No8 El estado y comunidades indigenas 29 05 2015


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No. Departamento de Investigaciones Sociopolíticas

GUATEMALA, JUNIO 2015

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El Estado y las comunidades indígenas: lineamientos para la comunicación Una buena relación entre el Estado y las comunidades indígenas depende de que exista adecuada comunicación y entendimiento entre ambos.

La ausencia de diálogo en la sociedad corre paralela a la ausencia de diálogo entre la sociedad y el Estado. Al mismo tiempo, la presencia diaria de diversas formas de violencia e intolerancia en la sociedad, es en parte reflejo de la débil capacidad de las instituciones estatales para manejar las demandas sociales y políticas. En el caso de las comunidades indígenas, una buena relación entre estas y el Estado depende, en buena medida, de que exista adecuada comunicación y entendimiento entre esos actores. En ese sentido, el Estado guatemalteco debe mejorar en tales aspectos, desarrollando capacidades para el diálogo y acatando el marco constitucional que manda el reconocimiento, promoción y respeto de la población indígena.

Pese a lo crucial que resulta el desarrollo de dichas capacidades para la comunicación y el entendimiento, esta es una necesidad difícil de gestionar, tomando en cuenta obstáculos como la débil cobertura territorial del Estado, la estrechez de recursos y una notoria fragilidad institucional. Sin embargo, cabe resaltar que aun cuando en materia legal existen lagunas en torno al diálogo, sí hay experiencias de negociaciones en el país y una rica y muy antigua tradición indígena sobre diálogo público que debe ser valorada y aprovechada. El diálogo entre el Estado y las comunidades indígenas no debe concentrarse únicamente en la atención a crisis, sino deberían existir esfuerzos sostenidos para promover capacidades de diálogo en los actos y servicios rutinarios de todas las instituciones públicas, de forma transversal, a través

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de personal capacitado, directrices claras, políticas públicas sectoriales y en general, mediante una intermediación política eficiente y democrática. Por la vía de la Presidencia del Ejecutivo se ha venido desarrollando una institucionalidad orientada a la gestión de la conflictividad social mediante el diálogo: la Comisión Presidencial de Derechos Humanos (1991), la Secretaría de la Paz (1999), la Secretaría de Asuntos Agrarios (2002), y el Sistema Nacional de Diálogo (2009). Estas instituciones concentran los esfuerzos de diálogo estatal, se especializan en tipos de conflictividad y comparten mucho la metodología que aplican. Dentro de diversas dependencias estatales también se han creado unidades orientadas a atender la diversidad étnica y cultural del país. Infortunadamente, en su gran mayoría, estas unidades no cuentan con suficientes recursos ni capacidades instaladas y sus competencias son limitadas para impulsar pertinencia cultural y lingüística en las políticas y programas institucionales (ASIES, 2014). Uno de los principales argumentos de los tomadores de decisiones públicas para no implicarse en un diálogo social, es el temor siempre presente de rebasar el marco de sus competencias legales. Sin embargo, frecuentemente estos temores están dictados por una cultura burocrática heredada y muy afirmada en el centralismo. Por ello, se requiere propiciar orientaciones claras en materia de diálogo social y generar instrumentos de políticas públicas para la institucionalidad. Transversalizar la perspectiva dialógica no consiste simplemente en añadir un componente de diálogo a políticas y programas, sino hacer del diálogo una estrategia de acción en el desempeño institucional.

Concepción cultural del diálogo, su uso y manejo en las comunidades indígenas En las comunidades mayas el diálogo social está considerado un valor moral y es por tanto exigible. Su uso está muy institucionalizado a nivel de comunidad y es un principio de organización institucional con que funcionan las autoridades comunitarias. Esto explica el papel central que juegan el alcalde de comunidad y su cuerpo directivo como órganos de información y facilitadores del debate. El diálogo, como toda deliberación pública, es un proceso de varias etapas, las cuales van desde la mejor manera cultural de propiciar el diálogo al mejor modo de abordar un problema, de plantearlo o desenredarlo y de lograr un acuerdo. La diversidad de temas que tratan los alcaldes de comunidades en sus reuniones públicas es muy amplia. Estudios de ASIES (2013 y 2014) mostraron que son muchas las situaciones problemáticas que requieren de un debate público o asamblea. Los alcaldes comunitarios mantienen una intensa actividad de diálogos, frecuentemente semanal. En estos espacios, el tratamiento de un tema no se limita a aceptar o rechazar una salida, sino de abrir la deliberación y lograr acuerdos sobre la base de propuestas y contrapropuestas. Cuando se logra un ambiente adecuado y de buena fe, se estimula la cooperación en la solución de problemas y la negociación pública.

