LOS ZENÚES Y EL MANEJO DEL MEDIO AMBIENTE Una maleta didáctica del Museo del Oro del Banco de la República
Reflexión Bicentenaria Nuestra sociedad celebra 200 años de existir, enhorabuena. Pero, ¿alcanzaremos a vivir bien durante 13 siglos (1.300 años) como lo hicieron los antiguos zenúes, sin depredar el medio ambiente que les daba sustento?
Foto de carátula: Canales excavados por los antiguos zenúes en cercanías de San Marcos, Sucre. Foto de Sebastián Schrimpff.
Material didáctico ideado por la Oficina de Servicios Educativos del Museo del Oro del Banco de la República de Bogotá, con el apoyo de Ana María González, Diana Patricia González, el Museo Zenú del Banco de la República en Cartagena y las Áreas Culturales del Banco de la República en Montería y Sincelejo. Nuestros agradecimientos a Juanita Sáenz Samper, Valeria Baena, al Acueducto de Bogotá y al Museo etnoarqueológico de los Montes de María (San Jacinto, Bolívar). Basado en las investigaciones arqueológicas de Clemencia Plazas y Ana María Falchetti.
© 2010, Banco de la República de Colombia. Usted puede reproducir este material exclusivamente para uso educativo sin finalidad comercial, citando la fuente completa y su propietario el Banco de la República de Colombia.
Cartilla para el maestro
LOS ZENÚES Y EL MANEJO DEL MEDIO AMBIENTE Una maleta didáctica del Museo del Oro del Banco de la República
Apreciados Maestros y Maestras: Esta maleta didáctica del Museo del Oro del Banco de la República puede usarse en clase, en actividades de vacaciones o en talleres en entidades culturales. Pero tiene además un uso nuevo: puede apoyar los Proyectos Ambientales Educativos (PRAE) presentes en todas las instituciones educativas del país. Con el contenido de esta maleta los integrantes de los grupos PRAE se formarán ellos mismos en los temas ecológicos para luego diseñar el proyecto ambiental que le propondrán a todo su colegio; después podrán realizar una jornada o semana cultural y así divulgar en toda la institución sus ideas sobre el buen uso del medio ambiente para que todos se unan y participen de su propósito. Cerca de 15.000 indígenas zenúes viven hoy en el resguardo de San Andrés de Sotavento. Sus ancestros, hace 2.000 años, concibieron en las llanuras del Caribe colombiano la más extraordinaria obra de ingeniería: un sistema de canales que drenaba las aguas de inundación y a la vez aprovechaba todos los recursos que ofrece el agua para cultivar, pescar, cazar y transportarse. Hoy esta región se inunda todavía durante ocho meses todos los años; sin embargo, nuestra sociedad no sabe ya adaptarse: se queja y pretende aplicar una tecnología no adecuada al medio, lo cual genera desastres y pérdidas materiales y humanas. A partir de los objetos de cultura material contenidos en la maleta y de las demás actividades propuestas, esta es una invitación para viajar lúdicamente por las llanuras del Zenú y para emprender un nuevo recorrido por la vida: uno donde nuestras prácticas más cotidianas (encender la luz, cerrar la llave, botar la basura, comprar un refresco en una botella de plástico o mejor en una de vidrio) tengan conciencia ecológica y responsabilidad individual y colectiva: ¿Cómo nos desplazamos? ¿Cómo nos comportamos como consumidores? ¿Cómo nos ocupamos de nuestra producción de basura, de nuestro uso del agua? ¿Cuáles son nuestros hábitos de consumo de agua y energía? Sin hacer una mirada catastrófica ni señalar culpables, unidos al espíritu ecológico de los zenúes motivaremos un acercamiento activo y participativo de niños y jóvenes al mundo que nos rodea. Hay otras formas de vida posibles y exitosas, centradas en el respeto y la convivencia con el entorno natural, como admirablemente lo hicieron los zenúes. Para el Banco de la República es un gusto ofrecer, en 28 ciudades de nuestro país, una aproximación a su Museo del Oro a través de este material.
Cordial saludo,
MARÍA ALICIA URIBE VILLEGAS Directora Museo del Oro – Banco de la República Bogotá, 2010
CONTENIDO
Maleta didáctica LOS ZENÚES Y EL MANEJO DEL MEDIO AMBIENTE
Esta maleta didáctica que propone el Museo del Oro del Banco de la República es un conjunto de exploraciones y actividades con las que esperamos que los estudiantes avancen en su propia búsqueda de conocimiento y en la comprensión de su responsabilidad frente al medio ambiente y el bienestar de la humanidad presente y futura. Las actividades diseñadas y propuestas en esta maleta permitirán a los participantes: •
Conocer la antigua sociedad Zenú y reconocer en ella formas de vida posibles en convivencia con el medio ambiente.
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Conocer los ciclos del agua potable y el manejo de desechos: tener presente que somos parte de una cuenca hidrográfica que nos da vida y que afectamos.
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Reflexionar sobre el manejo sostenible del medio ambiente en nuestra propia sociedad.
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Sembrar en las conciencias que cada acto de consumo cotidiano que realicen puede ser respetuoso y benéfico para el medio ambiente y por ende para los demás.
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Entusiasmar a los estudiantes para que se conviertan en ciudadanos comprometidos activamente con el medio ambiente, la biodiversidad y el agua.
Además de su uso para hacer una clase atractiva, la maleta puede usarse como apoyo a los grupos PRAE (Proyecto Ambiental Educativo) presentes en las instituciones educativas del país. Varias de sus actividades pueden ser vistas por toda la institución. Las Maletas Didácticas del Museo del Oro también se usan en instituciones culturales sin ánimo de lucro que desean realizar talleres u otras actividades de educación informal. Usted deberá escoger y adaptar la actividad que más convenga, según el grado y los intereses de su grupo, y de acuerdo con sus propios objetivos.
Encontrará esta cartilla y otras lecturas para maestros en la página web: http://www.banrepcultural.org/museo-del-oro/educacion
¡Feliz experiencia!
CONTENIDO
¿Qué contiene la maleta? •
El material que usted está leyendo, al que nos referiremos como “la cartilla”. En ella encontrará objetivos, actividades y anexos
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1 inventario gráfico
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La tapa-maleta con el mapa de las llanuras del Caribe colombiano
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1 sombrero vueltiao en caña flecha
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1 fragmento de cerámica original
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1 figura de mujer en cerámica
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1 vasija en cerámica pintada con diseño de tejido
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1 ocarina en cerámica con forma de ave
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1 figura en cerámica con forma de pato cuchara
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1 remate de bastón en metal con caimán
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1 hombre anfibio en metal
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1 tarjetón Hace más de 2.000 años en el Zenù
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8 tarjetones Vida y pensamiento en el Zenú, con narraciones relacionadas con los objetos
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1 tarjetón con el mapa de las Regiones naturales de Colombia
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1 catálogo del Museo del Oro Zenú del Banco de la República en Cartagena de Indias
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1 catálogo Museo del Oro | Zenú-Urabá
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1 catálogo Sinú Amerindio
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5 cartillas Animales en extinción Colombia (Amazonas, Orinoquia, Caribe, Pacífico y Andes)
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1 DVD con los videos documentales El tejido del agua y Noticias de inundaciones en la Mojana
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1 DVD El milagro del agua de la empresa Acueducto de Bogotá
Remate de bastón en oro. Tradición Zenú. 200 a.C. - 1600 d.C.
