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espectáculos
| Miércoles 19 de junio de 2013
Nueva ronda de sesiones de psicoanálisis en terapia. Se estrenó la segunda
temporada de la versión local de esta serie
Annette von Hehn, Thomas Hoppe y Stefan Heinemeyer, en perfecta armonía
clásica
Un trío que respira al unísono atos piano trio. ★★★★★
excelente . intérpretes:
Annette von Hehn
(violín), Stefan Heinemeyer (violonchelo) y Thomas Hoppe (piano). programa:
Trío en Si bemol mayor opus 97, de Ludwig van Beethoven; Trío N° 2 en
Mi bemol mayor D 929, de Franz Schubert. organiza: Mozarteum Argentino. sala :
L
Teatro Colón. próxima función: hoy, a las 20:30.
as conexiones entre los tríos con piano de Beethoven y Schubert tienen dos direcciones: la que parte de la prefiguración y la que, en sentido inverso, hace ese camino desde el eco. Esto se advierte de la mejor manera en el Trío en Si bemol, op. 97, Archiduke, del primero, y en el Trío en Mi bemol mayor, D. 929, del segundo, que el excepcional Atos Trio presentó, para la temporada del Mozarteum Argentino, en un mismo y concentradísimo programa que desplegó la recurrencia de esos gestos comunes. El Archiduke corresponde al final del llamado período medio de Beethoven, y en verdad aparecen en él ciertas estrías, ciertas hendiduras que anticipan su estilo tardío. Ya en el principio, en el primer compás del Allegro moderato, sucede algo significativo: el
carácter épico es contrariado por la indicación de piano dolce, como si, en las agudas palabras de Theodor Adorno, se leyera una epopeya de Homero para sí mismo y en voz baja. El Atos Trio realizó ejemplarmente estas ambigüedades; ese primer movimiento transcurrió noblemente estático, demorado, con un detención que perturbaba solamente un rubato delicadísimo. Las variaciones del Andante, por su lado, no pudieron estar mejor perfiladas, cada una habitando en su propia atmósfera, y el Scherzo tuvo una elegante ligereza. La violinista Annette von Hehn, el chelista Stefan Heinemeyer y el pianista Thomas Hoppe son instrumentistas de primera línea por derecho propio, pero lo fascinante es su funcionamiento grupal, el aire de abismada conversación que trans-
miten. El trío alemán logra además una maravillosa vía media entre el control más minucioso y una aparente repentización. Verdaderamente, los tres músicos parecen respirar juntos. El ajuste dinámico es tan asombroso como el modo de marcar relieves. Un ejemplo entre muchos es la manera en que, en el primer movimiento del Trío en Mi bemol mayor de Schubert, se marca el cambio de perspectiva armónica –algo que la poética schubertiana radicaliza a partir de la de Beethoven–, la irrupción misteriosa, extrañada, de la tonalidad de Si menor. Algo parecido podría decirse de la aparición estremecedora, un poco fantasmal, del tema del Andante en el Allegro moderato. Pocas veces resultó tan perturbadora la transfiguración de ese final y pocas veces, también, se conquistó, con sus grietas y continuidades, la obsesión cíclica schubertiana. No hubo piezas fuera de programa. En un concierto tan equilibrado, ni Schubert ni Beethoven podían quedar con la última palabra y cualquier otra voz se habría sentido por lo demás como una intromisión.ß Pablo Gianera
Diego Peretti, como Guillermo Montes Anteayer, en la TV Pública, se estrenó la segunda temporada de la versión local de En terapia, la serie creada por Hagai Levi que muestra las sesiones de psicoanálisis que mantiene un psiquiatra, el doctor Montes, con sus pacientes. En la primera escena, el terapeuta que interpreta Diego Peretti aparece en su nuevo consultorio luego de su separación matrimonial. Inmediatamente
ClásiCa
Orquesta de jóvenes de Nueva Inglaterra Hoy, a las 13, se presenta en el teatro Gran Rex (Corrientes 857), la New England Conservatory Youth Philharmonic Orchestra (YPO), que dirige Hugh Wolff. Esta orquesta, fundada en 1962, está compuesta por 80 jóvenes músicos de entre 13 y 18 años que son seleccionados anualmente entre más de 400 solicitantes. Ellos vienen invitados por el Mozarteum Argentino para participar de su ciclo Conciertos del Mediodía, e interpretarán Last Round, de Osvaldo Golijov, y Sinfonía fantástica Op. 14, de Hector Berlioz. La entrada, como siempre, es libre y gratuita.ß
danza
De finales del invierno La Compañía Nacional de Danza Contemporánea presenta hoy y mañana, a las 21, su espectáculo Ensayo sobre el final del invierno, de Emanuel Ludueña. Son algunos de sus intérpretes Yésica Alonso, Darío Rodríguez, Victoria Viberti, Magalí del Hoyo, Victoria Hidalgo, Julieta Gros, María Kuhmichel, María del Mar Codazzi, Enrique Martín Gil, Pablo Fermani, Virginia López, Yamila Guillermo, Cristian Setién y Pablo Fermani. En el Centro de la Música, México 564. Gratis.ß
ClásiCa
Quinto concierto de Ars Nobilis Ars Nobilis presenta hoy, a las 19, un concierto de la Orquesta de Cámara FM Amadeus Cultura Musical, que, con la dirección de Alfredo Corral, interpretará el Concierto en Re menor para violín y orquesta de cuerdas, de Mendelssohn; el Concierto en Mi menor Op. 57 para flauta y orquesta de cuerdas, de Mercadante, y el Magnificat para soprano, mezzo, coro mixto y orquesta, de Palmeri. El encuentro se realizará en el Palacio Legislativo Porteño, Perú 160, con entrada libre y gratuita.ß
tv pública
2,2
puntos de rating
promedió el episodio inicial de la segunda temporada de esta producción de la TV Pública y Dori Media.
