Nociones Introductorias al Psicoanálisis Ciclo

ser humano esa imagen tiene la característica de la buena forma, de la gestalt. .... decidió a estudiar psicología porque cuando era chico era la oreja de la ...
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Ciclo: Nociones Introductorias al Psicoanálisis

Ciclo: Nociones introductorias al psicoanálisis Clase n° 3 Prof. Fabián Naparstek

Resumo donde habíamos quedado la vez pasada para avanzar desde allí. Habíamos ido a parar a un esquema que no está dibujado pero si explicitado por Lacan en el seminario 2. Son las clases de la inyección de Irma, en la página 232. Lacan dice que Freud separa tener un sueño de interpretar un sueño. Tener el sueño, lo que Freud ubica como la vía regrediente en el aparato psíquico (esto no es una regresión temporal, sino que es regrediente en el sentido del aparato psíquico) estimula la percepción desde adentro del aparato mismo. Lacan llama a esto imaginar el símbolo. Habíamos visto que imaginar el símbolo es equivalente a lo que Freud llamo la figurabilidad del sueño. Interpretar el sueño, habíamos visto que en los términos de Lacan es equivalente a contar el sueño; ya contarlo es una interpretación, independientemente de la interpretación que pueda venir a partir de un análisis. Cuando uno cuenta el sueño ya implica una interpretación de la figurabilidad y Lacan escribe esto como simbolizar la imagen, que es poner en palabras la figurabilidad. Por otro lado había marcado las clases en las que Lacan discute con Erickson, fundamentalmente la idea de lo profundo y lo superficial. Como si hubiese dos capas independientes, como si pudiésemos decir que el inconsciente es más profundo que el preconsciente. Lacan bajo ningún punto de vista piensa las cosas así, sino que piensa que se trata de un texto - como si fuese un texto sagrado - hay que remitirse a lo que está escrito allí. Así se pueden pensar esas dos capas como una banda de Moebius; lo pueden probar si agarran una cintita, la giran y pegan sus extremos de modo que tenga una sola cara. Si uno va pasando el dedo por la superficie de la cinta se ve que no hay 1 y 2, sino que todo el tiempo recorren una la misma superficie. Una vez que ubicamos esto, comenzamos a ver las relaciones entre lo imaginario y lo simbólico. Cómo lo imaginario y lo simbólico están anudados, agarrados. Y vamos a ver en la cursada que muchos de los esquemas de Lacan en esta época están dirigidos a la articulación entre imaginario y simbólico; ustedes conocen el esquema lambda, donde cuesta todavía ubicar algo de lo Real. Sin embargo Lacan, una vez que muestra este esquema, avanza en el sueño de la inyección de Irma y sitúa lo Real. Casi como si dijera que mientras uno está dando vueltas entre imaginar el símbolo y simbolizar la imagen eso puede ser interminable, porque no tiene ni principio ni fin. Habíamos charlado del resto diurno, cómo ese resto no termina de producirse nunca; entonces, uno trabaja en

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el sueño, al otro día uno cuenta el sueño para seguir produciéndolo y eso se vuelve interminable. Salvo que en el sueño uno se encuentre con algo que ponga un tope, y eso tiene que ver con lo Real; lo Real en este girar constante implica un corte, una interrupción. Les he leído dos párrafos del seminario 2, páginas 245 y 249, de donde extrajimos algunas indicaciones de Lacan. Fundamentalmente que ese momento de interrupción del sueño tiene que ver con la muerte, con el órgano sexual femenino, con lo que jamás se ve - dice Lacan - el fondo de las cosas, el más profundo de los misterios, la angustia. Son todas expresiones de Lacan para ubicar ese punto, en la pág. 249 agrega: verdadera cabeza de medusa - como una imagen que utiliza Freud para hablar de la castración - y además lo innombrable, lo insituable y termina diciendo, lo real ultimo, lo impenetrable. Todo