Nuevas formas de participación en Radio. La experiencia del

investigación son el discurso radiofónico, la publicidad institucional y la comunicación política. Es miembro de la ... la radio suma a su estrategia de participación, el diálogo interactivo que facilita la máquina. Las emisoras promueven diversas plataformas interactivas que permiten a sus oyentes-internautas comunicar.
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Libro Nuevos Medios, Nueva Comunicación

Nuevas formas de participación en Radio. La experiencia del programa No es un día cualquiera, de Radio Nacional de España. Profa. Dra. Palma Peña Universidad Rey Juan Carlos Madrid, España Palma Peña Jiménez es profesora del Departamento de Comunicación I de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Es Doctora en Comunicación por la URJC, y Licenciada en Filología Hispánica y Máster en Enseñanza del Español-Lengua Extranjera por la Universidad de Salamanca. Sus líneas de investigación son el discurso radiofónico, la publicidad institucional y la comunicación política. Es miembro de la Asociación de Estudios de Comunicación Política (ACOP) e Investigadora acreditada del Congreso de los Diputados.

RESUMEN El propósito de esta investigación es analizar la participación de los oyentes en el ámbito de la comunicación radiofónica, así como las primeras e incipientes formas de interactividad que el modelo unidireccional de difusión ha incorporado en su travesía hacia un esquema verdaderamente dialógico. El estudio se ha proyectado sobre una franja de programación de fin de semana, en Radio Nacional de España, que responde fielmente a las características de radio convencional y generalista, si bien evolucionada y transida de las nuevas tecnologías. Se ha estudiado el programa magazine No es un día cualquiera, paradigma del modelo de radio lineal tradicional, analizando la evolución experimentada a raíz de su convergencia en Internet. Todo lo anterior, en aras de calcular la participación efectiva de los oyentes en las emisiones de radio, y a través de las diversas oportunidades de interactividad que la Red brinda a la radio de difusión. ABSTRACT The purpose of this investigation is to analyze the participation of the listeners in the area of the radio broadcast communication, as well as the first and incipient forms of interactivity that the unidirectional model of diffusion has incorporated on his way towards a real bilateral and reciprocal communication scheme. The study has been projected considering a specific space of time, using the programs broadcasted during the weekend by the Spanish National Radio, which answers faithfully to the characteristics of a conventional and general radio station, perfectly adapted to range of the new technologies. The program studied is a magazine named Not one day anyone, a paradigm of the model of linear traditional radio, attending to the analysis of the evolution experienced immediately after his convergence on the Internet. Those parameters where executed just for calculate the effective participation of the listeners in the radio broadcast, and across the different opportunities of interactivity that the network offers to that kind of communications systems. PALABRAS CLAVE Interactividad, Internet, participación, radio, redes sociales. KEY WORDS Interactivity, Internet, participation, radio, social networks.

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1.

