excelentes. A partir de ello se comenzó a recibir en la Secretaría General proyectos formulados bajo esa metodología. Países validadores Para asegurar el cumplimiento de la norma que el Consejo Consultivo y Ejecutivo debe aprobar cada proyecto, el Comité de Gestión creó el Grupo de Países Validadores, con el único propósito de estudiar y validar los informes de los países y territorios miembros seleccionados por la Secretaría General. Este proceso permitió asegurar al Consejo su capacidad de aprobación de los proyectos del plan estratégico. El Grupo de Trabajo de Cooperación Técnica y la Secretaría General de la UPAEP efectuaron por encargo del Congreso un trabajo de revisión, ajuste y actualización de las disposiciones contenidas en el Reglamento y en el Manual de Cooperación Técnica. El 21º Congreso de Santiago de Chile aprobó las proposiciones de actualización de ambos instrumentos, de modo que hoy la UPAEP cuenta con un instrumento moderno, ágil, que le otorga a la gestión de los recursos un marco sistemático para la gestión de proyectos de cooperación técnica. Recientemente se organizó un segundo taller de cooperación técnica para capacitar sobre la utilización de las disposiciones del Reglamento y del Manual de Cooperación Técnica a funcionarios a cargo de la formulación de proyectos en las entidades postales de los países y territorios miembros de la Unión. En esa oportunidad participó también el Fondo de Mejoramiento para la Calidad de Servicio. Los resultados fueron alentadores. Proyectos de Desarrollo Regional Los beneficiosos resultados de compartir recursos provenientes de la cooperación de la UPU y de la UPAEP en proyectos comunes dio paso al fortalecimiento de esa acción conjunta. En diferentes debates en el seno de la UPU y de la propia UPAEP se recomendó fuertemente una mayor acción para desarrollar proyectos regionales. Se formularon de esta forma los Planes de Desarrollo Regional - PDR. En la región de la UPAEP se pueden destacar el desarrollo de estos proyectos de la siguiente forma: Reforma del sector postal: - Implantación de los Planes Integrales de Desarrollo Postal - PIDEP - Capacitación de expertos consultores en PIDEP - Organización de reuniones de Ministros de Tutela para asegurar la voluntad de apoyo al desarrollo del sector postal Desarrollo de la calidad del servicio postal Introducción de una política de la comercialización de las encomiendas y la paquetería Despliegue de los giros postales

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Estrategia de la Unión El Congreso Extraordinario de Montevideo del año 2007 creó el Grupo de Trabajo de Estrategia. Este Grupo desarrolló una destacada tarea para el diseño de la estrategia de la Unión, a ese efecto, se basó en los siguientes antecedentes: - El Plan de Acción de la Secretaría General - La Estrategia Postal Mundial de la UPU - Las conclusiones de la mesa redonda sobre estrategia de la UPAEP y las conclusiones de las mesas redondas de la UPU - Las recomendaciones de la reunión de Ministros de Tutela. El Grupo de Trabajo presentó a consideración del 21º Congreso de Santiago de Chile sus propuestas, las cuales fueron aprobadas. A partir de allí, la UPAEP cuenta con una estrategia determinada que tiene un diálogo directo con el plan de acción elaborado en la Secretaría General, lo cual ha fortalecido el impacto de la cooperación técnica en el desarrollo de los correos de la UPAEP. Para más abundamiento, el Congreso de Chile amplió el mandato del Grupo de la Estrategia y le encargó que efectuara una acción de medición del impacto de la cooperación técnica en la aplicación de la estrategia. El grupo de trabajo ya ha definido la generación de indicadores y desde esa base la Unión podrá definir por un lado una política de sostenibilidad de los proyectos desarrollados y por el otro lado contará con indicadores que faciliten el diseño de una nueva perspectiva de la cooperación técnica.

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El Correo (en todos los tiempos) ha sido la herramienta más útil y óptima que el hombre poseee contra el aislamiento. Venciendo cualquier obstáculo (desde el geográfico al ideológico), el Correo ha cumplido la misión fundamental de comunicar. Ha llegado, y lo seguirá haciendo, hasta el lugar donde un hombre, una mujer, una familia o una comunidad haya establecido su lugar de residencia.