CONTENIDO
Hace más de 2.000 años en el Zenú En cada temporada de lluvias en las cordilleras, las llanuras del Caribe colombiano se inundan con grave perjuicio para las viviendas y cultivos de quienes viven allí. La depresión momposina y en particular la región cenagosa del río San Jorge pasan bajo las aguas ocho meses del año. Sin embargo, desde dos siglos antes de nuestra era (hace 2.200 años) sus pobladores desarrollaron una tecnología adaptada al medio: excavaron un sistema de canales de drenaje para dominar las inundaciones, adecuaron para sus cultivos extensas zonas de camellones levantados (con la tierra extraída de los canales), construyeron islas artificiales para ubicar sus viviendas por encima de las aguas y, transportándose en canoas, llevaron una vida anfibia abundante y sana. La extensión mayor del sistema hidráulico se dio en el valle del río San Jorge entre el 200 a.C. y el 1100 d.C. (es decir, durante 13 siglos), y también se implementó en el bajo Cauca y en el bajo Sinú. Los caciques controlaron el funcionamiento de este sistema, el intercambio de productos y dirigieron política y espiritualmente a la población en este amplio territorio: el Zenú.
Zenú
En los primeros años de la era cristiana los llamativos adornos de orfebrería usados por los jefes o caciques se distinguieron por ser fabricados con aleaciones ricas en oro. Numerosas aves acuáticas, caimanes, peces, felinos y venados fueron recursos alimenticios y a la vez elementos esenciales del pensamiento simbólico de estas sociedades. La fauna, representada con realismo en remates de bastón y colgantes, tiene generalmente una apariencia plácida y mansa. Patos
CONTENIDO
pisingos, patos cuchara y hasta pinzas de cangrejo o langosta fundidas en oro son indicativos de una vida anfibia adaptada al medio, así como del interés por el ambiente hace 2.000 años. La mujer se relacionaba con las ideas de fertilidad, sabiduría y respeto. Múltiples mujeres de arcilla fueron depositadas junto a los difuntos bajo túmulos funerarios, posiblemente como símbolo de la fertilidad humana y agrícola necesaria para la reproducción de la población. Su presencia induciría la germinación, renacimiento y transformación del difunto en el mundo subterráneo, de la misma manera que se siembra y protege la semilla para que germinen las cosechas.
El territorio zenú se encontraba dividido en tres grandes provincias o cacicazgos: Finzenú, Panzenú y Zenufana. El Finzenú se localizaba en la sabana y colinas al este del río Sinú, el Panzenú entre las estribaciones de la cordillera occidental y el río Cauca, en la sabana y la depresión inundable del río San Jorge, y el Zenufana al este del Panzenú, al otro lado del río Cauca y en el Nechí. Al parecer estas tres regiones de una misma sociedad tenían funciones económicas complementarias: el Panzenú, al medio, producía masivamente alimentos en los canales de la zona inundable; el Zenufana era tierra de mineros que explotaban los ricos aluviones del Cauca y el Nechí, y el Finzenú era tierra de especialistas orfebres y tejedores. El intercambio de productos por trueque hacía que todos tuvieran lo que necesitaban para vivir. Hacia el 1200 d.C. una intensa sequía desestabilizó el sistema hidráulico. Los zenúes cambiaron de modo de vida y se redujeron a vivir en las sabanas más altas y secas, menos productivas para la agricultura que el antiguo sistema hidráulico Allí fueron encontrados por los conquistadores europeos, quienes dejaron maravilladas descripciones de su sociedad. Las crónicas nos hablan de grandes aldeas de casas amplias y calles ordenadas y bien barridas, que parecían haber tenido más población en épocas anteriores a la Conquista. Hoy los zenúes viven en el resguardo de San Andrés de Sotavento y en toda la región. Son campesinos agricultores y artesanos excelentes del tejido de sombreros de “caña flecha” y hamacas de algodón. Su experiencia milenaria del medio ambiente nos motiva para pensar en cómo hemos de organizar nuestra vida y nuestra sociedad, y qué mundo estamos heredándole a nuestros descendientes, en los siglos por venir.
ACTIVIDADES
Actividades de la maleta La maleta propone las siguientes actividades: •
Vida y pensamiento en el Zenú
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Regiones naturales de Colombia y animales en extinción
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El inventor ecológico
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Dos tecnologías de manejo del agua (ver dos videos)
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Canales del Zenú
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Cómo pintar el mapa de las regiones naturales de Colombia
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Aprendamos a consumir y reciclar
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Unidos por nuestro entorno natural (PRAE)
Fotografía de Gina Urazán
En los anexos usted encontrará los siguientes documentos:
ACTIVIDADES
Situación: Llegan unos objetos muy fuera de lo común provenientes de las Llanuras del Caribe y sus estudiantes los exploran y buscan su relación con narraciones que los invitan a conocer aspectos de la vida de esa región, en el presente y en el pasado prehispánico. Descubren creencias, pensamientos y formas distintas de ver y tratar el mundo, reconocen otras formas de vida posibles en convivencia con el medio ambiente y generan conexiones con su propio contexto para sacar sus propias conclusiones.
Duración: 90 minutos
Objetivo: Esta actividad acerca a los estudiantes a la vida anfibia que los antiguos zenúes disfrutaron hace más de 2.000 años y a la vida presente de las llanuras del Caribe, donde todavía viven comunidades de indígenas zenúes. Mediante la lectura comprensiva de textos e imágenes y la “lectura” táctil de los objetos se fomenta el pensamiento reflexivo, el trabajo en equipo, la capacidad de sacar conclusiones. Necesita: •
Un mapa de Colombia (no incluido en la maleta).
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La tapa-maleta con el mapa de las Llanuras del Caribe.
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Todos los objetos (un fragmento original, un sombrero y 6 réplicas) que contiene la maleta.
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El tarjetón “Hace más de 2.000 años en el Zenú”.
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Las tarjetas con los relatos a partir de los objetos.
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Esta cartilla.
Cómo desarrollar la actividad: •
Es recomendable que el maestro haya leído el texto Hace más de 2.000 años en el Zenú, contenido en el tarjetón del mismo título y en esta cartilla.
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Empiece mostrando la tapa–maleta y el mapa de Colombia para ubicar geográficamente a los estudiantes sobre el territorio que van a investigar, recorrer y descubrir. Los lugares mencionados en los tarjetones son: el mar Caribe, los ríos Sinú, San Jorge, Cauca, Nechí y Magdalena, la Ciénaga Grande del río Sinú, las capitales Montería (Córdoba), Sincelejo (Sucre), Cartagena (Bolívar) y Barranquilla (Atlántico) y varias poblaciones.
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Pida que se organicen 8 grupos.
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Cuando están ya sentados y atentos, el maestro les lee el tarjetón Hace más de 2.000 años en el Zenú.
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El maestro da a escoger a cada grupo un tarjetón Vida y pensamiento en el Zenú que se relaciona con uno de los objetos. Cada grupo lee su tarjeta y la comenta entre sí.
ACTIVIDADES
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Entretanto el maestro saca los objetos de la maleta y los ubica en el centro del salón o en el área segura que él determine.
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Finalizada la lectura, cada grupo tomará el objeto que le corresponde de acuerdo con la historia que escogió.
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El maestro pide la atención de todos y presenta la información de cada objeto, que encuentra en esta cartilla (a partir de la página siguiente, con los textos de los tarjetones).
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Los estudiantes se interrogan ahora por el objeto que tienen en sus manos, intercambian ideas, opiniones y lo ponen en relación con los temas y enseñanzas que les deja su relato.
