OBRAS COMPLETAS, I
CARLOS ARNICHES Casa editorial. La verdad desnuda. Las manías. Ortografía . Elfuego de San Telmo. Panorama nacional,. Sociedad secreta. Las guardillas. Calderón. Nuestra, señora. La leyenda del monje. ¡Victoria! Candidato independiente. Los secuestradores . Los aparecidos. Las campanadas . Los mostenses. Vía libre. Los descamisados . El brazo derecho. El reclamo. Los puritanos. El pie izquierdo. Las amapolas.
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OBRAS COMPLETAS, 1
OBRAS COMPLETAS DE
CARLOS ARNZCHES Edición y pró
Vol. I
(Teatro 1888-1894)
Casa editorial. La verdad desnuda.
. Ortografía. El fuego de San Telrno, Panorama nacional. Sociedad secreta . Las guardillas . Calderón . Nuestra señora. La leyenda del monje. ¡Victoria! te. Los secuestradores. Los aparecidos . Las campanadas . Los mostenses, Vía libre. Los descamisados. El brazo derecho, El reclamo. os . El pie izquierdo. Las amapolas .
Vol . II
(Teatro 1895-1900)
Tabardillo. El cabo primero . El otro
mundo. E1 príncipe heredero. El coche correo . Las malas lenguas. El jefe del movimiento. Las peluconas.
Los bandidos . La banda de trompetas, Los conejos . El plan de ataque. El Arco Iris . Los camarones. La amarilla . El santo de la Isidra . La fiesta de san Antón .
Instantáneas . El último chulo . La Cara de Dios . El escalo . María de los Ángeles. Sandías y melones.
Vol. 111 Teatro Vol. N Teatro Vol. V Teatro Vol . VI Teatro Vol . VII Teatro Vol . VIII Teatro Vol. IX Teatro Vol. X Teatro Vol. XI Teatro Vol . XII Teatro
1901-1905 1906-1910 1911-1914 1915-1919 1920-1923 1924-1925 1926-1929 1930-1933 1934-1938 1939-1943 . Miscelánea .
CARLOS ARNICHES
UB1Ab UUN1FLE 1Ab, 1 Casa editorial. La verdad desnuda. Las manías. Ortografía. Elfuego de San Telmo. Panorama nacional. Sociedad secreta. Las guardillas . Calderón. Nuestra señora. La leyenda del monje. ¡Victoria! Candidato independiente. Los secuestradores . Los aparecidos. Las campanadas . Los mostenses. Vía libre. Los descamisados. El brazo derecho. El reclamo. Los puritanos. El pie izquierdo. Las amapolas.
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JOSE ANTONIO DE CASTRO
Presidente
JUAN MANUEL URGOITI
TOMÁS MARÍA TORRES CÁMARA
Secretario
SANTIAGO RODRIGUEZ BALLESTER
Editor
MANUEL ARROYO STEPHENS
Director literario
DOMINGO YNDURÁIN
D 1995 HEREDEROS DE CARLOS ARNICHES C FUNDACIÓN JOSÉ ANTONIO DE CASTRO C0 TURNER LIBROS, S. A . GÉNOVA, 3-28004-MADRID ISBN: 847506-435-3 DEPÓSITO LEGAL: M-15049-1995
ÍNDICE GENERAL INTRODUCCIÓN............................................................ IX CASA EDITORIAL......................................................... 1 LA VERDAD DESNUDA............................................... 39 LAS M ANÍAS ................................................................. 87 ORTOGRAFÍA................................................................ 121 EL FUEGO DE SAN TELM O ........................................ 169 PANORAM A NACIONAL............................................. 205 SOCIEDAD SECRETA................................................... 251 LAS GUARDILLAS........................................................ 283 CALDERÓN.................................................................... 319 NUESTRA SEÑORA ...................................................... 359 LA LEYENDA DEL MONJE......................................... 399 ¡VICTORIA!.................................................................... 441 CANDIDATO INDEPENDIENTE................................. 475 LOS SECUESTRADORES ............................................. 513 LOS APARECIDOS........................................................ 559 LAS CAM PANADAS..................................................... 603 LOS M OSTENSES.......................................................... 653 VÍA LIBRE ...................................................................... 773 LOS DESCAM ISADOS.................................................. 819 EL BRAZO DERECHO .................................................. 861 EL RECLAM O ................................................................ 899 LOS PURITANOS........................................................... 957 EL PIE IZQUIERDO....................................................... 1001 LAS AM APOLAS........................................................... 1033
