PARQUE CHAQUEÑO
PRACTICAS FORESTALES
EN LOS BOSQUES NATIVOS DE LA REPUBLICA ARGENTINA
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Autoridades Nacionales Presidenta de la Nación Dra. Cristina Fernández de Kirchner Vicepresidente Lic. Amado Boudou Jefe de Gabinete de Ministros Dr. Juan Manuel Abal Medina Secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable Dr. Juan José Mussi Subsecretaria de Planificación y Política Ambiental Dra. Silvia Alicia Révora Directora de Bosques Lic. Inés Gómez Equipo Componente 1 “Bosques Nativos y Su Biodiversidad” Proyecto Manejo Sustentable de los Recursos Naturales – BIRF 7520 AR Coordinador General: Ing. Forestal Sergio Mario La Rocca Coordinador Técnico: Ing. Forestal Pablo Daniel Picchio Responsable Área Técnica 1: Ing. Forestal Lila Lucía Cuccolo Responsable Área Técnica 2: Ing. Forestal Magali Taurian Responsable Área Técnica 3: Dra. Andrea Cecilia Suarez Responsable Administrativo Contable: C. P. N. Benigno Ricardo Olmos Responsable de Adquisiciones y Contrataciones: Lic. Mónica Eugenia Smetniansky Administrador Gubernamental: Ing. Raúl Stigliani Responsable Monitoreo y Evaluación: Ing. Jorge Becerra Asistente Área Técnica: Ing. Agrónomo Ramón Canalis Administrativo Contable Adjunto: C. P. N. Mariano Aenlle Asistente Áreas Técnicas: Tec. Silvia Schwindt Asistente Proceso Participativo: Srta. Cecilia Soledad Echagüe Asistente de Coordinación: Dr. Federico García Asistente Administrativo de Coordinación: Sra. Patricia Cebrero Asistente Presupuestario: Sra. Marcela Sayago Asistente Área Contable: Sr. Gabriel Hernán Giménez
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ISBN: Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable Proyecto Manejo Sustentable de los Recursos Naturales (BIRF 7520-AR – PNUD 08/008) Componente Bosques Nativos y su Biodiversidad Prácticas forestales en los bosques nativos de la República Argentina Ecorregión Forestal Parque Chaqueño
Autores: Miguel M. Brassiolo, Universidad Nacional Santiago del Estero M. Magdalena Abt Giubergia, Universidad Nacional Santiago del Estero Markus Grulke, UNIQUE forestry and land use Con la colaboración de: Kay Kallweit, consultor independiente. Elaborado en el marco de la consultoría “Manual de Buenas Prácticas y Modelos de Producción Sostenible”, Proyecto Manejo Sustentable de los Recursos Naturales, BIRF 7520, Componente 1 Bosques Nativos y su Biodiversidad, Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Gobierno de la República Argentina, desarrollada por la empresa UNIQUE forestry and land use, Freiburg, Alemania. Los contenidos de este libro representan los puntos de vista de los autores y no reflejan necesariamente las posiciones de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación Fotografía de portada: Diseño: María Eugenia Alonso - Micaela LLugdar / MAGYCO diseño y comunicación Producción gráfica: María Eugenia Alonso - Micaela LLugdar / MAGYCO diseño y comunicación Se imprimieron XXXXX ejemplares en imprenta XXXXXXX XXXXXX año XXXXXX
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CONTENIDO 5
Contenido
Abreviaturas y acrónimos 9 Prologo 11 Agradecimientos 15
Introducción 15
1 Contexto y génesis de las Prácticas Forestales y propuestas 15 1.1 Contexto institucional de las prácticas forestales y objetivo del trabajo 15 1.2 Contexto y directrices metodológicas 16 2 Uso múltiple y sostenible de los bosques 17 2.1 Entendimiento del uso sostenible de los bosques nativos 17 2.2 Uso múltiple de los bosques nativos 19 3 Alcance y estructura de la publicación 20 3.1 Alcance y uso de la publicación 20 3.2 Estructura 21
Parte I Los Bosques Nativos
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1 Los bosques nativos de Argentina 23 1.1 Cobertura absoluta y relativa con bosques nativos 23 1.2 Funciones de los bosques nativos 24 1.3 Potencial REDD en las diferentes ecorregiones 24 2 Los bosques nativos de la ecorregión Parque Chaqueño 27 2.1 Descripción del recurso forestal 27 2.2 Contexto socio-económico 29 3 Referencias y fuentes consultadas 33
Parte II Prácticas Forestales 1 Introducción 1.1 Antecedentes 1.2 Definición y objetivos 1.3 Estructura de la parte sobre Prácticas Forestales 2 Planificación 2.1 Introducción 2.2 Zonificación provincial y plan de manejo predial 2.2.1 Ordenamiento y categorización de bosques a nivel provincial 2.2.2 Planificación del manejo predial 2.3 Planificación Forestal 2.3.1 Plan de manejo 2.3.2 Plan operativo anual 3 Conceptos silviculturales 3.1 Introducción 3.2 Sistemas silviculturales aplicables en el Parque Chaqueño 3.3 Definición del sistema silvicultural adecuado 3.4 Descripción de los sistemas silviculturales aplicables
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3.4.1 Selección de árboles de futura cosecha 60 3.4.2 Diámetro mínimo de corta 63 3.4.3 Sistemas de enriquecimiento 65 3.4.4 Sistemas silvopastoriles 68 Aprovechamiento forestal y prácticas silviculturales 70 4.1 Introducción 70 4.2 Pre-aprovechamiento 72 4.2.1 Caminos forestales 72 4.2.2 Censo comercial 78 4.2.3 Control de lianas 79 4.2.4 Selección y marcación de los árboles 80 4.3 Aprovechamiento de bajo impacto 81 4.3.1 Apeo dirigido 81 4.3.2 Medidas post-apeo 83 4.3.3 Arrastre de rollos 84 4.3.4 Seguridad de trabajo 85 4.3.5 Gestión de residuos 88 4.4 Post-aprovechamiento 89 4.4.1 Fomento de los árboles de futura cosecha 89 4.4.2 Manejo de la regeneración natural 91 4.4.3 Enriquecimiento 93 4.4.4 Control del aprovechamiento 95 Conservación de servicios ambientales 97 5.1 Introducción 97 5.2 Consideraciones para el mantenimiento de los servicios ambientales 98 5.2.1 Regulación hídrica, conservación del suelo, calidad del agua 98 5.2.2 Conservación de la biodiversidad 100 5.2.3 Fijación de emisiones de gases con efecto invernadero 100 5.2.4 Contribución a la diversificación y belleza del paisaje 101 5.2.5 Defensa de la identidad cultural y participación social 101 5.3 Comentarios finales 105 Pueblos originarios 106 6.1 Introducción 106 6.2 Uso de los recursos y estrategias de vida en la región 108 6.3 Análisis del marco legal 110 6.4 Consideraciones para el respeto de los derechos de los pueblos originarios afectados por el manejo forestal 112 6.4.1 Divulgación de información, consultas y participación 112 6.4.2 Participación en los beneficios 112 6.4.3 Mitigación de impactos adversos 113 Monitoreo 114 7.1 Introducción 114 7.2 Condición mínima 1: Persistencia 116 7.3 Condición mínima 2: Producción sostenida 117
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CONTENIDO 7
7.4 Condición mínima 3: Mantenimiento de los Servicios Ambientales 8 Referencias y fuentes consultadas
120 124
Parte III Propuestas de Producción Sostenible
129
1 Introducción 129 1.1 Antecedentes 129 1.2 Definición y objetivos 129 1.3 Concepto modular 130 1.4 Estructura y uso de las propuestas de producción sostenible 131 2 Módulos de producción 132 2.1 Producción de madera para construcción y aserrío 132 2.2 Producción de madera para uso energético 135 2.3 Producción de forraje 136 2.4 Cría de Abejas indígenas sin aguijón (Meliponas) 138 2.5 Apicultura 140 2.6 Harina de Algarrobo 141 2.7 Producción de balanceados a partir de frutos del monte 143 2.8 Carbono y REDD 144 2.9 Compatibilidad de los módulos de producción 145 3 Propuestas de producción sostenible 146 3.1 Propuesta 1: Silvopastoril con ganado bovino 146 3.2 Propuesta 2: Silvopastoril con predominancia de ganado menor 147 3.3 Propuesta 3: Producción de madera para aserrío y energía 148 3.4 Propuesta 4: Uso múltiple 150 3.5 Propuesta 5: Producción de madera enfocando en especies secundarias 151 4 Referencias y fuentes consultadas 153
Consideraciones Finales 155 1 Introducción 155 2 Aspectos económicos y sociales 155 3 Aspectos de la cadena de valor 156 4 Aspectos culturales 158 5 Aspectos políticos e institucionales 159 6 Aspectos naturales 162 7 Encuesta sobre desafíos del manejo forestal sostenible 162 8 Comentarios finales 164
Glosario 167
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ABREVIATURAS Y ACRÓNIMOS 9
Abreviaturas y acrónimos $ AB ABI APCD art. cap. CIEFAP CITES CO2 DAP DMC DRNR EAP EEA EV FAO FCPF FDA FDN FSC GEI GIS hab/km2 IB IFC IN INCUPO INDEC INTA MDL MS NBI OIT OTBN p2 PCA PFNM PIARFON PINBN pl. POA
Peso argentino Área Basal Aprovechamiento de Bajo Impacto Asociación para la Promoción de la Cultura y el Desarrollo Artículo Capítulo Centro de Investigación y Extensión Forestal Andino Patagónico Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres Dióxido de carbono Diámetro a la Altura del Pecho Diámetro Mínimo de Corta Dirección de Recursos Naturales Renovables Establecimiento Agropecuario Estación Experimental Agropecuaria Equivalente Vaca Food and Agriculture Organization Forest Carbon Partnership Facility Fibra de Detergente Ácido Fibra de Detergente Neutro Forest Stewardship Council Gases de Efecto Invernadero Sistemas de Información Geográfica Habitante por kilómetro cuadrado Ingreso Bruto International Finance Corporation Ingreso Neto Instituto de Cultura Popular Instituto Nacional de Estadística y Censos Instituto Nacional de Tecnología Agraria Mecanismo de Desarrollo Limpio Materia Seca Necesidades Básicas Insatisfechas Organización Internacional del Trabajo Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos Pie cuadrado Parcela de Corta Anual Productos Forestales No Maderables Proyecto de Investigación Aplicado a los Recursos Forestales Nativos Primer Inventario Nacional de Bosques Nativos Planta o plántula Plan Operativo Anual
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PROINDER Proyecto de Desarrollo de Pequeños Productores Agropecuarios PSA Pago por Servicios Ambientales REDAF Red Agroforestal Chaco Argentina REDD Reducción de las Emisiones producto de la Deforestación y Degradación am biental SAGPyA Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación SAyDS Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación UICN Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza UMSEF Unidad de Manejo del Sistema de Evaluación Forestal UNESCO Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura USD Dólar americano ZAH Zona Agroeconómica Homogénea ZPA Zona Protectora de Agua
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PRÓLOGO 11
Prólogo
La Ley 26.331 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos del año 2007 y su posterior reglamentación en el año 2009, marcan un hito en nuestro país y en Latinoamérica en materia de preservación y de manejo sustentable de los bosques nativos. Esta normativa y su actual implementación representan un gran desafío y una oportunidad única para incorporar al bosque nativo en una estrategia nacional de preservación y uso sustentable de nuestra biodiversidad, lo que contribuirá en una mayor calidad de vida de nuestro pueblo. Esta colección de Prácticas Forestales y Propuestas de Producción Sostenible para bosques nativos ha sido fruto del trabajo de más de un año de talleres y reuniones en todas las regiones forestales, en las que participaron científicos, productores, académicos, autoridades provinciales y nacionales, entre otros actores. Al relevar, evaluar y sumariar experiencias de manejo silvícola para las regiones forestales de nuestro País, tan disímiles en sus características climáticas, edáficas, hidrológicas y de uso antropogénico, como los son las Selvas Misionera y Tucumano-Boliviana, el Parque Chaqueño, el Espinal, el Monte y los Bosques Andino Patagónicos Norte y Sur, resulta un compendio nacional de Prácticas Forestales y Propuestas de Producción para los bosques nativos, que permite contar con una obra de consulta para estudiantes, profesionales, productores e investigadores preocupados por el tema. Por lo antes expresado, resulta para nuestra Subsecretaría de Planificación y Política Ambiental de gran satisfacción poner a disposición del público este material, que se espera sea un aporte
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útil para la conservación y manejo de nuestros Bosques Nativos.
Silvia Alicia Révora Subsecretaria de Planificación y Política Ambiental Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación Argentina
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AGRADECIMIENTOS 13
Agradecimientos
Queremos destacar la colaboración de las siguientes personas: Ing. Gabriel Silvetti, Ing. Cristina Camardelli, Gabriel Almaraz, Ing. Walter Cassino, Ing. Guillermo Merletti e Ing. Marcelo Navall. Queremos destacar la valiosa colaboración de la Dirección General de Bosque y Fauna, y al Consejo profesional de la Ingeniería y la Arquitectura de Santiago del Estero, quienes colaboraron en la organización de los talleres, en especial al Dr. Publio Araujo, al Ing. Amilcar Pedenovi y a la Srta. Lita Díaz. Agradecemos la buena predisposición y aportes de todas las personas que asistieron a los talleres; También a todas las personas que entrevistamos personalmente o por correo, quienes con sus comentarios, compartiendo sus conocimientos y experiencias, permitieron enriquecer la propuesta que llega hoy a sus manos; en especial al M.V. Pablo Chianetta, M.V. Sergio Parra, Ing. Carlos Blasco, Ing. Carlos Gómez, Ing. Javier Aguirre, Ing. Walter Degano, Sr. Rene Sayago, técnicos de COOPSOL y M.V. Carlos Chiarulli.
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INTRODUCCIÓN 15
Introducción
1
Contexto y génesis de las Prácticas Forestales y propuestas
1.1
Contexto institucional de las prácticas forestales y objetivo del trabajo
El componente Bosques Nativos y su Biodiversidad del Proyecto Manejo Sustentable de los Recursos Naturales, que se desarrolla en el marco de la Subsecretaría de Planificación y Política Ambiental de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación (SAyDS), tiene entre sus objetivos la formulación participativa de un Proyecto de Inversión para la protección y el manejo sostenible de los bosques nativos y su biodiversidad, que deberá impulsar el Estado Argentino. El Proyecto de Inversión debe apoyar la implementación de la Ley Nacional Nº 26.331 de Presupuestos Mínimos para la Protección Ambiental de los Bosques Nativos (en adelante la Ley Nacional Nº 26.331), publicada en diciembre de 2007, y sus normas complementarias (www. ambiente.gov.ar/?idseccion=251). El componente Bosques Nativos y su Biodiversidad contrató a la consultora UNIQUE Forestry and Land Use para desarrollar las siguientes tareas: 1. Prácticas Forestales: Esta tarea consiste en la elaboración y adecuación de manuales de buenas prácticas forestales para el manejo de los bosques nativos en las ecorregiones Selva Tucumano Boliviana, Parque Chaqueño, Selva Misionera, Monte, Espinal, Bosque Andino Patagónico Norte y Bosque Andino Patagónico Sur. 2. Propuestas de producción sostenible: Esta tarea tiene como objetivo el desarrollo de propuestas técnico-económicas innovadoras para el uso múltiple y sostenible de las diferentes ecorregiones y sus tipos de bosque más representativos.
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El objetivo principal del trabajo desarrollado es la obtención de una guía coherente, realista y conforme a la legislación vigente en lo referente a cómo manejar las masas forestales nativas a nivel nacional. Las metas principales del manejo son la conservación de la biodiversidad, la restauración de ecosistemas degradados y la puesta en valor de este recurso mejorando la calidad de vida de los habitantes vecinales a los bosques nativos en particular y de toda la sociedad en general.
1.2
Contexto y directrices metodológicas
Desde hace muchos años se reconoce la posible contribución de los bosques nativos al desarrollo sostenible de Argentina, particularmente de sus regiones más marginales (casi en su totalidad Parque Chaqueño y Selva Tucumano Boliviana, y parcialmente Selva Misionera, Bosque Andino Patagónico, Monte y Espinal). Existen esfuerzos puntuales en cuanto a regiones y/o áreas temáticas para activar el potencial de los bosques nativos a fin de contribuir al desarrollo rural y al bienestar de toda la sociedad. Así se ha generado mucha información valiosa sobre el tema. Sin embargo, esta información no está accesible en forma agregada y adecuada para los tomadores de decisión, tanto políticos como la sociedad civil, de modo que facilite la formulación de una estrategia nacional referente a los bosques nativos. Así de hecho el manejo sostenible de los bosques nativos permanece como un sueño y en la realidad de muchas regiones continúa la explotación destructiva de este valioso recurso. Para la elaboración de productos viables y aplicables se deben considerar tanto los diferentes tipos de bosques nativos existentes en las diferentes ecorregiones del país, como la diversidad de áreas definidas por la zonificación que cada provincia realizó en cumplimiento de la Ley Nacional Nº 26.331. Además se deben tomar en cuenta las diferentes dimensiones del manejo forestal. Es decir, un manejo aplicable tiene que demostrar su viabilidad técnica, económica, ambiental, social e institucional. Debido a la variabilidad socioeconómica y biofísica de las siete ecorregiones resultan un gran número de situaciones diferentes que necesitan sus herramientas específicas para lograr un manejo sostenible de los recursos forestales. Por ello el gran desafío de un trabajo a un nivel meta como el presente, con alta agregación de conocimiento y experiencia, es concretar los siguientes aspectos en el proceso del desarrollo de los conceptos y propuestas: • La comprensión de la complejidad forestal sin perderse en detalles. • El desarrollo de guías y herramientas viables, que sean suficientemente específicas para soportar el manejo sostenible, y al mismo tiempo, comprensible y aplicable por los usuarios. • Contar con equipos técnicos experimentados a nivel ecorregional. • Lograr un alto nivel de aceptación por los actores clave del sector mediante un desarrollo participativo de los trabajos. • Equilibrar el óptimo teórico (técnico, científico, económico, etc.) con las opciones reales de implementación (ver Figura 1). En una fase de arranque puede ser más efectivo quedarse con conceptos aplicables que lleguen sólo a un 80% del óptimo teórico, que tener el concepto perfecto y que nadie lo aplique. • Y al mismo tiempo no perder la visión y la estrategia a largo plazo: se debe pretender el mayor grado de optimización posible.
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INTRODUCCIÓN 17 Grado de optimización e insumos requeridos
Figura 1
2
Uso múltiple y sostenible de los bosques
2.1
Entendimiento del uso sostenible de los bosques nativos
En base a la Ley Nacional Nº 26.331 las Provincias han sido requeridas por la Nación para realizar un Ordenamiento Territorial de los Bosques Nativos (OTBN) a través de un proceso participativo. Todas las áreas con bosque nativo han sido así designadas a una de las siguientes categorías de protección (cap. 2, art. 9): • “Categoría I (rojo): sectores de muy alto valor de conservación que no deben transformarse (…).” Esto equivale al nivel más alto de protección de la cobertura forestal. No se permite la extracción de madera. Está permitido el uso de bosques para turismo, aprovechamiento de productos forestales no madereros, educación e investigación. • “Categoría II (amarillo): sectores de mediano valor de conservación (…).” En las áreas con color amarillo se debe mantener la cobertura forestal. Sin embargo, un uso sostenible de los bosques incluyendo la extracción de madera es posible y deseado. • “Categoría III (verde): sectores de bajo valor de conservación que pueden transformarse
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parcialmente o en su totalidad (…).” El usuario es libre de decidir a qué uso va a destinar su bosque en el futuro (previa autorización de la autoridad ambiental competente). Esta libertad de decisión incluye la transformación de bosques a otro uso de tierra. La presente publicación se enfoca en las tierras de Categoría II. Las tierras de la Categoría I se han considerado siempre y cuando se vea viable la aplicación de una propuesta de producción que no incluya la extracción de madera (p.ej. ecoturismo en combinación con la recolecta de productos forestales no maderables). Las tierras de la Categoría III se han excluido ya que la gran mayoría serán transformadas a otro uso (agrícola y ganadero) en los próximos años En base a esta clasificación, la Ley Nacional Nº 26.331 contempla que el manejo y el aprovechamiento de los bosques nativos de Argentina deben cumplir con las siguientes tres condiciones mínimas (cap. 5, art. 16): 1. Persistencia de los bosques nativos El manejo del bosque nativo debe asegurar su persistencia a largo plazo. 2. Producción sostenida El tipo de manejo aplicado debe ser sostenible respetando los tres pilares de la sostenibilidad (ver Figura 2 abajo). 3. Mantenimiento de los servicios ambientales El manejo aplicado no debe perjudicar los servicios ambientales que prestan los bosques nativos a toda la sociedad. El cumplimiento de estas tres condiciones mínimas se ha considerado estrictamente para todos los manuales de buenas prácticas y las propuestas de producción que se han desarrollado. Los tres pilares de la sostenibilidad
Como ya ha sido mencionado y en concordancia con la Ley Nacional Nº 26.331, los productos elaborados se basan en una visión integral de la sostenibilidad. Esto es respetando los tres pilares de la sostenibilidad: económicamente rentable, socialmente justo y ecológicamente amigable (Figura 2). Sin embargo, para la implementación real de un manejo sostenible de los bosques nativos, la viabilidad económica juega un papel central. Los usuarios del recurso, sean pequeños o grandes productores, individuales, comunidades o entes públicos que arriendan la tierra, no estarán motivados para aplicar un manejo que resulta en un déficit financiero. Por ello, en la elaboración de las propuestas de producción, los impactos económicos han sido considerados en la mayor profundidad posible. Como resultado, las pro-
Figura 2
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INTRODUCCIÓN 19
puestas que estaban lejos de una viabilidad económica no han sido consideradas en el marco de este trabajo. En general hay poca información confiable sobre costos e ingresos de empresas forestales y del manejo de los bosques nativos. Esto es una limitante para la promoción de este rubro económico, ya que los usuarios de los recursos piden y necesitan datos sobre los impactos financieros antes de implementar actividades económicas.
2.2
Uso múltiple de los bosques nativos
En los bosques nativos se desarrollan actividades comerciales con la producción de bienes, como madera o miel, y con la proporción de servicios vendibles, como el ecoturismo. Al mismo tiempo, los mismos bosques cumplen funciones ambientales no comerciales, como la protección de los suelos y el mantenimiento de la biodiversidad. Estas funciones son importantes para la sociedad y su macroeconomía. Para el usuario del bosque (todavía) no son una fuente de ingreso; al contrario, muchas veces generan costos directos o costos de oportunidad. Esto es un conflicto potencial inherente entre los intereses del usuario del recurso y de la sociedad, que debe ser considerado al desarrollar conceptos y propuestas de manejo sostenible de bosques nativos. La viabilidad económica para el dueño del recurso es un prerrequisito de la aplicación de propuestas de producción sostenible. Hay varios escenarios respecto a cómo lograr la viabilidad económica: 1. Los bosques se encuentran en un estado de nula o poca degradación. Debido al potencial productivo de los bosques, se pueden implementar conceptos de manejo rentables desde el inicio. Este escenario prácticamente no se encuentra más en el caso de los bosques nativos de Argentina. 2. Los bosques ya fueron explotados una o varias veces. Las explotaciones anteriores llevaron a la degradación económica de los bosques. Un manejo rentable sólo puede ser logrado con la combinación inteligente de diferentes opciones de uso y generación de ingresos, es decir: con un uso múltiple de los bosques. Este escenario se encuentra frecuentemente en áreas con bosque nativo ligera a medianamente degradado. 3. Los bosques ya fueron explotados muchas veces. Las explotaciones anteriores llevaron a una degradación fuerte de los bosques restantes. Un manejo rentable requiere tiempo y conceptos de recuperación del potencial productivo de los bosques. La aplicación de los conceptos a corto y mediano plazo genera más egresos que ingresos. Se supone que esta situación es la más frecuente en Argentina. Sin medidas acompañantes, la probabilidad de que los usuarios del bosque entren en un manejo de recuperación del potencial productivo es muy baja. Este escenario se encuentra frecuentemente en áreas con bosque nativo fuertemente degradado. Para evitar la pérdida completa de estas áreas de bosque y sus servicios ambientales restantes, la sociedad debe considerar programas para incentivar la recuperación del recurso. El presente trabajo se concentra en el escenario de uso múltiple de los bosques (escenario 2) y, con menor intensidad, en el escenario de recuperación (escenario 3).
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3
Alcance y estructura de la publicación
3.1
Alcance y uso de la publicación
La presente publicación proporciona las bases técnicas de un manejo sostenible de los bosques nativos. Pretende ser una guía sencilla y práctica que sirva como orientación para la planificación y gestión de los recursos forestales y al mismo tiempo como soporte de la implementación de medidas silvícolas para lograr los objetivos del manejo. Se dirige principalmente a técnicos del sector forestal-maderero que trabajan en la administración pública, en el sector privado, en ONGs, en instituciones de investigación y enseñanza y como consultores independientes. Las propuestas de producción están también dirigidas a productores. Los conceptos presentados se enmarcan en un contexto de uso múltiple de los bosques nativos. No obstante, las prácticas forestales corresponden al manejo originariamente forestal. Así las prácticas forestales describen detalladamente una producción forestal sostenible (parte II), pero no detalla otras prácticas, como por ejemplo la producción de miel o el fortalecimiento del ecoturismo. Esta combinación de diferentes usos en el mismo bosque se describe en las propuestas de producción sostenible, las cuales constituyen la parte III de la publicación. Tanto las prácticas forestales como las propuestas de producción sostenible corresponde exclusivamente al manejo de bosques nativos y no de plantaciones forestales. Es de gran importancia destacar que esta publicación está incluida en un proceso dinámico e interactivo entre recurso y ser humano: • El estado y la condición de los bosques nativos han cambiado y cambiarán con el tiempo. • Las necesidades y exigencias de los seres humanos con referencia al bosque evolucionan. • Los mercados para los bienes y servicios provenientes de los bosques son dinámicos y se están globalizando. • Y no por último los conocimientos científicos respecto del ecosistema bosque nativo y los avances tecnológicos respecto de su manejo aumentan año a año. Si bien los conceptos, guías y propuestas de producción se basan en conocimientos actuales disponibles y en experiencias de muchos actores del sector, necesitan una revisión continua y más respaldo científico y técnico. El monitoreo de las prácticas recomendadas y de las propuestas de producción se presenta pues como un aspecto clave que debe servir para incrementar los conocimientos y para adaptar y mejorar el manejo del recurso en función de los resultados obtenidos. Por último es necesario tener en cuenta que los conceptos y las propuestas responden a las características generales a nivel ecorregional. Para la implementación de las prácticas recomendadas debe tenerse en cuenta la situación particular de cada bosque y cada sistema productivo (interacción recurso / ser humano) y hacer las adaptaciones necesarias.
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INTRODUCCIÓN 21
3.2
Estructura
La publicación presenta la siguiente estructura dividida en tres partes: • Parte I - Los bosques nativos: Se introducen brevemente los bosques nativos de Argentina y a continuación se analizan en detalle los bosques de la ecorregión Parque Chaqueño. Se describen tanto los diferentes tipos forestales y el estado actual de los bosques como el uso tradicional y el contexto socio-económico. • Parte II - Prácticas forestales: Se desarrollan las bases y los conceptos técnicos de planificación, silvicultura y aprovechamiento para un manejo sostenible de los bosques nativos de la ecorregión Parque Chaqueño. Esta publicación detalla asimismo cómo mantener los servicios ambientales y asegurar los derechos de los pueblos originarios. Se da especial énfasis al monitoreo necesario para asegurar el respeto de las condiciones mínimas de persistencia, producción sostenida y mantenimiento de los servicios ambientales que están contemplados en la Ley Nacional Nº 26.331. • Parte III - Propuestas de producción sostenible: Se presentan diversas propuestas de producción para el manejo sostenible y el uso múltiple de los bosques nativos de la ecorregión Parque Chaqueño. Las distintas propuestas responden a diversas situaciones dominantes identificadas, en relación con aspectos tales como el estado del recurso, el tipo de productor o los objetivos de producción. Finalmente la publicación cierra con algunas consideraciones donde se analizan los desafíos y las oportunidades de la implementación de un manejo sostenible de los bosques nativos. El presente trabajo es el resultado de la participación, el conocimiento y la experiencia de muchos profesionales del sector forestal-maderero del Parque Chaqueño. Ojalá sea de lectura interesante y de utilidad para los mismos profesionales que aportaron en su desarrollo y sirva como un pequeño paso en el camino hacia un manejo sostenible de los recursos forestales.