esto es una manera de ubicarnos respecto de lo Real y de una noción que va a ser muy importante en Lacan, con la que no nos vamos a detener ahora pero que vamos a ver más adelante, que es lo que llama el despertar. Dimos algunos ejemplos, que toma Freud, donde no se trata de un despertar sino de un deseo de dormir. El deseo inconsciente es para Freud siempre sexual e infantil, sin embargo hay un deseo que no es de este orden, el deseo de dormir. Es un deseo de mantener dormido al aparato, y eso se encuentra tanto en la vida de vigilia como cuando uno está efectivamente durmiendo. Lo que Lacan llama el despertar tiene que ver con un encuentro con lo Real; di el ejemplo de la muerte de alguien cercano, cómo uno a partir de eso se pueden ver las cosas desde otra perspectiva. Cosa que dura lo que dura muchas veces. Lo van a encontrar en Freud dicho de varias maneras, pero cuando él por ejemplo habla de la realidad psíquica - que es la que cuenta para el neurótico - no es lo Real, están en veredas opuestas. Vamos a volver más adelante con esto. El esquema Lambda, es un esquema que tiene dos ejes: uno simbólico y otro imaginario. Entre otras cosas sirve para distinguir dos elementos sobre los cuales vamos a insistir a lo largo del año, el yo y el sujeto del inconsciente. Hay una idea fuerte que tiene Freud, lo van a ver en teóricos también, es que la noción de uno mismo - que es la noción que hace que uno pueda decir yo soy así - es algo que uno tiene que adquirir. Y Freud lo liga a lo que conocen como narcisismo. Es algo que retoma Lacan a partir de lo que llama el estadio del espejo. Vamos a hablar de esto en varios espacios; lo importante es que para llegar a este punto – para tener la idea de uno mismo - hace falta encontrarse con las imágenes de uno mismo en otro lugar, en este caso el espejo, en el ejemplo de Narciso, en el agua (haciendo de espejo). Como si cuando uno ve la imagen propia reflejada, uno podría decir “ese soy yo”. Hasta ese momento no hay una idea innata de lo que es uno mismo, se adquiere a partir de allí. Lacan lo retoma para plantear el estadio del espejo a su manera. Lo que Lacan señala con mucha claridad es que eso no se da de la misma manera en los seres humanos que en los animales, y da ejemplos de la biología. En los animales, determinadas imágenes (sean visuales, olfativas) desencadenan determinadas conductas. Por ejemplo, el olfato puede desencadenar conductas sexuales pertinentes a la especie, cosa que no sucede en los seres humanos, o al menos no sucede así. Con la particularidad agregada de que en el ser humano esa imagen tiene la característica de la buena forma, de la gestalt. Uno tiende a completar con buena forma eso que está allí. Para tener la imagen de uno mismo tiene que ser una

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imagen cerrada, de completud. En general, esta imagen que uno tiene, además de ser la imagen de uno mismo, permite ver lo que no es uno, lo que es el mundo. Yo tengo una imagen completa de mi mismo, me permite ver que esto soy yo, y que todo lo otro no soy yo, establece un mundo propio y un mundo ajeno. Van a ver que todo esto tiene consecuencias en la vida cotidiana de la gente, y entre otras cosas, se ve cómo uno se enamora de esa imagen, que es la idea de Freud de que lo primero que uno ama es la propia imagen. Algo que en la actualidad es muy común, está en todos lados, es la idea que primero hay que amarse a sí mismo para amar a otro, además cuando uno ama a otro empiezan los problemas de cuál es mi mundo y cuál es el de otro. Una problemática muy común en las parejas es cuál es mi pequeño mundo, hasta donde llego yo, preservar algo de mi mundo. Tiene que ver con lo imaginario esto. Porque uno es cautivado por una imagen de la cual se apropia y dice: esta es mi imagen. Y a partir de esto parten todas las problemáticas que deben conocer, si uno tiene