Organización Hospitalaria

en comunidad, las personas con discapacidad se ... Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) .... La primera brinda un marco conceptual basado en.
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Cátedra de

Organización Hospitalaria y Administración Institucional de los Centros de Rehabilitación Licenciatura en Kinesiología & Fisiatría INTRODUCCIÓN

Discapacidad. Modelos de interpretación y explicación El concepto de salud –o su contraparte, el de enfermedad– registra una evolución en las diferentes culturas a lo largo de la historia: originariamente relacionado con ideas mágicas y religiosas, fue luego involucrando otras percepciones sociales y actividades profesionales (13) Se identifican al menos tres modelos de salud y enfermedad, en relación con diferentes modalidades del sistema de salud. Modelo médico tradicional. Aún hoy se encuentra muy difundida la noción de enfermedad como “ausencia de salud”. Esta noción se centra usualmente en intervenciones curativas individuales. Un sistema de salud inspirado en esta concepción mantiene sus inequidades, que dependerán de las posibilidades de acceso a las prestaciones individuales. Modelo epidemiológico. Encara el fenómeno de la enfermedad no ya desde una perspectiva individual, sino desde el análisis estadístico. Al estudiar la distribución de las enfermedades, el análisis epidemiológico tiende a descubrir las relaciones causa-efecto. Se pone mayor énfasis en la prevención y se introducen la vacunación y otras formas de la medicina preventiva. Para los especialistas, el último nivel de prevención es la rehabilitación. Una consecuencia lógica de este enfoque sería la implementación de programas específicos para grupos de alto riesgo, aunque en la realidad la distribución desigual de la enfermedad se agrava por la desigual distribución de los recursos. La planificación es un recurso necesario, aunque no suficiente para contrarrestar estas disparidades. Modelo socio-político. La salud y la enfermedad se observan desde una perspectiva histórica. Las desigualdades se interpretan como consecuencias de ORG. hOSPITALARIA

las iniquidad socio-económicas, y el énfasis está puesto en la trasformación social más que en la prevención. Se nota un cambio de registro en la causalidad de la enfermedad: de factores naturales a factores sociales. Luchar contra las iniquidades en salud requiere, en primer lugar, de medidas de política social; en segundo lugar de prevención y, en tercer, de intervenciones curativas. Por su parte y como consecuencia de estas conceptualizaciones, se han agrupado los modos de interpretar y actuar en discapacidad en tres períodos temporales: modelo tradicional, que va desde la antigüedad clásica al nacimiento de la sociedad burguesa y los albores del capitalismo; modelo médico hegemónico (con su vertiente más conocida y emblemática, el modelo rehabilitador, a partir de las guerras mundiales), que se extiende hasta nuestros días pero resultando insuficiente; y actualmente en desarrollo, sin consolidarse con una identidad definida, los que se han denominado modelos alternativos (socio-políticos). Estos modelos no son estancos ni correlativos a pesar de su ordenamiento cronológico para el análisis. Así podemos rastrear actitudes relacionadas con el “modelo tradicional” a lo largo de los otros modelos y las nuevas perspectivas que aporta cada modelo en muchos aspectos incluyen concepciones del modelo anterior. Estos modelos explicativos de la discapacidad han tenido una notable influencia en las acciones en política sanitaria y social y en el condicionamiento que han ejercido en los modos de comprender y clasificar las discapacidades y en las respuestas que las instituciones, y en última instancia la sociedad, han dado. En la actualidad, las miradas posibles sobre el proceso de salud-enfermedad-asistencia, tienen su