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PRACTICAS FORESTALES EN LOS BOSQUES NATIVOS DE LA REPUBLICA ARGENTINA
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Parte I Los Bosques Nativos
1
Los bosques nativos de Argentina
De acuerdo con el Primer Inventario Nacional de Bosques Nativos (PINBN) elaborado por la SAyDS (2005) Argentina cuenta con 31 millones de hectáreas de bosques nativos. Este dato incluye las categorías de tierras forestales y bosques rurales. Adicionalmente existen alrededor de 65 millones de hectáreas de lo que se denomina “otras tierras forestales” y que corresponde a formaciones arbustivas de uso mixto en diferentes niveles de degradación. Como muestra la siguiente figura los bosques nativos y las otras tierras forestales están ubicados en 6 ecorregiones. No obstante, para el presente trabajo se han considerado 7 ecorregiones, dado que en el Bosque Andino Patagónico pueden diferenciarse las zonas norte y sur. Ver Figura 1, en página siguiente.
1.1
Cobertura absoluta y relativa con bosques nativos
Según los datos del PINBN (ver Tabla 1) más de la mitad de los 31 millones de bosques nativos (considerando tierras forestales y bosques rurales) se encuentra en Parque Chaqueño. La segunda ecorregión en cuanto a superficie con bosque nativo es la Selva Tucumano Boliviana, seguida del Espinal, Bosque Andino Patagónico y Selva Misionera. En cuanto a la superficie relativa cubierta por bosque nativo, la Selva Tucumano Boliviana y la Selva Misionera ocupan las primeras posiciones, con valores cercanos o superiores al 50%. El Monte no se considera superficie de bosque nativo, aunque es destacable que más del 90% de su superficie está ocupada por las llamadas otras tierras forestales.
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1.2
Funciones de los bosques nativos
Los bosques nativos cumplen funciones productivas, ambientales, sociales y culturales. Son fuente de materia prima para la industria forestal-maderera y abastecen a millones de pequeños productores con una gran variedad de productos maderables y no maderables. Los bosques nativos son el soporte de vida para las miles de familias campesinas que habitan en estos ambientes, especialmente en Parque Chaqueño, Monte y Espinal. Los bosques argentinos albergan más Las ecorregiones de Argentina con bosques nativos de 2.500 especies de animales mayores y menores y más de 10.000 especies de flora (Sitio Argentino de Producción Animal). De este gran número de especies muchas son autóctonas y 600 especies de animales se encuentran hoy en peligro de extinción (CITES). Los bosques regulan el régimen hídrico y garantizan la calidad del agua, reducen la erosión y la acumulación de CO2 en la atmósfera. Y no por último los bosques son un elemento focal del paisaje y tienen alto valor cultural para muchas comunidades en Argentina. Los bosques merecen pues nuestra atención y un manejo cuidadoso y sostenible para el bienestar de todos.
1.3 Potencial REDD en las diferentes ecorregiones Mecanismo REDD
La deforestación tiene un impacto grave en el clima global y se estima que
Fuente: Unidad de Manejo del Sistema de Evaluación Forestal (UMSEF) para SAyDS (2005).
Figura 1
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hasta el 20% de las emisiones globales de Gases de Efecto Invernadero (GEI) son emitidas por deforestación y degradación forestal. Por su importancia, el concepto de REDD (Reducción de las Emisiones producto de la Deforestación y la Degradación ambiental) se considerará a nivel internacional en el próximo tratado de 2012. La idea básica de REDD es que los países que estén dispuestos y puedan reducir las emisiones de carbono provenientes de la deforestación sean compensados financieramente. Todavía no está claramente definido cómo va a funcionar el mecanismo, pero el proceso está aprobado por la mayoría de los países y constituye uno de los pocos asuntos en las negociaciones internacionales donde hay progreso significativo. REDD puede jugar un papel decisivo en la protección de los bosques nativos. Argentina ha iniciado el proceso para ser incluida en la Forest Carbon Partnership Facility – institución que apoya a los países con financiamiento y ayuda técnica. Para la gestión de las actividades de preparación (Readiness) en Argentina, se ha establecido un grupo de trabajo nacional sobre REDD que gestiona el proceso y es el responsable de coordinar todas las actividades en el país así como de formular e implementar las políticas y actividades necesarias para el avance y promoción del Readiness. Argentina está en la última fase de la aplicación y a punto de empezar con las actividades para establecer una línea base e iniciar un proceso participativo exhaustivo.
Potencial REDD en las ecorregiones
En el objetivo de definir propuestas de producción para el manejo sostenible de los bosques nativos también se ha investigado el potencial de las distintas ecorregiones para la implementación de REDD. Para ello se han usado los pocos datos disponibles y diversas entrevistas con expertos para evaluar los criterios siguientes:
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1. Área: Un área grande y continua es más apta para un proyecto REDD por el mayor volumen de carbono y por la mayor eficiencia de los costos. 2. Stock de carbono (por ha): Depende del tipo del bosque. Un alto stock hace que el proyecto sea más efectivo porque, al evitar la deforestación y degradación, previenes una mayor cantidad de emisiones potenciales y se aumenta la posibilidad de generar ingresos. Por eso la mayoría de los proyectos se encuentran en selvas tropicales con stock alto. 3. Tasa de deforestación: La tasa de deforestación indica la magnitud y la velocidad de la pérdida del bosque. Normalmente existen datos sobre la tasa histórica, pero la tasa de deforestación futura anticipada es la que determina el volumen de emisiones reducidas por un proyecto. Estimar cuantitativamente esta última es un gran reto en proyectos REDD y se necesita entender bien las causas y proporcionar evidencias para el escenario definido. 4. Tenencia y conflictos de la tierra: Propietarios identificados y derechos de uso establecidos son factores importantes para el desarrollo de un proyecto REDD y también para la distribución posterior de los beneficios. Conflictos de tierra no resueltos ponen en peligro el funcionamiento de un proyecto REDD ya que una protección eficiente requiere la participación de los actores. 5. Actores: En un proyecto REDD puede haber muchos actores tales como el estado, la provincia, empresas, propietarios grandes o campesinos. Es muy importante integrar a los actores en el proceso de planificación (consentimiento libre, previo e informado) y diseñar una estrategia que involucre a los actores importantes. Un gran número de actores y desacuerdos en distintos grupos dificultan un proyecto REDD. 6. Costos de oportunidad: Las opciones alternativas de uso y los ingresos relacionados son un criterio decisivo para la viabilidad de un proyecto REDD. Por ejemplo, si el desmonte y un uso agrícola inmediato tienen una rentabilidad muy alta, es improbable que funcione un proyecto REDD ya que los costos de oportunidad son muy altos. 7. Datos disponibles y monitoreo: Para el desarrollo de un proyecto REDD se necesitan muchos datos, especialmente para la descripción de la línea base (stock de carbono, tasa y causas de la deforestación, estructura del bosque, etc.). Si no hay datos disponibles, el proceso hasta conseguirlos puede ser costoso y lento. El modo en que se obtienen y analizan los datos también es crítico para el sistema de monitoreo. El monitoreo es un requisito imprescindible para obtener bonos de carbono que se puedan vender. 8. Instituciones: Las instituciones públicas e instituciones de investigación (como INTA o universidades) juegan un papel importante en el apoyo de iniciativas, en asegurar un proceso transparente y en gestionar el marco legal. 9. Servicios ambientales (biodiversidad, protección de agua): Aparte de la captura de carbono, los beneficios adicionales pueden jugar un papel importante en la evaluación de un proyecto por el sector público y financiero o por compradores de bonos (especialmente en el mercado voluntario). La aptitud de las ecorregiones para REDD se presenta de manera general en la siguiente tabla.
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Los bosques nativos de la ecorregión Parque Chaqueño
2.1
Descripción del recurso forestal
La ecorregión del Parque Chaqueño comprende más de 60 millones de hectáreas y ocupa el 22 % de la superficie continental del país. Es la región forestal más extensa de Argentina y el 41 % de la superficie forestal nacional. En esta extensa región se concentra el avance de la frontera agropecuaria. Como se observa en laFigura 2, si bien la tasa de deforestación de Argentina es levemente inferior a la registrada en América del Sur, la misma está fuertemente concentrada en la región chaqueña. La implementación de prácticas que contribuyan con el manejo forestal sustentable, permitirá reducir la pérdida de este recurso natural tan valioso.
Subregiones
En el Parque Chaqueño se diferencian las siguientes subregiones: • Chaco Semiárido: Es la subregión de mayor superficie de todo el Chaco Argentino, representa aproximadamente el 40 % del mismo. Abarca sectores de las provincias de Formosa, Chaco, Salta, Santiago de Estero, Tucumán y Córdoba. Está limitado por el Chaco Húmedo, al este, y el Chaco Serrano y Árido al sur y al oeste. Al norte se continúa en el Chaco Paraguayo y Boliviano. Es en esta subregión donde el bosque chaqueño alcanza su mayor expresión, tanto en relación con la extensión y continuidad espacial de la masa boscosa como en la
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presencia de las especies más características de la ecorregión. • Chaco Húmedo: Abarca el sector este de las provincias de Formosa y Chaco, norte de Santa Fe, noroeste de Corrientes y parte del sudeste de Santiago del Estero. Es la subregión más productiva y donde se encuentran las especies forestales de mayor valor económico. • Chaco Árido: Esta subregión ocupa parte del territorio de varias provincias en el sector sudoeste de la Región: Catamarca, La Rioja, San Luís, Córdoba y el sudoeste de Santiago del Estero. Está rodeada por el Chaco Serrano en casi toda su extensión, sólo en una pequeña porción limita con el Chaco Semiárido. • Chaco Serrano: Forma el límite oeste de la ecorregión Parque Chaqueño, que en este tramo se separa de la Selva Tucumano Boliviana y el Monte, y se encuentra ocupando “bolsones” de altura en las provincias de Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, San Luís y Córdoba. Está formada por serranías del grupo de las Sierras Pampeanas y las áreas más bajas de las Subandinas. Parque Chaqueño y tasa de deforestación
Fuente: Atlas de los Bosques Nativos Argentinos; SAyDS (2004). Tasa de deforestación para la Región Chaqueña calculada con datos de las provincias de Santiago del Estero, Chaco y Formosa, Brassiolo y Grulke (2008).
Figura 2
Tipos de bosque
Para seleccionar los tipos de bosques donde se profundizará en la definición de propuestas de producción sostenible se utilizaron los estratos diferenciados por el Primer Inventario Nacional de Bosques Nativos (PINBN). En la Figura 3 se presentan las superficies de cada uno de estos estratos. En función de la relativamente pequeña superficie cubierta por el bosque ribereño para la definición de propuestas de producción se trabajó con los siguientes estratos: • Quebrachal (Chaco Semiárido) • Bosque alto (Chaco Húmedo) • Colonizadores (Algarrobo et al.)
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Estado actual del recurso
La gran mayoría de los bosques de la Parque Chaqueño ya han sido alguna vez explotados. El aprovechamiento tradicional consiste en la extracción de los mejores individuos de las especies designadas como de “valor comercial”. Debido a la explotación forestal se observa un importante aumento de la presencia de las especies secundarias en la estructura del bosque. La sobreexplotación del recurso ha llevado a una degradación de los bosques a diferentes niveles: • Superficies prácticamente desarboladas sin potencial para el manejo forestal, excepto para reforestaciones o clausuras para la “reinstalación” del bosque según el nivel de resiliencia del ecosistema. • Bosques fuertemente degradados en cuanto a la composición arbórea y calidad de los individuos. Todavía se encuentra una cobertura boscosa más o menos densa. Sin embargo, el potencial forestal es limitado ya que la gran mayoría de los árboles son especies no-comerciales y/o individuos con defectos. • Bosques mediana a levemente degradados que aún conservan importante potencial para el manejo forestal. Aún con este importante nivel de degradación, la vegetación chaqueña juega un papel fundamental en la génesis edáfica, en la regulación de aguas subterráneas, en el atemperamiento del clima, en el hábitat de la biodiversidad y en la generación de recursos para la vida.
2.2
Contexto socio-económico
Uso actual del territorio y actores presentes
Dentro de la unidad territorial que comprende esta región, al analizar la estructura productiva, se observa una diversidad socioeconómica que genera la coexistencia de diferentes realidades. La expansión de la agricultura (aproximadamente 1.200.000 ha) liderada por el cultivo de soja, ha tenido un fuerte impulso en los últimos 10 años, particularmente en el N-NE de Córdoba, E de Santiago del Estero, Centro-E de Chaco, NE de Santa Fe y Este de Salta, en forma radial y a partir de los núcleos agrícolas preexistentes y se produce fundamentalmente sobre tierras ocupadas por bosques chaqueños. En todo el resto del Parque Chaqueño y particularmente en el Chaco Semiárido, se está verificando un avance de la producción ganadera de carácter más intensivo que la tradicional ganadería de monte. En general, este avance de nuevas formas de la ganadería se efectúa a partir de desmontes realizados con maquinaria pesada, que deja árboles adultos en la cantidad que las herramientas y la minimización de costos operativos lo permiten, con siembra de pasturas
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megatérmicas de alta producción. Las riquezas naturales que tuvo y tiene la región contrastan tristemente con la pobreza en que viven muchos de sus habitantes. Las provincias del noroeste argentino están entre las de mayores índices de pobreza del país (53% del total de la población rural del Chaco). Dentro de este escenario productivo, se pueden reconocer entonces diferentes actores sociales con diversas formas de relacionarse con los recursos: • Comunidades aborígenes: Con gran dependencia de los productos del bosque para la subsistencia y comercialización. Pocas comunidades poseen títulos de propiedad de las tierras que habitan, por lo común se encuentran en propiedades fiscales o privados; pocas han resuelto su tenencia y poseen títulos de propiedad general comunales. Tradicionalmente estas comunidades despliegan un gran número de estrategias para la subsistencia entre las cuales se encuentran la caza, pesca, elaboración de artesanías, venta de productos madereros y no madereros, sumados a la venta de mano de obra; sin embargo, en la actualidad los subsidios estatales participan cada vez más en sus estrategias. • Pequeños productores con títulos formales de propiedad de la tierra: La propiedad puede ser de adquisiciones en el mercado formal, heredada, o proveniente de una entrega de tierras fiscales. Son sistemas productivos en crisis frente a la reducción de las superficies disponibles para las producciones extensivas. Existen marcadas diferencias sobre la actividad productiva dominante de acuerdo tanto con las posibilidades de lluvia o riego, como con la cercanía de mercados, pueden ser agrícolas o ganaderos. En general en estos sistemas, los productores intervienen en forma directa en la producción, no contratan mano de obra permanente y producen con limitaciones de clima, suelos, capital y tecnología. Esto los lleva a diversificar la producción y consecuentemente los ingresos como una estrategia para minimizar los riesgos. Por ello las actividades extra prediales son una parte importante en su economía que se complementa con la utilización de los productos provenientes del bosque para la venta de madera o como base de la alimentación del ganado. La ganadería extensiva es predominante y se lleva a cabo con escasa infraestructura. El stock de ganado vacuno varía desde 40 a 160 cabezas de razas con alto porcentaje de sangre criolla. También es común la crianza de caprinos, porcinos y aves de corral. El ganado se alimenta con exclusividad del forraje proveniente del bosque, lo que en años extremadamente secos es causa de mortandad. Por ello la implantación de pasturas es una actividad que se difunde rápidamente entre los productores con mayor disponibilidad de capital. La actividad forestal en estos sistemas es meramente extractiva de corta selectiva de las especies de mayor valor y funciona como caja de ahorro o apoyo a la infraestructura básica de las propiedades. • Pequeños productores con tenencias precarias: En este caso la principal diferencia está dada por mantener un alto grado de incertidumbre debido a la informalidad en la tenencia de la tierra y la posibilidad de desalojos, situaciones que obviamente condicionan la capacidad de inversión y desarrollo productivo. La estructura de sus sistemas sostiene producciones que demanden mínimas inversiones, la ganadería es a monte, la agricultura se realiza en superficies que no superan las 5 ha orientada fundamentalmente al autoconsumo, la actividad forestal representa la caja de ahorro de estas familias. • Medianos productores: Mantienen sistemas productivos que les permiten continuar dentro de la actividad a través de estrategias de inserción en cadenas dinámicas, o diversificando los riesgos. El arrendamiento de la tierra es otro recurso para mantener su tenencia. Estos sistemas presentan en general cierto grado de incorporación tecnológica e inversión, y se
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especializaron en una o dos producciones. La vinculación con el bosque es escasa. • Grandes productores: Con sistemas productivos muy dinámicos que muchas veces forman parte de cadenas productivas altamente competitivas. Desde el punto de vista evolutivo, en este sector se manifiestan diversidad de situaciones: algunos permanecen estables, otros se subdividen entre familiares y otros venden sus tierras bajo diferentes modalidades. Estos sistemas son en general de monocultivos o ganadería intensiva con gran aporte de tecnología y de capital, el bosque se presenta como un impedimento para el desarrollo de actividades más rentables. Es común que en estos sistemas el productor resida fuera del predio. La mano de obra demandada es baja y especializada. Tienen un alto impacto en las economías regionales pero muy bajo impacto en los circuitos locales. • Inversores externos: Pueden ser empresas o personas físicas, argentinos o extranjeros, que compran medianas y grandes explotaciones agropecuarias o superficies de tierras que les permiten generar escalas productivas muy rentables. La relación de estos sectores con la tierra prioriza las producciones que mejor se comporten en la rentabilidad a corto plazo, y puede cambiar la dedicación de la tierra en función de los precios del mercado. • Pools de siembra: Funcionan como sociedades, fideicomisarios u otra figura jurídica. No sólo producen para la exportación (o el consumo interno), sino para las cadenas en las que se insertan, por lo cual pueden reducir drásticamente sus costos de transacción y sus costos de insumos y servicios. La producción principal es agrícola, en especial soja, y en menor medida carnes para exportación.
Impactos del avance de la frontera agropecuaria en la estructura de tenencia de la tierra
La fuerte expansión de la frontera agropecuaria, sumada a la fragilidad de la tenencia de la tierra de la mayoría de los habitantes rurales, modificó las estructuras agrarias tradicionales, y aumentó la concentración de la tierra, ya sea por compra o arriendo para uso agrícola bajo la modalidad de pools de siembra. Esto provocó un aumento generalizado del valor de la tierra, en muchos casos hasta un 500% (comentario personal de consultores independientes 2011). Así un rasgo característico de la estructura, corroborado por diferentes estudios a lo largo del tiempo (REDAF 1999, Obschatko et al. 2007, comentario personal de consultores independientes 2011) es la marcada asimetría en la distribución de la tierra. Los pequeños productores representan entre el 55-84 % de las explotaciones agropecuarias (EAPs) de la región. Sin embargo, ellos cubren 19 % de la superficie. El 81 % restante está incluido en EAPs de otros tipos sociales. El avance de la nueva ganadería ha generado en muchos casos los mismos conflictos sociales con las comunidades campesinas que genera la expansión agrícola. Esto ocurre a partir del no reconocimiento de derechos de posesión por ocupación ancestral, lo que provoca expulsión inmediata, o bien por no perder la oportunidad de aprovechamiento de recursos del monte en las grandes propiedades (Carranza 2009). En este contexto, grandes latifundios y nuevos actores rurales pujan por el uso de recursos en un territorio que cuenta con la mayor proporción de pequeños productores con respecto a los totales nacionales. Por ello, el territorio chaqueño es en este momento, una región en transformación y conflicto, donde se enfrentan diferentes lógicas de producción y ocupación del territorio, cuyo desenlace es todavía incierto.
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Producciones y cadenas de comercialización
El Parque Chaqueño, con una producción de 3.348.152 toneladas, aporta el 92 % de la madera total extraída en el país, mientras que las regiones restantes tuvieron una participación poco significativa. La leña (con 2.821.420 toneladas) es el principal producto de esta región y participa en el total con un 84 %. Los rollizos (con 480.000 toneladas) representaron el 14 % de la producción total y los postes un 1 %. Los rodrigones, los estacones, los trocillos, los puntales, las varillas y los varejones no alcanzaron el 1 %. Las principales especies utilizadas para la producción de aserrado fueron: algarrobo, con una participación del 36 %, quebracho colorado 18 %, siguen en orden de importancia quebracho blanco 14 %, lapacho y urunday 4 %, varias nativas y guaraniná 3 %, palo blanco, guayacán, palo amarillo, guayaibí blanco y vinal 2 %, ibirá puitá-i, mora amarilla, espina corona, itín, palo santo y palo piedra participaron con un 1 % no alcanzando el resto el 1 % (SAyDS 2009). Los productos forestales tales como postes y durmientes, se comercializan a través de acopiadores locales y el carbón es comprado por transportistas, quienes lo venden en grandes centros urbanos. En cuanto a la comercialización del ganado, las explotaciones de la zona occidental acceden a ferias y frigoríficos para vender sus productos. Los productores criollos de la región del semiárido no tienen acceso a estas formas de comercialización y por lo tanto son altamente dependientes de los intermediarios, dueños generalmente del transporte que compran los animales en los puestos, lo que influye sobre el precio que obtienen. La comercialización de las artesanías que realizan los aborígenes de la zona se canaliza a través de algunas organizaciones o de intermediarios que poseen puestos de venta en centros urbanos, o bien por venta directa de los artesanos en rutas o accesos a los poblados más importantes.
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Referencias y fuentes consultadas
Brassiolo, M. y Grulke, M. (2008) Manual de buenas prácticas de uso del bosque nativo en la región Chaqueña. Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos. Proyecto Compymefor. Inédito. Cáceres, D. (2007) Catálogo de tecnologías para pequeños productores agropecuarios (1º ed., Vol. Serie de estudios e investigaciones Nº 12). Córdoba: SAGPyA. Carranza, C.A. (2009) Sistemas silvopastoriles en bosque nativo del Chaco Argentino. 1erCongreso Nacional de Sistemas Silvopastoriles (pág. 10). INTA. Crane, E. (1994) The importance of stingless bees to man in the past. Proceedings of the fifth conference on apiculture in tropical climates.IBRA. Cardiff. Pp: 259-264. FAO (2006) Departamento de Montes. Recuperado el 3/11/2011 de: www.fao.org/docrep/006/j2053s/j2053s06.htm Nogueira-Neto, P.; Emperatriz, F V.; Kleinert, G.; Viana, B. y Castro, M. (1986) Biologia e manejo das abelhassemferrao. EdicaoTecnapis. Brasil. 54 p. Obschatko, E.; Foti, M D. y Román, M. (2007)Los Pequeños productores en la República Argentina: Importancia en la producción agropecuaria y en el empleo, en Base al Censo Nacional Agropecuario 2002. Secretaría Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos. Dirección de Desarrollo Agropecuario; Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura. Buenos Aires: Grafica Santander S.R.L. REDAF (1999) Estudio Integral de la Región Chaqueña. SAyDS– ProyectoBosques Nativos y Areas Protegidas BIRF Nº 4085 – AR. SAyDS (2004) Atlas de los bosques nativos Argentinos. SAyDS (2005) Primer Inventario Nacional de Bosques Nativos. Proyecto Bosques Nativos y Áreas Protegidas BIRF 4085-AR 1998-2001. Informe Regional Parque Chaqueño. SAyDS (2009) Direccion de bosques. Recuperado el 14/10/2011 de www.SAyDS.gov.ar: http://www.ambiente.gov.ar/archivos/web/PNEF/file/Regiones%202009-corregido/Regiones%202009.PDF Sili, M. y Soumoulou, L. (2011)La problemática de la tierra en Argentina: Conflictos y dinámicas de uso, tenencia y concentración.FIDA - MAGyP. UNIQUE - Grulke, M.; Brassiolo, M.; Díaz Lanes, F.; Obst, K.; Ortiz, G.; Soto, G. y Michela, J. (2007) Manual para el manejo forestal sustentable de los bosques nativos de la Provincia del Chaco. http://www.unapiquitos.edu.pe/intranet/pagsphp/docentes/archivos/manual%20del%20 manejo%20forestal%20sustentable%20chaco.pdf?PHPSESSID=7b9ef4870f8d96571c53e41409
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Parte II Prácticas forestales
1 Introducción 1.1 Antecedentes Este trabajo sobre Prácticas Forestales en los Bosques Nativos para las provincias de la Ecorregión Parque Chaqueño ha sido elaborado entre los meses de enero y marzo de 2012para el Componente Bosques Nativos y su Biodiversidad del Proyecto de Manejo Sustentable de los Recursos Naturales, que se desarrolla en el marco de la Subsecretaría de Planificación y Política Ambiental de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación. Es el resultado de un proceso participativo en el que se ha integrado a los actores del sector forestal y maderero. De este modo se ha enriquecido con distintas experiencias y conocimientos y se ha logrado un producto consensuado.
1.2
Definición y objetivos
Esta publicación sobre Prácticas Forestales en los Bosques Nativos se define como “un conjunto ordenado y estandarizado de prescripciones, procedimientos, conceptos y guías de trabajo, aplicable al recurso forestal y sus variables asociadas” (SAyDS, 2010). Este trabajo se basa en un manejo sustentable del recurso forestal. En este sentido las prácticas recomendadas deben ser socialmente justas, económicamente viables y ambientalmente amigables. Asimismo respeta la legislación nacional existente. En el marco del presente trabajo esto corresponde principalmente al cumplimiento de los requisitos planteados por la Ley Nacio-
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nal Nº 26.331, en cuanto a las restricciones en las distintas categorías de conservación, las relaciones con las comunidades que habitan los bosques y las condiciones mínimas de persistencia, producción sostenida y mantenimiento de los servicios ambientales.
1.3
Estructura de la parte sobre Prácticas Forestales
Esta publicación de Buenas Prácticas está constituido por los siguientes capítulos: • Planificación: Se abordan dos niveles de planificación. Por un lado la zonificación y el plan de manejo general a nivel predial y por otro lado la planificación forestal estratégica y operativa. • Conceptos silviculturales: Se desarrollan los conceptos silviculturales recomendados que permitan recuperar y/o mantener el máximo nivel de beneficio (productos y servicios ambientales) brindado por los bosques nativos. • Aprovechamiento forestal y prácticas silviculturales: Se detalla la implementación de los conceptos silviculturales. Se describen tanto las operaciones de aprovechamiento (construcción de caminos, apeo dirigido y extracción, seguridad de trabajo y gestión de residuos) como las prácticas silviculturales (raleos, manejo de la regeneración natural, enriquecimiento) para mantener y/o aumentar la productividad de los bosques. • Conservación de servicios ambientales: Se proponen medidas para la protección y conservación de los servicios ambientales que proporcionan los bosques nativos. • Pueblos originarios: Se proponen medidas para el reconocimiento y respeto de los derechos de las comunidades originarias que interaccionan con el bosque nativo. • Monitoreo: Se desarrolla un sistema de control para garantizar que el manejo forestal cumple las tres condiciones mínimas de persistencia, producción sostenida y mantenimiento de los servicios ambientales que contempla la Ley Nacional Nº 26.331. El sistema debe también servir de retroalimentación para la mejora continua de las prácticas. Este trabajo de Buenas Prácticas proporciona las bases técnicas para un manejo sostenible de los bosques nativos en la Región Chaqueña. Pretende ser una guía sencilla y práctica que sirva como orientación para la planificación y gestión de los recursos forestales y al mismo tiempo como soporte para la implementación de medidas silviculturales para lograr los objetivos del manejo. Responde a un proceso dinámico y por ello debe ser actualizado de manera permanente en respuesta a nuevos conocimientos y avances tecnológicos.