Introducción

La radio luchó con denuedo hasta incorporar a sus emisiones la voz de los oyentes. Se colmó así el ansiado camino de ida y vuelta que caracteriza a la comunicación stricto sensu. Al margen de intervenciones puntuales como invitados a los estudios de la emisora, los oyentes inauguraron su colaboración con el medio radiofónico gracias a los avances de la telefonía, que les permitió participar en programas de vocación dialógica, como los concursos o aquellos espacios de asesoramiento y de confesión, entre otros, en los que la radio ofrecía entretenimiento, consejo y compañía, respectivamente. El teléfono, como canal de incorporación de los testimonios y opiniones de los oyentes, contribuyó a la democratización del medio, pero generó otros efectos adicionales: infundió frescura a la radio, acortó los tiempos de respuesta entre interlocutores, cambió el ritmo de la expresión radiofónica, acercó las noticias y propició alteraciones significativas en las parrillas de programación, que apostaron por espacios más abiertos y participativos. Hasta la llegada del teléfono, la carta remitida por el oyente había constituido la única forma de comunicación del público con la radio. Con la emergencia e implantación de Internet, los envíos postales fueron progresivamente desestimados, reservándose de forma casi exclusiva a oyentes de mayor edad y a usos muy específicos, como fue —y sigue siendo— el caso de algunos concursos o de cualquier otra convocatoria del medio consistente en el envío, en papel, de una determinada respuesta o de un encargo preciso. La costumbre de la misiva cedió así en favor del correo electrónico y, más adelante, de las redes sociales, que permiten hoy a los oyentes comunicar —de forma «personalizada» (Cazeneuve, 1972)— con todos y cada uno de los miembros del programa, así como con el resto de usuarios, intercambiando con ellos información, imágenes, pero también impresiones, sentimientos, gustos, etc. Inesperadamente, esta nueva forma de relación se basa en la escritura, con protocolos diversos de los que caracterizaron a las «viejas» comunicaciones postales, bien es cierto, pero, al fin y al cabo, con palabras e ideas representadas con «letras u otros signos trazados en papel u otra superficie» (Real Academia Española). Internet quiebra los esquemas clásicos de transmisión, y gracias a ella, la radio suma a su estrategia de participación, el diálogo interactivo que facilita la máquina. Las emisoras promueven diversas plataformas interactivas que permiten a sus oyentes-internautas comunicar con los profesionales de la radio, ya sea en respuesta a sus demandas o por iniciativa propia. La transformación del oyente en «usuario», que troca su función original, es obvia, como también resulta patente el afianzamiento progresivo de la condición «emerec» que preconizó Jean Cloutier (1973), o la de «prosumidor» que acuñó Alvin Toffler en La tercera ola (1980). Figura esta última —justo es decir— sugerida primeramente por Marshall McLuhan y Barrington Nevitt en su obra Take Today (1972), y aún antes, por el propio Toffler en su libro Future Schok (1970). No obstante, siendo incontestable la mutación experimentada por el oyente en su condición original de elemento pasivo del proceso, cabe preguntarse si, en esta nueva etapa, la participación efectiva del usuario se corresponde con las posibilidades que brinda la tecnología, o si, por el contrario, los requerimientos para cruzar el umbral de la emisión e incorporarse a la antena, permanecen inalterables. De otro modo: si las virtualidades de Internet y los avances de la informática y de la telefonía han supuesto —como auguraban los promotores de los modelos horizontales y constructivistas— la incorporación libre y verdadera a las emisiones radiofónicas de la voz del usuario, o si —por el contrario— el acceso de los oyentes se produce —hoy como ayer— de forma limitada y reglamentada por el medio. En definitiva, ¿han sido tales expectativas defraudadas por el tiempo? ¿Continúa hoy la radio, pese a todo, más cerca del modelo tradicional de difusión que de los esquemas horizontales? Y, en su caso, ¿qué razones aconsejan a la empresa radiofónica la utilización parcial de las potencialidades presentes del ________________________________________________________________________ www.comunicacion3punto0.com |[email protected]

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medio para adoptar un planteamiento, en general conservador, más allá de cuantos experimentos puedan suscitarse?

2.