una buena imagen de si mismo, si uno puede verse con el ego, etc. cuestiones que entran en problemáticas habituales y cotidianas. Esto de lo imaginario es un intento, entre otras cosas, de cerrar lo que lo simbólico no cierra. Si hay algo que caracteriza a lo simbólico es justamente que no se puede nombrar todo. Si ustedes quieren, nombrar todo sería una manera de terminar de hablar; uno sigue hablando justamente porque no nombra todo. Hay una idea muy fuerte en Lacan desde el comienzo de que en el conjunto de elementos que es lo simbólico, al menos falta un elemento. Y esto tiene una doble característica: por un lado, como falta uno, uno se la pasa buscando lo que falta. Y a la vez es lo que posibilita que uno siga toda la vida buscando. Que eso no se detenga. El otro día usábamos el ejemplo del olvido en Freud, Signorelli. Freud venía hablando y de repente le falta un significante. Un significante desapareció momentáneamente, se le produce un vacío, y Freud dice muy claramente que en el momento del olvido no tenía la palabra, tenía la imagen; en el lugar de ese vacío aparecía algo de la imagen, como tapando ese vacío. Algo de la relación entre simbólico e imaginario aparece así, como lo imaginario dándole algo de completud a lo que en lo simbólico no tiene ninguna completud. Tomo lo Real. Vuelvo a lo que hablábamos antes. Lacan da varias definiciones de lo real a lo largo de su enseñanza. En el seminario 2 Lacan dice que lo real es lo que vuelve siempre al mismo lugar y da varios ejemplos. El ejemplo de los planetas, no nos vamos a detener ahora en eso. En el seminario siguiente, y es la definición que vamos a tomar a lo largo del año, define a lo Real como lo que está fuera de lo simbólico. Es decir que si definimos lo simbólico como un conjunto de elementos covariantes; conjunto quiere decir que no es totalidad, no define a lo simbólico como una totalidad de elementos, es una cantidad pero no todos; entonces siempre va a tener lo Real, porque siempre va a haber algo fuera de lo simbólico. Siempre va a haber Real, que es lo que lo simbólico deja afuera. No hay manera de definir lo real sino es a partir de lo simbólico, es lo que quiero marcar. Para que haya por fuera, real, tiene que haber simbólico. Y lo imaginario tiene siempre la tendencia a encontrar algo que completaría lo simbólico. Lo imaginario tendería a taponar, velar lo que en lo simbólico es innombrable, lo que no se puede completar, etc.

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Hay otras definiciones posteriores en Lacan, voy a tomar una mas que es muy posterior pero vale la pena nombrar, que es definir a lo real como lo imposible lógico. Esto tiene un agregado, porque siempre un imposible lógico se determina a partir de un sistema lógico x. Doy un ejemplo: en el sistema de los números naturales 2+2 es 4, y es imposible que sea 5. Un sistema simbólico determina una imposibilidad. Otro ejemplo, dos rectas paralelas no se tocan nunca en un punto. Un buen día apareció alguien que armo una geometría esférica donde dos rectas paralelas se tocan en un punto. Son dos sistemas lógicos diferentes. Cada sistema lógico genera su propio imposible. De acuerdo al simbólico de cada quien, vamos a encontrar una imposibilidad distinta, un real distinto. Si nosotros decimos que lo real es lo que está fuera de lo simbólico, habría un mismo real para todos. Pero, por ejemplo, supongamos 5 soldados que fueron a la guerra y estuvieron en la explosión de una trinchera; de esos 5, 3 vienen con neurosis de guerra y 2 no. Uno podría decir que no hay manera de simbolizar eso, sin embargo hay 2 de ellos que no hicieron una neurosis de guerra. Para cada quien, hay un Real. Además, un imposible siempre es demostrable lógicamente. Cuando decimos imposible, es que podemos demostrar que lo es. Lo que me interesa de esta tercera definición es que agrega que para cada sujeto hay