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Página 26/LA NACION
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Sábado 1º de septiembre de 2007
Internaciones a edades tempranas: estudian comenzar la prevención antes de concluir la escuela primaria
Preocupa el consumo de alcohol en chicos En los centros de atención, el 50% de los que consultan tienen entre 15 y 22 años; apuntan a los problemas de socialización Por Agustín F. Cronenbold
Fiestas saludables con mucha diversión
De la Redacción de LA NACION El acceso que tienen los menores de edad al alcohol no es una novedad para nadie en la Argentina. Sin embargo, en los últimos años, esta vía libre se ha venido convirtiendo en una autopista para entrar en el patológico mundo de las adicciones. Hoy el 50 por ciento de las personas que ingresan en un centro de rehabilitación tiene entre 15 y 22 años. El dato surge de un relevamiento realizado por LA NACION en institutos que luchan contra las adicciones, en la Capital y en el Gran Buenos Aires. “La Subsecretaría de Atención a las Adicciones de la provincia de Buenos Aires realizó recientemente un estudio que lo confirma. Dice que el promedio de edad de las personas que están en tratamiento es de 19 años.”Así lo explica a LA NACION Patricia Segovia, subsecretaria de Atención de las Adicciones bonaerense. Esta media surge de una investigación realizada en 13.100 pacientes de centros de rehabilitación de ese distrito. “Cuando planteamos los ejes para la prevención, en los primeros en los que pensamos es en los chicos”, explica la funcionaria y agrega: “De hecho, para 2008, una de las campañas principales que impulsará la Subsecretaría para reducir el consumo de alcohol estará destinada a niños de apenas diez años. “Este año trabajamos con chicos de 12 años y, si queremos pensar en prevención, tenemos que bajar hasta la edad en la que empiezan a tomar”, desarrolla Segovia. Los centros de rehabilitación consultados por L A N ACION comparten el preocupante diagnóstico de la dependencia gubernamental: en todos los casos relevados hubo por lo menos un paciente de 15 años o aun de menor edad.
Otras drogas “A la institución han llegado chicos de 11 años con serios problemas de adicción”, cuenta el padre Gustavo Mascó, de la asociación civil El Almendro, que funciona como centro de rehabilitación para las adicciones, en Liniers. El es el primero en destacar algo que luego mencionaron todos: “Es difícil que un chico venga con una sola adicción”. En general, explican en los establecimientos que luchan contra estas patologías, el alcohol viene acompañado por otras drogas.
Una alternativa para los adolescentes
ARCHIVO
El año próximo, la provincia de Buenos Aires encarará campañas de prevención para chicos desde los 10 años
Por la naturaleza de Alcohólicos Anónimos, la mayoría de las personas que se acercan a buscar ayuda en esa entidad lo hacen porque tienen un problema con el alcohol aunque, explican allí, es muy común recibir y atender a gente con otro tipo de adicciones. En esa mundialmente reconocida institución, también confirman que el 50% de quienes allí se tratan tiene entre 15 y 23 años. “Antes esto no ocurría. Cuando nos adentramos en las razones vemos que, como dicen en los Estados Unidos, el alcohol muchas veces es usado como lubricante social”, explica Héctor M., que trabaja en la oficina de servicios generales de esa institución. “Los jóvenes tienden a pensar que el mecanismo más fácil de socialización es a través de una botella de una bebida con alcohol. Es la manera que tienen para enfrentar los problemas”, define Sergio Landini, director terapéutico de la asociación civil Valorarte.
En la adolescencia, los problemas de socialización pueden formar parte del cóctel de padecimientos que trae la pubertad. Y justo en esa edad es cuando los jóvenes empiezan con el alcohol, explican los especialistas.
La edad de inicio Un estudio de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar) indica que la edad de inicio en el consumo de alcohol es los 15 años. La investigación, realizada en 2006 sobre 3365 personas, revela que el problema no es exclusivo de las clases sociales más bajas: en este estudio, los encuestados fueron estudiantes universitarios de siete casas de estudios de la zona metropolitana. Otro informe, realizado por la Subsecretaría de Atención a las Adicciones bonaerense, indica que el 99% de los jóvenes llegan a la mayoría de edad, los 18 años, ya ini-
ciados en el consumo de alcohol. “Los que recurren a los centros de atención para las adicciones entre los 11 y los 16 años, en general, vienen de núcleos familiares inexistentes y de barrios marginales. A partir de los 17, empiezan a llegar personas de clase media”, explica José Rshaid, de la Federación de Organizaciones no Gubernamentales de la Argentina (Fonga), integrada por instituciones de todo el país, dedicadas a la prevención y asistencia de los adictos. Los centros de rehabilitación consultados por LA NACION coinciden en que las pésimas condiciones sociales en las que viven muchos pacientes abren la puerta a las adicciones. Según los especialistas, los jóvenes en algunos casos se convierten en adictos porque quieren ingresar en el mundo que crean algunas publicidades. “La fuerza del mercado asocia el alcohol con la diversión”, opina Segovia.