Objeto de estudio y metodología

El propósito de esta comunicación es constatar la forma actual en que los oyentes entran en relación con sus emisoras y programas de referencia, con especial detenimiento en las comunicaciones complementarias que facilitan las nuevas tecnologías y, singularmente, las redes sociales, que —hoy por hoy— sirven de vehículo de transmisión de mensajes que se remiten de forma escrita. A estos efectos se ha elegido como estudio de campo una franja de programación de fin de semana, en la radio pública española: el caso del programa No es un día cualquiera (en adelante, NEUDC), de Radio Nacional de España. NEUDC lleva doce temporadas en antena. Se emite los fines de semana, de 8 a 13 horas, en Radio Nacional de España. El Estudio General de Medios (EGM) le atribuye una audiencia cercana al millón de oyentes (3ª oleada, 2010). La elección de NEUDC responde a las siguientes razones: Primera, por tratarse de un programa magazine —«contenedor» de variados espacios y géneros radiofónicos—, suficientemente extenso —diez horas semanales de emisión— pero abarcable (la elección de un programa diario multiplicaría por tres, aproximadamente, el estudio de campo, y no necesariamente aportaría singularidad alguna, a los efectos que aquí nos interesan). Segunda, por ser un espacio pretendidamente participativo. No en vano, presenta como indiscutible seña de identidad la cualidad de «escuchantes» que el programa otorga a sus oyentes. Y, aún más importante, por el uso que de la palabra hacen los propios seguidores. El término «oyente» ha sido desterrado de la conversación radiofónica en ese micro-universo que es NEUDC, habiéndose convertido la palabra «escuchante» en una suerte de «contraseña» con que los oyentes —ahora «escuchantes»— acceden a esa red de «amigos» que constituye el programa. Y tercera, por hacer uso de buena parte de las aplicaciones interactivas que Internet y la telefonía móvil ofrecen a la radio en materia de participación. El estudio ha requerido una escucha atenta del programa, escudriñando la pauta o escaleta de emisión, delimitando sus secciones y escrutando en qué medida se abre cada una de ellas a la participación de los oyentes. Se ha analizado, asimismo, la dimensión asincrónica del programa que proporciona Internet (correo electrónico, sitio web, red social, blog…). Y, por último, la influencia real que esta ciberparticipación ejerce sobre la emisión, valorando en qué medida las aportaciones de los oyentes a través de la Red, sus deseos, peticiones, etc., se trasladan efectivamente a la antena y, con ello, la enriquecen y condicionan. A efectos de tasar el grado de participación efectiva que caracteriza a cada una de las secciones y microespacios del programa, se han establecido cuatro niveles de participación: A, B, C y D, que se corresponden con: A, secciones que no contemplan ningún tipo de participación; B, secciones que se hacen eco, extemporáneamente, de mensajes recibidos que no han sido solicitados; C, secciones que invitan a los oyentes a aportar información sin compromiso de traslado posterior a la antena; y D, secciones que justifican su existencia en la participación de los oyentes a través de envíos postales, e-mail, llamadas telefónicas, Facebook, etc. La redacción de esta comunicación ha aconsejado, asimismo, formular una entrevista a la dirección del programa, así como remitir para su cumplimentación al equipo de NEUDC, un cuestionario relativo a la participación de los oyentes.

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3.

Resultados

3.1.

Estructura del programa

Domingo

Sábado

NEUDC ofrece veinticuatro secciones con contenidos diversos de orden científico, medioambiental, divulgativo y cultural. La mayoría de estos espacios se hace eco de las comunicaciones de los oyentes, que se incorporan ocasionalmente a la antena cuando el responsable lo considera oportuno. Se ofrece a continuación el listado completo de secciones, con su horario de emisión correspondiente, consignándose en la columna de la derecha los cuatro niveles de participación establecidos. Título de la Sección El deporte Resumen de prensa [1] El tiempo [1] Comer y cantar [1] Comunica, que algo queda El consultorio del Dr Pardo [1] La bolsa y la vida La tertulia [1] El acabose Entrevista [1] Forgespedia de palabrastos Entre cajas (teatro) Cuentos para Ulises Apaga y vámonos Resumen sonoro semanal El comentario científico El tiempo [2] Crucigramarius [1] Resumen de prensa [2] En jaque Palabras moribundas El hombre del saco Crucigramarius [2] Tanto gusto Comer y cantar [2] La tertulia [2] Crucigramarius [3] Pancrapedia/Insultos y elogios Entrevista [2] El consultorio de Rosana Crucigramarius [4] El gruñidero El consultorio del Dr Pardo [2]

Emisión 08:50 09:10 09:20 10.20 09:30 09:40 10:10 10.20 11:10 11.20 11.50 12.05 12:40 12:40 08.35 08:40 08.50 09.05 09:10 09.23 09:30 09.47 10.05 10:05 10.20 10.20 11.05 11:05 11.20 11.50 12.05 12:30 12.50

Colaborador Sergio Sauca Josto Maffeo José Manuel Viñas A. García/S. Fdez Manuel Campo José Ramón Pardo Paco Álvarez Varios N. Concostrina Pepa Fernández Antonio Fraguas Jaime Azpilicueta Juan Carlos Ortega José María Íñigo Carles Mesa Manuel Toharia José Manuel Viñas Márius Serra Josto Maffeo Leontxo García Pilar Gª Moutón José María Íñigo Márius Serra Rafa García Santos A. García/S. Fdez Varios Márius Serra Pancracio Celdrán Pepa Fernández Juan Carlos Ortega Márius Serra Íñigo/Labordeta José Ramón Pardo