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Planificación Contenido del capítulo Tras una pequeña introducción sobre el significado y los diferentes niveles de una ordenación forestal, el presente capítulo desarrolla los siguientes temas: • Zonificación y categorización de bosques nativos a nivel provincial • Plan del uso de la tierra a nivel predial • Plan de manejo forestal • Plan operativo anual Donde es de utilidad, se presentan planillas para facilitar el levantamiento y la documentación de información requerida para la planificación de un manejo forestal sostenible. El capítulo está estrechamente vinculado con los capítulos “Conceptos silviculturales” y “Aprovechamiento forestal y prácticas silviculturales”.
2.1 Introducción La ordenación forestal es una herramienta de planificación, gestión y control del manejo de los recursos forestales. Indica dónde y quién ejecuta el manejo forestal, qué actividades deben ser realizadas, dónde, cómo y cuándo, a fin de aprovechar el bosque de forma que se pueda obtener el máximo beneficio. Por un lado, es un instrumento de control para las autoridades, ya que una revisión regular del plan de ordenación posibilita monitorear el desarrollo del recurso forestal y permite comprobar si el manejo planificado y ejecutado cumple los requisitos de sustentabilidad. Por otro lado es un instrumento para la optimización de los procesos productivos en los bosques. Sólo con una planificación precisa es posible utilizar los recursos disponibles de manera eficiente. Además mediante una comparación permanente de lo planificado con lo realizado se facilita el proceso de optimización continua del manejo de los bosques nativos. Consideraremos la ordenación forestal en dos subcapítulos (también ver Figura 1): 1. Zonificación y plan de manejo predial: Plan general de uso de la tierra (zonificación y categorización de bosques a nivel provincial según Ley Nacional 26.331) y plan de manejo a nivel predial (zonificación del uso de la tierra a nivel de predios). 2. Planificación forestal: Planificación estratégica a mediano plazo (plan de manejo forestal) y planificación operativa (planificación anual de las operaciones, de los costos y beneficios). Ver Figura 1, en página siguiente.
2.2
Zonificación provincial y plan de manejo predial
2.2.1 Ordenamiento y categorización de bosques a nivel provincial La Ley Nº 26.331, establece normas y también recursos económicos para el manejo sostenible
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de los bosques nativos y de los servicios ambientales que ellos brindan a la sociedad. Una de las medidas que establece la Ley es que, a través de un proceso participativo, cada provincia deberá realizar el ordenamiento territorial de sus bosques nativos, determinando las diferentes categorías de conservación en función del valor ambiental de las distintas unidades de bosque nativo y de los servicios ambientales que éstos presten. Las categorías de conservación de los bosques nativos son presentadas en la siguiente Figura 2. Ver Figura 2, en página siguiente Toda actividad productiva predial debe ser planificada de tal manera que no existan incompatibilidades con el ordenamiento territorial de bosques nativos (OTBN), establecido a nivel provincial para aplicar la denominada Ley de Presupuestos Mínimos. A nivel provincial pueden existir normativas particulares con mayor nivel de exigencia. En cuanto al uso del bosque nativo, al realizar la planificación predial, se debe tener en cuenta esta normativa provincial. En la Figura 3 se pueden apreciar las diferencias entre los distintos niveles de planificación. Así el ordenamiento territorial de bosques nativos tiene pautas establecidas a nivel nacional. Si bien se consideran parte de un proceso y es necesaria su revisión periódica, es una planificación a largo plazo y es de tipo normativo. Por otro lado, el plan de manejo forestal es local, o sea que Los elementos de la ordenación forestal
Figura 1
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está relacionado a una determinada unidad de manejo dentro de un predio concreto. Es de corto y mediano plazo y de carácter técnico. Figura 3: Jerarquías de planificación
2.2.2 Planificación del manejo predial El predio objeto de manejo debe ser situado dentro de las categorías establecidas por la Ley Nº 26.331. Luego se deberá planificar la ubicación de las diferentes actividades productivas a desarrollar en el predio, de tal forma que sean compatibles con los usos prescriptos para cada categoría del ordenamiento territorial de bosques nativos. Es recomendable que la planificación y zonificación predial tengan en cuenta la continuidad de bosques entre diferentes propiedades de manera tal de poder minimizar los efectos de fragmentación del paisaje. En la Figura 4 se presentan los elementos del plan de manejo predial. El primer elemento es la consideración de los antecedentes generales del predio. Una vez que éstos están registrados y verificados, se planifica el uso de la tierra. A este nivel se definen las tierras previstas para uso forestal (producción de productos maderables y no maderables) y las tierras previstas para uso no forestal (agricultura, construcciones y superficies boscosas que en un futuro cercano se convertirán en tierras de uso no forestal). Para las tierras de uso forestal se realiza la planificación forestal (ver capítulo 2.3) que consiste en: • El plan de manejo, con una duración de 10 a 20 años, que define la estrategia del uso del bosque acorde a los objetivos del emprendedor forestal. • El plan operativo anual, la planificación detallada que incluye tanto aspectos naturales (por ej. volumen de cosecha) como aspectos laborales (por ej. volumen de trabajo) y aspectos financieros (por ej. plan de costos). Para la confección del plan de manejo predial se aconseja una estructura según los siguientes títulos:
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40 Plan de manejo predial
Figura 4
Registro de los antecedentes generales 1. Planificación del uso de la tierra 2. Planificación forestal, incluyendo: – Plan de manejo – Plan operativo anual 3. Anexos (mapas, planillas). Los contenidos de los títulos se detallan a continuación.
Registro de los antecedentes generales
En un primer paso se registra la información sobre el estado legal y el estado natural de todo el predio. Estado legal • Propiedad del predio: Indicar los antecedentes del predio y nombre/s del propietario/s o tenedor/es. • Ubicación del predio: Presentar un mapa general que muestre la ubicación geográfica del predio y sus medidas y linderos. En el mapa deben estar señalados los límites del predio y puntos de referencia tales como: lugares de ingreso, casas, galpones y otros puntos o lugares fácilmente identificables, con sus coordenadas geográficas. El mapa puede estar realizado
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PRÁCTICAS FORESTALES 41
sobre una imagen satelital. • Superficie total del predio: Indicar la superficie total de acuerdo al título de dominio (si este lo señala) al Catastro Provincial y la superficie determinada por el autor del estudio técnico. En el caso de que el predio no contara con una medida aprobada, se podrá aceptar la estimación de superficie realizada por el técnico responsable del plan, quién deberá fundamentar los medios utilizados para tal determinación. • Accesos: Finalmente deben figurar indicaciones precisas para ubicar las vías de acceso al predio (especialmente rutas y caminos vecinales). Estado natural • Clima: Este punto tiene como objetivo caracterizar las variables climáticas más relevantes que puedan condicionar las actividades a realizar, como por ejemplo: – Temperaturas media, máximas y mínimas. – Precipitaciones medias, máximas y mínimas. – Período de déficit hídrico. • Suelos: Para la caracterización de los suelo de cada rodal, se tomará la información a nivel de series y clases de uso, según la disponibilidad de datos. En los casos donde dicha información no esté disponible, se deberá realizar una caracterización general del tipo de suelo de cada una de las categorías de uso de suelo zonificadas. • Fisiografía e hidrografía: Las principales características deben figurar en el mapa general: – La fisiografía se describirá con referencia a las formas dominantes del relieve, indicando si se trata de lomas, media loma, cañadas u otros. – Para describir la hidrografía, se indicarán las características generales de los cursos y masas de agua que se encuentren dentro de la propiedad. • Flora y fauna: Considerar la conectividad con áreas protegidas o áreas en buen estado de conservación. Indicar la existencia de especies incluidas como “en peligro crítico” y “en peligro” en la Lista Roja de la UICN que puedan ser afectadas por las intervenciones en el área. Estado cultural • Valor ceremonial: Descripción del sistema histórico de tenencia de tierras, donde se registren los valores espirituales y religiosos vinculados al área. • Valor recreacional: Definir el estado de situación de las áreas con valor estético, de uso recreacional y/o turístico.
Planificación del uso de la tierra
En un segundo paso se planifica el uso actual y futuro de la tierra y se confecciona un mapa. Un ejemplo de un mapa del uso de la tierra se muestra en la Figura 5. Para la planificación del uso de la tierra se utilizan las siguientes categorías: • Uso no forestal – Áreas de producción agropecuaria – Áreas de protección total (lagunas, pantanos, quebradas, riveras, etc.) – Delimitación de bosques con alto valor ecológico, cultural o espiritual, donde se prohíbe un aprovechamiento forestal – Áreas deforestadas sin uso actual – Áreas boscosas previstas para un futuro uso agropecuario
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• Uso forestal – Breve descripción de las formaciones forestales – Delimitación del bosque de producción forestal – Delimitación del bosque de protección (pendiente, a lo largo de los ríos, formaciones particulares) con restricciones referente a un aprovechamiento forestal. – Delimitación de micro áreas de alto valor ecológico, cultural o espiritual (donde no se realiza aprovechamiento forestal) que estén situadas dentro del bosque de producción forestal. • Infraestructura – Caminos primarios y secundarios – Edificios Mapa de uso de la tierra
Figura 5
2.3
Planificación Forestal
La actividad forestal implica plazos de medianos a largos, que imponen la realización de una correcta planificación para lograr los objetivos de producción previamente definidos. Dentro de la planificación forestal se distingue: • Plan de manejo: Planificación estratégica de mediano a largo plazo (de 10 a 20 años de duración). • Planes operativos anuales (POA): Planificación detallada de un año de duración. Debe servir como instrumento de monitoreo y control mediante la comparación de lo planificado con lo realmente ejecutado. Los planes deben ser elaborados por profesionales habilitados.
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2.3.1 Plan de manejo
Plan de manejo
El plan de manejo (ver Figura 6) es una planificación estratégica de mediano a largo plazo (10 a 20 años de duración). Las revisiones internas del plan se realizarán cada 5 años, teniendo en cuenta los resultados obtenidos de su aplicación. Dentro del plan de manejo se define el sistema silvicultural a aplicar, considerando el estado actual de los recursos forestales y los objetivos que se pretende alcanzar mediante el manejo. Del sistema elegido resultan las Figura 6 prácticas silviculturales a implementar. Paralelamente se definirá un plan de capacitaciones para asegurar la eficiencia y calidad de los trabajos ejecutados. Un plan de manejo contiene los aspectos que se presentan en la Figura 7, los cuales serán profundizados a continuación: Los elementos del plan de manejo forestal
Fuente: UNIQUE (2007)
Figura 7
Duración y revisión del plan de manejo
La duración del plan de manejo es de 10 a 20 años. Deberá tener validez para todo un ciclo de intervención. Se deben señalar las fechas de inicio y finalización (mes y año). El periodo de revisión y actualización del plan de manejo será definido por el propietario.
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Como referencia, se considera adecuado realizar una revisión interna cada 5 años. En esta revisión se tendrán en cuenta los resultados de la aplicación del plan y los cambios del entorno biofísico y socioeconómico del área de manejo. Igualmente deben ser considerados cambios en la organización o producción de la empresa, mejoras tecnológicas, desarrollo de servicios, productos, mercados y cualquier información nueva que pueda ser relevante para el éxito de la planificación.
Definición de las unidades de manejo
En función del tamaño del predio, del estado de los recursos forestales y de los objetivos de producción, puede ser conveniente dividir el bosque en unidades de manejo. Sin embargo, esto no es una condición necesaria. Se podrán diferenciar unidades de manejo considerando: 1. Diferentes tipos de bosques En caso de que se puedan distinguir tipos de bosque bien diferenciados, la superficie forestal debe dividirse según estos tipos. En general no es conveniente distinguir tipos de bosque que no tengan diferencias pronunciadas en estructura. Una diferencia pronunciada sería por ejemplo entre quebrachales con estructura irregular y palosantales o algarrobales con estructura regular. La diferenciación se podrá hacer con ayuda de fotos satelitales o con fotos aéreas, basándose en todo caso en la verificación en terreno realizada con el inventario forestal. 2. Diferentes sistemas de manejo En un mismo tipo de bosque, se pueden aplicar diferentes sistemas de manejo en función de las preferencias y/o de la disposición a innovar del productor. Por ejemplo, en una unidad se establece el sistema tradicional de aprovechamiento según diámetro mínimo de corta y en otra unidad de manejo se aplica el sistema de árboles de futura cosecha. 3. Diferentes niveles de degradación y/o objetivos de producción Diferentes niveles de degradación En un mismo tipo de bosque, se puede aplicar diferentes sistemas de manejo en función del nivel de degradación. (Figura 8) Por ejemplo, en una unidad con bosque fuertemente degradado se establece un enriquecimiento. En otra unidad con bosque menos degradado se aplica la liberación de árboles de futura cosecha. 4. Diferentes funciones del bosque La diferencia entre unidades puede estar definida por la función del bosque. Figura 8 Por ejemplo, en un bosque de protección se aplica el sistema de árboles de futura cosecha, ya que es un manejo con poca alteración y en un bosque de producción degradado, se establece el sistema silvopastoril. Las unidades de manejo tienen que estar claramente delimitadas (en el mapa y en el terreno). Ellas forman la base tanto para el inventario forestal como para la planificación del manejo forestal a aplicar.
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Descripción del estado actual de los recursos forestales
La planificación a mediano y largo plazo del manejo de los bosques requiere información confiable del estado actual de los recursos forestales. Esta información se obtiene mediante un inventario forestal predial. Si en un predio existen diferentes unidades de manejo forestal, el inventario debe reflejar la condición actual del bosque en cada unidad.
Levantamiento de datos
De cada árbol inventariado se apuntan los datos sobre: – Especie: indicar el nombre común. – Diámetro (DAP): medido con cinta (preferiblemente) o con forcípula en cm. – Altura de fuste: estimada, aproximando a 0,5 m. – Valor silvicultural: categorizar los árboles en a) de futura cosecha (son aquellos los que aseguran la productividad del bosque a largo plazo), b) maduro, c) competidor, d) indiferente. – Observaciones respecto a su sanidad y calidad. El diámetro a partir del cual un árbol es inventariado: – 5 cm DAP para los árboles de futura cosecha y – 10 cm DAP para los demás árboles. Con estos datos se pueden calcular los parámetros que describen el potencial de manejo de los bosques y proporcionan las informaciones necesarias para la determinación del sistema silvicultural a aplicar: – Volumen de cosecha por especie. – Cantidad y distribución diamétrica de los árboles de futura cosecha. – Disminución del área basal tras la intervención.
Error permitido y diseño del inventario
El error de muestreo no deberá ser mayor al 20 % del área basal de todas las especies inventariadas a una probabilidad de 95 %. Se toma como error de muestreo la mitad del intervalo de confianza estimado para la media. Este error califica al inventario como de nivel exploratorio, siendo todavía lo suficientemente exacto para la definición del sistema silvicultural a aplicar. Se recomienda el siguiente diseño del inventario: Cantidad de parcelas • Tamaño y forma de la parcela: El tamaño de la parcela depende de la densidad de Superficie Lado de las unidaCantidad la masa arbórea. Es recomendable que a inventariar des de la grilla de parcelas cada parcela contenga un mínimo de 15 (en ha) (en m) (en unidades) a 20 árboles. En cuanto a la forma de la 200 250 x 500 16 parcela, se recomienda trazar 2 parcelas 1.000 500 x 1.000 20 circulares concéntricas, midiendo en la parcela interna los árboles de las clases 2.000 750 x 1.000 27 diamétricas menores y en la parcela ex5.000 1.000 x 1.000 50 terna sólo los árboles con DAP > 20 cm. 10.000 1.000 x 1.500 67 • Distribución de las parcelas: Para un Fuente: UNIQUE (2007) inventario eficiente, que asegure un resultado representativo, es recomendable Tabla 1
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una estratificación del área boscosa en unidades +/- homogéneas. Dentro de cada estrato las parcelas deben tener una distribución sistemática. Para ello se proyecta sobre el mapa del área a inventariar una grilla cuadrada o rectangular cuyas unidades tienen un largo de lado a definir según la cantidad de parcelas para medir. Los puntos de intersección son los centros de las parcelas de muestreo. • Cantidad de parcelas: La cantidad de parcelas de muestro depende del error permitido, del tamaño de las parcelas y de la homogeneidad del bosque. Este último aspecto frecuentemente depende de la extensión del área a inventariar. Cuanto más grande es el área, mayor es la probabilidad de heterogeneidad ocasionada por factores naturales y/o por alteraciones antrópicas. Los valores presentados en la Tabla 1 son orientativos en cuanto a la cantidad de parcelas necesarias para obtener un error de muestreo menor del 20 %.
Definición de los objetivos
Además de la información sobre el estado de los recursos forestales, deben estar claros los objetivos para poder elegir el sistema silvicultural adecuado. Los objetivos se pueden dividir en tres categorías: • Objetivos económicos: Relacionados con las finanzas y los beneficios esperados por la empresa, como por ej. optimizar la rentabilidad, generar el máximo volumen de negocio, reducir los costos de producción o asegurar la solvencia. • Objetivos de producción: Definen los productos y servicios puestos a disposición por la empresa, como por ej. madera de alta calidad, postes, leña, carbón, tanino, forraje para el ganado, productos forestales no maderables. Los objetivos de producción también incluyen servicios ambientales como proteger las cuencas o paisaje. • Objetivos naturales: Son aquellos que se refieren a la (re-)modelación de los bosques bajo manejo, como por ej. aumentar la calidad de los árboles, mantener la diversidad estructural, aumentar el área basal o el volumen en pie. No se debe confundir los objetivos con los principios del manejo. Principios como p.ej. la sustentabilidad o la producción conforme a leyes vigentes son los “fundamentos normativos” que influyen en todos los niveles del manejo.
Coherencia de los objetivos
Cuando se persiguen diferentes objetivos – que es lo común – se debe hacer un chequeo en cuanto a posibles conflictos. El chequeo se realiza priorizando los objetivos más importantes y evaluando su compatibilidad con los demás objetivos formulados. Ejemplos de típicos conflictos de objetivos son: • Dentro de la categoría de los objetivos económicos: Frecuentemente no es posible generar el máximo volumen de negocio y al mismo tiempo optimizar la rentabilidad. Lograr un volumen de negocio máximo generalmente conlleva realizar también actividades poco rentables. • Considerando la integración de objetivos económicos con objetivos de producción y objetivos naturales: no suele ser compatible – por lo menos a corto plazo – generar el máximo volumen de negocio u optimizar la rentabilidad con poner a disposición servicios ambientales o aumentar del volumen en pie en los bosques. Estos últimos conflictos suelen ocurrir sobre todo cuando se tiene como meta la rehabilitación de bosques degradados.
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No todos los conflictos de objetivos son solucionables a corto plazo y algunos son inmanentes. No obstante, es importante el chequeo de compatibilidad para poder resolver o al menos manejar conscientemente y de forma transparente los conflictos.
Determinación de los sistemas silviculturales
El aspecto más decisivo dentro del plan de manejo es la determinación del sistema silvicultural a aplicar. Los sistemas silviculturales fijados direccionan la estrategia de la empresa forestal a mediano y largo plazo. Como se ilustra en la Figura 9. El sistema silvicultural es la intersección entre el potencial natural de los recursos forestales y los objetivos fijados por los productores y/o propietarios de los bosques Esto significa que el sistema silvicultural tiene que ser apto para lograr los objeSistema silvicultural tivos y ser aplicable al mismo tiempo al recurso forestal en su estado actual. Las características del manejo deben concordar con el potencial de los recursos forestales y con el sistema silvicultural que está previsto aplicar. Si no es así, se debe repensar el sistema y/o los objetivos; lo que no puede ser cambiado a corto plazo es el potencial de los recursos. La integración de los objetivos con la condición de los recursos define: – el ciclo de intervención, – el número y tamaño de las parcelas de corta anual, – el volumen de cosecha (tasa de corta anual sustentable) y – el diámetro de corta.
Fuente: UNIQUE (2007)
Figura 9
Ciclo de intervención y parcelas de corta anual
El ciclo de intervención corresponde al periodo de tiempo entre dos aprovechamientos y es fijado en función del sistema y de la ecorregión. Debido a la diversidad de factores que influyen en el ciclo de intervención, es posible proponer un ciclo menor, justificando las causas que motivan esta modificación. El ciclo de intervención, junto con la decisión del propietario con respecto al ritmo del aprovechamiento forestal (actividad continúa todos los años, actividad esporádica solamente cada segundo, tercer o quinto año), define la cantidad y el tamaño de las parcelas de corta anual (PCA): • Cantidad de PCA = • Tamaño de la PCA =
Ciclo de intervención / Ritmo de aprovechamiento Superficie bajo manejo forestal / Número de PCA
La Figura 10 ilustra la relación entre superficie forestal, ciclo de intervención y ritmo de aprovechamiento.
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Cantidad, tamaño y año de intervención de las PCA Superficie forestal: 1.500 ha; ritmo de aprovechamiento: continuo todos los años Ciclo de intervención 10 años
15 años
20 años
10 PCA de 150 ha c/u
15 PCA de 100 ha c/u
20 PCA de 75 ha c/u
Superficie forestal: 300 ha; ciclo de intervención: 15 años Ritmo de aprovechamiento todos los años
cada 3 años
cada 5 años
15 PCA de 20 ha c/u
5 PCA de 60 ha c/u
3 PCA de 100 ha c/u
Fuente: UNIQUE (2007)
Figura 10
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El tamaño de la PCA puede ajustarse en función de la productividad del sitio a fin de obtener similares volúmenes de cosecha todos los años. Las PCA deben estar especificadas en el plan de manejo e ilustradas en un mapa anexado.
Tasa de cosecha anual sostenible y diámetro de corta
El aprovechamiento está regulado por la cantidad de madera que puede ser cosechada respetando el principio de producción sostenible. Esto significa que a lo largo de un ciclo de corta sólo se puede sacar del bosque el volumen de madera equivalente al incremento neto en volumen de las especies forestales. La determinación de la cosecha anual permisible depende del incremento de la masa arbórea y del tamaño de las parcelas de corta anual. Se calcula de la siguiente manera: Cosecha anual = 80% del incremento anual (en m³ por ha y año) * Ciclo de intervención (en años) * Tamaño de la parcela de corta anual (en ha) El incremento anual es una variable incierta por falta de experiencias y conocimientos en los bosques nativos. Incremento anual por tipo de bosque De manera estimativa se puede calcular con los incrementos preIncremento anual [en m³/ha] sentados en la Tabla 2 en función Tipo del tipo de bosque y del sistema Selección de árboles Diámetro mínimo de bosque de futura cosecha* de corta silvicultural aplicado. Se recomienChaco semiárido 1,5 1 da no cortar más del 80 % del incremento para aumentar el voluChaco húmedo 3 2 men en pie de los bosques. * con aplicación de medidas para aumentar la productividad; ver capítulo “Conceptos silviculturales” La corta anual permisible está limitada también por un límite en Fuente: Unique (2007) la disminución del área basal para evitar abrir demasiado el dosel del Tabla 2 bosque remanente. Se han definido los siguientes valores en función de los tipos de bosque (ver también capítulo “Conceptos silviculturales”): • Chaco semiárido: Disminución máxima del área basal por intervención de 30 %, para los diferentes tipos de bosque. • Chaco húmedo: Disminución máxima del área basal por intervención de – 40 % para bosques de especies heliófilas y bosques mixtos – 30 % para bosques de especies umbrófilas. Las indicaciones dadas sobre el incremento deben ser revisadas permanentemente basándose en nuevas informaciones generadas en el futuro.
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Diámetro de corta
Dependiendo del sistema silvicultural a aplicar, se trabaja con diferentes diámetros de corta (ver capítulo “Conceptos silviculturales”): • En el aprovechamiento según diámetro mínimo de corta la legislación provincial normalmente define un diámetro mínimo de corta (DMC) en función de la especie. El DMC se usa principalmente para controlar las cosechas y evitar sobreexplotaciones. • En el sistema de selección de árboles de futura cosecha, dependiendo de la legislación provincial, se deben respetar los diámetros mínimos de corta o se puede trabajar con diámetros meta. En este caso se define la madurez de un árbol in situ considerando su estado fitosanitario, la situación de árboles semilleros y las características del mercado.
Descripción de las prácticas a implementar
En el plan de manejo se describen de manera detallada las prácticas silviculturales a implementar en el ciclo de intervención. Las prácticas silviculturales dependen del sistema seleccionado (ver capítulo “Conceptos silviculturales”). No obstante, siempre es obligatoria la aplicación de un aprovechamiento de bajo impacto (ver capítulo “Aprovechamiento forestal y prácticas silviculturales”), independientemente del sistema, para asegurar la producción futura y mantener los servicios del bosque. Para la descripción en el plan de manejo, las prácticas deben estar agrupadas en las siguientes categorías: • Prácticas relacionadas con los trabajos preparatorios al aprovechamiento forestal (pre-aprovechamiento): construcción de caminos y de vías de arrastre, censo comercial, control de lianas, selección y marcación de árboles. • Prácticas relacionadas directamente con el aprovechamiento: apeo dirigido de los árboles, medidas post-apeo, arrastre de los rollos, seguridad de trabajo y gestión de residuos. • Prácticas relacionadas con el mantenimiento / aumento de la productividad del bosque (post-aprovechamiento): fomento de los árboles de futura cosecha, manejo de la regeneración natural, enriquecimiento y monitoreo de las operaciones. • Prácticas relacionadas con el manejo silvopastoril (control de arbustos, clausuras). Todas las prácticas mencionadas están descritas en detalle en el capítulo “Aprovechamiento forestal y prácticas silviculturales”.
Capacitación
Las capacitaciones para el personal contribuyen a: – Aumentar la productividad, – aumentar la calidad del trabajo, – aumentar la vida útil de las máquinas y sus horas de trabajo por día, y – reducir el número de accidentes de trabajo. Se recomienda identificar las necesidades de capacitación, con base a las actividades planificadas (por ej. aprovechamiento de bajo impacto, comercialización de productos forestales, mantenimiento de plantaciones de enriquecimiento), dentro del plan de manejo, acompañado de un plan general para la capacitación.
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2.3.2 Plan operativo anual El Plan Operativo Anual (POA) es un instrumento para la planificación detallada a corto plazo de las actividades a desarrollar. Se elabora anualmente tomando como referencia el Plan de Manejo. Los diferentes elementos del POA están ilustrados en la Figura 11. Plan operativo anual
Fuente: UNIQUE (2007), modificado
Figura 11
El POA del primer año está incluido en el Plan de Manejo. A partir del segundo año el POA se presenta a las autoridades, antes del inicio de las operaciones forestales, para facilitar el proceso necesario de la evaluación, aprobación y/o eventuales ajustes del plan. En caso de que el POA proponga algún cambio o alteración en la parcela de corta anual respecto a lo previsto en la planificación del plan de manejo vigente, se debe indicar y justificar. El aprovechamiento anual estará restringido a la Parcela de Corta Anual (PCA) descrita en el POA aprobado. Será posible retornar a la PCA aprovechada el año anterior para extraer aquellos individuos que no fueron aprovechados. En todo caso, si en el POA se incluye el reingreso a la parcela de corta anual anterior, debe ser especificado y justificado.
Resumen de actividades y recomendaciones del POA anterior
A partir del segundo POA, se debe presentar un breve resumen de las principales actividades operativas (censo, construcción de infraestructura, actividades de aprovechamiento, silvicultura y protección) realizadas en el POA del año anterior. Se recomienda indicar los aspectos positivos y negativos de la planificación, destacando las
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recomendaciones o sugerencias que puedan servir a la empresa para mejorar el desempeño de sus actividades de manejo forestal. Se analizarán técnicamente las diferencias con relación a lo planificado y se considerará la conveniencia o no, de complementar en el POA actual lo no realizado en el anterior. Estas observaciones deben ser consideradas en la revisión del plan de manejo.