INTRODUCCIÓN La historia del teatro español tiene en Carlos Arniches (1866-1943) uno de sus puntos de referencia inevitables . Con su visión dramática de la realidad cotidiana y su estilo personalísimo, Arniches llevó a los escenarios la vida española de más de medio siglo, protagonizando una interesante trayectoria personal desde la festiva simplicidad del teatro por horas hasta la compleja y profundamente humana ambivalencia de lo grotesco . Sin embargo, su obra ha permanecido en esa indefinible zona de luces y sombras donde se sitúa al llamado teatro menor: un teatro de éxito, popular y admirado que, paradójicamente, lleva en sí mismo el confinamiento al rango secundario que se suele otorgar a lo popular frente a lo culto, a lo cómico frente a lo trágico, a lo breve frente a lo extenso. Evidentemente, la obra de Arniches contiene mucho más que teatro breve y justo es decir que ha suscitado críticas de diferente signo desde sus contemporáneos hasta el momento actual . Durante largo tiempo, y salvo excepciones, la valoración de su obra parece haberse sustentado en tres pilares básicos: su madrileñismo, su comicidad (de naturaleza esencialmente verbal) y los planteamientos escénicos tradicionales . Una imagen cierta, pero también mutiladora, que procede a partes iguales del desconocimiento y de la crítica reduccionista. Porque, en efecto, gran parte de sus obras son madrileñas y madrileñistas, pero no hay que olvidar la gran diversidad de ambientes creados por el alicantino, ni la eficacia dramática de sus mundos provincianos, con tanta frecuencia dotados de carga crítica; la comicidad verbal, de innegable importancia, no excluye el drama ni la emoción, además del original e innovador tratamiento del lenguaje como resorte de la risa,
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más allá de los manidos procedimientos heredados; y la orientación realista de su teatro, tanto en lo temático como en lo escenográfico, no debe ocultar el nuevo lenguaje de la distorsión, lo grotesco y la estilización de la realidad en que consiste buena parte de su obra . Su amplísima producción, fruto de cincuenta y cinco años de incansable actividad y continuada presencia en los escenarios (sus estrenos se extienden desde 1888 hasta 1943), contiene grandes aciertos, obras fallidas, éxitos y fracasos: las desigualdades inherentes a toda obra extensa. Pero de ella, sólo unos pocos títulos, una y otra vez reeditados, han merecido la atención de editores y críticos. La casi absoluta inexistencia de obras publicadas, ha hecho imposible conocer la verdadera imagen de este alicantino, ocultado y/o deformado durante lustros por razones que van desde lo ideológico a lo literario. Fue a partir de su centenario, en 1966, cuando vieron la luz los primeros estudios rigurosos sobre este autor, sin que la eclosión crítica tuviera correspondencia con la edición de obras. Su obra completa nunca ha sido editada: contamos tan sólo con la selección realizada en 1948 por E. M. del Portillo, que incluía las obras escritas por Arniches en solitario, pero excluía todas aquellas en que hubiese colaboración, a pesar de que éstas constituyen más del sesenta por ciento de su producción . Carlos Arniches nace en Alicante el 11 de octubre de 1866 y muere en Madrid el 16 de abril de 1943 . Testigo y protagonista, pues, de un amplio y complejo período de la historia de España, su vida transcurre entre la agitada época de la Gloriosa y la Primera República de su infancia alicantina, hasta la posguerra franquista . Conoce la Restauración, la crisis del noventa y ocho y el pensamiento regeneracionista, la compleja y desigual época alfonsina, la dictadura primorriverista, la Segunda República y la guerra civil. Un tiempo histórico plenamente vivido, en relación con el cual hay que entender su obra dramática. Tras pasar su infancia en Alicante, donde su padre sufrió