PARTICIPACIÓN A A C A C B B D D A D A A C A A C D A B D C D A A D D B A A D D B

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Buena parte de estas secciones muestran un espíritu claramente participativo, y en alguna de ellas la participación de los oyentes es condición sine qua non para su realización. Entre otros ejemplos: Palabras moribundas, dedicada a la recuperación de voces olvidadas, en desuso, etc. Su puesta en escena responde al siguiente esquema: la responsable del programa, Pilar García Moutón, expone las «palabras moribundas del día», y a continuación, la directora del programa, Pepa Fernández Vallés, da cuenta de las aportaciones de los oyentes. Y así, sucesivamente. Comunica, que algo queda, donde se plantea un asunto relativo a la comunicación. Con frecuencia, a partir de las preguntas y sugerencias que los oyentes dirigen a la dirección electrónica del responsable de la sección, Manuel Campo Vidal. Apaga y vámonos, en que su director, José María Íñigo, termina trasladando una pregunta a los oyentes, a quienes invita a remitir la respuesta por carta, e-mail o a través de Facebook. Una semana después se desvela la respuesta acertada, recompensando al oyente con algún premio o distinción. Incluye este apartado subsecciones como Pistas, tentaciones y sugerencias, el concurso De parador en parador, Un beso y un adiós, El Libro viajero de la semana, La frase viajera y El destino de la semana. Crucigramarius, un espacio-concurso cuyo responsable, Márius Serra, facilita a los oyentes, a lo largo del programa, una serie de datos y pistas para la elaboración de un crucigrama. Este espacio se orienta a quienes escuchan la emisión en directo. Se facilitan pistas a lo largo de la mañana del domingo (09.05, 10.05, 11.05 y 12.05 horas) para, al término del programa, desvelar el resultado. Se pide a los participantes que escriban la solución a la dirección de correo [email protected] y faciliten, además, un teléfono de contacto, a fin de que la emisora llame «en directo» al ganador del concurso. El premio consiste en dos billetes de avión. Esta sección conecta con otra difundida el día anterior en la que se propone El destino de la semana, al cual se dirigirá el concursante agraciado. El acabose, donde su responsable, Nieves Concostrina, pide a los oyentes que envíen fotografías de lápidas con epitafios llamativos, originales, etc. En programas posteriores, la directora del espacio da lectura a las leyendas más llamativas, agradeciendo el envío al remitente. El gruñidero, espacio presentado por José Antonio Labordeta y José María Iñigo, da cuenta de las quejas que los oyentes remiten al programa sobre distintos órdenes: convivencia ciudadana, mal funcionamiento de las instituciones, abusos comerciales, etc. La Tertulia se emite sábados y domingos, de 10.20 a 11.00 horas, reservándose los últimos diez minutos —un 25% del total— a las comunicaciones de los oyentes. Varios locutores de apoyo leen un resumen de los correos electrónicos enviados durante el tiempo de conversación entre los contertulios, así como de las notas escritas en Facebook y de las conversaciones telefónicas mantenidas durante la tertulia con los miembros del equipo. Tales opiniones de los oyentes son contestadas sobre la marcha por los tertulianos, abriendo nuevos… Forgespedia de palabrastos tiene como objetivo elaborar, en palabras de su autor, Antonio Fraguas «Forges», un diccionario de palabras «innecesarias e inexistentes», del tipo: «estupendérrimo», «molestófono», «oxipucio», «respirenol», etc. Tal reunión de términos se hace a partir de las sugerencias de los oyentes. ________________________________________________________________________ www.comunicacion3punto0.com |[email protected]