Delimitación y demarcación de la parcela de corta anual
En el plan de manejo se definió la cantidad y el tamaño de las PCA en el predio dependiendo del ciclo de intervención y del ritmo del aprovechamiento forestal. La ubicación de las parcelas debía quedar ilustrada en un mapa. En el plan operativo anual se especifica la parcela en la cual se realizarán efectivamente los trabajos ese año y se demarcan lo límites con exactitud en el mapa y en el terreno. Para reflejar correctamente la parcela de corta anual (PCA) en el mapa, deben ser indicadas las coordenadas Gauss Krüger de los vértices del área. En el terreno se marca la PCA por medio de postes de madera, debidamente identificados con el número de registro del plan de manejo, el número de la PCA y el año de aprovechamiento.
Información detallada de los bosques
Si se utiliza el sistema de liberación de árboles de futura cosecha es necesario realizar un censo comercial que abarca toda la PCA. Por medio de este censo comercial se puede calcular el volumen de cosecha y se pueden planificar los productos a obtener. Esta información facilita: – La planificación del volumen de trabajo para poder contratar personal y proveedores de servicio, – El mercadeo y la comercialización de los productos, y – El (auto-) monitoreo de lo planificado con lo realmente ejecutado. En el sistema de DMC (diámetro mínimo de corta) no es necesario realizar un censo comercial, aunque se recomienda hacerlo. En el caso de que no se efectúe el censo, los valores de volumen de cosecha del POA se toman del inventario forestal predial, actualizándolos con inventarios periódicos cada 5 años.
Descripción de las operaciones silviculturales
A nivel del plan de manejo se determinaron los sistemas silviculturales a aplicar y con ello las prácticas silviculturales que conlleva cada sistema. En el plan operativo anual se detallan las operaciones silviculturales a realizar en la parcela de corta anual. El grado de detalle de esta planificación tiene que ser suficiente para poder: – Elaborar un calendario tentativo de las operaciones, – Realizar ajustes entre volumen y capacidad de trabajo (recomendado), y – Hacer la planificación financiera (recomendado). Además se recomienda hacer una prueba de coherencia entre el POA y los parámetros técnicos del monitoreo de la aplicación de las buenas prácticas (ver capítulo Monitoreo 7).
Aprovechamiento de productos no maderables
En el caso de que el productor pretenda aprovechar también otros productos forestales no maderables (lo cual ya fue incluido en los objetivos de manejo) deberá especificarse en el POA. Se incluirá la siguiente información:
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– – – – –
Especificación del o de los productos a aprovechar, Ubicación (con referencia a los mapas del POA), Cantidad (por unidades) a cosechar y extraer, Método o procedimiento de cosecha, y Temporadas de la operación.
Descripción de capacitaciones a realizar
En función del plan para la capacitación del personal presentado en el plan de manejo, se deben señalar las actividades de capacitación previstas para ejecutarse en el año operativo. Se especificará: – Temas o actividades de capacitación, – Destinatarios de la capacitación (por categoría de sus funciones, ej. motosierristas, operadores de maquinas, obreros, técnicos, etc.), – Modalidad de capacitación, – Lugar donde se desarrollarán las actividades, y – Fechas en que se desarrollarán las actividades.
Calendario tentativo de las operaciones
Se detallarán en base mensual las actividades previstas a desarrollar en el año operativo. Se puede utilizar como referencia el modelo de cronograma general de la Tabla 3.
Calendario tentativo Actividad
Mes 1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
Construcción de caminos Corte de lianas Capacitación “Aprovechamiento de bajo impacto” Cosecha árboles y raleo Manejo de regeneración (...) Tabla 3
Cálculo del volumen y la capacidad de trabajo
El cálculo del volumen y la capacidad de trabajo es una herramienta de planificación interna de la empresa. Inicialmente se calcula el volumen de trabajo que surge de la planificación de las operaciones, diferenciando horas, máquinas y jornales. La capacidad de trabajo de la empresa también se diferencia entre la capacidad de la ma-
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quinaria y la capacidad de los recursos humanos existentes. En el cálculo de la capacidad de trabajo, estos dos factores tienen que ser puestos en relación uno con otro. El personal empleado debe poder disponer de maquinaria y equipo de trabajo suficiente para realizar las tareas que le correspondan. Al mismo tiempo debe haber personal suficiente para ocupar eficientemente las máquinas disponibles. Finalmente se compara la coincidencia del volumen y de la capacitad de trabajo a lo largo del año.
Planificación financiera
El cálculo del volumen y la capacidad de trabajo. La planificación financiera es una herramienta gerencial y no está sujeta a aprobación por la Dirección de Bosques. La misma engloba: • Los ingresos que se obtienen por la venta de productos y otras fuentes, y • Los costos del aprovechamiento, de la industrialización, comercialización y administración de la empresa. Para una buena planificación financiera se debe contar con información sobre los costos de producción y los precios de los diferentes productos. Fuentes para obtener esta información son en primer lugar el monitoreo de la empresa, experiencias propias y observaciones del mercado. La planificación financiera es fundamental para: – Asegurar la liquidez de la empresa, – Comparar los resultados planificados con los reales de las operaciones, y – Optimizar el manejo forestal en cuanto a su eficiencia económica.
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3
Conceptos silviculturales Contenido del capítulo En este capítulo se presentan los sistemas silviculturales aplicables en la ecorregión Parque Chaqueño. El capítulo se centra en la descripción y explicación de los principales conceptos asociados al manejo forestal de los bosques de la ecorregión. El “cómo implementar” sólo se toca superficialmente en este capítulo. El capítulo está estrechamente vinculado con los capítulos “Planificación” y “Aprovechamiento forestal y prácticas silviculturales”, donde se describe la implementación de los conceptos silviculturales con sus operaciones necesarias.
3.1
Introducción
Sólo en algunos casos excepcionales se puede hablar, en la ecorregión Parque Chaqueño, de un manejo ordenado del bosque nativo en el cual se aplique algún sistema silvicultural. Lo normal es que se realice una sobreexplotación tipo minera, que conlleva la degradación continua de los bosques nativos. Otro factor de degradación es la ganadería sin manejo, la cual es una actividad ampliamente extendida en toda la región chaqueña. La carne producida de esta forma puede ser considerada como el producto forestal no maderero más común de los bosques del Chaco. Si bien el manejo del bosque se facilitaría con la exclusión del ganado, se reconoce que es una actividad tradicional y difícilmente se podrán retirar totalmente los animales del bosque chaqueño, al menos a corto plazo. Por ello se debe tratar de compatibilizar la necesidad de regeneración del bosque con la ganadería a monte mediante clausuras temporales, con el fin de poder asegurar el establecimiento de renovales de especies susceptibles al ramoneo.
3.2
Sistemas silviculturales aplicables en el Parque Chaqueño
En términos generales, los sistemas silviculturales que podrían ser aplicados a bosques nativos son sistemas de conversión y sistemas de transformación.
Sistemas de conversión
Se basan en que la vegetación arbórea existente va siendo modificada paulatina y gradualmente en su composición y / o estructura (Lamprecht, 1990) desde la situación actual hacia una estructura definida como objetivo del bosque bajo manejo. De conversiones generalmente surgen bosques irregulares, que se manejan de forma policíclica manteniendo la estructura heterogénea de bosques nativos. Dentro de los sistemas de conversión, para la ecorregión Parque Chaqueño existen las siguientes opciones:
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• Selección de árboles de futura cosecha: El concepto fundamental es: – Cosechar selectivamente los árboles comerciables maduros; – Mejorar las condiciones de crecimiento de los mejores individuos (árboles de futura cosecha) y – Mantener la estructura irregular y la diversidad del bosque. Todas las intervenciones (actividades de manejo de la regeneración, los raleos y la cosecha de árboles maduros) se realizan de manera simultánea o inmediatamente posterior a la cosecha. • Aprovechamiento según “diámetro mínimo de corta”: Es el sistema tradicional de todo el norte del país, se basa en la idea de que por medio de los aprovechamientos se produce la liberación de individuos oprimidos, por lo cual no es necesario realizar raleos selectivos. Extrayendo los productos que han llegado a su madurez se logra la renovación del vuelo arbóreo. • Enriquecimiento: La vegetación arbórea existente en parte es mantenida y manejada y en parte son introducidos nuevos individuos o especies arbóreas mediante plantación. Si junto al enriquecimiento se realiza un manejo forestal del bosque nativo restante, el resultado es una conversión del bosque. Si se enriquece con mucha densidad, el resultado es más parecido a una plantación forestal manejada de manera monocíclica. • Sistemas silvopastoriles: Combinan de forma planificada la producción de carne con la producción de madera en la misma superficie. Si junto a la producción pecuaria, se realiza un manejo forestal del bosque nativo restante, el resultado es la conversión del bosque. Si predomina la producción pecuaria en los sistemas silvopastoriles para lo cual se realiza una fuerte intervención sobre la estructura del bosque, el resultado es semejante a un cambio de uso de la tierra, o sea una trasformación. Es muy importante no confundir el término sistema de conversión con un desmonte o un sistema de transformación (explicado a continuación).
Sistemas de transformación
Implican la sustitución del bosque nativo por plantaciones forestales u otras formas de uso del suelo. Como resultado de las transformaciones en plantaciones siempre se obtienen, al menos en el primer ciclo de producción, bosques regulares (bosques coetáneos), que se manejan de forma monocíclica. Esta opción se nombra para dar un panorama completo de las opciones teóricamente aplicables. No obstante, no forma parte del presente trabajo, ya que una transformación no es un manejo sustentable de bosque nativo sino una sustitución de éste. Considerando: – los resultados del inventario forestal nacional para la ecorregión Parque Chaqueño, – el marco social, económico y cultural, y – las opciones básicas de manejo de bosque nativo anteriormente planteadas se proponen para el manejo sustentable de los bosques nativos de la ecorregión Parque Chaqueño las siguientes opciones (Figura 12):
3.3
Definición del sistema silvicultural adecuado
La posibilidad de aplicación de las diferentes variantes silviculturales depende de los objetivos de producción y del estado actual del bosque. Los parámetros decisivos para la determinación
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del manejo adecuado son: 1. La posibilidad de un aprovechamiento actual, expresado en la cantidad de árboles comercializables maduros. La densidad mínima necesaria para justificar la posibilidad de un aprovechamiento actual es de 5 árboles comercializables maduros por hectárea para el Chaco Semiárido y de 10 árboles comercializables maduros por hectárea para el Chaco Húmedo. 2. El potencial de producción a mediano y largo plazo, expresado en la cantidad de árboles de futura cosecha (jóvenes y semimaduros de buenas características individuales). La densidad mínima requerida para asegurar la futura producción de los bosques es de 50 árboles de futura cosecha por hectárea para el Chaco Semiárido y de 100 árboles de futura cosecha por hectárea para el Chaco Húmedo. En la Figura 13 se presenta un esquema que sirve de base para la determinación del manejo silvicultural adecuado. (Ver figura 13, en página siguiente)
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58 Determinación del sistema silvicultural adecuado en función del estado del bosque Bosque aprovechable vital (con árboles de futura cosecha): Muy buen estado; existen árboles comercializables maduros para un aprovechamiento actual y árboles de futura cosecha que aseguran la productividad del bosque. Bosque aprovechable sobremaduro (sin árboles de futura cosecha): Existen árboles comercializables maduros para un aprovechamiento actual, pero la densidad de árboles de futura cosecha es baja; se debe enriquecer el bosque o favorecer la regeneración natural mediante clausuras; otra opción es la aplicación de un sistema silvopastoril. Bosque en regeneración: La densidad de árboles de futura cosecha es satisfactoria, pero son escasos los árboles comercializables maduros; las posibilidades de aprovechamiento a corto plazo son limitadas. Bosque fuertemente degradado: Árboles comercializables maduros y árboles de futura cosecha muy escasos; este tipo de bosque se debe enriquecer o aplicar un sistema silvopastoril. Fuente: Grulke, 1998 y 2003, modificado
Figura 13
A continuación se describen las situaciones ilustradas en la figura y cuáles serían las variantes de manejo aplicables en cada caso. Bosque aprovechable vital (con árboles de futura cosecha) Hay más de 5 (Chaco Semiárido y Árido) / 10 (Chaco Húmedo) árboles comercializables maduros y más de 50 (Chaco Semiárido y Árido) / 100 (Chaco Húmedo) árboles de futura cosecha por hectárea. Esta es una situación buena para un manejo forestal, ya que actualmente se puede aprovechar madera y la productividad futura del bosque está asegurada por una densidad adecuada de árboles de futura cosecha. En esta situación son aplicables las siguientes variantes de manejo: – Sistema de conversión mediante “Selección de árboles de futura cosecha” – Sistema de conversión mediante “Aprovechamiento según diámetro mínimo de corta” Bosque aprovechable sobremaduro (sin árboles de futura cosecha) Hay más de 5 (Chaco Semiárido y Árido) / 10 (Chaco Húmedo) árboles comercializables maduros y menos de 50 (Chaco Semiárido y Árido) / 100 (Chaco Húmedo) árboles de futura cosecha por hectárea. Esto es una situación característica en bosques sobremaduros. En estos casos se debe aprovechar la madera de los árboles maduros. Sin embargo hay que implementar medidas para aumentar el número de los árboles de futura cosecha que aseguren la producción futura. En esta situación las siguientes variantes de manejo son aplicables:
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– Sistema de conversión mediante “Enriquecimiento” (o favoreciendo la regeneración natural mediante clausuras después del aprovechamiento de los árboles comercializables maduros) – Sistemas de conversión mediante “Selección de arboles de futura cosecha” en los casos que se encuentre regeneración avanzada, la cual se debe fomentar mediante raleo. En estos casos el próximo turno posiblemente se deba alargar. – Sistema de conversión mediante “Aprovechamiento según diámetro mínimo de corta” – Sistema de conversión mediante “Sistemas silvopastoriles” Bosque en regeneración Hay más de 50 (Chaco Semiárido y Árido) / 100 (Chaco Húmedo) árboles de futura cosecha, pero menos de 5 (Chaco Semiárido y Árido) / 10 (Chaco Húmedo) árboles comercializables maduros. Esto es una situación que se encuentra frecuentemente en regiones con anteriores sobreexplotaciones del bosque nativo. La productividad futura del bosque está asegurada por una densidad adecuada de árboles de futura cosecha. Lo que falta es el potencial actual de aprovechamiento. El volumen cosechable a corto plazo es muy limitado. En esta situación las siguientes variantes de manejo son aplicables: – Sistema de conversión mediante “Selección de árboles de futura cosecha” con limitaciones en la cosecha de los árboles maduros – Sistema de conversión mediante “Aprovechamiento según diámetro mínimo de corta” con una tasa de cosecha limitada. Bosque fuertemente degradado En estos bosques faltan tanto los árboles comercializables maduros como los árboles de futura cosecha. Esta situación es el resultado de sobreexplotaciones continuas, muchas veces en combinación con una alta presión ganadera sobre la regeneración del bosque. La recuperación de estos bosques es a largo plazo. Aprovechamientos a corto y mediano plazo serán muy limitados. En esta situación las siguientes variantes de manejo son aplicables: – “Enriquecimiento” – “Sistema Silvopastoril” Se insiste en la recomendación de determinar bien la existencia de árboles de futura cosecha en el bosque antes de hacer plantaciones de enriquecimiento. Los enriquecimientos conllevan costos relativamente altos al igual que el riesgo de pérdidas de la plantación. A continuación se presentan las 4 opciones aplicables usando la siguiente estructura: – Descripción del concepto – Actividades a desarrollar para la implementación
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3.4
Descripción de los sistemas silviculturales aplicables
3.4.1 Selección de árboles de futura cosecha La “selección de árboles de futura cosecha” forma parte de los sistemas de conversión de bosques nativos sin manejo en bosques nativos manejados. El concepto fundamental es mejorar las condiciones de crecimiento de los mejores individuos (= árboles de futura cosecha) en el rodal. En la Figura 14 se muestran los criterios para la determinación y selección de los árboles de futura cosecha. Los criterios para la determinación y selección de los árboles de futura cosecha Los árboles de futura cosecha son aquellos árboles de un rodal que aseguran la productividad del bosque a mediano y largo plazo. Los criterios de selección son: Tamaño: árbol ya establecido con un DAP > 5 cm. Especie: debe ser una especie de valor; normalmente de valor maderero; según el criterio del propietario, pueden ser considerados otros beneficios no madereros (por ej. frutos). Vitalidad: árbol sano con copa bien desarrollada Calidad: en estado desarrollado, mínimo 2,5 a 3 m de fuste recto, sano. Distribución espacial: criterio de segunda prioridad; idealmente los árboles de futura cosecha están distribuidos homogéneamente en todo el rodal; pero se puede mantener “grupos de árboles de futura cosecha“, un fenómeno que ocurre frecuentemente en bosques nativos. Fuente: UNIQUE (2007)
Figura 14
Después de la selección de los árboles de futura cosecha se favorece su desarrollo mediante la regulación de la competencia. Para ello se deben eliminar los individuos que compiten directamente con los árboles de futura cosecha (Figura 15). Los árboles de futura cosecha en un bosque irregular se seleccionan entre individuos de todas las clases diamétricas a partir de un DAP de 5 cm, considerando que a partir de este diámetro los árboles están establecidos. La cantidad mínima y la cantidad ideal de árboles de futura cosecha por hectárea se determinó en base a experiencias hechas en bosques de estructura semejantes a los del Chaco (Grulke 1998). Para aprovechar el potencial natural de crecimiento se recomienda para el Chaco Semiárido una cantidad mínima de 50 y una cantidad ideal de 80 a 100 árboles de futura cosecha por ha. En el caso de bosques de la subregión Chaco Húmedo la cantidad mínima son 100 árboles de futura cosecha por ha, siendo la cantidad ideal 150 a 200 árboles de futura cosecha por ha.
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Mantenimiento de la estructura irregular Las intervenciones deben mantener la estructura irregular del bosque. Con el manejo de los árboles de futura cosecha, se imitan los procesos naturales de bosques nativos. Se trabaja con y no contra la naturaleza. Las actividades de manejo de la regeneración, los raleos y la cosecha de árboles maduros deben ser realizados de manera simultánea (Figura 16) tratando de mantener la distribución diamétrica de “J invertida”. Manejo de la regeneración Con el manejo de la regeneración se pretende asegurar una regeneración permanente del bosque y favorecer las especies deseables en las clases diamétricas inferiores. Muchas especies reaccionan positivamente a cortas de liberación mientras todavía son jóvenes. Gómez et al. (2012), encontraron, utilizando este método de corta en el bosque de albardón del Chaco Húmedo, que la regeneración natural de las especies arbóreas se desarrollo mejor que utilizando el método de diámetro mínimo de corta. En bosques sobremaduros o fuertemente degradados donde el número de árboles de futura cosecha es bajo, con el manejo de renovales se fomenta el desarrollo de las
Estructura de bosques irregulares
Fuente: UNIQUE (2007)
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Figura 16
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plantas con un diámetro menor de 5 cm. La liberación de plantas jóvenes se realiza cortando las plantas de diámetros menores y arbustos que compiten con individuos de la regeneración con potencial de ser árboles de futura cosecha. Hay que tener cuidado a la hora de limpiar alrededor de la planta elegida para no dañarla o incluso cortarla, debido al diámetro reducido de las plantas y a la densidad con la que se suele presentar la regeneración. Para contrarrestar el efecto de la ganadería sobre la regeneración (especialmente en el Chaco Semiárido) se debe realizar clausuras. Estas serán presentadas con mayor detalle en el último punto del capítulo cuando consideremos los tratamientos particulares, comunes a los diferentes sistemas. Raleos El manejo de árboles de futura cosecha implica tener que realizar raleos en las clases diamétricas medianas y altas. Liberando los árboles de futura cosecha de sus principales competidores se aumenta significativamente la productividad de los bosques. Con los raleos no sólo se cumple la función de estimular el incremento de los árboles de futura cosecha, sino que también se asegura una mejora en calidad del rodal a mediano y largo plazo. Los árboles cortados mediante raleos pueden ser aprovechados como madera, leña o para la producción de carbón. Cuando La comercialización de estos árboles no es rentable y considerando que su apeo produce daños al bosque remanente, se recomienda evaluar las posibilidades de la eliminación en pie de los árboles no deseables a través del anillado o de la aplicación de productos químicos. Cosecha Durante las actividades de cosecha se extraen los árboles comercializables maduros. Tiene que ser respetada la tasa de cosecha anual sustentable y deben ser aplicadas las técnicas de un aprovechamiento de bajo impacto. El estado de madurez del árbol es definido in situ, considerando los siguientes aspectos: • El estado fitosanitario del árbol, normalmente se consideran los árboles de buen estado fitosanitario. Sin embargo pueden ser seleccionados arboles que sufrieron heridas durante la realización de las tareas silviculturales porque no llegarían al próximo turno con buena sanidad. • La situación de árboles semilleros. Al necesitar una regeneración permanente del bosque, es importante la existencia de árboles semilleros. Normalmente los árboles de futura cosecha cumplen esta función. Sin embargo, con pocos árboles de futura cosecha de una de las especies objeto de manejo, puede plantearse la necesidad de dejar árboles maduros de dicha especie como árbol semillero. • Existencia de mercado para el producto. Razones económicas pueden modificar los diámetros de corta, sin embargo, cuando el objetivo de producción es madera de calidad, diámetros pequeños pocas veces son rentables. Aunque no se fijen diámetros mínimos de corta en esta variante, se definen diámetros metas para la producción forestal. El diámetro meta es un compromiso entre: – una cosecha eficiente y económica y un rendimiento alto en la primera transformación que requiere fustes de grandes dimensiones; – un buen estado fitosanitario y una cosecha de bajo impacto que se suele dar antes con fustes de diámetros menores.
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Ciclos de intervención El ciclo de intervención se fija en: – Chaco semiárido: 15 años – Chaco húmedo: 10 años Con este ciclo se asume una tasa de cosecha por cada intervención de alrededor de 10 a 15 m³ de madera de fuste por ha. Los valores máximos de la disminución del área basal por intervención son: – Chaco semiárido: 30 % – Chaco húmedo, bosques de especies heliófilas y bosques mixtos: 40 %. – Chaco húmedo, bosques de especies umbrófilas: 30 % Consideraciones finales El sistema de “Selección de árbol de futura cosecha” se basa en un manejo forestal probado y válido para muchas ecorregiones diferentes del mundo. Los impactos positivos sobre calidad y productividad son evidentes. Como ejemplo, en la región oriental del Paraguay, en bosques muy parecidos a los de la Selva Misionera y algunas formaciones del Chaco Húmedo, con este tipo de manejo se pudo aumentar el incremento en más de un 50 % (Grulke 2009). Brassiolo et al. (2009) trabajando en bosques de albardón del Chaco Húmedo logro diferencias significativas en el crecimiento a favor de este método cuando se lo compara con la utilización de diámetros mínimos de corta. Los conceptos y las técnicas a aplicar son de fácil comprensión. Después de una serie de capacitaciones y entrenamientos prácticos al personal en todos los niveles de una empresa forestal (ingenieros, técnicos, operadores) éstos rápidamente están familiarizados con las operaciones que deben ser desarrolladas.
Actividades a desarrollar para la implementación
Para la implementación del manejo de árboles de futura cosecha hay que desarrollar la siguiente secuencia de actividades: 1. Delimitación del bosque 2. Dar accesibilidad a los rodales 3. Censo comercial y marcación de los árboles 4. Control de las lianas seis meses antes de la cosecha (sólo para el Chaco Húmedo) 5. Aprovechamiento de bajo impacto 6. Raleos: Liberación de los árboles de futura cosecha 7. Manejo de la regeneración forestal Cómo se implementan las medidas será descrito detalladamente en el capítulo “Aprovechamiento forestal y prácticas silviculturales”.
3.4.2 Diámetro mínimo de corta Es el sistema tradicional de todo el norte del país, se basa en la idea de que por medio de los aprovechamientos se produce la liberación de individuos oprimidos, por lo cual no es necesario
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realizar raleos selectivos. Extrayendo los productos que han llegado a su madurez se logra la renovación del vuelo arbóreo. Según Wadsworth (2000), este tipo de cortas es una práctica casi universal en el aprovechamiento de bosques nativos. Sin embargo, este mismo autor considera que este tipo de cortas no aseguran una alta productividad para las cosechas futuras al no proteger a los individuos inmaduros de los daños causados por el aprovechamiento. Para la aplicación de este sistema, se deben considerar los siguientes componentes: • Fijación del diámetro mínimo de corta • Ciclo de intervención • Trabajos complementarios al aprovechamiento • Regeneración arbórea Fijación del diámetro mínimo de corta Para la fijación del diámetro míniDiámetro mínimo de corta (DMC) mo de corta (DMC), se recomienda considerar el estado sanitario Grupo de especies Chaco húmedo Chaco semiárido de los individuos. Según Brassiolo Especies principales 35 cm 45 cm (1997), la proporción de individuos Especies secundarias 25 cm 35 cm con problemas de sanidad aumenta rápidamente con el aumento del Fuente: Unique (2007) diámetro. Tanto los fustes de quebracho blanco como los de queTabla 4 bracho colorado con un DAP > 30 cm presentan problemas sanitarios aproximadamente en el 50 % de los casos. Las especies secundarias también pueden presentar serios problemas de sanidad, a tal punto que sólo es posible su utilización como leña. Para las especies secundarias además conviene fijar un diámetro de corta relativamente bajo para disminuir su participación en la estructura del bosque, dejando sitio para el desarrollo apropiado de individuos de las especies principales. Combinando las consideraciones de la sanidad (preferiblemente diámetros pequeños) con las necesidades industriales (mejor rendimiento con diámetros más grandes) se proponen los diámetros mínimos de corta indicados en la Tabla 4. Ciclo e intensidad de intervención Por la ausencia de medidas que estimulan el incremento de los individuos, se calculan ciclos de intervención más largos utilizando este método de corta que en el sistema de liberación de árboles de futura cosecha. Se fijan los siguientes ciclos de intervención para las dos ecorregiones: – Chaco Semiárido: 20 años – Chaco Húmedo: 15 años Con este ciclo se asume una tasa de cosecha por cada intervención de alrededor de 10 a 15 m³ de madera de fuste por ha. Los valores máximos de la disminución del área basal por intervención son: – Chaco Semiárido: 30 % – Chaco Húmedo, bosques de especies heliófilas y bosques mixtos: 40 % (Ver tipos
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de bosques) – Chaco Húmedo, bosques de especies umbrófilas: 30 % (Ver tipos de bosques) Trabajos complementarios al aprovechamiento Se recomienda la realización de los siguientes trabajos complementarios al aprovechamiento: • Control de lianas en el caso de bosques del Chaco Húmedo. • Control de especies secundarias: En aquellos bosques que ya fueron explotados selectivamente en repetidas ocasiones y que actualmente tienen poco potencial de aprovechamiento (bosques en regeneración, Figura 13), la actividad principal es el control de las especies secundarias. Estos árboles, por el deficiente estado sanitario de los fustes, muchas veces sólo son aptos para la producción de leña y carbón y así contribuyen poco para un manejo rentable de los bosques. La participación de las especies secundarias debe ser reducida para dejar más espacio a las especies principales. Para disminuir su participación en la masa se recomienda realizar un anillado o aplicar arboricidas. La eliminación en pie reduce costos y provoca menos daños en comparación con el apeo con motosierra. • Manejo de la regeneración natural en el caso de que no haya cantidad suficiente de renovales de las especies objeto de manejo, se deberán establecer clausuras. Consideraciones finales Se han incorporado pequeñas mejoras en el aprovechamiento tradicional de los bosques de la ecorregión Parque Chaqueño. Las medidas incorporadas son las mínimas necesarias para garantizar la continuidad de la producción. Bajo las actuales condiciones socio-económicas de la región, se considera aceptable esta variante de manejo, ya que su gran ventaja es el bajo costo y la facilidad de aplicación. Sin embargo, con ella no se aprovecha el potencial productivo de los bosques. Debe ser vista como algo provisional y los esfuerzos deben concentrarse en la divulgación del sistema de selección de árboles de futura cosecha.