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Casi para finalizar el maestro le pide a los grupos que analicen su texto y su objeto desde estas dos preguntas: ¿qué nos permiten conocer este texto y este objeto sobre el presente de la región Caribe? Y ¿qué nos permiten conocer sobre el pasado y la vida de los indígenas antes de la Conquista?
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Enseguida un vocero de cada grupo pasa adelante con su objeto, lo muestra a los demás y comparte con sus compañeros su versión del relato y de lo investigado.
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Cada vocero regresa el objeto, con el tarjetón, al lugar de donde lo tomó, para ir formando una exposición.
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Luego ese vocero escoge un grupo al que le hará una pregunta relacionada con su presentación. Si la respuesta es acertada, ese equipo que respondió correctamente pasa adelante para hacer su presentación y la pregunta correspondiente. Así se continúa hasta finalizar las 8 historias.
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Al final, los estudiantes se acercan (por grupos, si es necesario) para mirar con más detalle la exposición de los objetos. Pueden tocar los objetos con respeto y cuidado.
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La exposición sirve de inventario para volver a guardar los objetos dentro de la maleta.
Recuerde: Los datos que aparecen en los tarjetones apoyan la investigación y la imaginación que deben conducir a la apropiación, creación y expresión. Fomente en este ejercicio las ideas nuevas, las conexiones con la experiencia de cada uno, la buena comunicación y el placer del descubrimiento. Los textos son llamativos, pero complejos y disímiles… como la vida misma.
Los tarjetones tienen el siguiente tipo de información: •
Una imagen del original del cual se obtuvo el objeto (réplica) que viene en la Maleta (salvo para el fragmento cerámico original).
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Un título y una narración que relacionan el objeto con un tema social o natural.
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Otras imágenes que apoyan el texto y permiten interactuar, investigar.
ACTIVIDADES
Estos son, para el maestro, los textos de los ocho tarjetones (y la pregunta y datos con los que puede presentar los objetos):
Ajaia ajaja: el pato cuchara ¿De qué material es? Figura en forma de ave: una garza espátula o “pato cuchara” Llanuras del Caribe - Tradición Zenú, 200 a.C. - 1600 d.C. El original proviene del cerro El Mohán, Momil (Córdoba) y mide 6,5 x 4,8 cm. Colección Museo del Oro – Banco de la República C12837 Nubes de patos rosados cambiamos el color del cielo. Por arriba, por abajo nosotros los patos cucharas tenemos doble poder: el de cruzar los cielos y el de pararnos en el agua de estas ciénagas con nuestras largas patas de garza. No comemos pescados: hundimos nuestro picocuchara hasta el fondo del pantano y lo movemos de lado a lado, entreabierto, para buscar hierbas, pequeños crustáceos e insectos. Los chamanes quieren saber nuestro saber del aire, la tierra y el agua y nosotros con gusto se lo compartimos. Cada año vamos de un lado para el otro, migramos entre la Florida y el Caribe, el Ecuador y Chile. ¡Cómo nos gusta este territorio del Zenú! Desde arriba tenemos una panorámica casi satelital: vemos los canales largos con los que los indígenas de hace 2.000 años modificaron el suelo y los cursos de las aguas para aliviar las inundaciones; los más cortos que atrapaban agua y limo fértil para los cultivos, y los camellones donde a fuerza de brazos y canastos las familias acumulaban esa tierrita abonada para luego cultivar. ¡Hoy todo parece el esqueleto de un pescado! Cuentan los abuelos que los poblados zenúes eran complicados laberintos. Las casas sobresalían del agua, puestas sobre islas artificiales y la gente iba en canoas, de una a otra, con sus productos multicolores. ¡Ojalá tú ayudes a preservar estas ciénagas del Zenú, para que los patos cuchara regresemos todos los años!
El invierno convirtió al municipio de Sucre en la 'Venecia' colombiana Por: ALBERTO MARIO SUÁREZ D. ENVIADO ESPECIAL DE EL TIEMPO | 14 de Noviembre del 2010 ¿Cuál creen que es el tamaño de la olla original? Vasija globular Llanuras del Caribe - Tradición Zenú, 200 a.C. - 1600 d.C. El original proviene de Betancí, Montería (Córdoba) y mide 14,6 (diámetro máximo) x 16,5 cm (alto). Colección Museo del Oro – Banco de la República C12858 Sucre (Sucre). La cancha de baloncesto del colegio Las Mercedes es una pecera gigante, donde decenas de bocachicos plateados, mojarras rojas y hasta una nutria nadan todo el día, mientras los niños reciben clases, arrumados, en el segundo piso. El profesor de filosofía, Isidro Álvarez, mira desde el techo del plantel cómo naufraga su pueblo, Sucre (en el departamento del mismo nombre), y sentencia: "No hay duda: esto es Macondo". El
ACTIVIDADES
maestro cuenta que las inundaciones comenzaron el 7 de agosto pasado, cuando cayó un diluvio y el río Cauca, crecido, se metió por el caño Mojana. Todo quedó entre el agua. La escuela, la alcaldía, la Policía, el hospital, la iglesia, el restaurante Alfredosky, el hotel Venecia y las 5.000 casas nadan en el Cauca, que no sólo inundó el casco urbano, sino también los 36 corregimientos, 27 veredas y dos caseríos. Hoy, no hay una calle de este pueblo —donde el Nobel de Literatura Gabriel García Márquez pasó parte de su adolescencia con sus padres— por donde no naden peces de colores. El sacerdote Eduardo Arce confiesa: "Jamás había visto peces nadando dentro de una iglesia". Casi la mitad de los 33.994 damnificados abandonaron sus viviendas y se refugiaron en Barranquilla, Magangué y Sincelejo. La otra mitad armó unas tarimas de maderas en sus casas y siguió la vida al ritmo de las canoas, que ahora sirven para llevar a los niños al colegio y los muertos, al cementerio.
¿Hombre langosta? ¿Cómo usarían este objeto? Colgante antropozoomorfo (es decir, de hombre mezclado con animal) Llanuras del Caribe - Zenú Temprano, 200 a.C. - 1000 d.C. El original proviene de El Anclar, Montelíbano (Córdoba) y mide 11,1 x 7,1 cm. Colección Museo del Oro – Banco de la República O32696 ¿Sabes por qué tengo este cuerpo extraño? Tengo el saber de la tierra y el agua, ¡soy anfibio! De hecho… creo que soy un crustáceo, tal vez… una langosta. Soy producto del arte y la creatividad de un orfebre de Finzenú, que en mí sintetizó la vida del pueblo zenú, la gente del agua. Me gustó nacer en Finzenú. Es un pueblo que refulge, y sus árboles repletos de cascabeles y campanas de oro dan la idea de un constante festejo… Sus orfebres hacen adornos de metal, ¡no es cualquier cosa! Hay que conocer la técnica, estudiar la sabiduría del metal sagrado y del fuego transformador, ¡y tener mucha paciencia! Primero se modela la figura en cera de abejas, se cubre de arcilla dejando un agujero al medio para que al calentar salga la cera y pueda entrar el oro derretido. Cuando se enfría, hay que romper el molde: ¡salen figuritas femeninas y masculinas, pájaros y caimanes brillantes como el sol! ¡Qué diseños, qué inventiva! Cuando mezclan el oro con cobre los adornos de tumbaga quedan rojizos: ése es el color de lo femenino. Aliar los metales sagrados es como consolidar alianzas entre nuestros caciques: gracias a ellos no tenemos guerras, así que un comerciante me llevó primero al mercado de Yapel, donde me trocó por cerámica, y por eso ahora estoy en Zenufana, después de un largo viaje en piragua. ¡Trocar también es divertido! Que cuatro yucas por una olla, que diez pescados por un tejido de algodón, que tanto oro en bruto por un colgante como yo, el hombre anfibio de Finzenú.