un Real. Para cada sistema simbólico, hay un Real propio. Avanzo un poco más. En ese conjunto de elementos, los elementos del conjunto son los significantes. Los significantes son, cada uno, elementos únicos. Para que un significante sea un elemento único tiene que estar separado de los otros. Para que ustedes entiendan, cuando yo hago una cadena de significantes tengo que mínimamente separar una palabra de la otra. S1, S2, S3. La idea de Lacan es que esos significantes, cada uno por separado, hacen una cadena a partir de un punto. A partir de la puntuación eso cobra un sentido retroactivo. Lo simbólico en ese sentido tiene una temporalidad. No solo no se puede decir todo sino que lo que se dice precisa de un tiempo, y cuando uno comienza a hablar el que está escuchando no sabe lo que va a decir hasta que uno puntúe eso. El mejor ejemplo es el chiste, se cuenta una historia y hasta que no termine todo eso que se cuenta no se entiende para qué ni por qué, ni tampoco interesa. Lo que importa es la puntuación de lo que se fue encadenando. Otro ejemplo, en las cartas de póker, una de las combinaciones es la escalera. Uno tiene 1, 2, 4, 5, si le agrega el 3 eso se transforma en una escalera y todos esos números cobran un valor especial ¿Se sigue la idea? La idea de Lacan es que lo que llamamos sujeto lo encontramos a partir de que se encadenan los significantes. No hay ningún significante en tanto tal que represente al sujeto. Ustedes deben haber escuchado esta definición; un significante representa al sujeto para otro significante. El sujeto no es ningún significante sino que el sujeto tiene su lugar entre los significantes. Cuando uno quiere atrapar al sujeto se le escabulle entre las manos. Vengo hablando, tengo un fallido; en vez de decir a, digo b, una sustitución de un significante por otro. Muy parecido al ejemplo del olvido, en el cual hay un significante que falló, porque el olvido es un fallido en cámara lenta, en el sentido que cae un significante y en su lugar no aparece nada; después caen todos los significantes. La cadena significante es el Otro, tesoro de significantes. El yo, que Lacan lo escribe como a ----- a’, a’ es la imagen en la que uno se encuentra, tiene que ver más con la intencionalidad. “Yo estaba diciendo “mi mujer”, se trata de mi mujer, no sé por qué dije mi madre en lugar de mi mujer, estuve todo el día trabajando, estoy cansado, vengo a análisis…” y

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tiene que ver con la posición de uno mismo, con la posición de creer que uno maneja las cosas. La posición de completud. El yo tiene esas características, cuando está bien conformado. Podrá ser uno más ególatra o menos, pero finalmente, cuando uno habla desde uno, es como si uno dijese al estilo de “no me saquen de contexto, yo dije mi mujer”. Y allí es donde uno cree manejar las cosas. El yo sirve entre otras cosas para eso, para darse una unidad, para creer que uno tiene ciertos deseos, que uno quiere ciertas cosas en la vida; y cuando uno hace un análisis a veces se encuentra con que se decidió a estudiar psicología porque cuando era chico era la oreja de la madre por ejemplo, la madre que sufría, y entonces eso que parece ser un test vocacional, finalmente quizás si uno atraviesa un análisis ve que había una cierta determinación del sujeto del inconsciente que es de otro orden, que responde a otra cuestión. Agrego un elemento más. Que es que esa imagen tiene que ver con el cuerpo. Porque la imagen que uno ve reflejada es la imagen del cuerpo; y el yo y el cuerpo en ese sentido, van juntos. Si ustedes estuvieran conociendo a alguien virtualmente y le preguntan ¿cómo sos? Empezaría a definirse, alto, bajo, tiene que ver con la imagen que uno tiene del cuerpo sobre sí mismo. La imagen corporal es parte del ser, en el campo del yo. Después uno podría dividir su yo en el aspecto espiritual, corporal, de