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los vaivenes de la política con sucesivas cesantías y reincorporaciones a su trabajo en la Fábrica de Tabacos, se traslada con su familia a Barcelona, en busca de una mayor estabilidad económica. Allí permanece cinco años (1880-1885) trabajando como empleado de banca y comercio y noticiero de La Vanguardia . En 1885 se traslada a Madrid, con empleos de gacetillero en las redacciones de El Diario Universal, El Resumen y La Ilustración Artística Teatral. En 1887 publica su primera obra, no teatral, gracias al mecenazgo de la reina regente, María Cristina : Cartilla y cuaderno de lectura (Trazos de un reinado). Una cartilla de lectura para escolares sobre el reinado de Alfonso XII, que le permitió aliviar momentáneamente sus dificultades económicas hasta que, en 1888, estrena su primera pieza, Casa editorial. Según relata el propio Arniches, muchos años después, en Heraldo de Madrid (10-XI-1927), su iniciación en el teatro se debió casi a un azar: Le diré que yo soy autor dramático por casualidad . Nos reuníamos una peña de muchachos en un café, ya desaparecido, cuando una noche se nos presentó Gonzalo Cantó indignado y triste porque un empresario le había rechazado una piececita. «¿Y por eso te enfadas? -le dije-. ¿Tienes más que hacer otra, a ver si tiene más suerte que ésta?» «¿Por qué no la hacemos juntos?», me propuso. «Aceptado». Y al mes y medio leíamos en Eslava Casa editorial, revista en un acto con música de Taboada. Se aceptó la obra, se estrenó y el éxito fue con nosotros. A partir de este momento, su biografía consiste en una continua e ininterrumpida dedicación al teatro hasta el mismo año de su muerte . Desde 1885 establece definitivamente su residencia en Madrid . Su juventud transcurre en los ámbitos de la bohemia literaria y teatral de los noventa, escribiendo libretos para teatro con Cantó, Lucio, Sinesio Delgado, López Silva. .., a quienes se añadirán, más adelante, otros colaboradores . En 1894 se casa con Pilar Moltó, con la que tendrá cinco hijos. Su
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temprano triunfo en el teatro le permitió una vida acomodada, dedicada por completo a su trabajo, familia, amistades y relaciones, durante todo el primer tercio del siglo xx. En estos años, está presente en todos los ámbitos de la vida social y literaria de Madrid; aunque también es fácil encontrarle en los barrios bajos, observando la vida real que luego trasladaría a los escenarios . Al comenzar la guerra civil, marcha a Alicante. De allí, en el mes de diciembre, parte hacia Buenos Aires, reclamado por Aurora Redondo y Valeriano León quienes, como tantas otras compañías y gentes del teatro, se habían instalado en esa ciudad meses antes. Permanece en Argentina hasta 1940, realizando diversas giras teatrales por el interior del país y por Uruguay. En este tiempo, sigue escribiendo teatro, pero también participa en programas de radio, dicta conferencias, escribe guiones de cine ; actividades que le proporcionan notables éxitos y un suficiente bienestar económico, hasta su regreso a Madrid en los primeros días de 1940 . En abril de 1943, a los pocos meses de la muerte en Méjico de su hija Rosario, casada con José Bergamín, muere Carlos Arniches en Madrid, dejando tras sí una extensa obra y una vida de éxitos reiterados . UN AUTOR PARA UNA ÉPOCA
Los comienzos teatrales de Arniches se sitúan en el período de la regencia de María Cristina (1885-1902), época acusadamente liberal. En 1888, el gobierno de Sagasta acomete una serie de reformas legislativas, ya iniciadas durante su anterior mandato (1881-1884), tendentes a institucionalizar las libertades políticas y ciudadanas . La Ley de Policía de Imprenta, ya aprobada en 1883, permitió la libertad de expresión a la prensa, haciendo posible la brillante etapa que vive el periodismo español hasta la Segunda República. En 1887 se restablece la libertad de asociación, y, con ella, la libre sindicación . En el año de estreno de Casa editorial se crea el Tribunal de lo Contencioso Administrativo, se culmina la re-