Actividades a desarrollar para la implementación
Para la implementación del aprovechamiento según diámetro mínimo de corta, se debe desarrollar la siguiente secuencia de actividades: Obligatorio: Delimitación del bosque 1. Dar accesibilidad a los rodales 2. Aprovechamiento de bajo impacto Recomendado: 3. Control de las lianas seis meses antes de la cosecha (sólo para el Chaco Húmedo) 4. Raleos: Eliminación de los árboles competidores 5. Manejo de la regeneración natural Cómo se implementan las medidas será descrito detalladamente en el capítulo “Aprovechamiento forestal y prácticas silviculturales”.
3.4.3 Sistemas de enriquecimiento
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El enriquecimiento es una herramienta para la recuperación de bosques muy degradados con poco potencial de regeneración natural de las especies deseables. Es un sistema muy extendido, particularmente en los trópicos y subtrópicos. Lamentablemente existe un sinnúmero de ejemplos con resultados negativos por falta de mantenimiento después de la plantación en el bosque. Por ello, sólo es recomendable este sistema de manejo cuando el mantenimiento esté asegurado. Los diferentes métodos de enriquecimiento están ilustrados en la Figura 17. Métodos de enriquecimiento Enriquecimiento en líneas
Enriquecimiento en bosquetes
Enriquecimiento en fajas
Apertura del bosque y densidad de plantación • Apertura de líneas de 3 – 4m de ancho cada 15 a 25 m • Densidad de plantación: 100 – 250 plantas/ha
• Plantación de “bosquetes” en claros • Densidad de plantación: 100 – 250 plantas/ha
Complemento a la producción del bosque nativo restante
Complemento a la producción del bosque nativo restante
• Apertura de fajas de 15 – 20 m de ancho cada 20 – 40 m • Densidad de plantación: 300 – 1.250 plantas/ha
Función de los árboles plantados Concentración de la producción en los árboles plantados
Función del bosque restante Producción de madera y servicios ambientales
Producción de madera y servicios ambientales
Apoyo a los árboles plantados; servicios ambientales
Recomendación Poco recomendable ya que es una técnica que requiere mucha dedicación al mantenimiento para que no se cierre la faja angosta
Aplicar solamente en superficies relativamente pequeñas cuando se pueda asegurar un mantenimiento continuo
Recomendable en caso de bosques fuertemente degradados
Fuente: UNIQUE (2007)
Figura 17
El método de enriquecimiento se determina dependiendo del rol futuro que desempeñe el bosque nativo inicial: • Si el grado de degradación es tan fuerte, que no se puede asegurar una producción en el mediano plazo a partir del bosque nativo restante, se debe enriquecer de manera intensa. El
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método adecuado en este caso es el enriquecimiento en fajas. • Si el grado de degradación no es tan fuerte como en el caso anterior, se cuenta con árboles de futura cosecha pero no en número suficiente, el enriquecimiento se realizará puntualmente como un complemento a la producción futura del bosque. El método adecuado es el enriquecimiento en línea o en bosquetes. La Ley Nacional 25.080 incentiva el enriquecimiento a partir de una densidad de 100 plantas / ha. Se recomienda tomar este valor como densidad mínima, para los métodos de líneas y bosquetes. Selección de especies Las especies a plantar se seleccionan en función del objetivo de producción y del sitio (Figura 18). Para diversificar la producción y reducir el riesgo es conveniente usar de 2 a 4 especies diferentes para el enriquecimiento. Para el Chaco Húmedo donde existen mayores opciones para la selección, se recomienda usar especies de rápido crecimiento hasta un 50 % de la cantidad total de árboles plantados.
Selección de las especies a plantar
Figura 18
Consideraciones finales En la práctica, lamentablemente muchos enriquecimientos fracasan. Para ello, se pueden encontrar tres razones principales: • Falta de mantenimiento: Por la fuerte competencia con la vegetación en la línea de plantación y por el cierre de las líneas después de poco tiempo (“efecto túnel”) los individuos plantados frecuentemente no presentan un buen desarrollo y si presentan bajos incrementos anuales (Senilliani el al 2006). • Mala selección de las especies utilizadas: Muchas veces se opta por especies fáciles de conseguir en el momento, sin considerar el micrositio y los objetivos de producción. • Las plantaciones en líneas suelen llevar a una densidad demasiado baja de individuos plantados por hectárea (alrededor de 200 plantas por ha). Cuanto más extensivas han sido las plantaciones, tanto más limitadas serán las posibilidades de una posterior selección de árboles de futura cosecha. Por ello se recomienda optar por el sistema en fajas, con densidades entre 300 a 1.250 plantas por hectárea. Estas plantaciones de menor tamaño dentro del bosque nativo deben ser cuidadas como plantaciones en campo abierto. La densidad relativamente alta influye positivamente en el crecimiento de un fuste recto, en el desrame natural y asegura una cantidad adecuada de árboles para la selección de los mejores individuos como árboles de futura cosecha.
Actividades a desarrollar para la implementación
Para la implementación de un enriquecimiento de bosques se desarrolla la siguiente secuencia de actividades: 1. Preparación de los lugares de plantación 2. Plantación
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3. Mantenimiento 4. Raleo y cosecha Cómo se implementan las medidas será descrito detalladamente en el capítulo “Aprovechamiento forestal y prácticas silviculturales”.
3.4.4 Sistemas silvopastoriles Los “Sistemas Silvopastoriles” son una opción de producción pecuaria en donde las leñosas perennes (árboles o arbustos) interactúan con los componentes tradicionales de la ganadería (forrajeras herbáceas y animales) bajo un sistema de manejo integrado. El objetivo del manejo es por lo tanto, la producción forestal y la producción ganadera. La mayoría de los sistemas silvopastoriles actualmente aplicados en la ecorregión chaqueña no están orientados al uso múltiple del bosque, sino exclusivamente a la producción pecuaria. Por lo tanto – bajo estas condiciones – no pueden ser considerados como sistemas silviculturales o sistemas de manejo forestal. Por lo tanto se recomienda incorporar la componente forestal en los objetivos del manejo silvopastoril. Áreas de aplicación En el marco de esta publicación se considera la aplicación de sistemas silvopastoriles particularmente para áreas fuertemente degradadas, donde el número de árboles de futura cosecha está por debajo de los mínimos definidos para la subregión. Una mención especial merecen los bosques con estructura irregular del Chaco Húmedo, ya que éstos no son aptos para un manejo silvopastoril, en ellos sólo se puede desarrollar la denominada “ganadería a monte”, donde no se realiza una modificación en la estructura del bosque a fin de aumentar la producción de pastos. Arreglo espacial del desarbustado La combinación de áreas desarbustadas y áreas sin desarbustar pueden presentar diferentes arreglos espaciales: • Desarbustado uniforme • Desarbustado en fajas • Desarbustado de áreas de baja densidad La decisión de cuál de las combinaciones posibles se implementará en una unidad de producción determinada, se tomará en función de varios criterios, entre ellos, los más importantes son: la estructura del rodal arbóreo y sus necesidades de regeneración natural. La Figura 19 ilustra las posibles distribuciones con las que se mantiene una cobertura boscosa de cierto porcentaje. Las distribuciones mostradas en la ilustración también respetan la normativa de mantener cortinas rompevientos (o barreras o fajas forestales) en distancias determinadas con fines protectores contra la erosión principalmente eólica. Estructura del bosque y manejo de la regeneración del estrato arbóreo La mayoría de los bosques de la región chaqueña se caracterizan por tener una estructura irre-
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gular. El mantenimiento de esta estructura requiere una regeneración natural de forma permanente. Por ello es recomendable en estos casos optar por desarbustados en fajas o desarbustar áreas de menor densidad arbórea, manteniendo la estructura boscosa en el resto de la superficie. Estas áreas con bosques en las fajas o bosquetes pueden ser manejadas aplicando una de las variantes presentadas en los capítulos anteriores. Tanto en Chaco Semiárido como en el Chaco Húmedo existen formaciones puras o con elevada participación de una sola especie y estructura regular. Estas formaciones son conocidas por el nombre de la especie dominante, por ejemplo los algarrobales, los palosantales o los quebrachales. La estructura de estos rodales es más regular y facilita un manejo monocíclico de los bosques. En este caso es conveniente optar por desarbustados uniformes, ya que no hace falta una regeneración natural permanente. En el caso de bosques muy degradados donde no se cuente con la cantidad de individuos arbóreos necesarios para lograr una adecuada cobertura se podrá completar el componente arbóreo mediante enriquecimiento o favorecimiento de la regeneración natural. En ambos casos se debe considerar que si la especie es palatable, se deberá acompañar con una clausura hasta lograr que las plantas superen los 2 m de altura y estén lo suficientemente fuertes como para no ser dañadas por el ganado.
Actividades a desarrollar para la implementación
Para la implementación de un manejo silvopastoril se debe desarrollar la siguiente secuencia de actividades: 1. Demarcación y apotrerado de la superficie 2. Censo y marcación de árboles 3. Control de arbustos 4. Definición del sistema de rotación silvopastoril 5. Siembra de pastura 6. Aprovechamiento de bajo impacto (si corresponde) 7. Raleo (para bosques regulares) 8. Cómo se implementan las medidas será descrito detalladamente en el capítulo “Aprovechamiento forestal y prácticas silviculturales”.
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Aprovechamiento forestal y prácticas silviculturales Contenido del capítulo Tras una pequeña introducción sobre el aprovechamiento y la integración de actividades en el concepto de aprovechamiento de bajo impacto (ABI), el presente capítulo desarrolla la implementación técnica de las operaciones forestales. Se distingue: • La fase de pre-aprovechamiento: los trabajos preparatorios para el aprovechamiento forestal, • La fase de aprovechamiento: las operaciones directamente vinculadas con la cosecha y • La fase de post-aprovechamiento: las prácticas silviculturales para mantener y aumentar la productividad del bosque. El capítulo está estrechamente vinculado con los capítulos “Planificación” y “Conceptos silviculturales”.
4.1 Introducción La aplicación del aprovechamiento de bajo impacto (ABI) es un elemento central en el manejo sustentable de los bosques nativos. En comparación con la explotación tradicional el aprovechamiento planificado e implementado con equipo adecuado y personal capacitado es más eficiente y económico, menos destructivo del bosque remante y con menos riesgo accidental. La Tabla 5 muestra la diferencia significativa en los daños al bosque producidos por una explotación tradicional y el aprovechamiento de bajo impacto. El resultado de la explotación forestal tradiDaños ocasionados por diferentes tipos de aprovechamientos cional es un mosaico formado por fragmentos de bosques degradados. Éstos fragmentos son Porcentaje de árboles dañados poco productivos y muy susceptibles a incenRegión Explotación ABI dios porque la sobreexplotación fomenta el detradicional sarrollo del estrato herbáceo y la acumulación Mata Atlánti32 16 de residuos de explotación, lo cual aumenta la ca, Paraguay cantidad de combustible disponible dentro del Chaco Húme30 – 50 9 bosque. do, Argentina En el marco de este trabajo las actividades Fuente: Grulke (1998), Hampel (1997) forestales no persiguen exclusivamente la producción de madera. Se reconoce la importanTabla 5 cia de los bosques para la diversidad biológica y productos forestales no madereros, valores culturales y servicios ambientales que proporciona. Esto implica que los impactos ecológicos negativos deben ser minimizados mediante el uso de tecnologías apropiadas y económicamente competitivas con las prácticas de uso actual.
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El aprovechamiento de bajo impacto se basa en el uso de tecnología adecuada, con planificación y entrenamiento de la mano de obra especializada. La inversión para aumentar la calidad de los trabajos se refleja en la reducción de los costos por menores desperdicios de madera y por el inapropiado uso de maquinaria. Además, la mano de obra bien entrenada trabaja en mejores condiciones de seguridad, lo cual reduce los accidentes. Las técnicas del ABI contribuyen a reducir el volumen de madera de desecho en el aprovechamiento y aumenta el volumen de madera que puede ser extraído del bosque y comercializado. Consecuentemente aumentan los ingresos. La Figura 20 muestra las fases del aprovechamiento de bajo impacto y las actividades involucradas en cada una de ellas. Fases del aprovechamiento de bajo impacto
Fuente: UNIQUE (2008), modificado
Figura 20
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A continuación se detallan las medidas de pre-aprovechamiento, aprovechamiento y postaprovechamiento siguiendo la estructura de la Figura 20. Las medidas de la planificación ya fueron explicadas en el capítulo correspondiente.
4.2
Pre-aprovechamiento
4.2.1 Caminos forestales Una red de caminos bien diseñada y mantenida es clave para garantizar el acceso al bosque y poder realizar las actividades en el marco del manejo forestal. La construcción y el mantenimiento de caminos es una actividad costosa, influyendo cada kilómetro construido influye en el aumento de los costos. Por ello una buena planificación y un buen diseño de la red de caminos reducen los costos y el impacto negativo en el bosque. La planificación de los caminos principales debe hacerse pensando en la propiedad como un todo y no sólo en la parcela de corta anual (PCA) en la que se va a intervenir próximamente. Por esto la planificación de la infraestructura forma parte del plan del uso de la tierra (ver capítulo “Planificación”). En general en terrenos planos y moderadamente ondulados “manda el bosque sobre el terreno”. Los caminos se planifican directamente sobre el teTipos de caminos rreno. El trazado es simple, marcando sencillamente una faja por donde se abrirá el camino. En terrenos ondulados, la dificultad de la topografía exige una mejor planificación del camino, utilizando mapas topográficos e hidrológicos. En zonas bajas, las imágenes satelitales son muy útiles en la planificación, ya que permiten determinar los sectores inundables. Un camino forestal debe ser transitable durante todo el período de cosecha. Para esto se debe tener especial cuidado con: • Mantener el perfil adecuado y las obras de drenaje en buen estado para facilitar la evacuación del exceso de agua. • Restringir la circulación de todo tipo de vehículos cuando el terreno esté muy húmedo. El reconocimiento de campo es importante para verificar las condiciones actuales del terreno. Esta tarea de campo brinda información central para el diseño de la red vial, mediante la ubicación de puntos de control, tales como: Fuente: UNIQUE (2008) • Los puntos negativos: Puntos que no pueden ser cruzados por el camino, como grandes roFigura 21
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cas, pantanos, pendientes inestables o zonas protegidas. • Los puntos positivos u obligatorios: Puntos que deben ser abarcados por el camino. Éstos a su vez pueden ser: – Indispensables: conexión con la red vial pública, lugares apropiados para atravesar ríos. – Importantes pero no indispensables: fuentes de arena, caminos viejos que pueden ser reactivados etc.
Tipos de caminos
En el marco de este trabajo, se propone la siguiente clasificación: • Caminos: Carriles con características tales que puedan transitar camiones para el transporte de madera. – Caminos principales: Son los que conectan las parcelas de corta anual con caminos públicos. Forman la red vial básica, a partir de la cual parten los caminos secundarios. – Caminos secundarios: Son ramificaciones del camino principal que permiten el tránsito de camiones durante la cosecha. Conectan los patios de acopio con el camino principal. • Vías de arrastre: Vías por donde la madera es arrastrada con tractor agrícola o maquinas forestales como skidder.
Distancia óptima de caminos
Independientemente del sistema de aprovechamiento, la correcta planificación de la red de caminos permite que la densidad de carreteras sea menor que cuando las operaciones de aprovechamiento se efectúan sin planificación previa. La densidad viaria apropiada para una zona determinada dependerá principalmente de: • El tipo de bosque (volumen aprovechable por ha). • Los costos de construcción y mantenimiento de caminos. • Los costos de extracción. El volumen relativamente reducido de maDensidad óptima de caminos dera aprovechable por hectárea en los bosques nativos da lugar a que la densidad óptima de caminos tenga que ser mucho menor que en plantaciones forestales. Con mayor densidad bajan los costos de extracción de madera por disminuir la distancia hasta el próximo camino. Por otro lado, los costos de la construcción de caminos son directamente proporcionales a la densidad expresada en metros por hectárea. La Figura 22 muestra gráficamente esta relación. La densidad óptima de caminos ocurre cuando los costos totales alcanzan un valor mínimo, esto coincide con el punto donde se cruzan los costos de extracción y los costos de construcción de caminos (Parra Fuente: Parra Sánchez (1999) Sanchez, 1999). Considerando la tasa de cosecha por hectárea y Figura 22
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la topografía de la ecorregión Parque Chaqueño, se recomiendan inicialmente las siguientes densidades: • Chaco Húmedo: 10-20 m/ha, lo que significa una distancia de 500 a 1.000 m entre los caminos y una distancia media de 125 a 250 m de arrastre en la vías de arrastre hasta el próximo camino. • Chaco Semiárido y Árido: 5 a 10 m/ha, lo que significa una distancia de 1.000 a 2.000 m entre los caminos y una distancia media de 250 a 500 m de arrastre en la vía de arrastre hasta el próximo camino. Siendo necesaria la realización de experiencias específicas, que permitan definir la densidad óptima de camino y vías de arrastre para las áreas pertenecientes al Parque Chaqueño.
Lineamientos básicos para la construcción de caminos forestales
Algunos lineamientos básicos que deben considerarse para la construcción de caminos son: • Utilizar personal capacitado en la planificación, supervisión Normas de diseño y construcción de la red de caminos. Esto puede significar un Ancho desmontado: 6 - 8 m Carga de puentes: 30 (TM) gran ahorro en reparación de caCunetas de 1 m de ancho minos y de máquinas. AdicionalAncho de calzada: 4 - 5 m a ambos lados mente se reducen los impactos ambientales negativos. Tabla 6 • Tener en cuenta normas de diseño durante su construcción. • Diseñar sistemas de drenajes superficiales adecuados para el sitio y tipo de camino. Esto requiere tener información sobre suelo y clima. Implica la excavación de cunetas y la construcción de drenajes. • Minimizar cambios en el patrón natural de drenaje. Se debe evitar bloquear cursos de agua, construyendo puentes o alcantarillas. • Evitar la construcción de caminos en áreas con suelos muy húmedos o con alto riesgo de erosión. El costo de caminos en estas áreas es elevado, tanto en la construcción como en el mantenimiento. • Planificar y construir caminos con suficiente antelación. Idealmente un año antes de las intervenciones de extracción.
Construcción de caminos forestales
La construcción de caminos forestales, idealmente debe ser realizada por contratistas especializados, los cuales, deben ajustarse a un conjunto de bases técnicas, que detallan cómo debe realizarse cada etapa y la calidad de obra deseada. Etapas de la construcción de caminos: • Demarcación: Se abre una trocha y se colocan estacas claramente identificables en el terreno cada 30 -35 m, según al trazo en el mapa. Cuando se detecten puntos positivos de paso obligatorio, se debe partir de estos y realizar la demarcación en sentido inverso. • Despeje de la vegetación: Comprende la eliminación de la vegetación en la faja del camino y la extracción de tocones. (Figura 23) Para facilitar la extracción de los tocones se puede
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voltear los árboles con el tractor de oruga aprovechando el efecto de palanca que se genera cuando se empuja con la pala levantada. Para bajar los costos, el resto de la faja puede tumbarse con motosierra. Despeje de vegetación Despeje de la vegetación
Camino en zona plana
Fotos: UNIQUE
Figura 23
• Movimiento de tierra: Tiene por objetivo preparar el lecho del camino mediante cortes y rellenos para tener una base de ancho y pendiente adecuada, según los estándares deseados. • Corte: En terreno plano, simplemente se trata de desplazar la vegetación hacia los lados. Si el terreno es ondulado, es conveniente cortar la tierra y luego distribuirla depositándola en las partes bajas, para suavizar el futuro camino. • Relleno y terraplén: Es conveniente hacer rellenos cuando el nivel del camino tiene que ser levantado, con el fin de asegurar un buen drenaje (mediante puentes, cunetas o alcantarillas), mejorar la pendiente o para pasar el camino sobre una quebrada rellenando por encima de una alcantarilla. • Perfilado: Tiene por objetivo formar un abovedado. Esto se consigue colocando la pala del tractor en un ángulo adecuado para facilitar el trabajo. • Carpeta de rodamiento: La base o carpeta de rodamiento de los caminos puede ser el mismo suelo que se encuentra en el lugar de construcción. Si se cuenta con recursos suficientes, los caminos principales pueden tener una carpeta mejorada de ripio o, en su defecto, una mezcla de arcilla y arena. • Compactación: Para obtener un camino bien consolidado después de la distribución de la carpeta es necesario compactarlo, debido a que el material suelto tiende a desplazarse hacia los bordes del camino. El mejor equipo para la compactación de la carpeta es el rodillo liso o aplanadora. La compactación es más efectiva después de una lluvia, pero sin exceso de agua. • Obras de drenaje: Las obras de drenaje más importantes de los caminos forestales son: – Puentes: son estructuras de madera rolliza o escuadrada. Se inicia la construcción del mismo explanando ambos extremos. Estos forman la base cuyo nivel deberá estar por en-
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cima del máximo nivel de corriente en época de lluvia. Las primeras trozas que se colocan en cada base están orientadas en forma longitudinal al eje del camino. A continuación se colocan las transversales al eje del camino y por último las vigas de varios metros de largo, sobre las cuales se construye con madera escuadrada la superficie de rodamiento. Para el empotrado y ensamblado de la madera rolliza se abren muescas con motosierra o hacha. Se utilizan cables de acero para amarrar las trozas y tirafondos para sujetar los cables (Bolfor 2002). – Cunetas: se utilizan para evacuar el agua de los caminos. Las dimensiones de las cunetas dependen del caudal máximo estimado y de las características del suelo. Se recomienda que la cuneta tenga 0,5 m de profundidad, con una pendiente mínima de 1 %, para que el agua corra bien, pero sin exceder el 5% para evitar erosión. Deben mantenerse limpias y protegidas de erosión, pues si el agua permanece en ellas puede filtrarse hacia la base del camino. El agua transportada debe evacuarse a rangos frecuentes, si fuese necesario, mediante alcantarillas. Los caminos temporales, no necesitan cunetas. – Alcantarillas: canalizan el agua de un lado de la vía hacia el otro, ayudando a controlar el flujo de agua para reducir la erosión. Las alcantarillas se deben instalar en aquellos puntos donde las corrientes de agua interceptan el camino o donde el nivel del agua pudiera rebalsar y causar erosión. Se pueden utilizar alcantarillas de acero, cemento o simplemente un tronco hueco.
Vías de arrastre
Las vías de arrastre permiten la extracción de la madera desde el lugar de apeo hasta el camino secundario. La madera se saca del rodal mediante winche o tracción animal hacia las vías de arrastre. Luego es arrastrada mediante tractor o máquina forestal hacia el camino forestal. Con una buena planificación se disminuyen los daños a los árboles de futura cosecha y se evita la apertura de excesivas vías de arrastre; esto, además de ser un gasto innecesario, produce pérdidas en la producción forestal. Lineamientos básicos para la construcción de vías de arrastre • Planificar las vías de arrastre: Las vías de arrastre se deben planificar con base a la cartografía y el mapa del censo del área de aprovechamiento. Deben ser lo más rectas posibles y deben estar conectadas con las vías secundarias en forma oblicua (Figura 24). La pendiente de las vías de arrastre se debe mantener por debajo del 30 %. • Densidad de vías de arrastre: La distancia entre las vías de arrastre depende de las dimensiones de los rollos a extraer y de la tecnología y maquinaría aplicada. Para la región Árida y Semiárida la distancia media de arrastre oscila entre25 a 50 m (equivale a 100 a 200 m de distancia entre vías de arrastre). Para el Chaco Húmedo, una distancia media de arrastre con cable de 12,5a 25 m (lo que equivale a una distancia de entre 50 a 100 m entre vías de arrastre). • Minimizar el área afectada por la construcción de vías de arrastre: En principio el ancho de las vías de arrastre no debe ser mayor a 3,5 m (equivalente al ancho de la maquinaria), debiéndose señalar su recorrido en el campo antes de su construcción. El área cubierta por vías de arrastre no debe superar el 10 % del área intervenida. • Minimizar los daños a los árboles semilleros y de futura cosecha: Durante la construcción de las vías de arrastre se deben tomar medidas para minimizar los daños a los árboles semi-
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lleros y los de futura cosecha. Para proteger a los árboles y al resto de la vegetación deben evitarse curvas cerradas. (Figura 24) • Minimizar cambios de patrón de drenaje: En lo posible, se deberá evitar cruzar quebradas. Sin embargo, cuando esto sea necesario, se deberán limpiar los obstáculos para evitar cambios en el patrón de drenaje que impidan la libre circulación del agua. • No se deben construir vías de arrastre a lo largo de cauces: Éstos deben tener una zona de protección donde no se podrá construir vías de arrastre. Alternativas para el diseño de las vías de arrastre
Fuente: UNIQUE (2007, 2008)
Figura 24
Planificación de vías de arrastre Se sigue dos etapas: • Primera etapa: Trazado de las vías de arrastre en el mapa del censo, considerando la topografía del área. • Segunda etapa: Señalización de las vías de arrastre en el terreno utilizando estacas con cintas llamativas a distancias regulares, más o menos cada 20 m. El operador de tractor / skidder deberá recorrer a pie la ruta para definir desvíos si fuese necesario. Construcción de las vías de arrastre Se corta toda la vegetación con machete, hacha y motosierra en un ancho aproximado de 3,5m, para permitir el arrastre mecanizado o rodamiento de las trozas. Los árboles se cortan lo más bajo posible para facilitar la circulación del tractor / skidder. Es necesario tener cuidado de no dejar puntas que puedan ocasionar daños a las llantas de los tractores / skidder durante su tránsito por las vías de arrastre. La apertura de vías en forma manual disminuye los daños a la vegetación residual en comparación a los métodos con maquinaría pesada. Además genera empleo y por ello generalmente es más recomendable que una construcción mecanizada.
Mantenimiento de caminos
Todos los caminos, activos e inactivos, deben ser mantenidos tanto como sea necesario y posible, de tal manera de prevenir erosión y la entrada de sedimentos a cursos de agua, así como también deben mantenerse con sus superficies estables y los sistemas de drenaje activos. Las lluvias fuertes producen fallas en los taludes de corte y obstruyen las cunetas, haciendo
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que el agua escurra sobre la superficie del camino, erosionando éste y el talud del terraplén. Los escombros son arrastrados por los cauces naturales durante las lluvias fuertes y bloquean las estructuras de drenaje, haciendo que el agua desborde sobre el camino, erosionando el relleno. Las ondulaciones y baches en la superficie de rodamiento almacenan agua, debilitan la sección estructural de la calzada, aceleran el daño superficial y dificultan el manejo. Con un camino bien conservado, se reducen los costos y se minimiza la producción de sedimentos. Hay ciertos aspectos claves para el mantenimiento de caminos, como son: • Nivelar y conformar la superficie de la calzada para mantener bien definido un gradiente hacia adentro o hacia afuera o un coronamiento que permita desalojar el agua rápidamente de la superficie de rodamiento. • Compactar la superficie nivelada de la calzada para mantener una superficie dura de rodamiento y evitar la pérdida de finos. • Limpiar las cunetas y reconfigurarlas cuando sea necesario para tener una capacidad de flujo adecuada. No nivelar las cunetas que no lo necesiten. • Retirar los escombros de la entrada de alcantarillas para evitar el taponamiento y el desbordamiento. Revisar que no hayan daños ni indicios de socavación. • Sustituir o reparar la protección de taludes.
