Mi nombre es Malin Agn y soy la mamá de un niño con obesidad. Mi ...

Hola ! Mi nombre es Malin Agn y soy la mamá de un niño con obesidad. Mi marido y yo hemos tratado por cuenta propia de ayudar a nuestro hijo, pero no ...
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Hola ! Mi nombre es Malin Agn y soy la mamá de un niño con obesidad. Mi marido y yo hemos tratado por cuenta propia de ayudar a nuestro hijo, pero no tuvimos éxito. Nos dimos cuenta que necesitábamos de ayuda profesional. Nuestra propia situación y la experiencia que logramos con la ayuda de profesionales, fueron la base que nos llevaron a formar esta organización “Hijos sanos”. En ella, instruimos a padres de niños con problema de obesidad, para que ellos también puedan ayudar a sus hijos a lograr una vida llena de salud. Yo quiero compartir con Uds. lo que aprendí 1. ¿Qué es la obesidad y cómo se llega a una situación de sobrepeso ? La obesidad es cuando el bebé pesa demasiado en relación a su altura. Hay muchas factores que producen obesidad. Con el fin de detener el rápido aumento de peso hay que comer bien y moverse mucho. La cantidad que un niño necesita moverse, en relación a lo que come es individual, pero hay ciertas pautas que uno puede seguir (ver punto 3 y 4 aquí abajo). 2. ¿Es peligrosa la obesidad y qué ayuda podemos conseguir? El exceso de peso es precursor de la obesidad. La obesidad es una enfermedad, que a su vez puede conducir a cerca de 60 otras enfermedades a las que el niño estará expuesto durante su crecimiento. Si su hijo tiene sobrepeso , puede usted ponerse en contacto con el médico de la familia och con el personal médico de la escuela a la que su hijo asiste. Ellos les brindarán ayuda y apoyo. Ellos te ayudaran a ponerte en contacto con especialistas, si tu hijo necesita de ellos. Es importante que voz como padre entiendas y aceptes que es en el “hogar” y con el esfuerzo de todos los miembros de la familia, que los grandes resultados se alcanzan. Recae sobre Uds. como padres la posibilidad y responsabilidad de lograr la meta. 3. ¿Cómo ayudar a un hijo con obesidad? Controlar el consumo de alimentos y asegurarse de que el niño se mueva por lo menos 60 minutos todos los días ( todas las formas de movimiento son buenas) . Los niños no deben perder peso, pero deben comer seis veces al día (desayuno, media merienda, almuerzo, merienda, cena y merienda antes de acostarse). Una buena merienda puede ser una fruta o un pequeño bocadillo. Lo importante es alcanzar un balance entre la energía que consume y la energía que gasta cada día. El niño no tiene que sentir hambre. 4. ¿Qué puede mi hijo comer y beber? Compra productos que tengan la marca ”ojo de la cerradura*”. Productos con este símbolo son sanos y buenos para tu bebé. Prepara una dieta equilibrada y variada para tu hijo de acuerdo al modelo con todos los grupos alimenticios**/*** . Para beber agua y leche ,baja en grasa (la cantidad de leche debe limitarse a tres vasos al día). Evite los jugos y refrescos , ya que contienen azúcar y no son buenos para su niño. Limite la cantidad de dulces, galletas y patatas fritas en lo posible, ya que contienen calorías vacías que no son buenas para su hijo.

5. ¿Cómo puedo hablar con mi hijo acerca de la obesidad? Si tu hijo está en edad de entenderlo, se honesto con tu hijo y explíquele por qué estás haciendo cambios en su estilo de vida. Trate de incentivar al niño a lograr un cambio en cuanto a la alimentación y al ejercicio. No uses palabras como delgado o gordo en tu conversación. Fortalece su autoestima como lo hacen en otros aspectos de su personalidad. ¿Qué hemos hecho mal y que es lo más importante que tenemos que tener en cuenta ? Yo y mi marido habíamos eliminado todo lo que considerábamos no era bueno para nuestra salud, pero seguíamos comiendo muchas y grandes porciones de comida. También nos olvidamos del ejercicio cotidiano. Tomábamos el autobús, coche o el tren sin pensar en aprovechar cada situación en la que podíamos haber caminado. Nuestra mayor problema fue el creer que el resultado de nuestro esfuerzo se vería a corto plazo. Pensábamos que si nos esforzábamos durante las vacaciones de verano al empezar las clases todo seguiría funcionando. Pero no fue así. No es tan fácil, requiere constancia y un plan a largo plazo. Hoy cocinamos la comida que nos gusta y comemos solo una porción. Caminamos cada vez que la oportunidad se da. Le damos el tiempo necesario a nuestros cambios de hábitos y tenemos paciencia. Estaremos al lado de nuestro hijo y estamos seguros que podremos darle una vida larga y sana. ¡Buena suerte! Saludos Malin Agn

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