Un juez porteño acaba de declarar rebelde a Diego Maradona en un juicio contravencional por un accidente de tránsito. El ex jugador podría ser detenido y llevado por la fuerza a tribunales, no bien regrese al país desde Colombia, donde se está haciendo un tratamiento de estética dental. La resolución la dictó ayer el juez Gonzalo Rúa, del fuero contravencional y de faltas de la justicia porteña, luego de que Maradona faltara a cinco citaciones que se le enviaron para dar comienzo al juicio oral y público. El accidente ocurrió a las 6.11 del 10 de febrero de 2006, en la calle Molina y la avenida Emilio Castro, Mataderos. Según los testigos, Maradona se subió a la vereda con su camioneta 4 x 4 Mitsubishi Montero y chocó una cabina de teléfono. El estallido de los cristales provocó lesiones leves
cha pila”, cuenta a LA NACION Maia Irazu, de 14 años. Según los impulsores de la propuesta, el éxito de la segunda fiesta y de las que vendrán depende del boca en boca de los chicos. “La idea es, y eso ya está empezando a suceder, es que los chicos quieran pertenecer al «divertite sin alcohol». Que tengan una alternativa”, explica Ibarra García. Orgulloso de la repercusión que tuvo el lema, el organizador explica lo que vendrá: “El objetivo es que a largo plazo los chicos se pregunten entre ellos: «¿Para qué tomás?»”. La propuesta está hecha.
Son el Tattersall y el restaurante Kansas
Pueden detenerlo cuando vuelva al país De la Redacción de LA NACION
Por eso, la propuesta tomó forma definitiva cuando en 2006 salió a la luz una serie de tragedias relacionadas con el abuso de alcohol en menores de edad. Por ley, está prohibida la venta y el consumo de alcohol en menores de 18 años pero en la Argentina, se sabe, esa norma no siempre se cumple. “Los dos somos padres de chicos
GENTILEZA REVISTA JA!
Una de las fiestas en Crobar
Piden embargos sobre dos predios en Palermo
Un juez declaró a Maradona “rebelde” a Ariel Matías Muñoz y a Romina Tonet, una pareja veinteañera que estaba en el lugar. El ex futbolista está acusado de haberse ido del lugar sin entregar sus datos ni los de su camioneta, algo a lo que está obligado de acuerdo con la ley de tránsito. Para ese tipo de contravención, el código porteño establece una multa de 200 a 2000 pesos. La declaración de rebeldía no implica que Maradona vaya a quedar detenido, sino que será llevado por la fuerza al juzgado de Rúa, según informaron a LA NACION fuentes de la causa. Si regresa al país en un horario en el que el juzgado esté en actividad, será llevado directamente desde el aeropuerto. Si no, se lo notificará para que se presente al día siguiente. De no hacerlo, irá a buscarlo la policía. La causa contra el ex jugador se inició a partir de las notas periodísticas que informaron que era Maradona el que manejaba la camioneta, algo que él y los que lo
Leyes que no se cumplen
adolescentes o preadolescentes y pensamos que teníamos que hacer algo”, explica Linck. En las revistas que tiene el grupo, no hay publicidad de marcas de bebidas alcohólicas. “Tenemos el apoyo de empresas y de personas que, al igual que nosotros, quieren romper el mito que imponen las publicidades de bebidas alcohólicas”, se enorgullece Ibarra García. Las primeras fiestas tuvieron también el apoyo de personalidades, de padres y, por supuesto, de los chicos. “La pasé bárbaro en las fiestas. Me encantó la propuesta de divertirse sin alcohol. Todos le pusieron mu-
Presentación de la Oficina Anticorrupción
Juicio por un accidente de tránsito
Por Gabriel Sued
“No va a venir nadie”, se dijeron mientras organizaban una fiesta con el lema “Divertite sin alcohol”. Pero los 2000 chicos de entre 14 y 18 años que se acercaron la noche del 25 de noviembre de 2006 a Crobar los contradijeron y obligaron a que organizaran otra el pasado 25 de junio, que tuvo un éxito similar. Los escépticos del principio, que no creían en que esos chicos recién se irían después de bailar cinco horas en las dos fiestas y sin haber bebido ni una gota de alcohol, son Ignacio Ibarra García y Gabriel Linck, socios de la agencia de publicidad Grupo2 e impulsores de una propuesta que va más allá de estos eventos. “La idea es que esto se convierta en un movimiento que difunda el concepto de que divertirse sin alcohol es posible”, explica a LA NACION Ibarra García. La participación de los chicos motivó a la agencia a planificar seis fiestas más con ese lema para este año. Cuatro serán en Crobar, en Marcelo Freyre s/n y Paseo de la Infanta, en Palermo, y las otras dos en Córdoba y en Pinamar. La entrada cuesta 15 pesos. “La vida sin alcohol es más pura. Tratamos de difundir que divertirse, bailar, hacer amigos y enamorarse es más verdadero si lo hacés sin alcohol”, se entusiasma Ibarra García. “Divertirse sin alcohol”, explican los socios, surgió el año pasado, pero venía incubándose hace cuatro años. “Cuando sacamos la revista Ja! [destinada a los adolescentes] un grupo de directores de escuela me expuso su preocupación sobre el tema del alcohol”, cuenta Ibarra García.
