6
|
CAMPO
| Sábado 19 de julio de 2014
palermo 2014 | mejoramiento de rodeos
Obra de artesanos: hacer que un toro sea un speciality de la ganadería Ojo, muñeca y habilidad son algunas de las características todavía valoradas de los cabañeros y sus colaboradores; producen terneros, seleccionan los mejores y los transforman en eficientes reproductores con inversión en tiempo y dinero
Nutrición y personal, los costos principales
Roberto Seifert LA NACiON
Son los artesanos de la ganadería. Son los que para producir un ternero, criarlo y seleccionarlo para llegar al mejor toro de un rodeo comercial demuestran “ojo, muñeca y habilidad”. Son ellos, los cabañeros, asesores y personal de campo los artífices de estos specialities de la ganadería y que todos los años vienen a la Exposición Rural de Palermo a mostrar el resultado de su esfuerzo y dedicación. Un resultado que a veces se premia con precios que pueden trepar a lo increíble, aunque en un escenario en el que los márgenes de utilidad son ajustados. Así, por ejemplo, algunos estiman que los costos pueden oscilar entre $ 14.000 y $ 25.000 o más. “Un toro para rodeo comercial llega al mercado con dos a tres años de vida, que, sumados a los nueve meses de gestación y a los tres meses de la temporada de servicio de su madre, hacen que el producto que se pone a la venta conlleve una inversión de tres a cuatro años. Muchísimo esfuerzo y dinero invertido en cada reproductor”, dijo a la nacion el ingeniero Jorge Sedelli, gerente de Cabañas La Paz y Los Guasunchos de Werthein SA. Los costos para producir un toro de campo pueden variar según la región, el sistema de crianza y el mercado donde se aspire a venderlo. “Podemos estimar que van desde los $ 14.000 hasta los $ 25.000 o más. Y si consideramos que puede ser fruto de un embrión comprado, incluso importado, los valores son aún más altos”, dijo. Según este asesor, el costo de alimentación es uno de los principales, pues además del costo directo de las pasturas, granos y subproductos que debe utilizar para garantizar una recría y preparación correctas, está el costo financiero de los insumos adquiridos . El costo veterinario, en tanto, se aplica en forma sistemática a toda la producción año tras año. “Los toros son dentro de la ganadería lo que llamamos un speciality. Ésta es la razón por la que hay toros que valen $ 20.000, otros $ 50.000 y otros, los menos, $ 600.000”, dijo el asesor y explicó que tanta diferencia entre los valores es porque el destino de los toros no será semejante: algunos terminarán en centros de inseminación artificial, otros irán a otras cabañas como pa-
En algunos casos, el alimento representa el 65% de la inversión
La obra terminada; el resultado de años de trabajo y fuertes inversiones en alimento y sanidad dres de nuevas generaciones de toros y, finalmente, los restantes terminarán dando servicio en rodeos comerciales para la producción de terneros generales, los futuros novillos para faena.” Composición del costo Para el propietario de la cabaña La Sultana, Mauricio Groppo, los costos directos para la producción de un reproductor macho que llegue a la venta con 2 años de edad y 680 kilogramos de peso ronda entre los 15.000 y 17.000 pesos, según el grado de confinamiento que tenga entre el destete y la venta. Explicó que este costo está compuesto por la producción del ternero (con entre el 35 y 45 por ciento de participación), la alimentación (40-45%), la sanidad (5%) y la mano de obra (10-15%), dependiendo éstos de los precios de la carne y de los insumos en cuestión. A esto hay que sumarle los gastos de estructura (impuestos, mantenimiento de maquinarias e instalaciones, movilidades, retiros, etcétera), los cuales
ricardo pristupluk
varían según las características de cada empresa. A la hora de vender, sostiene el cabañero que una relación habitual para valorizar un toro para un rodeo comercial es de 3 novillos de 400 kilos (1200 kg a $ 17, lo que es igual a $ 20.400), aunque advirtió que los márgenes de la actividad hoy están muy ajustados. Groppo agregó que hay distintas formas de comercializar un reproductor. “Lo más normal es en remates especiales de cabañas o exposiciones, o en forma directa del productor de genética al criador; en estos casos se suele utilizar el canje por terneros, en los que no hay gastos de comercialización. Lo habitual es que haya algún costo (de 3 y 18% sobre el valor de venta), según sea una venta directa en la que interviene un comisionista. Una posición intermedia son las ventas en remates, y las más costosas, sin duda, son las exposiciones”, agregó. El ingeniero Estanislao Quiroga, asesor de la cabaña Don Federico, separa las actividades de la cabaña
para llegar luego al costo final de producción. “La cría de reproductores no difiere mucho en el aspecto técnico de la cría comercial y para el cálculo de costos consideramos la alimentación, la sanidad, la mano de obra y la genética. Para completar el análisis, le sumamos la reposición de vientres y toros y arrendamientos que, si bien son provistos por la empresa, debemos considerar”, señaló el profesional. “Así, con valores actuales, el costo de un ternero producido con nuestro sistema de cría es de 3362 pesos por cabeza; los principales costos son el arrendamiento y la reposición de vaquillonas”, agregó. Explicó el profesional que luego el ternero destetado es recriado desde los 180-200 kilos a los 400 kilos en un período de 12 a 15 meses. “La base forrajera es pasturas y promociones de raigrás apoyadas con suplementación de grano de maíz y silajes de maíz de autoconsumo. El costo de esta recría es de 1291 pesos por cabeza y los principales costos son arrendamientos y alimentación”, dijo.