4.2.2 Censo comercial El censo comercial es un inventario de todos los árboles a extraer (árboles maduros y competidores) y los árboles de futura cosecha a partir de 5 cm de diámetro. Con este censo, se obtiene la información necesaria para planificar y facilitar las operaciones forestales. Además crea la base para el monitoreo de los trabajos. Con el censo comercial se genera información exacta sobre: • El volumen de cosecha, • la ubicación espacial de los árboles aprovechables y • la cantidad de los árboles de futura cosecha y su distribución diamétrica. El censo se realiza a nivel de las parcelas de corta anual. En caso de que las parcelas de corta anual tuviesen una superficie mayor a 20 ha, se recomienda subdividirlas en bloques de 10 a 20 ha para facilitar los trabajos de censo (bloques de intervención). Estos bloques también facilitan la ejecución y el control de las operaciones forestales.
Secuencia de actividades
1. Levantamiento de datos en terreno: – Identificación de la especie. – Categoría de árbol: de futura cosecha; maduro a extraer; competidor a extraer o a eliminar en pie. – Diámetro a la altura del pecho (DAP): medir con cinta o forcípula con escala de 1 cm o estimar la clase diamétrica. – Altura comercial: estimar con exactitud de +/- 0,5 m diferenciando en calidad A (recto,
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PRÁCTICAS FORESTALES 79
sin defectos) y en calidad B (con defectos que disminuyen el rendimiento). – Tratamiento: cosechar, eliminar en pie, fomentar / liberar. 2. Procesar los datos de campo: – Calcular el volumen de cosecha. – Calcular número y distribución de los árboles de futura cosecha. 3. Aplicar los resultados del censo para optimizar: – La organización de los trabajos de cosecha. – La comercialización de la madera que se obtendrá. El censo se realiza con un equipo de dos personas: un ingeniero o técnico forestal y un ayudante de campo. Si se realiza también la eliminación de lianas se necesita un ayudante más. El tiempo necesario para la realización del censo comercial depende del tipo de bosque, de la topografía y de la rutina que tenga el equipo de trabajo. Bajo condiciones promedio, en la Región Chaqueña (con marcación, pero sin eliminación de lianas) un equipo puede realizar 2 a 3 ha por día.
4.2.3 Control de lianas Las lianas son plantas leñosas con mecanismos y adaptaciones especiales para trepar y obtener así luz y espacio para vivir. No son parásitas, están enraizadas en el suelo y se nutren por sí mismas. Su presencia aumenta los riesgos en el apeo y provoca daños en los árboles remanentes. Sin embargo, las lianas contribuyen con una proporción del 10 al 25 % a la riqueza de especies del bosque y, aunque sólo representan el 5 % de la biomasa total, pueden aportar hasta con un 40 % al área foliar total (Hladik, 1974; Schnitzer&Bongers, 2002). El nivel de infestación con lianas es alto en el Chaco Húmedo. Según Lorea y Brassiolo (2007), el 70 % de los individuos adultos en los bosques de especies umbrófilas, están infestados con al menos una liana de más de 2 cm de diámetro. Los problemas que pueden Influencia de la infestación ocasionar las lianas son: de lianas en el crecimiento • Aumento del riesgo de accidentes para el motoserrista en el Crecimiento promedio en diámetro momento de cortar los árboles. Clase de infestación mm/año % • Aumento del daño al bosque remanente, debido a que las Árboles sin lianas 5,1 100 lianas generalmente entrelaPresencia de lianas 4,7 92 zan las copas de los árboles, y en el tronco al momento de apear un ejemPresencia de lianas 3,4 67 plar éste arrastra a los demás. en la copa • Disminución del crecimienLianas cubriendo la copa 2,3 45 to de los árboles, tanto en Fuente: BOLFOR (2002) diámetro como en altura (BOLFOR, 2002). Tabla 7 • Aumento de la mortalidad de
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árboles por estrangulamiento o por cubrir y sombrear la copa de los árboles. • Disminución de la calidad de la madera. • Disminución de las posibilidades de establecimiento de la regeneración natural en los claros producidos durante el aprovechamiento.
Opciones de control
El control de lianas se realiza antes de la realización de los aprovechamientos (6 meses antes). • Opción 1 (recomendada): Dos cortes con machete sin dañar la corteza del árbol; un corte elevado a 1,5 – 2 m y el otro cerca del suelo. • Opción 2: Un sólo corte; éste no debe realizarse cerca del suelo, ya que las lianas son capaces de rebrotar y volver a enraizarse. • Opción 3: Aplicación de herbicidas. El control mecánico, en cuanto a costos, eficiencia e impacto ecológico, es el más adecuado. La aplicación de herbicidas sólo se recomienda cuando sea evidente que el control mecánico no funciona por el alto poder de rebrote de la liana. El control de lianas se puede realizar simultáneamente al censo comercial. En función del número y el tipo de liana, para el control mecánico con machete, se calcula entre 0,5 a 1,5 días por ha. En el Chaco Húmedo el control de lianas forma parte indispensable del manejo silvicultural. Con un control de lianas adecuado disminuyen: • Los riesgos de accidentes durante la cosecha. • Los daños al bosque remanente. Al mismo tiempo aumenta: • La calidad de los fustes. • El crecimiento de los árboles. El control de lianas no significa eliminar todas las lianas del bosque. Solamente se cortan aquellas que afectan a los árboles a cosechar y a los de futura cosecha.
Disminución de la calidad del fuste ocasionado por lianas
Fuente: Lorea y Brassiolo (2007)
Figura 25 Aumento del riesgo de accidentes
4.2.4 Selección y marcación de los árboles Simultáneamente con el censo, se realiza la marcación de las siguientes categorías de árboles:
Fuente: BOLFOR (2002)
Figura 26
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PRÁCTICAS FORESTALES 81
• Árboles de futura cosecha: se marcan con cinta (semi) permanente o con pintura. • Árboles a extraer: son árboles maduros o competidores de árboles de futura cosecha, que se extraen del bosque. Pueden ser marcados con pintura, cinta o machete. Por razones económicas se recomienda la marcación con machete. La marcación de los árboles permite individualizar y localizar rápidamente los árboles que deben ser extraídos durante el aprovechamiento forestal o que fueron seleccionados como árboles de futura cosecha. La marcación presenta las siguientes ventaMarcación de árboles jas para la realización de los trabajos de la fase de aprovechamiento: • El control de lianas se concentra en los árboles marcados. De esta manera no se invierte tiempo ni dinero en liberar árboles indiferentes, que no van a ser cosechados. • Los operadores de la motosierra encuentran rápidamente los árboles que deben apear. • Los árboles de futura cosecha son fácilmente identificables. Durante el apeo y el arrastre se puede tener especial cuidado de no dañar estos árboles, que son los que deFuente: Grulke (2003) terminan la productividad y el valor futuro Figura 27 de los bosques. • Los cuidados silviculturales posteriores al aprovechamiento (principalmente la liberación de árboles de futura cosecha) se realizan con mayor eficiencia por la fácil identificación de los lugares de intervención.
4.3
Aprovechamiento de bajo impacto
Para que el aprovechamiento provoque el menor impacto posible, deberá mostrarse especial atención al apeo de los árboles y al arrastre de los mismos, de forma que causen el menor daño posible a la masa remanente. El objetivo es no dañar más de un 10 a 15 % de la masa restante en el transcurso de las operaciones de cosecha.
4.3.1 Apeo dirigido El apeo incluye, además de la corta de los árboles, todas las actividades necesarias para prepararlos para el arrastre. El apeo de árboles es la actividad más peligrosa del manejo forestal. Los árboles a cosechar son grandes, pesados y caen con una enorme fuerza, tal que puede aplastar o arrancar a árboles vecinos. Las ramas pueden quebrarse y salir despedidas en cualquier dirección. La seguridad de trabajo y la capacitación apropiada de los motosierristas deben ocupar un
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lugar primordial. Con el apeo dirigido (fig. 28) se consigue: • Aumentar la seguridad de trabajo. • Minimizar los daños al bosque remanente. • Aumentar el volumen utilizable de madera al reducir la quiebra de los troncos. • Facilitar el arrastre de los troncos. Técnicas del apeo dirigido
Fuente: Unión Europea (2003)
Figura 28
Términos técnicos
• Corte de aletas: Es necesario para la entalladura y facilita el corte de caída. • Entalladura / muesca: Define la dirección de caída. Debe tener una profundidad igual al 25 % del diámetro del tronco. Como ejemplo: si el tronco tiene un diámetro de 60 cm en su base, la entalladura debe tener una profundidad de 15 cm. • Bisagra: Retarda la caída del árbol y asegura que el árbol caiga en la dirección indicada por la entalladura. Debe tener un ancho del 10 % del diámetro del tronco. • Corte de caída: Debe estar por encima de la base de la entalladura. Este “escalón” debe tener una altura del 10 % del diámetro del tronco. Como ejemplo: si el tronco tiene un diámetro de 60 cm en su base, el corte de caída debe estar 6 cm por encima de la base de la entalladura.
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PRÁCTICAS FORESTALES 83
Secuencia de actividades
1. Evaluación del árbol a cortar: – ¿Tiene dirección natural de caída apropiada? – ¿Es un árbol sano o está hueco/enfermo? 2. Preparación del lugar de corte: – Limpiar alrededor del árbol. – Limpiar la zona de caída si existe el riesgo de que el árbol quede suspendido por presencia de árboles/arbustos robustos en la zona. 3. Determinación de la dirección de caída: – En dirección de los claros de copas. – Evitando daños a los árboles de futura cosecha. – Facilitando el posterior arrastre. 4. Corte de entalladura: – Realizar el corte. – Comprobar si coincide con la dirección de caída. 5. Corte de caída: – Asegurar que nadie se encuentre en la zona de peligro. Como zona de peligro se considera un área con un radio dos veces mayor a la altura del árbol a cortar. – Aplicar el corte de caída adecuado. Referente a las diferentes técnicas, ver página siguiente. – Usar cuñas para apear el árbol. De esta manera el árbol no golpea hacia atrás y la espada de la motosierra no queda oprimida al realizar el corte de caída. 6. Alejarse del árbol en el momento de su caída. 7. En caso de estar lejos y/o en un lugar poco visible desde la vía de arrastre, se debe abrir una línea con machete para el cable con el fin de facilitar el arrastre.
Secuencia del apeo dirigido Preparación
Corte de entalladura
Corte de caída
Alejarse del árbol
4.3.2 Medidas post-apeo Directamente después del apeo de los árboles, se reaFuente: UNIQUE WOOD liza el desrame y el trozado, preparando el fuste para Figura 30 su arrastre. Para aumentar al máximo el volumen y el valor de la madera de cada árbol apeado, las cuadrillas de corta deben estar capacitadas en las operaciones de trozado de la madera. Deben saber cuáles son los productos que se obtienen de los troncos para responder a las demandas de aserradero en cuanto a calidad y dimensión. Con un buen trozado, se aprovecha hasta un 20% más de
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84
madera y el valor de las trozas aumenta. El cuidado post-cosecha es una actividad importante para mantener la productividad de los bosques. En el área de apeo, se crea un entorno favorable para la regeneración natural y se corrigen – en lo posible – pequeños daños ocasionados por la copa de árboles en el momento de su caída. El cuidado post-cosecha puede ser ejecutado en cualquier momento después del apeo. Sin embargo se recomienda hacerlo en el momento para no Secuencia de las medidas interrumpir el flujo de trabajo, siendo éste así más eficiente. post-apeo
Secuencia de actividades
1. Primero se debe verificar que el árbol se encuentra en una posición estable, sin tensión. 2. Desrame: Las ramas se cortan tratando de mantenerse en una posición tal que el fuste actúe como protector entre el operador y la espada de la motosierra. 3. Trozado: Con el corte de trozado se separa el fuste de la copa y/o se divide el fuste en varios trozos. Deben ser consideradas las exigencias de calidad y dimensión. Observar las fuerzas de tensión y presión para evitar que se atasque la espada de la motosierra. 4. Se cortan las aletas para redondear la base del fuste. Esto facilita el arrastre en gran medida, compensando los costos adicionales de esta actividad. 5. Cuidado post-cosecha: Se baja la copa para que las ramas y las hojas estén en contacto con el suelo, lo cual acelera su descomposición y crea un mejor entorno para la regeneración natural. Cortar las ramas de la copa en metros también facilita la recolección de leña. 6. Forma parte del cuidado post-cosecha la recuperación de regeneración valiosa/árboles de futura cosecha jóvenes que fueron dañados por la copa del árbol apeado. El rendimiento aproximado para la región del Parque Chaqueño, considerando un equipo de un operador y un ayudante, es de 1 a 2 m³ por hora, incluyendo desrame y cuidado post-cosecha.
Desrame
Trozado
Corte de las aletas
Cuidado pos cosecha
4.3.3 Arrastre de rollos El arrastre es el proceso de transporte de madera desde la zona de corta hasta la cancha de acopio ubicada en el camino forestal (Fig. 31). Existen varios métodos de extracción: • Con tracción animal (sin / con carreta). • Con tractor agrícola (sin / con winche y cable). • Con máquinas forestales, p.ej. skidder (sin / con grúa). • Con / sin red de caminos fijos incluyendo vías de arrastre.
Fuente: UNIQUE WOOD
Figura 31
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PRÁCTICAS FORESTALES 85
El apartado se refiere al arrastre con tractor agrícola con winche utilizando una red de caminos fija, al ser esto actualmente lo más adaptado a las condiciones de la Ecorregión Chaqueña. Un acceso adecuado al bosque, junto al arrastre con cable, disminuyen el impacto negativo sobre el bosque y a la vez aumentan la eficiencia de los trabajos forestales a desarrollar. Las máquinas deben permanecer en todo momento en las vías de arrastre señalizadas.
Secuencia de actividades
1. Localizar el fuste apeado – Situar el tractor en un lugar donde a) por el arrastre no sean dañados árboles de futura cosecha y b) – si es posible – donde se pueda enganchar a la vez más de un fuste. – Utilizar la línea que ya fue abierta por el equipo de apeo 2. Enganchar el cable al fuste y tirar de él hasta la vía de arrastre. 3. Desenganchar, localizar y tirar del siguiente fuste. 4. Reunidos varios fustes en la vía de arrastre, se enganchan juntos y se arrastran a la cancha de acopio. 5. Separar bien las diferentes especies / calidades. El rendimiento con el sistema de cables depende de la densidad de las vías de arrastre, del volumen promedio por árbol y de la topografía. Con maquinaria habitual y en las condiciones del Parque Chaqueño se calcula con 1,5 a 2,5m³ por hora. Con equipos modernos y árboles más grandes el rendimiento puede llegar a 8 a 10 m³ por hora.
Secuencia de arrastre de los rollos Localizar el fuste
Arrastre
4.3.4 Seguridad de trabajo El trabajo forestal es una de las actividades más peligrosas. El peligro reside sobre todo en el uso de motosierras y las dimensiones y el peso de los árboles a cortar. Adicionalmente en los bosques nativos muchas veces se trabaja con maquinaria agrícola, inadecuada para los pesados trabajos forestales. Es necesario, capacitaciones adecuadas y un buen equipo de trabajo para reducir en gran medida los peligros inherentes al trabajo forestal.
Equipo de trabajo
Fuente: UNIQUE WOOD
Figura 31
El propietario del bosque o el responsable de la realización de las tareas forestales, debe proveer a todos los trabajadores de un equipo que asegure la realización efectiva y segura de los trabajos. Es necesario comprobar regularmente que sean utilizados correctamente. Los trabajadores deben estar bien informados y recibir regularmente cursos de capacitación
PARQUE CHAQUEÑO
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sobre “seguridad e higiene de trabajo”. El equipo de trabajo debe ser cuidado y mantenido en buenas condiciones. No sólo durante su empleo, sino también durante el almacenamiento o el transporte. La ropa de protección debe tener un color que contraste con el entorno forestal, para que los trabajadores sean perfectamente visibles. Incluyendo: • El casco forestal: Protege la cabeza de ramas que caen desde gran altura y pueden ser mortales si no se lleva protección. Una visera adicional protege la cara y los ojos. Orejeras de protección auditiva son necesarias cuando el nivel del ruido en el puesto de trabajo supera los 85 dB (¡como el producido por la motosierra!). • Guantes: Para los trabajos con motosierra, los guantes deben tener un material resistente al corte incorporado en el dorso de la mano izquierda. • Pantalones de seguridad: Por un sistema de capas de fibras entrelazadas, la sierra queda enganchada en la tela y se frena la cadena antes de poder producir un corte grave en la pierna. En días de calor pueden utilizarse polainas o zahones. • Calzado de seguridad: Trabajando con cargas medianas y pesadas debe tener puntera de acero integrada. Al trabajar con motosierra, las botas deben llevar guarda protectora en la pala frontal y el empeine.
Equipo de trabajo adecuado y mantenimiento de maquinaria
Situaciones peligrosas
En los trabajos forestales se dan situaciones especialmenFuente: UNIQUE WOOD te peligrosas: Al liberar árboles que en el momento del Figura 32 apeo han quedado enganchados en las copas de otros árboles, al cortar troncos que se encuentran en tensión, durante el arrastre de troncos pesados o en cualquier momento de fatiga o desatención. Motosierra con sus elementos de seguridad
Fuente: STIHL (2008)
Figura 33
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PRÁCTICAS FORESTALES 87
Operaciones de apeo Se deben considerar las siguientes medidas de seguridad: • Llevar siempre casco por el peligro que existe con ramas que caen desde gran altura. • Realizar el corte de caída y elegir bien la dirección de caída del árbol para evitar que se enganche en otros. Para el apeo dirigido se puede utilizar una cuña o una cuerda ver Figura 34. • Cortar las lianas 6 meses antes del aprovechamiento. • Tener especial cuidado con que no se encuentre ninguna persona en la zona de caída del árbol. Seguridad en las operaciones de apeo dirigido Cuña para apeo dirigido
Cuerda para apeo dirigido
Fuente: Unión Europea (2003)
Figura 34
Operaciones de desramado y seccionado Situaciones que se deben evitar: • Cortar ramas de árboles enganchados subiéndose al árbol. • Realizar cortas estando debajo del árbol o de la rama. • No considerar la madera que se encuentra en tensión. • Rebote de la motosierra al cortar con la punta de la sierra. • En el momento de desramar o al bajar la copa de un árbol tumbado, el tronco del árbol siempre debe actuar como protección entre el trabajador y la motosierra. Operaciones de arrastre Principalmente se deben tener en cuenta los siguientes aspectos: • La madera debe ser extraída por las vías de arrastre. • Contacto visual permanente entre los trabajadores. • Todos los trabajadores deben encontrarse fuera de la zona de peligro y estar atentos a toda clase de movimientos. • El conductor de maquinaria pesada debe tener experiencia. Corta y arrastre en pendiente En zonas con pendiente, los árboles deben ser apeados de manera que caigan en dirección de la
PARQUE CHAQUEÑO
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pendiente (dirección de caída natural) y arrastrados hacia arriba para evitar ser golpeados por el tronco que rueda hacia abajo. Primeros auxilios Los trabajos forestales muchas veces se realizan lejos de poblaciones. Es por ello necesario que haya una persona capacitada en primeros auxilios y que exista un botiquín con lo necesario para tratar accidentes y enfermedades. Responsabilidades La persona responsable de las actividades forestales que se realicen, debe informar al grupo de trabajo o al contratista sobre las reglas y el equipo de seguridad.
4.3.5 Gestión de residuos No solamente desde el punto de vista económico, sino también desde un punto de vista medioambiental, se debe procurar tratar correctamente los elementos del equipo de trabajo (mantenimiento, almacenaje correcto, etc.) y evitar así su desgaste prematuro. Se deben aplicar productos químicos según cantidades recomendadas y nunca más de lo necesario. La gestión de residuos se orienta en los siguientes principios: • La producción de residuos debe reducirse en lo posible. • El productor de los residuos es el responsable de éstos. • Se deben prevenir los problemas que pueden conllevar ciertos residuos y la eliminación de éstos. • Residuos deben eliminarse lo más cerca posible de su origen
Tipos de residuos
Los residuos comunes que se originan por la actividad forestal se pueden clasificar en los siguientes tipos: • Residuos forestales, provenientes de las operaciones de corta. • Residuos sólidos provenientes de los trabajadores, como restos de comida, botellas, latas, plásticos, etc. • Residuos sólidos provenientes de los equipos forestales, como cadenas de motosierras, neumáticos, filtros, cables, envases de lubricantes etc. • Residuos peligrosos, todo residuo que pueda causar daño, directa o indirectamente, a seres vivos o contaminar el suelo, el agua, la atmósfera o el ambiente en general (Ley Nacional Nº 24.051 de Residuos Peligrosos), como los productos derivados del petróleo y productos químicos. Se incluye en esta categoría a las baterías usadas.
Gestión de residuos
Es usual sacar del bosque madera residual de mayores dimensiones para utilizar como leña o para la producción de carbón. Los demás residuos forestales se deben dejar descomponer dentro del bosque con el fin de no sacar demasiada materia orgánica. Aquí es importante que exista contacto con el suelo para una mejor descomposición. No es recomendable acumular y quemar
PRACTICAS FORESTALES EN LOS BOSQUES NATIVOS DE LA REPUBLICA ARGENTINA
PRÁCTICAS FORESTALES 89
los restos. Para los residuos sólidos se deberán indicar lugares donde estos sean acumulados. (Fig. 35) El responsable de las operaciones forestales debe controlar que los trabajadores no dejen basura esparcida por el bosque, sino que la lleven a los lugares indicados. En el caso de los residuos sólidos provenientes de los equipos forestales, esto es fácilmente realizable, se debe proveer repuestos sólo a cambio de la entrega de una pieza rota o gastada. En el caso de los residuos peligrosos, éstos deben ser igualmente acumulados y, cuando sea posible, llevados a centros especializados de recolección. Si esto no es posible, serán enterrados, teniendo especial cuidado con que: • Esto sea realizado en un sitio común y no en cualquier lugar del bosque. • No sea cerca de un acuífero o cualquier otra zona con agua. • La profundidad del enterrado sea suficiente (como mínimo 45 cm).
4.4
Post-aprovechamiento
4.4.1 Fomento de los árboles de futura cosecha Mediante los raleos se eliminan los competidores de los árboles de cosecha futura. En el caso de que los árboles a ralear tengan valor económico se los corta durante las operaciones de aprovechamiento. De no ser así, es mejor eliminarlos en pie, por las siguientes razones:
PARQUE CHAQUEÑO
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• Se evita ocasionar daños al bosque restante, • Se mantiene la estabilidad del rodal y • Es más económico que realizar las corta. Existen dos métodos de eliminación en pie: el anillado y la aplicación de arboricidas. • El anillado normalmente es realizado con motosierra y puede ser simple o múltiple como el que se muestra en la Figura 36. Debido a la formación de tejido calloso, se recomienda el anillado doble o múltiple. Aún más efectivo es abrir el corte de motosierra con machete (quitar la corteza alrededor del corte). • La aplicación de arboricidas consiste en realizar incisiones en el árbol a tratar y rociarlas con un producto químico. Se pueden emplear diferentes productos químicos, pero se recomienda la utilización de aquellos que tengan poco impacto ambiental y sean compatibles con la reglamentación para certificación forestal FSC. Eliminación en pie Se debe evaluar la eficiencia de ambos méAnillado Aplicación de arboricida todos ya que existen especies que no reaccionan bien al anillado (Grulkeet al., 2000, Brassiolo et al., 2008). Este último autor trabajando en el Chaco Húmedo, obtuvo porcentajes de mortandad que varían entre 50 y 100 %. No se observaron diferencias entre los métodos, sólo que en el caso de la aplicación de arboricidas la reacción se produce antes que con el anillado. Fuente: Grulke et al. (2000) y Brassiolo et al. (2008) Grulkeet al. (2000) calcularon a nivel de enFigura 36 sayo que se necesita un día laboral para anillar (anillado múltiple con motosierra y machete) alrededor de 30 árboles por ha. Mientras que la aplicación de arboricida es mucho más rápida. Según el mencionado autor, se necesitan 0,25 jornales por ha con un promedio de 30 árboles tratados. Las herramientas necesarias para el anillado son: motosierra, machete y ropa de protección (sobre todo pantalones anti-corte). Mientras que para la aplicación de arboricidas se necesita: el producto a aplicar, una mochila para la aplicación, un machete y ropa de protección (sobre todo guantes). La eliminación en pie es un elemento importante del manejo sustentable de bosques nativos: se reducen los costos de las intervenciones silviculturales y se minimizan los daños al bosque restante. Sin embargo, como desventaja se debe considerar que la eliminación en pie aumenta sustancialmente la participación de árboles (semi-)muertos en el bosque, lo que provoca más
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“caídas naturales” de ramas y fustes. Esto puede ser peligroso para los trabajadores forestales y dañar a árboles de futura cosecha.
4.4.2 Manejo de la regeneración natural La densidad de renovales de las especies económicamente importantes es un buen criterio para definir la necesidad de tratamientos silviculturales. Según Brassiolo (2005), es particularmente importante el número de renovales que superan los 2 m de altura, ya que estos, superaron la altura de ramoneo y la competencia de las densas copas de los arbustos, por lo cual las denomina “renovales logrados” o “plantas jóvenes establecidas”. Según este autor mientras se cuente con un denso y espinoso estrato arbustivo como es típico en esta ecorregión, por lo general, existen suficientes renovales, ya que están protegidos por este estrato arbustivo, no sólo del diente del ganado sino también de las temperaturas extremas. (Brassiolo 1997). Por lo cual es necesario evaluar luego del aprovechamiento forestal, el número de “renovales logrados” existentes, ya que la alteración del estrato arbustivo que esta actividad significa, podría indicar la necesidad de intervenir a fin de favorecer el desarrollo de las plantas jóvenes. Cuando la actividad forestal se combina con actividad ganadera esta evaluación puede ser más frecuente. Según Brassiolo (1997) se debe contar con un mínimo de 100 renovales/ha, de especies comerciales con altura superior a los 2 m, para considerar que la regeneración está asegurada. Si el área es pastoreada, es importante centralizar este análisis no sólo sobre las especies comerciales sino particularmente sobre las que son palatables como quebracho colorado, algarrobo etc. Esta medida tiende a mantener la participación de las especies en la masa forestal, de otro modo sólo se regenerarían las especies menos apetecidas por el ganado. Por medio de análisis de crecimiento, Brassiolo y Pokorny (2001) determinaron que cuando exista un buen número de plantas jóvenes con alturas variables de entre 10 y 200 cm, se estima que son suficientes 4 años de clausura para asegurar la regeneración del bosque. Complementariamente, durante estos años de clausura, se deben adoptar medidas de protección contra incendios. Según Kull (1995), después del aprovechamiento forestal el peligro de incendio es particularmente alto y será aún mayor durante el tiempo de la clausura por la acumulación de pastos secos. Una forma de prevención es la interrupción planificada de la clausura. En los meses de invierno, cuando las plantas jóvenes de quebracho colorado pierden sus hojas se puede introducir el ganado sin que provoque daños importantes, al tiempo que se disminuye el pasto seco y el consiguiente peligro de incendio. Las clausuras son necesarias para todos los bosques del Chaco Semiárido. En el caso del Chaco Húmedo, son necesarias para los bosques de especies heliófilas. En los bosques mixtos y los bosques de especies umbrófilas, si bien la regeneración se beneficia sin la presencia del ganado, existen muchas especies que se regeneran sin inconvenientes, aún con la presencia de animales, por lo que la clausura es menos necesaria. Además de asegurar la regeneración, es conveniente favorecer los mejores renovales ya establecidos mediante la regulación de la competencia, especialmente con el estrato arbustivo.
