Palabras del rector de la Universidad de Piura Dr. Sergio Balarezo Saldaña Graduación del Programa Máster en Dirección de Empresas (Piura 13 de diciembre de 2013) Es sumamente grato estar aquí y compartir con ustedes la alegría del nuevo grado obtenido. Sin duda, esta nueva meta alcanzada constituye un logro más en su vida profesional, que se extiende al ámbito personal y familiar. De ahí que los acompañen ahora, con orgullo, sus familiares. Mis felicitaciones a ustedes, estimados graduados, por haber cursado con éxito estos meses de estudio intenso y trabajo individual y en equipo, que varios de ustedes supieron compaginar con sus labores ordinarias en sus respectivas organizaciones y con su vida familiar. Felicitaciones a ustedes también, padres, madres, cónyuges, hijos y hermanos de los flamantes masters y para los profesores, que con gran empeño y excelencia han forjado esta nueva promoción que incrementa la familia de graduados del PAD. En estos meses, se les ha procurado una exigente, completa y actualizada formación teórica y también, a través de los distintos casos y el trabajo en equipo, han ido fortaleciendo su racionalidad práctica enfrentando múltiples y variados problemas y situaciones empresariales. En este ejercicio, se han fortalecido –además– sus competencias directivas, con una visión de largo alcance, una actitud de apertura al cambio y a la innovación y una concepción de la empresa inspirada en sólidos principios éticos. Con estos conocimientos, competencias, habilidades y experiencias les corresponde enfrentar el mundo empresarial con distinta visión. Su misión ahora es más completa y la podrán realizar desde el lugar que ocupen en las organizaciones en las que se desempeñen. Esa misión trascendente y vocación de servicio, los ayudarán a aportar eficazmente al crecimiento y desarrollo del país; a la solución de los problemas fundamentales que aún subsisten, pese al crecimiento económico sostenido de los últimos años. Uno de estos problemas fundamentales es el de la educación. En los días precedentes, dos temas importantes nos han interpelado sobre la necesidad de involucrarse más en la Educación del país. Me refiero a los resultados del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos, la famosa prueba Pisa; y la aprobación del dictamen del proyecto de la nueva Ley universitaria, en la comisión de Educación, Cultura y Deporte del Congreso. La prueba Pisa mide el nivel de comprensión de lectura, matemáticas y ciencia, y da lugar a los rankings internacionales para más de 60 países del mundo. Según los resultados, nuestro país se ubica en el último lugar. Y, de la mano con su crecimiento económico, los países asiáticos se ubican en los primeros lugares. Una primera lectura de los resultados hace pensar que la educación en el país ha decrecido, pues ha pasado del penúltimo y antepenúltimo lugares, al último. Sin embargo, algunos expertos en educación señalan que esto no es así, que en realidad se ha crecido sostenidamente en un 3% durante la última década. Al parecer no es suficiente; el ritmo no es el adecuado porque los demás países crecen a un ritmo mayor. Los animo a sumarse, en lo personal o profesional, a la apuesta que realizan ya algunas empresas, instituciones y personas por la educación. Hacen falta nuevas y mejores propuestas para que el Estado procure y alcance el mejoramiento de la calidad educativa, especialmente en la educación básica regular, que es el soporte de los demás niveles de educación y que podria hipotecar la capacidad futura de desarrollo del país. Es momento de que las organizaciones se involucren mucho más en este tema; sin olvidar que la sociedad requiere, fundamentalmente, recuperar valores. Recuperar el respeto (comenzando por el respeto de la vida humana), amor a la verdad, la integridad, la vocación de servicio y la transparencia, para asumir la 1
responsabilidad de trabajar por el país; y, sobre todo, el fortalecimiento de la estructura familiar, base de una sólida formación humana. Otro de los temas educativos que causa polémica en estos momentos es la aprobación del dictamen de la Ley universitaria. Si bien hace falta una nueva ley, conscientes que efectivamente hay problemas en el sistema universitario actual que hay que solucionar o corregir, la propuesta de creación de una Superintendencia Nacional de Estudios Universitarios no es el camino adecuado, más aun dependiendo de un Estado, que debería preocuparse mucho más por mejorar la educación básica en el país. Se requiere una nueva ley moderna y con visión de futuro que defienda la autonomía universitaria. La autonomía universitaria es un derecho imprescindible para el desarrollo del