Pinamar recibe 2011 con enorme expectativa

2 ene. 2011 - edificio municipal en la parada 24 de La Mansa, reacondicionado por ... DARIO PALAVECINO. CORRESPONSAL EN MAR DEL PLATA.
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INFORMACION GENERAL

Domingo 2 de enero de 2011

VERANO 2011

I

31

FESTEJOS DE BAUTISMO PARA UNA TEMPORADA QUE APUESTA AL EXITO

Pinamar recibe 2011 con enorme expectativa Shows de fuegos artificiales, además de mucha espuma y serpentinas en las fiestas junto al mar para recibir el nuevo año JOSE MARIA COSTA ENVIADO ESPECIAL PINAMAR.– El sonido de las olas rompiendo en la costa pinamarense compitió de igual a igual en las primeras horas de 2011 con un imponente show de fuegos artificiales que recorrió de punta a punta los 20 kilómetros de playa de esta ciudad balnearia. El espectáculo duró más de una hora, lo que permitió que miles de turistas y de vecinos del balneario se acercaran a la costa para recibir este año, que comenzó con cielo estrellado, tiempo cálido y no muy ventoso, como suele ser habitual en esta ciudad. Una imponente luna

Luces en la apertura de un verano prometedor

naciente se entremezcló con la colorida pirotecnia. Recibir 2011 en El más allá. Esa fue la principal consigna en la última noche de 2010. Se trata del balneario ubicado un kilómetro y medio más allá de la frontera playera pinamarense. Es el último balneario local de la zona norte de la ciudad al que se puede acceder en vehículos que no sean 4x4. Un centenar de personas eligió ese parador, situado entre el mar y los médanos, para despedir 2010 y recibir en un lugar casi virgen el nuevo año. Vestidos de blanco, en familia o con amigos, cada grupo de personas se fue acercando pasadas las

22 de hasta anoche para degustar un menú gourmet que consistió en buffet froid, de entrada; ojo de bife relleno con mousse de puerros, puré de papas rústicas y tian de verduras, de plato principal, y cheesecake con coulis de frutos rojos, de postre. Además de pan dulce, turrones y champagne. “Es la primera vez que venimos a pasar Año Nuevo en la playa. Se me ocurrió y nos encantó”, dijo a LA NACION Norma Evangelista, una mujer que decidió recibir 2011 junto a su esposo, cuñados y suegra frente al mar. “Nos pareció hermoso esto de recibir el nuevo año en medio de la nada y, a la vez, con todas las

comodidades”, detalló Norma y agregó: “Desde aquí se pudieron ver los fuegos artificiales de toda la ciudad”. “Le agradezco a Dios que pude compartir esto con mi familia, que es un sueño que tuve toda la vida”, dijo la madre del clan familiar, que viajó desde Villa Urquiza y que bailó casi hasta el amanecer. “Nos quedamos aquí hasta el lunes. No nos saca nadie de este hermoso lugar”, agregó uno de sus dos hijos antes de que comenzara el show de pirotecnia. “Después de presenciar los fuegos artificiales del centro de Pinamar ya que, al ser esta zona descampada se puede ver todo mucho mejor, es el

turno de que tiremos los nuestros”, dijo a LA NACION Roby Cozzi, dueño del parador. Sus hijos, Goran, de 17 años, e Ian, de 12, fueron los encargados de deleitar a los visitantes que, poco a poco, comenzaron a ser cada vez más. La veintena de niños que estaban en ese parador disfrutó de un espectáculo que incluyó globos aerostáticos, que eran soltados luego de que cada persona pidiera su deseo para el año que comenzaba. Sólo habían pasado dos horas del nuevo año y ya todos bailaban en el centro del parador como si se conociesen desde hacía tiempo, armando bailes, coreografías y cantando juntos.

PUNTA DEL ESTE

No fue fácil, en tanto, intentar escaparse de la espuma que se arrojaba desde numerosos aerosoles y de las serpentinas que transformaron la velada en una fiesta muy animada. Pinamar espera esta temporada con mucha expectativa, ya que, por haber caído las Fiestas en fines de semana largos, la concurrencia de visitantes fue muy importante. Cuando mañana deban regresar a sus lugares de destino quienes todavía no comienzan sus vacaciones se podrá corroborar si este gran movimiento se asienta finalmente durante la primera quincena de enero, cuando todos los comerciantes locales apuestan a hacer su mayor ganancia respecto de 2010.