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correlato en la forma que se puede considerar a la discapacidad. Entre estas se destacan las miradas del modelo Médico-Biológico y como contrapunto el Social. El modelo médico, (también llamado modelo médico hegemónico), ganó notoriedad en la década de los 60. Su principal característica es la descontextualización de la discapacidad, enfocándola como un incidente aislado y sin ninguna relación con reflexiones y decisiones de interés público y relevancia económica, política o social. En éste, la discapacidad es una experiencia del cuerpo a ser “combatida” con tratamientos y es la deficiencia o daño lo que genera algún tipo de asistencia terapéutica centralizada en instituciones y liderada por profesionales especialistas. Esta es una modalidad de naturaleza claramente unidimensional, donde predomina la perspectiva negativa centrada en las deficiencias como hecho individual, ahistórico, descontextuado y asocial. El problema se define como problema del individuo, pues es en su deficiencia y en su falta de destreza donde se localiza el origen de sus dificultades, las mismas que hacen necesaria la rehabilita-

funcionales logradas o recuperadas y por la colocación en un empleo remunerado. El paradigma de la rehabilitación es la superación lógica del modelo tradicional. Es un paradigma médico-industrial, con una tecnología terapéutica y recuperacionista. En este modelo, la discapacidad paso a ser condenada socialmente o controlada médicamente. Según el mismo, los orígenes de la exclusión enfrentada por personas con discapacidad son sus propias secuelas y limitaciones físicas, intelectuales, sensoriales y múltiples. El “problema” reside en la persona, ocasionando consecuencias solamente para ella y su familia. El modelo médico transcendió las fronteras de la salud y dominó las áreas de la educación, del empleo y del servicio social, entre otras. Por la influencia de este enfoque, fueron creadas políticas encaminadas para una asistencia paliativa, separada y protegida. El modelo médico se manifiesta con frecuencia en la prevención de la discapacidad. Generalmente el mensaje enviado por medio de las campañas de prevención pone todo el énfasis en el aspecto devastador de si se adquiere una lesión o limitación permanente y acaban por construir una imagen negativa y estigmatizante de las personas con discapacidad. La otra mirada considera a la salud-enfermedadasistencia y a la misma discapacidad, como problemas entramados en lo social, requiriendo por lo tanto, una consideración que contemple la complejidad de su naturaleza. Aquí la discapacidad no es un atributo de la persona, sino un complicado conjunto de condiciones, muchas de las cuales son creadas por el contexto/ entorno social.

Modelo Social de discapacidad

ción. La solución hay que buscarla mediante la intervención profesional de todos los especialistas que constituyen el ya clásico equipo rehabilitador: médico, fisioterapeuta, terapeuta ocupacional, psicólogo, trabajador social, etc. El rol del sujeto de la rehabilitación es el de paciente o cliente de la asistencia médica; alguien con "derecho a corregir o modificar su estado físico, psíquico o sensorial". Los resultados se miden por el grado de destrezas ORG. hOSPITALARIA

Surgió en los años 60 en el Reino Unido por iniciativa de personas con discapacidad reunidas en el Social Disability Movement. El Social Disability Movement probó que la mayor parte de las dificultades enfrentadas por personas con discapacidad son el resultado de la forma de como la sociedad trata las limitaciones y las secuelas físicas, intelectuales, sensoriales y múltiples de cada individuo. Al mismo tiempo no dejan de reconocer que las limitaciones de una persona son una realidad concreta, pero que solo constituyen una característica de aquel individuo, una parte, y no la totalidad de su ser. Entonces y de acuerdo con éste modelo, la discapacidad es la suma de dos condiciones inseparables: las secuelas existentes en el cuerpo y las barreras físicas, económicas y sociales impuestas al indivi-