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dacción del Código Civil y se está a las puertas del sufragio universal, instaurado en 1890 . Es también el año de la fundación de la Unión General de Trabajadores y del primer congreso del PSOE, presidido por Pablo Iglesias . Y, desde luego, el año de la Exposición Internacional de Barcelona, signo del progreso del país y de la aproximación y apertura a Europa, que proporciona a la consolidada monarquía española uno de sus más brillantes momentos. Este clima liberal favorece la expansión del género chico, en cuyo marco inicia Arniches su andadura teatral. Sólo en el liberalismo pudo encontrar el género chico el caldo de cultivo para su carga satírica y burlona, su continua puesta en solfa del poder y de los grandes y la posibilidad de expresarse sin trabas . (Nótese, por ejemplo, que los autores de la revista Casa editorial, la denominan «sátira literario musical») . La década de los noventa traerá, sin embargo, un debilitamiento del sistema canovista y una progresiva crisis política y social, en la que se inscriben, entre otros hechos, los importantes movimientos campesinos anarquistas de Andalucía, el auge del movimiento obrero y las guerras coloniales con Cuba, Filipinas y Estados Unidos, que tendrán su fecha emblemática en 1898 : año en el que estrena Árniches El santo de la Isidra, igualmente emblemática en su trayectoria teatral, que alcanza ya las cuarenta piezas . En sus comienzos como autor, vive la consolidación y la crisis de la Restauración, y adopta el cauce del género chico para expresar su peculiar manera de vivir ese momento histórico . EL GÉNERO CHICO Y EL PRIMER ARNICHES
Visto desde la historia literaria y teatral, el género chico es la expresión decimonónica del teatro cómico breve cuyo itinerario arranca en el siglo xvi. Contraimagen realista del drama heroico, el género chico contiene los elementos esenciales que dan coherencia y razón a todo un grupo de formas diversas, llámense loas, jácaras, bailes, pasos, entremeses, mojigangas, sainetes, revistas, tonadillas o parodias . Cuando en
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1867 Vallés, Riquelme y Luján ponen en marcha su iniciativa del teatro por horas, ofreciendo piezas breves y cómicas frente a la alta comedia, el antiguo drama español o la zarzuela grande de corte neorromántico, no están haciendo sino recuperar una línea dramática de vieja raigambre y tradición que, en este momento, dará lugar a un interesante fenómeno de sociología teatral . Lo que había comenzado por una modesta iniciativa, se afianza y extiende de tal forma que no sólo se instala en teatros ya existentes, antes dedicados al género «grande», sino que se construyen nuevos coliseos expresamente para albergar a estas piezas breves, de carácter cómico y popular, que hacían las delicias de un público sin distinción de clases ni condiciones. El género chico en los años ochenta representa, en términos generales, la burla festiva, la sátira y la parodia libre y gozosamente expresadas . En los noventa alcanza la cima de su esplendor: son los años en que se estrenan las mejores piezas del género, como La verbena de la Paloma (1894), La Revoltosa, Agua, azucarillos y aguardiente y La viejecita (las tres en 1897), Las bravías (1896), y entre ellas, algunas de Arniches : El santo de la Isidra (1898) o La Cara de Dios (1899) . Pero ahora la estampa local colorista y alegre que discurre por los escenarios se ha hecho ajena a la crisis de la conciencia nacional que aqueja al país ; ajena a las revueltas sociales, agitación política, guerras exteriores, penurias económicas y convulsiones ideológicas. La crisis de fin de siglo no parece afectar a estos tipos, eternamente bondadosos y alegres, que resuelven sus intrascendentes y casi siempre ficticios problemas entre música y risas, emociones y bailes . En estas coordenadas se inscribe el primer teatro arnichesco, que se inicia, precisamente, con revistas : sin duda, el género más fácil de construir, el más vistoso y atractivo, que, además, no plantea problemas de arquitectura dramática, puesto que no consiste más que en una sucesión de cuadros sin conflicto alguno . Casa editorial, La verdad desnuda, Ortografa y Panorama nacional son claros exponentes de esta forma de hacer, estrenadas todas en el breve espacio de apenas dos años . Mas pronto Arniches empieza a destacar de entre la nume-
