ESPECTACULOS
Miércoles 23 de marzo de 2011
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OPINION TELEVISION TELEVISION s TELEVISA REUNIO AL MATRIMONIO
Mónica Ayos triunfa en neutro La actriz hace de villana en la telenovela mexicana que protagoniza Diego Olivera LAURA VENTURA
MARCELO
STILETANO
Un antídoto contra el virus de la repetición
PARA LA NACION CIUDAD DE MEXICO.– Detrás de una intersección de rutas sinuosas, de distintas alturas y en diferentes direcciones, una maraña de concreto como si fuese la General Paz a la altura de Liniers, se encuentra Televisa. Detrás de Televisa, la meca de las telenovelas hispanoamericanas, la fábrica más grande de ficciones en nuestro idioma, se encuentra el barrio –la colonia, le dicen aquí– San Angel Inn. Detrás de una coqueta y empedrada calle sin salida, decorada con Santa Ritas color fucsia, se encuentra la casa de Mónica Ayos y Diego Olivera. Detrás de un macizo portón de madera, que ni siquiera permite el paso de una hormiga, se encuentran Mike y Pedro, los colaboradores del matrimonio Olivera-Ayos, como ellos llaman a sus choferes y encargados de seguridad. Detrás de dos camionetas negras polarizadas se encuentra la fachada estilo hindú, adornada con elefantes. Diego Olivera abre la puerta. “Pasa, ¿quieres café? ¿Qué quieres beber?”, pronuncia. Sí, en neutro, sin ningún rastro porteño en su acento. Mónica revisa sus mails frente a un hogar encendido. Hace dos meses, cuando su hija Victoria comenzó las vacaciones del colegio, viajaron también con su hijo Federico a México para acompañar a su marido, quien desde 2006 protagonizó algunas de las novelas más exitosas del grupo Televisa (Montecristo, Vivir por ti y Triunfo del amor). Ayos rechazó con sacrificio dos propuestas en Buenos Aires: participar de Un año para recordar (Telefé) y regresar a los escenarios de la mano de José María Muscari. “Vinimos por las vacaciones. Queríamos estar juntos los cuatro. Son muy duras las separaciones. Sufrimos. Jamás imaginé que tendría esta oportunidad aquí”, bromea en neutro con el acento que le imprime a su personaje Leonela. El zar de las telenovelas, Salvador Mejía, la convocó para trabajar en la ficción furor del momento, Triunfo del amor, que se emite en el horario central de las 21. En esta tira, Olivera interpreta a un sacerdote, acompañado por las megaestrellas mexicanas Daniela Romo, Victoria Ruffo y Maite Perroni. “De modo genuino, y no porque lo tengamos muy conversado, queremos separar nuestras carreras. Creemos que nos acotaría mucho a Diego y a mí si siempre diéramos notas juntos”, explica. Mónica tuvo una infancia errante. Sus padres eran bailarines de tango de la
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La actriz, en una escena de la telenovela, donde interpreta a dos personajes, una villana y su madre TELEVISA
orquesta de Mariano Mores y Osvaldo Pugliese. “Eran dos en uno: vivían, trabajaban, bailaban, y todo, todo, todo juntos. En lo particular, y en lo que a mi pareja y familia respecta, no quisiera repetir patrones, queremos explorar más posibilidades”, dice en primera persona, pero del plural.
Dos papeles en uno El Periférico supo ser la vía que rodeaba a la ciudad de México, pero el Distrito Federal ha crecido tanto que hoy esta avenida (con una fisonomía parecida a nuestra Panamericana) es la arteria central que atraviesa la ciudad. En un país de tradiciones, el Periférico conserva su nombre, pero no su esencia. El ruido del tráfico no llega al living, pero las ventanas están cerradas para que no ingresen el frío ni las ardillas que se pasean por su jardín. Diego duerme la siesta en un feriado. Es su cumpleaños y pronto debe regresar a grabar. La cercanía con los estudios a los que deberá volver en una par de horas le permite descansar en su casa durante los huecos de grabación. Triunfo del amor es la remake de Cristal, la tira con Jeanette Rodríguez, Lupita Ferrer y Carlos Mata que inmortalizó el tema “Mi vida eres tú” (“Salía co-
de Babel (casada de hecho con un argentino). “Trabajo desde muy chica, pasé por todos los géneros. Esto es nuevo. No quiero comparar el modo de trabajo en la Argentina con el de aquí [en vez de “acá” y otra vez se cuela el neutro]. Es distinta la moda, el trato, las costumbres, creo que por una cuestión de distinta idiosincrasia. Ninguna es mejor o peor”, opina, y se acomoda el pantalón al menos tres tallas más grandes que su medida. Hace una década, Mónica “pegó el volantazo” y se cansó de explotar su costado sexy, se sintió acotada en ese género y decidió ir por Diego Olir riendo del más, eligiendo una manera vera interpreta a colegio para verla”, de expresarse como artista un sacerdote en esconfiesa Ayos), y la que le resultara un nuevo ta remake de Cristal, desafío. No quiere hablar novela suceso del mola novela más vista mento en México. de planes. “No abandoné en México Mónica se sumó a mi quiosco en la Argentina. la tira para interpreCon Diego queremos vivir tar a la villana, Leonela, donde nos sucedan cosas, aquí o una mujer que acaba de cumplir allí.” Pero sí sabe que es probable su condena por el asesinato de que comparta el escenario con su su amante. La actriz festeja la marido, quien tiene los derechos transformación de su personaje, de El amante, la obra de Harold de una mujer ruda, alcohólica y Pinter. Mónica mira hacia adelante despechada, hasta una dama de y destierra el cliché prejuicioso la aristocracia, y su doble papel, que reza que detrás de todo gran como Leonela y como la madre hombre hay una gran mujer. Detrás de Leonela. Para perfeccionar de Diego no se encuentra Mónica. su acento tomó algunas clases Ahí está Mónica. Ahí está Diego. con Adriana Barraza, la actriz Están juntos.