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Control de arbustos
Esta tarea consiste básicamente en disminuir la presencia del estrato arbustivo con el objetivo de mejorar la oferta forrajera y la accesividad. El desarbustado no es una intervención única ya que luego de la intervención inicial, la reacción del renoval es de tal intensidad que obliga a intervenciones periódicas para mantener la pastura en buen estado. Según Brassiolo et al. (2008), después de 10 años de ser realizado el desarbustado ya no se encuentran diferencias significativas desde el punto de vista ecológico con aquellas áreas que no fueron intervenidas. Para que el mantenimiento sea económicamente viable, se debe encontrar un balance entre: • La expansión del estrato arbustivo que supone una merma de la producción de pastos para el ganado y • el número de intervenciones considerando los costos del desarbustado, que aumentarán a medida que aumenta la superficie cubierta por arbustos. El ciclo de intervenciones depende mucho de la zona en particular, pero en términos generales se deben realizar intervenciones en periodos de 3 a 5 años. Las técnicas utilizadas actualmente se pueden agrupar de la siguiente manera: • Métodos físicos (fuego, manual) • Métodos mecánicos (diversas herramientas) • Métodos químicos (no se recomienda en el marco de este Manual) En la Tabla 8 se enumeran las ventajas y desventajas de cada uno de los tratamientos antes mencionados. Como se puede observar en la tabla hay varios métodos para el control de los arbustos; la práctica más difundida es el uso de rolos. Se recomienda no utilizar aplicación aérea de productos químicos. Ellos deberán ser aplicados puntualmente, respetando las disposiciones legales sobre agroquímicos. Cuando el rolado es muy intenso y se utilizan equipos muy grandes y poco maniobrables, o seguido de fuego para reducir los restos leñosos el impacto en el ecosistema es fuerte, Naval (2009) considera que difícilmente se pueda considerar a estas prácticas como sustentables. Para evitar este tipo de daños a la estructura boscosa Kunst et al. (2008) proponen utilizar equipos que prioricen la eficiencia ecológica en lugar de la eficiencia agronómica, o sea priorizar la conservación del mayor número de árboles posible. Para esto sugieren utilizar equipos chicos, donde el tamaño del rolo sea acorde al ancho del tractor y realizar las tares con personal capacitado
Sistema de rotación silvopastoril
El modelo de manejo silvopastoril es el resultado de la aplicación de criterios silvícolas y ganaderos orientados a la potenciación de los efectos sinergéticos de ambas producciones y a la agilización de un manejo ordenado de la unidad. Para lograr esta combinación al manejo del componente arbóreo, explicado en puntos anteriores, se le sumará el control de arbustos. El mismo se realizará luego de la marcación de árboles, a fin de evitar daños en los árboles de futuras cosechas. Como este control de arbustos se debe realizar con una frecuencia mayor al ciclo de corta forestal, se establecerá una rotación que preferiblemente debe ser un múltiplo del ciclo de corta, de tal forma por ej., si se decide por un turno de 20 años se puede realizar el control de arbustos cada 4 años y afectar a una superficie
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5 veces mayor que la parcela de corta anual. Para completar el esquema de manejo se deben considerar las clausuras destinadas al fomento de la regeneración natural, que se realizarán luego del aprovechamiento forestal, o cuando la evaluación de la regeneración natural muestre la existencia de un número bajo de renovales logrados (menos de 100 individuos por ha de especies forestales comerciales).
4.4.3 Enriquecimiento En situación de bosques muy degradados puede ser necesario un enriquecimiento para asegurar la regeneración del ecosistema forestal. A continuación se describen las medidas requeridas para enriquecer bosques nativos.
Definición del método de enriquecimiento y de las especies a plantar
En función del estado actual de los bosques y de los objetivos de producción hay que definir el método de enriquecimiento y las especies a plantar (ver también capítulo “Conceptos silviculturales”).
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Hay tres métodos de enriquecimiento: • Enriquecimiento en líneas • Enriquecimiento en bosquetes • Enriquecimiento en fajas Para la definición de las especies a plantar se debe considerar: • Los objetivos de producción (madera, leña, biodiversidad, etc.), • Los factores del sitio (microclima, suelo, relieve) y • El método de enriquecimiento (régimen de iluminación).
Preparación de los lugares de plantación
Se limpia completamente el área de plantación, eliminando árboles, arbustos y la vegetación herbácea. Se recomienda – cuando existan - dejar árboles jóvenes de las especies de valor e integrarlos en el manejo de la plantación.
Plantación
Las plantas que se usarán para el enriquecimiento deben ser sanas, vigorosas y ser conocida la fuente de origen de la semilla. Se utilizan plantas en envase. Para el enriquecimiento en líneas y en bosquetes las plantas deben tener una altura mínima de 0,5 m para evitar la presión por competencia con la vegetación circundante. Si se opta por el método en fajas, las plantas pueden ser más pequeñas. Se recomienda plantar a la salida del verano, porque existe agua en el suelo. Se planta con pala y se limpia un radio de un 0,5 a 1 m metro alrededor de la planta. Se recomiendan los espaciamientos que figuran en la Tabla 9. Espaciamiento recomendado para el enriquecimiento Métodos Físicos
Superficie enriquecida
Chaco semiárido
Chaco húmedo
En fajas
50 % (cada 20 m una faja de 20 m)
3-4 m x 3-4 m (300 – 600 pl./ha)
2-3 m x 2-3 m (600 – 1.250 pl./ha)
En bosquete
variable; 10 % si se supone la plantación en 10 claros con tamaño de 100 m² c/u
2-3 m x 2-3 m (100 – 250 pl./ha)
2-3 m x 2-3 m (100 – 250 pl./ha)
En línea
variable; 20 % si se supone un ancho de la línea de 4 m y la distancia entre línea de 20 m
3-4 m de distancia de planta a planta en la línea (125 – 175 pl./ha)
2-3 m de distancia de planta a planta en la línea (175 – 250 pl./ha)
Fuente: Unique (2007)
Tabla 9
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Mantenimiento
En los primeros años tiene que realizarse un control intenso de la competencia a favor de los árboles plantados. Sobre todo en el primer año después de la plantación puede ser necesario intervenir hasta 3 veces para eliminar la competencia. A causa del espaciamiento relativamente grande, en el caso de la plantación en líneas, puede ser necesaria podas de formación. Cuanto más extensiva hayan sido las plantaciones, más limitada será la posibilidad de selección de árboles de futura cosecha.
Raleo y cosecha
El raleo y la cosecha final se realizarán como en una plantación forestal. Con el raleo se asegura que los árboles tengan el espacio suficiente para su óptimo desarrollo. Después de haber llegado al diámetro meta, se realiza la cosecha final de los árboles. Conforme se haya establecido regeneración natural bajo los árboles plantados o no, la próxima rotación forestal se basará en el manejo de los renovales o en una nueva plantación.
4.4.4 Control del aprovechamiento El control del aprovechamiento es la comparación de lo planificado con lo ejecutado en lo referente a: • Volumen de los productos obtenidos • Calidades de los productos obtenidos • Daños provocados por las operaciones de aprovechamiento. En caso de producirse desviaciones graves de la planificación, se puede reaccionar a tiempo para corregir eventuales errores en la ejecución y así evitar pérdidas en la producción. Los resultados del control deben ser documentados debidamente. Esta información facilitará una revisión crítica de las prácticas aplicadas y mayor precisión en futuras planificaciones.
Control del volumen cosechado
El volumen de extracción planificado debe coincidir con el volumen de madera transportado y vendido, sumado al volumen de madera remanente en las canchas de acopio. Si lo planificado no coincide con lo ejecutado, se pueden dar los siguientes dos casos: 1. Si el volumen extraído del bosque es menor al planificado. En este caso habrá que controlar: – Si existen fallos en la planificación. – Si ha quedado madera en el bosque que no ha sido arrastrada a las canchas de acopio. – Si las operaciones de apeo, desramado y trozado han sido realizadas de manera tal que produjeron grandes pérdidas. – Si el volumen de madera obtenido, coincide con el volumen vendido. 2. Si el volumen de madera extraído es mayor al planificado, habrá que controlar: – Si existen errores en la planificación. – Si sólo fueron cosechados los árboles comercializables maduros que alcanzaron el diámetro meta y que fueron marcados. – Si se cosecharon árboles fuera de la PCA sin que esto estuviera planificado. – Si existe error en el censo comercial.
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Control de las calidades obtenidas
Las trozas en las canchas de acopio se clasifican en “calidad A” (recto, sin defectos) y en “calidad B” (con defectos que disminuyen el valor). El volumen total con calidad A y con calidad B debe coincidir con lo que se calculó a partir de los datos del censo comercial. Si las calidades obtenidas no coinciden con lo que se planificó, habrá que controlar: • Si se realizaron correctamente las operaciones de apeo, desramado y trozado. • Si los trabajadores fueron capacitados para realizar correctamente estas operaciones. • Si hubo ataques de hongos u otras enfermedades que no pudieron ser observadas en árboles en pie.
Control de los daños provocados
Después de la realización de las operaciones se debe evaluar: • Los daños ocasionados a los árboles que quedaron en pie, en especial a los de futura cosecha, por las operaciones de apeo y arrastre. • Los daños a la regeneración y el deterioro del suelo provocado por las operaciones de arrastre. • La ejecución correcta de los cuidados post-cosecha. • La ejecución correcta del fomento de los árboles de futura cosecha y de la regeneración natural. Estas evaluaciones se realizan mediante toma de datos en muestreos. El error permitido del muestreo debe ser inferior al 20 %.
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5
Conservación de servicios ambientales Contenido del capítulo Tras una pequeña introducción sobre el significado de los servicios ecosistémicos ofrecidos por los bosques nativos del país, el presente capítulo desarrolla de manera detallada las consideraciones para el mantenimiento de los servicios ambientales.
5.1 Introducción El manejo forestal puede estar orientado hacia diferentes objetivos y en ocasiones hacia más de uno a la vez. Este Manual se encamina básicamente al trabajo forestal para la producción de madera pero en el camino hacia la sustentabilidad, se impone establecer otros objetivos simultáneos, como la protección de la vida silvestre y del régimen hídrico, o como la defensa de la belleza del paisaje y de la identidad cultural relacionada con el bosque. Los denominados Servicios Ambientales constan principalmente de servicios obtenidos de la regulación de los procesos ecosistémicos y de servicios culturales que enriquecen la calidad de vida de los habitantes (Evaluación de los Ecosistemas del Milenio 2011). En el ámbito de la Ley Nacional Nº 26.331 los servicios ambientales de los bosques nativos se definen como “los beneficios tangibles e intangibles, generados por los ecosistemas de bosque nativo, necesarios para el concierto y supervivencia del sistema natural y biológico en su conjunto, y para mejorar y asegurar la calidad de vida de los habitantes de la Nación beneficiados por los bosques nativos” (artículo 5). Durante mucho tiempo en Argentina, los beneficios ambientales aportados a la sociedad por aquellos que excluyen parte de su predio del sistema de producción convencional (p.ej. a través de superficies con cobertura boscosa obligatoria y permanente) no fueron considerados claramente como contribuidores a la calidad del medio ambiente. La Ley Nacional Nº 26.331 da un paso firme y claro en este sentido con el reconocimiento de la existencia de servicios ambientales generados por el bosque nativo (artículo 5). Más allá de la obtención de productos forestales en forma sustentable (ver Aprovechamiento forestal y prácticas silviculturales) uno de los objetivos prioritarios de la Ley Nacional Nº 26.331 es el “aprovechamiento y manejo sostenible de los bosques nativos, y de los servicios ambientales que éstos brindan a la sociedad”. Para ello se exige que todo Plan de Manejo Sostenible del bosque nativo cumpla la condición mínima de mantenimiento de los servicios ambientales. Además la Ley Nacional Nº 26.331 crea el Fondo Nacional para el Enriquecimiento y la Conservación de los Bosques Nativos (artículo 30) con el objeto de compensar económicamente por los servicios ambientales que brindan los bosques nativos (Díaz Lannes, 2009). Los servicios ambientales son directamente dependientes del buen funcionamiento de los bosques nativos, que se logra fundamentalmente a través de su protección y manejo sustentable. En consecuencia se puede decir que mediante la implementación de buenas prácticas
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forestales que promuevan el uso sostenible del bosque nativo la gran mayoría de los servicios ambientales quedan garantizados. En base a ello el mantenimiento de los servicios ambientales debe iniciarse con una buena planificación del manejo en la que se deben identificar zonas especialmente vulnerables o que presentan restricciones al manejo (ver Planificación) y continuarse con una correcta implementación de las prácticas de silvicultura y aprovechamiento. A continuación se destacan los aspectos clave y se incluyen algunas consideraciones adicionales para el mantenimiento de servicios ambientales de especial relevancia (en base a los servicios que contempla la Ley Nacional Nº 26.331): – Regulación hídrica y conservación del suelo y la calidad del agua; – Conservación de la biodiversidad; – Fijación de emisiones de gases con efecto invernadero; – Contribución a la diversificación y belleza del paisaje; – Defensa de la identidad cultural y participación social.
5.2
Consideraciones para el mantenimiento de los servicios ambientales
5.2.1 Regulación hídrica, conservación del suelo, calidad del agua Las actividades ligadas al aprovechamiento forestal pueden tener un impacto negativo significativo en la conservación del suelo y la regulación y la calidad del agua. El mayor impacto que generan estas actividades es la producción de sedimentos. Los caminos forestales son los responsables Remoción de suelo causado por el arrastre de la mayor parte de la sedimentación y de la erosión total que resulta de las operaciones de aprovechamiento (Dykstra 1997). Este impacto puede controlarse en gran medida con una correcta planificación, construcción y mantenimiento de los caminos (ver Figura 37). Desde la perspectiva de las operaciones de cosecha importa especialmente la remoción de suelo causada por el tránsito de maquinaria y el arrastre. Asimismo la disminución de los niveles de intercepción como consecuencia de la tala de árboles causa un aumento de la escorrentía superficial. En periodos de tormentas la mayor Figura 37 cantidad de agua de escorrentía genera un aumento de la erosión y arrastre de sedimentos a los cursos y cuerpos de agua, afectando su calidad físico-química (Meneses y Gayoso 1995). La tasa de pérdida de suelo se ve incrementada por una topografía accidentada, que aumenta la velocidad del agua de escorrentía. En este sentido es especialmente importante el cuidadoso manejo de las zonas protectoras de agua (ZPAs) que son adyacentes a arroyos naturales y ríos. Estas áreas constituyen una
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protección importante de la calidad del agua al actuar como zonas amortiguadoras para filtrar la sedimentación que puede resultar de la construcción de caminos y de otras actividades de alteración del terreno tales como la tala y el arrastre de árboles. Normalmente no es necesario suprimir las actividades dentro de las ZPAs pero deben minimizarse y/o adecuarse para garantizar que las márgenes de los cursos de agua están protegidas. En estas áreas debe limitarse el uso de maquinaria y evitar especialmente la contaminación con combustibles y lubricantes. El ancho de la ZPA varía de acuerdo con el talud del terreno natural a cada lado del curso de agua y del potencial de erosión del suelo. En la siguiente figura se presentan a nivel orientativo los anchos mínimos recomendados, pero se considera que estos deben ser prácticamente duplicados en zonas con suelos altamente erosionables, zonas con suelos desnudos o con un mínimo de cobertura vegetal, zonas con lluvias intensas y cerca de ríos con peces (Keller y Cherar 2004). No obstante, el ancho real de la ZPA debe ser determinado para cada caso por un profesional y tomando como base el ordenamiento territorial y otras normativas aplicables, así como la inclinación del talud, el tipo de suelo, la cubierta vegetal y la sensibilidad del área. Ancho del bosque protector en función del talud del terreno Talud del terreno [%]
Ancho del bosque protector [m]
0 – 20
10
21 – 40
20
41 – 60
30
60 +
40
ZPA = Zona protectora de agua = bosque protector Fuente: Keller y Cherar (2004).
Figura 38
Es importante destacar que la corta selectiva, al no alterar significativamente los niveles de cobertura, no incrementa per se las tasas de erosión, aunque persiste la influencia generada por las vías de arrastre y la construcción de caminos. De acuerdo a FAO (1995) los métodos de corta selectiva y de protección no conducen a modificaciones de importancia en el balance hídrico. Por lo general en las áreas cortadas la cubierta de vegetación se recupera en el corto a mediano plazo, restableciéndose así los niveles de intercepción, las tasas de evapotranspiración y por lo tanto los niveles de escorrentía previos a la intervención. Tampoco se prevén contaminaciones graves de sustancias tóxicas ni alteraciones significativas de la calidad química de las aguas producto de las acciones de cosecha del bosque nativo. El manejo del bosque nativo no incluye el uso de herbicidas. Además, se espera que la tasa de cambio de las alteraciones producidas no sea de larga duración, ya que se supone un rápido
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restablecimiento de la vegetación en las áreas cosechadas. Por ello, el impacto ambiental de la cosecha sobre la calidad físico-química del agua, es de significación moderada.
5.2.2 Conservación de la biodiversidad La mayor amenaza a la biodiversidad está dada por la transformación o alteración y por la destrucción de los ecosistemas naturales que ocurre como resultado de los cambios en el uso del suelo. También son de gran relevancia la introducción o invasión de especies exóticas y la sobreexplotación de especies con fines comerciales. Esto provoca la destrucción de hábitats de plantas y animales y llevado a gran escala promueve cambios globales con soluciones muy complejas. Los efectos más apreciables que causan las acciones de cosecha de los bosques sobre la flora son, por un lado, la modificación en la abundancia de algunas especies nativas y por otro el aumento de malezas alóctonas invasoras (Meneses y Gayoso 1995). La reducción de la abundancia de especies nativas es una consecuencia directa de la cosecha selectiva. Este efecto es mayor en el caso de los sistemas tradicionales donde sólo se extraen los individuos valiosos, aunque es difícil que esto comprometa la conservación de las especies vegetales. Por otra parte, al despejar los terrenos se destruye la cubierta arbórea y se deja terreno libre que puede ser invadido por malezas foráneas que generalmente son de difícil erradicación. Teniendo en cuenta que las cortas recomendadas para el Parque Chaqueño son selectivas, las cortas de aprovechamiento afectan en forma leve el nivel poblacional y la diversidad de los mamíferos mayores cuyos ámbitos de hogar y territorios son amplios. El impacto es moderado y transitorio para aves y mamíferos pequeños que pueden verse desplazados. El efecto sobre el hábitat puede conllevar una pérdida de refugios tanto en árboles que serán cortados como en el sotobosque. El arrastre y transporte de trozos destruye nidos, cuevas y madrigueras de las especies que utilizan el sotobosque (FAO 1995) y el ruido de las maquinarias puede contribuir a una dispersión mayor de la fauna existente en el área. Todo lo anterior significa que se verá más afectada la abundancia de individuos que la diversidad. Entre los elementos más importantes que reducen el impacto local de la silvicultura sobre la biodiversidad está el mantenimiento de árboles maduros, sobremaduros, muertos y restos en pie y caídos así como el mantenimiento de un sotobosque denso. En cualquier caso la protección de la vida silvestre plantea a la planificación forestal consideraciones espaciales, como la preservación de corredores y áreas de refugio, y consideraciones temporales, como los momentos críticos del año de la fauna. Ello afecta tanto a la intensidad como a la frecuencia de las intervenciones (Chauchard et al. 2012). En todos los casos será necesario definir con precisión qué especie o especies se quiere proteger, ya que esto condicionará la silvicultura y el aprovechamiento. Conocer la forma de preservar o favorecer los hábitats y la alimentación de algunas especies claves y qué elementos estructurales no deben removerse, permite hacer una silvicultura que preserve la vida silvestre de un ambiente.
5.2.3 Fijación de emisiones de gases con efecto invernadero La fijación de CO2 en los bosques nativos se realiza tanto a nivel de la biomasa aérea y radicular
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como en el suelo. El mantenimiento o aumento de la biomasa queda garantizada al implementar una tasa de cosecha sostenible como la que se propone en este trabajo y cuya base es que el aprovechamiento no supere al incremento en biomasa del bosque y la recuperación del potencial del recurso. Adicionalmente la pérdida de carbono fijado en los suelos debe prevenirse tomando las medidas necesarias para evitar la erosión, como se ha descrito anteriormente, y dejando los residuos forestales en el bosque para su descomposición, se evita así la salida de materia orgánica del bosque nativo. Por este motivo no se realizan consideraciones adicionales en relación a este servicio ambiental.
5.2.4 Contribución a la diversificación y belleza del paisaje El mayor impacto sobre el paisaje tiene su origen en acciones distintas al aprovechamiento sostenible de los bosques nativos como son la habilitación de tierras para uso agrícola y la transformación en bosques de plantaciones exóticas. El impacto de la cosecha del bosque siguiendo los tipos de corta autorizados no conduce a una modificación importante del paisaje. No obstante, un manejo orientado a la protección del paisaje debe preservar su variabilidad espacial y estacional prestando especial atención a los sitios de mayor fragilidad. Esto incluye el ajuste de los caminos a la topografía, la revegetación de taludes, su mantenimiento para evitar desmoronamientos, una adecuada disposición de los residuos y sobre todo que las cortas no generen desaparición brusca de la cobertura boscosa en superficies importantes (Chauchard et al. 2012). Sin perjuicio de esto, es recomendable estimular el desarrollo de una instancia que permita evaluar los planes y decisiones de manejo a escalas espaciales y temporales mayores que las prediales.
5.2.5 Defensa de la identidad cultural y participación social La Ley Nacional Nº 24.375 (que aprueba la adhesión de Argentina al Convenio sobre la Diversidad Biológica adoptado en Río de Janeiro en 1992) reconoce la estrecha y tradicional dependencia de muchas comunidades locales y poblaciones indígenas que tienen sistemas de vida tradicionales basados en los recursos biológicos. Esta ley establece la obligación de respetar, preservar y mantener los conocimientos, las innovaciones y las prácticas de estas comunidades que sean pertinentes para la conservación y la utilización sostenible de la diversidad biológica. Establece además la conveniencia de promover su aplicación más amplia, con la aprobación y participación de quienes poseen esos conocimientos, y de compartir equitativamente los beneficios derivados de su utilización. En base a lo anteriormente expuesto, en los casos en los que un plan de manejo sostenible se desarrolle en áreas donde existan comunidades locales que posean sistemas de vida tradicionales basados en el uso del bosque nativo, se debe llevar a cabo un estudio del impacto cultural del proyecto de manejo. Esto es de especial importancia en las situaciones en que, debido a la magnitud del proyecto de manejo o a la vulnerabilidad de las comunidades locales, se prevea un impacto social significativo sobre las mismas. Adicionalmente, en caso de que las comunidades
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sean aborígenes, se deben tener en cuenta sus derechos particulares (ver el siguiente capítulo). Todo ello debe ir acompañado de un proceso participativo. Las comunidades afectadas deben ser identificadas y consultadas desde la fase de planificación del proyecto y se deben establecer mecanismos efectivos para la participación durante toda la implementación del mismo. De acuerdo con las recomendaciones dadas por la Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica (2004) es importante que se consideren para el análisis del impacto cultural y social los aspectos que se desarrollan a continuación. Análisis del impacto del proyecto sobre las poblaciones locales
Figura 38
Impacto en la continuidad del uso consuetudinario de los recursos biológicos. Se debe tener en cuenta los usos acostumbrados de los recursos biológicos ya que la disminución de la diversidad genética puede conducir a una pérdida de la asociación entre el conocimiento tradicional y las prácticas. Si un plan requiere la introducción de nuevas producciones, de una mano de obra externa o requiere cambios en el sistema local de costumbres pueden surgir conflictos. Impactos en la conservación, la protección y el mantenimiento de los conocimientos y prácticas tradicionales Se debería registrar los conocimientos tradicionales, innovaciones y prácticas de aquellos que tienen una larga asociación con el área referenciados por registros fotográficos antiguos, artí-
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culos de periódicos, eventos históricos conocidos, registros arqueológicos, informes antropológicos y otros registros. Para salvaguardar sus derechos las comunidades deberían recibir ayuda para establecer, de conformidad con los protocolos nacionales pertinentes, un reglamento para el acceso y uso del conocimiento tradicional, innovaciones y prácticas. Impactos sobre lugares de alto valor de conservación Los lugares de importancia histórica, artística, religiosa, espiritual, ceremonial y sagrada deben ser correctamente identificados. Muchos lugares de importancia cultural pueden tener funciones importantes con respecto a la conservación y uso sostenible de la diversidad biológica y por extensión el mantenimiento de los vínculos con los recursos naturales de los que tales comunidades dependen para su bienestar. Cuando un lugar es afectado, y en los casos en que no exista una ley para proteger el sitio, la comunidad podría desarrollar protocolos operacionales con respecto al sitio en el contexto del plan propuesto. Respeto a la necesidad de intimidad cultural La Corte Interamericana de Derechos Humanos (2001) sostiene que “la estrecha relación que los indígenas mantienen con la tierra debe ser reconocida y comprendida como la base fundamental de sus culturas, su vida espiritual, su integridad y su supervivencia económica. Para las comunidades indígenas la relación con la tierra no es meramente una cuestión de posesión y producción sino un elemento material y espiritual del que deben gozar plenamente, inclusive para preservar su legado cultural y transmitirlo a las generaciones futuras”. Por ello se deben respetar las sensibilidades culturales y las necesidades de las comunidades, especialmente con respecto a los rituales importantes y ceremonias, tales como aquellos asociados a ritos de pasaje y de la muerte, y también asegurar que las actividades propuestas por el plan no interfieran con las rutinas diarias y otras actividades de esas comunidades. Relaciones entre la biodiversidad y la cultura local Es necesario llevar a cabo un estudio de referencia, en consulta con las comunidades afectadas, para determinar los componentes de la diversidad biológica de importancia particular para la comunidad porque depende de ellos para su subsistencia, el bienestar y/o otras necesidades. El conocimiento detallado de la diversidad biológica y de recursos (ecosistemas, especies y diversidad genética), incluida la valoración de estos recursos, es esencial para la protección de la biodiversidad y cultura. El estudio de base debe incluir si, por ejemplo, tipos de hábitats que serán afectados por el plan propuesto están representados en otras partes de las reservas de conservación existentes y si ciertas especies de cultivos (y variedades) para la alimentación y la agricultura de la cultura están representados en las colecciones ex situ. Los impactos indirectos deben ser cuidadosamente evaluados y supervisados a largo plazo. Los estudios de base deben tener información con respecto a: • Inventarios de especies (incluida la identificación de determinadas especies importantes para la comunidad afectada, como alimento, medicina, combustible, forraje, construcción, producción de artefactos, ropa y para fines religiosos y ceremoniales, etc.). • Identificación de las especies en peligro de extinción o en riesgo. • Identificación de hábitats particularmente importantes (como la cría / reproducción), de suelos, la vegetación nativa remanente, la vida silvestre, incluyendo las áreas de refugio zo-
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nas de amortiguamiento y corredores, hábitats y rutas de especies migratorias) y estaciones cruciales de cría para especies amenazadas y críticas. • Identificación de las áreas de particular importancia económica (como la caza, zonas y sitios de trampas, pesca, zonas de recolección, el pastoreo, los sitios de recolección de madereras y otras zonas de recolección). • Identificación de las características físicas de particular importancia y otros factores naturales de suministro a la biodiversidad y los ecosistemas (por ejemplo, cursos de agua, manantiales, lagos, minas y canteras que suministren las necesidades locales). Distribución de los beneficios por la implementación de la propuesta Los planes en lugares de valor cultural o en tierras y aguas ocupadas o utilizadas por las comunidades deberían asegurar beneficios tangibles para las mismas, como el pago de servicios ambientales, la creación de empleo dentro de un trabajo seguro, acceso a los mercados, diversificación de la generación de ingresos económicos y oportunidades de lazos para pequeñas y medianas empresas. Las comunidades deberían estar involucradas en los procesos de auditoría financiera de los planes en los que participan para garantizar que los recursos invertidos sean utilizado eficazmente. Impactos en los sistemas tradicionales de tenencia de la tierra La recolección de especies silvestres particulares (por ejemplo, para abastecer la demanda del mercado para hierbas, especias, plantas medicinales, frutos, pieles o cuero) puede dar lugar a presiones para reestructurar los sistemas tradicionales de tenencia de la tierra o expropiar la tierra, y también sobre el uso sostenible de la diversidad biológica, con el fin de dar cabida a las nuevas escalas de producción. Las ramificaciones de estos tipos de cambios pueden ser de gran alcance y tienen que evaluarse adecuadamente, teniendo en cuenta los sistemas de valores de las comunidades indígenas y locales. Consideraciones de género El papel vital que desempeñan las mujeres y los jóvenes en la conservación y mantención del uso sostenible de la diversidad biológica requiere su plena y efectiva participación en todas las etapas de la formulación y evaluación de la propuesta como así también en la implementación y monitoreo. Consideraciones generacionales Se debe considerar los impactos que interfieren potencialmente en las oportunidades de que los ancianos transmitan sus conocimientos a los jóvenes o que pudieran hacer ciertas habilidades y los conocimientos tradicionales, innovaciones y prácticas redundantes. Efectos sobre la cohesión social Se debería tener en cuenta los efectos que pueda tener sobre la comunidad afectada, garantizando que los individuos particulares o grupos no obtienen ventaja o desventaja en detrimento de la comunidad como resultado de la aplicación del plan.