ACTIVIDADES
El caimán de oro ¿Qué sensación les produce tener este objeto en la mano? Remate de bastón horizontal Llanuras del Caribe - Zenú Temprano, 200 a.C. - 1000 d.C. El original proviene de San Marcos (Sucre) y mide 4,5 x 10,9 x 3,1 cm. Colección Museo del Oro – Banco de la República O06405 Anda corriendo un relato con cuidado y con afán, que en la población de Plato se volvió un hombre caimán. (De la cumbia compuesta en 1941 por José María Peñaranda)
La historia de este caimán es muy especial porque con su espíritu subterráneo sostiene el territorio de los zenúes. Cuentan los habitantes del río San Jorge, los de Montería, Sincelejo y otras poblaciones, que el “caimán de oro” vale no por su oro sino por su poder de habitar los mundos de arriba y los de abajo. Es un “encanto” de cuevas y lagunas, y en los mitos es dueño de los caminos que existen bajo el agua: con frecuencia se lo ve brillar donde brotan los manantiales. Se han oído otras leyendas y cuentos de caimanes. En la población de Plato, Magdalena, según dicen, un hombre que conocía el poder del caimán de oro quiso ver a las mujeres que desnudas se bañaban en el río. Se inventó dos pócimas hechas a base de caimán que guardaba en dos botellas: la primera lo convertía en caimán y la segunda lo volvía a su apariencia humana. Pero como a todo pícaro le llega su hora, un día en que la más hermosa se quiso meter al río, él en su afán no tomó suficiente pócima y quedó mitad hombre mitad caimán. La hermosa mujer despavorida salió gritando, pero luego se llenó de valor, contó en el pueblo y con ayuda de la comunidad entera apaleó al hombre-caimán. El caimán de oro es un símbolo de nuestra causa ambiental. Preservar los caimanes, babillas, tortugas e hicoteas, y por supuesto el agua pura y las ciénagas que necesitan para vivir, es preservar los recursos que también nosotros necesitamos. El caimán sostiene nuestro territorio y nosotros ayudamos a aligerar su carga.
Totó: la gran señora Figura de mujer con falda, orejeras y pintura corporal Llanuras del Caribe - Tradición Zenú, 200 a.C. - 1600 d.C. El original proviene de San Pedro de Urabá (Antioquia) y mide 27 x 11,8 x 7 cm. Colección Museo del Oro – Banco de la República C12595 ¿Les parece que está elegante?
Niiiños, ¡a comer! Juana, por favor un dorado para mí y a los niños un bocachico o un bagre. Pasen el mote de queso, los bollos de mazorca y un poquito de ese revoltillo de pescado. Con tanta
ACTIVIDADES
comida tan rica uno no sabe qué escoger. ¡A mí me dan ñame con suero! ¡Y dulce de mongo mongo! Después de este banquete, un fandango, un porro o una puya, ¡ah! y para que se refresquen guarapo blanquito de caña y miel, jugo de corozo y de tamarindo. Oigan, oigan, el abuelo va a contarnos la historia de la cacica Totó: “Se sabe que en las tres provincias de este gran territorio Zenú gobernaban tres caciques hermanos: Totó era la cacica del Finzenú; Yapel mandaba en Panzenú, sobre el río que hoy llamamos San Jorge, y en el Cauca y el Nechí el Zenufana era el mandamás. El poder de Totó era tan sagrado que no podía posar sus pies en tierra: al bajarse de la hamaca los apoyaba en la espalda de una joven y otras le hacían camino para que sus pies desnudos no tocaran el piso. Todos los zenúes hacían peregrinación a su templo en Betancí, y ella siempre lucía sus orejeras de expansión que brillaban por entre su cabello negro, colgantes, diseños de pintura roja en su pecho y una falda finamente tejida en algodón. No por vanidad sino porque ejercía el poder debía estar siempre bien presentada. Hoy no está Totó pero nos quedan sus enseñanzas sobre cómo cuidar y aprovechar el agua.”
Me quito el sombrero Este sombrero es original y fue elaborado por las familias de artesanos de Tuchín, Córdoba.
¿Por qué creen que el diseño de una prenda nos identifica?
Aquí en San Andrés de Sotavento, que antes se llamaba Mexión, uno hace sombreros y también se los pone para verse bien y aguantar el sol. Los antiguos zenúes ya usaban viseras y sombreros tejidos, así se los ve en las figuritas de oro y de tumbaga. Nuestros sombreros están hechos de muchas vueltas de una cinta o “trenza” tejida con fibras de caña flecha. A mí me gusta lucir este de veinticinco fibras porque es el más fino de todos; otros tienen “licas” de siete fibras, o “pacotillas” de 11 o “quincianos” de 15 fibras. En nuestro resguardo indígena toda la comunidad teje “trenza” o cose sombreros. Unos van por las hojas de caña flecha, otros las raspan y lavan, blanquean al sol las mejores y negrean las demás con barro, jagua y dividivi. Tejer las pintas de “araña” y “pechito de grillo” es un oficio dispendioso que cansa mucho el cerebro y “esmolla” la vista. Coser es más fácil, porque ahora en Tuchín lo hacemos con máquina de coser. El ribete lo hacen los niños y niñas, que así aprenden la tradición. Los zenúes somos la gente del agua y el tejido. Los antiguos vivieron en la llanura y tejieron canales en un terreno tan grande que desborda mi imaginación. ¡Vivían como peces en el agua!
Paujil ¿Cómo se interpreta este instrumento? Ocarina, una variante de la flauta Llanuras del Caribe - Tradición Zenú, 200 a.C. - 1600 d.C. El original proviene de San Benito Abad (Sucre) y mide 5,3 x 4,7 cm. Colección Museo del Oro – Banco de la República, C04252
ACTIVIDADES
Cuentan los viejos más viejos que en los tiempos de los abuelos zenúes ejecutaban música con instrumentos autóctonos indígenas como el cacho, el caracol o chúa, el pito atravesado, la caja o tambor chiquito, los tambores macho y hembra, los guaches, la guacharaca y otros. Roger Serpa Espinosa, “Los zenúes”, 2000.
Gran concurso de Baile Atención, atención, se invita a la población a la rueda de gaita en honor del maestro Catalino Fernández, gran intérprete de la gaita. Los interesados comprar la boleta en el Museo Arqueológico de San Jacinto. Habrá concurso de porro, gaita, cumbia y puya. El jurado tendrá en cuenta los movimientos rápidos de la puya, sin levantar los pies; en el porro su ritmo cadencioso y sus tres partes: danza, porro y bozá; para la cumbia, la atracción y la serenidad de la mujer y su parejo que bailan sin levantar los pies. ¡Anímese usted y su pareja! Premios: Visita al Museo del Oro Zenú en Cartagena, gastos incluidos ¡Qué vaina con este homenaje! Tengo que ensayar bastante para que el aire y la gaita no me fallen, y lucirme, porque también estarán los gaiteros de Ovejas y los de Sincé, que son muy buenos. Además, los de Morroa, con sus grupos de pito atravesao, seguro que hacen levantar a todos de sus sillas porque tocan el millo como un paujil. Este paujil de barro ¿lo vieron? es una ocarina que hicieron los antiguos zenúes para imitar las voces melodiosas de las aves. En la naturaleza los sonidos son tan musicales como el compás de los tambores y las maracas, o los acordes de las gaitas “macho” y “hembra”.