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El 41,66% de los espacios no contempla participación alguna de los oyentes. Se corresponden con el nivel A descrito, o lo que es lo mismo, el nivel cero de participación. El 16,6% de ellos no promueven colaboración alguna de la audiencia, pero son sensibles a sus misivas e incorporan ocasionalmente sus mensajes a la antena cuando el responsable de la sección lo considera oportuno (nivel B). Un 16,6% invita a los oyentes a colaborar de distintas maneras, independientemente del traslado que den posteriormente a la emisión de tales participaciones. Y, finalmente, el 25% de las secciones pueden calificarse de genuinamente participativas, habiendo sido concebidas para tal fin. De otro modo, podemos concluir que cerca del 40% de los espacios que componen el programa son receptivos a los mensajes de los oyentes, independientemente de que tales colaboraciones hayan sido solicitadas o no (niveles C y B, respectivamente), frente a un 26% de secciones que pueden calificarse de auténticamente participativas (nivel D), constituyendo las contribuciones de los oyentes la verdadera esencia del espacio. En resumen: el 65% de la estructura del programa NEUDC se orienta, en mayor o menor medida, a la participación de los oyentes.

Niveles de participación A B C D

Número de secciones 10 de 24 4 de 24 4 de 24 6 de 24

% 41,66% 16,66% 16,66% 25%

6 3.2.

La participación de los «escuchantes». Evolución durante una década

Con anterioridad a la incorporación de los recursos propios de Internet, los seguidores se comunicaban con el programa, básicamente, a través del teléfono —interviniendo en concursos— y por medio de cartas remitidas a la emisora que, en ocasiones, eran leídas por los miembros del equipo. En la actualidad, NEUDC recibe cientos de correos semanales, y a ellos se suman las misivas escritas por los oyentes en Facebook, cuya implantación en la temporada 2009-10 granjeó al programa la incorporación súbita —«en las cinco primeras semanas»— de cinco mil «amigos». Eligieron Facebook por ser la red con mayor implantación en España, pero también por razones personales: «Algunos miembros del equipo conocían esta red mejor que otras», se reconoce en el formulario contestado. En origen crearon un «grupo» de «amigos» que alcanzó los 7.000 miembros. Dos meses más tarde crearon una Web en Facebook que, en la actualidad, cuenta con cerca de 2.698 usuarios. Su inauguración no ha supuesto una disminución del número de mensajes en los canales habituales, un dato que interpretan como el resultado de la suma de una nueva vía de comunicación, «con un público que antes no se acercaba al programa». La mayor parte de las comunicaciones remitidas por los internautas son opiniones relacionadas con los temas abordados en el programa, tanto en las secciones como en las entrevistas y en las tertulias. Comentan los argumentos esgrimidos por los tertulianos, los especialistas o los responsables de las secciones y se posicionan a favor de unos u otros planteamientos. También dirigen a la redacción propuestas de temas a tratar o sugerencias sobre invitados o ideas sobre las secciones que —desde su punto de vista— se deberían modificar. NEUDC califica la participación de los oyentes «durante el directo» como «la mayor aportación de Facebook al programa».

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Desde la página en Facebook de NEUDC se accede a un blog que la directora actualiza semanalmente, donde pueden verse fotos relativas a los viajes del programa. También se accede al podcast, la herramienta más demandada, que permite a los usuarios descargar fragmentos del programa, bien para su escucha o bien para el archivo personal de los usuarios. Utilizan esta opción oyentes habituales, pero también internautas que buscan un documento sonoro específico, sin necesidad —si quiera— de que conozcan el programa. La herramienta informática permite, a unos y a otros, acceder fuera del horario de emisión, de forma asincrónica. NEUDC hace uso de buena parte de las aplicaciones de Internet —singularmente, como hemos visto, de los cibercorreos y las redes sociales—, pero no incorpora herramientas de recepción de audio —audioblogs, VozIP, etc.— con miras a emitir las contribuciones sonoras de los oyentes: «De momento —reconocen—, no lo hemos contemplado». Respecto de posibles influencias de Facebook sobre la emisión, afirman que las informaciones y opiniones que reciben a través del muro no condicionan los contenidos del programa ni el tratamiento que NEUDC hace de los temas, si bien «tampoco lo pasamos por alto». Y así, reconocen que, «cuando las opiniones son recurrentes y coinciden varios escuchantes, actuamos al respecto».

3.3.