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rosa pléyade de autores por su habilidad para la construcción teatral, el movimiento de personajes en escena y, de modo especial, su capacidad para lo cómico, como una y otra vez señalan los críticos . Con La leyenda del monje, estrenada en el Apolo en diciembre de 1890, obtiene su primer éxito clamoroso, que disfruta en unión de Cantó y del también alicantino Chapí, autor de la música. Los años siguientes suponen el progresivo afianzamiento de Arniches dentro de las reglas de un código teatral que asume en su totalidad. El género chico tenía su cauce trazado y Arniches se integra en él decididamente, con obras que responden fielmente a los mecanismos de ese pacto cultural tan certeramente descrito por Salaiin. El público encuentra en ellas lo esperado : tipos y ambientes, trama, música, chistes y efectos y un convencionalismo escénico que se extendía desde la composición del escenario hasta la forma de interpretar de los actores. Sólo que junto al placer del reconocimiento, que constituye la raíz del éxito de este teatro, también se busca lo inesperado, lo distinto : si todas las piezas se articulan sobre los mismos elementos, cada una de ellas debe sorprender con algo nuevo y cada autor debe también aportar su toque personal . Por ello, la habilidad de Arniches para lo cómico le convierte en el más popular, el más esperado y celebrado. El santo de la Isidra, estrenada en 1898, marca un giro en su trayectoria . Acorde con la moda madrileñista que ya había alcanzado notables éxitos con La verbena de la Paloma, Las mujeres, La Revoltosa, Las bravías, o Agua, azucarillos y aguardiente, abandona los enredos, revistas y zarzuelas aldeanas y se adentra en el mundo de la clase baja madrileña, donde se encuentran algunas de sus mejores creaciones . Como gran observador de la realidad, del comportamiento, carácter y lenguaje de estas gentes, consigue crear unos ambientes de alta eficacia teatral y unos tipos que brillan por su ingenio castizo, su buen corazón, lealtad y honradez . El lenguaje es el gran instrumento que configura su identidad y su madrileñismo ; y la sabia mezcla de emoción y risa es la fórmula con la cual Árniches consigue la aceptación de un público que se le entrega por completo en La Cara de Dios (1899) .
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Vendrá, más adelante, la etapa de los frescos, de lo cómico disparatado y absurdo en unión de García Álvarez; la etapa del melodrama, de la opereta, del sainetón en tres actos con ribetes vodevilescos . Continuará su indagación teatral, una vez agotada la fórmula del género chico, por el camino de la deformación y la ambivalencia, hasta llegar a la tragicomedia y la tragedia grotesca, donde la perspectiva colectiva deja paso a la preocupación por los problemas del individuo, creando caracteres de una gran verdad dramática. Vendrán después las farsas y las comedias burguesas, para culminar con el retorno a géneros, por otra parte nunca olvidados, como la zarzuela, la revista y el sainete, que simultanea con farsas y tragedias grotescas. Un recorrido zigzagueante, donde coinciden al mismo tiempo líneas dramáticas de diferente signo, pero marcado por su sentido de lo teatral, su ingenio para lo cómico y la fuerza creadora de su lenguaje, capaz de estilizar y deformar la realidad a través de un elaborado trabajo de artesanía . Y esto es algo que ya empieza a forjarse en sus primeras piezas : porque es dentro de los fuertemente codificados moldes del género chico donde aprende a construir ficciones dramáticas, a mover a sus personajes y a conmover a su público . Como señala Seco, de esta etapa primeriza proceden algunos de los resortes básicos de lo arnichesco : la comicidad y el lenguaje popular. Y también el sentido de lo escénico y la constante dialéctica apariencia-realidad, que será uno de los grandes ejes vertebradores de toda una producción dramática basada en el contraste (ya lo decía Marqueríe en 1943) y la distorsión. Las piezas estrenadas entre 1888 y 1894, comprendidas en este volumen, son, por consiguiente, piezas en un acto (razón de ser del género chico) que, bajo una notable variedad de denominaciones genéricas juguetes cómicos, revistas, sainetes líricos, pasillos cómico-líricos, zarzuelas cómicas o sátiras-, reproducen esquemas organizativos similares y se ajustan a unas mismas convenciones escénicas. Vienen a ser el resultado de una combinatoria sobre elementos constantes, tanto de estructura dramática como de tipos y personajes, a los que se añaden otros, inherentes al género chico,