Agregó Quiroga que terminada esta etapa comienza la preparación del toro para llevarlo a 600 kilos y transformarlo en un reproductor listo para servicio. “La base forrajera de esta etapa es básicamente la misma, pero apoyada con un poco más de suplementación. Este período tiene un costo de 3172 pesos por cabeza. La mayor parte se lo lleva la alimentación, pero ya comienza a pesar el rubro de asociaciones y registros, representando aproximadamente el 15% del costo de esta etapa. Al finalizar la misma ya contamos con un reproductor comercial listo para ser vendido y salir a trabajar al campo. Hasta este momento, el costo total por cabeza suma 7826 pesos y llevó 31-36 meses.” Agregó el asesor que no todos los animales que comienzan el proceso llegan a ser reproductores vendibles, entre el destete y la preparación al menos un 50% de los animales quedan en el camino. “Ya con este factor el costo de cada toro queda en 8758 pesos por cabeza”, concluyó.ß
Cabañas que juegan en primera Según las asociaciones de cada raza
Angus
hereford
brAngus
brAford
limousin
Los Lazos SA La Cabaña El Volcán está ubicada Balcarce. La idea de formar un rodeo genéticamente superior nació en 1992
Cabaña Jotace De Juan Carlos Sagarzazu, está emplazada en el partido de Patagones. A pesar de ser un rodeo sorprende por su calidad y genética
Cabaña Corral de Guardia De la firma Bellamar Estancias SA, con más de 40 años de trayectoria está ubicada en Villa Valeria, Córdoba
Cabaña Garruchos Tiene dos establecimientos, uno en la provincia de Corrientes y otro en San Luis. Sus rodeos están formados por 2500 madres
Cabaña La Cotidiana Es una empresa familiar que hace 25 años se dedica a la actividad agropecuaria. El establecimiento está ubicado en Capilla del Señor
Cabaña La Rubeta SA Se inicia con la compra de campos en Castelli y Lezama en 1968. Analizando los mercados se propuso como visión de futuro el negocio de la genética
Cabaña Las Tranqueras De Horacio La Valle y Marta Vila Moret de La Valle, esta cabaña comenzó a criar Hereford en un campo de General Belgrano (Buenos Aires) hace casi 40 años
Cabaña La Leonor Situada sobre el río Bermejo, en el norte de la provincia del Chaco, inició sus actividades de cría de ganado de carne a principios del siglo XX con vacas criollas de la región
Cabaña La Asunción Los orígenes del rodeo actual tienen como base hacienda cebú. El campo está ubicado en el departamento La Candelaria, en la provincia de Salta
Cabaña Las Martas Nació en Rauch, provincia de Buenos Aires, en 1984 como complemento de la empresa ganadera familiar y tiene como objetivo producir genética que aporte valor agregado
The House Group SA La cabaña inició su actividad en 2001 con el nombre La Fe, en el establecimiento El Ciervo, en Colón, provincia de Buenos Aires
Cabaña Santa Rita De Antiguas Estancias Don Roberto, desde 1992 intensifica en un campo de Saladillo la cría de animales de pedigree
Cabaña Tres Cruces Hace 30 años que en su establecimiento de Luján (Buenos Aires) selecciona animales para desarrollar un plantel de alta producción
Estancia Los Guasunchos Este establecimiento de la firma Gregorio, Numo y Noel Werthein SA se fundó hace 40 años en Santa Margarita, provincia de Santa Fe
Cabaña La Juana Se origina en 1983 como establecimiento invernador; en 2002 compró el primer toro Puro Pedigree con el cual se inició la cabaña
Angus Don Florencio Sus propietarios pertenecen a una familia vinculada con el sector agropecuario desde 1884. Su establecimiento está en Bolívar (Buenos Aires)
Cabaña La Persistencia En 1996 TerraGarba forma la cabaña de animales de pedigree de alta genética. Su nombre representa el sentir de sus integrantes
La Bellaca de Zuza Inicia su producción de Brangus en 1981. Produce en sus establecimientos de Río Cuarto, Córdoba, y Rivadavia, Salta
Estancia La Pelada Fue la primera propiedad adquirida por la familia Born en 1889. Actualmente tiene más de 11.000 vientres Braford en Santa Fe
Cabaña Los Ombúes La cabaña comenzó en 1995 y la inclinación por esta raza surgió de Alejandro Dietert, su titular, que observó sus cualidades carniceras