Fragmento cerámico Este fragmento es un original. ¿Es parte de algo? ¿De qué? Aquí en Momil, cerca a la ciénaga y no muy lejos de la desembocadura del río Sinú, muchos somos ceramistas. Convertimos la arcilla en figuras extraordinarias que brotan de nuestra imaginación. Es una tradición que heredamos de los antiguos zenúes que poblaron este territorio. Este que tienes en la mano es un fragmento original de cerámica zenú. ¡Tiene entre mil y dos mil años! ¿Cómo crees que sería la pieza completa? ¿Una olla de barro o una figurina? Los zenúes eran grandes artistas y en sus manos la arcilla tomaba formas de mujeres adornadas con narigueras; cajitas para poner ofrendas, y grandes ollas, jarras y tinajas. Cuando enterraban a sus muertos, en platos y copas les ponían comida y a su lado figuras de mujeres como símbolo de fertilidad para propiciar su nacimiento en el otro mundo. Hay que escoger bien la arcilla y saberla amasar para que quede uniforme; si vamos a hacer una olla, enrollamos en espiral un rollo largo de arcilla y así vamos dándole forma al fondo y luego a las paredes. Pegándolo bien con agua ya solo faltará alisar, dejar que se seque el barro y quemarlo en el horno de leña para que el calor transforme la arcilla en cerámica dura. Trabajar el barro es como estrechar lazos con la madre tierra; ¡cómo sabrían de eso los zenúes, que cada año removían ese barro que trae la inundación y con él hacían las plataformas donde ponían sus casas y los camellones para los cultivos!
Cuida estos objetos tanto como el medio ambiente: ambos son patrimonio de todos.
ACTIVIDADES
Situación: Conocer nuestro territorio nacional a través de narraciones y apuntes ambientales nos permitirá acercarnos a la geografía, al medio ambiente y a la fauna de un país megadiverso, Colombia. Pero ojo, muchos animales están en extinción en nuestro país debido a que los humanos ocupamos su hábitat o a que los cazamos indiscriminadamente. ¡Hay que generar conciencia! De paso, pensemos en los elementos que botamos diariamente y que podrían ir al reciclaje!
Duración: Una sesión de 90 minutos y —otro día— una de 45 minutos para la actividad manual.
Objetivo: Identificar las regiones naturales de Colombia y conocer cuáles son los animales en peligro de extinción. Poniendo en acción las capacidades de investigación, literaria y de creación artística (¿y posiblemente a los maestros de distintas asignaturas?), se realiza una obra colectiva con un mensaje de biodiversidad y reciclaje, que tendrá un impacto duradero tanto en sus estudiantes como en las demás personas de su comunidad.
Necesita: •
Un mapa de Colombia (no incluido en la maleta).
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Las 5 cartillas Animales en extinción Colombia (Amazonas, Orinoquia, Caribe, Pacífico y Andes).
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Elementos de reciclaje tales como: cajas de cereal, empaques de cartón (Tetra Pak), frascos de plástico (yogurt, jugos, etc.). Estos elementos los podrá pedir con anterioridad a sus estudiantes.
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Pegante, marcadores y tijeras.
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Tiza, o papel kraft.
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Un pliego de papel o cartulina.
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El tarjetón con el mapa de las Regiones naturales de Colombia.
Cómo desarrollar la actividad: •
Es recomendable que el maestro haya leído el texto Colombia es un país maravilloso y las páginas Extinción, al principio de cualquiera de las cartillas.
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Se organizan 5 grupos. Cada grupo elige la zona natural de su interés. El maestro entrega a cada grupo la cartilla que corresponde a la zona natural elegida.
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El maestro lee en voz alta la introducción Colombia es un país maravilloso o la cuenta en sus propias palabras. Es igual para todas las cartillas, así como las categorías.
ACTIVIDADES
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Los estudiantes hojean/ojean el ejemplar y eligen el animal que más les interesó. Leen y comentan en grupo la doble página donde se explica “¿Por qué está en extinción?”, “¿Sabías que…?”, “¿Cómo vive?” y “¿Cómo es?”.
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Entre tanto, el maestro copia en el tablero la siguiente tabla:
ANDES
PACÍFICO
CARIBE
AMAZONAS
ORINOQUIA
Pacarana (VU)
Marimonda chocoana (EN)
Tití cabeciblanco (VU)
Jaguar (VU)
Tigrillo (NT)
Cóndor andino (EN)
Paragüero del Pacífico (VU)
Pavón (paujil) colombiano (CR)
Águila arpía (NT)
Venado sabanero (CR)
Danta de páramo (EN)
Rana dardo dorado (CR)
Mero (CR)
Armadillo gigante (EN)
Tortuga charapa (CR)
Oso de anteojos (VU)
Danta del Chocó (CR)
Marimba (CR)
Caimán negro (EN)
Delfín rosado (VU)
Loro orejiamarillo (CR)
Oropéndola chocoana (EN)
Colibrí cienaguero (CR)
Nutria gigante (EN)
Oso hormiguero (VU)
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El maestro recoge las cartillas y él mismo o un representante de cada grupo lee en voz alta la historia del animal elegido por cada grupo. Al finalizar cada historia, el grupo informará sobre las características de ese animal.
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Finalmente el profesor solicitará a los estudiantes llevar para la siguiente clase material de reciclaje con el fin de que cada niño haga su propio animal, el que desee de los contenidos en la tabla. ¡Deberán investigar con su familia sobre la forma de ese animal!
ACTIVIDADES
Actividad manual e instalación geográfica •
Un grupo de estudiantes se postulan como voluntarios para la importante tarea de dibujar con tiza en el patio (o en el espacio que previamente el profesor elija, sobre papel kraft) un mapa gigante de Colombia. Para ello se ayudarán con el tarjetón de las Regiones naturales de Colombia que contiene el croquis del mapa y las líneas guías para dibujarlo.
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Conviene que hagan antes un ensayo sobre papel cuadriculado. Para trazar sobre el suelo grandes cuadrados de 70 x 70 cm pueden hacer como plantilla un cuadrado de esa dimensión con el pliego de papel o cartulina.
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Los demás se ponen manos a la obra y con los elementos de reciclaje crearán su “animalarte”. Se sugiere que quienes hayan escogido animales de una misma región natural se agrupen y se apoyen en el trabajo.
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Importa el resultado pero más aún la posibilidad de desarrollar el potencial creativo y artístico de los estudiantes. Al tiempo que van creando, el maestro puede apoyar a cada grupo resolviendo inquietudes, aportando ideas.
Las cartillas son delicadas y no resultan útiles en esta etapa. Por favor no las entregue a los estudiantes ni para la casa ni mientras hacen la actividad manual, porque se deteriorarán.
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Cuando los animales en extinción pueblen abundantemente el mapa de Colombia y sus regiones naturales, ¡el resultado será una instalación artística y un llamado de conciencia ecológica que todo el colegio podrá ver!
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En los Anexos usted encuentra información sobre el reciclaje.