ARCHIVO
Diego está acusado de haberse ido sin dar sus datos, tras un choque
acompañaban en la camioneta intentaron negar. “Manejaba un amigo mío, fiera”, declaró Maradona en televisión. Maradona se notificó de la causa, pero se negó a declarar. En noviembre del año pasado, el fiscal Gustavo Galante lo acusó de haber violado el artículo 114 del Código Contravencional y pidió que fuera condenado a pagar una multa de 2000 pesos.
El juez Rúa lo citó cinco veces para dar inicio al juicio, pero Maradona nunca se presentó. Algunas veces pidió prórroga y otras,
directamente no fue. La defensa de Maradona pidió que se suspendiera el juicio a prueba, pero el reclamo no prosperó. El juez tuvo en cuenta que a comienzos de año, el ex jugador había tenido graves problemas de salud, pero consideró que los incumplimientos habían sido excesivos, según explicaron las fuentes. Pese a que tiene una condena del año 2000 por haber disparado contra periodistas que rodeaban su casa, no hay posibilidades de que vaya a la cárcel.
La Oficina Anticorrupción (OA) pidió a la Justicia que embargara al salón de fiestas Tattersall, al restaurante Kansas y a la Asociación Argentina de Fomento Equino en la causa en la que ya fueron procesados cuatro ex funcionarios de Lotería Nacional por alquileres que son considerados desventajosos para el Estado. El escrito, presentado ante la Sala II de la Cámara Federal, pide que “se imponga un embargo solidario de 70.000 pesos a los locales que funcionan en el predio del Hipódromo de Palermo identificados como Tattersall de Palermo SA y Bistro SA [la empresa que administra Kansas]”. La presentación judicial, a la que tuvo acceso LA NACION, prosigue: “Igual medida se deberá adoptar respecto de la Asociación Argentina de Fomento Equino”. Esta institución está implicada porque tras haber alquilado por 12.000 pesos dichos predios a Lotería Nacional y haberlos subalquilado a Kansas y a Tattersall. Según la Justicia, ese precio es demasiado bajo, por lo que decidió procesar a los ex directivos de Lotería Estela Emilia Pérez de Flamarique, Daniel Néstor Fontanella, María Isabel Mateos y Carlos Alberto Gallo, ac-
tual titular del Instituto de Juego de la ciudad. Los camaristas se basaron en una tasación de la Sindicatura General de la Nación (Sigen), que estipulaba que esos terrenos deberían haberse alquilado en 70.000 pesos. En ese importe se basó la OA para pedir el embargo. “El objetivo es resguardar un dinero que debería estar cobrando mensualmente el Estado”, explicó a LA NACION Abel Fleitas Ortiz de Rozas, titular de la OA. Ese dinero, se explica en el escrito presentado ante los camaristas, se conservaría hasta que termine el juicio penal contra los funcionarios del gobierno nacional de Eduardo Duhalde. Además de ese dinero, la OA exige en el escrito “que se haga saber, mediante una notificación formal y fehaciente a todas las personas que realizaron reservas para algún evento en el Tattersall o en el Kansas, sobre la litigiosidad existente [sobre los predios]”. Jorge Bernstein, dueño del salón de fiestas, se defendió ante LA NACION. “Nosotros invertimos cinco millones de dólares en el Tattersall y ya fuimos sobreseídos en esta causa. Que la Oficina Anticorrupción se haga cargo de lo que pide”, expresó el empresario.