La importancia de las comunicaciones escritas

Internet es hoy el lugar de encuentro de los medios tradicionales. Concretamente, la prensa y la radio crecen gracias a su presencia en la Red, que facilita su progreso e implantación. Ambas confluyen en Internet, aunque su particular camino hacia la convergencia se recorre de manera diversa: la prensa digital incorpora archivos sonoros a sus páginas, mientras que la radio recoge de sus websites y derivados —blogs, chats, redes sociales…— un amplio abanico de contribuciones escritas: noticias, opiniones, comentarios, votaciones, respuestas, etc., «elementos que parecían exclusivos de la prensa» (Cebrián, 2008: 19). La transformación de ambos medios pone de relieve una vocación inequívoca de ofrecer a sus consumidores un producto completo —y para ello, multimedia—, que evite al usuario recabar información complementaria en otros medios (Ward, 2002). Gracias a esa dimensión/modalidad asincrónica que facilita Internet, la radio se rodea de palabras, ajenas —en principio— a la naturaleza sonora del medio: elementos escritos que complementan y enriquecen la comunicación radiofónica, por cuanto —en mayor o menor medida— emergen a la emisión, y por ello la condicionan. La escritura se enseñorea así de la radio, la adorna, y la obliga a modificar sus hábitos, manifestándose de forma desconocida. La radio se compromete a integrar tal ejercicio de participación de los oyentes de la única forma que le resulta posible: dando lectura a esas colaboraciones, erigiendo a sus comunicadores en portavoces de los oyentes, convirtiendo a sus profesionales en una suerte de transductores, de dispositivos que reciben un determinado mensaje y lo transmiten, previa conversión a un sistema de naturaleza diferente. De este modo, los locutores «suben a la antena» los mensajes escritos que los oyentes remiten a la Web, tras escuchar la emisión —en directo o en diferido, en parte o en su totalidad— o incluso, sin haberla escuchado. Las participaciones escritas de los oyentes se presentan finalmente a la audiencia en la indisoluble amalgama que conforman la escritura y el habla. En el caso que nos ocupa, la directora y presentadora de NEUDC, la periodista Pepa Fernández, constata «el cambio de soporte que ha experimentado, en los últimos años, la comunicación con nuestros seguidores», en referencia a las nuevas prácticas de los oyentes, que ahora escriben masivamente correos electrónicos, como también lo hacen en el «muro» de Facebook. Se constata claramente el «viaje» experimentado por los seguidores del programa «desde el lenguaje oral al escrito». Ciertamente, durante décadas, los profesionales de la radio ________________________________________________________________________ www.comunicacion3punto0.com |[email protected]

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atendían a los comunicantes telefónicos, dialogaban con ellos dentro y fuera de antena, y tal circunstancia les permitía forjarse una idea de su identidad. Sin embargo, aquellos programas que han abrazado las nuevas tecnologías, sumando a la matriz radiofónica otros recursos comunicativos complementarios, constatan hoy la virtualidad de Internet y sus distintas aplicaciones para conocer en mayor medida la idiosincrasia del oyente. Se incrementan claramente las «posibilidades de recrear el trayecto personal de cada comunicante», dice la periodista, que sitúa esta potencialidad en la circunstancia de que «ahora leemos lo que nos escriben», lo que permite una notable aproximación al perfil del oyente-internauta o —en palabra habitual y característica del programa— del «escuchante». Respecto al tipo de público que sigue NEUDC, Fernández recuerda que «antes, cuando atendíamos a nuestros escuchantes por teléfono, los imaginábamos atentos y cultos». Ahora, sin embargo, las comunicaciones escritas que los seguidores nos remiten, «nos dejan ver una mayoría de personas que escribe bien, que se expresa con propiedad, que sabe analizar con precisión la realidad a la que se refiere». De forma no pretendida —afirma— «[los profesionales de la Radio] nos hemos convertido en analistas de la escritura, después de haber pasado muchos años analizando la voz. […], apreciamos su estilo y su sintaxis, su ortografía…». «La escritura lo dice casi todo de aquellos a los que no conocemos de nada», asegura la periodista. Verdaderamente, las misivas electrónicas de los oyentes-internautas dicen mucho de ellos. Fernández afirma que «el lenguaje escrito […] define nuestro interior, lo que sabemos y lo que ignoramos, lo que somos capaces de entender y de explicar, lo que hemos leído…», y gracias a Internet escribimos en mayor cantidad que nunca lo habíamos hecho. Se trata de una información ingente y exhaustiva la que recala en las emisoras de radio, una información de máximo interés para investigadores de ramas diversas, aunque tristemente ajena, hoy por hoy, a los estudios de audiencia, sólo atentos a la dimensión cuantitativa de la recepción radiofónica: «Se quedan en los números y en las zonas geográficas donde se agrupa o se dispersa nuestro público. Pero no pueden ver más allá, como ya hacemos nosotros cuando leemos sus mensajes», dice Fernández. Tal vez abrumados por el espectáculo audiovisual, «no somos conscientes de, en qué medida, nos delatan las palabras». En resumen, el programa No es un día cualquiera se muestra como un programa de vocación dialógica, que despliega para ello todo el abanico de instrumentos clásicos de la participación en radio: correo postal, contestador automático, intervenciones telefónicas y presenciales, emisiones cara al público, etc. A estas herramientas tradicionales se han ido sumando, tímidamente, aplicaciones propias de la interactividad que requieren la mediación de la máquina, como son el correo Web y las notas que los oyentes escriben en el muro de Facebook, comunicaciones escritas que, unas veces se incorporan a la emisión en el curso del programa, leídas por la presentadora, y otras se presentan dentro de secciones específicas, habilitadas al efecto, donde se da cuenta de las más significativas. Al margen de la emisión, las participaciones remitidas por los oyentes a través de correo electrónico o de la red social, engrosan la oferta asincrónica de la radio. Tal oportunidad permite —y promueve— la relación [social] entre usuarios, ya sean oyentes del programa o se incorporen con posterioridad a la ciberoferta del programa a través de la Red.