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duo por el ambiente. Desde esta óptica, es posible entender la discapacidad como una construcción colectiva entre individuos (con o sin discapacidad) y la sociedad. Por lo tanto el manejo del problema requiere la actuación social y es responsabilidad colectiva de la sociedad hacer las modificaciones ambientales necesarias para la participación plena de las personas con discapacidad en todas las áreas de la vida social. Las estrategias que surgen de este enfoque pretenden integrar al individuo con su padecimiento y contexto en un todo indivisible. Esta modalidad prioriza la multiperspectividad del proceso saludenfermedad-asistencia y con ella, la historia de vida del individuo, su medio y sus saberes. Para el modelo social, el acceso a la salud es apenas un derecho más a ser garantizado entre tantos otros, igualmente primordiales y simultáneos, como la educación, empleo, cultura, vida independiente, recreación y desarrollo socioeconómico. Esos derechos juntos, contribuyen a garantizar la equiparación de oportunidades para las personas con discapacidad. A su vez en el contexto del modelo social, gana importancia el tema de accesibilidad en todas sus dimensiones : 1) Accesibilidad Arquitectónica: 2) Accesibilidad Comunicacional, 3) Accesibilidad Metodológica, 4) Accesibilidad Instrumental, 5) Accesibilidad Programática y 6) Accesibilidad Actitudinal.

Discapacidad y Ciclo de Invisibilidad

La manera más efectiva de promover la inclusión de las personas con discapacidad es remover las barreras que en la actualidad no les permiten tener tal participación. Las estructuras y los programas “especiales”, separados o paralelos, en general, aún cuando son necesarios e importantes, dan cobertura solamente a un 3 a 4% de las personas con discapacidad. Generalmente, los que acceden son los que tienen más dinero o viven en las zonas urbanas. El 96% restante es “invisible” y queda excluido de la atención básica necesaria para su supervivencia y la de su familia. Lamentablemente esto denota la existencia de un “ciclo de la invisibilidad” de la discapacidad que tiene la siguiente lógica: (14) (15) 1) hay “gente invisible por tener discapacidad”; las personas con discapacidad no consiguen salir de sus casas, por lo tanto no son reconocidas por la comunidad. 2) así, “no existe y no es un problema” Por no ser vistas por la comunidad, dejan de ser reconocidas como parte de ella; 3) la comunidad no los incluye como prioridad, por no ser reconocidas como parte de ella por eso “no hay servicios, no hay inclusión”, no se garantiza el acceso de las personas con discapacidad a bienes, derechos y servicios. De hecho, éste no es considerado un problema que la comunidad deba enfrentar y solucionar. 4)“continúa la discriminación” y se refuerza la falta de visibilidad. Sin tener acceso a bienes y servicios, no hay como incluirlas dentro de la sociedad. 5) una vez excluidas de la sociedad, siguen invisibles, y sometidas a constante discriminación, perpetuando el ciclo. A este “ciclo de invisibilidad” suelen estar sujetas las personas con discapacidad en todos los lugares del mundo, pero principalmente en las comunidades pobres en las cuales viven en un porcentaje muy alto. El “ciclo de invisibilidad” explica porqué personas con discapacidad son ampliamente excluidas de la vida social, económica y política de sus comunidades. Así, sin condiciones de salir de casa, de comunicarse, de tener acceso a la educación y a la vida en comunidad, las personas con discapacidad se tornan cada vez más ciudadanos de “menor valor”. Epidemiología de la Discapacidad Los siguientes datos estadísticos sobre discapacidad se presentan con la finalidad de mostrar la dimensión universal y la magnitud del problema, poniendo de manifiesto el enorme impacto que

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tiene sobre el conjunto de la sociedad. Conviene aclarar que los resultados de los siguientes estudios estadísticos dependen mucho de la definición de discapacidad utilizada. Distintas definiciones de Discapacidad pueden ser aplicadas para distintos objetivos; aún no existe a nivel regional, ni mundial una única definición de la discapacidad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS)

más de 500 millones de personas en el mundo, lo que equivale al 10% de la población total, padecen algún tipo de discapacidad