la personalidad. Todas esas imágenes tienen que ver con una imagen de cuerpo que implica el adentro y el afuera. Como si uno fuera una pelota. En una pelota está lo que está adentro y lo que está afuera de ella; y cuando uno come puede decir: “me llené”, como la imagen de una pelota, con cierta extensión. “no puedo más”, como si se llenase. Es una noción muy habitual, pero no es para todos los sujetos, van a ver en ciertos sujetos psicóticos que no tienen esa imagen de su cuerpo como si fuera una pelota. Un paciente decía que cuando iba de cuerpo tenía temor de que los órganos se le fueran. Si uno no tiene ese temor, es porque tiene la imagen del cuerpo como una pelota, no tiene el temor de los órganos se le vayan del cuerpo. Hay ciertos psicóticos que tienen esa idea de que el otro le lee los pensamientos, es un fenómeno bastante descripto de la psiquiatría y el psicoanálisis también. Pero para poder tener ese fenómeno hay que tener una alteración de la noción de su propio cuerpo. Un neurótico habitualmente cree que los pensamientos los tiene adentro, esa es una noción que hay que adquirir, que tiene que ver con el yo y con el cuerpo, que responde a esa imagen que uno ve en el espejo y que es una noción cerrada que hace que distinga el adentro y el afuera. Ese yo no es completo, uno no maneja todo lo que quiere manejar, es lo que Freud descubre desde un comiendo cuando usaba la hipnosis. Lo que Freud descubre con la hipnosis es que la gente hace cosas que no sabe por qué las hace, y que eso responde a la determinación inconsciente, que eso responde a ciertos deseos inconscientes. Lacan formula eso a partir de la instancia que hay entre el yo y el sujeto del inconsciente. En Lacan siempre el sujeto es el sujeto del inconsciente. Doy ejemplo: viene un hombre, generalmente los hombres vienen a análisis por dos problemas: uno muy habitual es su propio órgano, el otro problema son las mujeres. Son los dos problemas más habituales, la vida masculina es siempre más simple que la femenina, para saber eso no hace falta el psicoanálisis. Entonces, viene un hombre a análisis porque no logró la erección en el momento que tenía que lograrla, por supuesto, que es un problema en principio del yo. Un hombre que cree que puede manejar su órgano a piacere y viene a análisis cuando algo del yo se contrapone con el sujeto del inconsciente, porque en el momento que tenía que lograr la erección no la logró. Freud decía que si la mujer en cuestión se parece a la madre

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no va a lograr la erección porque eso traería aparejada la castración, entonces es mejor para los hombres guardar ese órgano antes que perderlo, sintetizo rápidamente cierta idea freudiana. Se ve muy bien ahí entonces que si el análisis llevase a que ese sujeto pudiese encontrar ahí el parecido de esa mujer con la madre, entonces encontraría como eso respondió al sujeto del inconsciente y no al yo. Responde a una determinación inconsciente. Hay una distancia entre una cosa y la otra. Cuando uno tiene un fallido es lo mismo, uno quiso decir algo y sin embargo dijo otra cosa. Seguimos dando vueltas entre lo imaginario y lo simbólico. He visto muchas veces en la clínica casos de hombres que cuando encuentran la interpretación de por qué pasó lo que pasó, cuando reconocen eso, encuentran cierto alivio, porque reconocen que eso al menos responde a lo inconsciente. Y que no responde al yo pero al menos responde al inconsciente, y a veces se ve que no logran resolver el síntoma pero se tranquilizan, porque al menos eso responde a una ley que es la ley del inconsciente, con la esperanza de poder con el tiempo resolverlo. Cuando hablamos de lo Real, como Lacan lo presenta acá, en principio es por fuera de ese inconsciente, por fuera de ese simbólico–imaginario que da vueltas. Y la angustia es la manifestación que aparece en el