4.

Conclusiones

El programa No es un día cualquiera es un espacio inequívocamente participativo. Incorpora elementos característicos de la radio interactiva, si bien mantiene su oferta clásica, a través de las ondas, prácticamente intacta. Siendo el objeto de estudio de esta comunicación, paradigma del modelo lineal de difusión, las conclusiones resultan en gran medida extrapolables a otros programas similares, mayoritarios al día de hoy.

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Constatamos que los oyentes «entran en antena» siguiendo una pauta tradicional y conocida, basada en intervenciones breves, concisas y relacionadas con un tema de conversación previamente anunciado, sometiéndose a las condiciones de tiempo y de oportunidad que la emisora establece (una sección determinada, a una hora precisa). La verdadera novedad en materia de participación —respecto de la oferta tradicional— reside en la compleja red de comunicaciones complementarias que —al margen, incluso, de la emisión— se establecen en la Red, entre el oyente y el equipo del programa, así como con el resto de usuarios (no necesariamente oyentes): un haz de posibilidades interactivas que Internet suma a la «matriz radiofónica», permitiendo al usuario conectar de forma personal e individualizada con sus programas de referencia y, también, con un sinfín de «iguales», con quienes comparten gustos, intereses, información, etc. Las distintas aplicaciones de Internet —singularmente el correo electrónico y las redes sociales— hacen llegar a la radio las participaciones de los oyentes, que escriben al programa en la esperanza de que sus comunicaciones se integren en el relato radiofónico. Tales escritos — leídos, selectivamente, por un integrante del equipo— enriquecen la emisión y también la condicionan, obligando a modificar las rutinas de presentación, y también —en ocasiones— las parrillas de programas, que abren hueco a espacios basados, precisamente, en las aplicaciones interactivas que ofrece la Red. Internet es, hoy, el lugar de encuentro y desarrollo de los medios tradicionales. De la misma forma que la prensa digital incorpora archivos sonoros a sus páginas, la radio recoge en sus websites todo tipo de comunicaciones escritas. Su convergencia en la Red pone de manifiesto una vocación inequívocamente multimedia, volcada en ofrecer un producto completo, capaz de disuadir al usuario de recabar información adicional en otros medios. Internet aporta a la radio una extensión asincrónica desconocida, cuyo potencial está aún por determinar. Pero, lejos de asistir a un proceso de sustitución, nos encontramos en una fase de reforzamiento del modelo clásico, gracias a las aplicaciones interactivas que Internet suma a la radio tradicional.

5.

Bibliografía

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