Jorge Ramírez (Federico Luppi) llama a su puerta y le informa que iniciará contra él una demanda legal por mala praxis a causa de la muerte de su hijo Gastón, el joven de las fuerzas especiales de seguridad con fantasías o tendencias homosexuales (Germán Palacios) de la primera temporada. Ante esta situación, Montes acude a pedir auxilio legal a la abogada de un prestigioso estudio jurídico, que es una ex paciente cuyo tratamiento fue interrumpido por indicación suya, a quien ella culpa por estar sola y no ser madre. La abogada es Juliana, interpretada por Carla Peterson. Luego de este reencuentro, Juliana volverá a terapia después de 16 años de interrumpido el primer tratamiento. Peterson y Peretti tienen buena química actoral y, sobre todo, muchas cuentas pendientes que saldar que no se explicitan en el primer capítulo, pero que quedan sugeridas como incógnitas por develar en los episodios posteriores. Esta ficción, que arrancó el año pasado como una sorpresa por su inusual calidad de realización, mostrará en esta segunda vuelta de cuarenta episodios algunos cambios, fundamentalmente mayor dinamismo al no quedar la narración encerrada en el consultorio del terapeuta y la incorporación de otros personajes, más allá de los pacientes, con historias propias. En este nuevo año regresó Norma Aleandro, pero ahora como terapeuta y no supervisora clínica, ya que el doctor Montes volverá a analizarse, envuelto en varias complicaciones en su vida personal. También reaparece la pareja, ahora separada, de Dolores Fonzi (Ana) y Leo Sbaraglia (Martín), que traen a terapia a su hijo Maxi (Gonzalo Slipak). Los dos nuevos personajes-pacientes, además del de Carla Peterson, son el de Luisana Lopilato (Valentina), una estudiante de arquitectura a la que le acaban de diagnosticar un cáncer linfático, y José (Roberto Carnaghi), un empresario a punto de ser despedido en el marco de una reestructuración organizacional. Lo que se vio en el primer capítulo muestra que se mantiene la excelencia en la realización televisiva y la adaptación de los libros originales, que realizan Esther Feldman y Alejandro Maci.ß
De la fama a la violencia de género Celebridades. La cocinera de FoxLife
fue agredida en público por su marido
Durante años, la imagen de la cocinera y conductora televisiva británica Nigella Lawson fue sinónimo de placeres sibaritas y de festines familiares hogareños, ella misma una diosa doméstica de trato amoroso y cálido. Pero ahora la estrella de FoxLife se convirtió en la cara de la violencia doméstica. Es que la exitosa cocinera, dueña de un imperio que incluye varios programas de TV y libros dedicados a la cocina y la buena vida, fue fotografiada siendo maltratada en público por su marido, el controvertido publicitario y coleccionista de arte Charles Saatchi. Sentados a una mesa a la calle de un exclusivo restaurante londinense, la pareja fue fotografiada por papparazzi mientras sostenían una fuerte discusión que culminó con el hombre poniendo sus manos alrededor del cuello de Lawson en varias oportunidades. Siendo ambos millonarios y figuras públicas reconocidas, las imágenes rápidamente dieron la vuelta al mundo y conmovieron a los muchos seguidores de la cocinera, que construyó todo su negocio y personaje alrededor de la armonía hogareña. Saatchi primero aseguró que el ataque a su esposa no era más que un intento de “enfatizar” su punto de vista en la discusión y luego aceptó su proceder violento frente a la policía. El incidente público provocó el asedio de los medios, a los que Saatchi suele evitar, y esa discreción es algo de lo que ahora tendrá que olvidarse el millonario, cuya fortuna supera los 150 millones de libras y es considerado uno de los coleccionistas de arte más influyentes de los últimos 25 años, al que algunos señalan como el responsable de las exitosas carreras de artistas plásticos como Damien Hirst y Tracey Emin. Tan interesado está el coleccionista en mantener el misterio sobre su persona que en el reality show School of Saatchi, que creó para buscar a un nuevo talento del arte británico, jamás se lo mostraba en cámara y cada
Nigella Lawson una de sus opiniones eran transmitidas por sus colaboradores, haciendo crecer el halo de misterio alrededor de su figura. Esa excentricidad era tomada con naturalidad y con humor por los seguidores de Lawson, a los que les costaba reconciliar a la amable y gregaria cocinera con semejante hombre. Hasta ahora: como apunta Hadley Freeman, columnista de The Guardian, la pareja se convirtió en materia de debate en relación con la violencia doméstica y los modos en que el público reacciona ante ella más allá de que esté “protagonizada” por celebridades o no. “La reticencia de los otros comensales a intervenir en lo que podría ser una discusión «juguetona» entre marido y mujer, y el hecho de que sus vecinos recién ahora se animaron a describir la relación entre Saatchi y Lawson como «volátil», enfatiza lo delicado de estas situaciones”, analizó.ß