En Punta, la ecuación fue sofisticación y alta cocina

Antes y después del brindis, alta ocupación

Propuestas no aptas para bolsillos flacos

DARIO PALAVECINO

LORELEY GAFFLOGLIO

CORRESPONSAL EN MAR DEL PLATA

ENVIADA ESPECIAL

MAR DEL PLATA.– La lluvia inicial de colores sobre Playa Grande llegó un par de minutos antes de la medianoche. Y el gran show, por fin, comenzó con los primeros segundos de 2011, entre bocinazos que llegaban desde buques amarrados en la Base Naval y el sonido de las copas que chocaban aquellos que, tentados por una noche espléndida, se mudaron por un rato con sus botellas de champagne y confituras para esperar el nuevo año en los mejores puntos panorámicos de la costa. Quizás haya servido como festejo anticipado para una temporada que en este fin de semana –al igual que ocurrió durante el de Navidad– empieza a mostrar sus mejores momentos con alta ocupación de casas, departamentos y hoteles (de 70 a 90%, según el caso) y, desde el jueves, un gran ingreso de turistas. Ese movimiento se acentuará a partir de hoy con el arribo de aquellos que prefirieron pasar las Fiestas en casa y, solo después, emprender el viaje a la costa. O la llegada de quienes recibieron 2011 en la ruta, como Martín Alonso y Cristina Nuzzo, de Temperley, premiados ayer como los primeros turistas del año en Mar del Plata. Para aquellos que se anticiparon, la recepción fue fantástica en las últimas jornadas. Sol a pleno, casi 30 grados y el agua del mar con una temperatura ideal como para permanecer largo rato entre las olas y relajarse tras una noche de festejos. Una gran promesa para los que están por llegar. “Esto es inolvidable”, dijeron Sofía y Santiago; Belén y Rocco, y Guillermo y Marianela, tres parejas de novios que anteayer, a media tarde, habían llegado desde Mendoza y para la noche habían montado su banquete en la rotonda del Mar del Plata Golf Club para dar forma a su más que especial fiesta de Año Nuevo. La fecha se vivió en esta oportunidad con más clima de festejo que en años anteriores. La pirotecnia estuvo a la orden del día y el cielo se mantuvo iluminado durante casi media hora por tantos fuegos artificiales. Buena parte de ellos, en especial los que se lanzaron desde las playas, eran parte del programa ofrecido por restaurantes y hoteles para quienes asistieron a sus fiestas. Pero otros, que también aportaron lo suyo al espectáculo en el cielo, correspondían a vecinos que montaron sus propios shows sobre la calle o en parques con cajas enormes que dispararon bombas de estruendo y luces multicolores durante varios minutos. “Debe de ser lindo estar en un cinco estrellas, con tanto glamour, pero estar aquí, al aire libre y frente a la playa, no tiene precio”, contó María Luisa Sánchez, de Córdoba, que compartió con una docena de familiares un prolongado brindis a pocos metros del hotel Costa Galana, donde se ofrecía una de las fiestas más importantes, con espectáculos en vivo, la participación del bailarín y coreógrafo Aníbal Pachano y varios artistas entre los comensales. Durante la madrugada, la diversión fue casi exclusividad de los jóvenes. Los bares de Alem y las discotecas de Constitución fueron centros de encuentro. Pero con las luces del amanecer y la multitud que había hecho de los locales de Playa Grande una zona ya intransitable, otra vez llegó la mudanza a la costa. Allí, ya con el sol en lo alto, siguieron con los brindis y alguno, incluso, se animó al primer chapuzón de 2011.

