Nerviosismo en Venezuela por el millonario fraude de Stanford

19 feb. 2009 - En una sucursal del banco en Caracas, decenas de venezolanos hicieron cola para tratar de recuperar su dinero. REUTERS. CARACAS.
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EXTERIOR

Jueves 19 de febrero de 2009

La crisis global

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Una estafa que sacude a la región

Reclamo por el “corralito” al fondo Santander Banif Más de 1000 ahorristas preparan acciones colectivas; los damnificados totalizan 42.309 ADRIAN SACK PARA LA NACION

REUTERS

En una sucursal del banco en Caracas, decenas de venezolanos hicieron cola para tratar de recuperar su dinero

Nerviosismo en Venezuela por el millonario fraude de Stanford El banco del inversionista norteamericano tiene unos 15.000 clientes en ese país CARACAS.– Inversionistas venezolanos tendrían una fuerte exposición al fraude “masivo” del que se acusa a Stanford International Bank, indicaron ayer las autoridades de Caracas, lo que generó una ola de nerviosismo entre los ahorristas, que se agolparon en las sucursales locales para retirar sus fondos de la entidad. Cientos de personas intentaban sacar su dinero de Stanford Group Asesores de Inversión, firma que canaliza inversiones hacia el exterior, que tendría unos 2500 millones de dólares en fondos venezolanos, según estimó el superintendente de bancos, Edgar Hernández Behrens. “Muchos venezolanos hicieron inversiones en Stanford Bank Antigua; estamos hablando de 2500 millones de dólares”, explicó Hernández. El funcionario precisó que las cifras de recursos en riesgo son todavía estimadas, pues no se cuenta

con un balance concreto. Agregó que el banco local del mismo nombre no consolida sus balances con las entidades en el exterior. Las noticias sobre el posible fraude generaron temores tanto entre los clientes del banco como entre los de la casa de inversión. Ya desde anteayer los inversionistas se acercaban a las oficinas para recuperar su dinero. “Lo escuché por la radio. Casi que me vengo corriendo en pijama. Yo sé que es malo para ellos que todo el mundo saque la plata, pero son los ahorros de uno”, dijo Karin Dahan, una comerciante de 37 años, en las afueras de una agencia bancaria en el este de Caracas. Los venezolanos tienen fresco el recuerdo de una desgarradora crisis que, entre 1994 y 1995, arrasó con la mitad del sistema financiero del país, consumió unos 11.000 millones de dólares y condujo a la economía del

país petrolero a uno de sus peores momentos. Esta nueva ola de temor se desató luego de que la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC, por su sigla en inglés) acusara al multimillonario texano Allen Stanford y a dos ejecutivos de Stanford Financial Group de una venta fraudulenta de 8000 millones de dólares en certificados en varios países. Según la demanda de la SEC, Stanford vendió los certificados prometiendo una alta rentabilidad –que excedía las tasas disponibles en el mercado– a través de certificados reales ofrecidos por bancos tradicionales, con intereses superiores al 8%. La estafa de Stanford hizo recordar a la perpetrada por Bernard Madoff, quien estafó en 50.000 millones de dólares a miles de inversionistas. Stanford International Bank tiene 30.000 clientes en 131 países y ad-

ministra activos por 8500 millones de dólares, una buena parte de los 50.000 millones que el grupo en su conjunto dice tener. En Venezuela, Stanford Bank tiene 14 sucursales y unos 15.000 clientes. Escenas similares a las de Venezuela se vivieron en México, donde decenas de asustados inversionistas reclamaban sus ahorros en las oficinas de la sede local, que ayer permaneció cerrada. En Colombia y en Panamá el Stanford Bank se vio obligado a suspender sus operaciones. En tanto, los principales estudios de abogados que representan a los clientes argentinos estafados por Madoff ya comenzaron a recibir consultas por el caso Stanford, aunque aclararon que en los próximos días podrían multiplicarse ya que “el caso recién se conoció hace 48 horas”.

Agencias AP, AFP, EFE, ANSA y Reuters

MADRID.– En una muestra del malestar que generó el “corralito” impuesto en España al fondo Santander Banif, la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae) informó ayer que “más de 1000” ahorristas concurrieron a reuniones organizadas por la entidad para organizar acciones colectivas en defensa de sus intereses. La entidad había convocado anteayer a asambleas simultáneas en todo el país para organizar una protesta contra la negativa del Santander Banif a reintegrarles los depósitos a sus clientes. Los representantes de los clientes perjudicados, que ascienden a 42.309, acordaron exigirle a la entidad bancaria la devolución en el corto plazo de entre el 80% y el 100% del dinero depositado en ese fondo inversor. Ante el problema de iliquidez que acusó el Santander Banif, poseedor de 3266 millones de euros en activos, Adicae sugirió “que se intervenga el Banif inmobiliario y se obligue al [banco] Santander a responder por los reembolsos”. No obstante, y a pesar de la decisión de los ahorristas afectados de llevar el caso a la justicia, el gobierno español respaldó la decisión del Santander Ba-

La UE, preocupada por el déficit estatal BRUSELAS (DPA).– La Comisión Europea (CE) advirtió ayer que estudia sancionar a España, Francia, Irlanda, Grecia, Letonia y Malta, luego de que sus déficits fiscales superaran el 3% anual. Según los estatutos de la Unión Europea, los Estados que superen el 3% de déficit pueden ser amonestados.

nif de congelar los depósitos por dos años al señalar que el procedimiento “está dentro de la ley”. Con esta afirmación, el secretario de Estado de Economía, David Vegara, se alineó con las autoridades del fondo inversor, que en la jornada previa utilizaron idénticas palabras para defender su postura de reintegrarles a sus clientes sólo el 10% del dinero invertido.

Datos negativos En la misma tarde que dio a conocer el polémico apoyo oficial al grupo bancario, Vegara reveló que la inversión en España cayó el 9,3% el año pasado, al tiempo que el consumo en los hogares, un indicador clave para la salud de la actividad económica, se redujo en un 2,3%. Estos porcentajes son los peores desde 1993, cuando la economía había ingresado por última vez en recesión. Ese año, el consumo, que supone el 56% del PBI, cayó entre abril y junio un 2,8%, y desde entonces, hasta el presente, nunca había registrado una variación negativa de una intensidad semejante. A pesar de que los datos revelados ayer completan el cuadro desalentador iniciado por el aumento del desempleo y la contracción del PBI, el funcionario afirmó que a fines del actual ejercicio “la situación debería cambiar”. En este sentido, Vegara vaticinó que la economía no registrará este año “una caída superior al 1,6%” previsto por el gobierno local, más allá de que en los últimos meses los pronósticos oficiales registraron gruesos desacoples con los índices reales de crecimiento y empleo. Sin embargo, el secretario reconoció que la situación se ha vuelto “difícil” para la vida cotidiana de la sociedad española, ya que “en los próximos trimestres” se mantendrá “el escenario de debilidad del empleo y de la demanda interna”.