ACTIVIDADES
ACTIVIDADES
Situación: El mundo enfrenta un difícil futuro si continúa desperdiciando los recursos. Pero hay personas alerta —sus alumnos— e inventores de renombre —sus alumnos— que enfrentan con creatividad esta situación. ¡Para corregir el rumbo necesitamos del aporte de cada uno! Duración: Actividad para la casa Objetivo: Diseñar en la casa, y en familia, un sistema que permita reutilizar el agua usada en usos que no requieren del agua pura y tratada que viene del acueducto. Realizar un conjunto de carteleras que se expondrán en un corredor u otro lugar visible de la institución. Cómo desarrollar la actividad: El maestro o maestra motiva a sus alumnos y los sensibiliza alrededor del tema del agua. El agua que sale por el grifo ha sido tratada por el acueducto municipal. Es costosa y ha necesitado un gran esfuerzo para purificarla. ¡No la desperdiciemos! Piensa con tu familia cómo podrías reutilizar en tu casa el agua de la ducha o del enjuague de la ropa, o del lavado de la loza, en usos que no requieran agua pura, como los inodoros. ¿Dónde identificas oportunidades de reutilizar y economizar? ¿Cómo lo harías? ¿Qué necesitas? ¿Quiénes deben motivarse para colaborar? ¡El planeta y tus bisnietos te lo agradecerán! Les explica que los inventores empiezan por identificar un problema por resolver (estamos utilizando aquí agua pura para algo en lo que podríamos emplear el agua casi pura que botamos allá); luego hacen una lluvia de ideas locas (¿baldes?, ¿bombas?, ¿tubos?) y finalmente escogen una opción que parece razonable, económica y sobre todo real y realizable, analizan el proceso y dibujan unos bocetos explicativos. La mejor solución no requiere ser muy tecnológica, sino servir al propósito. Los alumnos entregarán, en carteleras de medio pliego, un párrafo contando cuál es el problema escogido y unos dibujos con anotaciones escritas que muestren el proceso que concibieron para recoger el agua de un servicio y reutilizarla en otro. Algunos alumnos podrían hacer unas carteleras introductorias, investigando (o dictando conferencias) sobre: •
La importancia de cuidar el agua: un elemento vital para nuestro planeta.
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Cada uno de nosotros somos parte de una cuenca: ¿De dónde toma nuestro acueducto el agua que sale por nuestro grifo y cómo la trata? ¿Dónde bota el alcantarillado nuestras aguas sucias y cómo las trata? ¿Cómo podríamos ensuciar menos el agua?
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Las tres R: Reducir, Reutilizar, Reciclar (ver anexo 3 de esta cartilla)
¡Sin duda estos inventores, que enfrentaron un problema con creatividad e interés, serán en el futuro consumidores conscientes y responsables en cada momento de sus vidas!
ACTIVIDADES
Situación: Gracias a la ventana del video nos asomamos a dos sociedades y dos momentos diferentes del manejo del agua. Impresionantes tecnologías que resultaron de la preocupación y el trabajo colectivos de quienes no pensaron que el agua es algo que “simplemente está ahí”. Y nosotros, ¿cómo pensamos y manejamos nuestras fuentes de agua y el agua que usamos y desechamos? ¡Qué rico es comentar después de ver una película! Objetivo: El maestro presenta a sus estudiantes, por medio de dos audiovisuales, dos alternativas del manejo del agua. Por una parte el sistema hidráulico de la antigua sociedad zenú, que ante un problema como las inundaciones dio una solución en la que el ingenio y el trabajo asociado se refleja en el impresionante trazado de sus canales; por la otra, el sistema que alimenta de agua a Bogotá, supremamente tecnificado. ¿Qué pensamos y a qué conclusiones podemos llegar nosotros, los usuarios del agua en nuestra propia ciudad, en nuestro colegio? Duración: 45 minutos Necesita: -
Un reproductor de DVD y un monitor o proyector
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DVD El tejido del agua (duración: 6 minutos) y noticias sobre inundaciones
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DVD El milagro del agua de la Empresa de Acueducto de Bogotá (duración: 20 minutos)
Reseñas de los videos: El tejido del agua: Hace más de 2.000 años las sociedades que habitaban las llanuras inundables del Caribe en el territorio colombiano idearon un ingenioso sistema hidráulico para controlar y aprovechar las aguas de inundación que año tras año anegaban (y aún hoy anegan) esta región durante ocho meses al año. Vemos cómo funcionaba el sistema y cómo permitía una vida anfibia abundante de recursos de agricultura, caza y pesca para alimentar una numerosa población. Las modificaciones del paisaje realizadas por los pueblos zenúes, que hoy pueden verse en las fotografías aéreas, son muestra del trabajo y la ingeniería desarrollada por estos pueblos que adecuaron una extensión de más de 500.000 hectáreas. El milagro del agua: Viajaremos en un recorrido desde los páramos que dan origen al agua que se usa en Bogotá hasta los hogares y las plantas de depuración. Conoceremos cómo la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, con más de 121 años de experiencia, cuida el recurso hídrico desde su nacimiento en la naturaleza hasta hacerlo potable y ofrecer a una gran ciudad agua de excelente calidad.
Cómo desarrollar la actividad: El maestro hace una breve presentación de la importancia que tiene el agua en nuestra vida y entre los antiguos zenúes. Así como nuestras actividades cotidianas dependen hoy del acceso a este recurso hídrico en condiciones saludables, todas las sociedades deben pensar cómo van a tener agua limpia tanto para ellos como para sus descendientes. Promueve que cada uno se pregunte cuál es su compromiso con el agua. Luego de ver ambos videos, realiza un foro.
ANEXOS
ANEXOS
Anexo 1 LOS CANALES DEL ZENÚ
[Textos del módulo Canales del Zenú de la sala interactiva Exploratorio del Museo del Oro de Bogotá, versión 2008] ¿Qué son estas marcas sobre el piso? ¿Quién las hizo? Este es uno de los vestigios arqueológicos más grandes de Colombia y sin embargo el más desconocido. Durante 1.300 años los zenúes llevaron en las Llanuras del Caribe colombiano una vida nutrida y sana, donde actualmente las aguas causan catástrofes.
Foto aérea de Sebastián Schrimpff
El sistema de canales artificiales zenú, que llegó a cubrir más de 500.000 hectáreas, ponía las inundaciones al servicio de los cultivos, la pesca y el transporte. Sus huellas, visibles aún, invitan a imaginar la vida anfibia del pasado y a reflexionar sobre nuestro presente.
¿De dónde viene tanta agua? Agua no falta en Colombia y en sus mares. Se evapora en grandes cantidades, forma nubes que viajan con el viento, llueve sobre las cordilleras y los valles. El agua que recogen las cuencas de los ríos de casi media Colombia baja finalmente a las llanuras. En las llanuras, cuando se intensifica la temporada de lluvias, los ríos rompen los diques naturales que ellos mismos han formado al acumular sedimentos en sus orillas. Desbordan e inundan cientos de kilómetros cuadrados durante ocho meses cada año. Hoy hay grandes pérdidas y emergencias, pero no hace 2.000 años.