Otras estimaciones varían entre el 2% al 21% . El 5% representa una incapacidad moderada y severa (se estima que el 70% de estos residen en países en vías de desarrollo. En los países en vías de desarrollo en el año 2000 cerca de 234 millones de personas presenta una incapacidad moderada o severa y se cree que esto crecerá a cerca de 525 millones de 2035. Actualmente solo cerca del 3% de ellos reciben servicio significativo de rehabilitación. Se estima que el 10% de niños presentan o han adquirido una inhabilidad, de los cuales no más que el 10% recibe apropiadamente rehabilitación (según la UNICEF citada en salud del mundo Organización 2001). Datos de Naciones Unidas señalan que en la mayoría de los países, por lo menos una de cada diez personas tiene una deficiencia física, mental o sensorial y por lo menos el 25 % de toda la población se ve adversamente afectada por la presencia de incapacidades. Datos mas recientes informan que de más de 600 millones de PCD en el mundo, el 80% viven en los países pobres del sur. Hoy cada vez más países de la región tienen sus propias estadísticas, pero los métodos utilizados para recopilar información difieren mucho de un país a otro, por ejemplo el Censo de Brasil realizado en el 2000, reveló que el 14 % de su población tiene discapacidad, mientras el censo de México estima que el porcentaje es de un 1, 84 %. Se estima también que la incidencia de la discapacidad es especialmente alta en países como Colombia, Nicaragua o El Salvador, ello debido a que ha los procesos de violencia y conflictos armados por los que han atravesado estos países. Se estima que el número de personas con discapaORG. hOSPITALARIA

cidad aumentará en 120%, en los próximos 30 años, en los países del sur, mientras que el índice de crecimiento de las personas con discapacidad en los países del norte será de 40% durante ese mismo período. Tanto en el norte como en el sur y en relación con el envejecimiento de la población, el mayor aumento en la cantidad de personas con discapacidad será en los grupos de edad más avanzada, particularmente entre las personas de 65 años y más. Algunos cálculos sugieren que 1 de cada 5 personas pobres presenta una discapacidad. Esto indica que la discapacidad es tanto una causa como una consecuencia de la pobreza. Es fácil imaginar que todas las familias en una comunidad pobre están afectadas directamente por los efectos socio-económicos derivados de la discapacidad. Con respecto al impacto de la pobreza en situación de discapacidad el Premio Nóbel de Economía Amartya Sen, señala en su conferencia “Discapacidad y Justicia”, que la línea de pobreza para las personas con discapacidad debería de tomar en cuenta los gastos adicionales en los que incurren cuando traducen sus ingresos en “posibilidades de vivir bien”. Las personas con discapacidad frecuentemente tienen gastos adicionales para satisfacer las mismas necesidades de las personas sin discapacidad. Sen afirma que en el Reino Unido el índice de pobreza entre las personas con discapacidad es del 23.1% comparado con un índice general del 17.9% para el país. Pero cuando los gastos adicionales asociados a tener una discapacidad son considerados, el índice de pobreza para las personas con discapacidades se dispara hasta un 47.4%. Esta relación mutuamente reforzadora entre pobreza y discapacidad, entre capacidad y exclusión, nos enseña que además de ser particularmente vulnerables a la exclusión social, las personas con discapacidad son pobres en una cantidad desproporcionada, y entre las personas pobres la presencia de discapacidades es desproporcionadamente alta. Eso es así, en todos los países y en todos los contextos. Entre el 80% y el 90% de las PCD en Latinoamérica están desempleados y casi todos aquellos que tienen trabajo, reciben salarios muy bajos o ninguna compensación monetaria. En Argentina, se ha calculado que la tasa de desempleo de los discapacitados es cercana al 91%. Cerca del 82% de las personas con discapacidad

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en Latino América y el Caribe (LAC) son pobres. Esta pobreza se extiende a los miembros de la familia. En una reciente encuesta en Nicaragua, constató que la persona que cuida a un familiar con discapacidad ocupa un promedio de diez horas diarias en esa función, y queda sin posibilidades de colaborar con el ingreso familiar. En Argentina el 7,1% de la población tiene alguna discapacidad