TELEVISION s UNA MINISERIE MULTIMILLONARIA
El Titanic vuelve a zarpar en la pantalla chica Es parte de una ola de grandes producciones; se verá en 2012 El Titanic zarpa de nuevo, justo a tiempo para desplegar su drama en el centenario de su hundimiento y, con él, salvar –esperan sus responsables– los alicaídos cofres de las emisoras de todo el mundo. Acaba de anunciarse que tres de las más grandes cadenas televisivas de habla inglesa (la norteamericana ABC, la canadiense Global y la británica ITV) se unieron para coproducir una miniserie de cuatro episodios centrada en las últimas horas del trágico transatlántico, registrando la experiencia de distintos pasajeros, desde primera clase hasta los viajeros más humildes, según anunció la publicación especializada The Hollywood Reporter. Sin elenco confirmado aún, sí se sabe que el guión será del cotizado Julian Fellowes, ganador del Oscar por Gosford Park y por estos días el autor televisivo del momento en Gran Bretaña, gracias al inesperado éxito de Downton Abbey, una serie centrada en la vida en una gran mansión campestre en la época eduardiana con detalles de melodrama que arrasó con la audiencia en ese país. El rodaje de Titanic comenzará en septiembre próximo y su estreno se espera para el centenario de la tragedia, en 2012. Es sólo una de las grandes coproducciones que, en formato miniserie, llegarán a la pantalla en los próximos meses para consolidar el atractivo de las señales a nivel global, tendencia que muchos analistas señalan como un regreso a la era de oro de ese formato en los años 70 y 80.
El romance de DiCaprio y Winslet, ahora en frasco chico Entre los esperados títulos que arribarán este año a la pantalla se cuentan Falling Skies, sobre una invasión extraterrestre, con la firma de Spielberg (se verá en TNT en junio, en nuestro país); Los Borgia, de los mismos realizadores de Los Tudor, con Jeremy Irons como el papa cabeza de la intrigante familia (sus derechos fueron adquiridos por I.Sat); Mil-
dred Pierce, sobre la novela de James M. Cain, con Kate Winslet, dirigida por Todd Haynes (en abril, por HBO). Y aún sin pantalla queda un peso pesado como Camelot, una versión algo hardcore del mito artúrico, con los ascendentes Eva Green y Jamie Campbell Bower, muy en la vena de Spartacus (y producida por la misma cadena, Starz).
or más que haya modificado una vez más su logo institucional y se haya sometido en los últimos días a una de esas campañas de renovación de imagen que de tanto en tanto aplican los canales cuando quieren llamar de nuevo la atención, la señal I.Sat podría tranquilamente sostener hoy aquella consigna que concentraba su propuesta entera en una sola palabra: actitud. Si, tal como lo afirma el Diccionario de la Real Academia Española, actitud es “disposición de ánimo manifestada de algún modo”, en los hechos ese temperamento hasta puede llegar a cambiar, precisamente, el estado de ánimo más incómodo y molesto que padece el espectador habitual de la TV paga: la recurrente y justificada queja por el “efecto repetición”. En efecto, lo que caracteriza de un buen tiempo a esta parte a una señal con menos lustre, cartel y ruido que la mayoría de sus pares es la posibilidad cierta de encontrar, a través de un creativo menú de películas, series, documentales, cortos y producciones inclasificables el antídoto contra el virus de la reiteración, cuyo poder de contagio ya tiene alcances de epidemia en la grilla del cable. Lo más atrayente de I.Sat es la perseverancia con que se fue construyendo a lo largo de los
últimos años una identidad que fue dejando de lado bastante material descartable (cine de clase B muy trajinado, penosas producciones de corte erótico) para afirmarse definitivamente en identificaciones muy precisas (lo alternativo, lo independiente, lo experimental), con un sentido amplio y muy abierto. Tal vez por eso queda en el televidente la sensación de que el material que ofrece I.Sat es de primera mano, con garantía de no repetición. Hay aquí también, cómo no, programas que se reiteran (la serie The Office, por caso), pero al tener en la mayoría de los casos perfil “de culto”, parecen concebidos para seguidores que no tienen problema en volver a verlos. En estos días, el lanzamiento simultáneo de cuatro series (Raising Hope, Episodes, la versión norteamericana de Shameless y Rubicon) refuerza la idea. Las novedades se suman así a una oferta de por sí atrayente que mezcla películas de reciente producción con títulos sólo vistos antes por lo general en señales premium, bienvenidos ciclos temáticos del cine, cortometrajes (marca identificatoria desde sus comienzos, en 1993), documentales y valiosos programas musicales como la primera temporada del excelente Spectacle, con Elvis Costello.
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