ANEXOS
¿Cómo evitar los desastres de la inundación? Hace 2.000 años los pueblos de la tradición zenú concibieron un ingenioso sistema de canales para minimizar los destrozos de la inundación y aprovechar las ventajas de la creciente. La creciente trae demasiada agua para el cauce estrecho y poco profundo de los caños naturales. Los zenúes cavaron entonces largos canales perpendiculares a los caños, que repartían el exceso de agua por la llanura o lo llevaban al colchón de las ciénagas. Las ventajas de trabajar entre el barro Las ciénagas, caños y ríos de esta región son ricos en peces, en patos migratorios, en tortugas. La inundación trae barro y sedimentos que tapan los canales. Pero para los hombres, mujeres y niños zenúes, cuando bajaban las aguas, el esfuerzo de limpiar las zanjas de barro y maleza era una feliz ocasión para pescar los peces atrapados en los charcos, y una excelente oportunidad para la caza. Viviendas de los vivos y de los muertos La casa de los zenúes era rectangular, de techo a dos aguas, con espacios para la cocina y la vida social. Cada familia tenía además su túmulo funerario: la barriguita de tierra donde enterraban a sus muertos para hacerlos nacer en la otra vida. Vida anfibia Otra vida hubieran tenido los zenúes de la región inundable si hubieran puesto sus casas sobre el suelo. Pero construyeron plataformas de tierra, islas artificiales entre las cuales se desplazaban en canoas y que aún hoy pueden verse alineadas a lo largo de los antiguos caños, formando aldeas. Aldeas levantadas cerca de esos campos de cultivo que hoy vemos como canales y camellones cortos, entrecruzados. Al bajar el nivel de las aguas estos canales mantenían una reserva de humedad y atrapaban sedimentos con nutrientes que, puestos sobre los camellones, abonaban los cultivos de yuca, ahuyama, ají, coca, calabaza, batata, maíz y frutas. Una economía con integración regional Frutas, maíz y otros productos agrícolas que brindaba en abundancia la región inundable se intercambiaban por trueque con otras regiones. Dicen que el cacicazgo del río San Jorge o Panzenú se especializó en producir alimentos; que el de Zenufana extraía mucho oro y que Finzenú se destacaba por sus objetos de orfebrería, mantas y hamacas de algodón y canastos y sombreros de caña fleche. El trueque permitía viajar, hacer relaciones sociales, reunirse en mercados y eventos rituales donde todos se reconocían como parte del Gran Zenú. ¿Cuánto duró el sistema hidráulico? (y por qué se acabó) El Gran Zenú había declinado ya cuando sucedió la Conquista. La región del Zenufana estaba ahora habitada por tribus de tahamíes, guamocos y yamecíes. Los zenúes se habían replegado hacia el río Sinú y las sabanas, mientras grupos malibúes ocupaban parte de la zona inundable del Panzenú, pero no usaban ya el sistema de canales. El sistema de canales que había sido sostenible al menos por 2.000 años en uno u otro lugar, ya no existe. ¿Cambió el clima y desequilibró el ciclo de las inundaciones? ¿Al abandonarse el Zenufana se desarticuló la sociedad? Los canales requerían mucho trabajo… y en algún momento faltó la colaboración de todos. La situación actual Hoy el sistema hidráulico de los antiguos zenúes es muy poco conocido, pero todos los años las inundaciones cubren la primera plana de los periódicos. Tal vez no se trate de rehacer el antiguo sistema, pero ¿sabría nuestra sociedad colaborar tanto para sacar adelante una tarea común? ¿Qué podríamos rescatar de los ingenieros de antes, de la solidaridad y el trabajo en equipo de la gente del pasado?
ANEXOS
Anexo 2: Mapa de las Regiones naturales de Colombia
Caribe
Pacífico
Región Andina
Amazonia
Para pintar el mapa de Colombia Ensaya en papel cuadriculado. Traza una cruz compuesta por cinco cuadrados. Imagina o traza suave cada línea roja Anímate a dibujar el mapa fijándote en las proporciones y ubicación de cada punto respecto de los cuadrados. ¡Ahora puedes pintarlo gigante!
Orinoquia
ANEXOS
REGIÓN ANDINA Abarca las tres ramas colombianas de la cordillera de los Andes —las cordilleras Occidental, Central y Oriental— y los valles de los ríos Cauca y Magdalena. Es la región más poblada del país y su variedad de alturas y climas la hace muy fértil y diversa y por lo tanto muy atractiva desde el punto de vista económico. Se explota oro, esmeraldas, hierro, carbón, sal, mercurio y petróleo, y gracias a su variada actividad agrícola aquí se concentran industrias de textiles, productos químicos, calzados, bebidas y otros sectores. La actividad económica de esta región gira alrededor de la ganadería, la agricultura y la minería. Los cultivos de café, la caña de azúcar, arroz y tubérculos son los más representativos.
REGIÓN CARIBE Bordea la costa Atlántica y es predominantemente plana, de clima cálido, con épocas de sequía y de lluvias continuas. Se caracteriza sin embargo por su variedad ecológica: sus ecosistemas van desde los bosques secos de La Guajira hasta la selva húmeda de Urabá, más la gran riqueza bioclimática de la Sierra Nevada de Santa Marta, que se alza desde el nivel del mar hasta el pico Cristóbal Colón, a 5.775 metros sobre el nivel del mar. La gente vive del turismo y la extracción de minerales como el carbón del Cerrejón, el níquel en Montelíbano y el gas natural; se explota sal en Manaure y Galerazamba, y en las sabanas del Caribe y el Valle del Sinú hay gran producción ganadera. En el mar Caribe se encuentra el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, hermosos lugares para el turismo, así como los bancos de Serrana, Serranilla, Quitasueño y el cayo Roncador, donde la actividad económica es la pesca.
REGIÓN DEL PACÍFICO Comprendida entre la Cordillera Occidental y el océano Pacífico, limita al norte con la serranía del Darién. Es la región más húmeda del país, su clima es predominantemente cálido y cubre una gran zona selvática; al sur tiene manglares y pastos. Sus principales centros urbanos son Turbo, Istmina, Andagoya, Condoto, Quibdó y, en el sur, Tumaco. Se explotan metales como el oro, la plata y el platino, y recursos naturales como la madera. Por la abundancia de suelos pantanosos la actividad agrícola está poco desarrollada. En el océano Pacífico se encuentran el archipiélago de Gorgona y Gorgonilla y el islote de Malpelo.
REGIÓN DE LA AMAZONIA Plana y selvática, de clima tropical y húmedo, la forman las cuencas de los ríos Caquetá, Putumayo y Amazonas. Es notablemente rica en especies naturales y es un valioso pulmón del planeta. Indígenas de numerosas culturas y colonos venidos del interior del país viven de la horticultura, la ganadería y la pesca, por fuera de la economía de mercado. Minerales como el petróleo, el uranio, el hierro, el oro y la bauxita son explotados en pequeña escala. Sus ríos son la principal vía de transporte y sus centros urbanos son Florencia (Caquetá) y Leticia (Amazonas).
REGIÓN DE LA ORINOQUIA Plana con excepción de la Serranía de La Macarena y de clima tropical húmedo, su paisaje más característico son las extensas sabanas atravesadas por los amplios ríos Casanare, Meta, Vichada y Guaviare que desembocan en el río Orinoco. Región poco poblada y de valiosos recursos y especies zoológicas y botánicas, sus principales actividades económicas son el cultivo de arroz, sorgo, palma africana, yuca y plátano, y una intensa actividad ganadera que aprovecha los extensos pastizales. En los llanos de Casanare y Arauca se destaca la explotación petrolera en Saravena, Caño Limón y Cusiana, mientras los llanos de San Martín son agrícolas y ganaderos.