En números absolutos se trata de 2.176.123 personas. La distribución por sexo de las personas con discapacidad muestra un leve predominio de mujeres: el 53,6% son mujeres y el 46,4% restante, varones. Debe recordarse que en el total de la población, las mujeres son el 52,0% y los varones, el 48%. Por eso, la prevalencia entre las mujeres es algo mayor que entre los varones (7,3 y 6,8 respectivamente). La distribución por edades muestra que el 11,7% de las personas con alguna discapacidad son menores de 15 años, el 48,5% tiene entre 15 y 64 años y el 39,8% restante (866.258 personas) tienen 65 años o más. En el total de la población, las personas en edad avanzada (65 años y más) son el 9,9%. Esto significa que la prevalencia de la discapacidad en las personas mayores sea del 28,3%, frente a una prevalencia del 5,5% en las edades entre 15 y 64 años y del 3,0% entre los menores de 15 años. Respecto de la relación de parentesco con el jefe de hogar de las personas con discapacidad, en el 43,9% de los casos se trata de jefes/as de hogar, 23,6% de hijos y las/los cónyuges represenORG. hOSPITALARIA

tan el 16,7%. La ENDI indagó respecto de la cantidad de discapacidades por persona: el 73,9% de las personas con alguna discapacidad tiene una, el 20,2% dos y hay un 5,9% que tiene tres o más. Entre las personas con tres o más discapacidades (128.182), el 45,4% (58.208 personas) tiene 75 o más años de edad. Las discapacidades más frecuentes son: en primer lugar, las motoras (39,5%) con predominio de afectación de las piernas en un porcentaje del 61,6%. Le siguen las discapacidades visuales (22,0%), auditivas (18,0%) y mentales (15,1%). Dentro de cada tipo de discapacidad, se especificó en subtipos. Así resulta que dentro de las discapacidades motoras, el 61,6% corresponde a miembros inferiores, 30,0% a miembros inferiores y superiores y 8,4% a miembros superiores. Situaciones de este tipo de discapacidad son la falta o parálisis o atrofia de uno o dos pies o las piernas, uno o dos brazos o las manos, dificultad permanente para levantarse, acostarse, mantenerse de pie o sentado; dificultad permanente para agarrar objetos con una o dos manos; dificultad permanente para caminar o subir escaleras; necesidad o utilización en forma permanente de silla de ruedas, andador, muletas, bastones canadienses, férulas, prótesis, etc. Medir Discapacidad. Escalas y Clasificaciones OMS, discapacidad y clasificadores internacionales sobre el estado de salud Es importante destacar como estos distintos modelos (Médico y Social) han impactado en las clasificaciones que la OMS ha desarrollado como herramientas necesarias para interpretar los estados de salud de las poblaciones. Pertenecen a la familia de estas clasificaciones la CIE-10 * y la CIF**. La primera brinda un marco conceptual basado en la etiología y la segunda clasifica el funcionamiento y la discapacidad asociados con las condiciones de salud; por lo tanto, la CIE-10 (diagnostico de enfermedades) y la CIF (funcionamiento) son complementarias ***. * Clasificación Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud Relacionados, Décima Revisión, Vols. 1-3. Ginebra. Organización Mundial de la Salud, 1992-1994. ** Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud. Este texto constituye una revisión de la Clasificación Internacional de Deficiencias, Discapacidades y Minusvalías (CIDDM), que fue publicada inicialmente por la OMS con carácter experimental en 1980. Para la realización de esta versión se han llevado a cabo estudios de campo sistemáticos y consultas internacionales a lo largo de los cinco últimos años. El 22 de Mayo de 2001 se aprobó para poder ser empleada a nivel internacional. (Resolución WHA54.21)

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La XXIX Asamblea Mundial de la Salud, (1976) adoptó la Resolución 29.35 mediante la cual se acordó la publicación con propósito experimental de la “International Classification of Impairments, Disabilities, and Handicaps (ICIDH)”. Conceptualmente, su empleo transformó la manera de considerar las personas con discapacidades. En el modelo de las consecuencias de las enfermedades la secuencia de conceptos es deficiencias, discapacidades y minusvalías. El Clasificador internacional de Deficiencias, Discapacidades y Minusvalías (CIDDM) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha definido que

Deficiencia es toda carencia, pérdida o anormalidad de una estructura o función psicológica, mental, fisiológica o anatómica.