Cabaña Don José En el negocio de la carne el factor más importante es la eficiencia productiva, dicen en esta cabaña de Necochea, propiedad de José Mammoliti
Santo Tomás de la Sierra En Saldungaray, integra Estancias y Cabaña Don Benjamín, de Gabriel Romero, que hace más de dos décadas está en la actividad
Rancho Grande Con campos en las provincias de Córdoba y de San Luis, adquiridos por Raúl Peyrano, incorpora la raza Brangus en 1980
Cabaña Pilagá Fundada en la década del 60 por la familia Bracht, posteriormente comenzó la cría de Braford en campos de Corrientes y Formosa
Cabaña Don Federico El origen de la cabaña fue en 1982, con la adquisición de algunas hembras en Palermo y semen importado de Inglaterra y Estados Unidos
“Seguramente, la alimentación y el personal en los planteos más habituales constituyen los dos principales costos de producción de un toro para rodeo comercial”, dijo a la nacion el ingeniero Emilio Ortiz, gerente de Cabaña Polled Hereford Bellamar, de Bellamar Estancias SA. Agregó Ortiz: “La alimentación sobre la base de verdeos de invierno o verano y silaje de maíz representa en algunos casos hasta el 65 por ciento del costo total, y el personal asignado a la actividad, el 20 por ciento. El resto se reasigna entre medicamentos, honorarios, fletes, etcétera”. Según el ejecutivo, un factor determinante en los costos es la proporción de los toros que finalmente llegan a la venta. “Lo que llamamos rechazo puede deberse a muy diferentes causas y obviamente mayor es su incidencia cuanto más cercano a la venta sea”, destacó. En cuanto a la elección del ternero que se elige para transformarlo en toro, Ortiz dijo que normalmente provienen de la propia producción y muy excepcionalmente se compran a terceros. “Quien dispone de la genética necesaria en su propio rodeo trata de llegar al fin de ciclo”, apuntó. La compra interna Además sostuvo que muchas veces la “compra interna [paso del ternero de cría a potencial reproductor]” puede valorizarse entre un 25 y un 30 por ciento por sobre el precio del ternero de invernada “constituyendo un ítem de relevancia fundamental; es lo que habitualmente llamamos el costo de inicio, por lo que la severa elección en la etapa inicial evitará costos innecesarios a posteriori”. Agregó: “Los animales, cualquiera fuera el sistema de alimentación, deberán expresar convenientemente su capacidad de engorde y mostrar su musculatura, sin necesariamente gorduras extremas y perjudiciales. Esos objetivos se obtienen con un engorde de entre 700 y 800 gramos por día continuos, sin altas y bajas. Cada cabañero en su zona determina cuál es la alimentación más recomendable para el logro de esos objetivos”. Según Ortiz, nunca se debe olvidar que la función primaria de cualquier toro es trasmitir su genética. “Para ello –explicó– deben tener sus cualidades reproductivas [libido, circunferencia escrotal, entre otras] acordes con las estructurales [buenos movimientos, solidez de patas y manos, etcétera]. Caminar y preñar es la primera meta. A posteriori, buscaremos otros complementos como tipo, frame, facilidad de engorde, color, pigmentación, áreas ojo bife, entre otras.” Estrategia comercial La capacidad de los veterinarios, junto a las del cabañero/criador para evitar problemas posteriores de reproducción y funcionalidad del toro, constituye un aspecto fundamental. “No olvidemos –advierte Ortiz– que ser cabañero implica automáticamente tener un cliente.” Explicó el ejecutivo que “normalmente las razas británicas en la pampa húmeda se comercializan a los dos años de edad. Como en toda la actividad ganadera, los tiempos juegan un papel fundamental”. El gerente de Bellamar Estancias dijo que las estrategias de comercialización son variadas y cada cabañero opta por la que le parece más conveniente. “Las más usadas son las ventas en remates, exposiciones, y particulares, y en mucha menor proporción el canje, especialmente por terneros”, destacó. Al profundizar la venta en remates, señaló que también presentan variantes: difieren los plazos, las condiciones de flete y las comisiones. “Cada cabañero, en cada zona, conoce su potencial clientela y elige la que considera más conveniente”, concluyó Emilio Ortiz.ß