ANEXOS
Anexo 3 APRENDAMOS A CONSUMIR Y RECICLAR Nuestra “sociedad de consumo” consume más de la cuenta. Nunca ninguna sociedad humana había gastado tanto y pensado tan poco en el daño que se hace a sí misma y a las generaciones futuras. Gastar inconscientemente los recursos no renovables, como el petróleo, o no mantener el ciclo de los que podrían ser renovables, como el agua y la madera, hará que pronto tanta aparente bonanza se agote. Reciclar es no botar los residuos industriales o domésticos sino volver a introducirlos en el ciclo de producción del mismo u otro producto. Pero ante cada acto de consumo, antes de desechar lo que todavía podemos usar, tenemos que pensar en las tres R: Reducir, Reutilizar y Reciclar. Reducir el número de cosas que usamos, en particular aquellas cosas que botamos casi sin haber obtenido de ellas ninguna utilidad o cuando el daño que generan es mayor que el beneficio: tantas bolsas y empaques, los productos químicos contaminantes, el agua y la energía que no eran indispensables, el papel de la impresora. Reutilizar lo que usamos para extraerle su máxima utilidad (en el mismo uso o en otro) antes de desecharlo, y de esa forma evitar el gasto de los recursos necesarios para volverlo a fabricar: las bolsas y empaques, las servilletas, la ropa que ya nos queda pequeña, los libros y juguetes, usar el papel de impresora por las dos caras. Reciclar los materiales que ya no usemos para que no se entierren en un basurero municipal sino que vuelvan a ser empleados en la producción de algo útil: los empaques de cartón, las botellas de vidrio o de plástico, los computadores y aparatos electrónicos, las latas de aluminio y los demás metales. Con las tres R ahorramos energía, agua potable y materias primas, contaminamos menos y tenemos menor impacto en los ecosistemas y sus recursos naturales, economizamos tiempo, dinero y esfuerzo. No solamente es interesante desde nuestro punto de vista individual (si pago menos por los servicios públicos podré comprar algo más) sino desde el punto de vista de toda la sociedad (cuando no haya petróleo, ¿cómo cruzarán los océanos los aviones?) Consumir racionalmente implica conocer e interesarse por los procesos de fabricación de las cosas que usamos. Para hacer papel y cartón se cortan árboles (que se deben volver a sembrar), para hacer plásticos se requiere petróleo (que no es renovable), para hacer aviones se necesita aluminio, para extraer hierro del mineral de hierro se gasta mucha energía (y en reciclarlo se gasta menos). En la casa o el colegio podemos separar los materiales que desechamos: los orgánicos que se pudren (cáscaras, restos de comida… que se botan en una bolsa negra con destino al basurero municipal) y los reciclables (que se colocan en una bolsa blanca o se llevan a un lugar de acopio). Los materiales que más está a nuestro alcance reciclar pueden ser: Papel • • • •
Cartones, periódicos, papel de impresora. Reduce el consumo de árboles, con cuya fibra se hace el papel. Pero los papeles sucios no se reciclan, ni los cubiertos con plástico o aluminio, los encerados, el papel carbón o con goma porque costaría mucho más. Conviene quitar los ganchos metálicos.
ANEXOS
Vidrio • • • •
Botellas, frascos. El vidrio se puede reutilizar una infinita cantidad de veces. Pero no se reciclan bombillos ni vidrio plano de ventana. Conviene separar los vidrios por colores: incoloro, verde, ámbar/café, entregar limpios los envases y quitar las tapas plásticas o metálicas.
Plástico • • • •
Envases y botellas de plástico, bolsas y rollos de polietileno, vasos y bandejas de carne en poliestireno (Icopor) En el basurero, las botellas de plástico tardarán más de 500 años en descomponerse. Hay siete clases distintas de plástico: PET, PEAD, PVC, PEBD, PP, PS y “otros”. Se los distingue por un número dentro de un triángulo compuesto por flechas. Casi todos se reciclan, pero alguien los separa antes de reciclar. Conviene entregarlos limpios y quitar las tapas, porque son de un plástico distinto al de la botella.
Metales • •
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Latas y tarros de hojalata (hierro), automóviles viejos, electrodomésticos, varillas de acero; latas de aluminio. El hierro y el acero son el material que más se recicla, desde hace ya 100 años. Cerca del 43% del acero que usamos es reciclado de chatarra. El 100% del material de aluminio recuperado puede ser reciclado y puede reciclarse indefinidamente. Al producir aluminio a partir de chatarra ahorra el 95% de la energía que se necesitaría para producirlo a partir del mineral de aluminio, la bauxita. Conviene reciclar los aparatos electrónicos y computadores entregándolos a un recolector especializado: de ellos se recuperan metales escasos y costosos como oro y plomo, y evita arrojar a la naturaleza productos peligrosos como plomo, antimonio, bario, mercurio, berilio, cadmio, bromo y litio, que son perjudiciales para el medio ambiente y para la salud del ser humano.
Cuidar el agua •
Para no malgastar el agua, revisar que no goteen las llaves o el inodoro, bañarse brevemente, lavar la loza con platón y no con agua corriente y cerrar la llave cuando no se usa.
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Para no ensuciar el agua, no arrojar aceites de cocina o del carro por el desagüe.
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Para reutilizar el agua, colocar un balde bajo la ducha para recogerla mientras se calienta y usarla para soltar el inodoro.
Y el último que salga… No olvide apagar la luz
ANEXOS
Anexo 4 UNIDOS POR NUESTRO ENTORNO NATURAL
La Maleta didáctica Zenú es un instrumento privilegiado para los maestros que desean atraer un grupo de jóvenes, conformar un proyecto PRAE y luego darlo a conocer en toda la institución. Para conocer postulados y experiencias de muchas instituciones sobre los PRAE le recomendamos visitar el sitio http://www.colombiaaprende.edu.co (en el buscador escriba PRAE). Pero, ¿qué son los PRAE? Los Proyectos Ambientales Escolares, una iniciativa nacional, se proponen crear soluciones a diferentes problemáticas ambientales locales a través de las instituciones educativas y con la participación activa de maestros y estudiantes. Entendiendo el ambiente desde una visión sistémica que involucra lo físico y lo social, la realización del proyecto no se restringe al espacio físico de la institución educativa: su impacto puede tener una proyección barrial, local, municipal, distrital, o incluso nacional. ¿Cómo elaborar el proyecto ambiental? El primer paso para desarrollar el Proyecto Ambiental Escolar es identificar un problema de carácter ambiental (por ejemplo, el manejo de residuos en la institución o la localidad, contaminación de las corrientes de agua, mal manejo de basuras) relevante para la comunidad o la zona en que se encuentra la institución educativa. A partir de la focalización del problema desarrollan una propuesta pedagógica, con el fin que los propósitos y las actividades se incorporen al diseño curricular del Proyecto Educativo Institucional (PEI). ¿Quiénes pueden participar? Es importante que en la planeación y el desarrollo del PRAE se cuente con maestros de diferentes áreas del conocimiento, lo que puede depender del problema hallado y de su incidencia en la institución educativa, en el barrio, la vereda, a nivel local o regional. Incluso puede hacerse necesario convocar la participación de otras instituciones educativas, líderes comunitarios, empresas, entidades gubernamentales y organizaciones no gubernamentales (ONG), permitiendo así la construcción de conocimiento significativo y el diálogo de saberes. La investigación involucra diferentes áreas, no sólo las ciencias naturales y sociales. Así, al ser un conocimiento significativo, su aplicación no se acaba con el espacio y el tiempo de la escuela. Los conocimientos y prácticas derivadas de la investigación deben buscar una aplicación práctica, para la vida, generando seres conscientes de las actividades diarias de consumo, para un manejo del ambiente consciente, responsable, solidario y sostenible. Para transformar nuestro entorno debemos transformarnos nosotros y adecuar nuestras prácticas, incluso las más cotidianas. ¿Qué es el desarrollo sostenible? El desarrollo sostenible es “el que conduzca al crecimiento económico, a la elevación de la calidad de la vida y al bienestar social, sin agotar la base de recursos naturales renovables en que se sustenta, ni deteriorar el medio ambiente o el derecho de las generaciones futuras a utilizarlo para la satisfacción de sus propias necesidades” (Ley 99 de 1993, artículo 3). Para vivir bien debemos hacer un uso consciente de los recursos, en beneficio propio, de la sociedad y también de las generaciones futuras. Sin duda los PRAE son una gran oportunidad para generar desde la escuela mejores seres humanos.
ANEXOS