PAÍS: España
FRECUENCIA: Diario
34
PÁGINAS: 34
O.J.D.: 6417
EM2
TARIFA: 6340 €
E.G.M.: 29000
ÁREA: 1036 CM² - 100%
SECCIÓN: CULTURA
CULTURA
EL MUNDO. SÁBADO 8 DE JULIO DE 2017
8 Julio, 2017 El Observatori Fabra tras una intensiva restauración: vuelve a tener el friso bajo la cúpula y su color original de piedra de Montjuïc. Abajo, su telescopio Mailhat de 1903. EL MUNDO
ARQUITECTURA ASTRONOMÍA
MODERNISMO EN LAS ESTRELLAS Tras una restauración de seis meses, el Observatori Fabra recupera su estética original VANESSA GRAELL BARCELONA la penitenciaría Modelo. Tras una En 1907, cuando la iglesia del Tibi- compleja restauración patrocinada dabo apenas llevaba unos años en por la Obra Social La Caixa, el obconstrucción y el Observatori Fabra servatorio ha recuperado su color era el edificio más alto de Barcelo- original, un elegante beige motelana (a 415 metros sobre el nivel del do que imita la piedra de Montjuïc. mar), el astrónomo Josep Comas «Hemos suprimido ese amarillo Solà vio algo a través del telesco- ocre que se añadió en la restaurapio: la atmósfera de Titán, el mayor ción de 1992 para devolverle su assatélite de Saturno. Lo dibujó rápi- pecto y espíritu original», señala el damente. Y publicó su descubri- arquitecto Carles Buixadé, responmiento en la revista alemana Astro- sable de las obras y de la restauranomische Nachrichten. Habría que ción, además de académico numeesperar a 1944 para que Gerard rario de la Real Academia de CienKuiper corroborara con datos es- cias y Artes de Barcelona, pectroscópicos la existencia de una institución centenaria que impulsó atmósfera en Titán. el observatorio junto al industrial y Ese descubrimecenas Camilo miento es uno de Fabra que, sin em«ES EL CUARTO los mayores hitos bargo, murió un en la historia del año antes de verlo OBSERVATORIO Observatori Fabra, acabado. MÁS ANTIGUO del que Comas Este verano, el DEL MUNDO, Solà fue su primer Observatori Fabra CON UNA director: un ilustre ha recuperado su y precoz astrónolook de 1903: bajo GRAN BASE mo, que con sólo su gran cúpula de DE DATOS» 15 años ya publicó diez metros de su primer artículo diámetro vuelve a científico en L’Asestar esa exquisita tronomie y que llegó a descubrir cenefa de cerámica floral, en verdos cometas y hasta 11 satélites de y amarillo, que sólo se conocía (que bautizó con nombres muy cas- por fotografías en blanco y negro; tizos, tipo Hispania, Alphonsina, las tejas negras se han restaurado Pepita o Gothlandia). («sorprendentemente aún se fabriConstruido en 1903, el Observa- can las mismas que en 1904», dice tori Fabra vuelve más que nunca a Buixadé); las ventanas vuelven a su espíritu novecentista, al esplen- ser de color granate... Pero lo más dor original del edificio modernista importante: la cúpula, que estaba construido por Josep Domènech i agrietada e incluso con fugas, Estepà, quien fuera el arquitecto de vuelve a ser sólida y se han susti-
Una Cena en las Estrellas a 415 metros sobre Barcelona.
EL COSMOS EN EL PLATO De aperitivo, una Nebulosa estelar (un dado de salmón con pipeta de aceite especiado y vasito de ensalada de lentejas con foie gratinado) y de primer plato, un Cúmulo de Perseo (dorada con base de trigo ebly y puré de calabaza). Son sólo algunos platos de las Cenas con Estrellas que el Observatori Fabra lleva ya 14 veranos organizando y por las que han pasado 70.000 personas. Todos los menús se inspiran en la astronomía, con sugerentes nombres como Europa y Ceres van al bosque (solomillo de ternera con salsa de frutos rojos) o El futuro en Marte (mousaka de vegetales). Y tras la degustación estelar con vistas a toda la ciudad iluminada, uno de los científicos de la Academia imparte una conferencia (con temáticas que van desde La cara oculta de la luna hasta La aventura del Apollo 8), hace una visita guiada al Observatorio y los comensales pueden realizar una observación astronómica a través del telescopio. Las cenas –previa inscripción– se suceden a diario hasta el 8 de octubre.
tuido las 50 ruedas de su mecanismo de rotación. En su interior el tiempo parece haberse detenido en el cambio de siglo (del XIX al XX), con ese decimonónico telescopio refractor Mailhat de 38 centímetros de diámetro, que se compró en el París de 1903 y que sigue siendo igual de precisio y potente (con algunos añadidos, eso sí). «Antes, se le daba cuerda a mano», recuerda Jorge Núñez, director del observatorio, que reivindica ese «toque manual» del telescopio que a veces ni siquiera consiguen las máquinas. Pesa ocho toneladas. Y ha visto pasar todas las estrellas, cometas y asteroides del siglo XX. «Éste es el cuarto observatorio más antiguo del mundo con una gran base de datos», apunta Nuñez. ¿Y qué se hace exactamente en el Observatori Fabra? «Controlamos los asteroides peligrosos y los planetas. Más que buscarlos, observamos su posición y analizamos su órbita», explica. Hace unos 15 años, desde el observatorio hubo un momento de peligro, en el que se detectó un asteroide con «posibilidades no descartables de colisión con la Tierra en el año 2027», recuerda el astrónomo. Y tras reportarlo al Minor Planet Center de Harvard –ese es el protocolo– y analizar su órbita y los datos de sus posiciones pasadas finalmente se descartó la amenaza. En el día a día, el Observatori Fabra no sólo analiza la galaxia, sino que desde su torre metereológica también realiza mediciones sísmicas (de hecho, desde septiembre de 1913 las observaciones metereológicas han sido sistemáticas y continuas). Y ahora, quizás más que nunca, sigue siendo un refugio estelar en la montaña de Collserola, con la iglesia (que se terminó en 1961) y la noria del Tibidabo a sus espaldas.