momento que toparse con eso Real. Lacan, mucho tiempo después, lo va a definir - siguiendo a Freud - como un afecto. Volveremos más adelante sobre esta cuestión. Entonces, resumiendo, hemos distinguido el sujeto del yo; poniendo la preponderancia en el yo del lado de lo imaginario, y del lado del sujeto su articulación a lo simbólico, agregando ahora una salvedad, que en el caso del ser humano la imagen no es cualquiera. No es como en los dibujitos animados que el patito cuando nace y ve pasar una imagen, es la madre. Entonces si pasa el lobo, el lobo se transforma en la madre, no es así en el ser humano. Lo que indica Lacan es que esa imagen tiene que estar articulada de alguna manera a lo simbólico también en el sentido de que haya alguien que le señale cual es la buena forma. Desde el lado de lo simbólico algo le señala cual es la buena imagen. Es una diferencia que hizo Freud y que Lacan retoma, que es la diferencia entre el ideal del yo y el yo ideal. Uno puede tener por ideal, supongamos, ser médico. Este ideal uno se lo imagina con alguna imagen; entonces, cuando uno se imagina con ese ideal, se imagina con un guardapolvo blanco caminando por los pasillos de un hospital. Si uno tiene el ideal de un revolucionario, hay una imagen preponderante en el mundo, el che Guevara. Ese ideal uno se lo representa con una imagen. Están esas dos cosas, una abstracción que tiene cierta imagen para representarla de alguna forma. Es decir que este es el lugar del otro que señala cual es la buena forma a partir de ciertos ideales. El yo ideal tiene que ver con cuál es la mejor imagen para mí mismo. Y el ideal del yo son los ideales que uno tiene, “quiero ser honesto”, después uno tiene que armar una manera de hacerlo. Entonces distinguimos: el sujeto del inconsciente del yo, que tiene que ver con imaginario pero no es lo imaginario solo, suelto, que es lo que sucedería en el campo animal. Lo imaginario animal funciona distinto que el ser humano, justamente porque el ser humano también tiene lo simbólico. Ese ideal – simbólico - le pre existe al sujeto. Salvador Dalí lleva el nombre Salvador porque iba a salvar a los padres que habían perdido un hijo anterior. Ya antes de nacer iba a salvar a los padres.

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Quien iba a venir a ese lugar ya estaba marcado por un ideal, después como eso se articula a lo imaginario, como lo encarnó él, es otro asunto, qué hizo él con eso. Esa determinación inconsciente no quiere decir que uno tenga la vida escrita, sino que frente a eso uno tiene elecciones; sino el psicoanálisis no serviría para nada. Es con lo que comenzamos la cursada: con la ética, la elección forzada, no es que uno elige lo que quiere, en ese margen hay una diferencia abismal entre las elecciones que uno puede hacer. Frente a eso uno se arma cierta imagen de lo que sería. Lo imaginario sirve para ubicarse respecto de eso también. El yo ideal es la propia imagen. Entonces no hay que perder de vista que el yo y el sujeto tienen una relación. Que cuando aparece el sujeto dividido, la división del sujeto marca la no completud del yo. La irrupción del sujeto marca que uno no es completo, por eso se llama sujeto dividido entre otras cosas. Hay algo que yo no determino y en eso está la división, entre otras cosas. La división es la división de uno mismo, que uno no reconoce desde el lado del yo, “yo soy así”, pero uno va a un análisis y se pregunta “entonces ¿Cómo soy? ¿Por qué hago lo contrario de lo que quiero hacer?” Se produce la división, uno esta partido al medio. Cuando aparece el sujeto siempre tira abajo algo de la completud del yo. Hasta en el más mínimo fallido. Nosotros nos volvemos a encontrar en junio donde continuamos con estos espacios. Muchas gracias. Desgrabación: Gabriela Scheinkestel Establecimiento del texto: Nicolás Bousoño Versión no revisada por el Prof. Naparstek.