ON OCTOBER 12,1917,V LADIMIR LENIN, still in hiding in

children even had been warned by neighbors not to go to the Cova in case the promised miracle did not occur. It was a dangerous environment for the three little ...
175KB Größe 0 Downloads 6 vistas
P REPARING FOR THE C ONSECRATION OF THE A RCHDIOCESE OF S AN F RANCISCO TO THE I MMACULATE H EART OF M ARY Part 25

ON OCTOBER 12, 1917, VLADIMIR LENIN, still in hiding in Finland, published his famous article, “The Crisis is Ripe,” in which he argued that the time had come for the Communist Revolution in Russia for the Communist Revolution, which would then spread throughout the whole of Europe, decimated as she was by war. “We are on the threshold,” Lenin wrote, with a mad confidence, “of a world proletarian revolution.” The evil revolutionary genius Lenin, with his knowledge of the destruction of civilization brought about by the Great War, understood how vulnerable the Christian West had become to a total re-ordering along atheistic and materialist lines. The following day, Our Lady appeared for the final time to the three children in Fatima. The night of October 12 and the morning of October 13 saw a downpour of rain in Portugal and across Europe. The same rain that covered the trenches at Passchendaele covered the 70,000-plus pilgrims who came that morning to the Cova – on foot, in carts, and even in automobiles – to wait in the thick mud. So many young men had died in the muddy trenches of Europe during the almost three years of war, some of them losing their lives not by the bullets of a machine gun but by the suffocation of drowning in the filthy mire. The pilgrims of the Cova on October 13 were a kind of heavenly counterbalance to the hell of the trenches. One wonders how many souls of the fallen soldiers were delivered from Purgatory on October 13 through the sufferings of the pilgrims, no doubt offered in reparation in their pious hearts. However, not all hearts present at the Cova that day were pious. Among the large crowd were many of the skeptics, who continued to ridicule the children and question their truthfulness. When noontime arrived, and Our Lady did not come, the skeptics, including a priest, ridiculed the children about the lack of punctuality of Our Lady. “Away with all this!” the priest exclaimed. “It is an illusion.” The parents of the

children even had been warned by neighbors not to go to the Cova in case the promised miracle did not occur. It was a dangerous environment for the three little shepherd children of Fatima. They were not afraid. Neither was Manuel Marto, the father of Francisco and Jacinta. It is very important to understand that many persons present at the Cova that day did not have faith or piety and were not expecting or hoping for a miracle. Indeed, they would have preferred nothing more than to prove that the apparitions of Fatima were a hoax. These wicked men and women prove that the events of October 13, 1917, cannot be understood in facile psychological categories of mass hysteria or hallucination. They would become, by their skepticism, the most important witnesses to the miracle that Our Lady had promised to work to prove the truthfulness of her apparitions. †

EL 12 DE OCTUBRE DE 1917, VLADIMIR LENIN, todavía escondido en Finlandia, publicó su famoso artículo, "La Crisis esta madura", en el que sostenía que había llegado la hora de la Revolución Comunista en Rusia para la Revolución Comunista, que entonces seria difundida por toda Europa, diezmada como ella era para la guerra. "Estamos en el umbral", escribió Lenin, con una loca confianza, "de una revolución proletaria mundial". El malvado genio revolucionario Lenin, con su conocimiento de la destrucción de la civilización provocada por la Gran Guerra, comprendió cuán vulnerable era el Cristiano del Occidente que se había convertido en un reordenamiento total a lo largo de líneas ateas y materialistas. Al día siguiente, Nuestra Señora apareció por última vez a los tres niños de Fátima. La noche del 12 de Octubre y la mañana del 13 de Octubre vieron una lluvia torrencial en Portugal y en toda Europa. La misma lluvia que cubría las trincheras de Passchendaele cubrió a los más de 70,000 peregrinos que llegaron esa mañana a la Cova, a pie, en carretas y hasta en automóviles, para esperar en el espeso barro. Muchos jóvenes habían muerto en las trincheras fangosas de Europa durante los tres años de guerra, algunos de los cuales perdieron la vida no por las balas de una ametralladora, sino por la asfixia de ahogarse en la mugre. Los peregrinos de la Cova el día 13 de Octubre eran una especie de contrapeso celestial por el infierno de las trincheras. Uno se pregunta cuántas almas de los soldados caídos fueron liberados del Purgatorio el 13 de Octubre a través de los sufrimientos de los peregrinos, sin duda ofrecidos en reparación en sus piadosos corazones. Sin embargo, no todos los corazones presentes en la Cova ese día eran piadosos. Entre la gran multitud había muchos escépticos, que seguían ridiculizando a los niños y cuestionando su veracidad. Cuando llegó el mediodía, y Nuestra Señora no vino, los escépticos, incluido un sacerdote, ridiculizaron a los niños sobre la falta de puntualidad de Nuestra Señora. - ¡Aparte de todo esto! -exclamó el sacerdote. "Esto es una ilusión". Incluso los padres de los niños habían sido advertidos por los vecinos de no ir a la Cova en caso de que el milagro prometido no ocurriera. Era un ambiente peligroso para los tres pequeños pastores de Fátima. Ellos no tenían miedo. Tampoco Manuel Marto, padre de Francisco y Jacinta. Es muy importante comprender que muchas personas presentes en la Cova ese día no tenían fe o piedad y no esperaban ni estaban esperanzados de un milagro. De hecho, ellos hubieran preferido más que nada probar que las apariciones de Fátima eran un engaño. Estos hombres y mujeres malignos demuestran que los acontecimientos del 13 de Octubre de 1917 que no pueden entenderse en categorías psicológicas fáciles de masas en histéricas o de alucinación. Ellos serían, por su escepticismo, los testigos más importantes del milagro que Nuestra Señora había prometido hacer para probar la veracidad de sus apariciones. †