conocimiento, el intercambio de opiniones, la reflexión, el libre pensamiento y la búsqueda de la verdad, tareas fundamentales de una institución universitaria seria; este es el verdadero sentido de esta autonomía, no otro. No hace falta crear más control del ya existente, lo que se requiere es exigir educación superior de calidad con universidades que generen conocimiento, innovación y desarrollo tecnológico a través de una investigación con reconocimiento internacional y docencia del máximo nivel y responsabilidad. Tal como está planteada esta nueva ley, también es un manifiesto atropello contra la libertad de asociación para impulsar la libre empresa, con iniciativas educativas universitarias serias, y que durante años han llenado vacíos importantes en este sector. En todos los temas importantes o coyunturales, el rol de los profesionales, de ustedes como directivos, de las universidades, del estado, etc. es importante. Cada uno puede proponer soluciones, aportar iniciativas, involucrarse más, especialmente con la Educación, por ser el fundamento de cualquier desarrollo social y empresarial exitoso. Para que cada quien cumpla adecuadamente su rol y dé un aporte efectivo al desarrollo del país, se requiere que la persona y el bien común esté en el centro de toda acción. Al respecto, hace poco, el Papa Francisco ha recomendado a los trabajadores de un pueblo italiano que se vuelva a poner a la persona y al trabajo en el centro de toda actividad humana. Ha dicho que en la raíz de las crisis económicas “hay una traición al bien común, tanto por parte de los individuos como de los grupos de poder. Así que es necesario quitar centralidad a la ley del beneficio y del rédito y volver a situar en el centro a la persona y el bien común”. Y, no solamente hay intereses económicos. Sabemos, lamentablemente, que detrás de cada ley o iniciativa estatal, suelen haber intereses políticos, partidarios o de otra índole que no sirven al bien común. El repensar la forma de hacer las cosas, poniendo a la persona en el centro de nuestras actividades, nos llevará a recuperar ese interés y afán de servicio. Ya en junio, en la Conferencia de la FAO (La organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), el Papa Francisco había destacado la importancia de la persona, cuando dijo: “Nuestro cometido consiste en proponer de nuevo, en el contexto internacional actual, la persona y la dignidad humana no como un simple reclamo, sino más bien como los pilares sobre los cuales construir reglas compartidas y estructuras que, superando el pragmatismo o el mero dato técnico, sean capaces de eliminar las divisiones y colmar las diferencias existentes…”. En esta reunión, el Papa pidió a la comunidad internacional una apertura de corazón. Hoy, me sumo a este llamado y lo extiendo hacia ustedes, que tendrán un rol clave en el país y en la solución de problemas concretos. Sabemos que es la empresa privada, la que está dando un impulso dinámico y revitalizador a la economía del país. Por ello, son oportunas las recomendaciones y la exhortación del Pontífice que dice: “Es preciso superar el desinterés y el impulso a mirar hacia otro lado, y prestar atención con urgencia a las necesidades inmediatas, confiando al mismo tiempo, que maduren en el 2
futuro los resultados de la acción de hoy. No podemos soñar con planes asépticos, hoy no sirven. Todo plan propuesto nos debe involucrar a todos”. Y continúa: “Ir adelante de manera constructiva y fecunda en las diversas funciones y responsabilidades significa capacidad de analizar, comprender y entregar, abandonando cualquier tentación de poder, o de poseer más y más, o buscar el propio interés en lugar de servir a la familia humana y, en ella, especialmente y sobre todo a los indigentes, a los que aún sufren por hambre y desnutrición”. Los animo a hacer suyos estos objetivos: fomentar el desarrollo de la persona con valores, con sentido del bien común y la vocación de servicio, como elementos fundamentales para el desarrollo saludable del país. El camino no es fácil, repito; pero tampoco es imposible. Su empuje y tesón harán un efecto multiplicador. Ustedes, sabrán poner en sus hogares, en sus empresas, y donde se encuentren, sus capacidades, habilidades, valores y tesón, para construir una sociedad más saludable económicamente y moralmente. Reitero mi felicitación a sus familiares; y a cada uno de los graduados y graduadas del Programa Master en Dirección de Empresas, de las modalidades part y full time. Les deseo muchos éxitos en la consecución de las nuevas metas y los animo a celebrar en familia este importante logro. ¡Muchas gracias!
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