¿POR QUÉ EL VERSO? Sentí en del verso el mediocre alivio Que da la aurora en los ojos de quien vela La frente tibia al que cuida de la fiebre La pronta muerte al que le duele y llora. Castigué el alma en añejos suspiros Desmembrando historias que no tienen sabores Recuento mi vida comenzando en motivos Concluyo, razones que no tuvieron meta. Cambio mi alivio en doloroso lloro Anidando esperanzas que no llegan Pero renazco en la cumbre del peñasco rojo Por la sangre de aquel que amó de veras. Así conocí en vida la absurda fuerza De derrumbar ciudades, Edificar sobre sus ruinas, Arte mayor de retazos. Cambio de paso, Me alejo del ritmo medido de la escena Me aferro al cayado que acerca La paz del antídoto en vena. Caigo al regazo esperando El callado suspiro del que acabó la espera Me cubre de gloria, Termino mi pena Siento, y nace mi verso. Por Jorge Eladio Pérez Argibay Usado con permiso Este escrito es una contribución de la agrupación para eclesiástica cubana: Ministerio CRISTIANOS UNIDOS. ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.