El problema de la información a comunidades indígenas La información pública juega un papel importantísimo en el acercamiento directo a las autoridades de comunidades y en ello hay que considerar la

Transversalizar la perspectiva dialógica no consiste simplemente en añadir un componente de diálogo a políticas y programas, sino hacer del diálogo una estrategia de acción en el desempeño institucional.

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diversidad lingüística y cultural. Hay debilidades institucionales que deben superarse, tales como la falta de personal capacitado e idóneo y débil apoyo a las unidades que prestan este servicio de información pública. Además, la institucionalidad debe abrirse hacia la participación, la transparencia y la información, escrita y oral.

Opciones de política y análisis de su factibilidad Los ejes generadores de diálogo social y una mejor comunicación y entendimiento entre Estado y comunidades indígenas descansan en opciones de política de tres tipos: Políticas de información pública; políticas para fortalecer capacidades institucionales de diálogo social; y políticas de reconocimiento, respeto y promoción de autoridades representativas de comunidades indígenas. Su factibilidad depende de que las instituciones estén en capacidad de dar información pública con pertinencia cultural y lingüística; promover la inclusión del enfoque de diálogo en las políticas públicas; implementar acciones de fortalecimiento

institucional dirigidas a manejar el diálogo social como un deber y un medio para el accionar institucional; implementar políticas de relación y comunicación directa y de buena fe con autoridades de comunidades indígenas. En ese sentido, ASIES aspira a contribuir a que el diálogo social sea considerado transversalmente en las instituciones estatales, se contemple en políticas, programas y proyectos dirigidos a comunidades indígenas, fortalecer las capacidades institucionales de información pública, con pertinencia lingüística y cultural, y promover relaciones de reconocimiento, respeto y promoción de las autoridades representativas de las comunidades indígenas. Para esto, la consideración básica radica en proyectar el diálogo público como un valor moral, un principio de organización institucional y una metodología que hace efectivo el liderazgo de las personas; este triple interés permite trazar diferentes etapas de implementación, la progresiva implementación de nuevas prácticas institucionales va de la mano de acciones para la construcción de confianza y de acciones de fortalecimiento institucional.

Etapas del proceso de implementación

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Primero, la definición de una rectoría del diálogo institucional, promover acciones de liderazgo institucional, y promover un mejor conocimiento y comprensión de la naturaleza del diálogo social.

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Segundo, acciones que promuevan políticas públicas donde se identifiquen actores clave institucionales con mayor responsabilidad institucional y promover el uso de los espacios de diálogo social disponibles con autoridades indígenas.

Tercero, desarrollo de capacidades institucionales para accionar estratégicamente e implementar programas de información y comunicación de buena fe y con pertinencia cultural y lingüística.

Cuarto, impulsar acciones afirmativas que mejoren las capacidades institucionales de diálogo social.

Autor Carlos Fredy Ochoa Asociación de Investigación y Estudios Sociales 10ª Calle 7-48 zona 9, Ciudad de Guatemala Teléfono: (+502) 2201-6300 Fax: (+502)2360-2259 www.asies.org.gt [email protected]

Departamento de Investigaciones Sociopolíticas José Carlos Sanabria, Hugo Novales, Javier Brolo, Gabriell Duarte Karin de Maldonado Dirección de Investigación Guisela Mayén Revisora de estilo Ana María de Specher Diagramación Cesia Calderón

La elaboración y publicación se realizó con la colaboración de la Fundación Konrad Adenauer de la República Federal de Alemania (KAS) y mediante una subvención del Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC, Canadá), bajo la Iniciativa Think Tank www.idrc.ca/thinktank. Las opiniones expresadas en esta publicación no necesariamente reflejan los puntos de vista del IDRC o su Consejo de Gobernadores, ni de la Iniciativa Think Tank (TTI). Este reporte está protegido por una licencia CreativeCommons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported. Fotografía: Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Licencia de atribución.