Discapacidad es toda restricción o ausencia, debida a una deficiencia de la capacidad de realizar una actividad en forma y dentro del margen que se considera normal para un ser humano en su contexto social. Refleja las consecuencias de las deficiencias en el rendimiento fundamental de la actividad cotidiana de la persona: en la ejecución de tareas, actitudes y conductas. Puede ser transitoria o definitiva, reversible o irreversible, progresiva o regresiva. En cualquier momento de su vida, a cualquier miembro de la familia, por cualquier causa.

Minusvalía es una situación desventajosa para una persona determinada, consecuencia de una deficiencia o de una discapacidad para el desempeño de un rol que es normal en su caso en función de la edad, sexo, factores sociales, culturales y ocupacionales. Es por lo tanto, la pérdida o limitación de las oportunidades para participar de la vida en comunidad con los demás. La minusvalía se manifiesta en la orientación, la independencia física, la movilidad, la ocupación, la integración social, la autosuficien*** Es importante conocer el solapamiento existente entre la CIE-10 y la CIF. Ambas clasificaciones comienzan por los sistemas corporales. Las deficiencias hacen referencia a las estructuras y funciones corporales, que habitualmente forman parte del “proceso de la enfermedad” y por lo tanto también se utilizan en el sistema de la CIE-10. Sin embargo, el sistema CIE-10 utiliza las deficiencias (tales como signos y síntomas) como partes de un conjunto que configura una “enfermedad”, o en ocasiones como razones para contactar con los servicios de salud; mientras que el sistema CIF utiliza las deficiencias como problemas de las funciones corporales asociados con las condiciones de salud.

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cia económica y otros factores. Son consiguientemente, desventajas para la participación social. La distinción de los tres niveles enunciados responden a la CIDDM de la OMS y se basa sólo en el análisis de las consecuencias de la enfermedad, del accidente, de la causa hereditaria, genética y /o biológica. La insatisfacción acerca de esta clasificación y el mejor conocimiento de los componentes de la discapacidad y su interconexión, ha conducido a una nueva clasificación de la discapacidad mas comprensiva que se expresa en la "Clasificación Internacional del Funcionamiento de la Discapacidad y la Salud”. La CIF pertenece a la “familia” de clasificaciones internacionales desarrolladas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que pueden ser aplicadas a varios aspectos de salud. Esta familia proporciona el marco conceptual para clasificar un amplio rango de información relacionada con la salud y emplea un lenguaje estandarizado y unificado, que posibilita la comunicación sobre la salud y la atención entre diferentes disciplinas y ciencias en todo el mundo.

En su última versión (CIF, 2001- OMS), se utiliza el término discapacidad como el nombre genérico que engloba todos los componentes: deficiencias, a nivel corporal; limitaciones en la actividad, a nivel individual; y restricciones en la participación, a nivel social. Se trata de tres dimensiones diferentes asociadas a un problema de salud que interactúan entre sí con los factores contextuales (factores ambientales y personales). Básicamente, la OMS diferencia entre el daño que acaece a una persona en determinadas circunstancias, entendido como deficiencia; el impacto que esa deficiencia tiene en su propia atención personal, entendido como discapacidad; y el impacto que puede tener en su contexto específico, geográfico y social entendido como minusvalía, que sería el concepto de desventaja desde el punto de vista social. Lo novedoso de esta nueva clasificación es que cuestiona la manera tradicional de entender la salud y la discapacidad. Mientras que los indicadores tradicionales de la salud están basados en las tasas de mortalidad (defunción) de las poblaciones, la CIF desplaza el