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5.3
Comentarios finales
Según lo establecido por la Ley Nacional Nº 25.675, Ley General del Ambiente, es de competencia de la política nacional asegurar la preservación, conservación, recuperación y mejoramiento de la calidad de los recursos ambientales, tanto naturales como culturales, en la realización de las diferentes actividades antrópicas. Para la preservación y conservación de los recursos culturales se establece el capítulo sobre participación ciudadana, el cual determina que toda persona tiene derecho a ser consultada y a opinar en procedimientos que se relacionen con la preservación y protección del ambiente. El artículo 20 establece el mecanismo de consulta o audiencia pública como instancia obligatoria para autorizar actividades que puedan generar efectos negativos y significativos sobre el ambiente; mientras que el artículo 21 extiende la participación a los procedimientos de evaluación de impacto ambiental y en los planes y programas de ordenamiento, en particular, en las etapas de planificación y evaluación de resultados. Por ello, el manejo forestal debería Participación social propender al aumento de la participación social en los procesos de toma de decisión, planificación y monitoreo de las actividades forestales. Para ello sería necesario que las comunidades locales contasen con órganos que asesoren en todas las fases de elaboración y ejecución de planes. Para ello será necesario además, establecer un proceso convenido para registrar los puntos de vista y preocupaciones de los miembros de la comunidad. Los mecanismos debieran asegurar la Figura 40 identificación y suministros de recursos humanos, técnicos, financieros y legales que garanticen la efectiva participación. De igual manera se debe incluir el proceso de revisión y apelación, teniendo en cuenta los métodos de mediación y resolución de conflictos. En los casos que sean necesarios por la magnitud de las acciones o por las incertidumbres respecto a los impactos sería recomendable además establecer un sistema de monitoreo en relación con posibles efectos adversos. Los términos de dicho acuerdo, con sujeción a leyes y reglamentos nacionales, podrían cubrir los aspectos de procedimiento de evaluaciones de impacto, incluida la opción de la alternativa de no acción, la consideración de los derechos, deberes y responsabilidades de todas las partes, y abordar también medidas para prevenir o mitigar los impactos negativos de la propuesta.
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Pueblos originarios Contenido del capítulo
Tras una breve descripción de las características de los pueblos originarios se discuten los siguientes aspectos:
• El marco legal a distintos niveles de jurisdicción y con base en el derecho internacional • Las pautas a seguir durante la planificación e implementación del manejo forestal a fin de garantizar los derechos de las comunidades originarias que puedan verse afectadas.
6.1 Introducción En el marco de la Ley Nacional Nº 26.331 las comunidades indígenas (también denominadas originarias) se definen como “comunidades de los pueblos indígenas conformadas por grupos humanos que mantienen una continuidad histórica con las sociedades preexistentes a la conquista y la colonización, cuyas condiciones sociales, culturales y económicas los distinguen de otros sectores nacionales y están total o parcialmente regidos por tradiciones o costumbres propias”. Se estima en Argentina que alrededor de 1 millón de personas pertenecen a pueblos originarios (Figura 41). El 50% de ellos vive en relación directa con el bosque. Son alrededor de 500.000 personas pertenecientes a unas 10 etnias (SAyDS 2010). Los pueblos originarios suelen encontrarse entre los segmentos más vulnerables de la población. Su condición económica, social y jurídica limita con frecuencia su capacidad de defender sus intereses y derechos sobre las tierras y recursos naturales y culturales, restringiendo su capacidad de participar en el desarrollo y disfrutar de sus beneficios (IFC 2006). Ver Figura 41 en página siguiente. La región Chaqueña nuclea hoy a la mayor cantidad de etnias del país; existen grandes discrepancias entre las diferentes fuentes de información de las organizaciones públicas y privadas sobre la cantidad de habitantes que representan. Se estima que en esta región hay 130.000 habitantes originarios, lo que representa 32 % de la población total según (ECPI, 2004).
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PRÁCTICAS FORESTALES 107 Grupos étnicos en Argentina
Fuente: www.pueblosoriginariosargentina.blogspot.com
Figura 41
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La Tabla 10 presenta las etnias más numerosas presentes en la Región: Etnias de la ecorregión Parque Chaqueño Grupo
Matacoguayo
Etnia
Grupo lingüístico
Población
Localización
Pilagá
Guaycurú
5.000
Chaco y Formosa
Toba
Guaycurú
50.000
Chaco
Mocoví
Guaycurú
7.300
Santa Fé y Chaco
wichi
wichí
40.000
Chulupíes
Mataguayo
500
chorotes
Mataguayo
2147
Chiriguayos
Guaraní
21.000
Chanés
Arawuak
1400
Salta, Formosa y Chaco Salta y Jujuy
Tonocotes LulesVilelas
Quichua
Santiago del Estero
Sanavirón Fuente: Elaboración propia en base a datos ECPI, 2004 Tabla 10
6.2
Uso de los recursos y estrategias de vida en la región
Tradicionalmente la economía de los pueblos indígenas de la Región Chaqueña está fundada en el uso directo de los recursos naturales, tanto de la flora como de la fauna. La disponibilidad estacional de muchas especies, como así también su distribución heterogénea en el espacio, significa que los indígenas han desarrollado un sistema de uso y ocupación de la tierra que les permite acceder a una diversidad de recursos distribuidos sobre grandes superficies. El sistema implica una movilidad periódica consistente, no tanto en el traslado de comunidades enteras, sino en la dispersión de pequeños grupos familiares por periodos limitados en un territorio determinado. Dentro del marco general de su economía de caza pesca, recolección y cultivo, las actividades y sus estrategias de subsistencia, difieren según los distintos sectores geográficos, las variaciones propias de su hábitat y las influencias culturales del medio social en que se desarrollan históricamente. Si bien las misiones, la actividad ferroviaria y los servicios estatales han contribuido en muchos casos a la sedentarización de las comunidades, sigue operando la tradición de movilidad, para el aprovechamiento de los recursos en territorios extensos (Figura 42). A partir del análisis de las actividades económicas para las comunidades de la provincia de Salta realizado por Leake (2008) se advierte la modificación de las estrategias de subsistencia de las comunidades, de tal forma que las familias integran las prácticas tradicionales de caza pesca y recolección con practicas no tradicionales dentro de las cuales se destacan las actividades de cría de animales, apicultura, carpintería, producción / venta de carbón, postes y rollos; sumando
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PRÁCTICAS FORESTALES 109
al empleo ocasional o fijo y los aportes prevenientes de subsidios y pensiones. Las actividades de empleo ocasional, caza, pesca, recolección de miel y producción de postes y/o carbón son realizadas principalmente por hombres, la recolección de frutos, las artesanías y cría de gallinas es realizada principalmente por las mujeres. La importancia asignada a cada actividad es muy variable en cada comunidad, el ambiente en el que habitan y el grado de influencia de la sociedad en la que se encuentran insertos. El siguiente grafico, ejemplifica el impacto que puede tener sobre estos pueblos las actividades económicas dominantes en su entorno. Actividades económicas relevantes para comunidades del Chaco Salteño Actividades económicas relevantes para comunidades del Chaco Salteño
Promedio de distancias recorridas para la recolección en comunidades de Salta
Fuente: Elaboración propia en base a Lake, 2008 Figura 42
Por último es necesario considerar que cualquier cambio de uso que implique modificaciones sobre el tipo de ambiente primario, impacta además en las relaciones culturales de estos pueblos con el entorno, dado que los vínculos establecidos con el ambiente trascienden el valor utilitario y forman parte de su cosmovisión. El impacto de las actividades no tradicionales sobre su medio, compromete su identidad étnica y la pérdida de conocimientos etnocientíficos, históricos y religiosos que forman parte de su acervo cultural. …”Tomamos de la tierra lo indispensable que necesitamos para nuestras comunidades. Nuestros pueblos son esencialmente cazadores-recolectores. Nuestra forma de vida es recorrer el monte, el río y las aguas buscando lo que nuestros cuerpos necesitan. Hacemos diferentes usos de la tierra en diferentes tiempos del año, aprovechando los recursos disponibles. Pescamos, cazamos, sembramos y recolectamos. Por eso necesitamos libre acceso tanto al río como al monte. Vivimos de los alimentos que la tierra nos convida: la miel de las abejas, las frutas de los árboles, los animales del monte, los peces del río y de las lagunas. Somos gente de la tierra. La tierra es nuestra vida.”… Informe IWGIA: El Caso Lhaka Honhat, (2006)
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6.3
Análisis del marco legal
El marco legal que regula los derechos de los pueblos originarios comprende numerosos acuerdos y tratados internacionales. A nivel nacional se encuentran principalmente regulados por la Constitución Nacional (reforma de 1994) y por la Ley Nacional Nº 24.071 (1992) que ratifica el Convenio 169 de la OIT sobre pueblos indígenas y tribales en países independientes, y la Ley Nacional Nº 24.375 (1994) de adhesión de Argentina al Convenio sobre la Diversidad Biológica. También destacan la Ley Nacional Nº 23.302 sobre política indígena y apoyo a las comunidades aborígenes (1985) y la Ley Nacional Nº 26.160 de emergencia en materia de posesión y propiedad comunitaria de las tierras indígenas (2006) prorrogada en 2009 por la Ley Nacional Nº 26.554. Adicionalmente existen legislaciones provinciales que articulan las leyes de mayor jerarquía y enfatizan sobre aspectos más concretos. En este trabajo las consideraciones legales para el respeto de los derechos de los pueblos originarios afectados por el manejo forestal se limitan al nivel nacional y se concentran especialmente en las exigencias establecidas por la Ley Nacional Nº 26.331. Los artículos que consideran expresamente a los pueblos originarios son los siguientes: • El artículo 2, que excluye del ámbito de aplicación de la ley a los aprovechamientos realizados en superficies menores a 10 ha que sean propiedad de comunidades indígenas o de pequeños productores. • El artículo 9, que admite que dentro de las tierras clasificadas como Categoría I existan sectores que sean hábitat de comunidades indígenas. • El artículo 12, que incluye dentro de los objetivos del Programa Nacional de Protección de los Bosques Nativos el “impulsar las medidas necesarias para garantizar que el aprovechamiento de los bosques nativos sea sostenible, considerando a las comunidades indígenas originarias que los habitan o dependan de ellos, procurando la minimización de los efectos ambientales negativos”. • El artículo 19 que establece que “todo proyecto de desmonte o manejo sostenible de bosques nativos deberá reconocer y respetar los derechos de las comunidades indígenas originarias del país que tradicionalmente ocupen esas tierras”. • El artículo 24, que exige entre los contenidos imprescindibles del Estudio del Impacto Ambiental el estado de situación actualizada de pueblos indígenas, originarios o comunidades campesinas que habitan la zona. • El artículo 26, que exige que para la autorización de desmontes en bosques nativos se cumplan las exigencias de la Ley General de Ambiente en cuanto a mecanismos de audiencia y consulta pública. Este artículo exige además que se garantice el acceso a la información ambiental de acuerdo a las exigencias de la Ley General de Ambiente y hace especial énfasis en el acceso de los pueblos indígenas, originarios y de las comunidades campesinas. • El artículo 35, que establece que parte del Fondo Nacional para el Enriquecimiento y la Conservación de los Bosques Nativos se destine a la implementación de programas de asistencia técnica y financiera para propender a la sustentabilidad de actividades no sostenibles desarrolladas por pequeños productores y/o comunidades indígenas y/o campesinas. Estas normativas pueden estar además articuladas con exigencias adicionales de las legislaciones provinciales, por lo que para la puesta en práctica de las recomendaciones de este trabajo es necesaria la revisión de dichas disposiciones.
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PRÁCTICAS FORESTALES 111
Implicancias legales para el manejo sostenible de los bosques nativos
Como se ha mencionado, el artículo 19 de la Ley Nacional Nº 26.331 establece que “todo proyecto de desmonte o manejo sostenible de bosques nativos deberá reconocer y respetar los derechos de las comunidades indígenas originarias del país que tradicionalmente ocupen esas tierras”. La Constitución Nacional en el inciso 17 del artículo 75menciona los siguientes derechos de los pueblos originarios: • “Reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos. • Garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural; reconocer la personería jurídica de sus comunidades, y la posesión y propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan; y regular la entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo humano; ninguna de ellas será enajenable, transmisible ni susceptible de gravámenes o embargos. • Asegurar su participación en la gestión referida a sus recursos naturales y a los demás intereses que los afecten. Las provincias pueden ejercer concurrentemente estas atribuciones.” En lo referente al manejo sostenible de los bosques nativos destacan dos aspectos importantes que deben tenerse en cuenta al planear e implementar todo proyecto: En primer lugar se debe reconocer la posesión y propiedad comunitaria de las tierras que estas comunidades ocupan tradicionalmente. De acuerdo al Convenio 169 de la OIT (Ley Nacional Nº 24.071) el término tierras incluye la totalidad del hábitat de las regiones que los pueblos ocupan o utilizan de alguna otra manera. Este derecho era reconocido en la Ley Nacional Nº 23.302 que disponía la adjudicación en propiedad a las comunidades originarias debidamente inscritas de tierras aptas y suficientes para su explotación. Los derechos de los pueblos originarios sobre sus tierras deben interpretarse con el alcance de que “todos los pueblos pueden disponer libremente de sus riquezas y recursos naturales” y que “en ningún caso podrá privarse a un pueblo de sus propios medios de subsistencia” (Salgado y Gomiz 2010). En este punto parece importante mencionar la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso de la Comunidad Mayagna (Sumo) Awas Tingni de Nicaragua (2001) que sentó un precedente para la defensa de los derechos indígenas en América. Esta sentencia reconoce la fuerte relación cultural y espiritual de los pueblos originarios con las tierras que ocupan y reconoce los derechos de los pueblos originarios en el marco de la propiedad comunal afirmando que “la posesión de la tierra debería bastar para que las comunidades indígenas que carezcan de un título real sobre la propiedad de la tierra obtengan el reconocimiento oficial de dicha propiedad y el consiguiente registro” (Días Lannes, 2003). En segundo lugar se debe asegurar la participación de los pueblos originarios en la gestión de sus recursos naturales. En este sentido el artículo 15 del Convenio 169 de la OIT establece que “los gobiernos deberán establecer o mantener procedimientos con miras a consultar a los pueblos interesados, a fin de determinar si los intereses de esos pueblos serían perjudicados, y en qué medida, antes de emprender o autorizar cualquier programa de prospección o explotación de los recursos existentes en sus tierras” y que “los pueblos interesados deberán participar siempre que sea posible en los beneficios que reporten tales actividades, y percibir una indemnización equitativa por cualquier daño que puedan sufrir como resultado de esas actividades”.
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6.4 Consideraciones para el respeto de los derechos de los pueblos originarios afectados por el manejo forestal Los instrumentos legales que regulan los derechos de las comunidades indígenas, suelen establecer la responsabilidad de los gobiernos, pero cada vez más se espera que los proyectos privados participen activamente llevando a cabo sus actividades de manera que se respeten estos derechos. Durante el periodo de planificación de proyectos de manejo de los bosques nativos, se debe identificar a todos los pueblos originarios que puedan resultar afectados por los mismos dentro de su área de influencia, teniendo en cuenta la naturaleza y la severidad de los posibles impactos. En base a los estándares internacionales – especialmente IFC (2006) – y al Convenio 169 de la OIT se presentan a continuación los mecanismos mínimos para garantizar el respeto de los derechos de los pueblos originarios afectados por el manejo forestal. En función de cada caso particular deberán además desarrollarse medidas concretas y adecuadas.
6.4.1 Divulgación de información, consultas y participación Se debe establecer una relación continua con las comunidades originarias afectadas, tanto durante la fase de planificación del proyecto como durante toda la vida del mismo. Se deberá asegurar un proceso de consulta libre, previa e informada con los pueblos originarios y facilitar su participación en asuntos que les afectan de manera directa, tales como medidas propuestas para la mitigación de impactos adversos, la distribución de los beneficios, oportunidades del desarrollo, temas de ejecución y percepción de indemnización en caso de daños. Este proceso participativo debe ser culturalmente apropiado y proporcional a los riesgos y posibles impactos del proyecto. En particular el proceso debe incluir las siguientes etapas que deben ser debidamente documentadas: • Involucrar a los órganos representativos de los pueblos originarios. • Incluir tanto a hombres como a mujeres. • Programar tiempo suficiente para los procesos colectivos de toma de decisiones. • Dar la oportunidad a los pueblos de exponer sus puntos de vista, inquietudes y propuestas en la lengua de su preferencia y sin manipulación, interferencia o intimidación alguna. • Establecer un mecanismo de atención de quejas que sea culturalmente apropiado y asequible. Como se mencionó en el marco legal el derecho internacional determina que son los gobiernos quienes deben tomar las medidas necesarias para garantizar la consulta previa a los pueblos afectados antes de autorizar un proyecto. Es recomendable por tanto aprovechar en lo posible estos mecanismos ya establecidos o en caso de no existir buscar la cooperación con las autoridades para su establecimiento.
6.4.2 Participación en los beneficios A través del proceso de consulta libre, previa e informada y de la participación de las comunidades afectadas se deben identificar las oportunidades para que la consecución de los beneficios
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sea culturalmente adecuado. Dichas oportunidades deben ser proporcionales a la magnitud de los impactos del proyecto a fin de mejorar, de forma culturalmente adecuada, el nivel de vida y los medios de subsistencia de dichos pueblos, así como promover la sostenibilidad de los recursos naturales de los cuales dependen. Estos beneficios deben repartirse de manera oportuna y equitativa. En este sentido la Ley Nacional Nº 26.331 prevé que las autoridades de aplicación implementen programas de asistencia técnica y financiera para fomentar la sostenibilidad de las prácticas no sostenibles en el caso de que éstas existan y sean llevadas a cabo por pueblos originarios (artículo 21 de la Ley y de su decreto reglamentario). Asimismo existen ONGs que implementan diversos proyectos de desarrollo. Es recomendable por tanto, buscar la integración y coordinación de los distintos esfuerzos y cooperar con ellas en la medida posible.
6.4.3 Mitigación de impactos adversos Los impactos adversos que puedan ocurrir como consecuencia de la implementación de proyectos de manejo de los bosques nativos, deben considerar aspectos sociales, culturales y ambientales. En este sentido el artículo 22 de Ley Nacional Nº 26.331 requiere que los proyectos que tengan la potencialidad de impactar de manera negativa, sobre el sistema de vida y costumbres de poblaciones originarias, realicen previamente un Estudio de Impacto Ambiental en el que se debe analizar en profundidad la situación de los pueblos que habitan la zona. Cuando no sea posible prevenir los impactos adversos será necesario mitigar los daños producidos e indemnizar a los pueblos afectados mediante medidas concretas y de manera culturalmente apropiada. La acción propuesta deberá desarrollarse siempre con la participación informada de los pueblos afectados y debe contener un plan de desarrollo con plazos definidos.
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7 Monitoreo Contenido del capítulo En este capítulo se presenta el sistema de monitoreo del manejo sostenible de los bosques nativos acorde a la Ley Nacional Nº 26.331. El marco lógico del sistema consiste de tres niveles: i) condiciones mínimas (principios), ii) lineamientos (criterios) y iii) parámetros técnicos (indicadores y verificadores). Las condiciones mínimas y los lineamientos generales propuestos son los mismos para todo el país, mientras que la definición de los parámetros técnicos ha sido realizada específicamente para cada ecorregión.
7.1 Introducción El presente capítulo tiene como objetivo establecer un sistema de monitoreo de la aplicación de las buenas prácticas de un manejo sostenible de los bosques nativos. Si se implementan las recomendaciones técnicas de los capítulos anteriores se cumplirá con los lineamientos, parámetros técnicos y verificadores del sistema de monitoreo. De este modo el sistema de monitoreo da evidencia al fiscalizador de si las buenas prácticas se están cumpliendo en el caso concreto a monitorear. Cabe mencionar que la aplicación del trabajo de Prácticas Forestales debe ser interpretada como un proceso que requiere tiempo. El cambio de una explotación de los bosques nativos a su manejo sostenible es progresivo y muchos de los resultados se aprecian en el mediano y largo plazo. Por ello se recomienda no sólo ver estrictamente los umbrales de los verificadores sino también la tendencia hacia una mejora en las prácticas aplicadas. El sistema de monitoreo presentado se basa en la Ley Nacional Nº 26.331. Para ello se deben respetar las tres condiciones mínimas establecidas en el artículo 16: – Persistencia del bosque nativo – Producción Sostenida de bienes – Mantenimiento de los Servicios Ambientales que el bosque nativo brinda a la sociedad. Para cumplir con estas tres condiciones mínimas resulta necesario contar con un conjunto de lineamientos y parámetros técnicos que permitan evaluar la sustentabilidad del manejo del bosque. Un lineamiento es un aspecto esencial de una de las tres condiciones mínimas establecidas que persiguen el manejo sustentable de los bosques nativos. Un parámetro técnico es una variable cuantitativa o cualitativa que puede ser medida o descrita precisamente y que sirve para verificar el cumplimiento parcial del lineamiento, de manera que cuando se mide periódicamente puede demostrar la tendencia de los cambios que se producen por efecto del manejo. En caso de ser una variable cuantitativa (opción deseable) se deben utilizar umbrales máximos y mínimos o límites críticos para verificar el cumplimiento del lineamiento establecido. En caso de una variable cualitativa se debe describir precisamente la referencia para cumplir con el lineamiento (p.ej. observación de la sedimentación de limo en el fondo de los arroyos). Este último nivel de
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PRÁCTICAS FORESTALES 115
detalle corresponde a un verificador. El marco lógico del sistema de monitoreo está presentado en la Figura 43. Esquema del sistema de monitoreo
Figura 43
Por condición mínima se han identificado no más que 5 lineamientos (criterios). Cada lineamiento tiene de 1 a 3 parámetros técnicos (indicadores) que deben satisfacerse para cumplir con el lineamiento. Para evaluar el cumplimiento de los parámetros técnicos hay de 1 a 2 verificadores cuantitativos o cualitativos que son relevantes, válidos, confiables y permanentes. Para los verificadores debe existir un método transparente de cómo levantar la información y evaluar su cumplimiento. En este capítulo se proponen los lineamientos generales y los parámetros técnicos para su uso en el monitoreo del manejo sustentable de los bosques nativos de la región Chaqueña. Los lineamientos generales propuestos son los mismos para todo el país, mientras que la definición de los parámetros técnicos ha sido realizada específicamente para cada ecorregión. La definición de lineamientos y parámetros técnicos se basa en los antecedentes nacionales e internacionales, así como otros desarrollados en la región, a partir del trabajo de técnicos e investigadores locales. Se ha utilizado como fuente, además de publicaciones en revistas científicas y de divulgación, reglamentaciones provinciales y resultados de talleres participativos realizados durante los últimos años en el país y también en el marco de la confección de este trabajo. Las principales fuentes de consulta se presentan en el capítulo 7.5.
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7.2
Condición mínima 1: Persistencia
El manejo del bosque nativo debe asegurar su persistencia a largo plazo. En el sentido clásico de la ordenación forestal, este principio se refiere al mantenimiento de la cobertura forestal. Los lineamientos y parámetros técnicos propuestos para satisfacer la condición de persistencia se presentan en la Figura 44 y son descritos a continuación. Lineamientos generales y parámetros técnicos para la condición mínima de Persistencia
Figura 44
1er Lineamiento: Regeneración asegurada acorde al estado de desarrollo/ estructura del bosque. Parámetros técnicos y verificadores: • Frecuencia / abundancia de plantas jóvenes de las especies principales del dosel superior – La frecuencia de las especies principales del dosel superior es > 50 %. Método de evaluación: Inventario de regeneración con un error de muestro < 20 % – En el árido y semiárido existen al menos 100 renovales/ha, de las especies de valor económico, con altura superior a los 2 m. Método de evaluación: Inventario de regeneración con un error de muestro < 20 %. • Protección de las áreas puestas en regeneración – Si se realizaron clausuras en el área, se verifica que los alambrados se mantienen en buen estado y que la clausura es efectiva. Método de evaluación: Recorrida del alambrado y evaluación de su estado en trayectos seleccionados al azar (5 % del perímetro total) y recorrida a través del lote verificando signos de presencia de animales (ramoneo, heces, huellas).
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PRÁCTICAS FORESTALES 117
2do Lineamiento: Mantenimiento del uso del suelo / Mantenimiento de la cobertura boscosa Parámetros técnicos y verificadores: • Superficie boscosa del predio – La proporción de la superficie con cobertura de árboles del predio se mantiene o incrementa. Método de evaluación: Establecer una línea base y evaluar el desarrollo de la superficie boscosa con imágenes satelitales. • Disminución del área basal por cosecha – La disminución del área basal por cosecha no es superior al 30 % en bosques de estructura irregular y del 40 % en bosques de estructura regular. Método de evaluación: Inventario forestal con un error de muestro < 20 %.
7.3
Condición mínima 2: Producción sostenida
El tipo de manejo aplicado debe ser sostenible respetando los tres pilares de la sostenibilidad. En el sentido clásico de la ordenación forestal, la producción forestal debe mantenerse en el tiempo en tasas aproximadamente constantes. Desde una mirada más moderna, esto abarca el mantenimiento y mejoramiento de los múltiples beneficios socioeconómicos a largo plazo, incluyendo productos no madereros del bosque y otros usos directos o indirectos. Los lineamientos y parámetros técnicos propuestos para satisfacer la condición de Producción Sostenida se presentan en la Figura 45 y son descritos a continuación. Lineamientos generales y parámetros técnicos para la condición mínima de Producción Sostenida
Figura 45
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1er Lineamiento: Viabilidad económica Parámetros técnicos y verificadores: • Plan de manejo y objetivos de producción – Existe un plan de manejo con objetivos de producción claramente definidos. Método de evaluación: Plan de manejo existe sí / no. – Los diferentes aspectos relacionados con el manejo (mercados, personal, costos y beneficios ambientales) son conocidos y adecuadamente cubiertos por el plan. Método de evaluación: Plan de manejo cubre los mencionados aspectos sí / por parte / no. • Plan financiero e indicadores de rentabilidad – Existe un plan de negocios / plan financiero anual y a largo plazo. Método de evaluación: Plan financiero existe sí / no. – La relación beneficio / costo es mayor a 1. Método de evaluación: Resultado anual es positivo o – en caso de proyectos de inversión – TIR positivo. • Solidez financiera – El propietario del plan tiene suficiente capital financiero y recursos humanos para implementar el plan de manejo. Método de evaluación: Balance anual. 2do Lineamiento: Mantenimiento / incremento de la producción Parámetros técnicos y verificadores: • Densidad de árboles de futura cosecha. – Existen al menos 50 árboles por hectárea para el Chaco Semiárido y de 100 por hectárea para el Chaco Húmedo. con potencial de árboles de futura cosecha. Método de evaluación: Inventario forestal con un error de muestro