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como la música, la comicidad y una puesta en escena bajo los supuestos del más veraz realismo . En algunas de estas obras -las revistas, por ejemplo- el conflicto dramático no existe ; en otras, como los enredos, no es más que un simple pretexto para montar un equívoco y toda una sucesión de situaciones cómicas. De los personajes que desarrollan este tipo de tramas sólo se suministra una mínima información, un único dato identificador (su condición de cesante, su carácter agresivo, su capacidad seductora), suficiente para desarrollar con eficacia su función en la pieza. Son figuras unidimensionales y esquemáticas que actúan en situaciones puntuales. Situaciones y personajes son importantes resortes para la risa; pero el gran instrumento de Arniches es el lenguaje . Si bien en un principio la comicidad arnichesca comienza por recursos heredados, es decir, juegos lingüísticos en un nivel de elementalidad que no supera los dobles sentidos, el juego fónico o el chiste más primario, su constante indagación sobre el lenguaje le llevará a lo que, ya hace tiempo, denominó Senabre «dislocaciones expresivas» . Las deformaciones de cultismos y frases hechas y la incorrección en el empleo de préstamos son, junto con las comparaciones, los primeros pasos de un camino que irá enriqueciéndose más y más en etapas posteriores, con perífrasis, deformaciones, derivaciones insólitas y toda una gama de recursos de gran eficacia cómica . No quedaría completo el rápido dibujo de estas obritas si no se hiciera mención de la música. Música y cantables forman parte natural de unas piezas donde cada idea, sentimiento o peripecia se anuncia, se explica y justifica con reiteración por diversos procedimientos ; entre ellos, los monólogos y apartes, la técnica de la múltiple perspectiva y, desde luego, los textos cantados y la capacidad de lo estrictamente musical (melodía, orquestación, ritmo) para subrayar los sentimientos de los personajes y el tono de la obra, ya sea éste cómico, melodramático, localista o histórico-patriótico . El propio ritmo dramático está condicionado por la inclusión de cantables, y los grandes segmentos de las piezas se articulan entre sí mediante la música .
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Como parte de su aprendizaje teatral, también en este primer período Arniches aprende a comunicarse con su público . Mucho se ha escrito sobre la relación de dependencia del autor alicantino con el público; es indiscutiblemente cierta, pero también hay que considerar la habilidad con que llegó a manejarlo, a controlar sus sentimientos y reacciones mediante el uso de los resortes adecuados. Se trata, creo, de una dependencia mutua en la que no se puede negar, claro es, la gran influencia que la recepción tiene en la propia elaboración de las piezas . De un lado, porque el género chico consiste, ya se ha dicho, en un gran pacto donde se da al espectador lo que espera ver; de otro, porque el propio Arniches asumió durante toda su vida el compromiso con el público de una manera plenamente consciente, en una concepción personal del teatro y su función. Y construyó sus obras con eficacia y acierto, aceptando, y de forma especial en estos primeros años, todo un sistema de producción teatral que marcaba con claridad el camino a seguir. Unas normas sencillas y eficaces, quizá limitadoras, donde Arniches se mueve con creciente seguridad gracias a su dominio de la carpintería teatral y a la fuerza creadora de su lenguaje . MARÍA VICTORIA SOTOMAYOR
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LA PRESENTE EDICIÓN
Se incluyen en estas obras completas la totalidad de las escritas por Arniches, ya sea como autor único o en colaboración, de entre las que algunas, desconocidas hasta el momento, proceden de manuscritos inéditos . Su distribución en los sucesivos volúmenes responde a un criterio cronológico, de acuerdo con la fecha de estreno o de escritura, en el caso de las no estrenadas . Este primer volumen contiene las comprendidas entre 1888 y 1894 . Se ha tenido en cuenta en todo momento la problemática de la escritura en colaboración, que no sólo era una forma habitual de hacer teatro en este período, sino que explica algunas de las peculiaridades del género chico y el teatro posterior. Prescindir