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interés hacia la “vida”, considerando cómo vive la gente sus problemas de salud y cómo se pueden intentar corregir éstos para que consigan llevar una vida productiva y satisfactoria. En resumen, con la CIF ya no se habla de deficiencia, discapacidad o minusvalía, en este caso para evitar las connotaciones negativas, en lugar de referirse a las “deficiencias” se habla se “funcionamiento”, la palabra “discapacidad” ha sido reemplazada por el término “actividad”, y las circunstancias negativas del termino “minusvalía”, ha sido reemplazado por el de “participación”, y las circunstancias negativas en esta dimensión se describen como “restricciones de la participación”. Sin embargo lo más importante de la CIF, es que las restricciones a la participación ya no se entienden, desde una perspectiva de salud, como algo que afecta a un individuo, aislado, como consecuencia de un daño, lesión o enfermedad, sino como una relación entre las personas y su medio circundante. Esto importa un cambio radical en la visión de las cosas, desplazando la causa de la minusvalía del individuo a su entorno. Es decir, la CIF tiene en cuenta los aspectos sociales de la discapacidad y brinda un mecanismo para documentar la repercusión del entorno social y físico en el funcionamiento del sujeto. Se han emprendido estudios científicos rigurosos para asegurar que la CIF pueda aplicarse a distintas culturas y grupos de edad y a los dos sexos, a fin de poder reunir así datos fiables y comparables sobre los resultados sanitarios en individuos y poblaciones. La OMS está llevando a cabo encuestas sanitarias en todo el mundo para reunir datos basados en la CIF. (30) La CIF está basada en la integración de aquellos dos modelos opuestos (modelo médico y el modelo social). Por lo tanto, intenta conseguir una síntesis y, así, proporcionar una visión coherente de las diferentes dimensiones de la salud desde una perspectiva biológica, individual y social. La CIF tiene dos componentes, la parte 1: Funcionamiento y Discapacidad y la parte 2: Factores Contextuales. La parte 1 se subdivide en: a) Funciones y Estructuras Corporales y b) Actividades y Participación. A su vez la parte 2 se subdivide en: a) Factores Ambientales y b) Factores Personales. Cada componente puede ser expresado tanto en términos positivos como negativos. Cada componente contiene varios dominios y en cada dominio hay categorías que son las unidades de clasificación. La salud y los estados «relacionados con la ORG. hOSPITALARIA

salud» de una persona pueden registrarse seleccionando el código o códigos de la categoría apropiada y añadiendo los calificadores que son códigos numéricos que determinan la extensión o magnitud del funcionamiento o la discapacidad en esa categoría, o la extensión por la que un factor contextual es un elemento facilitador o inhibidor. Las funciones y estructuras corporales se clasifican en dos secciones diferentes. Las funciones corporales son las funciones fisiológicas de los sistemas corporales, que incluye las funciones psicológicas. Las estructuras corporales son las partes anatómicas del cuerpo: órganos, extremidades y componentes. Las deficiencias constituyen problemas en las funciones o estructuras corporales (por ejemplo: una pérdida). Se define actividad la realización de una tarea o acción por una persona; participación, el acto de implicarse en una situación vital. Las limitaciones en la actividad son las dificultades que una persona puede tener en el desempeño o en la realización de las actividades; las restricciones en la participación son los problemas que una persona puede experimentar al implicarse en situaciones vitales. Los factores contextuales incluyen los factores ambientales y los factores personales. Los factores ambientales constituyen el entorno inmediato y social. Los factores personales incluyen las características de la persona y estilos de vida. Desde la perspectiva de la CIF la discapacidad es una condición del ser humano, es una expresión de un determinado estado de salud, que lo afecta sin considerar edad, sexo, color de piel, estatus socioeconómico o procedencia. Nadie esta exento de encontrarse en un momento de su ciclo vital en condiciones de discapacidad, siendo, la discapacidad tan inherente al ser humano como la capacidad misma. Desde su publicación como una versión de prueba en 1980, la CIF ha sido empleada como herramienta estadística, de investigación, clínica, de política social y educativa. Como es una clasificación de salud y de aspectos “relacionados con la salud” su aplicación se extiende a otros sectores tales como compañías de seguros, la seguridad social , el sistema laboral, educacional, la economía, el desarrollo legislativo y las modificaciones ambientales. Numerosos trabajos recientemente publicados dan cuenta del valor de la CIF al brindar un lenguaje unificado y estandarizado, y un marco conceptual para la descripción de la salud y los estados relacionados con ella. Otros estudios nos informan sobre sus usos en las distintas especialidades médicas como por ejem-