PUNTA DEL ESTE.– Si hay algo que no puede negársele a Francis Mallmann es su innata capacidad para sorprender y transformar en una experiencia multisensorial y única cada cosa que concibe. Sucedió en la noche de Año Nuevo, en su eterno refugio Los Negros, mudado del centro de José Ignacio a la que quizá sea la más deslumbrante de las geografías esteñas: las arenas vírgenes de La Juanita, en José Ignacio, que ya albergan la estructura terminada en concreto del futuro club house de The Setai. Los destinatarios de los embelesos de Mallmann –cautivados con foie gras, langosta y pato, pero también con los versos de Eliot, Lawrence, Lord Byron y Borges trasladados a las paredes como enjundia de la decoración del lugar– fueron brasileños en abrumadora mayoría y, luego, europeos (hubo hasta rusos), norteamericanos y argentinos. Todos buscaron recibir 2011 con sofisticación, buen dancing y alta cocina. Esa ecuación, en realidad, estuvo entre lo más vendido en la noche del 31, cuando una ristra de enclaves, aún sin un anfitrión como Mallmann que saludaba y recibía a cada uno de los invitados como si se tratara del living de su casa, compitió por ver quién exudaba más glamour. Ese fue el caso del hotel La Serena, íntegramente colonizado por la estampida de brasileños que convierten a Punta del Este como en una provincia de su país. Para festejar en ese ámbito, en un ex edificio municipal en la parada 24 de La Mansa, reacondicionado por el empresario argentino Eduardo Abulafia con exquisita estética asiática, los brasileños debieron pagar US$ 410 por persona. Allí, la única referencia a estas latitudes fue un espectáculo de tango como preludio a los ritmos de batucada. Y, a la media hora, la vista fija en el cielo para admirar al que finalmente se coronó como el más ambicioso de los shows de fuegos artificiales de la península. Tan grande y variada fue la demanda para Réveillon entre los brasileños, que los jóvenes de ese país tuvieron festejo aparte: una megafiesta en una carpa sobre la playa al son de ritmos electrónicos, dispuesta por los mismos dueños de ese hotel.

Un singular mix de colores resultó la combinación de prendas blancas, agua y luces fucsias en la fiesta del hotel La Serena, en Punta PINAMAR

MAR DEL PLATA

Cenar como en casa, pero en la rambla marplatense

En las calles

De cara a la diversión en la cálida noche pinamarense

Los fuegos artificiales, un espectáculo único en la costa FOTOS DE FABIAN MARELLI Y HERNAN ZENTENO (ENVIADOS ESPECIALES A PUNTA DEL ESTE Y A PINAMAR) Y DE MAURO V. RIZZI

Agenda PINAMAR

MAR DEL PLATA

PUNTA DEL ESTE

Hoy, a las 16

Hoy, a las 10

Hoy, a las 18

Polo en la arena

Regata internacional

Fiesta Movistar

Beach polo, en el Parador El Signo (Avenida del Mar y De la Retama). Primera fecha del torneo que se extenderá hasta el sábado próximo.

En el Club Náutico Mar del Plata comenzará el campeonato Mundial 2011 de la clase 29 ER.

MIRAMAR

Hoy, a las 21

Hoy, a las 21

Motos acrobáticas

Lerner, en Miramar

Alto giro, motoshow en el complejo El Casino Valeria del Mar (ruta 11 y avenida Espora). Se trata del espectáculo de acrobacia en moto más importante de América latina.

Hoy, el cantautor Alejandro Lerner se presentará en Miramar para recibir 2011 y presentar su último trabajo, “Sueños de elefante”. La entrada es libre y gratuita, en avenida 26, entre 21 y 23.

Fiesta Movistar en La Fontana, en José Ignacio. Se presenta el DJ Mikey Gallagher. Mañana, a las 17

Desafiando olas Torneo de Kitesurf Movistar “Así en el mar como en cielo”. Parada 30 de La Brava. Mañana, a las 21

Fiesta de Tutta con la presentación de Milo Lockett. Plaza central de José Ignacio. (Con invitación.)

Un stone suelto en José Ignacio PUNTA DEL ESTE.– Entre los invitados a la megafiesta de J P Bailey estuvo el stone Ron Wood, que llegó a José Ignacio como huésped de la familia brasileña Pastore. LA NACION lo encontró en La Brava, de José Ignacio, luego de su almuerzo en La Huella. Allí, Wood contó que había llegado especialmente para recibir el nuevo año y que permanecerá aquí durante una semana.

Los que protestaron ante la ausencia de alternativas y festejos masivos no pagos fueron muchos jóvenes argentinos. Aunque para ellos la chacra La Fontana, en José Ignacio, se abrió de par en par, a partir de las 2. Fue tal el trajín del tránsito hacia José Ignacio en la madrugada –también ayudada por J. P. Bailey con su multitudinario ágape en Villa Sofía– que circular en auto supuso una peligrosa carrera de barreras humanas: había personas bailando en el medio de la ruta y vehículos ocupando y circulando por dos carriles a alta velocidad, ante la notoria ausencia de la policía uruguaya. A las 4 de ayer, el boliche Tequila, en La Barra, se convirtió, una vez más, en el lugar-objeto de deseo para prolongar los festejos de Año Nuevo. Aunque, como aquí ya todos saben, sólo un cinco por ciento de la multitud que se animó a la puerta logró reunir los “requisitos” para poder ingresar. En las calles, entonces, los jóvenes recibieron 2011.