doma clásica
Pasar por el
DORSO
¿Cómo debemos mover la musculatura que está debajo del jinete? ¿Cómo podemos conseguir acceder a la zona del dorso, ponerla en marcha y permitir que la energía pase a través de ella? ¿Cómo sabemos si nuestro caballo está bloqueado o activo? ¿En qué influye esto? TEXTO: jorge conde
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muchos de nosotros nos hemos cuestionado alguna vez estas preguntas. Intentaré en este reportaje dar respuesta y explicar una metodología adecuada. El dorso es una de las principales partes donde el caballo puede ejercer su resistencia. Anatómicamente es un puente de vértebras comprendidas entre la cruz y el lomo. Cada vértebra de las 10 que lo conforman articula una costilla y los planos musculares de esta misma zona. Así los dorsos cortos nos dan caballos habitualmente más difíciles de doblar y los largos presentan más complicación en la capacidad de carga. El dorso debe participar en el movimiento en todos los aires. Un dorso rígido e inactivo, a la vez que bloqueado, lo distinguimos en movimientos irregulares, tensos y planos. Da sensación de desconexión en el caballo, rompe la coordinación en el movimiento de las extremidades posteriores y anteriores y dificulta el contacto. Las transiciones se hacen más comple-
jas así como la posibilidad de que el caballo remeta sus posteriores bajo la masa. Es decir, la incidencia de un dorso bloqueado sobre el conjunto es tremendamente negativa y perjudicial para el desarrollo deportivo del animal y la montabilidad en general. Por si esto fuera poco tiene en el paso una transcendencia mecánica generando tendencia a la lateralización incluso en pasos de naturaleza correcta. Cuando hablamos de que el dorso no funciona hablamos técnicamente de “desconexión” o decimos que “no pasa a través”. Una vez escuché decir a un seleccionador nacional de menores que cualquier bloqueo muscular actúa como “freno de la impulsión”. Él ponía un ejemplo muy gráfico: “Es como si una manguera que lleva un líquido, la doblas”. En nuestro caso, el pliegue es la rigidez y el líquido la energía. Está claro que al doblar la manguera el líquido pasa menos o nada y eso es lo que ocurre con la falta de conexión, que toda la energía que el
Quantum III, propiedad de Muellers Pferdeparadise, criado por Pablo Pérez Jiménez y montado por Cándido Tardío.
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cuando hablamos de que el dorso no funciona hablamos técnicamente de “desconexión” o decimos que “no pasa a través”
posterior produce se desperdicia al no llegar a la mano y no establecer contacto. Siempre antes de cualquier solución técnica debemos asegurarnos de que no hay lesión de ningún tipo. Sin duda lo que más desconecta nuestro caballo de la mano es la posibilidad de que tenga dolores de algún tipo en la zona dorsal, lumbar o de la cruz. Por tanto, si tenemos un caballo complicado en este aspecto debemos descartar el dolor a través del veterinario, fisioterapeuta o un profesional de la salud equina que pueda ayudarnos. Cuando un caballo resiste en el dorso está generando una defensa y de manera habitual existe un motivo. La resistencia es una manera de evitar que le hagan daño o de verse sometido a esfuerzos que para él tienen un elevado coste y le desagradan. Cuando el dorso empieza a trabajar lo normal es que el caballo aumente la resistencia. Una vez que la musculatura comienza a soltarse provoca relajación y poco a poco dota a ese músculo de soltura.
poner en marcha el dorso Para que esta musculatura funcione debe estar relajada y sin tensiones. A partir de ahí, estos músculos trabajan por acción de otros. El estiramiento de la musculatura del cuello tira de la del dorso poniendo estos en posición de estiramiento. Que estos estén estirados de manera constante no lo hace ser más elástico. La elasticidad se la proporciona el hecho de variar la posición en la que trabaja corto y largo y la relajación de esta musculatura. La soltura de la línea superior permite al movimiento pasar a través haciendo llegar a la mano aquella energía que los posteriores producen. La capacidad del caballo para doblarse lateralmente también nos da una sensación de soltura y nos muestra su flexibilidad en la línea superior. Por otra parte, la utilización de la musculatura abdominal fortalece el dorso. Al igual que nosotros cuando tenemos un abdominal fuerte, nuestra espalda se beneficia, el dorso gana en soporte, y tiene capacidad para arquearse y trabajar con solidez. El trabajo del
dorso, por tanto, lo podemos contemplar longitudinalmente y lateralmente. Para fomentar un trabajo correcto debemos contemplar los planos adelante –atrás (largo-corto) y derecha e izquierda-. En un último aspecto también es bueno que el dorso tenga capacidad para subir y bajar.
El trabajo del dorso por tanto lo podemos contemplar longitudinalmente y lateralmente.
Para generar todo este movimiento en la línea superior debemos trabajar una parte de la sesión haciendo gimnasia con el caballo. ¿Que entendemos por gimnasia? Cesiones a la pierna, alargar y acortar, doblarse el caballo en general a través de flexiones, círculos con la grupa al exterior y al interior, espalda adentro y cabezas al muro. Para hacer gimnasia hay que trabajar en movimientos breves, alternos y con mucha variación en la posición del caballo. La introducción de trancos de piaffer en una etapa más avanzada es también beneficiosa para el trabajo de la línea superior. La correcta combinación de los mismos, la introducción de pausas en el trabajo, la adaptación e individualización del animal en concreto (qué fase vive, cuál es su problema, origen, con qué recursos cuenta, etc.) el análisis de su salud y el consejo de alguien que nos pueda ayudar desde abajo es lo que sin duda nos puede conducir al éxito en este asunto tan complejo de “pasar a través”. ¡¡
Regidor XXXVI, propiedad de Hnos. González Naranjo, criado por Miura y montado por José A. Fdez. Lineros.
Luis Lucio montando a Os-Nervi, propiedad de Deer Meadow Farms y criado por Yeguada Burgués.
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