de estas piezas, por más interrogantes que puedan plantear sobre la aportación específica de cada autor, significaría una importante mutilación de la obra dramática arnichesca . Carlos Arniches se hace a sí mismo como hombre de teatro escribiendo en colaboración, y así realiza su aprendizaje : en un sistema de intercambio y aportaciones mutuas que, quiérase o no, van dejando su poso en la personalidad dramática de quien lo practica . El Árniches coautor es parte esencial del Arniches creador de La señorita de Trevélez o Es mi hombre y debe ser igualmente conocido . Los textos aquí recogidos siguen con toda fidelidad la primera edición publicada de cada una de ellas, por las Galerías Dramáticas de Florencio Fiscowich, Luis Aruej y Eduardo Hidalgo: en muchos casos, la única edición existente. Contienen el texto revisado por el autor o autores después del estreno y primeras representaciones, lo que es importante teniendo en cuenta que este sistema de producción teatral, marcado por una profunda dependencia entre autor y público, determinaba con frecuencia modificaciones en los libretos según las sugerencias de crítica y público . Un texto demasiado largo, un chiste de mal gusto o una escena innecesaria o, al contrario, poco desarrollada, podían ser suprimidas o modificadas . Así, el texto puesto a prueba en su estreno, se publicaba finalmente, salvo excepciones, con los
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agradecimientos de los autores, las dedicatorias y cualquier otra incidencia que hubiese tenido lugar. Pueden comprobarse algunos de estos extremos en la nota inicial de Sociedad secreta, o las notas finales de Nuestra señora y Las campanadas . Las primeras ediciones son, pues, las que recogen el texto tal como el autor quiso dejarlo, aunque difiera del estrenado o del conocido por los manuscritos, en el caso de haberlos . Tal como consta en ellas, se incluye también el reparto, dado el importante papel de los actores en este sistema teatral y la relativa frecuencia con que se escribe una obra para un actor o actriz ; el conocimiento de los que pusieron en escena cada pieza es, pues, imprescindible para valorarlas adecuadamente, al tiempo que informa sobre la relación entre Arniches y los grandes actores cómicos de su tiempo . Estas primeras ediciones pueden considerarse, a su vez, como definitivas, ya que en las posteriores, cuando las hay, no se registra variación textual alguna . Tan sólo se documentan pequeñas modificaciones tipográficas que, en algunas ediciones populares, tenían la finalidad de reducir el número de páginas: supresión del reparto, datos iniciales y propiedad de la obra, o cantables a dos columnas . A cambio, se introducían ilustraciones sobre escenas y personajes . Como era habitual en este género, existen también versiones abreviadas de algunas obras, que no contienen más que un resumen del argumento y los cantables. Unas ediciones que tienen su razón de ser en el atractivo de la parte musical de las piezas, cuyos cantables interesaban al margen del libreto y llegaron a perdurar por sí mismos en numerosas ocasiones. El cincuentenario de la muerte de Arniches ha dado un nuevo impulso a la investigación sobre su obra. La publicación de estas Obras Completas y las interesantes aportaciones del congreso internacional celebrado en Alicante en abril de 1993, muestran el renovado interés suscitado por este dramaturgo que, recogiendo las palabras de Ríos Carratalá, «desde el género chico a la tragedia grotesca supo cultivar diversos géneros, con el denominador común de su aceptación mayoritaria por parte de un público que le encumbró y una crítica que reconoció su valía» . Un interés que debe llevar a analizar
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las causas del fenómeno teatral que protagonizó y a descubrir aspectos todavía inéditos de este inmenso mundo de ficción que fue capaz de construir. DATOS DE LAS PRIMERAS REPRESENTA CIONES
Casa editorial. Estrenada en el Teatro Eslava el día 9 de febrero de 1888 .
La verdad desnuda. Estrenada el día 7 de julio de 1888 en el Teatro Maravillas .
Las manías . Estrenada en el Teatro Eslava la noche del 15 de noviembre de 1888 .
Ortografía. Estrenada en el Teatro Eslava la noche del 31 de diciembre de 1888 .