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plo: en rehabilitación y medicina social, en neurología, en pediátrica, en los trastornos cognitivos y salud mental del lenguaje, (en afecciones crónicas y muscoloesqueléticas , en oncología, en medicina del deporte y en terapia ocupacional entre otros. Bibliografía -EDF Policy Development Cooperation and Disability. European Disability Forum (traducido y adaptado por Escola de Gente Comunicação em Inclusão). El Manual sobre Desarrollo Inclusivo para los Medios y Profesionales de la Comunicación fue elaborado por la Escola de Gente - Comunicação em Inclusão para el Banco Mundial -INDEC - ENDI I. 5.257 ISSN 0327– 7968 INFORMACIÓN DE PRENSA. Buenos Aires, 22 de octubre de 2004. República Argentina. Ministerio de Economía y Producción Secretaría de Política Económica. La ENDI - complementaria del Censo 2001constituye la primera experiencia de este tipo en el país y en América Latina y tiene como objetivo cuantificar y caracterizar a las personas con discapacidad en lo referente al desenvolvimiento de la vida cotidiana dentro de su entorno físico y social. -Ruiz Jiménez N. Abordaje del Accidente Cerebrovascular .Inf Terap del Sistema Nacional de Salud 2002 26: 4 -Rodríguez Mutuberria L. (2005) La espasticidad como secuela neurologica Rev Mex Neuroci. 6(1) -OMS . Nuevas Directrices Para Medir La Salud. Comunicado de prensa OMS/48. 15 noviembre 2001 -Heerkens Y, Engels J, Kuiper C, Van der Gulden J, Oostendorp R. The use of the ICF to describe work related factors influencing the health of employees.Dutch Institute of Allied Health Care, HAN University, The Netherlands. 2004. -Kearney PM, Pryor J.The International Classification of Functioning, Disability and Health (ICF) and nursing. School of Nursing, Family and Community Health, University of Western Sydney, Sydney, New South Wales, Australia. 2004. -Stucki G, Ewert T, Cieza A.Value and application of the ICF in rehabilitation medicine. Department of Physical Medicine and Rehabilitation, University of Munich, 81377 Munich, Germany. 2003 -Cieza A, Stucki G . New approaches to understanding the impact of musculoskeletal conditions. ICF Research Branch of the WHO CC FIC (DIMDI), IMBK-Department of Physical Medicine and Rehabilitation, Ludwig-Maximilians-University, Munich, Germany. 2004. -Berman, R. , Equipo de Discapacidad y Desarrollo Inclusivo, Región de Latinoamérica y El Caribe, Banco Mundial. Desarrollo Inclusivo: Un aporte universal desde la discapacidad. -Burry, Tracy. Cuidado médico primario y La Rehabilitación Basada en la Comunidad: Implicaciones para la terapia física de acuerdo con un examen de WCPT's. WCPT. Octubre de 2003. -Hexel P., Wintersberger, H. “Inequalities in Health: Strategies”, Social Science and Medicine, 22 (2): 151-160, 1986 -EDF European Disability Forum Issues, Com-prehensive Report on Development Cooperation” accesible en www.disabilityworld.org), 2003 - http://www.inec.gob.ni/endis/contenido.htm

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