El fuego de San Telmo. Estrenada en el Teatro de la Zarzuela la
noche del 26 de octubre de 1889 . Panorama nacional. Estrenada en el Teatro de la Alhambra el 8 de noviembre de 1889 . Sociedad secreta . Estrenada en el Teatro de la Alhambra la noche del 20 de diciembre de 1889 . Las guardillas . Estrenada en el Teatro de la Comedia la noche del 10 de enero de 1890 .
Calderón. Estrenada en el Teatro Eslava la noche del 10 de noviembre de 1890 .
Nuestra señora . Estrenada en el Teatro Lara la noche del 25 de
noviembre de 1890 . La leyenda del Monje. Estrenada en el Teatro de Apolo la noche del 6 de diciembre de 1890 . ¡Victoria! Estrenada en el Teatro del Tívoli el 19 de agosto de 1891 . Candidato independiente. Estrenada en el Teatro Lara la noche del 10 de noviembre de 1891 . Los secuestradores. Estrenada en el Teatro Eslava la noche del 3 de febrero de 1892 . Los aparecidos . Estrenada en el Teatro de Apolo la noche del 23 de febrero de 1892 . Las campanadas . Estrenada en el Teatro de Apolo el 13 de mayo de 1892 .
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Los mostenses. Estrenada en el Teatro de la Zarzuela la noche del 6 de diciembre de 1892 .
Vía libre. Estrenada en el Teatro de Apolo la noche del 25 de abril de 1893 .
Los descamisados . Estrenada en el Teatro de Apolo el 31 de octubre de 1893 . El brazo derecho. Estrenada en el Teatro Lara la noche del 11 de noviembre de 1893 . El reclamo . Estrenada en el Teatro de Apolo la noche del 25 de noviembre de 1893 . Los puritanos. Estrenada en el Teatro Eslava la noche del 31 de marzo de 1894 . El pie izquierdo . Estrenada en el Teatro Lara lá noche del 12 de abril de 1894 . Las amapolas . Estrenada en el Teatro de Apolo la noche del 21 de junio de 1894 . M. V. S.
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BIBLIOGRAFÍA FUNDAMENTAL. AA .VV., Estudios sobre Carlos Arniches, ed . Ríos Carratalá, J. A., Instituto Gil-Albert, Alicante, 1994 . LENTZEN, M., Carlos Arniches. Von «género chico» zur «tragedia grotesca», Droz-Minard, Ginebra-París, 1966 . MARQUERíE, A., «Sobre la vida y la obra de D. Carlos Arniches», Cuadernos de Literatura Contemporánea, n.`--' 9-10, CSIC, Madrid, 1943, pp . 249-255 . MCKAY, D. R., Carlos Arniches, Twayne Publishers, Inc, Nueva York, 1972 . MONLEÓN, J., «Arniches: la crisis de la Restauración», en Car-
los Arniches. La señorita de Trevélez. La heroica villa. Los milagros deljornal, Taurus, Madrid, 1967, pp . 31-51 . RAMOS, V., Vida y teatro de Carlos Arniches, Alfaguara, Madrid,
1966 . Ríos CARRATALÁ, J. A., Arniches, CAPA, Alicante, 1990 . SECO, M., Arniches y el habla de Madrid, Alfaguara, Madrid, 1970 . SENABRE, R., «Creación y deformación en la lengua de Arniches» , Segismundo, n.°- 4, CSIC, Madrid, 1966, pp . 247-277 .
Este primer volumen de las Obras Completas de Carlos Arniches estuvo al cuidado de Mila Olano, Matilde París, Gabriela Bustelo y Marianne Ponsford . Fue compuesto en los talleres de Cromotex (Madrid) . Se ha utilizado papel fabricado especialmente por Tervakoski Oy (Helsinki) . La encuadernación se hizo en los talleres de Hermanos Ramos (Madrid) . Se acabó de imprimir en Julio Soto Impresor (Madrid) el 22 de agosto de 1995. Se han impreso 2.000 ejemplares, 500 destinados a fines fundacionales de la Fundación José Antonio de Castro y 1 .500 destinados a la venta, estos últimos numerados en arábigo . Ejemplar número
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